Recetario Quinta Edición
Recetario Quinta Edición
Recetario Quinta Edición
Recetario de grupo
N T A
QUI APTO
I C I Ó N PARA
E D PRINCIPIANTES
ENERO DE 2022
RECETARIO DE GRUPO
ÍNDICE DE LA QUINTA EDICIÓN
3........AUTORES DE LAS RECETAS 68.......VINO DE PLÁTANO
4........AGRADECIMIENTO 69.......VINO SUPERJOVEN DE REMOLACHA
5........QUÉ ES ESTE RECETARIO DE GRUPO 70.......VINOS DE TAMARINDO
7........PAUTAS HIGIÉNICAS Y SANITARIAS 72.......VINO DE TUNA ROJA
12......QUÉ NECESITAS PARA HACER VINOS 73.......VINOS DE UVA
14......PURO JUGO vs AZÚCAR Y AGUA 77.......VINO DE ZANAHORIA
15.......MATERIALES BÁSICOS 78......”CERVEZA” (vino superjoven) DE JENGIBRE
25.......VINOS 79.......VINOS DE FLORES SEMILLAS Y HOJAS
28.......VINO DE CALABAZA 80.......DE HOJAS Y SEMILLAS DE AGUACATE
29.......VINO DE CAÑA (guarapo) 81.......VINO DE LILAS
30.......VINO DE CARAMBOLA 82.......VINO DE MARPACÍFICO
31.......VINO DE CEREZA 83.......VINOS MIXTOS
32.......VINO DE CIRUELA 84.......VINO DE CAFÉ Y CHÍCHAROS
33.......VINO DE COROZO 85.......VINO DE FRESA Y RUIBARBO
34.......VINO DE DÁTIL 86.......VINO DE FRESA Y MANZANA
35.......VINO DE GUINEO (ver vinos de plátano) 87.......VINO DE MELOCOTÓN Y SANDÍA
36.......VINO DE HIGO 88.......VINO DE PASAS Y CASCARAS DE CAFÉ
37.......VINO DE MANDARINA 89.......VINO DE UVA Y PIÑA
38.......VINO DE MANGO 90.......VINAGRES
39.......VINO DE MANZANA (sidras) 91.......VINAGRE GROSELLA Y FRAMBUESAS
46.......VINO DE MARACUYÁ 92.......VINAGRE DE MIEL (método Maessen)
47.......VINO DE MEREY 93.......VINAGRE DE PIÑA (cáscara)
48.......VINOS DE MIEL (hidromieles) 94.......VINAGRE DE PLÁTANO BURRO
51.......MELOMEL DE FRUTILLA 95.......CREMAS Y LICORES
52.......HIDROMIEL DE ZARZAMORA 96.......CREMA IRLANDESA
53.......MELOMEL MULTIBAYAS 96.......GUINDADO A LA MIEL
55.......HIDROMIEL DE TÉ MATCHA 97.......LICOR DE CAFÉ
56.......HIDROMIEL DE YUYOS 98.......LICOR DE NARANJA A LA MIEL
57.......VINO DE MORAS 99.......LICOR DE RATAFÍA
58.......VINO DE NÍSPERO 100.....TEPACHES
60.......VINO DE PAPAYA 101.....TEJUINO NAYARITA
61.......VINO DE PERA 102.....TEPACHE DE PIÑA
62.......VINOS DE PIÑA 103.....TEJUINO DE DOÑA BRÍGIDA
Recetario de grupo
APTO PARA PRINCIPIANTES
Quinta edición, enero de 2022
Este recetario de grupo es una creación colectiva de sus integrantes.
Las recetas que encontrarás en él fueron aportadas por quienes compartieron en el grupo sus experiencias y
saberes, y a ellos debemos agradecer sus desinteresados aportes:
Saleem Ak’bal Méndez Núñez, Vidrio Luna Sara, Gilberto Gangoiti, Reni Hiuki, Zeta Nox,
Mauricio Montano, Luis Alberto Guerra Cruz, Eduardo Sánchez Jiménez y Doña Brígida,
desde México.
Enólogo Pablo Maessen y Lu González, desde Argentina.
Pierre Rodrigue, desde Canadá. Silvestre Htp (Guillermo) desde Uruguay.
El vasco Jorge Pérez, desde Finlandia. Mincho Tankov, desde Bulgaria.
Inna Yaku, desde Chile. Nohemí Meléndez Arroyo, desde Barranquilla, Colombia.
Jose Alejandro Salazar Colón, Alcides Rafael Castilloaponte,
NeryMar Fuen, Marcos González y Yeiris Flores, desde Venezuela.
Bernardo Reyes, desde Costa Rica.
Francisco Mirabal Hernández, Aníbal Cruz Herrera, Magaly Díaz Ávila (Sophía Magaly),
Luis Santana Conyedo, Rogelio Fernández Pimineta, Olayo Chamizo, Abdel Alfonso, Michell
Alcántara Báez y Lily María Bon Sosa, desde Cuba.
Elena Nito del Bosque, desde Valladolid, y Pablo García, desde Madrid, España.
Carlos E. Bähren y Ronald Ovando Morales, desde Bolivia.
Chávez Iván, desde Ecuador.
Vinicio Atp De Los Santos, desde Santo Domingo (República Dominicana).
Antonio Ballesteros, desde Marindia (Uruguay) y Asturias (España).
Y maestros como Jack Keller, Ashley Adamant y Estudio Crudo, bases de algunas recetas.
RECETARIO DE
GRUPO
En esta quinta edicón, de nuevo un gran
agradecimiento a todos aquellos que apor-
taron sus saberes y experiencias para
aclarar las dudas de quienes comenzamos la
apasionante aventura de elaborar vinos de
frutas, flores, bayas, raíces, frutos y, obvia-
mente, uvas…
Antonio Ballesteros
Se trata, en efecto, de un
RECETARIO PARA PRINCIPIANTES
Ese requisito surge como defensa al exceso de tecnicismos que suele haber en los doc-
umentos que se difunden en los grupos, y en un error muy común en los docentes y en
quienes, incluso con la mejor voluntad, comparten sus saberes y experiencias: dar por
supuesto que todos los lectores conocen los métodos, definiciones y procesos que mane-
jamos y ponemos en práctica en nuestras recetas.
¿Por qué con tanta frecuencia se presupone eso? Porque muchos de quienes elaboran
vinos han hecho tantas veces esos procesos que ya les parecen la cosa más normal, y al
difundir sus recetas piensan que todos las entenderán. Igual que a un niño hay que em-
pezar por enseñarle que 1 + 1 es igual a 2, sin presuponer que lo debe saber, al que por
primera vez se pone a elaborar vino hay que enseñarle lo que para un experto es evi-
dentísimo.
Pues bueno, en este recetario se tratará de que siempre se tenga en cuenta que nadie nace en-
señado.
Si hay algo que no entiendes solo tienes que decirlo, de esa forma quien venga después de ti lo
tendrá más fácil.
RECETARIO INTERACTIVO
Otra de las cuestiones que se intentará conseguir es que sea un recetario interactivo. Para ver la
discusión o dudas que generó la receta, podrás teclearla en la lupa del grupo.
Eso facilitará que quienes se unieron al grupo cuando esas recetas ya fueron publicadas po-
drán incorporar sus comentarios (y, en su caso, críticas) en la siguiente edición.
Que el recetario sea lo más interactivo posible implica también que serán tenidas muy en cuen-
ta las sugerencias de cambio del mismo, tanto en su contenido como en su forma.
Por supuesto, si ves que algo es erróneo, equivocado o se puede hacer mejor, se te agradecerá
que lo digas.
RECETARIO DE
GRUPO
Existen multitud de grupos de vinos, tanto de forma presencial como en las redes.
La particularidad de este es que deja muy claro en su título que es
el grupo de quienes pensamos (y demostramos cada día) que no solo de uvas se pueden
hacer buenos vinos.
No obligamos a nadie a que comparta esa idea ni tenemos ganas de discutirla, preferi-
mos dedicar nuestro tiempo a otras cuestiones. Punto.
Esta quinta edición del recetario de grupo, que se actualiza paulatinamente, ha cre-
cido gracias al aporte de todos, y ya contiene recetas de varias frutas.
Paulatinamente, vinos con base en otras materias primas se irán sumando.
Por cierto, ¿cuál es el objetivo de este recetario, cuál es el principio que lo inspira?
Reunir las recetas que los miembros del grupo comparten y que, a la vez, cumplen
con un requisito irrenunciable: que puedan ser interpretadas por personas que nunca
hayan elaborado vinos.
DISFRUTEN
PAUTAS HIGIÉNICAS Y SANITARIAS
En todas las ediciones de este recetario habrá una sección inicial que, por su importancia, se
repetirá: las pautas higiénicas y sanitarias precisas para que todos los procesos se realicen con
la inocuidad alimentaria que la salud de las personas exigen y para evitar que se echen a perder
las elaboraciones: gran parte de los productos fallidos se producen por contaminaciones inde-
seadas: evitemos, en lo posible, esas decepciones evitables.
El vino es una bebida para consumo humano, no se pueden correr riesgos sanitarios.
Por su alto contenido de ácido y de alcohol, el vino inhibe el desarrollo de bacterias produc-
toras de enfermedades. Sin embargo, la presencia de contaminación durante la elaboración y
maduración del producto puede producir una disminución de la calidad, incluso su total ruina.
La limpieza y desinfección de los instrumentos y utensilios (fijos y móviles) que utilicemos
para la elaboración de nuestros vinos tienen una grandísima importancia en la obtención de
productos de calidad. La maquinaria y las instalaciones que participan en todas las fases de
la elaboración deben ser lavadas para eliminar la suciedad acumulada en anteriores elabora-
ciones. Para ello se pueden utilizar detergentes alcalinos o neutros, a las dosis indicadas por el
fabricante.
Nuestra propia higiene es fundamental para no contaminar nuestro vino: no solo nuestra piel
sino también la nuestra vestimenta, que debería ser utilizada solo en esa instancia. Aunque
parezca una exageración, nuestras instalaciones deberían tener una exigencia en higiene simi-
lar a la de un quirófano, y la nuestra similar a la que se le exige al cirujano.
Además de la más estricta limpieza, se debe evitar el contacto prolongado de nuestras materias
primas vegetales o el mismo vino con metales como cobre, hierro, aluminio, zinc o aleaciones
que contengan estos metales.
LA MOSCA DE LA FRUTA
Uno de los principales problemas que en-
contraremos es la presencia de la mosca
del vinagre (Drosophila), que es atraída
hacia los vegetales frescos, el mosto en
fermentación, lías y vino, y con los que se
alimentan sus larvas.
La prevención implica la eliminación de
tales fuentes de alimento, junto con la
limpieza regular y el uso de sprays basados
en piretrinas (insecticidas orgánicos).
PAUTAS GENERALES
Principios básicos de la higiene y sanitización de la instalación donde elaboramos, son:
- Mantener la instalación limpia y libre de deshechos, tanto dentro como fuera.
- Inspeccionar regularmente el equipamiento (prensa, licuadora, juguera, cuchillos, etc.).
- Eliminar insectos, roedores y microorganismos antes de comenzar la elaboración.
- Utilizar agua junto con agentes de limpieza y esterilización. El mejor desinfectante es el
vapor o agua caliente a temperatura de 85°C o más. Para la esterilización de los equipos
para llenado estéril de vino, es esencial la esterilización por calor.
- El mejor método esterilizante es utilizar vapor húmedo a 115°C durante 20 minutos,
estando seguros de que entra en contacto con todas las partes del equipo. Esta esteri-
lización por calor podrá destruir todos los microorganismos que pueden crecer en el
vino.
- El agua caliente a 85-95°C es una alternativa, pero como la temperatura es menor re-
quiere un tiempo de permanencia mayor de 30 minutos.
MANIPULADOR DE ALIMENTOS
En todos los países las autoridades
sanitarias imparten cursos básicos
para las personas que manipulan
alimentos. Por lo general son gratis
o a muy bajo costo y es altamente
recomendable hacerlos, incluso aun-
que no se tenga pensado utilizar su
habilitación en el ámbito profesional.
MANIPULAR FRUTAS
Algunas recomendaciones a tener en
cuenta una vez hayamos manipulado
nuestras materias primas, y antes de
comenzar la elaboración del mosto, son:
- Eliminar los sobrantes vegetales de
nuestra instalación y de sus proximi-
dades, antes de que puedan infectarnos
la mosca del vinagre y otros insectos.
- Eliminar todas las condiciones bajo
las cuales la mosca del vinagre se pueda
multiplicar, particularmente derrames de vino y equipos sin limpiar.
- Lavar todas las cajas de transporte de frutas después de cada descarga.
EQUIPAMIENTO
Todo el equipamiento que pueda entrar en contacto
con el vino debe mantenerse limpio mediante una
gama de productos que no afecten al propio vino o a
nuestros equipos.
Estos productos se utilizarán en solución acuosa, así
que la calidad del agua es importante. Esto es especialmente significativo si utilizamos circuitos
cerrados por los que circulará el mosto o el vino ya estabilizado.
En ese caso es recomendable estar asesorados por un profesional sanitario que supervise perió-
dicamente la instalación.
SUPERFICIES DELICADAS
Sobre algunas superficies, tales como madera, recipientes sin revestimiento y algunos
tanques viejos revestidos, los detergentes cáusticos pueden ser demasiado corrosivos
para el uso normal, utilizándose normalmente detergentes alcalinos menos cáusticos.
Los detergentes principales son carbonato sódico, metasilicatos, fosfatos y surfactantes.
El metasilicato sódico no es peligroso para el usuario a menos de 65°C en solución, se
enjuaga fácilmente y es moderadamente estable cuando se almacena seco en contene-
dores herméticos.
El carbonato sódico tiene pobres cualidades de enjuagado pero es estable en el almace-
namiento.
En toda ocasión, en caso de duda consulta con un profesional, con la salud no se juega.
EL MÉTODO ES LA CLAVE
El proceso de limpieza es una operación de múltiples fases, y la secuencia más efectiva
es la siguiente:
NO DUDES EN PEDIR
AYUDA AL GRUPO
PARA QUE QUIENES
YA TIENEN
MÁQUINAS O
HERRAMIENTAS TE
ACONSEJEN SOBRE
SU COMPRA Y USO
¿CÓMO QUIERES TU MOSTO?
¿QUIERES UN VINO DE FRUTA O UN VINO CON SABOR
A FRUTA?
Esta es una cuestión extremadamente importante.
En la elaboración de un vino hay dos extremos ideales:
que tu mosto esté formado por un 100% de fruta o que sea 100% agua con azúcar y
utilices la fruta solo para saborizarlo.
Ambos extremos son legítimos, ¿por qué no?
Somos cada uno de nosotros quienes debemos definir en qué punto de esa línea conti-
nua e infinita nos situamos: ¿90%, 50%, 25%, 0%?
100% 100%
agua y
jugo azúcar
En las recetas de este recetario hay ejemplos cercanos a esos dos extremos, y también
varios que se sitúan en alguno de los infinitos puntos que hay entre uno y otro.
Y como en tantas otras cosas, el mejor camino para decidirse es la experimentación:
sin prejuicios, dejando que nuestro instinto y nuestro paladar decidan.
En las recetas que irán engrosando este recetario encontrarás ejemplos muy variados,
pero cada uno de nosotros somos libres de modificarlas a nuestro gusto y antojo. Estaría
bueno, eso sí, que compartiéramos los resultados, porque de esa forma todos (hoy por ti,
mañana por mí) saldremos beneficiados.
Siéntete libre de modificar las proporciones, pero si las quieres mantener aunque
haciendo distintas cantidades, aplica una sencilla regla de tres.
Si no sabes cómo hacerla, como siempre, pide ayuda al grupo.
Por ejemplo, si una receta marca cantidades para un cuarto de litro y tú quieres hacerla
de 1 litro, multiplica por 4 todas las cantidades. Si la receta es para 200 litros y tú solo
quieres hacer 20 litros, divide todas las cantidades entre 10 y tendrás la receta a tu medi-
da.
MATERIALES
BÁSICOS
La mayoría de las recetas de este recetario de grupo están pensadas para que se puedan
llevar a cabo con muy pocos medios.
Como es obvio, cuanto mejores sean los equipos con los que se trabaja, más fácil será
llegar a resultados óptimos.
En estas páginas previas a las recetas incluiremos ese equipo básico al que se alude en
las mismas, aumentándolo a medida que nuevos requerimientos aparezcan en sucesivas
preparaciones.
Fermentadores
El fermentador en el que se realiza la primera fermentación, llamada
fermentación alcohólica (FA), no necesariamente debe llevar trampa
de aire, aunque la mayoría de equipos, incluso los más sencillos, la
incorporan. Fermentadores hay desde los modestos baldes de PVC
hasta otros de acero inoxidable, vidrio o, incluso, hormigón arma-
do (concreto). Aunque no es imprescindible, es muy conveniente
que tenga un grifo (canilla) en la parte inferior. Un paso más en su sofisticación es que
cuente con un depósito inferior para retirar la levadura muerta, así como termómetro.
Otros mejoras serían entradas para insuflar oxígeno, nutrientes, etc.
No hay que olvidar un material muy accesible pero de extrema utilidad: las bolsas de
maceración, que nos evitarán muchos inconvenientes en los trasiegos.
MATERIALES
BÁSICOS
Procesadores
Nuestra materia prima principal es la fruta.
Debemos procesarla de la mejor forma posible, según
las cantidades que manejemos y las expectativas de
producción que tengamos.
En las imágenes podemos apreciar las prensas de dos
compañeros del grupo, Daniel Bello y Pierre Rodrigue.
Son una muestra de que con imaginación y buen
hacer se pueden conseguir grandes cosas, y los resulta-
dos merecen la pena: con una prensa vas a poder hacer
verdaderos vins de frutas; sin ella, en muchas ocasiones te tendrás que
limitar a hacer vinos con sabor a frutas, ya que habrás mecerado el
vegetal pero no habrás aprovechado su jugo.
También vemos licuadoras, jugueras, incluso un simple cuchillo…
Para cada uso deberemos elegir el equipamiento que combine nuestro
presupuesto y nuestras expectativas.
MATERIALES
BÁSICOS
Fermentadores secundarios y de
guarda
No todos los vinos precisan de la fermentación
maloláctica, pero cuando la necesitan el mejor ma-
terial para ello, en el ámbito de las elaboraciones
caseras, es el vidrio.
