Plan Tabaco
Plan Tabaco
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CONSEJERÍA DE SALUD
PLAN INTEGRAL DE TABAQUISMO
DE ANDALUCÍA 2005-2010
Sistema Sanitario Público de Andalucía
CONSEJERÍA DE SALUD
ANDALUCÍA. Plan Integral de Tabaquismo
(2005-2010).
Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía
2005-2010 : Sistema Sanitario Público de
Andalucía. - - [Sevilla] : Consejería de Salud
[2005]
105 p. ; 27 cm + 1 CDROM
D.L. SE-5323-05
1. Andalucía. Plan Integral de Tabaquismo
(2005-2010) 2. Planes estatales de
salud-Andalucía 3. Tabaquismo 4. Andalucía
I. Andalucía. Consejería de Salud II. Título
WM 290
ÍNDICE
DECLARACIÓN INSTITUCIONAL DEL CONSEJO DE GOBIERNO DE ANDALUCÍA
ANTE EL PROBLEMA DEL TABAQUISMO ........................................................... 9
PRESENTACIÓN ....................................................................................... 11
I. INTRODUCCIÓN ................................................................................................ 13
-5-
II.5. Necesidades y expectativas de la población andaluza en relación ................. 40
con el abordaje del tabaquismo.
V. RESUMEN ................................................................................................ 93
-6-
Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
Tabla 5 Edad media de inicio en el consumo de tabaco por sexo y grupos de edad.
Andalucía. 1999-2003 ...................................................................................... 22
Tabla 9 “Dos motivos principales que le llevaron a dejar de fumar”, según sexo.
Andalucía 1999-2003. (En %) ............................................................................ 25
Tabla 10 Consumo, abandono y tasa de inicio (%) según sexo y situación laboral.
Andalucía 2003. ............................................................................................... 27
Tabla 11 Consumo, abandono y tasa de inicio (%) según sexo y nivel de renta.
Andalucía 2003 ................................................................................................ 27
Tabla 12 Consumo, abandono y tasa de inicio (%) según sexo y nivel de renta.
Andalucía 2003. ............................................................................................... 28
Tabla 13 Consumo, abandono y tasa de inicio (%) según sexo y clase social.
Andalucía 2003. ............................................................................................... 29
-7-
Tabla 16 Consumo de tabaco por sexo y curso escolar en Andalucía (%).
(‘¿Te has fumado alguna vez un cigarrillo?’). ....................................................... 30
Tabla 21 Mapa de competencias del perfil de coordinador/a de las Unidades de Apoyo. ...... 76
FIGURAS
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
Hoy 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco, una fecha que el Consejo de Gobierno de
la Junta de Andalucía quiere aprovechar para expresar su compromiso firme e inequívoco ante el
tabaquismo, favoreciendo al mismo tiempo el diálogo, la conciliación y el respeto mutuo entre las
personas que fuman y las que no.
En los últimos años, Andalucía se ha situado a la vanguardia de las políticas contra el tabaquismo
en el conjunto del país, con el impulso de numerosas medidas de prevención del consumo de tabaco,
de promoción de los espacios sin humo y de ayuda a las personas que desean abandonar este
hábito. Junto a ello, nuestra comunidad se ha convertido en la primera administración europea en
interponer una demanda judicial a las compañías tabaqueras para reclamar los costes sanitarios
derivados de las enfermedades asociadas al tabaquismo.
Actualmente asistimos a un intenso debate social relacionado con el consumo de tabaco en los
lugares de trabajo y de ocio; debate que coincide con la tramitación de una normativa estatal que,
entre otros aspectos reguladores sobre la venta y el consumo de tabaco, prohibirá fumar, a partir de
enero de 2006, en los espacios cerrados de empresas y administraciones.
Con esta declaración institucional, el Gobierno andaluz manifiesta su clara voluntad política de
favorecer una amplia alianza social para que nuestra comunidad siga creciendo en salud y calidad
de vida. Pero también lo hace desde el profundo respeto a todas las opciones personales, por lo que
el diálogo y la conciliación deben configurarse como el punto de partida para las actuaciones que se
desarrollen en este ámbito.
31 de Mayo 2005
-9-
- 10 -
Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
PRESENTACIÓN
Efectivamente, la Consejería de Salud participa de un gran empeño por afrontar con eficacia los
problemas de salud de mayor prevalencia y considerados prioritarios en nuestra comunidad autónoma
–entre los cuales el tabaquismo es uno de los principales–, para los que viene desarrollando Planes
Integrales, con actuaciones específicamente dirigidas a lograr los mejores resultados posibles para
la salud y la calidad de vida de las andaluzas y andaluces.
En este sentido, el Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía 2005-2010, que tengo la satisfacción
de presentar aquí, constituye un instrumento estratégico con el que desde la sanidad pública queremos
sumar esfuerzos para hacer frente al que constituye, a día de hoy, el problema de salud pública de
mayor magnitud en nuestra comunidad: la epidemia del tabaquismo, causante en Andalucía del
14,6% del total de las muertes y de más de 25 tipos de enfermedades diferentes cada año.
El III Plan Andaluz de Salud, marco de referencia de los planes integrales, otorga un énfasis
especial a las políticas de promoción de la salud, entre las cuales la lucha contra el tabaquismo
ocupa evidentemente un lugar propio. En este sentido, dentro del Plan Integral del Tabaquismo, la
promoción de la salud juega un papel fundamental y se traduce en la conjunción de las estrategias
de prevención y deshabituación previstas en el Plan Andaluz de Prevención del Tabaquismo, con otras
actuaciones adoptadas por la Junta de Andalucía en materia de control de la publicidad de tabaco y
la restricción de su consumo en ciertos espacios públicos.
Por otra parte, y dado que el tabaquismo es un problema con múltiples dimensiones, que exige
una respuesta coordinada e integral y de actuaciones tanto preventivas como asistenciales, el plan
se ha concebido como una herramienta que permita, desde una estrategia global e intersectorial,
el mejor afrontamiento del mismo y permita: integrar las intervenciones más adecuadas en orden
a la prevención en los distintos ámbitos; asegurar una asistencia de calidad, basada en la mejor
evidencia científica disponible; definir y desarrollar acciones sobre grupos modélicos y colectivos en
situaciones desfavorecidas o de especial vulnerabilidad; impulsar la colaboración intersectorial y la
participación de todas las asociaciones que realizan una labor activa; y poner en marcha la formación
e investigación necesarias, garantizando la evaluación, el seguimiento y la comunicación de todas
estas estrategias.
Asimismo, este Plan Integral se plantea como un instrumento de coordinación de las actuaciones
sanitarias y los recursos disponibles, para mejorar la atención a las personas fumadoras al tiempo
que para proteger el derecho a la salud de toda la ciudadanía, sobre la base de potenciar estilos de
vida saludables y promover mejores opciones y alternativas al tabaquismo. Todo ello, por supuesto,
en un clima de conciliación, libertad y respeto mutuo, favoreciendo la participación e implicación de
toda la población andaluza.
- 11 -
Quiero, por último, mostrar mi agradecimiento a las y los profesionales que han integrado el grupo
de trabajo responsable de la elaboración de este valioso documento, así como a las sociedades
científicas, asociaciones ciudadanas, ONGs, agentes económicos, sociales y corporaciones locales,
que han realizado aportaciones imprescindibles para poder culminar este proyecto. De este modo,
han contribuído decisivamente a mejorar la salud de las andaluzas y andaluces, y a construir una
Andalucía más saludable, limpia de humos, en la que se respire mayor bienestar social.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
INTRODUCCIÓN
Fumar causa, de forma directa, enfermedades tales como cáncer de pulmón, trombosis cerebral o
cardiopatía isquémica y acelera, de manera directa e indirecta, procesos degenerativos que aumentan
el riesgo de muerte prematura. Según los datos que aporta la Encuesta Andaluza de Salud 2003,
la prevalencia del tabaquismo en nuestra Comunidad es del 33%. A este hábito se le atribuye el
14.66% del total de las muertes en Andalucía en el año 2002 (el 21.44% de las muertes en hombres
y el 7.31% en las mujeres). Esto quiere decir que alrededor de 10.000 personas mueren anualmente
en Andalucía como consecuencia del consumo de tabaco. En España, la cifra asciende a 55.000
muertes al año, lo que representa el 16% de todos los fallecimientos entre mayores de 35 años.
Esto supone que el tabaquismo origina más muertes que el SIDA, el alcohol, las drogas ilegales y
los accidentes de tráfico juntos.
La Organización Mundial de la Salud considera el tabaquismo como una epidemia que constituye
uno de los principales problemas de la salud pública mundial, ya que, además de las enfermedades,
la pérdida de años de vida y las muertes que indiscutiblemente provoca, los gastos sanitarios que
ocasiona el tabaco representan una carga asistencial adicional para la salud pública. En Andalucía,
el tabaquismo ocasionó al Servicio Andaluz de Salud (SAS), en 1999, gastos de hospitalización
próximos a 135 millones de euros. A nivel nacional se estima que los costes directos derivados
del tabaquismo ascienden a 3.918,44 millones de euros anuales. Según los datos recogidos en
la memoria económica del proyecto de la Ley reguladora de la venta, el suministro, el consumo y
la publicidad de los productos del tabaco, los costes sanitarios directos del tabaquismo suponen,
como mínimo, el 80% de los ingresos recaudados por el Estado por impuestos al tabaco. Si además
se añaden los costes indirectos relacionados con otras enfermedades asociadas al tabaquismo y
las complicaciones que aporta a otros procesos (diabetes, recuperación posquirúrgica...), el nivel de
recaudación no alcanzaría a cubrir los costes ocasionados.
Adicionalmente, hay que resaltar que el humo de tabaco no es dañino sólo para aquellas personas
que lo fuman, sino también para aquellas que lo inhalan involuntariamente por estar expuestas a
él (las denominadas personas fumadoras involuntarias), a las que se les puede causar los mismos
efectos o según los casos, incluso mayores que a los propios fumadores directos. La OMS ha
recalcado, en este sentido, que el humo de tabaco –además de inequívocamente cancerígeno– es
especialmente perjudicial para la población infantil en la que se ha asociado, también, con neumonías,
otitis y asma.
Resulta paradójico el enorme contraste entre el extremado poder adictivo del tabaco (que hace
generar una gran dependencia física y psicológica) o la sofisticada y agresiva maquinaria que ha
venido promocionando su consumo (especialmente entre la población juvenil), con la –hasta ahora–
insuficiente oferta de apoyo para abandonar este hábito o la escasez de medidas para retrasar o
paliar sensiblemente su consumo.
- 13 -
y ayudar a las personas fumadoras a dejar su adicción, 4) crear espacios ”libres de humo de tabaco”,
5) garantizar el cumplimiento de la normativa vigente y 6) promover la investigación, formación e
intercambio sobre la prevención y la intervención en tabaquismo.
- Prevención del tabaquismo en el ámbito escolar, con programas que abarcan distintas
estrategias dirigidas a los centros educativos de enseñanza secundaria, englobándolo dentro
del proyecto de construcción de una Red Andaluza de Escuelas Promotoras de Salud.
- La prevención del tabaquismo en edades jóvenes más avanzadas se abordará a través del
Programa “Forma Joven”, que centra su actividad de asesoría en los espacios docentes y de
encuentro entre los jóvenes.
- Promoción de la salud en el ámbito laboral. Los centros de trabajo son lugares estratégicos
para la promoción de estilos de vida saludables, como se recoge en el VI Acuerdo de
Concertación Social de Andalucía (firmado el 25 de enero de 2005 por el presidente de
la Junta de Andalucía, el presidente de la CEA y los secretarios generales de las Centrales
Sindicales mayoritarias). Entre otros objetivos, el Plan pretende conseguir un ambiente de
trabajo libre de humo, como zona de bienestar social y proteger el derecho a la salud de todos
los trabajadores y trabajadoras.
- En el ámbito local, el Plan continuará impulsando la colaboración con todos los sectores
implicados (corporaciones locales, entidades ciudadanas, organizaciones científicas y
profesionales, grupos de autoayuda, ONGs, etc.), aunando estrategias para alcanzar los
objetivos propuestos.
- Se ofertará un modelo asistencial que permita proyectar las intervenciones más adecuadas
en función del estadío de cambio en el que se encuentre la persona fumadora, ayudando a
cada cual a avanzar en su proceso de abandono y garantizándose la continuidad asistencial.
- Las medidas propuestas en el Plan se llevarán a cabo desde una postura conciliadora,
respetando a las personas que no fuman y a las que ejercen su derecho a fumar en un ámbito
autorizado, con el fin de promover hábitos de vida saludables, protegiendo el derecho a la
salud y logrando una convivencia armónica entre toda la ciudadanía.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
- Todas las actuaciones recogidas en las líneas de acción del Plan Integral, contemplan la
perspectiva de género.
La estructuración general del Plan se establece con una metodología abierta que permitirá la
evaluación continua de todas las actividades, para alcanzar los objetivos con los máximos estándares
de calidad, al mismo tiempo que se mantendrá flexible para incorporar cuantas propuestas de mejora
se estimen oportunas.
- 15 -
II. SITUACIÓN DEL TABAQUISMO EN ANDALUCÍA
Hay que añadir que estos riesgos no se limitan exclusivamente a la población fumadora. La Agencia
Internacional para la Investigación sobre el Cáncer de la OMS demostró que los niveles típicos de
exposición involuntaria al humo del tabaco provocan cáncer de pulmón aunque las personas no hayan
fumado nunca; así, incluye la exposición pasiva al humo del tabaco (el tabaquismo pasivo) dentro del
grupo de agentes cancerígenos humanos. Esta misma organización ha señalado que, entre quienes
conviven con personas fumadoras, el riesgo de sufrir enfermedades coronarias es un 25% más alto y
el riesgo de cáncer de pulmón es entre un 20 y un 50% más elevado. Se debe resaltar también que
el humo de tabaco afecta especialmente a la población infantil, en la que aumenta el riesgo de sufrir
infecciones respiratorias altas, otitis media, sinusitis, bronquitis, neumonías y asma.
Las muertes atribuibles al tabaquismo en Andalucía (Tabla 1) han representado en los últimos
11 años alrededor del 15% del total de defunciones registradas. Esto significó, en el año 2002,
9.047 muertes. En general, entre 1993 y 2002 parece apreciarse un ligerísimo descenso de esta
mortalidad atribuible en ambos sexos, si bien este descenso es un punto porcentual superior en la
población masculina que en la femenina. El porcentaje de defunciones en varones continúa, empero,
triplicando la cifra correspondiente en mujeres.
