Potestades Administrativas

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 20

UNIVERSIDAD DE ORIENTE

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS


LICENCIATURA EN CIENCIAS JURIDICAS

TEMA:
POTESTADES ADMINISTRATIVAS

CATEDRA:
DERECHO ADMINISTRATIVO

CATEDRATICA
LICDA. ANGELICA MARIA SOSA

CICLO:
II-2021

ESTUDIANTE:
SARA STEPHANY GRANADOS GARCIA

SAN MIGUEL 03 DE DICIEMBRE DE 2021.


OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

Describir de manera clara y precisa en qué consisten las Potestades Administrativas del
Estado, identificar su naturaleza jurídica y características, así como establecer su fundamento
en la legislación salvadoreña.

OBJETIVO ESPECIFICO

Sintetizar la clasificación de las Potestades Administrativas del Estado.


INTRODUCCIÓN

Dentro de la esfera del Derecho Público, el Derecho Administrativo es una de sus ramas que
supone un gran número de instituciones jurídicas que son necesarias de estudiar a fondo,
asuntos que la doctrina muchas veces ha traído a discusión y resulta interesante sacar
conclusiones al respecto de temas como el principio de legalidad, la actuación de la
Administración Pública que se basa en las potestades administrativas, temas que sin duda
hay que traer a colación.

La administración pública es una organización a la que corresponde satisfacer los intereses


generales de sus respectivas comunidades, en el referente cotidiano de la población para
evaluar el funcionamiento y la efectividad del régimen democrático, ya que reviste de gran
importancia para la legitimidad de éste.

En ese sentido, para mantener y profundizar la democracia, debe ponerse atención no solo a
las demandas de la población, convirtiéndolas en acciones y decisiones orientadas a
satisfacerlas, sino también al funcionamiento de las organizaciones que se encargan de
materializar e individualizar dichas demandas para satisfacerlas concreta y efectivamente, en
el que la legitimidad de acción de las instituciones del Estado pueda verse desde su actuación
dentro de las normas democrático-constitucionales hasta su capacidad de responder a las
demandas de la población dentro de su ámbito de actuación: seguridad, justicia, salud,
empleo, entre otras.

Por medio del principio de legalidad se atribuyen competencias y facultades dentro de las
cuales se enmarca la actuación de la Administración Pública. Para esa actuación la
Administración Pública tiene potestades que se encuentran previamente establecidas en la
ley y que habilitan al funcionario público para ejercer los actos tendientes a garantizar un
Estado que goce de seguridad jurídica y de igualdad de todos ante la Ley. Por lo que el
presente reporte académico se enfoca en determinar y hacer una valoración de las potestades
del Derecho Administrativo que sirven de instrumento para mejorar la efectividad en las
funciones administrativas del Estado hacia el cumplimiento de su finalidad constitucional,
apoyado en la doctrina, la jurisprudencia y en la legislación vigente.
EL DERECHO ADMINISTRATIVO

En el Derecho Administrativo se hace preciso más que en otras disciplinas analizar el sentido
de un buen número de conceptos tratados en el Derecho Civil, que forman parte realmente
de la teoría general del derecho o en su caso del sistema de fuentes. Por lo que
doctrinariamente se considera una rama del Derecho Público Interno que está compuesto por
normas jurídicas que regulan la actividad administrativa del Poder Ejecutivo y el Poder
Legislativo y de los entes públicos estatales y no estatales.

Sin embargo, atreverse a dar una definición acertada es arriesgado, en cuanto al enorme
cúmulo de conocimientos de diversos legisladores, doctrinarios y juristas, quienes lo han
definido de distintas formas. De tal manera que se presentan definiciones primarias por medio
de las cuales se plasma este importante concepto.

Citando al profesor español Santiago Muñoz Machado que señala: “Se ha dicho con alguna
frecuencia que es difícil encontrar una disciplina científica en la que, como en el Derecho
Administrativo, el tema del concepto se haya resistido más a una compresión pacífica por
parte de los autores” (Muñoz Machado, 1977)

Para autores como Gastón Jezé, Rogerd Bonard y León Duguit (franceses), hay coincidencias
en concebir el Derecho Administrativo como el conjunto de normas jurídicas que organizan
la prestación y el control de los servicios. (García Herreros, 1994).