Las queridas damajuanas nos prestarán de una
forma sencilla e higiénica ese servicio.
Naturalmente, si tenemos necesidad, espacio
y presupuesto, el mercado brinda una serie de
posibilidades muy extensa: tanques de acero
inoxidable, barro, barricas de madera, cerámica,
concreto...
Junto a las damajuanas nos serán de gran utilidad
las trampas de aire (o de agua, es lo mismo),
que permitirán que salga el CO2 de nuestros
preparados sin peligro de que se contaminen.
MATERIALES
BÁSICOS
Trasiegos y embotellados
Una elaboración se puede arruinar por un trasiego
defectuoso.
No solo puede contaminarse, también puede oxi-
darse de forma irremediable.
Para evitar esos problemas tenemos a nuestra dis-
posición una gran variedad de productos.
De nuevo son el presupuesto y las expectativas los
factores que determinarán que nuestro equipo sea
más o menos sencillo o sofisticado.
En este apartado debemos tener en cuenta la pas-
teurización.
Las bodegas industriales cada vez la utilizan más,
aunque en el ámbito de los elaboradores caseros no
es una práctica demasiado extendida, ya que tiene
muchos detractores.
Igualmente importante son los tapones: corcho,
plástico, metal…
De las botellas nos ocuparemos más adelante,
porque ellas son todo un mundo...
MATERIALES
BÁSICOS
Levaduras, nutrientes,
acidificantes, sulfitos,
estabilizantes, etc.
Elaborar vinos requiere de mucha ciencia, pero también de buenas materias
primas y buenos productos.
La idílica imagen que los supremacistas y puristas de la uva suelen dar nada
tiene que ver con la realidad. Las más grandes bodegas utilizan levaduras
estandarizadas para asegurar que el producto que brindan al consumidor es el
que este espera, además de un sinfín de productos químicos en sus mostos.
En el ámbito casero, la adecuada utilización de una serie de productos) como
son las levaduras comerciales, nutrientes, activadores, inhibidores, taninos,
inoculantes, clarificantes, enzimas, bacterias lácticas y una larguísima lista que
podría alargarse indefinidamente), pueden marcar la diferencia entre un pro-
ducto final exquisito o solo bebible.
No es cuestión de enloquecer y utilizar todo lo que tengamos a mano, pero sí
de utilizar lo que, con mesura, nos ayude a mejorar nuestro producto.
Esto último es de especial importancia para quienes aspiran a comercializar sus
vinos: lo que en el ámbito familiar es perdonable no lo es de cara a un con-
sumidor cada vez más exigente.
MATERIALES
BÁSICOS
Productos e ingredientes que casi
siempre te van a pedir en las recetas
Ciñéndonos a los productos que aparecen en el recetario, y siguiendo la máxima de intentar
que ninguno “le suene a chino” a quienes por primera vez se aprontan a elaborar un vino case-
ro, vamos a enumerar los siguientes, teniendo la seguridad de que si en tu país no se encuen-
tran, tu proveedor de insumos para la vinificación sabrá sustituirlos por los equivalentes que
comercialice:
Azúcar: se puede utilizar cualquier tipo de azúcar, no está demostrado que con azúcar integral
se consigan mejores resultados, pero en esto como en todo lo que cuenta es tu percepción y tu
instinto, así que si sientes más comodidad o seguridad utilizándolo, harás bien.
Pastilla Campden: se utiliza para matar bacterias y mohos no de-
seados en el mosto. También se usa para eliminar el cloro del
agua. Si se utiliza hay que esperar 12 horas para añadir las levadu-
ras porque, si no, también las podría matar.
Agua: ha de estar libre de cloro. Eso lo consigues hirviéndola (y de-
jándola luego enfriar) o manteniéndola 24 horas tapada con una gasa. Otras recomendaciones
serían utilizar agua mineral envasada o filtrada.
Levaduras: son las causantes de la fermentación, que sin ellas no se produce. Aunque se puede
hacer “fermentación salvaje”, con las propias levaduras que aportan las pieles de las frutas, las
prácticas de fumigación masiva incluso en campos teóricamente
“ecológicos”, hacen conveniente lavar las materias primas que
utilizamos y trabajar con
levaduras comerciales.
Otra gran razón a favor
de las mismas es que son
previsibles: sabemos los
grados
MATERIALES
BÁSICOS
Productos que con frecuencia te van a pedir en
las recetas: no son imprescindibles pero ayudan
mucho, y darán a tus vinos un toque profesional.
Mezcla ácida: es una mezcla granulada de los tres ácidos de frutas
más comunes: ácido cítrico, ácido málico y ácido tartárico. Se añade
directamente a un vino o mosto para elevar su nivel de acidez cuando
sea necesario. La acidez de un vino es el sabor agrio o picante. Los
vinos que son demasiado bajos en ácido tienen un sabor plano o
flácido. Los vinos con un contenido demasiado ácido son ácidos o de
sabor fuerte. Lo podrías sustituir por jugo de limón.
Enzima péctica: se utiliza para descomponer la pectina en el mosto
de vino, lo que permite la fermentación de la pulpa de los vinos de
fruta sin que se aglomere. También colabora con ese fin congelar y
descongelar nuestra materia prima.
Taninos: añaden tanto amargor como astringencia, así
como complejidad al sabor. Aportan una sensación
de aspereza, sequedad y amargor tanto en la lengua como en
las encías. Influyen directamente en el sabor del vino, potenciándolo
y aportando al paladar unos matices secos, ásperos y rugosos.
Normalmente, a más taninos, mayor amargor y sequedad
(astringencia) encontraremos en la bebida. Sus sustitutos naturales
podrían ser el té negro y las cascaras de los plátanos o bananas, aña-
didas en infusión.
MATERIALES
BÁSICOS
Trasiegos y embotellados
Una elaboración se puede arruinar por un trasiego
defectuoso.
No solo puede contaminarse, también puede oxi-
darse de forma irremediable.
Para evitar esos problemas tenemos a nuestra dis-
posición una gran variedad de productos.
De nuevo son el presupuesto y las expectativas los
factores que determinarán que nuestro equipo sea
más o menos sencillo o sofisticado.
En este apartado debemos tener en cuenta la pas-
teurización.
Las bodegas industriales cada vez la utilizan más,
aunque en el ámbito de los elaboradores caseros no
es una práctica demasiado extendida, ya que tiene
muchos detractores.
Igualmente importante son los tapones: corcho,
plástico, metal…
De las botellas nos ocuparemos más adelante,
porque ellas son todo un mundo...
MATERIALES
BÁSICOS
Levaduras, nutrientes,
acidificantes, sulfitos,
estabilizantes, etc.
Elaborar vinos requiere de mucha ciencia, pero también de buenas materias
primas y buenos productos.
La idílica imagen que los supremacistas y puristas de la uva suelen dar nada
tiene que ver con la realidad. Las más grandes bodegas utilizan levaduras
estandarizadas para asegurar que el producto que brindan al consumidor es el
que este espera, además de un sinfín de productos químicos en sus mostos.
En el ámbito casero, la adecuada utilización de una serie de productos) como
son las levaduras comerciales, nutrientes, activadores, inhibidores, taninos,
inoculantes, clarificantes, enzimas, bacterias lácticas y una larguísima lista que
podría alargarse indefinidamente), pueden marcar la diferencia entre un pro-
ducto final exquisito o solo bebible.
No es cuestión de enloquecer y utilizar todo lo que tengamos a mano, pero sí
de utilizar lo que, con mesura, nos ayude a mejorar nuestro producto.
Esto último es de especial importancia para quienes aspiran a comercializar sus
vinos: lo que en el ámbito familiar es perdonable no lo es de cara a un con-
sumidor cada vez más exigente.
Si ves algún error, algo
que no entiendes o que se
puede mejorar, por favor,
por favor, por favor,
compártelo en el grupo...
VINOS
Del latín vinum. Vino; vinum; wine.
1. m. Bebida alcohólica que se hace del zumo de las uvas ex-
primido y fermentado naturalmente.
2. m. Zumo fermentado de plantas o frutos distintos de la uva.
El vino es una bebida obtenida mediante la fermentación alcohólica del mosto o zumo de la uva o de cualquier
otra baya, fruta, raíz, flor o fruto. La fermentación se produce por la acción metabólica de levaduras, que trans-
forman los azúcares naturales del fruto en etanol y dióxido de carbono.
El azúcar y los ácidos que posee la uva, Vitis vinífera, son suficientes para el desarrollo de la fermentación,
mientras que si la materia prima es otra habitualmente necesitará el aporte de agua y azúcares adicionales.
El cultivo de la vid cubre tan solo un 0,5 % del suelo cultivable en el mundo, y se centra en el “Cinturón del
vino”, por lo que en los lugares donde no se da la uva, y durante los once
meses cada año que no hay vendimia, la elaboración de vinos debe hacerse
con productos que no son la uva.
El cultivo de la vid se ha asociado a lugares con un clima mediterráneo, no
en vano la mitad de la producción mundial de vino la concentran tan solo
tres países mediterráneos: Italia, Francia y España.
Etimología
“Vino” y “vid”, etimológicamente, no tienen en común nada (salvo sus dos
primeras letras). La viticultura y la producción de vino se originó, según
parece, en el Cáucaso (hoy Georgia) y en el Asia Menor (hoy Turquía). Por
lo tanto, como ocurre en tales casos, la palabra debe proceder de alguna
lengua de aquella zona, pero que no se sabe con exactitud. Fuera de la
familia indoeuropea, concretamente entre las lenguas semitas, está el árabe
y etíope wain, el asirio īnu y el hebreo yàyin una forma proto-semítica
*wainu. El término está igualmente en las lenguas kartvelianas del Cáuca-
so (georgiano), las lenguas indoeuropeas de Asia Menor (hitita y luvita) y
del Cáucaso (armenio). La palabra, junto con la viticultura, viajó hacia el
Mediterráneo occidental, y se encuentra en griego οἶνος, el albanés vēnë y
el latín vinum (de donde viene el castellano “vino”).
El vino se produjo por primera vez durante el Neolítico, según los testimonios arqueológicos hallados en los
montes Zagros, en la región que hoy ocupan Irak e Irán, gracias a la presencia de Vitis vinifera sylvestris y la
aparición de la cerámica durante este periodo. La evidencia más antigua de la producción y consumo de vino
es una vasija del año 5400 a. C., hallada en el poblado neolítico de Hajji Firuz Tepe, en los montes Zagros.
Del latín pasó al celta (irlandés antiguo, fin; galo, gwin),
al germánico (idioma gótico, wein; alemán, Wein; inglés, wine) y al eslavo (eslavo antiguo y ruso, vino), y del
eslavo pasó al lituano výnas.
Otra teoría considera que la raíz se encuentra próxima a la palabra sánscrita vana (amor), que también dio
origen a las palabras Venus y Venera. Tal relación semántica estaría dada por la antigua creencia en los poderes
afrodisíacos del vino.
VINOS
El vino se produjo por primera vez durante el Neolítico, según los testimonios arqueológicos hallados en los
montes Zagros, en la región que hoy ocupan Irak e Irán, gracias a la presencia de Vitis vinifera sylvestris y la
aparición de la cerámica durante este periodo. La evidencia más antigua de la producción y consumo de vino
es una vasija del año 5400 a. C., hallada en el poblado neolítico de Hajji Firuz Tepe, en los montes Zagros.
La vasija contiene un residuo rojizo, presumiblemente vino. Aunque recientemente se ha encontrado la bodega
más antigua conocida, datada en el año 8000 a. C., se sitúa en Georgia la producción más antigua de vino.
Posteriormente, el consumo de vino se extendió hacia el occidente, llegando a Anatolia y Grecia; y hacia el
sur, llegando hasta Egipto, ya célebre en Bahariya durante el Imperio Medio (siglo XX a. C.). La más antigua
documentación griega sobre el cuidado de la vid, la cosecha y el prensado de las uvas, es Los trabajos y los días,
de Hesíodo, del siglo VIII a. C. En la antigua Grecia el vino se bebía
mezclado con agua y se conservaba en pellejos de cabra.
Lo primero que cabe destacar es que el vino, a lo largo de la histo-
ria, ha estado muy bien considerado por la alta sociedad occidental,
donde existe constancia de su producción en el siglo III a.C. Desde
entonces ha sido testigo imprescindible en cualquier acontecimien-
to o banquete de importancia y alrededor de él se han firmado los
grandes tratados y acontecimientos históricos de occidente.
Ya en Egipto, Grecia y Roma, se adoraba a Dioniso o Baco (dios de
los viñedos) y la Biblia se refiere al vino en diversos pasajes, entre
otros donde relata la última cena de Jesús. Sabemos que en China,
hace 4000 años, ya conocían el proceso de fermentación de la uva, y que en Egipto, en el siglo XIV a. C., ya
conocían la viticultura.
La viticultura debe su mayor desarrollo a la propagación del cristianismo, por ser el vino necesario para la
celebración de la misa. Los monasterios, con sus propios métodos de elaboración y extracción, fueron los pre-
cursores de la viticultura y vinicultura, dejando huellas tan claras como los vinos “priorato”, proveniente de la
palabra prior.
Para comprender lo que es el vino desde el punto de vista de sus componentes hay que distinguir la com-
posición de los compuestos cuando es un vegetal, al ser mosto y posteriormente vino. El mosto antes de la
fer-mentación se compone principalmente de agua y azúcares, así como ácidos (málico y tartárico), además
otros componentes químicos en menor cantidad son responsables de
la composición final del vino.
La fermentación alcohólica transformará gran parte de los azúcares
del mosto en alcohol etílico, pero dejará otros compuestos intere-
santes: glicerina. Algunos de estos compuestos, que están presentes
en menos medida, dan un cierto carácter a la cata de vino, tal y como
es la presencia de taninos, los taninos se encuentran en las pieles de
las uvas y se pueden considerar como un conservante natural que
permite a los vinos envejecer por más de cinco años.
VINOS
No obstante y sobre todo, en el Aljarafe sevillano, también se le llama mosto al caldo de uva fermentado y en-
cubado durante unos cuarenta días, con un grado alcohólico aproximado de 12 %.
Es algo muy parecido a lo que hacen hoy día muchos productores caseros de vinos de todas clases en Cuba,
Venezuela y otros países centroamericanos.
Otros elementos se añaden al vino de forma artificial y componen lo que se denomina aditivos del vino, estos
aditivos tienen por objeto estabilizar algunos compuestos (proteínas, cristales de tartrato, etc.), reducir el nivel
de ácidos, agentes antioxidantes (ácido ascórbico), agentes antimicrobianos (dióxido de azufre, ácido sórbico,
sorbatos, ácido benzoico, ácido fumárico).
En general, el producto resultante es bastante calórico.
Se ha escrito tanto del vino, en especial del vino de uva, que lo mejor será comenzar a ver sus recetas...
VINO DE CALABAZA
Autoría: desconocida.
La calabaza es una baya de cáscara dura. Es el fruto de las cucurbitáceas (del géne-
ro Cucurbita) y es un fruto de tipo pepónide.
El término «calabaza» es de origen hispánico y se usa de manera genérica para
definir a una gran variedad de frutos de las cucurbitáceas, como los calabacines, los
zapallos, los zucchinis, los zapallitos, el ayote, el pipián, el auyama y el butternut.
Varios de estos términos tienen su origen etimológico en voces indígenas.
INGREDIENTES: 8 tazas de pulpa de calabaza rallada (1,6 kg); 1 libra de pasas doradas (1/2 kg); 1 galón de
agua sin cloro (3, 5 litros); 1 rama de canela; 1 cucharada de raíz de jengibre pelada (25 g); 6 clavos de olor;
5 tazas de azúcar superfina (600 g); 3 cucharaditas mezcla ácida (o el jugo de 3 limones); 1 tableta campden
desmenuzada; 1 paquete levadura de vino dulce (15 g).
+Antes de comenzar, asegúrate de tener todo a mano y en
buenas condiciones sanitarias.
+Pon a calentar el agua.
+Parte la calabaza y saca la pulpa, sin cáscara, semillas ni
parte fibrosa.
+Raya la pulpa y échala al fermentador principal, que debe
tener capacidad para 4 litros.
+Añade las pasas, la canela, el jengibre y el clavo al fermenta-
dor principal.
+Espera a que el agua hierva y entonces viértela sobre los
ingredientes, cuidando de que quede libre al menos una quinta parte del recipiente.
+Revuelve bien para que la mezcla se homogeneice y tapa firmemente con una gasa o tela, para que entre aire
pero no insectos.
+Deja reposar de 12 a 24 horas.
+Agrega el azúcar, la mezcla de ácido y la tableta Campden. Revuelve bien.
+Deja reposar 12 horas, siempre tapado el mosto con la tela.
+Activa la levadura en un poco de agua templada y azucarada. Cuando burbujee, epera unos minutos y la
añades al mosto.
+Revuelve un par de minutos con energía y tapa.
+Revuelve dos o tres veces cada día, durante tres o cuatro jornadas.
+Saca del fermentador los sólidos exprimiendo tanto líquido como sea posible. Si los pusiste en una bolsa de
meceración, será fácil. Si no, quizá te convenga sifonar o trasvasar a otro recipiente.
+Una vez que hayas pasado el mosto al fermentador secundario, agrega agua hasta que no quede aire en él.
+Sella con borboteador (esclusa de aire) y déjalo en lugar fresco y oscuro.
+Después de tres semanas, sifona el mosto a otro recipiente. Esto se hace para eliminar el sedimento, y agrega
agua si es necesario para mantener el recipiente lleno. Vuelve a colocar la trampa de aire.
+Déjalo que madure, pero vigila el nivel de vez en cuando, y agrega agua si es necesario.
+Después de un año, pruébalo. Si está a tu gusto, embotella, pero si lo quieres más dulce saca 200 ml del vino y
los sustituyes por un jarabe de agua y azúcar al 50%. En ese caso, déjalo reposar otro mes antes de embotellar.
+¡¡¡SALUD!!!
VINO DE CAÑA (guarapo)
Autoría: Aníbal Cruz Herrera, desde Holguín, Cuba.
La Saccharum officinarum, habitualmente conocida como caña de azúcar, cañaduz o
simplemente caña, es una especie de planta perteneciente a la familia de las poáceas.
