Sentencia - SRT ST 217 - 23 Noviembre 2021

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SECCIÓN DE REVISIÓN DE SENTENCIAS

EXPEDIENTE: 1501239-22.2021.0.00.0001

REPÚBLICA DE COLOMBIA
JURISDICCIÓN ESPECIAL PARA LA PAZ
TRIBUNAL PARA LA PAZ
SECCIÓN DE REVISIÓN
SUBSECCIÓN SEXTA DE TUTELAS

SRT-ST-217/2021
Aprobada en Acta No. 025 – SUB06/21 de Tutelas
Bogotá D.C., 23 de noviembre de 2021

Radicación: 1501239-22.2021.0.00.0001
Proceso: Acción de Tutela
Asunto: Sentencia de Tutela de Primera Instancia
Accionante: Héctor Fabio Montoya
Accionada: Sala de Definición de Situaciones Jurídicas,
Sala de Reconocimiento de Verdad, de
Responsabilidad y de Determinación de los
Hechos y Conductas y Sala de Amnistía o
Indulto

I. OBJETO DE LA DECISIÓN

Procede la Subsección Sexta de Tutelas de la Sección de Revisión del


Tribunal para la Paz a proferir la sentencia que en derecho corresponda con
ocasión a la acción de tutela interpuesta por el señor HÉCTOR FABIO
MONTOYA por la presunta vulneración de su derecho fundamental al debido
proceso, según lo indicó.

II. IDENTIFICACIÓN DEL ACCIONANTE

1. HÉCTOR FABIO MONTOYA, identificado con cédula de ciudadanía No.


15.923.761, quien se encuentra privado de la libertad en el Complejo
Penitenciario de Mediana Seguridad y Carcelario de Manizales, donde podrá
ser notificado.

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III. IDENTIFICACIÓN DE LAS AUTORIDADES VINCULADAS

2. La acción de tutela1 fue interpuesta en contra de la Sala de Definición de


Situaciones Jurídicas (en adelante SDSJ) y la Sala de Reconocimiento de
Verdad, de Responsabilidad y de Determinación de los Hechos y Conductas
(en adelante SRVR), asimismo, dada la naturaleza de la petición formulada, así
como las funciones que desarrollan los distintos órganos y dependencias de la
JEP, se decidió vincular como parte pasiva de la actuación a la Sala de Amnistía
o Indulto (en adelante SAI), como quiera que el reproche en la demanda de
tutela se dirige, entre otras cosas, contra la ausencia de la notificación de la
providencia mediante la cual se negaron beneficios transicionales, cuyas
facultades recaen sobre la Sala de Justicia de la JEP. Igualmente, se vinculó a las
Secretarías Judiciales (en adelante SEJUD) de la SDSJ, SRVR y la SAI.

3. Asimismo, en el transcurso del trámite tutelar 2, se decidió vincular al


extremo pasivo al Juzgado Tercero de Ejecución de Penas y Medidas de
Seguridad de Manizales (en adelante J3 EPMSM).

IV. ANTECEDENTES

4.1. De la demanda3

4. En el escrito de tutela indicó el demandante que presentó solicitudes ante


SDSJ y SRVR el pasado 3 de mayo y 1 de julio del año en curso, mediante las
cuales manifestó que fue condenado el pasado 12 de abril de 2015 por la Sala
Penal del Tribunal Superior de Distrito Judicial de Manizales por el delito de
homicidio agravado. El 23 de mayo de 2017 el Juzgado de Ejecución de Penas y
Medidas de Seguridad de Palmira le concedió el beneficio de libertad
condicionada, posteriormente presentó solicitud de amnistía ante la SAI y
mediante Resolución de 28 de septiembre de 2020 le fue rechazado el
mencionado beneficio al considerar que la conducta por la que se sancionó al
tutelante no tuvo relación con las FARC-EP.

1
Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Sistema de Gestión Judicial LEGALi. Expediente No. 1501239-
22.2021.0.00.0001. Cuaderno Original (C.O.), folios 1 a 30.
2
C.O., folio 233 a 236.
3
C.O., folio 8 a 12.

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5. Asimismo, manifestó que su trámite fue remitido a la Jurisdicción


Ordinaria, por lo que el pasado 29 de marzo el J3 EPMSM le notificó de dicha
situación para que se pronuncie, aclarando que esto puede constituir motivo de
revocatoria del beneficio transicional provisional otorgado.