Tabla 1. Muertes atribuibles al tabaquismo en Andalucía por género. 1993, 1996, 1998 y 2002
HOMBRES MUJERES
Nº DE MUERTES ATRIBUIBLES Nº DE MUERTES ATRIBUIBLES TOTAL MUERTES TOTAL MUERTES TODAS LAS
AÑOS AL TABACO (Y % DEL TOTAL DE AL TABACO (Y % DEL TOTAL DE POR TABACO CAUSAS
MUERTES EN HOMBRES) MUERTES EN MUJERES)
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
España se sitúa entre los países con mayor prevalencia de tabaquismo dentro de Europa, siendo
solo superada por Holanda, Francia y Grecia (Figura 1).
Grecia
Francia
Holanda
España
Suiza
Dinamarca
Luxemburgo
Irlanda
Reino Unido
Bélgica
Alemania
Italia
Austria
Portugal
0 5 10 15 20 25 30 35 40
Por comunidades autónomas, los datos muestran una desigual distribución territorial del consumo
de tabaco (Figura 2). La media de hombres fumadores en España ese año era de 40.3%, mientras
que en Andalucía la media se situó un punto por debajo (39.2%). El porcentaje medio nacional de
mujeres fumadoras fue 28.8%, y Andalucía se situó dos puntos por debajo (26.7%).
- 17 -
Figura 2. Prevalencia por Comunidades Autónomas y sexo (2001)
Figura 2. Prevalencia por Comunidades Autónomas y sexo (2001)
Hombres Mujeres
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Fuente: Agencia de Salud Pública de Barcelona, 2004 (datos estandarizados por edad, a partir de la ENS 2001).
Elaboración: Dirección General de Salud Pública y Participación
A continuación se utilizan los datos obtenidos por la I y II Encuestas Andaluzas de Salud, realizadas
en 1999 (EAS-99) y 2003 (EAS-03) respectivamente.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
16-24 AÑOS 25-44 AÑOS 45-54 AÑOS 55-64 AÑOS 65-74 AÑOS
1999 2003 1999 2003 1999 2003 1999 2003 1999 2003
FUMA A
28.86 36.1 45.1 42.8 29.4 31.3 21.05 18.1 14.03 9.9
DIARIO
SI, PERO NO 5.86 4 4.2 3.4 1.6 2 1.38 1.4 0.75 1.2
DIARIAMENTE
NO FUMA, PERO HA 3.53 4.3 9.8 11.6 14.4 16.4 18.05 24 24.6 22.1
FUMADO
NO FUMA NI HA 61.86 55.6 40.7 45.1 54.5 50.4 59.5 56.4 60.6 66.7
FUMADO NUNCA
Nº CASOS 1303 1167 2431 2160 860 933 798 757 670 713
Figura
Figura 3. 3. Prevalencia
Prevalencia de consumode
de consumo detabaco
tabaco en
enAndalucía
Andalucía(2003)
(2003)
Jaén 39,7
Córdoba 37,9
Cádiz 33,5
Andalucía 33,0
Sevilla 32,4
Huelva 32,3
Almería 32,0
Granada 31,4
Málaga 29,7
0,0 5,0 10,0 15,0 20,0 25,0 30,0 35,0 40,0 45,0
- 19 -
superior a la media de Andalucía, la tendencia ha sido descendente. El caso contrario lo encontramos
en la provincia de Córdoba, donde en los dos últimos años se ha incrementado el consumo. Por
último, en Jaén se observa una tendencia claramente ascendente, con un aumento de 6.5 puntos,
que supone que sea la provincia con la mayor prevalencia de consumo de tabaco de toda Andalucía.
45,0
40,0
35,0
30,0
1987
1993
25,0 1999
2001
2003
20,0
15,0
10,0
5,0
0,0
Jaén Almería Córdoba Sevilla Andalucía Huelva Granada Málaga Cádiz
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
En hombres, Jaén, Córdoba y Almería se sitúan por encima de la media de Andalucía (52.6%,
46.8% y 43.3%, respectivamente), mientras que Málaga y Huelva son las dos provincias con menor
prevalencia de consumo (36.2% y 36.7%). En mujeres, Córdoba (28.9%), Huelva (29.7%) y Jaén (27%)
son las provincias de mayor prevalencia, y en el extremo opuesto se sitúan Almería (20.6%), Málaga
(23.1%) y Granada (23.6%) (tabla 4).
Tabla 4. Evolución del consumo de tabaco por provincias en ambos sexos. Andalucía 1987-2003.
- 21 -
5. Edad de inicio en el consumo de tabaco según sexo y grupos de edad
La edad media de inicio en el consumo de tabaco en Andalucía es alrededor de los 17 años (tabla
5), si bien un poco antes para los hombres que para las mujeres. Si comparamos los datos de las
dos encuestas andaluzas de salud (EAS 99, EAS 03), se constata que esta edad media de inicio
se ha adelantado de los 17.08 años, en 1999, a 16.89, en 2003, (conviene recordar que estas
encuestas no contienen poblaciones anteriores a 16 años; para estudios que sí ver pags. 29-30).
Tabla 5. Edad media de inicio en el consumo de tabaco por sexo y grupos de edad. Andalucía. 1999-2003.
Las conclusiones parecen ser distintas según se observen los datos de las encuestas nacionales
o andaluzas. Si se comparan los datos de los años 1987 y 2001 de las encuestas nacionales de
salud, se aprecia que la incorporación al consumo de tabaco disminuyó en general en Andalucía,
muy considerablemente en los chicos (en 17.3 puntos) y en menor medida en las chicas (3 puntos).
Sin embargo, si atendemos a los datos de las encuestas andaluzas esta tendencia generalizada
descendente no se observa. Las EAS 99 y 03 reflejan en realidad un incremento de la tasa de
inicio de los varones jóvenes en todas las provincias (excepto en Granada) y, en el caso de las
mujeres, un gran incremento en Jaén y Córdoba (mientras que en todas las demás provincias hubo
una disminución). Es de notar que el gran incremento en esas dos provincias eleva la tasa general
andaluza de inicio de consumo en las mujeres, y vela la información de las otras cinco provincias.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
La discordancia entre las conclusiones de los dos tipos de encuestas puede resolverse al
contemplar la visión de conjunto de todos los datos; la imagen general muestra efectivamente una
disminución en la tasa de inicio respecto al año 1987, y asimismo un repunte en los últimos años
que matiza esa disminución.
Fuente: Encuesta Nacional de Salud (años 1987, 1993, 2001); Encuesta Andaluza de Salud (años 1999, 2003).
Elaboración: Escuela Andaluza de Salud Pública.
En 2003, el 46.8% de la población fumadora expresaba que le gustaría dejar de fumar. Según la
edad, es en el grupo de 45 a 64 años donde se presenta el mayor porcentaje de personas fumadoras
que quieren dejar el hábito (63.1%). Aunque el grupo de edad entre 16 y 24 también muestra un
porcentaje significativo (32%), éste ha disminuido 12.3 puntos respecto al año 1999 (Tabla 7).
- 23 -
Tabla 7. “Le gustaría dejar de fumar” según grupos de edad. Andalucía 1999-2003. (En %).
(Solo personas 16-24 AÑOS 25-44 AÑOS 45-54 AÑOS 55-64 AÑOS 65-74 AÑOS
fumadoras) 1999 2003 1999 2003 1999 2003 1999 2003 1999 2003
NO 22.2 20.3 19.4 16.4 22.1 11.6 28 15.9 22.2 32.3
SÍ LE GUSTARÍA 44.2 31.9 51.6 48.3 51.5 63.1 46 51.9 49.4 39.5
NO PENSADO 28.8 40.5 25.1 28.2 22.5 22.2 24.1 28.1 25.2 15.8
NO SABE 4.4 5.2 3.3 5.1 3.3 2.5 1.6 3.5 1 11.2
7.2. “Ha intentado dejar de fumar” según sexo y grupos de edad (Tabla 8).
En 2003, un 38.5% de la población andaluza manifestó haber intentado dejar de fumar. Esto
representa un aumento de casi siete puntos respecto a 1999 (31.4%).
Tabla 8. “Ha intentado dejar de fumar”* según sexo y edad. Andalucía 1999-2003. (En %).
SI NO
(SOLO PERSONAS
FUMADORAS) 1999 2003 1999 2003
(TOTAL: 31.4%) (TOTAL: 38.5%) (TOTAL: 68.3%) (TOTAL: 60.5%)
HOMBRE 31.83 39.6 67.9 59.5
MUJER 30.86 36.7 68.9 62.1
16 A 24 AÑOS 26.4 26.4 73.1 72.4
25 A 44 AÑOS 31.5 37.9 68.3 61.2
45 A 54 AÑOS 35.7 53 64.2 45.8
55 A 64 AÑOS 35.7 49 63.6 50.2
65 A74 AÑOS 35.3 43.3 63.6 56.7
75 AÑOS Y MÁS 27 35.2 72.9 59
Nº CASOS 872
* En la encuesta de 1999, la pregunta fue: “¿Ha intentado alguna vez dejar de fumar?”; en 2003: “Durante los
últimos 12 meses ¿ha intentado dejar de fumar?.”
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
Los motivos más citados por las personas ex-fumadoras son la decisión de dejar de fumar por
propia voluntad (es el motivo más mencionado por ambos sexos), seguido, en los hombres, por el del
consejo médico, y en las mujeres por el de acusar molestias.
Tabla 9. “Dos motivos principales que le llevaron a dejar de fumar”, según sexo.
Andalucía 1999-2003. (En %)
SENTÍA DISMINUIR
RENDIMIENTO FÍSICO Y 7.3 2.9 4.8 1.5 6.8 2.6
PSÍQUICO
Es oportuno mencionar aquí que el consejo médico para dejar de fumar dicen recibirlo, según
la EAS 03, el 27% de las personas fumadoras, en mayor medida los hombres que las mujeres,
y fundamentalmente en los grupos de edad de 55 a 74 años; únicamente un 12% de personas
fumadoras entre 16 y 24 años manifiesta recibir consejo médico para dejar el tabaco.
El porcentaje de personas ex-fumadoras en 2003 fue 14.3%. Las cifras más altas se concentraron
en las provincias de Granada, Málaga y Almería. El resto de provincias se situaron por debajo de la
media andaluza (Figura 5).
- 25 -
Según el sexo, el mayor número de exfumadores varones aparece, con diferencia, en las provincias
de Granada y Málaga; el mayor número de mujeres exfumadoras, en Almería, Granada y Málaga.
Cádiz 11
Huelva 11,4
Sevilla 12,2
Jaén 12,6
Córdoba 13,8
ANDALUCIA 14,3
Almería 16,3
Málaga 17,5
Granada 20,1
0 5 10 15 20 25
Además de las variables habituales (como la edad y el sexo), en los siguientes análisis se incluyen
otra serie de factores (como situación laboral, nivel de renta o nivel escolar), para tratar de describir
con mayor precisión la distribución de las prevalencias del consumo de tabaco en Andalucía.
Respecto a las mujeres, aquellas que dicen dedicarse a ‘sus labores’ presentan un consumo
de tabaco menor y dejan de fumar en mayor número que las que trabajan fuera de casa o están
desempleadas. Por otro lado, las mujeres trabajadoras se inician en el consumo de tabaco (entre los
16 y 24 años) en mayor número que las que están en desempleo.
- 26 -
Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
Tabla 10. Consumo, abandono y tasa de inicio (%) según sexo y situación laboral.
Andalucía 2003.
TRABAJADORES DESEMPLEADOS
Entre los hombres, a menor renta familiar disponible (menos de 1000 € al mes), el consumo
de tabaco es mayor y dejan de fumar en menor número que los que tienen rentas superiores. Los
hombres con rentas más altas se iniciaron menos en el consumo de tabaco entre los 16 y 24 años,
en 2003. Entre las mujeres, aquellas con renta familiar baja son las que más fuman y consiguen
dejar el tabaco en menor número (en este caso, igualadas a las de renta mayor). El grupo de renta
intermedia (entre 1000 y 1500 €), es el que en mayor proporción se inicia en el consumo de tabaco
entre los 16 y 24 años.
Tabla 11. Consumo, abandono y tasa de inicio (%) según sexo y nivel de renta. Andalucía 2003.
- 27 -
RENTA FAMILIAR DISPONIBLE. MUJERES
Los hombres con menor nivel escolar fuman más que los que cuentan con un nivel de estudios
más alto. Del mismo modo, los hombres con estudios primarios o secundarios dejan menos el
tabaco, y se inician antes en su consumo, que los tienen estudios universitarios. En cambio, entre
las mujeres con nivel escolar de secundaria aparecen las tasas más altas de fumadoras y las de
mayor inicio en el consumo entre los 16 y 24 años. Las mujeres con credenciales universitarias dejan
más el tabaco que aquellas con menor nivel escolar.
Tabla 12. Consumo, abandono y tasa de inicio (%) según sexo y nivel de renta. Andalucía 2003.
A partir de las variables nivel de renta disponible y capital escolar, se ha construido la variable
clase social con cuatro tipologías: las personas con mayor formación escolar y recursos económicos
se han incorporado a la clasificación I y II; por su parte, las personas con menor formación y capital
económico se han incorporado a las clasificaciones III y IV. Se observa que el consumo de tabaco se
distribuye de manera diferente según las clases.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
El consumo de tabaco está más extendido entre los hombres de clases sociales III y IV, y éstos
dejan menos el tabaco que los de las clases sociales I y II. Los fumadores de la clase IV son los que
más se incorporan al consumo de tabaco entre los 16 y 24 años.
En cambio, entre las mujeres, las que pertenecen a la clase I son las que más fuman y las que
componen la clase IV son las que menos dejan de fumar, además de ser las que en mayor número
se incorporan al consumo entre los 16 y 24 años. Si bien, si atendemos a las edades, el mayor
consumo de tabaco se da en las mujeres de 16 a 44 años de la clase IV y en las mujeres de 45 a
64 años de las clases I y II.
Tabla 13. Consumo, abandono y tasa de inicio (%) según sexo y clase social. Andalucía 2003.
Según el estudio de la OMS sobre los estilos de vida relacionados con la salud de los escolares
(WHO, 2004), en España los primeros contactos con el tabaco suelen darse entre los 11 y los 13
años, y el salto al consumo diario, en un porcentaje considerable, se produce entre los 14 y los 15
años (tabla 14). Asimismo, este estudio resalta que las chicas españolas mayores de 14 años tienen
unos índices más elevados de consumo que los chicos de esta misma edad.
Tabla 14. Consumo de tabaco (%) en escolares españoles de 11, 13 y 15 años en 2002.