La caña de azúcar es una planta proveniente del Sudeste Asiático y Nueva Guinea. La
expansión musulmana supuso la introducción de la planta en territorios donde hasta
entonces no se cultivaba. Así llegó al continente europeo, más en concreto a la zona
costera, entre las ciudades de Málaga y Motril, siendo esta franja (por su microclima) la
única zona de Europa donde arraigó. Posteriormente los españoles llevaron la planta a
las islas Canarias, y luego a América. La caña de azúcar también se usa en la producción
de bebidas alcohólicas destiladas, como el ron, el aguardientey la cachaza.
INGREDIENTES: 20 litros de guarapo, que es el jugo de la caña; 5 libras de azucar (2,5 kg); 2 cucharadas
soperas de levadura granulada.
+Antes de comenzar la elaboración prepara los ingredientes y utensilios que vayas a necesitar, perfectamente
higienizados.
+Vierte los 20 litros de guarapo en el fermentador, asegurándote de que queda libre al menos 1/5 de su capaci-
dad, para evitar que, en caso de que la fermentación sea muy vigorosa, desborde.
+Añade el azúcar y revuelve un buen rato, hasta asegurarte de que la mezcla haya quedado homogénea y sin
azúcar en el fondo.
+Activa la levadura en un vaso de agua templada. Ayuda que le añadas un poco de azúcar y revuelvas bien.
+Cuando veas que burbujea, espera unos minutos y luego añade la levadura al mosto.
+Revuelve bien, para que las levaduras se repartan bien y el mosto se oxigene.
+Coloca el borboteador o trampa de aire y deja reposar 12 días (si la temperatura es alta, menos; si hace frío,
más días).
+Cuando veas que el burbujeo se tranquiliza, pasa el mosto a un recipiente en el que no quede aire y vuelve a
poner el borboteador.
+Espera cuarenta días.
NOTA: En mi experiencia, tras ese
tiempo mi vino terminó con una
elevada acidez. Una vez filtrado,
pero sin ponerlo todavía a clarificar,
lo dejé tres meses más en reposo.
Cuando concluyó la fermentación
maloláctica, lo clarifiqué y embotellé,
y resultó uno de mis mejores vinos.
Un elixir.
+¡¡¡SALUD!!!
VINO DE CARAMBOLA
AUTORÍA: Jack Keller, adaptada por Antonio Ballesteros
La carambola (fruta estrella, tamarindo chino en Venezuela, Averrhoa carambo-
la) produce una hermosa fruta amarilla de unos 14 cm de largo. La fruta tiene
cinco costillas profundas, que producen una forma de estrella cuando se cortan
transversalmente. La fruta crece en un árbol ornamental de hasta 30 pies. Orig-
inarios de Malasia, son resistentes en los trópicos. Tiene flores blancas y mora-
das, pero las variedades cultivadas pueden tener flores rosadas en un árbol más pequeño. La fruta es ácida
hasta que madura, luego se vuelve dulce a muy dulce, dependiendo de la variedad.
INGREDIENTES: Entre 2 y 3 kg de fruta estrella, triturada o licuada (en este segundo caso, recuerda restar el
agua que emplees en el licuado del total); 300 g de jugo concentrado de uva (si no lo tienes a mano, jugo de 5
limones grandes, u ocho pequeños), 300 g de azúcar granulada muy fina; 1/2 cucharadita de encima péctica
(si no la tienes, quizá te convenga congelar durante 24 horas la fruta, y luego descongelarla); 300 g de levadura
nutricional (esta levadura viene en polvo, es inerte, no fermentará pero servirá de como nutriente a nuestra
levadura de vino; si no la pudieras conseguir, sustitúyela por 600 g de copos o escamas de levadura de la de los
desayunos); 1 pastilla Campdem, triturada y disuelta (si no la puedes conseguir, y quieres completa seguridad
de que no tendrás levaduras activas, pasteuriza tu vino a 62 grados centígrados durante 30 minutos); 3 litros de
agua sin cloro; 5 gramos de levadura de vino blanco o champagne (en última instancia, aunque su calidad para
vinificar es menor, puedes sustituirla por levadura de pan).
+Corta la fruta en rodajas finas o, mejor, la licúas; colócala en una bolsa de maceración y ata la bolsa para
cerrarla.
+Coloca todos los ingredientes en el fermentador principal, excepto las levaduras y, si la tienes, la enzima péc-
tica, y cubre con una tela desinfectada cuidando de que quede 1/5 de espacio libre, para evitar desbordes.
+Déjalo reposar 12 horas.
+Añade la enzima péctica, si la tienes, cubre y espera otras 12 horas.
+Activa la levadura y la añades al fermentador, con los nutrientes.
+Revuelve enérgicamente y cubre con la tela.
+Cuando la fermentación se hace evidente, aprieta la bolsa suavemente a diario.
+Cuando la gravedad específica cae a entre 1.020 y 1.010 (si no tienes cómo medirla, cuando veas que la
fermentación se tranquiliza, a los 6 o 7 días, según la temperatura), estruja y deja goteando la bolsa de drenaje
sobre el mosto y transfiere todo el líquido al fermentador secundario, ya sin aire sobre el mosto.
+Coloca el borboteador (esclusa de aire) y espera a que la fermentación casi se detenga (unos 40 o 45 días).
+Cada semana rellena con agua sin cloro el espacio que vaya quedando y vuelve a colocar siempre la esclusa
de aire.
+Espera 30 días y trasiega con sifón o goma y sin salpicar, para hacer una primera clarificación.
+Cada 45 o 60 días repite esta última operación, hasta que el vino esté claro y sin dejar caer ni una fina capa de
sedimento.
+Entonces agrega, triturada y disuelta, la tableta Campden y espera otros 30 días.
+Prueba tu vimo, por si quieres endulzarlo a tu gusto. Aunque te guste el vino seco, endulza un poco y
pruébalo. El azúcar realmente resalta el sabor de la carambola.
+Espera de 10 a 14 días y embotella.
+Deja madurar 6 meses.
+¡¡¡SALUD!!!
VINO DE CEREZA
AUTORÍA: Pierre Rodrigue, desde Canadá, a pedido de Elías González.
Cereza, Prunus avium, cereza dulce, cherry.
Guinda, Prunus cerasus, cereza ácida, cherry.
No estoy familiarizado con las cerezas, así que haré lo mejor que pueda (P.R.).
INGREDIENTES PARA 15 LITROS DE VINO DE CEREZAS:
Necesitarás entre 18 y 20 kg de cerezas; Recomiendo que utilices miel en vez de azúcar: necesitarás aproxima-
damente 3 kg; Levadura: alrededor de 5 gramos y 250 ml de agua para rehidratar; 5 g de enzima péctica (pecti-
nasa); OPCIONAL: 50 ppm de SO2 (dióxido de azufre).
+Asegúrate de cumplir con todos los requisitos sanitarios y de tener a mano y en buenas condiciones todos los
ingredientes, herramientas y utensilios que vayas a necesitar.
+Congela las cerezas durante dos o tres días. (La congelación rompe las paredes celulares y permite una ex-
tracción más eficiente de jugo y azúcares naturales, pectina y algunos taninos).
+Coloca las cerezas en un fermentador, puede ser un balde de plástico de grado alimenticio o acero inoxidable.
+Cubre el mosto con miel y deja descongelar por completo. Esto macerará la fruta.
+Revuelve dos veces al día durante 2 días, haciendo un esfuerzo para romper las cerezas y dejar caer los hue-
sos. Haz un esfuerzo para eliminar el 70% de los huesos. Algunos permanecerán, no pasa nada, ayudan a real-
zar la complejidad del sabor. Asegúrate de mantener el recipiente firmemente cerrado con una tapa o un paño
limpio y desinfectado, pero no hermético, para que pase aire.
+Mezcla 5 ml de miel con 350 ml de agua tibia. A esa mezcla agrega 5 gr de levadura. Después de 15minutos,
agrega 100 ml de mosto de cereza y miel a la levadura.
+Repite lo anterior 15 minutos después. Deje reposar la levadura 30 minutos, luego agrégala al fermentador.
Vuelve a tapar. Revuelve dos veces al día asegurándote de que toda la fruta flotante quede debajo de la superfi-
cie.
+Después de 6-8 días, cuela y retira la fruta y los hue-
sos.
+Deja que la fermentación continúe hasta que baje,
luego pasa el mosto al fermentador secundario, ahora sí
con una esclusa de aire (borboteador).
+Mantén en fermentación secundaria durante unos
meses, de 4 a 6, y luego embotella.
+¡¡¡SALUD!!!
INGREDIENTES:
COROZOS: 10 kg; AGUA: Suficiente como para cubrir totalmente los corozos, y además cinco cm por enci-
ma de ellos; AZÚCAR: 10 kg si quieres vino dulce, o 7,5 kg si quieres vino seco (debes tener en cuenta que el
corozo es ácido, no dulce).
Palabras de Jack Keller: “El vino de mango tiene la reputación de capturar la esencia misma del mango,
un sabor tropical ligero y dulce. Recuerda que la base del éxito de toda receta es la experimentación, recomien-
do producciones de máximo un galón, es una excelente manera de refinar una receta antes de invertir
dinero en vino casero.
La mayoría de las recetas de vino de mango comienzan con mangos enteros frescos. El problema es que es
complicado sacar el jugo de los mangos. Incluso con un exprimidor caro, en el mejor de los casos obtienes
pulpa de mango. Al comenzar con mangos frescos, se usa un aditivo de elaboración conocido como
pectinasa o enzima péctica, para romper la pectina en las células de la fruta y liberar el jugo.
Si tienes acceso a mangos baratos y estás listo para probar, esta es una receta que utiliza una serie de
enzimas y aditivos para que el vino sea cristalino y perfecto:
Para mi primer lote, mantengo las cosas realmente simples y trato de hacer mi vino de mango con
ingredientes que tengo en la despensa de mi casa”.
INGREDIENTES PARA 1/4 DE GALÓN DE VINO DE MANGO: 3 3/4 tazas de jugo de mango o 1 libra
de trozos de mango y agua; 1/2 taza de azúcar; 1/4 paquete de levadura de vino, reservando refrigerado el
resto para otros lotes; 1/2 cucharadita de mezcla de ácido (o 1 cucharada de jugo de limón);
1/4 cucharadita de nutrientes de levadura (o 3-4 pasas); 1/8 cucharadita de pectinasa (enzima péctica), a
menos que esté usando mango fresco; 1 pizca de tanino para hacer vino (en su defecto, hojas de uva o
grosella, o 2 cucharadas de té negro infusionado).
+Asegúrate de cumplir con todos los requisitos sanitarios y de tener a mano y en buenas condiciones todos
los ingredientes, herramientas y utensilios que vayas a necesitar.
+Llena un frasco de vidrio de un cuarto de galón con todos los ingredientes enumerados anteriormente,
excepto la levadura de vino. Tápalo y agítalo bien, para que se mezclen todos los ingredientes y se disuelva el
azúcar.
+Disuelve la levadura de vino en unas cucharadas de agua templada y deja que se active durante al menos 5
minutos. Viértelo en el jugo de mango preparado cuando veas que burbujea.
+Sella el frasco con un kit de fermentación o trampa de aire.
+Deja que el vino de mango fermente durante 4 a
6 semanas a temperatura ambiente. Tardará más en
un clima fresco, pero ten cuidado cuando la fer-
mentación se haya detenido y las burbujas ya no se
muevan a través del bloqueo de agua durante más de
5 minutos a la vez.
+Vierte lentamente el vino de mango en otro frasco,
o trasvásalo a través de una manguera esterilizada,
dejando atrás cualquier sedimento.
+Embotella en botellas simples de tapa abatible de
Grolsch y deja que envejezca durante al menos 2
semanas, preferiblemente más.
+¡¡¡SALUD!!!
VINOS DE MANZANA
(Sidras)
Los vinos de manzana se ganaron un nombre propio: sidras.
Origen
Según explica Wikipedia, la palabra «sidra» proviene del latín tardío sicĕra ‘bebida embriagadora’, esta
del gr. σίκερα síkera, y esta del egipcio ṯkr. Lo propio sucede con la palabra francesa cidre y la inglesa
cider. La mayoría de los idiomas europeos germánicos y la práctica totalidad de las lenguas románicas
han adoptado el nombre clásico de ascendencia latina, si bien hay excepciones de otros idiomas menos
cercanos al latín, como el vasco (sagardo, vino de manzana), el alemán (Apfelwein, vino de manzana),
el checo (jablečné víno, vino de manzana) y otros tantos (irlandés, húngaro, islandés, etc.).
Entre los pueblos atlánticos, era venerada por proceder de la manzana, como lo prueba el hecho de que en la
mítica isla de Ávalon (que en celta significa «manzanal») era la bebida de los héroes, de los semidioses.
Manzana en latín es mala (la palabra manzana viene de mala mattiana, una variedad de manzana que se hizo
famosa por ser la fruta preferida del tratadista agrícola romano Cayo Matio del siglo i a. C., y de ahí viene
el nombre de ácido málico, ya que esta fruta es la que contiene mayor cantidad de esta sustancia.
Hoy en día se trata de una bebida extendida por todo el mundo. En Europa se produce en países como
España, Portugal, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido, entre otros. En América se produce en México,
Argentina, Chile, Uruguay, Estados Unidos y Canadá.
Existen varios procesos de elaboración dependiendo de las diferentes tradiciones regionales. En todo caso, el
primer paso siempre consiste en la recogida y elección de los dife-
rentes tipos de manzana en otoño, lo que se conoce como mayar.
La recolección
Las manzanas pueden ser de muchas variedades pero se clasifican
en tres tipos, por su sabor: dulces, imprescindibles para transfor-
mar el azúcar en alcohol; ácidas, para mantener el color natural del
mosto y la limpieza de la misma; y amargas o salvajes, que aportan
el tanino. Después, se pasa a un proceso de maceración por el cual
la pulpa generada se deja reposar más o menos tiempo dependien-
do del elaborador.
La molienda
Uno de los métodos tradicionales consistía en machacar la manzana con grandes martillos de madera.
Todavía a día de hoy, en pueblos de Asturias y País Vasco, elaboradores artesanales de pequeñas producciones
caseras utilizan este método.
Otro método tradicional es el uso de molinos con grandes y pesadas piedras en forma de rueda que se hacen
rodar a través de un canal donde se van depositando las manzanas para ser machacadas. Todavía se pueden
encontrar estos molinos, inhabilitados en su mayoría, en el oeste de Reino Unido y noroeste de Francia.
En caso de utilizar sistemas de prensado rápidos, es necesario emplear molinos ralladores. Por otro lado, el
material que entra en contacto con el fruto y el mosto es de acero inoxidable a fin de evitar la incorporación
de metales como el hierro y cobre.
VINOS DE MANZANA
(Sidras)
El prensado
En el caso de la sidra natural se emplean prensas de cajón mecánicas o hidráulicas discontinuas, caracterizadas
por utilizar un tiempo prolongado de prensado (2-4 días) durante el cual se llevan a cabo diversos
“cortes” de la masa de prensado con el fin de facilitar la extracción del mosto e incrementar el rendimiento.
En el caso de la elaboración de sidra industrial se utilizan sistemas de prensado más rápidos, lo que supone
un ahorro notable de tiempo y mano de obra a la vez que con su empleo se limitan de manera significativa
las alteraciones microbianas.
Los mecanismos que se utilizan actualmente son hidráulicos, neumáticos y de bandas.
Clarificación del mosto
Se pueden emplear diferentes procedimientos; a saber: técnicas físicas y bioquímicas.
Técnicas físicas
a) Sedimentación: se lleva a cabo generalmente de manera dirigida mediante la adición de agentes químicos
de acabado como la bentonita.
b) Centrifugación: separa los sólidos en función de su masa. Presenta el inconveniente de alterar el
equilibrio poblacional de los diversos microorganismos (levaduras y bacterias).
Técnicas bioquímicas
a) Defecación Enzimática: es un proceso de clarificación que consiste en la adición de una enzima, la
pectinmetilesterasa, cuya función es desmetilar los ácidos pectínicos transformándolos en ácido péctico, o
una sal de calcio con el objeto de complejizar el ácido péctico.
Como consecuencia de ello, se forma un gel de pectato cálcico que, una vez retraído, asciende a la superficie
del tanque de clarificación
empujado por el anhídrido
carbónico liberado por la
fermentación alcohólica. Es
el proceso que más se usa en
Francia.
Mediante este proceso se ob-
tiene una sidra dulce natural
que conserva gran parte de su
sabor inicial.
b) Clarificación enzimática:
consta de dos etapas, en la pri-
mera se realiza un tratamiento
enzimático con un complejo
pectolítico, y en la segunda se
añaden diversos agentes clari-
ficantes.
VINOS DE MANZANA
(Sidras)
La fermentación
Es una sucesión de transformaciones bioquímicas de los componentes del mosto de manzana y de los
productos resultantes de estos, que se lleva a cabo por levaduras, bacterias lácticas y bacterias acéticas.
La fermentación más relevante es la alcohólica, en la que el azúcar se transforma en alcohol.
La segunda es la denominada maloláctica, que produce importantes cambios sensoriales en la sidra al
llevarse a cabo una notable pérdida de acidez y un aumento de determinados componentes volátiles,
principalmente ácidos ésteres y alcoholes. Además, este proceso bioquímico promueve una mayor
estabilidad microbiológica.
El trasiego
Es una operación tecnológica que habitualmente se realiza al final del proceso fermentativo. Tiene como
objetivo separar las borras de fermentación de la sidra a fin de garantizar una adecuada estabilidad
físico-química y microbiológica de ésta. Es imprescindible llevarla a cabo al abrigo del aire y,
preferiblemente, en días fríos y con alta presión atmosférica.
El embotellado
Cuando la densidad sea inferior a 1.000,0, o bien esta permanezca a 14 grados constante en el tiempo con
una estabilidad microbiológica suficiente y las cualidades aromático-gustativas y de turbidez del producto
así lo aconsejen, se procederá al embotellado de la sidra.
VINO DE MANZANA 1
AUTORÍA: Chávez Iván, desde Ecuador.
Manzana, Golden delicious; Apple.
+Asegúrate de cumplir con todos los requisitos sanitarios y de tener a mano y en buenas condiciones todos
los ingredientes, herramientas y utensilios que vayas a necesitar.