Los autores mexicanos Gabino Fraga y Andrés Serra Rojas (Martínez, 1997), desarrollan
conceptos del Derecho Administrativo, que es necesario resaltar varios de sus postulados:

Según Fraga, Derecho Administrativo es: “la rama del Derecho Público, que regula la
actividad del Estado que se realiza en forma de función administrativa”. (Fraga, 1969)

El profesor Andrés Serra Rojas, proporciona una definición de carácter formal del Derecho
Administrativo: “El Derecho Administrativo, es una rama del derecho interno que determina
la organización y funcionamiento de la administración pública, tanto centralizada como
paraestatal” (Rojas, 1983)

Autores colombianos como Gabriel Rojas Arbeláez Y Orlando García Herreros, también nos
brindan un concepto de Derecho Administrativo, así tenemos que según Rojas Arbeláez, el
Derecho Administrativo: “es la rama del Derecho Interno que estudia la organización y la
actividad de la administración pública sub ratione legis (bajo la razón de la ley)” (Arbeláez,
2001), mientras que García Herreros dice que “el estudio y la estructura de la actividad de la
administración pública forma parte de la temática del Derecho Administrativo; como que él
tiene entre su objeto el régimen jurídico de esa administración y de la función administrativa
que ella cumple”. (García Herreros, 1994)

En este mismo orden de ideas y después del análisis de los conceptos elaborados por diversos
autores podemos definir al Derecho Administrativo como: un conjunto de normas jurídicas
y principios de Derecho Público Interno, que regula la organización y actividad de la
administración pública, las relaciones que se dan entre la administración y los particulares,
entre los órganos y su control, siendo su objeto o finalidad último el buen desarrollo de dichas
funciones, satisfaciendo de esta manera intereses que benefician a la colectividad y no a
algunos pocos particulares o al propio órgano ejecutivo; compilando todas las normas
jurídicas relacionadas con aquellas instituciones del Estado que administran bienes, fondos
y activos públicos, ya sean dependientes del Órgano Ejecutivo o de las instituciones oficiales
autónomas.

El objeto o finalidad última a la que se dirige el desarrollo de unas funciones o potestades


públicas por parte de la administración pública es la de satisfacer intereses que benefician a
la colectividad y no algunos pocos particulares o al propio órgano administrativo.

Es así, como la legislación concede a la administración poderes de actuar en cuanto ente tutor
o protector de intereses generales que benefician a todos. Sus potestades son vicarias, o como
sostiene García de Enterría, constituyen una potestad función; es decir, “deben ser ejercitadas
en interés ajeno al propio y egoísta al titular, en función del interés público…”

Como se ha establecido anteriormente uno de los fines esenciales a los que se dirige el
Derecho Administrativo, es tutelar los derechos e intereses individuales de los ciudadanos;
es su formación y evolución lo que ha evitado las transgresiones ilícitas que los poderes
públicos podían mantener frente a esos ciudadanos; así, contra la actuación propia del poder
real se reconocen dos baluartes: “el respeto al principio de legalidad” y “el respeto a los
derechos e intereses legítimos de los ciudadanos”.
PRINCIPIO DE LEGALIDAD

Se entiende por principio de legalidad, la necesaria conformidad de los actos de la


administración pública con el ordenamiento jurídico en general, y con el que le da
fundamentación en especial. En este sentido, debemos observar un doble proceso de
sometimiento de los órganos administrativos al Derecho; el primero implicaría un
acatamiento inmediato al conglomerado normativo y de principios que rigen de manera
amplia y particular el actuar del engranaje estatal; el segundo sería la sumisión, de igual modo
inmediata y obligatoria, a las normas y reglas que ella misma ha elaborado en ejercicio de
sus competencias.

El principio de legalidad es de vital importancia en el Derecho Público, ya que el ejercicio


de las potestades administrativas debe sustentarse en normas jurídicas que determinen un
órgano competente; fortaleciéndose así la seguridad jurídica; por lo que en su planteamiento
original conforme a dicho principio, la administración no podría actuar por autoridad propia,
sino que ejecutando el contenido de la ley, ello bajo una interpretación estricta del principio
de separación de poderes originado en la Revolución Francesa. En la actualidad, el principio
de legalidad opera como una cobertura legal previa de toda potestad; cuando la
administración cuenta con ella su actuación es legítima, en el caso de El Salvador este
principio está regulado en el artículo 14 de la Constitución de la República, asimismo es ésta
la que regula las funciones que a cada órgano le corresponde; es decir, la distribución de
competencias que cada uno desempeña están protegidas jurídicamente.

