MOTIVOS Ceramica Taina
MOTIVOS Ceramica Taina
MOTIVOS Ceramica Taina
INTRODUCCIÓN
La cerámica siempre ha sido un medio propicio para el desarrollo de la pintura y el dibujo, lográndose
de este modo una mayor expresividad y un más elevado nivel estético y conceptual.
Es posible que las primeras aplicaciones de engobe o barniz en la cerámica primitiva tuviesen como
función primordial impermeabilizar la terracota y mejorar la textura de las superficies. Pero, en adición a
estos aspectos funcionales, con el empleo de las diversas técnicas cromáticas y pictóricas, surgió, al
mismo tiempo, el elemento ornamental y simbólico.
De manera que, junto a las formas o modelados característicos de las vasijas, los pueblos fueron
creando diseños decorativos particulares a base de combinar los colores de los engobes, o por medio de
trazos pintados sobre el tono peculiar de la superficie del recipiente, confiriéndoles a los objetos de barro
cocido mayor tonalidad, apariencia y expresión.
Contrariamente a lo que se creía hasta el presente, los tainos no fueron la excepción dentro de esta
tendencia universal de decorar la cerámica con motivos pictóricos. Sobre estos rasgos decorativos de la
cerámica taina de la isla de Santo Domingo, rendimos este informe preliminar.
Por las descripciones de los cronistas de la época de la conquista sabemos que los tainos tenían
el hábito de pintar sus rostros y cuerpos, así como muchos de sus objetos rituales y cotidianos, usando
para estas aplicaciones decorativas tintes de origen vegetal, extraídos de la jagua {genipa americana. L)
y de la bija (bixa orellana, /..), entre otras substancias tintóreas.
El propio Cristóbal Colón fue el primero en llamar la atención sobre la pintura corporal de los indios
antillanos, haciendo múltiples referencias de esta difundida práctica aborigen en su Diario del Primer Viaje
del Descubrimiento.
A este respecto, en su periplo por la costa norte de Haití, el Almirante, al describir las características
de los indios del cacique Guacanagarí, dice:
"Verdad es que todos se tiñen, algunos de negro y otros de otro color y los mas de
colorado. He sabido que lo hacen por el sol, que no les haga tanto mal" (Colón 1968:
130).
Cristóbal Colón, con una aguda capacidad de observación, revela que la pintura corporal de los
indígenas que habitaban estas latitudes tropicales, además de su evidente función decorativa, servía para
proteger su piel de la constante exposición al sol, aparte de varias propiedades terapéuticas, como repeler
mosquitos y otros insectos.
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Es posible que los tainos, al igual que otros grupos aborígenes americanos, desarrollaran un estilo
distintivo en su pintura corporal, según los diversos linajes y rangos sociales. De igual modo, para asistir
a rituales de invocación a sus cemíes, participar en jornadas de caza y pesca o en combates, tal como aún
se practica entre las comunidades indígenas de las zonas orinoco-amazónicas (Gumilla 1745:116-23;
Fewkes 1907:58,9: Turner 1968; Barandiarán y Walalam 1974: 95).
Sobre el aspecto ceremonial de la pintura corporal entre los tainos, Gonzalo Fernández de Ovifdo
(1959,1:253), al describir las características colorantes de la bija {bixa orellana, L), dice lo siguiere:
"...e de aquella color (rojo) se pintan las cara i el cuerpo, de tan buena gracia í<Je
parescen al mismo diablo. E las indias hacen lo mismo, cuando quieren hacer sus tiesas e
areyto o bayles, e los indios, quando quieren parescer bien, e quando van a pele-''', por
parescer feroces".
No es de dudar que muchos de estos diseños corporales tainos, en adición a realz? la apariencia
personal, tuvieran un carácter simbólico, por lo cual es probable que estos trazos de pirura también se
reprodujesen en los objetos empleados en sus ceremonias mágico-religiosas.
Por otra lado, en los yacimientos arqueológicos tainos con frecuencia se encuban pintaderas o
sellos de barro, de formas planas o cilindricas, con diversos diseños incisos y pi iteados, que es de
suponer fueron empleados por los indios para su decoración corporal o para es'-tmpar sus tejidos en
algodón.
En el Museo de Arqueología y Etnología de Turin, Italia, se conserva un cf"ní de carácter funerario,
confeccionado en algodón, que presenta zonas pintadas de rofo y azul oscuro, para resaltar así algunas
partes de su cuerpo (Vega 1972), corroborando la aceveración de los cronistas de q.ie los tainos teñían
con tintes vegetales "algunas cosas que hacían de algodón".
Del mismo modo, son abundantes las pictografías tainas en el interior de las cavemas.quQ mueran
esquematizadas figuras humanas y de animales, así como escenas de caza y otra? «presentado.oS
alusivas a ÍUS creencias míticas (Vega 1976; Pagan 1978; Morbán 1979; Pagan, ciarcia Arévalo 198?;.