+Elige las manzanas más maduras (son las más sabrosas), esto es, cercanas a los 15 grados brix.
+Echa al tanque el agua y añade el azúcar para removerlo allí hasta que se disuelva.
+Lava las manzanas con vinagre disuelto en agua (10 ml/litro de agua, sería ideal que ese vinagre lo
hicieras tú mismo, también de manzanas).
+Licúa la fruta y vierte el contenido en el tanque. Sería idóneo que lo hicieras en una licuadora industrial
de por lo menos 5 HPs.
+Añade 60 gr de levadura burbujeante, previamente activada en agua tibia a 38 grados centígrados.
+Revuelve vigorosamente.
+Coloca el borboteador (trampa de aire), dejando libres sobre la superficie del mosto en el tanque unos 20
cm, a fin de que la dilatación de la mezcla no afecte en el volumen interior ni rebose por la trampa de aire.
+Luego de aproximadamente 45 días de maceración, haz el trasiego con muchísimo cuidado, utilizando
una manguera transparente y desinfectada para sacar el líquido con una bomba pequeña, a fin de evitar que
se levanten los sólidos asentados en el fondo.
+Añade el resto de la levadura.
+Deja descansar hasta que esté a tu gusto, varios meses; si te quedó seco o extraseco, y quieres, puedes
endulzarlo*, y entonces embotella.
+NOTA: Por lo regular hago dos trasiegos, dependiendo de la densidad y del contenido de sólidos en el vino.
+¡¡¡SALUD!!!
*FORMA DE ENDULZARLO:
Disuelve una solución de 1/2 kg de azú-
car en 1 litro de agua hirviendo.
En esa proporción déjalo enfriar y añáde-
lo al vino hasta que le quite ese sabor
fuerte: puedes añadir 1 litro de solución
cada 10 litros de vino (en este caso serían
6 litros).
La graduación alcohólica te subiría unos
dos grados.
VINO DE MANZANA 2
AUTORÍA: Ronald Ovando Morales, desde Cochabamba, Bolivia.
Manzana, Apple, Golden delicious.
Es uno de los vinos de frutas con mayor personalidad. Su color es de un amarillo bien definido, Debido a la
constitución química de la fruta, este vino posee una opacidad natural que lo hace sorprendentemente atrac-
tivo. Modesto en nariz, con reminiscencias a manzanas. En boca muestra un carácter extraordinario otorgado
por el perfecto equilibrio de acidez, dulzor y su distintiva astringencia.
Combina bien con los crustáceos y moluscos de concha, como almejas y ostras. También resulta buen acom-
pañante del salmón ahumado y de quesos semigrasos como el mozzarella y el edam.
Su temperatura óptima de consumo está entre 8ºC y 10ºC.
INGREDIENTES: Para aproximadamente 10 litros de vino de merey seco (11ºG.L.), 7 kg de mereyes enteros;
5 tazas de azúcar refinada (1 kg). 2,5 tazas jugo de limón (550 ml); 1 cucharadita de levadura de panificación;
agua suficiente para 15 litros; 1 lienzo limpio de 1m x 1m; 1 recipiente para fermentación marcado a 15 litros;
12 Botellas de 750ml con tapa.
+Asegúrate de tener preparados, higienizados y a mano todos los ingredientes y utensilios que vayas a necesi-
tar, así como tu lugar de trabajo.
+Elimina la almendra de los mereyes seccionando parte del pedúnculo.
+Córtalos en trozos pequeños y agrégalos al recipiente de fermentación.
+Opcionalmente también puedes exprimidos y emplear solo el jugo, pero en ese caso la cantidad de pedúncu-
los deberá ser mayor.
+Adiciona el azúcar, el jugo de limón y el agua, hasta los 15 litros marcados.
+Agregar la levadura activada y deja fermentar hasta
que cese completamente la turbulencia y el
desprendimiento de gas (6-7 días).
+Filtra con lienzo.
+Embotella y guarda en refrigeración.
+Seguramente te convendrá, al cabo de 5 o 6 meses,
trasegar para eliminar sedimentos, según veas el fon-
do de las botellas, aunque debes saber que el producto
final resulta opaco de forma natural y requerirá pocas
decantaciones.
+¡¡¡SALUD!!!
VINOS DE MIEL
(hidromieles)
El hidromiel o aguamiel es una bebida alcohólica con una concentración que varía del 4 %
al 18 % que se obtiene a partir de la fermentación de una mezcla de agua y miel.
En español la voz es masculina. A veces, por influjo de miel, se usa indebidamente en
femenino: la hidromiel.
Dado el proceso por el que se consigue, se podría decir que el hidromiel es un vino de miel. Pero conozcamos
lo que dice Wikipedia sobre el hidromiel:
Se considera que es la primera de las bebidas alcohólicas que consumió el ser humano y se cree que es precur-
sora de la cerveza. El hidromiel es una bebida histórica cuya preparación se fundamenta en la fermentación de
una mezcla de agua y miel, que alcanza cierta graduación alcohólica que varía según la relación de miel/agua y
la tolerancia de las levaduras al alcohol. Su uso fue fuertemente difundido por los pueblos de la antigüedad.
En Europa, lo hicieron y lo bebieron los griegos, romanos, celtas, normandos, sajones y vikingos. En América,
los mayas producían un tipo de hidromiel llamado “balché”, elaborado con base en agua, miel y trozos de cor-
teza de árbol de balché (Lonchocarpus longistylus) del cual la bebida recibe su nombre. Para los mayas era una
bebida sagrada utilizada en ceremonias religiosas y además consideraban que tenía propiedades medicinales,
específicamente para tratar infecciones estomacales y utilizada como laxante. En algunas de estas culturas era
usado para elogiar a héroes y escogidos.
Consumida desde la antigüedad, esta bebida se menciona por primera vez en los versos del Rig Vedá (com-
puesto entre el 1700 a. C. y el 1100 a. C.), uno de los libros sagrados del Vedismo.En Alemania se han en-
contrado cuernos de vacuno que datan de 2100 a. C. y que usados como vasos o como recipientes reciben el
nombre de «cuernas». Algunas de estas cuernas sirvieron para beber hidromiel (como lo muestran rastros de
polen y levadura encontrados en las cuernas). En
la Grecia clásica se llamaba «melikraton» y los
romanos lo llamaron «aqua mulsum», aunque
esta versión era más bien vino de uva endulzado,
ya que imitaban esta costumbre con un vino de
uvas agregándole miel para darle un sabor más
acaramelado, considerándolo popularmente como
bebida de dioses.Según la mitología nórdica, el
hidromiel es el único alimento del dios Odín, así,
los bárbaros recitan en muchos cantares épicos
nórdicos y anglosajones las bondades del hidrom-
iel, la función en sus reuniones y su vida después
de la muerte en el paraíso del Valhalla donde
beberían hidromiel por el resto de la eternidad.
HIDROMIELES
Se utilizan levaduras Saccharomyces si se quiere una fermentación más rápida (entre un mes y medio y dos
meses). Si no se agrega ninguna levadura a la preparación, la fermentación tardará mucho más tiempo. Se debe
calentar varias veces para que las impurezas se alojen en la parte superior del preparado y se puedan retirar los
restos de cera y otras partículas impurezas de la miel, tras lo que se añade más agua con el objetivo de ajustar
la graduación alcohólica y el contenido de otras sustancias como el polen para aclarar la mezcla. La calidad
de la misma depende de las mieles que se utilicen para su preparación, lo que también influye en su sabor y
contenido de alcohol. El envejecimiento de la mezcla se realiza en toneles de roble a temperatura constante y
previniendo posibles explosiones por acumulación de CO2 dentro de los contenedores por medio de válvulas
que permitan su escape (trampa de aire).
El anterior proceso es para producir gran cantidad del líquido en bodegas que permitan su conservación y ma-
nipulación para lograr diferentes clases o categorías de hidromiel según su fermentación (al igual que ocurre
con el champán, hay varios tipos): en este caso, dependiendo de la cantidad de miel que no haya fermentado
en la bebida. Por grado de intensidad en su dulzura o cantidad de azúcar presente tenemos, de menor a mayor,
el brut nature (sin nada de azúcar o hasta tres gramos por litrro), extra brut, brut, extra seco, seco, semiseco y
dulce o ambrosía (con más de 50 gramos de azúcar por litro). Por lo tanto, el hidromiel no es necesariamente
dulce, todo dependerá del azúcar que haya quedado sin fermentar. Eso sí, a mayor cantidad de azúcar conver-
tido en alcohol, más grado alcohólico del hidromiel.
Para una preparación casera, se necesita que los objetos que se van a utilizar estén esterilizados en su momen-
to. En una olla, agregar agua previamente hervida y la miel, siempre una proporción de 16 litros de agua a seis
kilos de miel, evitando que la miel se cristalice. Cuando la solución está a 30°C, ya es apta para agregarle la
levadura, pues una temperatura superior matará los hongos que es necesario que se reproduzcan e inicien el
proceso de fermentación. Luego, dependiendo del gusto, se pueden agregar cáscaras de frutas que liberen un
poco de sabor sin que dispersen el sabor que se quiere recuperar de la miel. También se puede agregar un poco
de canela, clavos de olor, hojas de menta, etcétera.
Cuando la mezcla ha formado una espuma en su parte superior o se ha dejado de producir CO2 por un indi-
cador como puede ser la válvula de escape del gas, se procede a colar los agregados para lograr que solo quede
la bebida que en esos momentos ya será alcohólica en otra
botella.
Si la levadura sigue activa, se debe dejar más tiempo en
reposo. En este tiempo se formarán residuos en el fondo del
envase indicador de que mucha de la levadura ya ha muer-
to, y de que deben ser filtrados durante varias sesiones.
Cuando ya ha terminado el proceso se debe dejar reposar
la bebida para que termine con éxito su fermentación. Esto
también depende de la cantidad del licor que se fabricó y el
tipo de levadura que se usó, por esa razón muchas personas
tienen bodegas con barriles llenos de hidromiel a la espera
de su culminación, variación y mejoramiento con los años.
Al igual que los licores de calidad, ya hemos visto que el
hidromiel tiene diferentes presentaciones.
HIDROMIELES
Es sorprendente las acaloradas discusiones que se encuentran en las redes sociales a cuenta de los estilos de
hidromiel. A sabiendas de que habrá opiniones en contra, para tener una orientación inicial vamos a exponer
la clasificación de hidromieles que hace la BEER JUDGE CERTIFICATION PROGRAM (BJCP).
HIDROMIEL TRADICIONAL (agua y miel). Un hidromiel puede ser seco, semi-dulce o dulce. El dulzor se refi-
ere simplemente a la cantidad de azúcar residual, y se confunde a menudo con la frutosidad en una hidromiel
seca. El cuerpo está relacionado con el dulzor, pero hidromieles secos todavía pueden tener algo de cuerpo.
Los hidromieles secos no tienen que ser completamente secos, ni los dulces empalagosos ni tener un carácter a
miel cruda sin fermentar.
Hidromiel Seco
Hidromiel Semi-Dulce
Hidromiel Dulce
HIDROMIEL DE ESPECIALIDAD
Braggot (Hidromiel elaborada con malta)
Hidromiel Histórica (La hidromiel histórica o autóctona no se ajusta a otra subcategoría, son ejemplos
el tej etíope, las hidromieles polacas, etc.)
Hidromiel Experimental (Hidromiel que no encaja en ninguna otra subcategoría)
MELOMEL DE FRUTILLA
(fresa)
Autoría: Silvestre Htp, desde Salinas Uruguay.
INGREDIENTES: 15 litros de agua sin cloro; 12 kg de frutillas; 3, 4 o 5 kg de miel cruda; 20 pasas de uva (sal-
vo que no lo quieras envejecer)
+Prepara e higieniza todo lo que vayas a necesitar.
+Con parte del agua, licúa las frutillas y ve añadiéndolas al fermentador.
+Diluye 3 kg de miel con el resto de agua y vierte la mezcla sobre el puré de frutilla.
+Revuelve, para homogeneizar todo.
+Agita durante un par de minutos, para favorecer que las levaduras de la miel cruda comiencen su trabajo.
+Coloca la trampa de aire y déjalo reposar.
+Al día siguiente agita de nuevo, incluso puedes remover con una varilla desinfectada.
+Continúa removiendo cada día hasta que veas que comienza la fermentación. recuerda que estás trabajando
con levaduras de miel, quizá tarden más en ponerse en marcha que una levadura comercial.
+Déjalo en reposo 10 o 12 días.
+Prueba el mosto, quizá tengas que añadir uno o dos kg más de miel (es a tu gusto).
+Déjalo que madure al menos dos meses más.
+Si quieres que el producto final sea transparente deberías hacer ahora un trasiego sifonando, para dejar atrás
parte de los sólidos.
+A partir de este momento ya podrías embotellar (aunque también puedes dejarlo más tiempo, solo con la
precaución de rellenear si baja el nivel).
+Como en el caso anterior, puedes embotellar previo filtrado o disfrutar de la textura de la fruta.
+Cuando te decidas a embotellar, deja reposar las botellas en un lugar fresco y oscuro durante un mes.
+¡¡¡SALUD!!!
HIDROMIEL DE
ZARZAMORA
Autoría: Mauricio Montano, desde Méjico.
Ingredientes: 6 kg de zarzamora; aproximadamente 5 litros de miel, para obtener 24 o 26 Brix; 14 litros de agua
sin cloro; 8 g de polen; 6 g de levadura de champaña.
+Asegúrate de tener a mano todo el instrumental y los ingredientes que necesites, todo en perfectas condi-
ciones higienicosanitarias.
+Estruja o licúa las zarzamoras (si haces esto último, anota el agua que empleas, para restarlo del total) y de-
posítalas en el fermentador inicial. Te hará más sencilla la vida hacerlo con elas dentro de una bolsa de mac-
eración.
+Con la miel tienes dos opciones: la disuelves en agua templada o en agua muy caliente (entre 80 y 85 grados
centígrados). En el primer caso la kiel mantendrá todas sus propiedades, sabores y aromas, pero podrá conser-
var algunos elementos que luchen contra nuestra levadura; en el segundo eliminas esos elemento pero puede
que también aromas y sabores de la miel.
+Añade la miel ya diluida al fermenador, así como el polen con el resto del agua, hasta completar 14 litros,
cuidando de dejar al menos 1/5 de espacio libre en el recipiente, para evitar que se desborde durante la fer-
mentación.
+Activa la levadura en un vaso con un poco de tu mosto, a unos 35 grados C. Cuando burbujee (cuidado que
no desborde el vaso), añádela al fermentador y revuelve enérgicamente, para homogeneizar la mezcla.
+Ya puedes poner, o no, el borboteador. Si no lo haces todavía, tapa firmemente la boca del recipiente con una
tela, para que no entren insectos.
+Agita el fermentador una o dos veces al día, durante la primera semana.
+Al cabo de 6-7 días puedes sacar, si quieres, los sólidos, y
trasvasar el líquido a un recipiente más pequeño, para que
no haya aire en él.
+Coloca ya el borboteador, si no lo pusiste desde el princip-
io.
+Deja descansar el mosto 40-50 días.
+Filtra y embotella, para consumir ya o para guardar en
lugar oscuro fresco.
+¡¡¡SALUD!!!
MELOMEL MULTIBAYAS
Autoría: Elena Nito del Bosque, desde Valladolid, España.
INGREDIENTES: 16 LITROS (para 10 finales, ABV 13º, OG 1097) 15 Kg de fruta: grosellas negras, arán-
danos y frambuesas (menor cantidad); Miel multifloral de base; Metabisulfito de potasio; 12,5 g de GoFerm; 16
gramos totales de Fermaid O; 10 g de levadura Lalvin 71B; pectinasa según especificación del proveedor.
+Uno o dos días antes de hacer la elaboración, congela la fruta.
+Asegúrate de tener todo lo que vayas a necesitar a mano e higienizado, así como tu lugar de elaboración.
+Descongela los 15 kg de frutas y machácalas todo lo que te sea posible, para extraer el zumo y romper mem-
branas.
+Reparte 1 kg de miel sobre la fruta, y luego agua suficiente como para cubrir los restos de las moras.
+Añade la pectinasa según especificaciones de tu proveedor, y revuelve todo.
+Añade el metabisulfito en razón de 20 ppm (20 mg/litro) para conseguir SO2 libre y evitar que arranque la
fermentación a causa de levaduras salvajes.
+Remueve varias veces al día, para oxigenar y homogeneizar el mosto.
+Deja reposar durante la noche.
+Al día siguiente mide la densidad del mosto tras la acción de la pectinasa y añade la miel. Buscamos una den-
sidad objetivo de 1097.
+Mide el pH y corrige con carbonato de potasio si estuviese muy bajo (no hay que empezar la fermentación
por debajo de 3.2).
+Prepara la levadura (10 g): disuelve 12,5 gramos de GoFerm en 250 ml de agua caliente, deja bajar la tem-
peratura a 30-35º y siembra la levadura.
+Deja que la mezcla se enfríe hasta no más de 5-10 grados respecto al mosto y añádeselo.
+Agita el mosto para oxigenarlo durante un buen rato y déjalo reposar 24 horas sin trampa de aire pero tapado
para que no accedan insectos.
+Una temperatura ideal para fermentar este hidromiel son 16 o 17ºC.
+Al día siguiente añade 4 g de Fermaid O y 8 g de ben-
tonita, espolvoreada y removida (0,5 g/l = 8 g).
+Durante los tres días siguientes añade 4 g de Fermaid
O en cada ocasión, revolviendo el mosto tras hacerlo.
+Al quinto día retira la fruta por medio de filtración,
con bolsa de malla de nylon fina, y trasiega al fer-
mentador secundario, ya con borboteador (trampa de
aire). En este trasiego, con fermentación activa y CO2
produciéndose, no debe preocuparte la oxidación. No
dejes apenas aire en el fermentador.
(Continúa en la página siguiente)
MELOMEL MULTIBAYAS
(continuación)
Autoría: Elena Nito del Bosque, desde Valladolid, España.
Ingredientes: 12 kilos de miel (mejor si es clara y con aromas neutros, para que destaque el matcha, aunque
también se pueden usar mieles oscuras); 20 litros de agua desclorada; 200 gramos de té verde matcha, podéis
comprar el que tiene calidad culinaria, no hace falta que sea el gourmet; tipo de levadura, a tu gusto, es lo que
le conferirá al hidromiel su carácter final: nosotros solemos probar con levaduras de tipo farm ale, season, etc,
que tienen mucho carácter; OPCIONAL: 36 g de polen, en tres tandas de 12 g cada una.