- 29 -
Según un estudio de Dirección General de Salud Pública (DGSP, 1999), se confirma que han
experimentado con el consumo de tabaco alrededor del 20% de los escolares de 11-12 años, el 40%
de los de 13, el 50 % de los de 14 y el 66% de los de más de 14 años (tabla 15). Y por sexo, parece
que las niñas se equiparan, o incluso superan ligeramente, a los niños en la experimentación temprana
con el tabaco (29% de ellas y 27.5% de ellos reconocen haber fumado al menos una vez).
Tabla 15. Consumo de tabaco entre escolares andaluces por edad (%)
(6º de primaria hasta 3º de E.S.O.) (¿Te has fumado alguna vez un cigarrillo?).
Tabla 16. Consumo de tabaco por sexo y curso escolar en Andalucía (%).
(‘¿Te has fumado alguna vez un cigarrillo?’).
En España, la prevalencia de gestantes fumadoras se mantuvo creciente hasta el inicio de los años
noventa. En la actualidad parece haberse estabilizado alrededor del 33.5%. En Andalucía se hace preciso
recabar datos específicos sobre este colectivo. En general, se podría decir que aproximadamente el
30% de las fumadoras renuncian a seguir su hábito cuando conocen que están embarazadas, pero que
sin embargo, alrededor del 70% comenzará a fumar de nuevo después del parto.
En la situación de embarazo no hay que olvidar el riesgo que representa, además de para la mujer,
para la salud del futuro bebé, la exposición involuntaria al humo de tabaco.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
Las tasas de tabaquismo son mas elevadas entre los pacientes psiquiátricos. En particular, hay
varios trastornos relacionados de modo importante con fumar como son la esquizofrenia, la depresión,
el trastorno bipolar, el alcoholismo, los trastornos de ansiedad (trastorno por estrés postraumático,
trastorno de pánico, ansiedad) y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad. En concreto,
la prevalencia del consumo de tabaco en la esquizofrenia es dos o tres veces mayor que la que
existe en la población general. De igual modo, el porcentaje de depresión es mayor en las personas
que fuman respecto a las que no fuman. De un 30% a un 60% de las personas que acuden a los
programas clínicos para dejar de fumar han tenido una historia previa de depresión mayor. Es un
hecho, además, que la depresión aparece como uno de los síntomas de abstinencia a la nicotina y,
con frecuencia, se ha confundido el síntoma con el trastorno.
No se conocen datos fiables de consumo en este ámbito, pero podría estimarse que el consumo
de tabaco es proporcionalmente más elevado que en la población general.
La población reclusa en los centros penitenciarios españoles a finales de 2004 era 59.375
(54.805 hombres y 4.570 mujeres) y, por Comunidades Autónomas, Andalucía es la que alberga la
mayor cantidad de personas internadas (12.325, de las cuales 1.083 eran mujeres).
• La edad media de inicio en el consumo de tabaco es, según las encuestas andaluzas de
salud, alrededor de los 17 años (17.08 años en 1999, 16.89 en 2003). Si bien, diversos
estudios reflejan que los primeros contactos con el tabaco suelen darse, en un porcentaje
proporcionalmente mayor conforme a la edad, entre los 12 y 16 años.
- 31 -
puntos. Esta disminución ha sucedido (aunque de manera desigual) en todas las provincias,
excepto en Jaén. En fumadoras, al contrario, la tendencia general ha sido de incremento (en
6 puntos). No obstante hay, nuevamente, diferencias provinciales y se observa, entre 1999 y
2003, una disminución del porcentaje de fumadoras en Almería, Málaga y Cádiz.
El tabaquismo es una enfermedad crónica con tendencia a la recidivas, pero se puede tratar y evitar
así su excesiva morbimortalidad. Si bien, existe una gran variabilidad en la atención que se presta a las
personas fumadoras en los diferentes centros sanitarios, e incluso dentro de un mismo centro.
A lo largo de los años (especialmente desde finales de 2001, cuando se estableció la prohibición
de fumar en todas las dependencias de la Consejería de Salud), se ha puesto en marcha el proyecto
Centros Libres de Humo (CLH), que pretende ir configurando un Sistema Sanitario Público de Andalucia
(SSPA) libre de humo de tabaco y desarrollar, además, una estrategia de prevención y tratamiento del
tabaquismo. Para todo ello, este proyecto establece los siguientes objetivos:
• Aplicar un modelo efectivo de intervención que favorezca y refuerce las conductas de control
del consumo de tabaco.
• Reducir la prevalencia del tabaquismo y ofrecer ayuda para la deshabituación tabáquica entre
las personas trabajadoras en centros de salud.
El proyecto CLH contiene una serie de actividades que se distribuyen en 5 fases (compromiso,
sensibilización, desarrollo, seguimiento y evaluación). La mayoría de los centros del SSPA han puesto
en marcha medidas tales como: la señalización interna y externa como Centros Libres de Humo,
campañas de sensibilización e información dirigidas a profesionales y personas usuarias (materiales
didácticos), sesiones formativas, análisis de zonas de especial riesgo de las sugerencias, quejas y
reclamaciones que tienen como motivo el consumo del tabaco.
1. Atención primaria
En 1999, los centros de atención primaria1 andaluces que ponían en práctica el “consejo a
personas fumadoras” en consulta eran solamente 269, el 19% del total. Desde 2002, la “atención a
personas fumadoras” pasa a incluirse en la cartera de servicios de los distritos de atención primaria
1
Incluye Centros de Salud, Consultorios locales y Consultorios auxiliares.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y así, en la actualidad, según datos de los servicios centrales del
SAS (octubre 2005), esta atención se realiza en los 1.478 centros de atención primaria existentes y
por la totalidad de los profesionales de salud de este nivel (medicina de familia, enfermería, trabajo
social, pediatría, matronas), aprovechando el momento en que la persona fumadora acude al sistema
sanitario para consultas de salud o porque demanda una atención específica sobre tabaquismo.
Esta atención se trata, en suma, de lo que se ha venido a denominar intervención mínima (IM) en
consulta, o consejo oportunista en relación al tabaquismo, siendo acompañado de documentación
de refuerzo y por un compromiso de seguimiento.
- 33 -
2. Atención especializada
3. Circuito asistencial
El circuito de acceso a la oferta terapéutica es amplio y las personas fumadoras pueden acceder
a la asistencia sanitaria por cuatro vías:
1- Por el teléfono de información sobre tabaco (900 850 300), único gratuito de estas
características en España, donde se da respuesta a las distintas cuestiones que plantean
las personas que lo utilizan. En el proceso de elaboración de este Plan, este número se ha
incorporado dentro del servicio telefónico Salud Responde, conservando su gratuidad, y con
una cobertura de 24 horas al día, 365 días al año.
2- A través de algunas oficinas de farmacia, por acuerdo alcanzado entre la Consejería de Salud
y diversas organizaciones y fundaciones relacionadas, según el cual el farmacéutico/a puede
iniciar el consejo mínimo y derivar al centro de salud o a la consulta de referencia.
3- Acudiendo al propio centro de salud, por deseo expreso o por captación a través del consejo
profesional. El personal sanitario podrá realizar tratamiento individual con seguimiento en
su propia consulta o derivar a la consulta específica según los protocolos de derivación
establecidos del centro.
4- A través del hospital o de las consultas externas, para revisión de procesos crónicos o con
motivo de un ingreso. En algunos casos, existe la posibilidad de acceder directamente a las
unidades hospitalarias por iniciativa propia de los usuarios/as.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
directamente en la intervención sobre el tabaquismo (“E.S.O. sin humo”, “Déjalo y Gana”, “Clase sin
humo”). El programa de mayor implantación en la actualidad es “E.S.O. sin humo”, que alcanzó en el
curso 2004-05 la inscripción de 51.471 estudiantes de 810 centros de enseñanza secundaria.
El programa “Forma Joven” presenta también útiles posibilidades. Este programa, que se desarrolla
desde el curso 2000-2001 en los Institutos de Enseñanza Secundaria (I.E.S.) de Andalucía, es
impulsado por varios organismos de la Junta de Andalucía (Consejería de Educación, Consejería
de Salud y Consejería para la Igualdad y el Bienestar Social) con la colaboración de la Federación
Andaluza de Municipios y Provincias y las Asociaciones de Madres y Padres de Andalucía. Facilita
un espacio común a profesionales de salud y educación para abordar los problemas de salud de la
población joven, con la ayuda de iguales como mediadores juveniles. Además de para la prevención del
tabaquismo este programa podría constituir también un importante apoyo en las tareas de atención,
si (previa formación específica) se incorporan las intervenciones mínimas y grupales, y protocolos de
derivación a las unidades de deshabituación tabáquica para los casos necesarios.
En las provincias de Cádiz y Córdoba se están llevando a cabo dos proyectos de deshabituación
de tabaquismo dirigidos, respectivamente, al profesorado y al alumnado de enseñanza secundaria. En
ambos casos se están realizando en el marco de los programas “E.S.O. SIN HUMO” y “Forma Joven”.
A otro nivel, hay que recordar que, puesto que en los entornos escolares se realizan periódicamente
revisiones de las condiciones de seguridad e higiénico-sanitarias, cabe incluir en las mismas protocolos
de revisión del cumplimiento de la normativa de consumo de tabaco (señalización, presencia de
ceniceros, colillas, etc).
En el desarrollo del Plan de actuación sobre el tabaquismo que la Consejería de Salud inició en
2001, se promovieron actuaciones de colaboración con asociaciones ciudadanas, organizaciones
científicas y profesionales y ayuntamientos, con el convencimiento de que la unión de esfuerzos
a estos niveles fortalece el abordaje de un problema con una dimensión social tal como es el
tabaquismo. Destacan en esta línea, intervenciones con un fuerte apoyo institucional concretadas
en diversos convenios y subvenciones como las que a continuación se enumeran:
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• Apoyo a las actividades realizadas por distintas asociaciones de personas con enfermedades
atribuibles al tabaquismo, para la difusión de información y la sensibilización de la población
frente al problema del tabaquismo.
• Convenios para el desarrollo de unidades de atención al tabaquismo fuera del ámbito sanitario,
como en universidades y centros de trabajo.
• Subvenciones específicas a fundaciones sin ánimo de lucro entre cuyos objetivos se encuentran
la promoción de la salud o la investigación.
El marco normativo en el que se desarrolla el presente Plan Integral es definido por múltiples
normas de distinta naturaleza, desde el Tratado Internacional de la OMS, pasando por la normativa
comunitaria europea, hasta la legislación nacional y autonómica de diverso rango. En este mismo
orden las repasamos a continuación.
El “Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco” (que
dicho sea de paso es el primer tratado global de salud del mundo), fue aprobado por decisión del
Consejo Europeo en junio de 2004, y ratificado por España el 11 de enero de 2005. Entró en vigor en
nuestro país el 27 de febrero del 2005, y contiene, los principios básicos y las medidas generales
relacionadas con la reducción tanto de la demanda como de la oferta de tabaco. Es ilustrativo citar
el objetivo general de este convenio: “proteger a las generaciones presentes y futuras contra las
devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, ambientales y económicas del consumo de tabaco
y de la exposición al humo de tabaco”.
Numerosas medidas que establece el convenio son ya de aplicación en países de nuestro entorno,
y en otros están en procesos normativos para serlo pronto.
2. La normativa comunitaria
Entre la normativa comunitaria, cabe destacar la Directiva 2003/33/CE del Parlamento y del
Consejo Europeo, de 26 de mayo de 2003, relativa a la aproximación de las disposiciones legales,
reglamentarias y administrativas de los Estados miembros en materia de publicidad y de patrocinio de
los productos del tabaco. Esta Directiva prohíbe el patrocinio y la publicidad del tabaco, fijando un plazo
máximo para la transposición de esta Directiva al Derecho Nacional hasta el 31 de julio de 2005, que
en nuestro caso ya está previsto en el tercer Título de la “Ley Reguladora de la Venta, el Suministro, el
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
Consumo y la Publicidad de los Productos del Tabaco para la Protección de la Salud de la Población”.
En este punto conviene realizar un inciso para describir, someramente, la situación de las políticas
de control del tabaquismo en los distintos países europeos. El documento más reciente al respecto
es un exhaustivo informe de la Comisión Europea (The ASPECT Consortium, 2004) en el que se
evalúa la aplicación de 6 medidas consideradas como eficaces. Se comparó qué medidas se estaban
empleando en cada país de la Unión Europea y en qué grado había disminuido la prevalencia del
consumo de tabaco en ellos en el período entre 1985 2003. A cada país se le asignó una puntuación
en función de estas dos áreas. Las seis medidas fueron:
Entre los países que obtuvieron mayores puntuaciones y reducciones de prevalencia mayores del
25%, se encontraron Islandia, Reino Unido, Noruega y Suecia. España obtuvo una baja puntuación en
relación a la implementación de medidas (32 sobre 100), aunque aparece entre los países en los que
ha tenido lugar una reducción de entre un 15% y un 20% en la prevalencia del consumo de tabaco.
• Países que prohíben fumar en lugares públicos: Finlandia, Irlanda, Italia, Países Bajos. (Países que
preparan legislación para prohibir fumar en lugares públicos: Portugal, Suecia, Reino Unido.)
• Prohibición total de la publicidad del tabaco: Francia, Italia, Portugal, Finlandia, Reino Unido,
Irlanda, Países Bajos, Dinamarca, Bélgica. (Restricciones limitadas en materia de publicidad
del tabaco: Luxemburgo, Suecia, Grecia, Alemania, Austria.)
El Estatuto de Autonomía para Andalucía, en sus artículos 13.21 y 20.1 respectivamente, confiere
a la Comunidad Autónoma la competencia exclusiva en materia de sanidad e higiene, así como el
desarrollo legislativo y la ejecución de la legislación básica del Estado en materia de sanidad interior.
Así, la Ley 2/1998, de 15 de junio, de Salud de Andalucía, en los artículos 15.8 y 19.3, reconoce a
la Administración Sanitaria de Andalucía, la promoción de estilos de vida saludables, y faculta a la
misma para establecer prohibiciones y requisitos mínimos para el uso y tráfico de los bienes, cuando
supongan un riesgo o daño para la salud.
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La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, obliga a las empresas
a proteger la salud de todos sus trabajadores, mediante la adopción de medidas efectivas. Por
su parte, el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril y el Real Decreto 665/1997, de 12 de mayo,
establecen disposiciones para la protección de los trabajadores y trabajadoras frente a las molestias
originadas por el humo del tabaco y obliga al empresariado a garantizar que todo el personal reciba
la formación adecuada sobre los riesgos adicionales derivados del humo del tabaco.