En el artículo 86 Inciso final de la Constitución de la República, la administración pública


en El Salvador, se encuentra sometida al principio de legalidad en un sentido o versión
positiva58, esta sujeción significa que los entes que la articulan, en el ejercicio de la función
administrativa no poseen más potestades que las que la ley expresamente les reconoce.
POTESTADES ADMINISTRATIVAS

El término “potestad” deriva del latín “potestas”, “potestatis”, cuya raíz es “pot” y significa
poder, poderío, potencia, facultad, soberanía, potestad.

La potestad es un poder otorgado por el ordenamiento jurídico de alcance limitado o medido


para una finalidad predeterminada por la propia norma que la atribuye y susceptible de
control por los tribunales. No supone, en ningún caso, un poder de acción libre según la
voluntad de quien lo ejerce, sino un poder limitado y controlable. (Carmona, 2008)

Las potestades administrativas han sido concebidas por la doctrina, en sus inicios como
derechos subjetivos de las administraciones públicas. Concepción que en consecuencia,
otorgaba a la potestad un sentido patrimonial por el que las administraciones públicas podrían
disponer de ellas con la misma libertad que los particulares usan de sus derechos.

Aún subsiste en cierto modo esta concepción cuando discrecionalidad y arbitrariedad se


confunden. Estos poderes sin embargo, no son derechos subjetivos de las administraciones a
las que se atribuyen, sino que forman parte del derecho objetivo y constituyen un ejercicio
obligatorio para ellas. Frente a las potestades las administraciones públicas no gozan de
facultades de disposición, sino que se encuentran ante un deber que se ha de cumplir cuando
se dan los presupuestos legales que determinan su ejercicio. La visión de la potestad como
un derecho de las administraciones públicas es pobre, constituye una proyección del mundo
civil, inadecuado para el Derecho Público o en su caso una visión desviada por los políticos
o cargos públicos. (Palasí, 1992)

La potestad es un poder otorgado por el ordenamiento jurídico de alcance limitado o medio


para una finalidad predeterminada por la propia norma que le atribuye y la cual es susceptible
de control por los tribunales. No supone en ningún caso, un poder de acción libre según la
voluntad de quien lo ejerce, sino un poder limitado y controlable.

Distintos conceptos de Potestad Administrativa

Las potestades administrativas se definen como: Poderes que la ley confiere directamente a
las administraciones públicas y que las facultan para realizar fines de interés general o
público. Estos poderes que les son otorgados las sitúan en una posición de supremacía y de
prerrogativa, que además, las faculta para constituir, modificar o extinguir situaciones
jurídicas y de que son titulares activos los administrados; imponiéndoles obligaciones y
situaciones jurídicas, de forma unilateral e incluso sin contar con su voluntad o
consentimiento, aunque esté sujeto al ordenamiento jurídico y ejecutivo.

Doctrinariamente se define la potestad administrativa como un poder jurídico unilateral que


el ordenamiento reconoce a la administración para la satisfacción del interés general,
sometiendo su ejercicio a la ley y al control judicial. En ese sentido, la administración pública
necesita de disponer de los medios jurídicos correspondientes, para desarrollar su actividad
y lograrlos fines perseguidos con ello.

CARACTERISTICAS DE LAS POTESTADES ADMINISTRATIVAS

Las potestades de la administración se caracterizan por ejercerse en interés de otro, esto es,
no de quien lo ejerce sino del interés público o general.

Sus características principales son:

a) Se trata de poderes regulados por la ley y por ello no cabe olvidar que las
potestades administrativas están sujetas al principio de legalidad propio de
nuestro Estado de Derecho;
b) Estas facultades otorgadas a las administraciones públicas sólo pueden ser
ejercidas para la persecución del interés público y en ningún caso el interés propio
o privativo de la propia administración;
c) Son reconocidas directamente por el ordenamiento jurídico. Son las normas las
que dicen lo que la administración puede y debe hacer en cada caso;
d) Son unilaterales, la administración las ejerce sin necesidad de que el destinatario
de su actuación este de acuerdo con ello;
e) Pueden ser ejercidas indefinidamente mientras que su reconocimiento no
desaparezca del ordenamiento jurídico;
f) Se encuentran en una situación de sujeción general;
g) De su ejercicio resultan actos administrativos concretos, que pueden dar lugar a
una mejora, empeoramiento o serles indiferentes a los particulares;
h) El ejercicio de las potestades administrativas está sujeto a control judicial,
pudiendo ser impugnados sus actos de aplicación ante los tribunales de justicia;
i) Es un poder otorgado por el ordenamiento jurídico, pues es la norma jurídica la
que atribuye limitada y concretamente una potestad;
j) El poder que implica la potestad está ligado a un fin. Ello significa por una parte
que las potestades están asociadas a fin definido por el legislador y por otra parte,
que las potestades se otorgan para cumplir un fin ajeno al interés del titular;
k) Los ciudadanos están obligados a soportar los efectos de la potestad en su esfera
jurídica. Como contrapartida a esta sujeción, para el ciudadano las potestades son
limitadas, deben respetar sus derechos y su ejercicio es susceptible de
impugnación judicial, y
l) El ejercicio de toda potestad debe estar respaldado por la verificación del supuesto
de hecho de la norma que se aplica.