NOTAS: Por la conjunción de la acidez de la miel, el matcha, el amargor, etc., debería quedar un hidromiel
dulce pero complejo de 10 a 12 grados de alcohol.
La densidad inicial objetivo está alrededor de 1140-1145
La densidad final objetivo, dependiendo de con cuánto alcohol queramos que acabe, entre 1070-1060.
+Asegúrate de tener todos los ingredientes que vayas a necesitar a mano y perfectamente higienizados.
+Infusiona el té matcha a 65-70 grados centígrados y vierte el líquido al fermentador.
+Añade la miel.
+Remueve perfectamente todo.
+Deja enfriar a unos 25 grados.
+Inocula la levadura y asegúrate de que comienza su trabajo (ver NOTAS).
+Toma la densidad inicial, debe estar entre 1140-1145.
+Coloca la trampa de aire (borboteador).
+En caso de que decidas adicionar el polen como nutriente, hazlo en los días siguientes, pero no contínuos: el
primero, tercer y quinto día, por ejemplo.
+Deja reposar tu hidromiel en un lugar fresco y alejado de ruido y vibraciones. y si tu fermentador es traslúci-
do, en un lugar oscuro.
+Cuando la densidad del mosto haya descendido lo suficiente (entre 1070-1060), puedes hacer un trasiego
sifonando al fermentador secundario, cuidando de no contaminar ni oxigenar.
+Déjalo reposar durante unos meses y luego embotella.
+Si vas a carbonatar, es el momento.
+¡¡¡SALUD!!!
HIDROMIEL DE YUYOS
Autoría: Silvestre Htp desde Salinas, Uruguay
Los “yuyos” son hierbas, generalmente silvestres, que sirven como condimento
para las comidas.
NOTA: Mi experiencia me dice que una misma preparación se transforma con el tiempo, igual que una perso-
na, y pasa de ser una gaseosa natural (hasta los tres días) a un vino superjoven (después de esos tres días).
Si mantienes la fermentación tendrás un vino joven (diez o doce días) y después, si lo maduras, un vino en
toda regla, que se convertirá en añejo si tiene las suficientes cualidades para ello y tú se lo permites.
Esa regla vale para el vino, el hidromiel e incluso la cerveza (a esta última me dedico como medio de vida), y
mi fórmula básica es reunir una fuente de agua sin cloro, una fuente de levadura (silvestre o comercial), una
fuente de azúcar y una fuente de sabor (o medicina, según lo que busques).
INGREDIENTES: 3 litros de agua sin cloro; 1 litro de infusión a tu gusto (es decir, del yuyo que necesites o
quieras), en cuanto a la planta, depende de sus características te bastará con dos puñados o quizá tres; 1,5 kg de
miel cruda; 20 pasas de uva (salvo que no lo quieras envejecer: ver nota).
+Prepara e higieniza todo lo que vayas a necesitar.
+Lava los yuyos, para quitarles el posible polvo que tengan.
NOTA: Puedes optar por dos métodos para hacer la infusión: el clásico, que consiste en calentar el agua y
sumerger en ella la planta, o hacerlo en frío. En este segundo caso, debes tener los yuyos en agua 24 horas.
+Infusiona los yuyos con el método que elijas.
+Diluye la miel con el resto de agua y vierte la mezcla en tu fermentador principal.
+Añade la infusión a tu mosto y revuelve, para homogeneizarlo. Yo utilizo un garrafón de cuello estrecho, lo
lleno de mosto dejando los primeros días libre el cuello, por si la fermentación es muy efervescente.
+Prueba la mezcla, para ir calibrando la potencia del sabor de la planta en el conjunto.
+Agita durante un par de minutos, para favorecer que las levaduras de la miel cruda comiencen su trabajo.
+Coloca la trampa de aire y déjalo reposar.
+Al día siguiente agita de nuevo, incluso puedes remover con una varilla desinfectada.
+Continúa removiendo cada día hasta que veas que comienza la fermentación. recuerda que estás trabajando
con levaduras de miel, seguramente tardarán más en ponerse en marcha que una levadura comercial.
+Cuando hayan pasado tres o cuatro días desde el inicio de la fermentación, rellena el cuello del garrafón casi
hasta el borde. Ya no hay peligro de que se desborde y así mimimizas el aire interior.
+Déjalo en reposo 10 o 12 días. En ese momento ya lo podrías consumir como un hidromiel joven.
+Si tu intención es dejarlo que madure, añade las pasas de uva. Como ya tiene trampa de aire y dejamos poco
espacio en el fermentador, solo tienes que rellenar con agua en caso de que
haya bajado su nivel.
+Déjalo que madure al menos dos meses más.
+Al ser una infusión y miel, no debería ser necesario clarificar, así que a par-
tir de este momento ya podrías embotellar (aunque también puedes dejarlo
más tiempo, solo con la precaución de rellenear si baja el nivel).
+Cuando te decidas a embotellar, deja reposar las botellas en un lugar fresco
y oscuro durante un mes.
+¡¡¡SALUD!!!
VINO DE MORAS
Autoría: Yeiris Flores, desde San Carlos (Venezuela)
Mora; morus o rubus; Blackberry.
Las moras son frutas o bayas que, a pesar de proceder de especies frutales que son completamente diferentes,
poseen aspecto similar y características comunes que las definen como moras. En ocasiones, las
distintas moras pueden ser confundidas e incluso obviadas, dado que al usar la palabra mora para hablar
de dicha fruta, puede hacerse referencia, simplificando, generalmente a dos tipos de bayas procedentes de
dos géneros distintos de frutales con rasgos fenotípicos muy dispares entre sí, el género Morus y Rubus.
Ambos géneros dan moras, pero no son la misma fruta, unas vienen de unos árboles comúnmente llamados
moreras y morales (que son del género Morus), y las otras provienen de unas plantas sarmentosas y
espinosas comúnmente llamadas zarzas (que son del género Rubus). No obstante, la diferenciación es en
realidad aún mayor, dado que dentro de ambos géneros hay un importante número de especies distintas.
En total existen más de 300 especies de moras diferentes. Además, la comercialización de estas bayas ha
propiciado la creación de diversas hibridaciones que no existen en la naturaleza. (WIKIPEDIA)
INGREDIENTES PARA 12 LITROS DE VINO DE MORAS: 4 kg de la moras muy maduras; 4 kg de
azúcar; 20 gr de levadura panadera; 20 gr de ácido cítrico (si no encuentras, el zumo de 2 limones); 12
litros de agua sin cloro.
+Asegúrate de que tienes todos los ingredientes a mano y en perfectas condiciones higienicosanitarias.
+Coloca las moras en tu fermentador.
+Hierve 6 litros de agua, y cubre con ella las moras.
+Cuando el agua se enfríe, añade el ácido cítrico y revuelve.
+al día siguiente, en un vaso aparte diluye la levadura en agua templada.
Cuando veas que hace burbujas, y
antes de que desborde el vaso, añádela al mosto y revuelve.
+Tapa el fermentador y coloca el borboteador (trampa de aire).
+Revuelve al menos una vez al día durante 6 o 7 días (cuidando de no
contaminar).
+Cuando veas que la fermentación se tranquilizó, añade los 6 litros de
agua restante, para que en el fermentador casi no quede aire (el agua
previamente hervida pero a temperatura ambiente).
+Yo a veces lo dejo 21 días y ahí lo filtro y lo embotello (sería un vino
joven, afrutado).
+En ese caso, para evitar que las botellas exploten (la fermentación con-
tinúa),
someto las botellas a una pasteurización lenta (15 o 20 minutos a
60º centígrados, al baño maría).
+La otra opción es dejar que termine la fermentación y añejarlo por tres
meses (o más). Después de eso, filtra y embotella.
¡¡¡SALUD!!!
VINO DE NÍSPERO
Autoría: Eduardo Sánchez Jiménez, desde Motichlán, México.
Eriobotrya japonica, comúnmente llamado níspero japonés, nisperero del Japón o
simplemente níspero, es un árbol frutal perenne de la familia Rosaceae, originario del
sudeste de China, donde se conoce como pípá.
Ingredientes: 7 kilos de níspero; 2 litros de agua; 1/2 kg de azúcar blanca; 11 g de levadura para pan.
+Asegúrate de tener todos los ingredientes y utensilios que vayas a necesitar a mano y en perfectas condiciones
higienicosanitarias.
+Tritura el níspero sin semilla, de forma manual y agregando algo de agua, para una buena molida.
+Vaciar la pulpa y los jugos al recipiente fermentador, y checar brix (en mi caso, 17 Bx).
+Añade el agua sin cloro y el azúcar.
+Revuelve para que el azúcar se disuelva.
+Prepara las levaduras: pon a calentar 200 ml de agua y, antes retirar del fuego, cuando aparezcan los sonidos
de ebullición (60 grados C), añade la levadura y revuelve, para disolverla.
+Espera a que llegue a temperatura ambiente (20 grados C) y añade algo de mosto, para homogeneizar.
+Revuelve la levadura con el mosto, preferentemente con una pala de madera.
+Coloca trampa de aire (o globo pinchado).
+Agita el fermento tres veces al día (preferentemente en las horas de sol).
+Monitorea (de ser posible) cada dos días la graduación brix.
+A los ocho días haz el primer filtrado y retira la materia orgánica.
+Trasiega el líquido a otro recipiente más pequeño (para que no tenga contacto con el aire) mediante un filtro,
para dejar atrás las partículas sólidas.
+Coloca el borboteador que tengas (trampa de aire o globo).
+Continúa agitando el mosto tres veces al día.
+A los a los 5 días después del primer filtrado, realiza el segundo filtrado, usando tres filtros: papel filtro, cola-
dor de metal o plástico y embudo con motas de algodón.
+Vuelve a colocar la trampa de aire y repite la agitación del recipiente tres
veces al día.
+El tercer filtrado debes hacerlo a los 5 días, con los mismos materiales que
el segundo.
+Continua con trampa de aire y agita tres veces al día.
+Llega el cuarto filtrado o aclarado: coloca dos cucharadas de grenetina en
200 ml de agua. Deja hervir el agua y apaga de inmediato. Vierte la greneti-
na y disuelve con una cuchara, hasta deshacer los grumos.
+Espera a que se enfríe a temperatura ambiente (20 grados C).
+Coloca la preparación en el mosto. Revuelve con una cuchara de madera y
agita el recipiente.
+Déjalo reposar uno o dos días con la trampa de aire. En este tiempo no
agites ni muevas el recipiente, para que la grenetina ayude a asentar la mate-
ria orgánica aún presente en el mosto.
(Continúa en la página siguiente)
VINO DE NÍSPERO
(continuación)
Autoría: Eduardo Sánchez Jiménez, desde Mochitlán, México.
Reflexiones:
1.- Me siento muy satisfecho de hacer mi primer vino, me sir-
vieron las lecturas que hice, videos y sobre todo los comentarios y
recomendaciones en este maravilloso grupo. Pero la clave está en
no perder la pasión por este arte.
2.- El monitoreo es muy importante, obtuve lecturas de los Bx de
los frutos en planta, ya que provienen de una finca agroecológica.
Fueron producidos sin agrotóxicos y cultivados con bioinsumos.
Si ustedes conocen la trazabilidad de su fruta, es maravilloso, porque pueden tener perfiles muy interesantes
de su bebida final. Se conoció el tipo de suelo, el ph, al igual que el de la fruta. Sobre todo, elegimos el mejor
momento donde la fruta concentró el mayor nivel de azúcar.
3.- Es muy laborioso retirar la materia orgánica para los filtros y trasiegos. Recomiendo mejor exprimir ma-
nualmente la pulpa y solo fermentar jugos y no la cáscara, o hacerlo con bolsa de maceración. Aunque siento
que se perderían notas y aromas agradables.
4.- Las levaduras de pan me resultaron muy buenas y de bajo costo. Las recomiendo.
5.- Me ayudó mucho que mi hogar es frío, las temperaturas anuales van de los 4 a los 28 grados C. Aunque es
lenta la fermentación, nos ayuda a que no avance de más.
6.- La elaboración de vino es muy compleja, recomiendo cuidar todos los detalles. Sobre todo, en los últimos
días ya que considero que el líquido es mucho más vulnerable a la contaminación.
7.- Siempre abramos nuestra mente a nuevos conocimientos, seamos humildes al recomendar e inteligentes al
recibir información.
8.- Ahora sé que pude evitar tantos problemas, como por ejemplo las cantidades de filtración. Pero ese fue mi
camino y he corregido ya algunas cosas con nuevos fermentos. Lo importante es mejorar cada día.
Carica papaya es una fruta herbácea del género Carica en la familia Caricaceae. Su fruto se conoce
comúnmente como papaya, papayón, fruta bomba, olocotón, papayo, mamón, lechosa o lechoza. Carica
viene del griego “karike”, nombre de una higuera. Papaya, deriva del maya “páapay-ya”, que significa
zapote jaspeado.
INGREDIENTES PARA UNOS 5 litros DE VINO DE PAPAYA:
3 Kg de pulpa de papaya triturada; 2,2 Kg de azúcar; 1 tableta Campden o similar; 1 cucharadita de
levadura de panificación; 5 litros de agua sin cloro.
+Asegúrate de tener todos los ingredientes a mano y en buen estado, y de que tu puesto de trabajo y los
instrumentos y recipientes que vayas a utilizar estén sanitizados.
+Pela la papaya y licúa su pulpa con agua al 50%.
+Cuando toda la pulpa esté en el recipiente de fermentación principal (con un volumen mínimo para 8 o 10
litros), cúbrela con el azúcar.
+Añade el resto de agua dejando libre ¼ del volumen de tu fermentador, para que con la primera
fermentación no desborde.
+Añade una pastillita Campden triturada y revuelve bien, y déjalo reposar 12 horas.
+Activa la levadura en una taza de agua templada a 30º centígrados con dos cucharadas de azúcar.
+Cuando veas burbujeante la levadura, y antes de que desborde la taza, añádela al mosto y revuelve bien,
cuidando de no contaminar.
+Tapa firmemente con una gasa o tela sanitizada, aunque también puedes colocar el borboteador (trampa
de aire).
+Deja reposar de 6 a 9 días, hasta que veas que la fermentación se hizo más tranquila, pero revuelve cada
día una o dos veces para oxigenar el mosto, cuidando siempre de utilizar una pala o cucharón sanitizados.
+Al cabo de ese tiempo, trasiega a un fermentador más
pequeño, dejando atrás toda la materia sólida y sin dejar
apenas aire entre la superficie de tu mosto y el
borboteador.
+Déjalo reposar en un lugar fresco y oscuro por, al
menos, 45 días.
+Al cabo de este tiempo trasiega y elige entre estas dos
opciones: 1ª) embotellarlo para consumir después de dos
meses; 2ª) utilizar este vino como base (consejo del
maestro Jorge de la Torre) y aromatizarlo con tinturas
de otras frutas y especias.
+De cualquier forma, disfrútalo en buena compañía y
bebe con moderación.
+¡¡¡SALUD!!!
VINO DE PERA
AUTORÍA: Francisco Mirabal Hernández, desde Santa Clara, Cuba.
Pera asiática. (Pyrus Pyrifolia), familia de las Rosáceas. Conocida también como pera china,
pera coreana, pera japonesa, pera-manzana, Nashi, Guayambongo.
INGREDIENTES:
2 kg de piña madura; Entre 1,7 y 2 kg de azúcar granulada; 3,5 litros de agua; 1/2 cucharadita de mezcla ácida
(2,5 gramos); 1 tableta Campden triturada; ½ cucharadita de enzima péctica (2,5 gramos); ¼ de cucharadita
de tanino (1,5 gramos); 1 cucharadita de nutriente de levadura (5 gramos); 1 paquete de levadura de vino de
champán (5 gramos), ejemplo, LALVIN EC1118.
+Asegúrate de cumplir con todos los requisitos sanitarios y de tener a mano y en buenas condiciones todos los
ingredientes, herramientas y utensilios que vayas a necesitar.
+Deja hervir el agua y agrega el azúcar. Revuelve hasta que el azúcar se disuelva por completo.
+Mientras tanto, quita el moño (hojas) y piel de la piña, capturando cualquier jugo producido en el proceso.
+Corta la pulpa (incluido el corazón) de la piña y pícala en trozos pequeños, recolectando todo el jugo libera-
do en el proceso.
+Tritura o muele toda la pulpa en la máquina que tengas: lo ideal es un prensa, pero si no la tienes, puedes
utilizar una licuadora. ATENCIÓN: en ese caso tendrás que restar del total de agua que utilizaste para disolver
el azúcar la cantidad que utilices para licuar la pulpa.
+Vierte agua hirviendo sobre la fruta hasta cubrirla y deja enfriar.
+Cuando esté a temperatura ambiente, introduce la pulpa triturada en la bolsa de maceración y mete esta,
cerrada, al balde.
+Añade al líquido del balde la tableta Campden, triturada, y tapa todo con una gasa fina (para que no entren
insectos).
+Deja reposar la mezcla durante 12 horas.
+Con cuidado de no contaminar, agrega la enzima péctica, el tanino, la mezcla de ácidos y los nutrientes.
+Reserva otras 12 horas, siempre tapado con la gasa fina.
+Activa la levadura disolviéndola en una taza de agua templada (unos 30° C) y una cucharadita de azúcar.
+Cuando veas que burbujea, agrégala al mosto y vuelve a tapar con la gasa.
+Deja que fermente durante 7 días, revolviendo dos veces cada día, cuidando siempre de no contaminar.
+Al cabo de 7 días levanta la bolsa de maceración y déjala escurrir, sin apretarla. Desecha la pulpa y continúa
fermentando hasta que la gravedad específica caiga a 1.025. Si no sabes cómo medir la densidad específica, una
medida prudente puede ser contar 5 días desde que retiraste la bolsa de maceración.
+Trasiega al fermentador o fermentadores secundarios y monta en ellos la trampa de aire (airlock), dejando
apenas dos o tres centímetros entre el líquido y el airlock, y cuidando siempre de no contaminar.
+Después de dos semanas, trasiega a otro fermentador dejando atrás las lías y demás desechos, rellena con
agua para que no quede mucho aire y vuelve a colocar la trampa.