Dada; las evidencias encontradas en documentos etno-históricos de la época de la conquista y en
hallazgos aqueológicos, podemos afirmar que entre los indios tainos existió un apreciable arte pictórico,
que bien pudo ser transferido a los objetos cerámicos.
Los tainos al momento del Descubrimiento de América, habían desarrollado una vasta producción
alfarera, conocida como estilo chicoide (Rouse 1964). La alfarería *fna se distingue por-si'expresiva
decoración simbüica, de rasgos escultóricos, mediante estilizadas representaciones antropomorfas y
zoomorfas, aplicaúas bilateralmente en el borde, haciendo las veas de asas. Con Majencau tos
recipientes exhiben diseños incisos y punteados en su parte supenor, tomando bandas decorabas con
motivos geométricos, de carácter esquemático, que bien pudieron estar rellenos de alguna pasta blanca,
con la finalidad de resaltar los diseños incisos.
Los ejemplares cerámicos tainos (S. XI l-XV d.C.) no se han.caracteriza*porlucir ^ ¿ M o r a d a s
con pinturas o engobes de origen mineral, a diferencia de la cerámica .gnen o salado.de (S. I-VI d C ) en
la cuPal se emplein combinaciones cromáticas en rojo, blanco y anaranjado Otras ^ ^ f ^ ' 0 " ? ^
agroalfareras anteriores a la cultura taina, como es el caso del estilo ostono.de (S. VII-XI d.C), tamb.en
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emplearon engobes minerales, precocciónj para decorar la parte superior de sus recipientes con pintura
roja, sobre la cual ocasionalmente aparecen trazos lineales en negro. Pero estas modalidades decorativas
polícromas subtaínas desaparecen en los niveles culturales tainos, por lo que, generalmente, al estilo
chicoide no se le atribuye el uso de pintura entre sus diversos modos decorativos.
Partiendo de esta caracterización de la cerámica taina, el crítico de arte Rafael Díaz Niese, en su
ensayo La alfarería indígena dominicana (1945), afirma que: "La ausencia total de policromía en toda
la cerámica quisqueyana es, para nosotros, un fenómeno singular e inexplicable, que la coloca en rango
aparte, si no inferior, cuando se la compara con los productos similares de otroá pueblos de América".
Dado el tono negruzco de la pintura que aparece en la cerámica taina, consideramos que la
substancia:tintórea utilitazada para elaborar tales diseños sería extraída del fruto de la jagua* (gen/pa
americana. L), del cual se obtiene un colorante negro-azulado, o tal vez del mangle (rhizophoramangle,
L) del que se saca un tinte pardo-rojizo, que más tarde se ennegrece.
A este respecto, Fray Bartolomé de las Casas (1967,1:75), al hablar de las propiedades be la jagua
(genipa americana, L), refiere lo siguiente:
El zumo desta f ruda es blanco y poco a poco se hace tinta muy negra, con que teñían
los indios algunas cosas que hacían de algodón y nosotros escrebíamos. Este zumo
o agua de las xaguas tiene virtud de apretar las carnes y quitar el cansancio de las
piernas yporesto se untaban los indios las piernas principalmente ytambién elcuerpo.
Después de pintada se quita contiificultad en algunos días aunque se lave"
Walter E. Roth (1924:133), en su documentada obra sobre los indios de la Guayánas, menciona
la jagua {genipa americana, L), como una de las plantas que se emplean para pintar lacerámica aborigen
de la zona selvática orinoco-amazónica, de donde provenían los ancestros de los tainos. Este autor,
citando a Bancroft (1769), refiere también que con la genipa americana los indios "decoraban sus cuerpos
al dibujar una variedad de figuras... Estas figuras, cuando se dibujan en la piel, son indelebles por un
término de 9 a 10 días, como ningún otro arte, hasta ahora, descubierto. Cuando ha vencido este plazo,
los dibujos usualmente comienzan a desaparecer y pronto se tornan invisibles".
//
En cuanto al mangle (rhizophora mangle, L), existe la evidencia arqueológica de que esta planta
fue empleada por los tainos en la confección de pictografías que se conservan en algunas cavernas,
especialmente en las ilustraciones que aparecen en la Cueva de Borbón, Provincia San Cristóbal,
República Dominicana (Pagan 1978:18; Morbán 1979:36).
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La ornamentación pintada que presenta la cerámica taina es monocroma, es decir, de un sólo color,
el negro, que contrasta con el tono claro del fondo del recipiente, produciendo un notable efecto cromático.
Se trata de diseños lineales muy estilizados, deformas curvas, ondulantes, rectilíneas y triangulares,
de sinuosas abstracciones. Generalmente, la composición del dibujo ocupa la totalidad del espacio central
del recipiente. En algunos casos, la zona que aún conserva pintura ha desaparecido parcialmente, por
efecto del tiempo, o es casi inapreciable a simple vista.