El Real Decreto 192/1988, de 4 de marzo, sobre limitaciones en la venta y uso del tabaco para
protección de la salud de la población, modificado por el Real Decreto 1293/1999, de 23 de julio,
establece limitaciones al consumo y a la venta y la habilitación de zonas para personas fumadoras
en determinados espacios. En este sentido, la Ley 4/1997 prohíbe el consumo de tabaco en los
lugares no autorizados dentro del ámbito de las Administraciones Públicas, centros docentes, centros
sanitarios e instalaciones deportivas cerradas, estableciendo la posibilidad de habilitar zonas para las
personas fumadoras, debidamente aisladas y señalizadas. Finalmente, se delega a las Consejerías
competentes la facultad de establecer mediante Orden los lugares en los que será de aplicación la
prohibición anteriormente referida.
En cuanto al resto de las Comunidades Autónomas, todas la que tienen normas específicas sobre
el tabaco adoptan la normativa nacional, prohibiendo la publicidad, en los términos establecidos
por ésta, así como el consumo en los lugares recogidos en dicha legislación y la venta o suministro
a menores de 18 años. Las particularidades de cada Comunidad se refieren fundamentalmente al
tratamiento de las áreas reservadas para personas fumadoras y a la delimitación de los lugares
donde está prohibida la venta de tabaco.
Resumen Legislativo
DERECHO INTERNACIONAL:
DERECHO COMUNITARIO:
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
PUBLICIDAD:
• Directiva 89-552 del Consejo sobre radiodifusión. Directiva 97-36-CE del Parlamento Europeo
y del Consejo de 30 de junio de 1997 por la que se modifica la Directiva 89-552-CEE.
• Resolución del Consejo y de los ministros de sanidad de los estados miembros reunidos en
el seno del Consejo de 18 de julio de 1989 sobre la prohibición de fumar.
LEGISLACIÓN NACIONAL
Real Decreto 192/1988, de 4 marzo. Limitaciones en la venta y el uso del tabaco para la
protección de la salud de la población. (Modificado por el Real Decreto 1293/99, desarrollado
por el Decreto 172/1989).
LEGISLACIÓN AUTONÓMICA
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II.5. Necesidades y expectativas de la población andaluza en relación con el abordaje del
tabaquismo.
La calidad asistencial puede medirse de diferentes maneras, y una de estas maneras es recabando
la opinión de la ciudadanía. Conocer la percepción que ésta tiene sobre un tema concreto permite
adecuar las acciones a la demanda real de la población. Sobre esta base, en la elaboración de este
Plan, se han querido tener en cuenta las expectativas de diferentes grupos de población en relación
al afrontamiento del problema del tabaquismo. Con este fin, la Escuela Andaluza de Salud Pública,
a petición de la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud, realizó un estudio de
expectativas, con los siguientes objetivos principales:
El estudio se llevó a cabo a través de una metodología cualitativa, mediante talleres de trabajo,
entrevistas semiestructuradas y cuestionarios, realizados en diferentes provincias andaluzas y
con diversos colectivos profesionales (de los ámbitos sanitario, educativo y de la administración
pública) y diversos grupos de población (jóvenes, empresarios y empresarias y personal asalariado
con y sin cualificación). A continuación se detallan los resultados de un análisis transversal de los
aspectos coincidentes y diferenciados de las opiniones y expectativas identificadas en los distintos
colectivos.
• Se observa una coincidencia, entre los diferentes grupos, en la consideración de un bajo nivel
de conflictividad en la convivencia entre personas fumadoras, no fumadoras y ex-fumadoras.
Sin embargo, se prevé un mayor grado de conflicto como consecuencia de la introducción
de una normativa más estricta, temiéndose una alteración de los acuerdos informales de
respeto mutuo existentes hasta la fecha.
• Existe unanimidad en la observación de una reducción del consumo del tabaco en la sociedad
actual, así como una mayor consideración de los derechos de la población no fumadora,
llevando, según la percepción de alguna de las personas entrevistadas, a una situación de
“persecución del fumador”. En la mayoría de los grupos, la disminución del consumo de
tabaco se atribuye más a un aumento del respeto cívico que a un aumento de la conciencia
de los riesgos de salud. Únicamente en el grupo del personal asalariado sin cualificación, así
como entre el de jóvenes, se observa una priorización de los motivos de salud, identificándose
en ambos grupos la televisión como la principal fuente de información sobre la temática.
• Según los diferentes ámbitos laborales aparecen distintos grados de regulación (desde
la ausencia de normativas hasta la conversión del centro de trabajo en Espacio Libre de
Humo) así como varía el grado de cumplimiento. Si bien, en algunos casos la introducción
de una normativa prohibitiva se ve justificada por las características específicas del trabajo
desarrollado, existiendo motivos de sanidad, seguridad o higiene.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
• Al mismo tiempo que se resaltan las ventajas de la conversión del centro de trabajo en Espacio
Libre de Humo, se discuten los efectos potenciales de una prohibición total del consumo de
tabaco en el ámbito laboral, existiendo opiniones diversas sobre el grado de influencia en
la productividad y la pérdida de tiempo de trabajo. Se llega a proponer la conveniencia de la
implantación de áreas específicas para personas fumadoras, en función de las características
de cada trabajo.
• En los diferentes grupos entrevistados, se puede observar una amplia gama de opiniones
sobre la futura Ley de Tabaquismo. Mientras algunas de las personas entrevistadas valoran
favorablemente la mayor regulación prevista en la nueva normativa, otras resaltan los riesgos
de un aumento de conflictividad, las dificultades en su puesta en práctica, así como la falta
de eficacia de las medidas exclusivamente restrictivas en el abordaje de la problemática.
• Respecto a la oferta asistencial del Servicio Andaluz de Salud, se observa una falta de
conocimiento de su contenido y de las vías de acceso a la misma, así como una percepción
de masificación de las Unidades de Tabaquismo existentes.
• Entre las actividades de ayuda desarrolladas, tanto por parte de los centros de trabajo
como por el sistema sanitario público, los formatos de terapia grupal reciben una valoración
especialmente positiva. En cambio, se critica la falta de prescripción gratuita de los
medicamentos y otros métodos (parches, chicles,...).
• Existen opiniones diferenciadas sobre la función modélica del propio colectivo profesional,
en función del ámbito laboral, reconociéndose un mayor papel de modelo de conducta en el
contacto con el público, sobre todo en los sectores sanitario y educativo.
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del respeto a la decisión en favor del hábito tabáquico, mientras que el personal de sanidad,
de educación (primaria y secundaria) y del empleo público otorga un mayor énfasis a un
reconocimiento del tabaquismo como enfermedad.
• Entre las expectativas y propuestas de mejora nombradas resaltan, como principales áreas
temáticas, las aportaciones relacionadas con las normativas y su cumplimiento, las ayudas a la
deshabituación ofertadas desde el propio centro de trabajo, y la mejora de la asistencia sanitaria.
Considerando el diagnóstico de situación del tabaquismo en Andalucía hasta ahora expuesto cabe
destacar las siguientes áreas prioritarias de actuación:
2. Que grupos con responsabilidad social o modélicos actúen como agentes promotores de salud;
sus acciones y decisiones tienen un efecto multiplicador sobre el resto de la población.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
6. Que los ambientes laborales sean saludables, “libres de humo de tabaco” y en un clima de
bienestar social y respeto mutuo. La conciliación como elemento clave.
7. Rediseño del modelo asistencial actual hacia un modelo que nos permita proyectar las
intervenciones más adecuadas, en función del estadio de cambio en el que se encuentre la
persona. Desde este enfoque alternativo, el objetivo de la intervención se amplía de manera
notable, ya que lo que se persigue es ayudar a la persona fumadora a avanzar en su proceso
de abandono, garantizándose la continuidad asistencial. Para ello son elementos clave:
10. Adecuar la dotación de los centros sanitarios para poder llevar a cabo todas las actividades
necesarias para la prevención, diagnostico, tratamiento y seguimiento del tabaquismo.
11. Adaptar la normativa andaluza a la ley estatal. Actualizar la legislación vigente en materia de
tabaco.
12. Lograr la participación de toda la ciudadanía en el gran pacto social necesario (puesto que a
todos afecta, todo pueden participar; si con todos se consensúa, todos cumplirán).
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III. OBJETIVOS
4. Crear un futuro “Libre de Humo” en un clima de bienestar social y respeto mutuo, potenciando
estilos de vida saludables y garantizando la protección del derecho a la salud de todas las
personas.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
Para alcanzar los objetivos definidos se establecen líneas de actuación en los siguientes ámbitos:
a. Ámbito educativo
b. Ámbito laboral
c. Ámbito local
a. Mujeres embarazadas
d. Personas inmigradas
a. Competencias profesionales
7. Investigación.
9. Marco legislativo.
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IV.1. Comunicación, información y sensibilización a la población
En los últimos años, la comprensión social de la magnitud del problema de salud del tabaquismo
está despertando, pero se hace necesario continuar los esfuerzos de comunicación y sensibilización
de la opinión pública sobre este tema. En concreto, las actuaciones del Plan Integral de Tabaquismo
perseguirán los siguientes tres objetivos generales:
2. Favorecer una postura conciliadora y respetuosa que minimice el conflicto entre fumadores y
no fumadores y abogue por el derecho al respeto de la salud de todos.
3. Generar una percepción pública favorable al abordaje y control del tabaquismo en Andalucía.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
La intervención en este ámbito tiene como objetivo evitar o retrasar el inicio de consumo de
tabaco entre escolares y adolescentes. Las etapas tempranas de la vida requieren una especial
atención, puesto que el consumo precoz de tabaco lleva aparejado un mayor riesgo de adicción
en etapas posteriores y, por tanto, una mayor probabilidad de problemas de salud. Dado que un
porcentaje muy elevado de adultos fumadores ha tenido sus primeros contactos con el tabaco a lo
largo de la adolescencia, se suele considerar que retrasar la edad de inicio del consumo de tabaco
redunda, a medio y largo plazo, en una menor prevalencia de consumo entre las personas adultas.
La adolescencia es, por otro lado, una etapa especialmente vulnerable a la presión social hacia el
consumo de tabaco, y esta vulnerabilidad no se hace menor con la influencia del marketing de las
compañías tabaqueras, el amplio consumo de tabaco entre las personas adultas, su bajo precio, fácil
acceso y el consentimiento generalizado.
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El sistema educativo debe preparar al alumnado para poder tomar, de manera razonada y libre,
decisiones que les vayan a reportar las mejores consecuencias sobre su calidad de vida y la de las
personas que les rodean. El espacio educativo ofrece la posibilidad de acceder a todos los chicos y
chicas menores de 16 años, y a un porcentaje muy elevado de los de hasta 18 o 20 años.
Los programas de prevención del tabaquismo en el ámbito educativo deben estar integrados
en un conjunto más amplio de medidas en la comunidad escolar, cuya finalidad sea la promoción
de estilos de vida saludables. Además, deben estar reforzados por un respeto generalizado a la
normativa de no fumar en los centros educativos, y una oferta de ayuda para la deshabituación a
todos los miembros de la comunidad educativa.
Los programas que mejores resultados están logrando son los que, más allá de la mera transmisión
de conocimientos, están basados en el desarrollo de habilidades para reconocer y resistir la presión
social (del grupo de iguales, de las personas adultas, de los medios de comunicación), conteniendo
también información sobre los efectos negativos de fumar, corrigiendo las percepciones erróneas
sobre el consumo de tabaco (grado de extensión del tabaquismo entre las personas adultas y jóvenes,
beneficios asociados) y aclarando el coste individual y social de este consumo. Independientemente
de la duración de la intervenciones, los efectos más duraderos se han logrado con programas que
contemplan, además, sesiones de refuerzo o seguimiento.
El programa “A no fumar, ¡Me apunto!” integra contenidos y estrategias dirigidos a la prevención del
consumo de tabaco entre el alumnado y la comunidad educativa, dentro de los planes del centro, de
manera adaptada a la realidad y a los proyectos de promoción de salud que se están desarrollando.
La participación de un centro en el programa implica, como mínimo, el compromiso de cumplir la
normativa de consumo de tabaco en el centro y realizar actividades de prevención en el primer ciclo
de E.S.O. y, opcionalmente, ofrece la posibilidad de participar en otras actividades, tales como los
concursos “Clase sin humo” o “Déjalo y Gana”.
El programa abarca distintas estrategias, la primera y básica dirigida a todo el centro escolar y el
resto destinadas a los distintos niveles educativos de enseñanza secundaria. Cada centro docente
puede incorporar una o varias de estas estrategias, de acuerdo a sus intereses y características,
partiendo de la constitución de un grupo de trabajo. A continuación se describen someramente las
estrategias propuestas.
La finalidad de esta propuesta, que se pilotará durante el curso escolar 2005-06, es conseguir
un entorno escolar libre de humo, mediante la sensibilización de la comunidad educativa acerca de
los riesgos del tabaquismo, la función modélica del profesorado y de las familias, y la importancia
de mantener un espacio escolar libre de humo. Asimismo pretende potenciar el cumplimiento de la
normativa en los centros y el acceso de los miembros de la comunidad educativa a los servicios de
deshabituación tabáquica.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
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la posibilidad de acceder a premios individuales. También se ha realizado y evaluado en nuestra
Comunidad Autónoma y tiene una dimensión europea que puede añadir atractivo al programa.
2) Promover la disponibilidad de los profesionales para colaborar en una red de apoyo a los
centros.
5) Asegurar las medidas organizativas necesarias para posibilitar la realización del programa de
prevención del tabaquismo en el ámbito educativo en todos los centros de Andalucía.
6) Potenciar la figura del personal técnico de Educación para la Salud de los distritos de atención
primaria y dotarla de recursos para colaborar en la dinamización de la comunidad educativa
en relación a la prevención del tabaquismo.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
8) Ampliar y consolidar el programa “Forma Joven” en todos los centros que impartan Enseñanza
Secundaria Obligatoria en Andalucía, e ir extendiéndolo a los lugares de encuentro de los
jóvenes fuera de los centros docentes.
9) Potenciar la realización de estudios con población escolar para evaluar los cambios y las
tendencias del consumo de tabaco entre los y las adolescentes andaluces.
10) Avanzar en la definición de estrategias en otras áreas menos abordadas, tales como:
• Valorar la integración del programa de prevención del tabaquismo con otros programas de
prevención de drogodependencias en el ámbito educativo.
El interés por las actividades de promoción de la salud en el medio laboral, dentro de las que
se enmarca la prevención y el control del tabaquismo, nace al final de los años 70, relacionada
con el reconocimiento de la influencia del medio ambiente laboral sobre la salud, junto con la
evidencia emergente de que las estrategias de promoción de la salud demostraban ser eficaces en
la modificación de conductas en el medio laboral.