+Repite este procedimiento cada 30 días, hasta que el vino se aclare y no se formen nuevos sedimentos.
+Estabiliza y endulza a tu gusto.
+Espere 10 días y, si está estable, embotella.
+Guarda el producto de 6 meses a 6 años antes de disfrutarlo.
¡¡¡SALUD!!!
VINO DE PIÑA 2
AUTORÍA: Jack Keller [Recetas adaptadas de The Joy of Home Winemak-
ing de Terry Garey]
Ananas comosus (ananá, ananás, matzatli, pineapple o piña). Esta receta es
ideal cuando puedes obtener una buena ganga en piña triturada, enlatada
en su propio jugo. Podrás hacer un vino bastante bueno y te llevará mucho
menos trabajo que si hubieras usado una piña más fresca.
INGREDIENTES:
2 latas de 0,5 kg de piña triturada (en su defecto, de piña en rodajas); 1 kg de azúcar granulada; 1 L de zumo
concentrado de uva (en su defecto, licúa 2 kg de uva blanca lavada); 3,5 L de agua; 5 gr de mezcla ácida; 1
tableta Campden triturada; 2,5 gr de enzima péctica; 1,5 gr de tanino; 5 gr de nutriente de leva-dura; 1 paquete
de levadura (5 gr) de vino de champán. Ejemplo, LEV-CHAMP de BIOFERM
+Asegúrate de cumplir con todos los requisitos sanitarios y de tener a mano y en buenas condiciones todos los
ingredientes, herramientas y utensilios que vayas a necesitar.
+Si no encontraste piña triturada, tritúrala tú. Igual con el zumo de uva concentrado. Si lo haces con licuadora,
recuerda restar el agua que emplees del total de agua.
+Escurre el jugo de las frutas al agua.
+Agrega el azúcar al agua hasta que se disuelva.
+Vierte la pulpa triturada de la piña en la bolsa de maceración, y ciérrala.
+Coloca la bolsa en el fermentador primario
+Añade al líquido del balde la tableta Campden, triturada, revuelve bien y tapa
todo con una gasa fina (para que no entren insectos).
+Deje reposar durante 12 horas.
+Agrega la enzima péctica, revuelve y reserva otras 12 horas, bien tapado con la
gasa.
+Activa la levadura disolviéndola en una taza de agua templada (unos 30° C) y
una cucharadita de azúcar.
+Cuando veas que burbujea, agrégala al mosto y vuelve a tapar con la gasa.
+Deja que fermente durante 5 días, revolviendo dos veces cada día, cuidando siempre de no contaminar.
+Al cabo de 5 días levanta la bolsa de maceración y déjala escurrir, sin apretarla.
+Desecha la pulpa y continúa fermentando hasta que la gravedad específica caiga a 1.025. Si no sabes cómo
medir la densidad específica, una medida prudente puede ser contar 5 días desde que retiraste la bolsa de ma-
ceración.
+Trasiega al fermentador o fermentadores secundarios y coloca la trampa de aire en ellos.
+Cada 60 días, durante 6 meses, trasiega para quitar los sedimentos.
+Estabiliza y endulza a tu gusto, si lo deseas.
+Espera 10 días y, si está estable, embotella.
+Puedes probarlo después de 6 meses.
¡¡¡SALUD!!!
VINO DE PIÑA 3
AUTORÍA: Jack Keller [Adaptadas de The Joy of Home Winemaking de Terry
Garey]
Ananas comosus (ananá, ananás, matzatli, pineapple o piña). Te conviene esta
receta si puedes obtener a bajo precio un zumo de piña endulzado, y tienes la
se-guridad de que no tiene conservantes ni saborizantes artificiales o edulcor-
antes. Se convertirá fácilmente en un muy buen vino blanco sin ningún problema de fermentación.
Mientras la banana posee un sabor más dulzón y una textura suave, el plátano presenta un sabor menos dulce
y una textura algo harinosa (en su etapa de maduración temprana). Esta diferencia se debe a que el plátano
posee más almidón y la banana más azúcar.
INGREDIENTES PARA UNOS 5 LITROS DE VINO DE PLÁTANO (SECO)
2 kg de plátanos maduros pelados; 200 gr de pieles de plátano; 400 gr de jugo concentrado de uva blanca; 1,5
kg de azúcar finamente granulada; 2 cucharaditas de ácido cítrico (o el jugo de 2 limones); 1/8 cucharadita de
tanino de uva (si no tienes, 2 sobrecitos de té negro); 5 litros de agua sin cloro; 1 cucharadita de nutriente de
levadura (si no tienes, prueba con 100 gr de levadura muerta y 12 pasas de uva); levadura de vino blanco (si no
tienes, levadura panadera).
+Antes de comenzar, asegúrate de tener a mano y en buenas condiciones todo lo que vas a necesitar, y de que
tu puesto de elaboración tenga las condiciones de sanitización necesarias para que tu mosto no se contamine.
+Tritura los plátanos y pica finamente las pieles, y coloca todo en el fermentador primario.
+Mientras tanto, deja hervir el agua y disuelve en ella el azúcar, por completo.
+Vierte el jarabe sobre frutas y pieles y cubre todo, dejando 1/5 del volumen libre, para evitar que la espuma de
la fermentación rebose.
+Cuando esté frío, agrega todos los ingredientes restantes, excepto la levadura, y revuelve bien para disolver
los grumos. Ayuda mucho tener una bolsa de fermentación, para mantener en ella los sólidos.
+Si tienes oportunidad de añadir una tableta campden o metabisulfito, es el momento. En ese caso espera 12
horas antes de añadir la levadura.
+Activa la levadura en una taza de agua templada (35 grados centígrados) con dos cucharadas de azúcar.
Cuando burbujee con vigor y antes de que desborde la taza, añádela al mosto. Tapa el recipiente con firmeza
con una gasa o tela, para que entre aire pero no los insectos.
+Deja fermentar vigorosamente durante dos días y cuela a través de una tela o filtro de papel para trasvasar el
mosto al fermentador secundario. Ahora sí, coloca
el borboteador (trampa de aire) y cierra el fer-
mentador sin que queden más de 2 cm de aire por
encima de la superficie del mosto…
+Espera 90 días para que el vino se aclare. Si no se
aclara por sí solo, agrega bentonita, clara de huevo,
agar-agar o el clarificante que tengas por costumbre
utilizar.
+De cualquier forma, trasiega una o dos veces
(siempre con borboteador) y embotella a los tres
meses.
+Mantén las botellas en frío durante otros tres
meses.
+¡¡¡SALUD!!!
VINO SUPERJOVEN
DE REMOLACHA
Autoría: Inna Yaku, desde Chile.
Remolacha, Beta vulgaris, beetroot. Teniendo en cuenta que la raíz de
la remolacha se utiliza para conseguir azúcar y tintes, imaginemos la
exquisitez de su vino.
INGREDIENTES: Entre 3 y 4 kg de tunas rojas; 100 g de pasas de uva; jugo de 4 limones; 5 g de levadura de
vino blanco o champán; 500 g de azúcar; 5 g de levadura de vino blanco o champán; agua sin cloro hasta com-
pletar 4 litros.
+Antes de comenzar asegúrate de que tiene preparados, higienizados y a mano todos los ingredientes y uten-
silios que vayas necesitar.
+Quema las espinas de todas las tunas, bien en una sartén o con un flameador.
+Una vez hecho eso (es una labor muy importante), tienes que decidir entre dos caminos: utilizar o no las
pieles. En caso de que quieras pelarlas, quita toda la piel que salga fácilmente y utiliza un cuchillo para quitar el
resto.
+Sea lo que fuera que hayas decidido, tritura o licúa las tunas (en este segundo caso, recuerda restar el agua
que emplees en el licuado del total), aunque también las puedes hervir durante 3 minutos en abundante agua
para luego quitar más fácilmente la piel y a continuación aplastar la pulpa para escurrir y agregar su jugo al
mosto, en el fermentador principal. En este último caso es recomendable que filtres el jugo por varias gasas,
por si hubiera quedado alguna espina.
+Añade al mosto los 100 g de pasas de uva y el jugo de los limones.
+Añade agua sin cloro hasta completar 4/5 partes del fermentador, es decir 4 de 5 litros.
+Diluye los 500 g de azúcar en el jugo, revolviendo varios minutos.
+Activa la levadura (recuerda que puede ser de vino blanco o de champán; en caso de que no tengas, pues...
levadura panadera) en un vaso de agua templada añadiendo una cucharada de azúcar.
+Echa la levadura al mosto y revuelve con vigor durante un par de minutos.
+Coloca el borboteador o trampa de aire.
+Espera quince días y trasiega el mosto a un fermentador en el que ya no
quede aire, y vuelve a colocar el borboteador.
+Deja que descanse 60 días y prueba. Si quieres endulzar, añade metabisul-
fito o pasteuriza antes el mosto a 62 grados durante 20 minutos, y luego en-
dulza a tu gusto (esto es para evitar que, si añadieras azúcar, el mosto vuelva
afermentar en el caso de que quedaran levaduras dormidas).
+Embotella cuando esté a tu gusto y, si puedes, deja envejecer un año antes
de disfrutar este vino.
+¡¡¡SALUD!!!
VINO DE UVA 1 (blanco)
AUTORÍA: Mincho Tankov, desde Bulgaria.
Uva, Vitis vinifera, Grape.
Mincho Tankov es un elaborador de vinos que, además, tiene un canal de You Tube: https://www.youtube.
com/watch?v=MKfTdaV9kiA&ab_channel=MinchoTankov
INGREDIENTES: uva recién cortada; 15 g de metabisulfito de potasio por cada 100 litros de mosto; azúcar
para (solo si fuera necesario) completar de 21 a 22 grados Brix; levadura para vino blanco (según los litros que
hagas y siguiendo la especificación del fabricante); bentonita.
+Asegúrate de cumplir con todos los requisitos sanitarios y de tener a mano y en buenas condiciones todos los
ingredientes, herramientas y utensilios que vayas a necesitar.
+Corta las uvas en un día caluroso, ya que el contenido de azúcar en ellas será más alto.
NOTA: En regiones de rancia tradición vitivinícola y altísimas temperaturas en los días de vendimia, como
La Mancha española, se procura no cosechar en las horas más calurosas del día, para no dañar los racimos.
Dependiendo del sentido común, de los consejos de los agricultores veteranos y de
tu ubicación geográfica, deberás seguir una u otra directriz (o ambas).
+Estruja los racimos para separar las uvas de su soporte vegetal. Si fueras a hacer
vino tinto, este paso no lo tendrías que dar, ya que hace la diferencia entre vinos
blancos y tintos.
+A continuación, prensa las uvas, para extraer todo su jugo.
+Comprueba el grado Brix de tu mosto. En mi caso busco un grado Brix entre 21 y 22.
+Ajusta el grado Brix si tu mosto queda por debajo. Ten en cuenta que adicionar 1 kg de azúcar por cada 100
litrod de mosto elevará el contenido del mismo en un grado (un grado Brix, no confundir con grado alcohóli-
co).
+En mi caso solo tuve que adicionar medio kilogramo de azúcar a los 120 litros de
mosto para conseguir 21,5 grados Brix.
+Añade metabisulfito de potasio para detener la fermentación salvaje que se podría
producir y para matar todas las levaduras silvestres que hubieran llegado en las
pieles de las uvas.
+La dosificación que empleo es de 15 gramos de metabisulfito por cada 100 litros
de mosto.
+Deja reposar el mosto 24 horas, cuidando que no entren insectos.
+Inocula la levadura que vayas a emplear: sembramos la levadura en 200 ml de
agua a 35 grados centígrados. Cuando burbujee con fuerza, añade dos litros de
vino y erspera que la mezcla buerbujee.
+Añade el mosto con la levadura ya activa al resto del mosto, cuidando que
entre ambos líquidos haya una diferencia de temperatura menor a 10 grados, y
luego revuelve para que se mezcle bien y comiencen a trabajar las levaduras. Es
importante que no llenes este fermentador hasta arriba, ya que el burbujeo puede ser extremadamente vigoro-
so y podría rebosar.
+Continúa en la página siguiente...
VINO DE UVA 1 (blanco)
(cont.)
+Viene de la página anterior.
+La temperatura ideal para que la fermentación se realice
en perfectas condiciones es de 20 grados centígrados. Tam-
bién es importante que no existan grandes diferencias de
temperatura entre el día y la noche. Hay otra cosa muy im-
portante, la fermentación debe realizarse a una temperatura
del aire entre 18 y 20 grados para un vino blanco de calidad,
por lo que utilizo una habitación fresca para evitar grandes
diferencias de temperatura entre el día y la noche.
+24 horas después deberás observar un potente hervor.
Cierra el fermentador con una tapa hermética provista de trampa de aire (borboteador o airlock), para que el
CO2 pueda escapar sin que entre oxígeno del exterior.
+En 10 días debería haber terminado la fermentación rápida (alcohólica).
+Trasiega el mosto a otro fermentador, dejando atrás las levaduras muertas y los sólidos que hayan precipitado
al fondo. Con este fondo puedes hacer brandy, pero esa es otra historia.
+En este segundo recipiente deberás mantener una tapa hermética con trampa de aire, pero sin dejar en el in-
teroor apenas aire, ya que el burbujeo va a ser muy tranquilo
y el aire podría avinagrar tu mosto.
+Espera dos meses antes de filtrar y embotellar, si quieres
consumir un vino joven, o seis meses si quieres tener un
vino con más cuerpo.
+Hay muchos métodos de clarificar, en mi caso yo lo hago
con bentonita(aunqur en la fotografía que cierra esta receta
estña todavía sin ese paso del proceso.
+Embotella y ...
+SALUD!!!!
VINO DE UVA 2
AUTORÍA: Eduardo Sánchez Jiménez, desde México.
Uva silvestre del sur de México, Vitis Riparia, Wild Grape.
La Vitis Riparia crece en racimos a lo largo de guías de más de 20 metros, que aprovechan la selva baja caduci-
folia para trepar los árboles nativos y, de esta manera, proliferar.
La uva contiene una riqueza de azúcares de 16 Bx, sin embargo tiene una presencia importante de acidez, por
lo que se ajustó buscando un porcentaje de 28Bx y un ph de 4.5.
INGREDIENTES Y UTENSILIOS: 2 kg de uva silvestre; 500 ml de agua; 200 g de miel de abeja; 2 gramos de
levadura; 1 recipiente de plástico de 4 litros; 1 moledor de metal; 1 embudo; 1 pala de madera; 2 recipientes de
vidrio de 1 litro; 1 refractómetro para medir los grados Brix.
+Asegúrate en todo momento de cumplir con todos los requisitos sanitarios y de tener a mano y en buenas
condiciones todos los ingredientes, herramientas y utensilios que vayas a necesitar.
+Recolecta cuidadosamente los racimos para no estropearlos. Júntalos en un cesto de fibra de agave o material
blando. Luego estruja poco a poco la uva en el recipiente de plástico, con el moledor. Cada molida deberá ir
acompañada de 100 ml de agua, aproximadamente, para facilitar la estrujada.
+Vierte el mosto en los recipientes hasta llenar ¾ de su capacidad, y coloca 100 g de miel sobre el mosto, en
cada envase. Revuelve el mosto utilizando la pala de madera hasta observar que la miel se haya disuelto.
+Revisa que el mosto haya quedado a más de 25Bx, para alcanzar una riqueza alcohólica superior a 13% Vol.
alcohol, que es lo recomendable para que no se avinagre.
+Activa la levadura (en este caso se utilizó levadura para pan): se calientan 200 ml de agua y, cuando empiecen
a hervir, esperar 3 minutos y retirar del fuego.
+Coloca la levadura cuando sientas que el agua no quema (utiliza la yema del dedo meñique). Aproximada-
mente estará a 30 grados C.
+Coloca en el agua 2 g (1 gramo por litro de mosto). Revuelve bien hasta que se deshagan los grumos y déjala
alrededor de 15 a 20 minutos y entonces viértela en los recipientes fermentadores. El pH deberá estar entre 4-5.
+Coloca la trampa de aire y revuelve el mosto tres veces al día, durante una semana.
+Haz un primer filtrado y retiro de materia (hollejos y levadura). Utilizar un colador y, posteriormente, con un
embudo y algodón no muy apretado, pues no se requiere filtrado fino. Después coloca de nuevo trampa de aire
y deja reposar 20 días más.
+De vez en cuando agita el recipiente, sin destaparlo.
+En mi caso, 20 días después revisé el grado Brix, el cual quedó con 16 Bx,
con una riqueza estimada de 13% Vol. de alcohol. NOTA: no siempre con
levdura panadera se consigue esta graduación.
+Haz trasiego a otro envase con un filtrado fino, con algodón apretado al
ducto del embudo. Filtrará toda la noche, hay que tener paciencia. NOTA:
según algunos compañeros del grupo, este paso podría ocasionar un exceso
de oxidación, por lo que recomiendan trasegar sin el filtrado fino.
+Degusta y comparte con nuestros amigos y seres queridos.
+¡¡¡SALUD!!!
VINO DE UVA 3
AUTORÍA: Zeta Nox, desde Cuernavaca, México.
Uva, Vitis vinifera, Grape.
Y recuerda,
cuando recolectes flores:
¡no arranques,
corta y cultiva!
VINO DE HOJAS Y
SEMILLAS DE AGUACATE
Autoría: Magaly Díaz Ávila (Sophía Magaly), desde Cárdenas, Cuba.
INGREDIENTES: 20 litros de agua; 4 semillas de aguacate; 4 ramilletes de hojas de aguacate; 15 libras (7,5 kg)
de azúcar morena; 3 cucharadas de levadura granulada.
NOTA: En mi caso hago cuatro tés de 5 litros cada uno, me viene mejor, pero si tienes una olla de 20 litros y
fuego adecuado, puedes hacerlo todo a la vez.
+Antes de comenzar ten a tu disposición todo en perfectas condiciones higienicosanitarias, así como tu lugar
de trabajo.
+Calienta el agua mientras lavas y cortas las hojas y sacas las semillas de los aguacates.
+Cuando el agua hierva, echa hojas y semillas en el agua y déjalos allí cinco minutos. Verás que el agua adqui-
ere el color del vino tinto.
+Ya sin fuego, añade el azúcar a la infusión y remueve, para que el azúcar se disuelva.