Los diseños en negro se aplicaron a los recipientes después de la cocción. Hasta el presente se
desconoce si, además de pintura, los tainos emplearon algún tipo de barniz vegetal para fijar los diseños
o resaltarlos.
A través de estos motivos pictóricos, el artífice se expresa con espontaneidad y abstracción gráfica,
demostrando un gran dominio técnico y espresividad estética. Al parecer, estos dibujos no responden a
un patrón estilístico cerrado, encontrándose en ellos poca uniformidad y simetría. Por esto inferimos que
se trata de una creación individualizada, hecha con entera libertad, en la que el artista le imprime a la vasija
su propia concepción.
Los motivos pictóricos tainos tienen al parecer implicaciones simbólicas de carácter mitológico o
mágico-religioso. Dichos motivos podrían considerarse una extensión de los diseños usados por los indios
en su pintura corporal para las ceremonias, o tal vez fueron obra de los behiques o chamanes como parte
de sus prácticas curativas.
Hasta el momento, en ladecoraciónpictóricaque aparece en la cerámica taina no se han encontrado
representaciones figurativas antropomorfas o zoomorfas, a diferencia de las pictografías localizadas en
las cavernas, donde predominan las imágenes humanas, junto a diversos ejemplos de la fauna insular.
Là presencia de diseños pintados en la alfarería taina es común en los recipientes de formas abiertas
que muestran plenamente su superficie interior, como los platos y cazuelas, que por su forma facilitan la
aplicación y visibilidad de los dibujos en negro, que a su vez contrastan con el color de la pasta. Muchos
de estos recipientes de formas planas pudieron ser usados para inhalar en ellos el rapé alucinógeno de
la cohoba o ingerir bebidas propiciatorias, por lo cual es posible que tales diseños tuvieran una íntima
relación con estos rituales de invocación a los cemíes.
Cuando se trata de ollas o vasijas de boca cerrada, los diseños se aplicaban exteriormente en las
partes más visibles cercanas al borde, en combinación con las bandas decorativas, incisas y punteadas,
propias del estilo chicoide.
CONCLUSIONES
Antes del hallazgo de estas muestras arqueológicas, se desconocía la existencia de cerámica taina
con diseños pintados en negro. Esta práctica decorativa constituye, pues, una nueva modalidad
ornamental y de expresión simbólica dentro de la alfarería indígena insular antillana, clasif icda como estilo
chicoide.
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Es posible que los diseños que muestran las vasijas sean una reminiscencia de los dibujos que los
tainos se aplicaban en el cuerpor y en el rostro para asistir a sus ceremoniales.
La composición de estos diseños pintados en negro rompe con la concepción simétrica de los
esquemáticos patrones predominates en el arte taino y se expresan con más libertad, ligereza y
espontaneidad,dándolealavasijaui?sentido de movim¡entoybelleza,alavezdeunamayor expresividad,
al incorporarle un significado esférico, que aún nos resulta indescifrable.
Dado el dominio «cnico y la calidad que denotan los ejemplos de pintura negra que hemos
observado en la ce^,riica taina, es de suponer que en su época una gran cantidad de las vasijas de uso
ceremonial d e h y r o n l u c i r diseños pintados similares, pero al emplearse substancias tintóreas
vegetaleá <*-> contextura deleznable, como serían la jagua (genipa ameri-cana, L) y el mangle
(rh¡zoph/fa mangle, L), estas huellas artísticas se han desvanecido con el paso del tiempo.
Lamentablemente, se han conservado pocos ejemplares de cerámica con la huella de este arte
pictórico, pero los que han sobrevivido hasta nuestros días sirven elocuentemente para revelar la
existencia y posibilidades de esta expresión esteetica primitiva.
En adelante, tenemos que formarnos una nueva visión, que identifique e imagine las piezas
cerámicas tainas en todo el esplendor de su ornamentación cromática, lo que supone un cambio radical
en nuestra percepción y apreciación, semejante a lo que ocurrió con el arte griego, al desestimarse la
imagen desprovista de color de la concepción neoclasicista, evidentemente deformada, de Winckelmann.
Hace ya algunos años, le mostré unas fotografías de estos motivos pictóricos tainos al maestro Joan
Miró, en su Museo de Mont Juit, Barcelona, y quedó asombrado del parecido que tenían con sus obras
artísticas, demostrándose, una vez má s, la similitud existente entre el arte tribal y el arte moderno.
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Rg.1:
Vasijas de Cerámica taina de diver. Sos Táñanos con oecoaacion modelada e incisa característica del
estilo chicoi de. En sus fonogs interiores presentan motivos pintados en Negro.
MOTIVOS PICTÓRICOS
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Fig 2:
Vasijas de cerámica taina mos trando en su interior oisentos pintados de Negro. Los dos recipientes de
abajo, tienen forma de hi güero (caascencia cujete.)
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Fig 3: Vasivas Tainas que nuestran en su interior olsenos pintados de Negro. Colección de la Fundación Garda
Arevalo.