CLASIFICACION DE POTESTADES ADMINISTRATIVAS

Las potestades administrativas se clasifican según diversos criterios:

A. Según su contenido
1) Potestad Reglamentaria: Es la prerrogativa por la que las administraciones públicas
pueden crear normas con rango reglamentario; es decir, normas subordinadas a las
leyes, ya sean reglamentos o decretos que regulen el ejercicio de sus propias
atribuciones.
Los reglamentos que dicta la administración pública, tienen todos los caracteres
formales de una ley: generalidad, impersonalidad y abstracción, pero difieren de las
leyes en la escala jerárquica, ya que se encuentran por debajo de ellas; los reglamentos
deben ser constitucionales y legales, deben limitarse a las disposiciones de la ley y
aplicarlas.
2) Potestad de Planificación: Se puede definir como una de las facultades de actuación
o prerrogativas que el ordenamiento jurídico atribuye a las administraciones públicas,
revistiéndolas de un estatus especial derivado de su misión de servicio a la protección,
garantía y realización del interés general.
3) Potestad Organizatoria: Es el conjunto de facultades que la administración pública
ostenta para configurar su estructura, es la capacidad de decidir y de ordenar; se
considera inherente a quienes ejercen la función de dirección.
Es, en consecuencia, una parte de la función directiva y en muchos casos, una de las
funciones más directamente vinculadas a la responsabilidad por la gestión que
considera que el acierto en las decisiones de organización es uno de los elementos
centrales para evaluar el éxito de las políticas de gestión.
4) Potestad Tributaria: Se define como la facultad que el ordenamiento jurídico le
reconoce al Estado para imponer, modificar o suprimir en virtud de una ley,
obligaciones tributarias.
5) Potestad Sancionadora: Es aquella facultad de la administración pública de imponer
sanciones a través de un procedimiento administrativo.
Entendida la sanción administrativa como aquel mal infringido a un administrado
como consecuencia de una conducta ilícita, con finalidad represora, consistiendo la
sanción en la privación de un bien o derecho, o la imposición de un deber, al estar
vedada para la administración pública las sanciones consistentes en privación de
libertad.
6) Potestad Expropiatoria: Es un procedimiento mediante la cual los poderes públicos
competentes despojan de sus bienes y derechos o intereses de contenido patrimonial,
total o parcialmente, temporal o definitivamente, a sus titulares legítimos.
Su característica principal es que no hay en ella acuerdo de voluntades, sino que su
mismo fundamento le otorga la suficiente eficacia jurídica para que, cumplido el
procedimiento legalmente previsto y el pago de una justa indemnización, produzca el
efecto aleatorio en el patrimonio de los particulares.
7) Potestad de Ejecución Forzosa: Es la capacidad que tiene la dministración pública
para llevar a efecto sus propios actos, siendo evidentemente requisito previo necesario
que se haya dictado el acto administrativo que sirve de título habilitador.
Así, a diferencia de un particular, el cual tendría que acudir, por ejemplo, a los
tribunales de justicia para reclamar el pago de una cantidad que se le debe, la
administración, si existe el previo acto que le reconoce el derecho a cobrar una
cantidad podrá, sin necesidad de acudir a los tribunales de justicia, actuar
directamente sobre el patrimonio del deudor, en virtud de esta Potestad de Ejecución
Forzosa.
8) Potestad de Coacción Administrativa: Es aquella que le permite definir y
particularizar los Derechos en aplicación de la ley e incidir en la esfera jurídica de los
particulares.
Esta potestad supone que la administración goza del privilegio del auto tutela
administrativa, también conocida como ejecutividad o ejecutoriedad de los actos
administrativos. Esta auto-tutela expresa la posición de la administración respecto de
los tribunales de justicia, lo que significa que la administración está capacitada como
sujeto de Derecho para tutelar por sí misma sus actos sin necesidad de recabar tutela
judicial.
9) Potestad de Investigación: Deslinde y recuperación de oficio de sus bienes, atribuye
a las administraciones locales una potestad administrativa específica a fin de
investigar para efectos de sus bienes: la denominada recuperación de oficio, recuperar
por sí mismas su posesión en cualquier momento cuando se trate de los bienes de
dominio público.
En El Salvador esta potestad se ejerce como un mecanismo de control por medio de
la fiscalización que realiza la corte de Cuentas de la República de acuerdo a lo
establecido en el artículo 195 de la Cn., siendo este un sistema de Fiscalización
fundamentado en el interés supremo del Estado, estableciendo un régimen de
intervención en las cuentas de los Administradores Públicos.
10) Potestad de Revisión de Oficio de los Actos Administrativos: Las administraciones
pueden revisar los actos administrativos que dicten y declararlos nulos o lesivos
siempre que afecten el interés general.

