Evolucion de La Calidad
Evolucion de La Calidad
Evolucion de La Calidad
ANTECEDENTES
La calidad ha sido un elemento inherente a todas las actividades realizadas por el
hombre desde la concepción misma de la civilización humana. Esto se evidencia
principalmente en que, desde el inicio del proceso evolutivo, el hombre ha debido
controlar la calidad de los productos que consumía, por medio de un largo y
penoso proceso que le permitió diferenciar entre los productos que podía consumir
y aquellos que eran perjudiciales para su salud.
En este proceso evolutivo, el hombre entendió que el uso de armas facilitaba el
abastecimiento de los alimentos necesarios para su subsistencia, lo que generó un
gran interés por construir y desarrollar armas que le permitieran cazar presas más
grandes y con un esfuerzo menor, lo que obligó a que en el proceso de diseño,
construcción y mejora de sus armas la calidad estuviera presente a lo largo de
todos estos.
Este proceso se replicó a lo largo de la satisfacción de todas sus actividades
primarias, como la construcción de sus viviendas, la fabricación de sus prendas de
vestir, etc. El hombre consolida las primeras civilizaciones conocidas, en las
cuales existen pruebas documentadas sobre la existencia de la calidad y su
importancia en las actividades desarrolladas.
Según Lara (1982), un testimonio de este fenómeno se remonta al año 2150 a.C.,
época en que la calidad en la construcción de casas estaba regida por el Código
de Hammurabi, cuya regla 229 establecía que “si un constructor construye una
casa y no lo hace con buena resistencia y la casa se derrumba y mata a los
ocupantes, el constructor debe ser ejecutado”. Otro testimonio documentado es
aportado por la civilización fenicia. Los fenicios también utilizaban un programa de
acción correctiva para asegurar la calidad, con el objeto de eliminar la repetición
de errores.
Los inspectores simplemente cortaban la mano de la persona responsable de la
calidad insatisfactoria. Evidencias adicionales sobre la importancia de la calidad se
encuentran en otras civilizaciones, como la egipcia, donde los inspectores de
calidad egipcios verificaban las medidas de los bloques de piedra caliza de las
pirámides por medio de una cuerda. Esta estrategia también la empleó la
civilización maya. Otro ejemplo es presentado por la civilización griega, que
también utilizó instrumentos de medida que garantizaran homogeneidad de
medidas para la construcción de los frisos de sus templos.
ETAPA ARTESANAL
En este proceso evolutivo llegamos a la Edad Media, donde surgen mercados con
base en el prestigio de la calidad de los productos, se generaliza la costumbre de
agregarles marca y, con esta práctica, se desarrolla el interés de mantener una
buena reputación (las sedas de damasco, la porcelana china, etc.). Según De
Fuentes (1998), en el siglo XIII empezaron a existir los aprendices y los gremios,
fenómeno que convirtió a los artesanos en instructores del oficio y en inspectores
de éste, ya que conocían a fondo su trabajo, su producto y sus clientes.
Este conocimiento tan amplio del artesano determinó que sus productos fueran de
la mejor calidad, ya que realizaban el control de calidad de sus productos y de
antemano conocían las necesidades y expectativas de sus clientes. En el siglo
XVII se produjo una separación entre la ciudad y el mundo rural, debido a que se
presenta en la escena productiva el desarrollo del comercio internacional.
Este proceso obliga a que paulatinamente los artesanos migren a las ciudades y
se concentren allí. En este momento aparece la figura del mercader, que compra
la producción de los artesanos para comercializarla posteriormente. Esta
operación permite a estos la dedicación exclusiva a sus actividades productivas.
Durante esta etapa, que es el antecedente a la Revolución Industrial y su
producción en masa, la calidad se fundamentaba en las destrezas y la reputación
del artesano (Penacho, 2000).
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL. FINALES DEL SIGLO XIX
Con la llegada de la era industrial, esta situación cambió. El taller cedió su lugar a
la fábrica de producción masiva, bien fuera de artículos terminados o bien de
piezas que iban a ser ensambladas en una etapa posterior de producción. Los
artesanos, al igual que los talleres también cambiaron. Los de mayor capacidad
económica se transformaron en empresarios, mientras que el resto se convirtió en
los operarios de las nuevas fábricas. La era de la revolución industrial trajo
consigo el sistema de fábricas para el trabajo en serie y la especialización del
trabajo.
Como consecuencia de los altos niveles de demanda y la necesidad implícita de
mejorar la calidad de los procesos exigida por los nuevos esquemas productivos,
la función de inspección se convierte en elemento fundamental del proceso
productivo y la realiza el operario. Por consiguiente, el objeto de la inspección
simplemente era identificar los productos que no se ajustaban a los estándares
deseados, para que no llegaran hasta el cliente (Garvin, 1988).
Deming llevó a Japón el ciclo PHVA. Por consiguiente, pese a que el control de
calidad se inició con la idea de hacer hincapié en la inspección, pronto se pasó a
la prevención como forma de controlar los factores del proceso que ocasionaban
productos defectuosos. Las empresas niponas entendieron que se necesitaba un
programa de control de calidad cuya aplicación fuera más amplia que la
considerada hasta el momento. Por mucho que se esforzase el departamento de
producción, sería imposible resolver los problemas de confiabilidad, seguridad y
economía del producto si el diseño era defectuoso o los materiales eran mediocres
(Gorgemans, 1999).
Es importante señalar que los japoneses no tenían antecedentes claros de la
calidad y que ésta era muy baja antes de la llegada de Deming en 1950 y antes de
la visita de Joseph Juran en 1954 a Japón. Joseph M. Juran visitó por primera vez
Japón en 1954 y contribuyó a destacar el importante compromiso del área
gerencial por el logro de la calidad, modelo que después se adoptó en todo el
mundo (Pareja, 1990).
Otro personaje muy importante fue Armand V. Feigenbaum quien creó el concepto
de gestión de la calidad o de gestionar la calidad, e introdujo el programa de
calidad de la General Electric, que aplicó por primera vez el Total Quality Control
en Estados Unidos, que apareció en 1951 en su libro Total Quality Control.
Feigenbaum fue nombrado director de todas las unidades de producción
existentes en el mundo para la General Electric y así difunde en esta compañía
sus conocimientos acerca de calidad. Feigenbaum también fue a Japón en 1956.
A estos tres nombres: Edwards Deming, Joseph Juran y Armand V. Feigenbaum,
se debe la gran explosión de la calidad en Japón, consolidada a través de
Ishikawa a partir de 1955.
Hasta principios de los años sesenta la calidad en Estados Unidos permaneció en
el ámbito de los ingenieros y de la gestión. El hombre en la empresa no es más
que un factor, carece de responsabilidad en la obtención de la calidad. En octubre
de 1961 Phillip B. Crosby lanzó su concepto de cero defectos.