6. Resaltó que la decisión de la SAI no le fue notificada personalmente ni a


su apoderado, vulnerando el derecho al debido proceso que le debe asistir,
consistente en la oportunidad para presentar los recursos de ley contra la
mencionada providencia, por lo que requirió a la SDSJ y a la SRVR que el
proceso que se sigue contra él por el punible de homicidio agravado sea
remitido nuevamente a la JEP, igualmente solicitó la práctica de algunas
pruebas testimoniales y argumentó su controversia respecto de la decisión
tomada por la SAI.

7. Afirmó que a la fecha las Salas no han dado respuesta a sus solicitudes,
cuenta únicamente con el recibido automático generado por correo electrónico
el 3 de mayo de 2021, estimando que la falta de pronunciamiento ha
transgredido su derecho al debido proceso. Además dijo que el 6 de octubre de
2021 fue recapturado.

8. Como pretensión plasmó lo siguiente:

PRIMERO: TUTELAR el Derecho Constitucional Fundamental al


Debido Proceso que ha sido vulnerado por (i) la Sala de Definición de
Situaciones Jurídicas y (u) la Sala de Reconocimiento de Verdad y
Responsabilidad y Determinación de Hechos y Conductas de la
Jurisdicción Especial para la Paz -JEP-.

SEGUNDO: ORDENAR a (i) la Sala de Definición de Situaciones


Jurídicas y (u) la Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad y
Determinación de Hechos y Conductas de la Jurisdicción Especial para la
Paz -JEP-; que en el término no superior a Cuarenta y Ocho (48) horas
contadas a partir de la notificación de la Sentencia de Tutela, proceda a
suministrar respuesta, clara y congruente al derecho de petición de
fecha 03 de mayo de 2021 y 01 de Julio de 2021.

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9. Allegó como anexos la solicitud de 3 de mayo de 2021 4, la radicación de


documento de la misma fecha5, el resultado de consulta de solicitud presentada
el 3 de mayo de 20216 y la guía de envío de 6 de julio de 20217.

4.2. Trámite de la acción de tutela

4.2.1. Recepción y reparto

10. A través de la ventanilla única de la JEP, el pasado 8 de noviembre


8
de 2021 se recibió el escrito tutelar presentado por el señor MONTOYA, que
fue remitido a través de correo certificado 9. El trámite fue repartido a la
Subsección Sexta de Tutelas de la Sección de Revisión el 9 de noviembre
siguiente, de conformidad con lo indicado en el informe secretarial No.
00214610.

4.2.2. Auto de avocamiento

11. Mediante Auto de Sustanciación No. 236 del 10 de noviembre de 2021 11,
se dispuso avocar el conocimiento de la acción de tutela en contra de la SDSJ,
SRVR y la SAI, además de correrles traslado del escrito de tutela para que
ejercieran su derecho de defensa y contradicción, así como a sus Secretarías
Judiciales. Asimismo, mediante providencia No. 265 de 17 de noviembre de
2021, con ocasión a las respuestas suministradas, se decidió vincular al extremo
pasivo al J3 EPMSM.

4
C.O., folio 13 a 27.
5
C.O., folio 30.
6
C.O., folio 29.
7
C.O., folio 28.
8
C.O., folio 1.
9
C.O., folio 2.
10
C.O., folio 31.
11
C.O., folio 30 a 33.

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4.2.3. Respuesta de las autoridades y dependencias accionadas y vinculadas.

4.2.3.1. De la Sala de Reconocimiento de Verdad, de Responsabilidad y de


Determinación de los Hechos y Conductas12

12. Por medio de oficio de 16 de noviembre de 2021 la SRVR dio respuesta a


la tutela en los siguientes términos:

13. La Sala indicó que las decisiones judiciales respecto de las que el
demandante alegó la vulneración de sus derechos fueron proferidas por la SAI,
asimismo, realizada la verificación en los sistemas de información de la JEP, no
se encontraron, a la fecha, solicitudes del accionante asignadas a la SRVR,
además se manifestó que la solicitud bajo radicado 202101021968 fue
incorporada al expediente No. 9004423-72.2019.0.00.0001 que se encuentra en
trámite ante la SAI.

14. Lo anterior, dijo, se corresponde con que el demandante no se encuentra


vinculado a ninguno de los macro casos priorizados por parte de la SRVR,
razón por la que en esa Sala no se ha adelantado trámite alguno del
demandante. Así, afirmó que no se encuentra la SRVR legitimada por pasiva,
pues no es la autoridad que presuntamente violó o amenazó los derechos
fundamentales del señor MONTOYA.