+Vierte todo en el fermentador, en mi caso un botellón de cristal, cuidando de que quede libre una quinta par-
te para que, si la fermentación fuera muy fuerte, no se te desborde.
+Cubre con una tela negra el fermentador, para que al mosto no llegue la luz.
+Cuando el mosto haya bajado su temperatura a unos 35 grados centígrados, añade la levadura y revuelve
hasta que veas que comienza el burbujeo.
+Tapa el botellón con una gasa, para que no entren insectos.
+Al cabo de unos días, cuando la fermentación sea más tranquila, rellena con el resto del agua el espacio libre,
para que no quede aire en el fermentador, y vuelve a tapar.
+Déjalo reposar entre 30 y 45 días en un lugar fresco.
+Embotella sifonando con una manguera que no toque el fondo.
+Puedes aprovechar la semilla retirando la capa exterior y lavándola, es rica en taninos y tiene propiedades
afrodisíacas para los hombres.
+SALUD!!!
VINO DE LILAS
Autoría, Ashley Adamant
INGREDIENTES: 50 flores de marpacífico, de las que se utilizan solamente las partes rojas; 13 o 14 libras (6
kg) de azúcar moreno; tres cucharadas rasas de levadura panadera; 17 litros de agua sin cloro.
+Asegúrate de tener todo lo que vas a necesitar a tu alcance y en buenas condiciones higienicosanitarias.
+Hierve brevemente las flores y cuela el agua, que llevarás a tu fermentador.
+Disuelve el azúcar en esa agua todavía caliente.
+Añade agua hasta llenar el porrón.
+En un vaso aparte de agua templada y azucarada activa la levadura. Cuando veas que burbujea, la añades al
mosto y revuelve bien.
+Tapa con una java de nylon, que se fija a la boca del porrón con precinto y una cuerda, para hermetizarlo (en
el proceso de fermentación ésta se infla, haciendo las veces de la trampa de gas).
+Ten el mosto 30 días en reposo, para la fermentación, pasado este tiempo decanta el vino y clarifica con agar-
agar u otro procedimiento de clarificación.
+Embotella a tu gusto y degústalo bien frío.
+¡¡¡SALUD!!!
VINOS MIXTOS
En este recetario llamamos “vinos mixtos” a los elaborados con más de un vegetal como materia prima princi-
pal. Por ejemplo, los que entre sus ingredientes tienen más de un 20% de manzana y fresa, respectivamente, o
de calabaza y uva, o de...
No contamos como ingredientes pricipales aquellos que nos sirven para aromatizar (canela, hierbas, cáscaras
de cítricos...).
Las combinaciones posibles, por tanto, son innumerables. El sentido común nos orientará sobre las mejores
mezclas: por ejemplo, una fruta muy acuosa, como la sandía, quizá vaya bien con otra muy pastosa como la
banana (o no...).
Un componente alcalino, como el jugo de limón, quizá necesite mezclarse con una fruta mayoritariamente
ácida, como la piña
Ante ese panorama, quizá te venga bien conocer esta clasificación:
Antes de hacer florituras y convertirte en un virtuoso, quizá te convenga comenzar a combinar de la forma más
simple: en ese sentido, lo ideal es que puedas mezclar frutas dulces con otras dulces, semidulces o neutras.
Lo mismo sucederá con las frutas ácidas, que puedes combinar con otras ácidas, semiácidas o neutras. Para
mayor claridad acerca de aquellas mezclas que no deberías intentar, tomemos como ejemplo la papaya con el
limón o la guayaba con el plátano: son mezclas que provocan demasiada acidez.
Hasta ahora solo hemos puesto ejemplos de frutas, pero
también se pueden emplear verduras y cualquier otra
clase de vegetales.
Otro factor a tener muy en cuenta es el grado de azúcar
que cada componente tiene. En ese sentido, quizá sea
buena idea combinar una fruta o raíz muy dulce con otro
componente que apenas lo sea.
Como decíamos al principio, las combinaciones son tan
numerosas como te permita la imaginación. No sería
extraño que al cabo de una pocas ediciones más, los vinos
mixtos ocupen en este recetario un espacio tan extenso
como el de los vinos de un solo componente.
Es importante experimentar y también que entre los com-
ponentes del grupo compartamos las experiencias (buena,
malas y regulares).
¡¡¡SALUD!!!
VINO DE CAFÉ Y CHÍCHAROS
Autoría: Abdel Alfonso, desde Cuba.
Los chícharos son conocidos en otros lugares por el nombre de guisantes.
INGREDIENTES: PARA UNOS 20 LITROS DE VINO DE CAFÉ Y CHÍCHAROS: 12 onzas de café en polvo
(unos 350 gramos); 5 anises estrellado; 1,5 libras de chícharos (unos 750 gramos); 10 libras de azúcar prieta
(unos 4,5 kg); 5 litros de agua sin cloro para empezar, y otros 15 para la segunda fermentación; 1 cucharadita
de sal; 3 cucharadas soperas rasas de levadura panadera.
+Asegúrate de tener todo a mano e higienizado, antes de comenzar tu elaboración.
+Lleva al punto de hervor el café en polvo y el anís estrellado, e inmediatamente apaga el fuego.
+Echa la mezcla caliente en el fermentador primario (una tanqueta de 10 litros), con 1,5 libras de chícharos.
+Añade el azúcar a la mezcla y revuelve, para que se disuelva.
+Añade una cucharadita de sal y revuelve.
+Cuando la temperatura de la mezcla descienda a 30 grados centígrados añade las 3 cucharadas soperas rasas
de levadura.
+Tapa firmemente con una tela y revuelve la mezcla con energía (para oxigenar) los 3 primeros días.
+Al noveno día cuela la mezcla, para dejar atrás los sólidos, y trasvasa a un botellón de vidrio con borboteador
(trampa de aire). En este experimento/receta, el botellón fue de 20 litros. Si el botellón es de más capacidad,
añade suficiente agua como para que haya el mínimo aire en el recipiente. Si es de menos, la segunda tanda de
agua debe ser menor. Si no tienes botellón de 20 litros puedes repartir el mosto a partes iguales entre los recipi-
entes que tengas y luego añadir agua en cada uno de ellos, que estarán con trampa de aire.
+Mantenlo en reposo 40 días y trasvasa filtrando. En este filtrado y trasvase intenta que el vino tenga el míni-
mo contacto con el aire.
+Puedes mantenerlo más tiempo (dos meses estaría bien) guardado, o embotellarlo ya y mantenerlo en frío.
¡¡¡SALUD!!!
NOTA: SI PUEDES DISPONER DE MÁS CHÍCHAROS Y CAFÉ, PUEDES AUMENTAR LA PROPORCIÓN
DE ESTAS DOS MATERIAS PRIMAS.
VINO DE FRESA Y RUIBARBO
AUTORÍA: Antonio Ballesteros, desde Uruguay, basado en unos apuntes que segura-
mente son de Jack Keller.
Fresa-Ruibarbo es una gran combinación. El ruibarbo tiene su propio sabor, que
es muy agradable y puede ser extremadamente suave cuando se envejece un año.
Pero el ruibarbo tiene la extraña habilidad de tomar el sabor de cualquier cosa
mezclada con él, sin competir con la mezcla ni dominarla como lo harán otros vi-
nos. Las proporciones de cada uno son realmente una elección personal. Una vez
que encuentre la proporción que mejor le sepa, siga adelante y mezcle cantidades
mayores en ésta..
La fresa tiene una acidez de baja a media y el ruibarbo la tiene bastante alta, por lo
que los dos fermentan bien juntos. La receta a continuación aprovecha este hecho,
pero incluye un poco de concentrado de jugo de uva blanca para darle cuerpo.
INGREDIENTES PARA UNOS 4 LITROS DE VINO DE FRESA Y RUBARBO: 4 libras (2 kg) de fresas madu-
ras recién recolectadas (o congeladas); 2 libras (1 kg) de tallos de ruibarbo rojo frescos (o congela-dos); 1 taza
(125 mL) de concentrado congelado de jugo de uva blanca; 3 litros de agua sin cloro; 1 kg de azúcar finamente
granulada; 1 cucharadita de ácido cítrico (en su defecto, jugo de 2 limones); ¼ de cucha-radita enzima péctica;
1/8 cucharadita de tanino en polvo (en su defecto, infusión de 100 gr de té negro); 1 tableta Campden tritura-
da; 1 cucharadita nutriente de levadura; 1 sobre de levadura de vino Red Star Côte des Blancs, u otra similar.
+Asegúrate de cumplir con todos los requisitos sanitarios y de tener a mano y en buenas condiciones todos los
ingredientes, herramientas y utensilios que vayas a necesitar.
+Recorta todas las hojas del ruibarbo. No peles, límpialo y córtalo en trozos delgados de medio centímetro.
+Coloca las rodajas en el fondo del fermentador primario y espolvorea el azúcar uniformemente sobre ellas.
+Cubre con un paño limpio y deja reposar 24 horas. El jugo del ruibarbo habrá convertido en gran parte el
azúcar en un almíbar.
+Con una cuchara o espátula desinfectada, coloca las rodajas de ruibarbo en una bolsa de maceración que
contenga también las fresas (en rodajas si están frescas, o descongeladas y picadas si están congeladas).
+Ata y cierra la bolsa y colócala en tu fermentador.
+Agrega todos los ingredientes restantes, excepto la enzima péctica y la levadura.
+Cubre el fermentador primario durante 12 horas con una tela o gasa que deje entrar aire pero no insectos.
+Pasado ese tiempo, agrega la enzima péctica y revuelve.
+Vuelve a tapar y deja reposar otras 12 horas.
+Revuelve el mosto para que todo el azúcar se disuelva.
+En una taza con agua templada y azucarada, activa la levadura. Cuando burbujee, y antes de que desborde el
vaso, añádela al mosto, revuelve y tapa de nuevo con la tela.
+Golpea la tapa dos veces al día durante 5 o 6 días.
+Retira la bolsa de maceración y deja que escurra por goteo (no aprietes) durante al menos 30 minutos.
+Trasiega tu mosto a los fermentadores secundarios (con borbo-teador o trampa de aire), rellenando con agua
si es necesario, para que no quede casi nada de aire.
+ Vuelve a trasvasar cada 6 semanas, hasta que el vino esté claro y ya no tenga sedimentos.
+Estabiliza y endulza a tu gusto, si lo deseas. Si tras endulzar ves que no se reanuda la fermentación en 30 días,
embotella tu vino. Lo puedes guardar de 3 a 6 meses, pero no más de un año.
¡¡¡SALUD!!!
VINO DE FRESA Y MANZANA
AUTORÍA: Vinicio Atp De Los Santos, desde Santo Domingo (República Domin-
icana)
Manzana y fresa; apple and strawberry
INGREDIENTES: 20 litros de agua; 2 libras (1 kg) de pasas; 5 libras (2,5 kg) de café en granos; 15 libras (7,5
kg) de azúcar morena; 3 cucharadas de levadura granulada.
+Antes de comenzar ten a tu disposición todo en perfectas condiciones higienicosanitarias, así como tu lugar
de trabajo.
+Calienta 5 litros agua y, mientras, descascarlla los granos de café.
+Cuando el agua hierva, echa las cáscaras y las pasas en el agua y déjalos allí cinco minutos.
+Deja enfriar y filtra el agua, si es posible con una tela, estrujando, para que las pasas dejen en el mosto todo su
sabor.
+Con el agua todavía templada añade el azúcar a la infusión y remueve, para que se disuelva.
+Al tiempo activa la levadura en un vaso con agua y azúcar y cuando comience a burbujear lo añades al mosto
y revuelve bien.
+Vierte los líquidos en el fermentador, en mi caso un botellón de cristal, y añade el resto del agua cuidando de
que quede libre una quinta parte para que, si la fermentación fuera muy fuerte, no se te desborde.
+Cubre con una tela negra el fermentador, para que al mosto no llegue la luz.
+Cuando el mosto haya bajado su temperatura a unos 35 grados centígrados, añade la levadura y revuelve
hasta que veas que comienza el burbujeo.
+Tapa el botellón con una gasa, para que no entren insectos.
+Al cabo de unos días, cuando la fermentación sea más tranquila, rellena con el resto del agua el espacio libre,
para que no quede aire en el fermentador, y vuelve a tapar.
+Déjalo reposar entre 30 y 45 días en un lugar fresco.
+Embotella sifonando con una manguera que no toque el fondo.
+Este vino queda entre seco y dulce, porque las pasas aportan mucho dulzor. Si lo quieres más seco echa un
poco menos de azúcar.
+Puedes aprovechar los granos de café tostándolos y moliéndolos.
+SALUD!!!
VINO DE UVA Y PIÑA
(receta experimental)
Autoría: Michell Alcántara Báez, desde Cuba.
INGREDIENTES: 18 litros de agua; 8 libras (4 kg) de uva (mejor si es blanca); 10 libras de azúcar;
OPCIONAL: 1 cucharada sopera de levadura. Esto es opcional porque puedes probar a que se activen las
levaduras de la cáscara de las uvas o la piña, o ambas, y solo utilizarla si ves que al tercer o cuarto día tu mosto
no fermenta.
NOTAS: Si tuvieras abundancia de uvas, lo ideal sería que sustituyeras todo (o el máximo que puedas) el agua
por puro jugo.
En esta receta se trata de complementar el cuerpo que le da la uva al mosto con la acidez de la piña. Las pro-
porciones, después de ver cómo sale, podrían variar, y tienes todo el derecho a hacerlo.
+Antes de comenzar la elaboración prepara los ingredientes y utensilios que vayas a necesitar, perfectamente
higienizados.
+Corta la piña en trozos y échalos al fermentador, incluida la cáscara.
+Con los medios que tengas, estruja todo lo que puedas las uvas, para extraer el máximo de su jugo.
+Vierte el jugo al fermentador, así como también los sólidos que te hayan quedado tras estrujar (cñascaras,
semillas, incluso la parte más sólida de los racimos).
+Vierte los 18 litros de agua en el fermentador, asegurándote de que queda libre al menos 1/5 de su capacidad,
con el fin de evitar que, en el caso de que la fermentación sea muy fuerte, se desborde.
+Añade el azúcar y revuelve un buen rato, hasta comprobar que la mezcla ha quedado homogénea y sin azúcar
en el fondo.
+Si vas a activar levadura, es el momento: hazlo en un vaso de agua templada, con un poco de azúcar, y re-
vuelve bien para que se confunda con el mosto y las levaduras comiencen a actuar.
+Cuando veas que burbujea, espera unos minutos y luego añade la levadura al mosto.
+Revuelve bien, para que las levaduras se repartan bien y el mosto se oxigene.
+Coloca el borboteador o trampa de aire y deja reposar 12 días (si la temperatura es alta, menos; si hace frío,
más días).
+Cuando veas que el burbujeo se tranquiliza, pasa el mosto a un recipiente en el que no quede aire y vuelve a
poner el borboteador.
+Mantén tu vino en umn lugar fresco y oscuro, queremos que pierda su posible acidez.
+Tras esos 40 días, pruébalo, lo esperado es un vino semidulce, pero....
+Recuerda que esta es una receta experimental, no está todavía contrastada, así que ahora tienes la oportuni-
dad de mejorarla: ¿le falta dulzor, está demasiado seco, se nota el contraste entre la piña y la uva, predomina el
de alguna de las dos, necesita clrificación..?
+Tras probar, haz los ajustes que creas necesarios y embotella.
+¡¡¡SALUD!!!
VINAGRES
Vinagre, vinum acre (vino agrio), vinegar.
El vinagre (del latín «vinum acre», «vino agrio») es un líquido que se puede mezclar con el agua, con sabor
agrio, que proviene de la fermentación acética del alcohol mediante las bacterias Mycoderma aceti.
El vinagre contiene una concentración que va del 3% al 5% de ácido acético en agua.
Los vinagres naturales también contienen pequeñas cantidades de ácido tartárico y ácido cítrico.
Desde hace milenios, los apicultores aprovechaban sus mieles defectuosas para elaborar vinagres. Lo mismo les
ha sucedido innumerables veces a los elaboradores de vinos, ya que es muy fácil que la fermentación alcohólica
se transforme en acética, trastocando los planes iniciales del artesano.
Los vinagres se pueden hacer, al igual que los vinos, de casi cualquier materia prima vegetal, aunque los más
populares son los vinagres de manzana y uva. Como ejemplo, cada país tiene variedades diferentes de vinagre:
de vino, el aceto balsámico, de sidra, el vinagre de Jerez, el de Oporto, el de arroz, el vinagre criollo, procedente
de la fermentación aeróbica del plátano...
El empleo del vinagre en gastronomía es factible que esté ligado al comienzo de la elaboración de bebidas al-
cohólicas. En aquellos tiempos es posible que alguien se diera cuenta de lo adecuado de su empleo como con-
servante. El primer testimonio escrito del empleo del vinagre viene del Imperio romano: el gastrónomo Apicio
(contemporáneo del emperador Tiberio) y autor del libro de cocina más antiguo que se conoce en la cultura
occidental, De re coquinaria, presenta recetas que emplean vinagre.
Tradicionalmente el vinagre procedía de los toneles de la producción del vino que se agriaba o se ponía malo.
La expresión enológica es: “El vino se picaba”, es decir, comenzaba a transformarse en vinagre. Esto ocurría
espontáneamente bien en una bota o se le subía de acidez al vino embotellado, de esta forma se retiraba y se
empleaba para vinagre. El fenómeno concreto de la producción del vinagre no fue explicado sino hasta el año
1864, por el científico Louis Pasteur.
El vinagre proviene de la actividad de las bacterias Mycoderma aceti, que realizan la reacción química de
fermentación del alcohol etílico (vino) a ácido acético (vinagre). Para que ocurra esta transformación deben
existir las condiciones apropiadas de acidez pH, concentración del alcohol y nutrientes (proteínas en el vino).
Cuando se produce la actividad de las mycoderma aceti se forma una piel en la superficie exterior del vino, con
la intención de ir tomando el oxígeno del aire y convertir el alcohol en vinagre, el fin del proceso resulta cuan-
do ya no hay una concentración alta de alcohol en el vino.
Al igual que vinos y licores, los vinagres, independiente-
mente de su origen, pueden aromatizarse con hierbas y
especias, lo que les hace polivalentes para múltiples usos
gastronómicos.