El objetivo principal de este programa, en lo que atañe a la problemática del tabaco, es alcanzar
un ambiente laboral libre de humo de tabaco, en un clima de respeto mutuo y bienestar social,
protegiendo el derecho a la salud de todas las personas implicadas y facilitando, lo máximo posible,
el inicio y el logro de la deshabituación tabáquica.
- 51 -
− La combinación de diversas estrategias: individuales (de tipo formativo); ambientales
(restricción y eliminación de la contaminación por humo de tabaco en la empresa), o
asistenciales (ofreciendo consultas de deshabituación para los trabajadores y trabajadoras
que deseen cesar su hábito), dirigidas todas ellas a facilitar el cambio hacia conductas más
saludables.
En el programa podrán participar todas las empresas que voluntariamente lo deseen. Tras la
solicitud y el primer contacto de presentación, la empresa deberá formalizar un convenio específico
con la Consejería de Salud en el que quede reflejado el compromiso de las partes a cumplir las
medidas de implantación necesarias para el correcto funcionamiento del programa. Tanto este
convenio como el resto de las actuaciones recogidas más abajo se ajustarán a lo contemplado en el
Plan de Empresas Saludables.
La dirección de la empresa dará a conocer a todo el personal la puesta en marcha del programa
y los contenidos del mismo mediante sus canales de comunicación habituales. Asimismo, asegurará
la participación de los trabajadores en el desarrollo y evaluación de todas las fases del proyecto.
Antes de iniciar las actuaciones, se realizará una evaluación inicial cuyo objetivo es conocer el
patrón de consumo de tabaco en la empresa a través de un cuestionario anónimo, así como otros
datos que se consideren relevantes para definir las peculiaridades en la implantación de las medidas
en cada empresa concreta. Todos estos datos servirán de base para el seguimiento del programa y
su posterior evaluación.
La secuencia completa del desarrollo del programa puede resumirse como sigue:
- 52 -
Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
- En caso contrario, se facilitará el contacto con las unidades de apoyo en los Distritos
de Atención Primaria para organizar la atención necesaria facilitando, siempre que sea
posible, que la intervención se realice en el propio entorno laboral.
1) Desarrollar el Programa de Empresas Libres de Humo en todas las empresas andaluzas que
lo deseen, comenzando por aquellas de más de 50 trabajadores.
5) Realizar la evaluación y el seguimiento del desarrollo del programa en todas las empresas
adscritas.
- 53 -
IV.2.3. Colaboración intersectorial, participación y acción local
A lo largo del presente plan se recogen iniciativas que necesitan ser especialmente potenciadas, como
por ejemplo el esfuerzo para convertir a las empresas en espacios libres de humo sin que esto suponga
un enfrentamiento entre las personas que fuman y las que no, en un clima laboral de conciliación.
- 54 -
Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
Afortunadamente, cada vez está siendo mayor el numero de personas fumadoras que se plantea
dejar de fumar y emprende un intento serio de abandono. Una parte de esta población, pese a ello,
no puede dejar el hábito por sí misma, y requiere algún tipo de ayuda o tratamiento específico. El
Sistema Sanitario Público de Andalucía debe ser capaz de ofrecer esta atención a las personas que
así lo requieran.
El Plan Integral del Tabaquismo propone organizar la atención a las personas fumadoras desde
el SSPA, con un modelo de atención sanitaria integral, multidisciplinar bajo la perspectiva de la
continuidad asistencial, y adecuando la oferta de los servicios a las necesidades de la población.
- 55 -
Se garantiza a la población fumadora que quiere cesar su hábito la mejor atención sanitaria, basada
en la evidencia científica más actual disponible. Nuestro punto de partida debe ser, no obstante,
que todos los profesionales sanitarios, tanto de atención primaria como especializada, realicen la
intervención mínima en consulta, que en ambos niveles se oferte la deshabituación tabáquica según
las peculiaridades propias de cada ámbito, y que todos los espacios de los centros sanitarios sean
libres de humo.
PRECONTEMPLACIÓN
Consumo consonante:
sin interés en dejar de fumar
CONTEMPLACIÓN
Empieza a pensar que es una
buena idea dejar el tabaco.
Pero no fija una fecha para ello
MANTENIMIENTO
Se mantiene sin fumar
RECAÍDA
PREPARACIÓN
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
Los centros de salud se configuran como lugares idóneos y de máxima calidad para la intervención
en tabaquismo en la población general debido a sus características (accesibilidad, enfoque integral
con gran componente preventivo, abordaje familiar y comunitario) y a la frecuencia, confianza y relación
entre los profesionales y la población atendida. Por otro lado, las características de los pacientes
hospitalizados y la oportunidad que brinda el ingreso para terapias intensivas, tanto grupales como
individuales, hacen del nivel hospitalario un lugar privilegiado para abordar el problema del tabaquismo
sin dilación en estos pacientes y en sus familiares.
La acomodación concreta del modelo reseñado a los servicios sanitarios puede plasmarse en
una serie de intervenciones (tabla 17) según los distintos contextos de trabajo y la tipología de las
personas fumadoras.
En el caso de las personas ingresadas y de sus familiares el proceso de atención será el mismo,
quedando a cargo del profesional que atiende al paciente el consejo mínimo y la valoración. En caso
de terapia avanzada o grupal, la derivación se realizará a la unidad o equipo que se halla establecido,
que adaptará los procesos de derivación y atención a la situación de cada paciente. Si esto no
fuera posible, podrá solicitarse, para pacientes ingresados la realización de terapias grupales en el
hospital por profesionales de otras unidades externas, en función de la disponibilidad de recursos de
éstas. El Plan contempla en sus líneas de acción la edición de una guía específica de actuación en
tabaquismo en pacientes ingresados, dadas las características especiales de estos.
Para pacientes ambulatorios, se realizarán las derivaciones a los centros que realicen terapias
grupales, tanto en atención primaria como especializada, según la situación individual de cada
paciente. La atención a familiares se realizará del mismo modo, procurando una captación oportunista
y la adecuación a sus necesidades.
El proceso de atención
El proceso de atención, ante cualquier contacto con el sistema sanitario, se iniciará, en todos
los casos, interrogando sobre el hábito tabáquico actual o pasado, lo que permite realizar una
clasificación inicial de cada paciente y el registro en su historia clínica mediante un método fácil y
visible. Si la información ya está disponible, será posible articular una respuesta más rápida. Cuando
se considere oportuno (disponibilidad de tiempo del profesional, motivo de consulta apropiado,
etc.) las preguntas ¿quiere dejar de fumar? y ¿quiere intentarlo ahora? permitirán decidir el tipo de
intervención más adecuada (Figura 7). En cualquier caso, ante toda persona fumadora, se deberá
valorar la dependencia a la nicotina mediante el test de Fagerström simplificado2.
Hay que subrayar la importancia de disponer de un sistema de registro (p.ej. mediante iconos)
que permita visualmente, en el momento de la apertura de la historia del paciente (datos críticos),
identificar a la persona fumadora y su estadío de cambio, para poder articular una respuesta inmediata
y oportuna. Este sistema de registro debe también reflejar el tipo y número de intervenciones
realizadas.
2
TEST DE FAGERSTRÖM (simplificado)
a) ¿Fuma habitualmente más de 20 cigarrillos al día?
b) ¿Desde que se levanta hasta que se fuma el primer cigarrillo pasa menos de media hora?
c) ¿El cigarrillo que más le apetece es el primero del día?
- 57 -
Tabla 17. Intervenciones del programa de abordaje del tabaquismo en el SSPA
- 58 -
Proporcionar información sobre el
tabaco, personalizando los riesgos y
beneficios según el motivo de consulta.
Estadío Explorar obstáculos y dificultades para
contemplativo. realizar un intento de abandono
En los centros de
Fumadores/as Todos los Consejo motivador para la toma de Con motivo
salud, centros de Historia clínica.
disonantes (no Intervención profesionales decisión y oferta de ayuda. Hacer de cualquier
especialidades Folletos.
tienen intención Mínima 2 de primaria y seguimiento. consulta o ingreso
y hospitales del Transparencias.
de dejar de fumar especializada En dos posibles espacios terapéuticos: hospitalario
SSPA.
antes de 6 meses - Consulta individual (médica, de
o no ponen fecha) enfermería o trabajo social)
- Sesiones grupales informativas
periódicas en el centro sanitario u
otro recurso comunitario.
Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
Tabla 17 (continuación). Intervenciones del programa de abordaje del tabaquismo en el SSPA
- 59 -
superior a un mes Centros
ambulatorios
Responsable de tratamiento
programa de de drogodepen-
dencias Historia clínica.
tabaquismo de Tratamiento multicomponente.
Transparencias.
atención primaria. Formato grupal dirigido por un profesional del centro Tras derivación
Intervención Vídeo.
Profesionales de entrenado con supervisión periódica. por parte de los
Grupal Material de apoyo
unidades de apoyo, Se realiza en 6 sesiones de 2 horas con periodicidad profesionales
al grupo (Guía para
tanto de atención semanal.
dejar de fumar)
primaria como
especializada.
¿Ha
fumado NO No fumador
alguna
vez?
Felicitar
SI
Finalización
¿Lo dejó SI No fumador
NO hace más
de 5 años?
NO
Acción Seguimiento
Mantenimiento exfumadores
¿Fuma?
CENTRO
DE
SALUD
u SI NO Intervención
Precontemplación
HOSPITAL Mínima 1
¿Quiere
dejar de
fumar?
SI Intervención
Contemplación Mínima 2
NO
¿Quiere
intentarlo
ahora? SI Intervención
avanzada
Preparación acción
Intervención
grupal
- 60 -
Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
De entre las actividades propuestas, hay que destacar que la intervención mínima, comparada
con la intervención avanzada o grupal, es la de mayor coste-efectividad, dado su impacto poblacional.
Asimismo, es importante señalar que, tanto para la intervención mínima como para la avanzada,
la implicación ha de ser de todos los profesionales y se debe evitar, por tanto, asignar espacios
de atención específicos en el centro de salud o en el hospital, o que la atención recaiga en un
determinado profesional.
La tabla 18 resume la evidencia científica disponible sobre la eficacia de las distintas medidas de
intervención que han demostrado su utilidad en el tratamiento del tabaquismo. En ellas se basa el
modelo de asistencia que propone el Plan.
Eficacia OR
Tipo de intervención Referencia
(IC 95%)
Manuales de autoayuda
o Materiales no personalizados 1.24 (1.07-1.45) Lancaster y Stead (2003b)
o Materiales personalizados 1.80 (1.46-2.23) Lancaster y Stead (2003b)
Intervenciones mínimas
o Consejo médico 1.69 (1.45-1.98) Sylagy y Stead (2003)
o Consejo de enfermería 1.50 (1.29-1.73) Rice y Stead (2003)
o Consejo telefónico (personal 1.56 (1.38-1.77) Stead, Lancaster y Perera
entrenado) (2003)
Intervenciones psicológicas
(multicomponentes)
o Terapia individual 1.62 (1.35-1.94)* Lancaster y Stead (2003a)
o Terapia grupal 2.19 (1.42-3.37) Stead y Lancaster (2003)
o Procedimientos aversivos 1.98 (1.36-2.90) Hajek y Stead (2003)
Intervenciones farmacológicas
o Chicle de nicotina 1.66 (1.52-1.81) NICE (2002)
o Parche de nicotina 1.74 (1.57-1.93) NICE (2002)
o Spray nasal de nicotina 2.27 (1.61-3.20) NICE (2002)
o Inhalador de nicotina 2.08 (1.43-3.04) NICE (2002)
o Tabletas subliguales de nicotina 1.73 (1.07-2.80) NICE (2002)
o Bupropión 2.75 (1.98-3.81) NICE (2002)
o Nortriptilina 2.80 (1.81-4.32) Hughes et al. (2003)
o Clonidina 1.89 (1.30-2.74) Gourlay et al. (2003)
Adaptado de Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, Instituto de Salud Carlos III y Ministerio de Sanidad y
Consumo (2003). OR= Odss ratio. IC= Intervalo de confianza.
- 61 -
Las Unidades de Apoyo
Estas unidades deben contar con profesionales que tengan conocimientos y habilidades en
técnicas de modificación de conducta y en las diversas modalidades de tratamiento del tabaquismo.
Puesto que esta dependencia es una enfermedad que se manifiesta con conductas inapropiadas
para el mantenimiento de la salud del individuo, se entiende que es de capital importancia la terapia
psicológica, siempre en el contexto de las estrategias de promoción de salud. Esta perspectiva
dinamiza e incluye nuevas visiones en la práctica asistencial de los profesionales de la salud, sin
quedar limitada a determinadas categorías profesionales.
Por otro lado, las unidades precisarán del apoyo administrativo y logístico de la institución
donde se ubiquen, además de la dedicación parcial o total (en función de las cargas de trabajo y la
disponibilidad de recursos de la Institución) de los profesionales que las integren.
Organización del programa de atención al tabaquismo. Lo cual incluye la creación de una red de
responsables, que mantendrán comunicaciones periódicas y reuniones acerca de temas cotidianos,
conflictos con otros programas o prioridades del centro, suministro de materiales, evaluaciones
periódicas e introducción de innovaciones. En la realización de terapias grupales, sería necesario
adaptar las demandas de tratamiento a los recursos capacitados existentes. De esta forma podrían
facilitarse a empresas o instituciones específicas, terapeutas capacitados para realizar tratamientos
“in situ”, o bien coordinarse con otras instituciones referentes (centros de tratamiento ambulatorio
de drogodependencias, Asociación de Lucha contra el Cáncer, etc.)
Asistencia clínica. Las Unidades de Apoyo realizarán atención directa en determinados casos
(grupos de terapia para embarazadas, pacientes ingresados, tratamiento de fracasos terapéuticos
de los Centros y Servicios, planes de empresas, grupos modélicos...) o a través de la supervisión
clínica de casos de los centros de salud y servicios hospitalarios. Esta última función es básica para
consolidar una red de profesionales terapeutas capacitados en el abordaje del tabaquismo.
- 62 -
Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
Promoción de Salud. Las Unidades de Apoyo serán la base organizativa para el desarrollo de las
estrategias comunitarias, constituyendo un espacio institucional para articular la acción social local,
tanto desde iniciativas locales como autonómicas y estatales (Semana sin Humo de SemFYC, “Día
Mundial Sin Tabaco”, etc.).
1. Lograr que, con criterios de calidad, todos los profesionales del SSPA realicen intervención
mínima y avanzada a las personas fumadoras.