15. Por lo anterior, solicitó que se declare que la SRVR no ha transgredido los
derechos fundamentales del demandante y en consecuencia se desvincule del
trámite constitucional.

4.2.3.2. De la Sala de Amnistía o Indulto13

16. La SAI dio respuesta a la vinculación mediante oficio de fecha 16 de


noviembre de 2021 así:

12
C.O., folio 216 a 221.
13
C.O., folio 53 a 158.

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17. Indicó que la Sala conoce de una solicitud de beneficios presentada por el
tutelante y que mediante decisión del 28 de septiembre de 2020 14 se rechazó por
competencia dicho requerimiento al no tener el asunto por el que se condenó al
señor MONTOYA15 relación con el Conflicto Armado No Internacional que
vivió Colombia con las FARC-EP.

18. Aseveró que la providencia se notificó al solicitante y a la abogada


Claudia Marcela Rivera Quiroga, esto último al tener en cuenta que dicha
profesional del derecho gozaba de la calidad de apoderada en el trámite penal
ordinario del tutelante, además de que hacía parte de Sistema Autónomo de
Asesoría y Defensa de la JEP para la fecha de la decisión.

19. Dijo que a la fecha no ha recibido por parte del señor MONTOYA
documento alguno donde ejerza los recursos que contempla la ley para este
tipo de decisiones, sin embargo, esa Sala recibió comunicación remitida por
parte de la profesional del derecho Rivera Quiroga y varios derechos de
petición del tutelante y su nuevo apoderado. La primera, indicando que no
ejercía como abogada del demandante, mientras que los segundos tendientes al
reconocimiento de personería jurídica al nuevo representante judicial y decreto
de pruebas.

20. El 12 de noviembre del año en curso, al evidenciar lo anterior, se profirió


la decisión SAI-AOI-T-PMA-584-2021 mediante la que se adoptaron medidas
tendientes a notificar en debida forma la resolución de rechazo al tutelante, se
reconoció personería jurídica al nuevo Apoderado del señor MONTOYA, se
concedieron las autorizaciones para que el Abogado pueda acceder al
expediente, entre otras cosas, corroborándose que a la fecha se han surtido las
respectivas notificaciones al demandante y su apoderado.

21. Indicó que no ha sido notificado por ningún Despacho de la Jurisdicción


Ordinaria sobre la revocatoria de la libertad condicionada a nombre del
tutelante, pues conoció de esta situación por lo dicho por el Abogado del señor
MONTOYA, no obstante, esa Sala a 12 de noviembre no encontró que el
demandante estuviere privado de la libertad, por lo que se procedió a realizar

14
SAI-AOI-R-PMA-431 de 2020.
15
Expediente No. 17614310400120040005700.

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la notificación de la decisión en el Centro de Servicios de Protección MEMAZ


en la ciudad de Manizales, donde se encontraba el interesado.

22. Sin embargo, a la fecha de dar respuesta se encontró que el demandante


se encontraba privado de la libertad en el Establecimiento Penitenciario de
Mediana Seguridad y Carcelario de Manizales, por lo que, ante la urgencia de
realizar la notificación, la SEJUD SAI surtió dicho acto nuevamente en el
mencionado Establecimiento.

23. Afirmó que esa autoridad, a la fecha, ha dado trámite a los hechos que
han sido puestos en su conocimiento, así como a las peticiones que presentó el
tutelante y su apoderado. Las últimas en la medida de lo posible, pues aquellas
encaminadas a decretar pruebas o revisar el factor material de competencia
tendrán que ser alegadas en medio del curso del proceso que se encuentra en
etapa de notificación.

24. Por lo anterior, consideró la Sala que se ha remediado la situación que el


accionante alegó, pues se han tomado las medidas necesarias para dar
cumplimiento a la debida notificación de la resolución SAI-AOI-R-PMA-431 de
2020 y al trámite que pueda surgir frente a una eventual interposición de
recursos, por lo que dichas medidas están siendo materializadas por la SEJUD
de la SAI desde el pasado 12 de noviembre.

25. Consideró la Sala que en el presente caso se está ante la figura de la


carencia actual de objeto por hecho superado en lo que tiene que ver con la
notificación de la decisión que rechazó los beneficios del demandante, por lo
que solicitó denegar el amparo solicitado por el señor MONTOYA.