B. Según su incidencia en el ordenamiento jurídico:


1) Innovativas: De naturaleza normativa (reglamentos) por las que se aprueban,
modifican o derogan las normas administrativas, alterando el sistema normativo
anterior. De conformidad de situaciones y relaciones jurídicas.
2) No Innovativas: Potestades de auto tutela: Que implica que la administración pública
está capacitada como sujeto de derecho para tutelar por sí misma sus propias
situaciones jurídicas, incluso sus pretensiones Innovativas del “status quo”109,
eximiéndose de este modo de la necesidad, común a los demás sujetos, de recabar la
tutela judicial.

C. Según el grado de disponibilidad para incidir en la esfera jurídica de los administrados:


1) De Supremacía General: En las que el administrado tiene frente a la administración
todas las garantías plenas que se deducen del marco de derechos que le otorgan la
Constitución y las leyes, que afectan o sujetan a todos los ciudadanos, por su
condición abstracta de ciudadanos, en cuanto súbditos del orden público, sin
necesidad de títulos concretos.
2) De Supremacía Especial: Que son ejercidas por la administración sobre aquellas
personas que se encuentran en una situación de subordinación, derivada de un título
concreto, sobre los funcionarios o los usuarios de los servicios públicos.
(Funcionarios, por medio del control disciplinario).
El control disciplinario es un elemento indispensable de la administración pública,
en la medida en que, el mismo se orienta a garantizar que la función pública sea
ejercida en beneficio de la comunidad y para la protección de los derechos y libertades
de los particulares.

D. Por la forma de atribución de la potestad:


1) Expresas o Implícitas: Según aparezcan de forma explícita en la norma o se deduzcan,
implícitamente;
2) Específicas y por Cláusulas Generales: Las primeras delimitan muy precisamente los
objetivos y por el contrario, las segundas se contienen en cláusulas generales, y
3) Regladas y Discrecionales:
Discrecionales: Son potestades que implican que cabe distintas opciones o distintas
soluciones, todas ellas válidas; pues la ley que atribuye la potestad a la administración
sólo fija algunas de las condiciones del ejercicio de la misma y remite la
determinación del resto de las condiciones a la apreciación subjetiva del órgano de la
administración titular de la potestad.
La discrecionalidad no es una característica que se pueda predicar globalmente de
una potestad, sino sólo de alguno de sus elementos. No hay potestades íntegramente
discrecionales, sino potestades en las que algunos elementos son discrecionales.
En todas las potestades discrecionales hay elementos discrecionales y hay otros que
son reglados. Estos últimos son:
1. La existencia misma de la norma;
2. El supuesto de hecho que legitima a la administración para su empleo;
3. La competencia; es decir, la determinación del órgano u órganos a que se atribuye
esa potestad;
4. El fin de la potestad; es decir, el objetivo concreto que persigue el uso de esa
potestad, y
5. La discrecionalidad no es consecuencia de una laguna legal.
La discrecionalidad no se puede confundir con la mayor o menor indeterminación de
los conceptos jurídicos. Las normas utilizan deliberadamente conceptos vagos, bien
sean de experiencia social y otras veces son conceptos éticos. Estos conceptos
jurídicos indeterminados no tienen nada que ver con discrecionalidad. En relación a
ellos la administración no tiene margen valorativo. La situación a la que se refiere ese
concepto jurídico indeterminado existe o no de modo objetivo con arreglo a
estándares socialmente aceptados. La indeterminación del enunciado no se traduce en
una indeterminación de las aplicaciones del mismo porque sólo se permite una única
solución justa.