2. Incluir la intervención mínima, avanzada y grupal en la cartera de servicios del SAS, tanto en
atención primaria como en atención especializada.
5. Incluir como criterio para la acreditación de una Unidad Clínica el desarrollo del Programa de
Atención al Tabaquismo, tanto en primaria como en especializada.
7. Dotar de Unidades de Apoyo a los hospitales y distritos de atención primaria que aún no las
dispongan. Complementando las 18 unidades hospitalarias ya existentes, en una primera
fase, se dotará al menos de una Unidad a los distritos de Almería, Cádiz, Córdoba, Granada,
Huelva y Jaén, y con dos unidades a los de Sevilla y Málaga.
9. Establecer los criterios de acreditación de las Unidades existentes y de las que se vayan
creando. Iniciar progresivamente el proceso de acreditación a partir de las que lleven mayor
tiempo de funcionamiento.
10. Dotar de recursos materiales y humanos a las Unidades de apoyo acreditadas y de cooxímetros
a los centros que inicien las actividades del programa.
- 63 -
11. Desarrollar una guía de actuación en tabaquismo para pacientes ingresados y sus
familiares.
12. Potenciar la creación de una Red de Centros Sanitarios que realicen el programa, para el
intercambio de experiencias y la unificación de criterios de intervención.
Las principales estrategias que se plantean desde el Plan son las siguientes:
- Ofertar una ayuda destinada específicamente a los y las profesionales de estos grupos
modélicos que deseen abandonar el tabaco, así como técnicas de afrontamiento del síndrome
de abstinencia para los que, no habiendo dejado el tabaco, estén en sus puestos de trabajo
sin fumar.
Para la consecución de estas estrategias, se buscará la colaboración con los servicios de salud.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
Fases de desarrollo
1- Fase de compromiso
Mediante un proyecto que asuma el compromiso de cumplir los objetivos del plan, y la suscripción
del acuerdo de colaboración pertinente.
2- Fase de sensibilización
Se realizará la difusión informativa adecuada para promover la participación.
3- Fase de desarrollo
Se ofertará ayuda a todas las personas que la requieran (terapia de deshabituación tabáquica a
las que deseen abandonar el hábito y mecanismos de afrontamiento ante la deprivación para las que
opten por otra opción).
Todas las administraciones públicas organizarán, en colaboración con los dispositivos de apoyo
de los distritos u hospitales de referencia, una consulta de atención tabáquica en el lugar de trabajo,
en el horario y a cargo de los profesionales que se determinen en el acuerdo de colaboración. En caso
de que esto no sea posible, o que alguna persona fumadora así lo prefiera, se organizará la atención
en los centros sanitarios de referencia. Tras la indicación de las posibilidades de tratamiento, apoyo
y seguimiento profesional, las personas que deseen participar serán incluidas en el proceso de
deshabituación, según el mismo modelo propuesto en el Plan Integral para la población general.
En el caso de los educadores, este colectivo podrá asistir a terapia grupal en el centro de salud u
hospital de referencia, o bien en su propio centro de trabajo, a través de los profesionales sanitarios
de las unidades de tabaquismo.
4- Fase de seguimiento
Se programarán citas de seguimiento a todas las personas, con el fin de facilitar avanzar en el
estadío en que se encuentren (tanto en cese como en precontemplación y contemplación). Estas
citas podrán ser a los 3, 6 y 12 meses. En cada visita se efectuará el refuerzo de las conductas
deseables, control del cumplimiento de la medicación y posibles efectos secundarios (en caso de
utilización de tratamiento farmacológico), evaluación del grado de satisfacción, cooximetría, análisis
de dificultades surgidas y prevención de recaídas.
Se espera ir en pos de que los centros de trabajo se conviertan en espacios saludables “libres de
humo”, en un clima de respeto mutuo entre personas fumadoras y no fumadoras.
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LÍNEAS DE ACCIÓN 2005-2010
1- Todas las administraciones públicas organizarán, en colaboración con las unidades de los
distritos u hospitales de referencia, la atención a sus trabajadores y trabajadoras, así como
las estrategias para ser “Centros Libres de Humo”. Se establecerán acuerdos de colaboración
en los que las partes reflejen con claridad sus compromisos y los criterios de evaluación.
2- Se establecerán acuerdos de colaboración entre los centros de salud y los centros educativos
para la oferta de tratamiento de deshabituación tabáquica a educadores. Los centros
educativos se comprometerán a mantenerse como “Centros Libres del Humo” y a implantar
y evaluar la estrategia de prevención del consumo entre el alumnado. Todo ello dentro de la
estrategia de construcción de la “Red Andaluza de Escuelas Promotoras de Salud”.
5- Desde el Plan Integral de Tabaquismo, junto a todas las instituciones implicadas, se asegurará
la disponibilidad de la formación y los recursos necesarios para llevar a cabo estas líneas de
acción.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
El tabaquismo materno durante el embarazo tiene efectos negativos para el desarrollo del feto y
el estado de salud del neonato. Se presentan elevados riesgos de bajo peso al nacer, prematuridad
(ambos directamente relacionados con la cantidad diaria de cigarrillos fumados) aborto, ingreso
neonatal en U.C.I., muerte perinatal y síndrome de muerte súbita.
Las embarazadas continúan fumando porque perciben beneficios inmediatos y anticipan una gran
cantidad de costes ante la posibilidad de dejarlo. Además, están sometidas a múltiples demandas,
que pueden llevar a vivir la situación como estresante y buscar alivio en el tabaco. Una cierta
presión social existente (“fumar es una conducta perjudicial para el bebé”) no se suele ver acompaña
del apoyo necesario para facilitar el abandono. Pueden aparece sentimientos de culpa en la mujer
gestante que, en ocasiones, causan la infradeclaración de consumo, el ocultamiento del hábito o la
tendencia a minimizar los riesgos potenciales para el bebé.
Como en otros grupos, las intervenciones (mínima, avanzada y grupal) deben estar basadas en los
principios de la entrevista motivacional, conociendo el grado de dependencia y, con una orientación
no culpabilizadora, estar centradas en la experiencia de la paciente, bajo un clima de empatía,
tolerancia y cooperación mutua, que favorecerán el cambio de actitud (y de hábito). En el Proceso
Asistencial Integrado de Embarazo, Parto y Puerperio se contempla esta intervención en todas las
visitas previstas, desde la primera consulta, e incluyendo a la pareja en todas ellas.
• Promover el abandono del tabaco entre las mujeres que se plantean tener descendencia
o que están embarazadas.
- 67 -
• Desarrollar intervenciones para aquellas mujeres que siguen fumando durante el embarazo,
promoviendo el abandono o la reducción de daños y evitando recaídas, siempre con una
estrategia no culpabilizadora.
2- Capacitar a los profesionales de salud en habilidades para el manejo del hábito tabáquico en
la mujer embarazada, tanto en pregrado como en postgrado.
Es necesario revisar el mito que ha unido irrevocablemente los trastornos mentales al hábito
tabáquico y pasar a contemplar y estudiar en detalle las posibilidades de deshabituación de esta
población, dentro del plan terapéutico prescrito para su problema de salud mental.
La asociación entre fumar y distintos trastornos de ansiedad es conocida desde hace años.
También se ha encontrado evidencia consistente de la asociación entre el hábito de fumar y el
grado de estrés. Se ha evidenciado, por ejemplo, que en los adolescentes se incrementa el nivel de
estrés a medida que se incrementa su patrón de consumo regular de tabaco. En la población adulta,
aunque fumar proporciona una sensación subjetiva de relajación, las personas que fuman están, por
lo general, más estresadas que las que no lo hacen. Esta observación se ve apoyada por datos que
sugieren que, cuando los fumadores dejan de fumar, disminuyen sus niveles de estrés a medida que
transcurre el tiempo de abstinencia.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
En el proceso de abandono del tabaco y mantenimiento del cese, es importante conocer las
estrategias de afrontamiento de las que dispone la persona para controlar el estrés o hacer frente
a las situaciones estresantes. Aquellas con menos estrés, o que manejan mejor su estrés, dejan
de fumar más que los que presentan un mayor nivel de ansiedad. En este sentido, los programas
de deshabituación han de contemplar recursos alternativos para el manejo del estrés, además de
procedimientos, con orientación cognitivo-conductual, de inoculación al estrés y entrenamiento en
prevención de recaídas.
Tabaquismo y esquizofrenia
La prevalencia del consumo de tabaco en la esquizofrenia es de dos a tres veces mayor que
en la población general. Las personas con esquizofrenia probablemente utilizan la nicotina para
modular los efectos secundarios de los antipsicóticos, igual que hacen con la cafeína (hipótesis
de la “automedicación”). Fumando se incrementa la concentración de dopamina en varios centros
cerebrales (como en el núcleo acumbens y en el córtex prefrontal) y, de esta forma, alivian en
alguna medida sus síntomas psiquiátricos. Sin embargo, al fumar, debido a que la nicotina altera
el metabolismo de los fármacos antipsicóticos, estos pacientes precisan una mayor cantidad de
medicación neuroléptica, con lo cual los efectos secundarios de la misma aumentan a corto y a largo
plazo. Esto se convierte en una espiral que induce a una mayor la probabilidad de que recurran a la
nicotina para aliviar los efectos secundarios.
Tradicionalmente los resultados que se obtienen en el tratamiento para dejar de fumar en los
pacientes con esquizofrenia han sido desalentadores. Tanto su enfermedad psiquiátrica, como su
concomitante dependencia a la nicotina, hacen más difícil que estas personas dejen de fumar o
permanezcan abstinentes. Por ello, la estrategia más idónea, en muchas ocasiones, puede ser la de
la reducción del consumo.
Pese a las creencias sobre las dificultades para poner en marcha medidas de restricción tabáquica
en este tipo de pacientes, lo cierto es que cuando se han implantado en los centros terapéuticos, los
problemas han sido mucho menores de los previstos, especialmente cuando se ha utilizado terapia
sustitutiva de la nicotina.
Otras terapias que han demostrado cierta efectividad en este colectivo son: el bupropion asociado
a terapia cognitivo-conductual; la terapia de grupo, incluyendo refuerzos positivos, aprendizaje y
práctica de conductas alternativas y de estrategias para reducir la ansiedad; y la administración
de antipsicóticos atípicos (risperidona u olanzapina) combinada con parches de nicotina. Conviene
mencionar nuevamente la necesidad de tener un planteamiento muy flexible y, cuando la abstinencia
no sea posible, reconducir el objetivo a la reducción del comportamiento adictivo.
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LINEAS DE ACCIÓN 2005-2010
1. Lograr que todos los profesionales de atención primaria y salud mental realicen intervención
mínima y avanzada en las personas fumadoras con problemas de salud mental, con los
mismos criterios de calidad que para la población general.
4. Extender las medidas de control del consumo de tabaco en los centros y dispositivos de
Salud Mental para convertirlos en Espacios Libres de Humo.
5. Incluir la intervención mínima, avanzada y grupal en la cartera de servicios que se oferta a los
pacientes con trastorno mental, dentro del Plan Integral de Salud Mental de Andalucía.
6. Formar a los profesionales que atienden a estos pacientes en las estrategias específicas de
tratamiento del tabaquismo en distintos trastornos mentales.
7. Establecer las vías de derivación y comunicación necesarias entre los dispositivos de Atención
Primaria/Salud Mental y las Unidades de Apoyo.
El análisis de situación realizado en la primera parte de este Plan refleja la relación existente
entre el consumo de tabaco y la desigualdad social. En líneas generales, se observa que el consumo
de tabaco aumenta según desciende la renta familiar disponible, y las personas con más bajo nivel
de renta se incorporan antes al hábito tabáquico, fuman más y tienen más problemas a la hora
de abandonar este hábito. No se encuentran disponibles estudios ni datos específicos sobre el
tabaquismo en población inmigrante, pero podríamos inferir, por otros elementos culturales, que no
todos los grupos y familias de personas inmigradas se comportan de igual manera en este aspecto,
lo que también vendrá dado, en alguna medida, por las costumbres, creencias y cultura de los
diferentes países de origen.
- 70 -
Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
Huelva, aunque algunas de estas poblaciones son ya muy estables. En distritos de atención primaria
con alto número de inmigrantes, tales como Poniente de Almería, se percibe que este colectivo fuma
más que la población autóctona (quizá debido a una mayor situación de stress y/o a una mayor
accesibilidad, sobre todo económica, al tabaco). Si se constatara esta situación, y persiste, dentro
de una década nos encontraríamos con una mayor prevalencia de enfermedades relacionadas con el
consumo de tabaco en este colectivo.
1. Enfatizar la atención al tabaquismo sobre la población más desfavorecida cultural, social y/o
económicamente, teniendo en cuenta las características específicas del colectivo inmigrante,
facilitando su integración y accesibilidad a los servicios sanitarios públicos, con los recursos
disponibles en cada área.
2. Iniciar estudios de prevalencia del hábito tabáquico, que permitan conocer la distribución real
de este problema en la población inmigrante, del que sabemos que no presenta un patrón
uniforme, dependiendo de aspectos muy relacionados con la cultura y costumbres de los
países de origen.
3. Adaptar las intervenciones mínima, avanzada y grupal propuestas por el Plan a la situación de
multiculturalidad de Andalucía. Elaborar materiales específicos segmentados según idiomas
y/o elementos culturales relacionados con el consumo del tabaco.
Entre los problemas de salud mas frecuentes e importantes en el ámbito penitenciario destacan la
tuberculosis, las enfermedades de transmisión parenteral (VIH y VHC), las enfermedades psiquiátricas
y las adicciones a las drogas; el consumo de tabaco y de otras drogas ilícitas es proporcionalmente
más elevado en este medio que entre la población general.
El Plan Nacional sobre Drogas, en su Estrategia Nacional sobre Drogas 2000-2010, contempla
la intervención sobre la población interna de los centros penitenciarios, como uno de sus objetivos:
recoge la indicación de “extender los módulos terapéuticos a los centros penitenciarios polivalentes
y potenciar experiencias como las comunidades terapéuticas penitenciarias” (objetivo 7); igualmente,
priorizan programas formativo-laborales para los reclusos drogodependientes (objetivo 8), etc. No se
incluye, sin embargo, ningún objetivo específico relativo a la adicción nicotínica, ni, hasta el momento,
conocemos de algún programa de deshabituación tabáquica en el medio penitenciario.
1. Abrir una línea de trabajo y cooperación con el Ministerio de Justicia y otros organismos
implicados que permita:
- 71 -
2. Conocer la prevalencia de tabaquismo en este grupo de población, su perfil de consumo,
etc.