Al ser tan próxima con la de los vinos la forma de elaborar
los vinagres, pensamos que es una buena idea incorporar
algunas recetas de vinagre a este recetario. Gracias a Jorge
Pérez por decidirse a compartir con el grupo su experimen-
to/receta, y a Lu González por guiarle en el proceso.
VINAGRE DE GROSELLA ROJA
CON FRAMBUESA
Grosella Roja con Frambuesa; red currant with raspberry
Autoría: Jorge Pérez, un vasco en Hameenlinna, Finlandia, guiado por
Lu González, desde Argentina.
INGREDIENTES: 1 kg de miel; 3 litros de agua sin cloro; 5 g de levadura de vino (o panadera, en caso de que
no tengas la anterior); OPCIONAL: 200 ml de vinagre de vino.
INGREDIENTES para 20 litros de vinagre de plátanos burro: 17 litros de agua sin cloro; 6 libras (3 kg) de azú-
car crudo; 6 libras (3 kg) de plátano burro bien maduro; 2 cucharadas soperas de levadura.
+Prepara el fermentador, que puede ser un garrafón de vidrio con capacidad para 20 o más litros.
+Elige los plátanos burro más maduros, aunque no pasa nada si hay algunos verdes.
+Trocéalos y échalos al fermentador.
+Cúbrelos con el azúcar.
+Vierte sobre lo anterior el agua, pero reserva un poco para la levadura.
+Activa la levadura y, cuando comience a burbujear, lo añades a la mezcla y remueves, para que se homogene-
ice todo y el azúcar se disuelva.
+Tapa la boca del fermentador con una tela.
+Remueve dos o tres veces la mezcla cada día, durante la primera semana, y siempre vuelve a tapar.
+Al cabo de una semana déjalo reposar hasta contar dos meses.
+No le pongas bosboteador (trampa de aire), no es un vino.
+Después de esos dos meses tu mosto ya se debe haber transformado en vinagre.
+Envásalo.
+DISFRÚTALO!!!
CREMAS Y LICORES
Los licores (del latín liquor) son compuestos líquidos alcohólicos aro-
matizados y dulces conseguidos por destilación o por la maceración de
materias sólidas en un líquido, que puede ser agua o alcohol de difer-
entes graduaciones. Históricamente, los licores derivan de las hierbas
medicinales, generalmente preparadas por monjes, como los benedicti-
nos.
El contenido de alcohol de un licor no es una característica distintiva del mismo, la mayoría de los licores
tienen menos grados alcohólicos que bebidas alcohólicas como los aguardientes, pero algunos licores pueden
tener hasta 70 grados (como la Centerba degli Abruzzi).
Una de las características que distinguen a los licores de los vinos es que estos últimos son el resultado de un
proceso (la fermentación de vegetales), y los primeros son el resultado de la mezcla de una destilación (recor-
demos que destilar es separar el alcohol de otros líquidos, por ejemplo el agua) con un jarabe, generalmente
dulce. Se podría decir que primero hay que hacer vino (de lo que sea) y luego destilarlo y mezclarlo con un
jarabe.
Es decir, tanto el contenido de alcohol como el de azúcar son variables. La diferencia entre cremas y licores
estriba en que las primeras tienen contenido de azúcar mínimo de 250 gramos por litro y los segundos de 100
gramos.
El grado mínimo de un licor será de 15% vol, es decir tendrá como poco 15 grados de alcohol, aunque lo habit-
ual es que esté en un rango de los 25° a los 40°. Por ejemplo, se puede hacer una maceración en aguardiente de
hierbas o frutos, que a veces son endulzados con sacarosa, azúcar de uva, mosto de vino o incluso miel.
“Macerar” significa, a estos efectos, extraer algunas cualidades de un sólido (fruto, semilla, hierba…) para
transferirlas al líquido.
Por ejemplo, utilizamos fresas, manzanas, flores, cáscaras, semillas, vainas, hierbas, hojas, etc., y las maceramos
en aguardiente, orujo, vodka, ron,
etc.
Así pues, el producto sólido (fresas,
semillas, etc.) tiene una serie de
compuestos solubles que al contac-
to durante un cierto tiempo con el
líquido (aguardiente, vodka, alcohol
etílico puro, etc.), logra extraer toda
su esencia sin alterarla el sabor, color
natural, aromas y propiedades.
Las bases líquidas más utilizadas son
los aguardientes y los vodkas, porque
son los destilados más neutros, pero
no exclusivamente. En los países
donde se vende alcohol de 96° de uso
comestible (o potable), también sirve
como base, directamente o rebajado.
CREMAS Y LICORES
En este segundo caso hay que utilizar marcas reconocidas y de calidad: es suicida (literalmente) utilizar alco-
holes baratos y de procedencia desconocida.
La ventaja de utilizar una base neutra y con pocos matices olorosos y aromáticos hará más fácil la incorpo-
ración de los sabores que queremos transferirles de los sólidos. Claro que también se pueden hacer licores con
el whisky o el coñac, o con la ginebra o el ron, pero sabiendo que con ellos partimos de una base líquida con
un sabor propio y característico.
Lo mismo sucede con el color: al usar destilados blancos el color de nuestro licor será el color natural del pro-
ducto solido que utilicemos. Por ejemplo, si hacemos un licor de fresas nos saldrá un color rojo espectacular.
Pero no hay que confundir lo que sería el “nombre propio” de un licor con los aromas que le añadimos. Por
ejemplo, podemos haber elaborado un licor de café, pero podemos añadirle aromas a canela, o a vainillas, etc.
Aunque no es lo idóneo, además de por maceración, el licor (si lo queremos hacer rápidamente) se puede
hacer licuando el sólido y mezclándolo con la base líquida que elijamos: por ejemplo, licuamos 1 kg de fresas y
lo mezclamos con medio litro de vodka.
Los tiempos de maceración dependen de la graduación alcohólica de la base líquida: si el alcohol que vas a uti-
lizar tiene 12°, el proceso (tiempo) de maceración que pone en la receta lo tendrás que alargar al doble aproxi-
madamente, ya que con esa graduación tardaría más en hacer una extracción adecuada de los sólidos.
Por el contrario, si la graduación es de 50º o 60º, puedes hacer una maceración más corta.
En cuanto a los cálculos, son simples propor-
ciones: por ejemplo, si utilizas una base líquida de
1 litro de aguardiente de 40 grados, y lo mezclas
con 1 litro de jarabe de azúcar, el licor resultante
tendrá 20°.
Una cuestión importante es el filtrado: nos tiene
que quedar totalmente limpio, es decir, que no
quede ninguna partícula en suspensión o turbi-
dez quede turbio. En ocasiones habrá que filtrar
varias veces. Aunque parezca una pesadez, no
dejes de hacerlo, debes ser muy exigente en esto.
En cuanto al lugar donde macerarlos, hay que
usar la lógica: no dejarlos a pleno sol o en lugares
calientes, húmedos o muy fríos.
Otra cuestión vital es la caducidad: aunque al ser
su base el alcohol nos garantiza larga duración, en
caso de que notes un olor o un sabor raro no te
juegues, tíralo y haz otro: con la salud no se juega.
Caso aparte son los licuados, de los que hablamos
antes, o los compuestos que incorporan leche,
huevos o jugos de fruta: esos no son para conser-
var sino para consumirlos rápidamente.
CREMAS Y LICORES
UTENSILIOS QUE NECESITAMOS
Los frascos o botes deben ser de cristal, deben tener una tapa (la tapa sí puede ser de plástico) que cierre
herméticamente, para que haga el vació dentro del frasco. Si los frascos han tenidos antes algo dentro, hay que
estar completamente seguros de haberlos sanitizado por completo, no tanto el frasco (que al ser vidrio se lim-
piará bien) sino sobre todo la tapa.
Medidores: nos vale cualquier medidor de líquido y gramos, jarras con medidas, vasos con medidas, cualquier
peso de cocina, etc. Viene también muy bien una balanza de precisión.
Filtros pueden ser los de papel de café, filtros de tela, embudos con tela, etc., incluso coladores (eso sí, de
aluminio, no de hierro). Y por último utensilios ya tenemos en nuestra cocina, como cazos, cucharas, colador,
embudo o cuchillos, pero siempre muy bien lavados y sanitizados.
JARABE DE AZÚCAR
Este es el último paso para elaborar nuestros licores será añadirle el jarabe de azúcar, que simplemente es agua
y azúcar. Es básico que el agua sea de calidad, si la del grifo no es muy buena la compramos embotellada, o la
hervimos. En cuanto al azúcar, usarla blanca o morena no cambia el sabor, aunque sí el color. Sí te cambiará el
sabor si usas edulcorante: no es recomendable usarlos, pero tú decides.
Volviendo al azúcar, las cantidades que hay que añadir de él al macerado dependerán de cada receta, pue-des
variarlas dependiendo de tus gustos, más dulce o menos. Siempre se hace igual, la cantidad de agua que marca
la receta la echamos a un cazo y lo ponemos al fuego: cuando empiece la ebullición lo bajamos a fuego lento,
empezamos a echar el azúcar y con una cuchara removemos. El azúcar se disolverá en pocos minutos y ya lo
tenemos.
Es muy importante que no quede ningún tipo de grumo en el jarabe, que esté totalmente transparente. Ade-
más de aportamos el dulzor necesario para nuestro licor, nos da brillo y espesor y nos baja la graduación
alcohólica. El jarabe se añade después de que se haya filtrado el macerado, nunca antes. ¿Cómo lo hacemos?
Es sencillo, se añade directamente al macerado y revolvemos. Ya está. Eso sí, hay que añadirlo a temperatura
ambiente.
Luego lo puedes dejar reposar unos días o consumirlo ya: como te guste. ¡¡¡SALUD!!!
CREMA IRLANDESA
Autoría: Vidrio Luna Sara, desde México.
INGREDIENTES: Medio litro de leche entera; una lata pequeña de leche condensada (390 gr); media lata (150
ml) de clavel, es leche evaporada sin azucarar; una cucharadita cafetera de café en polvo; una cucharadita y
media de cocoa en polvo; una cucharada sopera y media de maicena natural; 1 cucharada de café de vainilla;
100 mililitros de whisky.
+Calienta 1/2 litro de leche entera y separa 100 ml. El resto (400 ml) de la leche mézclala con la media lata
de leche sin evaporar y con la leche condensada. Debes batir con energía para que se mezcle bien y no ha-ya
grumos.
+En los 100 ml de leche restantes diluye la maicena y los polvos de café y cacao.
+Ya con el fuego apagado pero con la mezcla caliente, sin dejar de batir (ya no tan enérgicamente) añade la
maicena, el café y la cocoa en polvo.
+Más tarde, ya en frío, añade el whisky y la vainilla. Mezcla todo y deja reposar en frío, hasta servir.
¡¡¡SALUD!!!
+NOTAS: Si ves que quedó demasiado denso, o azucarado, añade con cuidado leche entera.
Si quieres que esté más fuerte, añade un poco más de whisky, cuidando que no tape el sabor del resto de ingre-
dientes.
Puedes servirlo con una hoja de menta y un par de cubitos de hielo.
GUINDADO A LA MIEL
(Dedicado a mis tías Olga y Ernesta, y a mi abuela Inés, estén donde
estén).
Autoría: Enólogo Pablo A. Maessen, desde Mendoza (Argentina).
INGREDIENTES PARA 2 LITROS: 500 gr de miel, 750 cc de agua; 1 litro de alcohol etílico de uso alimenticio
de 96%.; 1 kg de guindas.
+Asegúrate de que tienes todos los ingredientes a mano y en perfectas condiciones higienicosanitarias.
+Lava las guindas en un recipiente con agua y deja escurrir de forma natural.
+Añade el jarabe (ya frío) al frasco donde están las guindas y deja que continúe la maceración durante 15 días
más.
+Pasado ese tiempo, filtra con filtro de papel y sirve en pequeñas copitas, con una guinda para decorar.
¡¡¡SALUD!!!
LICOR DE CAFÉ
Autoría: Alcides Rafael Castilloaponte, desde Venezuela, a petición de Cristina
Gómez y otros muchos.
NOTAS:
De Israel Pala-Rosas:
“Se puede especiar al gusto con
clavo, pimienta o cáscara seca
de naranja en vez de la canela,
mante-niendo la vainilla”.
De Alcides Rafael Castilloapon-
te: “Particularmente me gusta la
mezcla de vainilla y naranja y/o
lima (este último es un cítrico
suave), yo uso una vodka, o gin
bueno”.
LICOR DE NARANJA
A LA MIEL
Autoría: Enólogo Pablo A. Maessen, desde Mendoza (Argentina).
INGREDIENTES PARA 1 LITRO DE LICOR DE NARANJA A LA MIEL: 3 naranjas; 450 gr de miel; 2 vasos
de whisky (300 ml); 2 vasos de ginebra (300 ml); 300 cc de agua; 1 chaucha de vainilla.
El licor de ratafía es de origen italiano y fue adoptada en monasterios catalanes. Tiene alta graduación y sirve
para acompañar las sobremesas, dado que sirve como digestivo. La receta más antigua que se conoce data de
1842. El nombre de ratafía parece que viene de una expresión en latín, “rata fiat”, que significa “así sea”, y por
ello se utilizaba para acordar un trato.
El sabor dulzón del licor de la ratafía se debe a su elaboración a base de la maceración de frutos, hierbas o
especias en un alcohol base, que suele ser aguardiente, ya sea neutro o anisado.
La ratafía catalana típica incluye nueces verdes, especias (canela, clavo, anís estrellado y nuez moscada) y
hierbas aromáticas secas tales como la salvia, la hierba luisa, el tomillo, la menta, la albahaca, etc. recogidas
normalmente en San Juan, a finales de junio (hemisferio norte) cuando se considera que disponen de mayor
intensidad aromática.
La ratafía es una bebida conocida entre varios países del Mediterráneo, pero la catalana es una de las más fa-
mosas. Ésta dispone del sello de Indicación Geográfica Protegida desde 1989 y es especialmente representativa
en la localidad de Santa Coloma de Farners, donde se celebra la Feria de la Ratafía desde 1982, aunque también
puede degustarse en algunas localidades de Aragón.
INGREDIENTES PARA 1 LITRO DE LICOR DE RATAFÍA.
100 gr de nueces verdes; manojos de hierbas que estén floreciendo en el lugar en ese momento: hierbabuena,
hierbaluisa, albahaca, manzanilla, menta, salvia, clavo, anís, pétalos de rosa, malvasía, romero…; piel de 1
limón y 2 naranjas (sin sus partes blancas); 500 ml de alcohol vegetal de 96°; 400 gr de azúcar; 400 ml de agua.
NOTA 1: si no encuentras alcohol vegetal lo puedes sustituir por un aguardiente o vodka. NOTA 2: si no tu-
vieras a mano nueces verdes podrías sustituirlas por nueces secas, avellanas o almendras.
+Recolecta manojos de las hierbas aromáticas que estén floreciendo cerca de donde tú vives, además de las
nueces.
+Llena hasta la mitad con alcohol un recipiente de vidrio transparente (puede ser una damajuana) de 2 litros, e
introduce en él las nueces, las hierbas aromáticas y las especias, hasta completar su capacidad.
+Tapa la damajuana con una gasa limpia, para evitar que entren insectos, y afiánzala bien porque deberá estar
un mínimo de 40 días a la intemperie.
+Deja reposar día y noche la damajuana en un lugar donde le dé el sol veraniego pero no la lluvia, un mínimo
de 40 días y un máximo de 2 meses.
+Remueve la mezcla un par de veces a la semana.
+Filtra el alcohol (déjalo escurriendo un buen rato) y resérvalo.
+En una cacerola calienta el agua y añade el azúcar removiéndolo hasta que se disuelva.
+Deja la mezcla enfriar.
+Vierte el jarabe de azúcar ya frío en el recipiente donde tienes el alcohol.
+Filtra para envasar tu licor, ahora con tapa hermética, en una barrica de madera o en una botella de vidrio
transparente, para que se aprecie bien el color.
+Mantenlo en un lugar oscuro y fresco durante 3 meses.
+Al cabo de esos tres meses disfrútalo, si es posible en buena compañía y siempre con moderación.
+¡¡¡SALUD!!!
TEPACHES
El tepache es una bebida fermentada originaria de México. Normalmente tiene un muy bajo nivel alcohólico
por su forma de elaboración (menos de 1% Alc. Vol.).
Su gusto recuerda a la cerveza, pero es dulce. La palabra tepache proviene del nahuatl tepiatl (bebida de maíz),
que es una conjunción de las palabras tepitl (maíz tierno) y de atl (agua).
La costumbre de elaborar esta bebida con maíz se continúa en varias comunidades, sobre todo indígenas, de
México, como en los estados de Oaxaca, Querétaro, Guerrero, Puebla, Chihuahua, Sinaloa, Sonora, San Luis
Potosí, Veracruz, Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco, Chiapas , Morelos, Baja Califor-nia y Jalisco,
donde con un nivel alcohólico mayor, se empleaba para los cultos religiosos de los mayas.
El tepache, en la actualidad, se obtiene adicionalmente por la fermentación del jugo y la pulpa de varios tipos
de frutos dulces como piña, guayaba, manzana, tuna o naranja el cual se deja fermentar por varios días. De-
pendiendo de lo azucarada de la mezcla, si se deja fermentar más días se obtienen una bebida con mayor nivel
alcohólico, pero también de mayor amargura y acidez en su gusto.
Esta bebida mexicana es digestiva, probiótica, diurética, refrescante y antioxidante.
Además, contiene vitamina C, que refuerza el sistema inmunológico.
En Cuba, a ese fermento se le llama garapiña, nos dice Jorge de la Torre.
Militza Erceg, desde Tucson, añade que “uno se llama tepache y el otro tesguin, por eso uno se hace con piña y
el otro con maíz”.
Juan Diego Castrillón dice que en Colombia “Le llamamos chicha de piña, aunque sin jengibre”.
Sea como sea, todos coinciden en que está muy rico.
Por gentileza del amigo Luis Alberto Guerra Cruz, adjuntamos un enlace en el que se aprecia cómo lo pre-para
una experta veterana, Doña Brígida, oriunda de Oaxaca.
TEJUINO NAYARITA
Autoría: Saleem Ak’bal Méndez Núñez, desde Valladolid, Yucatán, México.