E. Otra clase de potestades:


1) Conservativas: Se ordenan a conservar, tutelar, realizar situaciones jurídicas
preexistentes: sin modificarlas o extinguirla;
2) Auto-atribuidas: Siendo creadas y otorgadas por el mismo ente destinatario de las
mismas, siendo común en el campo de las potestades administrativas. Muchas de las
potestades no son atribuidas por la ley, sino por normas reglamentarias;
3) Potestad Ejecutiva en sentido estricto: Esta facultad, dicho simplemente, consistir que
la administración pública puede obligar a cumplir lo que ordena o a ejecutarlo ella
misma, por la presunción de legalidad de sus actos; es poder realizar en el orden
material, los actos específicos que corresponden a la administración pública dentro
de su esfera, y
4) Potestad Jurisdiccional: Es la facultad que el Estado otorga a la administración, para
revisar sus resoluciones e instancias del afectado por medio de los recursos
administrativos, ya sea de reposición o jerárquicos. El de reposición ante la misma
autoridad que dictó la resolución y el jerárquico se interpone ante la autoridad
superior jerarquía. La petición de estos recursos que el particular hace, no reviste los
caracteres de juicios ya que la resolución de este recurso es interna.

POTESTAD ADMINISTRATIVA SEGÚN LA LEGISLACION SALVADOREÑA

POTESTAD REGLAMENTARIA

La Constitución reconoce a la administración una potestad reglamentaria concediéndole la


facultad de crear ciertas clases de reglamentos. Artículo 168 ordinal 14°.

Debe hacerse notar también que la Constitución, al emplear el término ley, siempre lo hace
en el sentido formal de la palabra; es decir, como acto emanado de la Asamblea Legislativa.
Cuando el texto constitucional quiere referirse a normas jurídicas de carácter general que no
son emitidas por la Asamblea Legislativa, usa términos que las diferencian claramente de la
ley en sentido formal; como por ejemplo los tratados.

Los artículos 174 y 183 de la Constitución se refieren a: la inconstitucionalidad de Leyes,


Decretos y Reglamentos; el artículo 185 también de la Constitución, nos habla de
inconstitucionalidad de cualquier ley o disposición de los otros Órganos; el artículo 235 de
la Constitución, se refiere a la prevalencia de la Constitución sobre las Leyes, Decretos,
Órdenes y Resoluciones que la contraríen.

Es evidente que la norma primaria reserva el término Ley para el acto formalmente legislativo
y que usa otros términos para designar a aquellas leyes en sentido material que no emanan
de la Asamblea Legislativa.
El artículo 204 ordinal 5° de la Constitución: La autonomía del Municipio comprende,
decretar las ordenanzas y reglamentos locales. Los municipios serán autónomos en lo
económico, en lo técnico y en lo administrativo y se regirán por un Código Municipal
que sentará los principios generales para su organización, funcionamiento y ejercicio de
sus facultades autónomas. Los municipios estarán obligados a colaborar con otras
instituciones públicas en los planes de desarrollo nacional o regional.

Por otra parte el Código Municipal regula la Potestad Reglamentaria en los siguientes
artículos:
Artículo 32: Las ordenanzas son normas de aplicación general dentro del municipio sobre
asuntos de interés local. Entrarán en vigencia ocho días después de su publicación en el
Diario Oficial.
Artículo 33: Los reglamentos constituyen normas, disposiciones y mandatos sobre el
régimen interno municipal y de prestación de servicios. Entrarán en vigencia ocho días
después de ser decretados.
Artículo 35: Las Ordenanzas, Reglamentos y Acuerdos son de obligatorio cumplimiento
por parte de los particulares y de las autoridades nacionales, departamentales y
municipales. Las autoridades nacionales están obligadas a colaborar para que las
decisiones municipales tengan el debido cumplimiento.

El Artículo 167 ordinal 1° de la Constitución: Establece cuales son los Reglamentos


Autónomos en nuestro sistema al determinar que corresponde al Consejo de Ministros:
Decretar el Reglamento Interno del Órgano Ejecutivo y su propio Reglamento.
De igual manera en el artículo 131 de la Constitución le corresponde a la Asamblea
Legislativa ordinal 1°, decretar su reglamento interior.