La Consejería de Salud apuesta por un modelo de desarrollo profesional, basado en una gestión
por competencias. Esto conlleva, en primer lugar, la necesidad de identificar los denominados ‘mapas
de competencias’ de los diferentes puestos de trabajo. Estos mapas se han elaborado tratando de
responder a las necesidades de un sistema sanitario centrado en la ciudadanía, con esmerada
responsabilidad social en la gestión de los recursos públicos y enfatizando entre sus profesionales
las labores de prevención y educación para la salud, así como la de la investigación.
En este contexto, la línea de formación del Plan Integral contempla el objetivo de facilitar la
adquisición de las competencias profesionales finales, por medio de la elaboración de planes
específicos, coordinados y complementarios para cada una de las 3 etapas formativas identificadas
(pregrado, postgrado o especialización y formación continuada) y en consonancia con las iniciativas
europeas existentes.
Así pues, el primer esfuerzo del Plan Integral de Tabaquismo en el ámbito formativo, ha sido
identificar aquellas competencias clave para el éxito, que deben desarrollar los y las profesionales,
estableciendo, para cada una de las tres etapas, los planes de formación necesarios para
alcanzarlas.
IV.6.1. La capacitación como estrategia de desarrollo y puesta en marcha del Plan Integral de
Tabaquismo.
El tabaquismo, a pesar de ser una enfermedad crónica con tendencia a las recidivas, es tratable, y
por lo tanto es injustificable que una demanda de tratamiento quede insatisfecha. Los fracasos de la
intervenciones del pasado podían atribuirse a la falta de tratamientos efectivos, pero actualmente se
tiene evidencia científica suficiente sobre la efectividad de numerosas estrategias, tanto psicológicas
como farmacológicas. No obstante, un gran obstáculo sigue radicando en la actitud de una parte del
personal sanitario, que sigue percibiendo el tabaquismo como un ”vicio” o costumbre con riesgos
para la salud, pero cuya modificación depende enteramente del paciente, y consideran que su papel
es meramente informar, pero no tratar.
En una reciente investigación sobre las prácticas profesionales relacionadas con el tabaquismo,
en una muestra representativa de centros de salud de Andalucía (Aranda et al, 2001), se resalta que
el 54% de estos centros nunca había dedicado un espacio para la formación en esta materia y, en
el periodo de la encuesta, sólo el 28% de los centros lo dedicaba. Esta investigación demuestra que
- 72 -
Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
la formación se utilizó como instrumento para la incorporación del consejo mínimo a las consultas;
las diferencias entre provincias en estas actividades formativas puede explicar la variabilidad de
la implantación del consejo mínimo en Andalucía. Otro estudio, realizado en los centros de salud
del distrito Málaga, reflejó también la variabilidad del contenido de las actuaciones del consejo
mínimo o la intervención avanzada (en general, se dirigía a personas adultas de riesgo, más que a
embarazadas o a la población general). La mayoría de profesionales identificó la falta de formación
como segundo obstáculo para el desarrollo del programa, detrás de la falta de tiempo.
Puede concluirse, por tanto, que la formación es una de las puertas de entrada de los programas
a las Instituciones Sanitarias. Dado que, no obstante, no puede implantarse de forma indiscriminada,
la formación se dirigirá en dos vertientes fundamentales:
- Para los profesionales que ya desarrollan actividades en este campo, la formación irá dirigida
a la puesta en marcha de modalidades grupales de tratamiento.
- En los centros que en la actualidad no hayan iniciado el programa, la formación debe ir más
orientada a la motivación y la capacitación en consejo mínimo.
- 73 -
IV.6.2. Perfiles profesionales y Mapas de competencias.
La definición de las funciones necesarias para el desarrollo del Plan dibujan una serie de perfiles
profesionales en los que se añaden a las competencias comunes distintas competencias específicas
propias de cada uno.
“Cada profesional tendrá capacitación para identificar a los fumadores y fumadoras en los distintos
contextos de su práctica, valorar clínicamente a la persona fumadora, establecer un diagnóstico y un
pronóstico de su dependencia, ajustar el tratamiento ofertado al estadío de cambio en que se encuentre
y realizar intervención mínima, intervención avanzada y seguimiento de las personas ex-fumadoras”.
Reconoce el tabaquismo Historia natural del Manejo del sistema de registro del
como enfermedad crónica con tabaquismo. programa.
tendencia a las recidivas.
Epidemiología y repercusiones Práctica de la entrevista motivacional.
Ajusta su práctica a las del tabaquismo en la salud.
necesidades y ritmos Realización de historia clínica
manifestados por cada Principios de la entrevista específica.
paciente sin generar motivacional.
resistencias y evitando la Realización de cooximetrías.
confrontación. Parámetros para evaluar a la
persona fumadora. Manejo del consejo mínimo.
Reconoce la motivación para
dejar de fumar como un Contenidos y características Realización de las técnicas para la
proceso dinámico sobre el que del consejo mínimo. intervención avanzada.
puede incidir.
Técnicas no farmacológicas Mantenimiento de la adherencia de cada
Tolera la ambivalencia sin efectivas en terapias paciente a la terapéutica y seguimiento
culpabilizar ni frustrarse. avanzadas. propuestos.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
2. Perfil clínico especializado (todos los profesionales del sistema que realicen intervención
grupal) (Tabla 20)
“Al perfil anterior se añade la capacitación para realizar grupos educativos multicomponentes”
- 75 -
3. Perfil de Responsables de las Unidades de Apoyo (Tabla 21)
“A los dos perfiles anteriores, habría que añadir la capacitación para organizar el programa de
atención al tabaquismo en la Institución de la que depende y coordinar todos los recursos disponibles
de su ámbito, así como para la formación de profesionales asistenciales, la supervisión clínica de casos
y grupos, el desarrollo de programas de intervención comunitaria y la investigación en este campo”.
Tabla 21. Mapa de competencias del perfil de responsable de las Unidades de Apoyo
Actitudes Conocimientos Habilidades
De esta forma, mientras los perfiles 1 y 3 representan puestos de trabajo bien definidos dentro
del SSPA, el perfil 2 corresponde a profesionales asistenciales que quieran orientar su práctica
profundizando en el abordaje del tabaquismo o a profesionales con especialización en terapias de
modificación de conducta.
Estos perfiles son básicos para el desarrollo del Plan y corresponden a las y los responsables
asistenciales del programa en los Centros (que estimulan, animan y sirven de ejemplo al equipo) y al
personal de las Unidades de Apoyo al tratamiento de tabaquismo. Partiendo de este compromiso, las
características de su práctica podrán adquirir rasgos más comunitarios (especialmente en el caso
del personal de trabajo social de atención primaria) o más clínico-epidemiológico o investigador (y la
capacitación tendrá que ajustarse a su desempeño).
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
Desde 1999 y a propuesta de la WFME (World Federation for Medical Education) se viene trabajando
sobre estándares internacionales para la educación médica de pregrado, en los que se defiende la
necesidad de desarrollar las acciones formativas apropiadas para la adquisición de competencias en
protección de la salud y prevención de las enfermedades, incluida la comprensión de la necesidad
del compromiso colectivo en las intervenciones de promoción de la salud.
Coincidiendo con la elaboración de este Plan, se está produciendo una revisión de los currícula
de las titulaciones sanitarias, lo que plantea la necesidad de establecer una estrecha colaboración
con las autoridades educativas y con responsabilidad en la elaboración de los nuevos programas,
que permitan consolidar estas líneas de avance. El objetivo final de esta estrategia es que los/
las estudiantes de todas las profesiones sanitarias y educativas finalicen sus períodos formativos
estando sensibilizados y conociendo la magnitud y trascendencia del tabaquismo como problema de
salud pública en Andalucía, así como las estrategias efectivas para su abordaje, especialmente en
los grupos de riesgo. El alumnado de las profesiones clínicas deberá, además, estar capacitado para
valorar clínicamente a una persona fumadora, para establecer un diagnóstico y un pronóstico de su
dependencia y para realizar la intervención mínima. Así mismo, deberá conocer los diferentes tipos de
tratamiento ajustados al estadío de cambio de cada paciente, (intervención avanzada, seguimiento de
personas ex-fumadoras, terapia grupal), al igual que los planes específicos que la Junta de Andalucía
ha puesto en marcha para el abordaje del tabaquismo (Plan Integral de Tabaquismo, ESO sin humo,
Forma Joven, Empresas Saludables, etc.).
En suma, durante la vigencia del Plan se trabajará para conseguir los siguientes objetivos:
- 77 -
Sistema Sanitario Publico de Andalucía.
− Dotar de recursos suficientes a los servicios o unidades que realicen docencia tanto práctica
como teórica
En las especialidades de psicología clínica y matronas, los y las residentes finalizarán su formación
postgraduada con capacitación para identificar a las personas fumadoras en los distintos contextos
de su práctica, realizar su valoración clínica, especialmente en situaciones de riesgo, estableciendo
un diagnóstico y un pronóstico de la dependencia. Además, serán capaces de ajustar el tratamiento
ofertado a las características de cada paciente, valorando la necesidad de intervención medica para
terapia farmacológica. Podrán realizar intervención mínima, avanzada, grupal y seguimiento de las
personas ex-fumadoras, así como supervisar casos y grupos de otros profesionales.
Para todo ello, durante la vigencia del Plan, se establecen las siguientes líneas de acción:
− Se reforzarán las comisiones de docencia de los centros sanitarios y de las instituciones que
brinden formación posgraduada en la Comunidad Autónoma, con el fin de obtener un programa
unificado de formación del tabaquismo acreditado para todas las unidades docentes.
− Los técnicos de las Unidades de Apoyo al tratamiento del tabaquismo (perfil 3) serán formados
en los aspectos de Salud Publica en la Escuela Andaluza de Salud Publica. Para ello durante
la implantación del Plan se diseñará y realizará un curso especializado y se formará a la
totalidad de responsables de las Unidades existentes.
− Se podrá recurrir a cursos que organicen las Universidades y las Sociedades Científicas,
siempre que cumplan las debidas garantías de calidad, y con el apoyo de los responsables
de formación del Plan.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
Esta etapa debe centrarse en el desarrollo específico de las competencias aún no adquiridas,
por lo que, dependiendo del perfil competencial de partida, podrá requerir más o menos tiempo.
En todo caso, debe de formar parte prioritaria de los planes de formación continuada de cada una
de las instituciones sanitarias y sus centros. Es conveniente explorar diferentes tipos de iniciativas
docentes y nuevos escenarios de aprendizaje, dentro de las posibilidades de cada medio. En todo
caso, la formación continuada debe ser siempre acreditada por la Dirección General de Calidad,
Investigación y Gestión del Conocimiento, para garantizar la calidad y la eficacia y eficiencia en la
consecución de los objetivos propuestos.
Partiendo de los perfiles 1 y 2 definidos con anterioridad y con el soporte de las Unidades de
Apoyo, se propone como estrategia de formación continuada en tabaquismo, la que se desprende de
las siguientes líneas de trabajo:
2. Capacitación para responsables asistenciales del programa de abordaje de tabaquismo y/o que
realicen terapia grupal (perfil 2).
Esta estrategia está orientada a iniciar actividades de terapia grupal en las instituciones y a crear
la estructura organizativa del programa con profesionales especialmente motivados. Se propone la
realización de cursos centralizados en las Unidades de Apoyo en distritos y hospitales. Dichos cursos
tendrán una duración de 35 horas teóricas y los siguientes contenidos: la epidemia de tabaquismo y
sus consecuencias, historia natural del tabaquismo, técnicas de entrevista motivacional, valoración
de la persona fumadora, consejo mínimo, intervención avanzada, intervención grupal y organización
del programa de asistencia al tabaquismo.
Durante la vigencia del Plan se realizará, al menos, un curso por distrito y hospital. La formación
se completará con la asistencia de cada profesional, como coterapeuta supervisado, a 2 terapias
grupales con un docente acreditado (30 horas de duración).
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3. Capacitación para responsables de los programas de salud infantil y escolar, de los procesos
de embarazo, riesgo cardiovascular y EPOC y otros programas (tanto de atención primaria como
especializada).
Orientada a consolidar las actividades del Plan en grupos de especial atención y riesgo, esta
formación va dirigida a responsables de los programas y procesos en las instituciones. Los cursos
serán de 20 horas, centralizados y con los siguientes contenidos: la epidemia de tabaquismo y sus
consecuencias, repercusiones del tabaquismo en el grupo de riesgo considerado, características del
abordaje terapéutico en estos grupos, recursos terapéuticos del sistema e inclusión sistemática de
las actividades de abordaje del tabaquismo en cada programa o proceso considerado.
Durante la vigencia del Plan se realizará, al menos, un curso por programa/proceso y área de
salud (incluyendo primaria y especializada).
• Durante la vigencia del Plan, se reforzarán las comisiones de docencia de los centros sanitarios
y de las instituciones que brinden formación posgraduada de la Comunidad Autónoma, con
el fin de obtener un programa unificado de formación en tabaquismo para todas las unidades
docentes acreditadas.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
IV.7. INVESTIGACIÓN
Han transcurrido más de 75 años desde que se hicieron las primeras observaciones sobre la
relación entre el consumo de cigarrillos y el desarrollo de cáncer de pulmón y más de 50 años
desde que se confirmó su relación causal, y trabajos posteriores han establecido el papel del tabaco
en la etiología de otras enfermedades. Aunque la investigación en tabaquismo estuvo centrada,
en un primer momento, en los aspectos epidemiológicos y biológicos del consumo de tabaco,
en la actualidad, existe una tendencia creciente por investigar los aspectos sociales, humanos,
económicos y culturales implicados. Además, en el momento actual seguimos desconociendo
numerosos factores que reportarían un mayor éxito en el desarrollo de las actuaciones prevención y
control del tabaquismo.
La estrategia principal del Plan será potenciar el desarrollo de grupos de investigación estables,
multidisciplinarios, colaborativos en red, y los principios generales sobre los que se basará la
investigación sobre el tabaquismo serán:
- Los proyectos de investigación han de estar en línea con las estrategias del Plan Integral de
Tabaquismo de Andalucía.
- La investigación debe abarcar los distintos aspectos del tabaco y la salud, tanto en el plano
individual como grupal o poblacional.
- 81 -
Sobre estas premisas, se desarrollarán los siguientes ámbitos de investigación sobre el
tabaquismo:
Investigación básica
Conocer la realidad actual del hábito de fumar en Andalucía es preciso para implantar y
extender las estrategias de control del tabaquismo en nuestra Comunidad. De igual modo,
es necesario partir de un conocimiento de la situación de base para realizar comparaciones
en el futuro, evaluar la efectividad e impacto de las intervenciones proyectadas por el Plan y
monitorizar la evolución del hábito tabáquico en los próximos años. Por lo tanto, se potenciarán
los estudios de prevalencias, características sociodemográficas del consumo en la población,
tasas de abandono e inicio en Andalucía, y dedicando especial atención a todos los colectivos
resaltados en el Plan. Asimismo, debe analizarse la evolución de la morbimortalidad atribuible al
consumo de tabaco y los costes que se originan, como consecuencia del mismo, para el Sistema
Sanitario Público de Andalucía.
- Prevalencia, tasa de abandono y tasa de inicio del tabaquismo en población general, grupos
de especial atención, colectivos desfavorecidos y con papel social modélico. Tendencias y
análisis de las desigualdades sociales y de género.
Investigación aplicada
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
- Evaluación del Modelo de Atención Sanitaria a las personas fumadoras del SSPA:
- En cuanto a su estructura física: fabricar cigarrillos con agujeros de ventilación que diluyen el
contenido de alquitrán y nicotina, que son medidos con los procedimientos oficiales, pero que
no disminuyen la cantidad de estas sustancias que realmente ingieren los fumadores.
- 83 -
Es preciso desarrollar métodos de análisis alternativos a los actuales, así como ampliar el análisis
de componentes y aditivos a los que no son contemplados en los análisis habituales. La OMS ha
tomado iniciativas a este respecto, coincidente con las líneas de trabajo del laboratorio de tabaco
de la Junta de Andalucía.
También es necesario conocer el modo de actuación a nivel molecular y fisiológico de los compuestos,
cómo son absorbidos por los tejidos y cuáles son sus efectos sobre el potencial adictivo y, en suma,
sobre la salud o las distintas patologías. Se desconoce si los distintos patrones de fumado pueden
condicionar distintos efectos biológicos.
Todas estas líneas de investigación pueden servir de apoyo a las acciones judiciales contra las
compañías tabaqueras, a las iniciativas reguladoras de los productos del tabaco, y a las actividades
de promoción de la salud.
- Análisis de la estructura de los cigarrillos: agujeros de ventilación, eficiencia del filtro etc.
En 1994, el Estado de Minnesota en EE.UU. inició una demanda contra las principales industrias
del tabaco. Tras la conclusión de este juicio en 1998 y el acuerdo posterior al que llegaron la
mayoría de estados con las compañías tabaqueras, éstas se comprometieron a sacar a la luz
millones de páginas de documentos hasta entonces internos. Se trata de documentos procedentes
de los archivos de Philip Morris USA, R.J. Reynolds Tobacco Company, Brown & Williamson Tobacco
Corporation (por ella misma o como sucesora de The American Tobacco Company), Lorillard
Tobacco Company, The Council for Tobacco Research-U.S.A., y The Tobacco Institute. La revisión
de dichos documentos, que se han archivado electrónicamente, y su acceso se ha facilitado a
todo el mundo a través de Internet, supone un recurso importante para la lucha internacional
contra el tabaquismo. Aunque los millones de páginas disponibles proceden de los archivos de las
compañías norteamericanas, su presencia internacional comportó el contacto con tabaqueras de
otros países e iniciativas destinadas a la defensa de sus intereses fuera de Estados Unidos, entre
otros países, España. La OMS ha recomendado el análisis de estos documentos para mostrar el
modus operandi de la industria y su influencia en la opinión pública.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
Análisis de los contenidos de los documentos internos de la industria del tabaco relacionados
con:
- Medios de comunicación.
- Aspectos legales.
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Los principios regidores de este Centro serían:
- Actuar como instrumento para la mejora continua de las políticas de control del tabaquismo
en Andalucía.
- Constituir una alianza estratégica entre los órganos de Gobierno, gestores e investigadores,
abordando el problema con una visión integradora de los distintos aspectos del control del
tabaquismo: definición de políticas, reducción de daños, efectos en la salud, aspectos legales
y análisis físico-químico de los cigarrillos.
- Trasladar a la sociedad los aspectos, de cualquier índole, más relevantes del tabaquismo.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
El Plan de Calidad del SSPA establece el compromiso social de ofrecer unos servicios de salud de
calidad, que respondan a las necesidades y expectativas de la ciudadanía y adoptando un modelo
basado en la búsqueda de la excelencia. La Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía será la
encargada de poner en marcha un Modelo de Acreditación que definirá una serie de requisitos de
calidad exigibles en la implementación de las líneas de acción del Plan Integral de Tabaquismo en
Andalucía. Desde esta perspectiva, se establecerán los criterios de evaluación continua así como los
correspondientes estándares de calidad o patrones de referencia que garanticen, desde el rigor y la
independencia, el cumplimiento y mejora continua de las acciones trazadas por el Plan.
La línea de evaluación continua de las actividades del Plan Integral de Tabaquismo evaluará y
valorará los siguientes aspectos:
• Las actuaciones de control del tabaquismo en el ámbito laboral: evaluación del Programa
Empresas Libres de Humo, el grado de implantación en nuestra comunidad, las dificultades
surgidas en la generalización de los programas y la consecución de los objetivos intermedios
y específicos planteados.
• El modelo de atención sanitaria a las personas fumadoras del SSPA, tanto en el nivel de
atención primaria como en el nivel hospitalario: inclusión de los servicios de atención al
tabaquismo contemplados en este Plan en las carteras de servicios de los centros, extensión
de protocolos de actuación comunes, extensión de la intervención mínima, avanzada y
grupal.
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Estándares de calidad en el tratamiento del tabaquismo
4. Intervenciones farmacológicas
• Chicle de nicotina Eficaz
• Parche de nicotina Eficaz
• Inhalador de nicotina Eficaz
• Spray nasal de nicotina Eficaz
• Bupropión Eficaz
• Nortriptilina Eficaz
• Clonidina Eficaz
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
Desde el Plan Integral se propone, como base para la acreditación de los Centros y Unidades
de Apoyo del Tabaquismo, las especificadas en el Modelo Organizativo de Atención Sanitaria a los
Fumadores. La acreditación de este modelo se hará en base a las siguientes premisas:
• En todos los centros sanitarios −de atención primaria y especializada− habrá un programa de
atención al tabaquismo.
Durante el desarrollo del presente Plan Integral se realizará una revisión exhaustiva de las guías
de actuación, planes, programas y protocolos disponibles actualmente en la atención a fumadores
con el fin de plantear los objetivos y las estrategias asistenciales más adecuadas. Es preciso diseñar
la atención al tabaquismo utilizando como herramienta la metodología de los procesos asistenciales,
siguiendo las directrices del Plan de Calidad del SSPA. Se hará especial hincapié en el desarrollo
de protocolos consensuados de terapias grupales multicomponentes y del uso de procedimientos
farmacológicos en el tratamiento del tabaquismo.
El Plan plantea, entre sus líneas de actuación prioritarias, el desarrollo de sistemas y tecnologías
de la información orientados a la ciudadanía, que sirvan como soporte al modelo de atención sanitaria
a las personas fumadoras. Con el diseño y puesta en funcionamiento de este sistema de información
- 89 -
se pretenden varios objetivos:
2) Detectar las fluctuaciones y tendencias temporales del hábito y el impacto de las acciones del
Plan.
3) Conocer el circuito asistencial que siguen las personas usuarias de las unidades de
tabaquismo.
4) Monitorizar la calidad de la asistencia a las personas fumadoras sobre la base de los distintos
indicadores propuestos.
Este sistema de información ha de incluir una serie de elementos esenciales que permitan la
monitorización y evaluación continua de los objetivos definidos en el Plan, así como la valoración de
los resultados, en términos de salud, obtenidos con la implementación de las distintas líneas de
acción del Plan. Las características más destacadas del sistema de información sobre el tabaquismo
son:
1- Abrir una línea de evaluación continua de las actividades que desarrollen cada una de estas
líneas estratégicas.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
8- Incluir, en los sistemas de información habituales del SSPA, entradas e indicadores que
permitan medir y evaluar la actividad de esta línea de atención, tanto en atención primaria
como en especializada.
El pasado 9 de mayo de 2005 fue publicado en el Boletín Oficial del Estado el proyecto de “Ley
reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco para
la protección de la salud de la población”, que proporciona un impulso definitivo a nivel nacional a
las políticas de control del tabaquismo. La Ley consta de cuatro Títulos. El primero establece las
disposiciones generales, el segundo determina limitaciones a la venta, suministro y consumo de los
productos del tabaco, el tercero incorpora a nuestro ordenamiento jurídico la Directiva 2003/33/CE
del Parlamento Europeo y del Consejo, de 26 de mayo de 2003 (donde se establecen importantes
medidas en torno a la publicidad de los productos del tabaco) y el cuarto establece el régimen
sancionador. Esta Ley, de carácter básico, afectaría en nuestra comunidad en lo establecido en la Ley
andaluza 4/97 de 9 de julio, sobre prevención y asistencia en materia de drogas, en la que se trata
el tabaco como una droga institucionalizada más.
El Real Decreto 1079/2002, de 18 octubre, que regula los contenidos máximos de nicotina,
alquitrán y monóxido de carbono de los cigarrillos, el etiquetado de los productos de tabaco, así
como las medidas relativas a ingredientes y denominaciones de los productos del tabaco, establece
que el Ministerio de Sanidad y Consumo exigirá a todos los fabricantes de productos del tabaco la
- 91 -
lista de todos los ingredientes del tabaco y determina los contenidos máximos de alquitrán, nicotina y
monóxido de carbono de los cigarrillos. Este Real Decreto fue desarrollado por la Orden del Ministerio
de Sanidad y Consumo 127/2004, de 22 de enero, en la que también se establece el procedimiento
para obtener la autorización como Laboratorio de Verificación de los productos del Tabaco. Una
de las prioridades del Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía será proceder a la solicitud de
autorización del laboratorio sobre composición de cigarrillos con el que cuenta la Consejería de
Agricultura, Pesca y Alimentación en la ciudad de Sevilla. Esta acreditación será impulsada por la
Dirección del Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía y gestionada por la Consejería de Agricultura
Pesca y Alimentación, de la que depende.
Como ha demostrado la historia, las situaciones de restricción efectiva del consumo, o tráfico legal,
de las drogas institucionalizadas llevan parejo un notable incremento del tráfico ilícito. Ciertas marcas
de cigarrillos se encuentran, de hecho, entre los cinco productos más falsificados del mundo.
Al margen de la vertiente fiscal y aduanera, que se escapa de la gestión de este Plan Integral,
el tráfico ilícito de tabaco lleva implícita consecuencias que sí incumben a este Plan, puesto que al
tratarse de un mercado no controlado, el producto carecería de cualquier control sobre su composición,
pudiendo ocasionar efectos aún más perniciosos que el tabaco regulado. El mercado ilícito favorece
además la falta de control sobre otros aspectos, tales como el etiquetado de las correspondientes
advertencias, la venta a menores, etc. Así pues, deberán coordinarse, con las autoridades competentes,
las actuaciones pertinentes para el control de este tráfico ilícito, elaborando estrategias comunes e
instando a los poderes públicos a actuar en aquellos casos que se considere necesario.
1. Adaptación de la normativa andaluza a la Ley estatal, con la promulgación de una nueva Ley
dedicada en exclusiva al tabaco, que potencie los “Espacios libres de Humos”, especialmente
en todas las dependencias administrativas de la Junta de Andalucía, y actualice lo relativo a
materias de inspección y sanción, con la participación de todos los agentes implicados.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
V. RESUMEN
Introducción
Este Plan Integral pretende ser una herramienta que permita ofertar el mejor abordaje de
las distintas fases de la historia natural del tabaquismo, utilizando estrategias globales e
intersectoriales que integren las intervenciones más adecuadas en cuanto a su prevención,
asistencia y seguimiento, así como la formación e investigación sobre las causas y soluciones
de esta enfermedad.
Análisis de la situación
La edad media de inicio en el consumo de tabaco es, según las Encuestas Andaluzas de Salud,
alrededor de los 17 años (17.08 años en 1999, 16.89 en 2003). Si bien, diversos estudios reflejan
que los primeros contactos con el tabaco suelen darse, en un porcentaje proporcionalmente
mayor conforme a la edad, entre los 12 y 16 años. Entre 1987 y 2003, el porcentaje de varones
fumadores se ha reducido en Andalucía en 17 puntos. Esta disminución ha sucedido (aunque
de manera desigual) en todas las provincias, excepto en Jaén. En fumadoras, al contrario, la
tendencia general ha sido de incremento (en 6 puntos). No obstante hay, nuevamente, diferencias
provinciales y se observa, entre 1999 y 2003, una disminución del porcentaje de fumadoras en
Almería, Málaga y Cádiz. El porcentaje de personas ex-fumadoras en 2003 fue 14.3%. El mayor
número de exfumadores varones aparece, con diferencia, en las provincias de Granada y Málaga;
el mayor número de mujeres exfumadoras, en Almería, Granada y Málaga.
- 93 -
Organización de la asistencia y recursos disponibles
Por otro lado, la red de centros ambulatorios de tratamiento de las drogodependencias, atiende
a la deshabituación tabáquica en 60 centros públicos y concertados de la red asistencial andaluza,
fundamentalmente en las provincias de Córdoba y Jaén. Asimismo, se ha comenzado a organizar
la oferta terapéutica a los profesionales de los centros docentes públicos de Andalucía e iniciado
el proceso de atención al tabaquismo entre los profesionales sanitarios y el resto de empleados
públicos de la Junta de Andalucía (ofertas vinculadas con la estrategia de Centros Libres de
Humo).
4. Crear un futuro “Libre de Humo” en un clima de bienestar social y respeto mutuo, potenciando
estilos de vida saludables y garantizando la protección del derecho a la salud de todas las
personas.
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Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
4. Atención a colectivos de especial relevancia social, que por su carácter modélico puedan
tener un efecto multiplicador en el resto de la sociedad (profesionales de centros sanitarios,
docentes y empleados de administraciones públicas).
5. Situaciones de especial atención. Las actuaciones de prevención y control del Plan Integral
de Tabaquismo en Andalucía deberán atender la perspectiva de género y las desigualdades
sociales. Además, desde el Plan se abrirán líneas de investigación y acción para ofrecer las
mejores alternativas de atención a colectivos tales como: mujeres embarazadas, población
inmigrante, población con trastornos mentales, población privada de libertad.
- 95 -
6. Formación y desarrollo profesional, para facilitar la adquisición de conocimientos y habilidades.
Se identifican tres áreas de trabajo: etapa de formación grado-pregrado, etapa postgrado o de
la especialidad y etapa de la formación continuada.
- 96 -
Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, 2005-2010
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AUTORÍA
COLABORACIÓN
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