POTESTAD TRIBUTARIA
Artículo 1 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta: La obtención de rentas por los sujetos
pasivos en el ejercicio o periodo de imposición de que se trate, genera la obligación de
pago del impuesto establecido en esta Ley.
Artículo 2 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta: Se entiende por renta obtenida, todos
los productos o utilidades percibidos o devengados por los sujetos pasivos, ya sea en
efectivo o en especie y provenientes de cualquier clase de fuente, tales como la del
trabajo, ya sean salarios, sueldos, honorarios, comisiones y toda clase de remuneraciones
o compensaciones por servicios personales.

Artículo 16 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta: Se reputan rentas obtenidas en El


Salvador, las que provengan de bienes situados en el país, así como de actividades
efectuadas o de capitales invertidos en el mismo y de servicios prestados o utilizados en
el territorio nacional, aunque se reciban o paguen fuera de la República. La renta
proveniente de servicios que se utilicen en el país, constituirán renta obtenida en El
Salvador para el prestador del servicio, independientemente que la actividad que lo
origina se realice en el exterior.

POTESTAD SANCIONADORA

Principio de Legalidad: El principio de Legalidad o Supremacía de la Ley, es un principio


fundamental conforme al cual todo ejercicio de un poder público debe realizarse acorde
a la Ley y a su Jurisdicción y no a la voluntad de las personas.
En el Estado de Derecho postula una forma especial de vinculación de las autoridades e
instituciones públicas al ordenamiento jurídico. Se expresa en un mecanismo técnico
preciso; atribuye potestades a la administración; otorga facultades de actuación;
definiendo cuidadosamente sus límites y poderes y habilita a la administración para su
acción.
La Jurisprudencia Contencioso Administrativa 29/91111 expresa que la facultad
sancionatoria de que está dotada la administración tiene en nuestro país cobertura
constitucional:
1) Artículo 14 de la Constitución: Corresponde únicamente al
Órgano Judicial la facultad de imponer penas. No obstante, la autoridad administrativa
podrá sancionar mediante resolución o sentencia y previo el juicio correspondiente, las
contravenciones a las Leyes, Reglamentos u Ordenanzas, con arresto hasta por quince
días o con multa, la cual podrá permutarse por un período igual.

2) La administración la encontramos en el artículo 86 de la Constitución: El poder


público emana del pueblo. Los órganos del Gobierno lo ejercerán
independientemente dentro de las respectivas atribuciones y competencias que
establecen esta Constitución y las Leyes. Las atribuciones de los órganos del
Gobierno son indelegables, pero éstos colaborarán entre sí en el ejercicio de las
funciones públicas.

Asimismo, los siguientes artículos y leyes hacen referencia al principio de legalidad: Artículo
86 inciso 3 de la Constitución: Los Funcionarios del Gobierno son delegados del pueblo y no
tienen más facultades que las que expresamente les da la Ley.

Así mismo el artículo 172 de la Constitución otorga la potestad al Órgano Judicial de


imponer sanciones en materia de lo Contencioso Administrativo.

Artículo 1 y 2 de la Ley de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo en los cuales


establece que corresponderá a la jurisdicción contenciosa administrativa el conocimiento de
las controversias que se susciten en relación con la legalidad de los actos de la administración
pública.

1. Ley de Expropiación y de Ocupación de Bienes por El Estado La Ley de


Expropiación y de Ocupación de Bienes por el Estado establece el procedimiento
especial que ha de seguirse en los casos en que una persona puede ser privada de sus
bienes por causa de utilidad pública legalmente comprobada y previa una justa
indemnización.
2. Ley de Inversiones La expropiación procederá por causa de utilidad pública o de
interés social y previa una justa indemnización a excepción cuando la expropiación
sea motivada por causas provenientes de guerra, de calamidad pública o cuando tenga
por objeto el aprovisionamiento de agua o de energía eléctrica, o la construcción de
viviendas o de carreteras, caminos o vías públicas de cualquier clase, la
indemnización podrá no ser previa.
3. Ley de Servicio Civil En dicha Ley se establece que las amonestaciones podrán ser
impuestas por la Comisión de Servicio Civil o por los Jefes del servicio
correspondiente, con la sola comprobación del hecho que las motiva.

De conformidad al artículo 42, la multa, suspensión sin goce de sueldo, la postergación en el


derecho a ascenso, la rebaja de categoría y el despido o destitución sólo podrán ser impuestos
por la Comisión de Servicio Civil de la dependencia a que pertenezca el funcionario o
empleado, la que procederá en la forma que establece esta Ley. De estas resoluciones se
admitirá Recurso de Revisión para ante el Tribunal de Servicio Civil.

1. Ley de la Carrera Administrativa Municipal La Ley de la Carrera Administrativa


Municipal otorga la competencia para sancionar a los Concejos Municipales, el
Alcalde o la máxima autoridad administrativa y funcionarios del nivel de dirección
(artículo 63 inciso 3).

a) Artículo 63: Serán sancionados con amonestación verbal privada los funcionarios o
empleados que cometan faltas leves determinadas en el respectivo reglamento interno y que
no impliquen incumplimiento de las obligaciones expresadas en el artículo 60: excepto el
incumplimiento ocasional de las comprendidas en el ordinal 2° del citado artículo, que se
sancionarán de acuerdo a este inciso. En caso de reincidencia, dentro del plazo de dos meses
siguientes a la fecha de comisión de la primera falta, la amonestación se hará por escrito.
CONCLUSION

El Derecho Administrativo es de vital importancia ya que se encuentra en relación directa


con el perfeccionamiento de la administración general; es decir, que mediante instituciones
y organismos actúa la administración pública; siendo la característica común a éstas, la
competencia para actuar con prerrogativas o poderes superiores a los que poseen los
particulares y tiene como fundamento angular el interés público, considerado como
aspiración máxima de colectividad y preocupación del gobierno, por medio de los órganos e
instituciones a través de los que actúa la administración pública.

Las administraciones públicas son organizaciones serviciales, que deben atender de manera
efectiva la satisfacción de las necesidades generales y del interés público, por lo que no deben
convertirse en reductos de una inadecuada gestión o de un desempeño irregular que les haga
quedar en deuda con las expectativas de la población, en donde la falta de transparencia y la
corrupción den como resultado la consolidación de élites y burocracias políticas y
económicas, erosión en la credibilidad y legitimidad de los gobiernos, convirtiéndose de esta
forma en las causas del fracaso de la administración pública, donde la falta de
profesionalismo en el cuerpo de funcionarios públicos, normativas vagas, complejas o que
se prestan a confusión, manejo inadecuado de las finanzas del gobierno, mala distribución de
las tareas entre los niveles de gobierno.

Las potestades administrativas pueden definirse como las prerrogativas que corresponden a
la Administración Pública para el cumplimiento de sus fines, y que le permiten ejercer
sus funciones desde una posición de preeminencia jurídica que se concreta en la sujeción,
general o especial, de los administrados a los actos que la Administración dicta en ejercicio
de estas potestades. La potestad administrativa es, en esencia, la manifestación en un
ámbito específico de relaciones jurídicas del poder público genérico del que está
investida la Administración, y constituye un elemento definitorio básico del estatuto de la
Administración en cuanto sujeto del Derecho administrativo. En definitiva, se trata de títulos
de intervención que deben desarrollarse o ejecutarse para lograr las finalidades especialmente
previstas por el ordenamiento al establecerlos y caso de no aplicarse de este modo los
actos y disposiciones a través de los cuales se canalizan serán objeto de un vicio de
desviación de poder.
BIBLIOGRAFÍA

Arbeláez, G. R. (2001). El Espíritu del Derecho Administrativo. Bogotá: Temis.

Carmona, F. R. (2008). Temas de Derecho Administrativo I. San Salvador: Pleno del Consejo
Nacional de la Judicatura de El Salvador.

Fraga, G. (1969). Derecho Administrativo. Ciudad de Mexico: Porrúa.

García Herreros, O. (1994). Lecciones del Derecho Administrativo. Bogotá: Universidad Sergio
Arboleda.

Martínez, R. B. (1997). Manual de Derecho Administrativo. Ciudad de Mexico: Trillas.

Muñoz Machado, S. (Septiembre-diciembre de 1977). Las Concepciones del Derecho


Administrativo y la Idea de. Revista de Administracion publica No.84, 519.

Palasí, J. L. (1992). Principios del Derecho Administrativo. Madrid : Editorial de la Facultad de


Derecho.

Rojas, A. S. (1983). Derecho Adminstrativo. Mexico: Porrúa.

También podría gustarte