26. Respecto de los requerimientos probatorios y análisis de fondo


presentados por el señor MONTOYA, solicitó sea declarado improcedente el
amparo del derecho al debido proceso del demandante como quiera que aún
cuenta con los recursos ordinarios y principales para controvertir la resolución
SAI-AOI-R-PMA-431 de 2020.

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27. Como anexos allegó lo siguiente:

● Resolución SAI-AOI-R-PMA-431 de 28 septiembre de 202016.


● Comunicaciones de la Resolución SAI-AOI-R-PMA-431 de 28 septiembre
de 2020, emitidas el 2 de octubre de 202017.
● Solicitud de llamado a versión presentada por el señor Montoya el 3 de
mayo de 202118.
● Solicitud del abogado Miguel Darío Herrera Villada de 28 de mayo de
202119.
● Solicitud de llamado a versión presentada por el señor Montoya el 3 de
julio de 202120.
● Solicitud del abogado Miguel Darío Herrera Villada de 31 de julio de
202121.
● Solicitud del abogado Miguel Darío Herrera Villada de 13 de octubre de
202122 y su reiteración del 17 de octubre de 202123.
● Solicitud del abogado Miguel Darío Herrera Villada de 31 de octubre de
202124.
● Comunicación de la abogada Claudia Marcela Rivera Quiroga de 2 de
octubre de 202025.
● Resolución No. SAI-AOI-T-PMA-584 de 12 de noviembre de 2021 26 y sus
comunicaciones27.

28. Igualmente, con ocasión al requerimiento realizado el 17 de noviembre


de 202128, la SAI indicó a través de escrito de la misma fecha 29 que no ha
proferido decisión en la que se resuelva la revocatoria del beneficio de libertad
condicionada al compareciente.

16
C.O., folio 59 a 72.
17
C.O., folio 73 a 77.
18
C.O., folio 78 a 92.
19
C.O., folio 93 a 94.
20
C.O., folio 95 a 109.
21
C.O., folio 110 a 122.
22
C.O., folio 123 a 133.
23
C.O., folio 134 a 145.
24
C.O., folio 146 a 147.
25
C.O., folio 148 a 149.
26
C.O., folio 150 a 154.
27
C.O., folio 155 a 159.
28
C.O., folio 233 a 236.
29
C.O., folio 249 a 250.

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4.2.3.3. De la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas y su Secretaría


Judicial30.

29. Mediante escrito de 11 de noviembre de 2021 la SEJUD de la SDSJ dio


respuesta de la vinculación a ella y a la SDSJ en los siguientes términos:

30. Indicó que la Sala no tiene en conocimiento asuntos del señor


MONTOYA, sin embargo, en los sistemas de información de la JEP se encontró
el expediente LEGALI No. 9004423-72.2019.0.00.0001 en el que el tutelante está
relacionado y se encuentra a cargo de la SAI.

31. Asimismo, que esa Secretaría no ha recibido a la fecha solicitud del


demandante para ser repartida al interior de la Sala, por lo que concluyó
diciendo que la SEJUD de la SDSJ ni la Sala han vulnerado los derechos
reclamados por el señor MONTOYA como quiera que no conocen sus
pedimentos y trámite de acogimiento a la JEP, por lo que requiere sean
desvinculadas.

4.2.3.4. De la Secretaría Judicial de la Sala de Reconocimiento de Verdad, de


Responsabilidad y de Determinación de los Hechos y Conductas31

32. A través de documento fechado de 16 de noviembre de 2021, la SEJUD de


la SRVR dio respuesta al trámite tutelar de la siguiente manera:

33. Indicó que en el presente asunto no se reúne el requisito de legitimación


en la causa por pasiva como quiera que las actuaciones que se identifican por
parte del demandante como presuntas afectaciones a sus derechos
fundamentales no están a cargo de esa dependencia, esto como quiera que su
reproche se dirige a una solicitud que no ha sido conocida por esa Secretaría
Judicial, por lo que no ha sido sometida a reparto.

30
C.O., folio 54.
31
C.O., folio 222 a 228.

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34. Igualmente, dijo que una vez verificados los sistemas de información de
la JEP se encontró solicitud del 3 de mayo de 2021 32 está a cargo de la Secretaría
Judicial General, asimismo, se halló el expediente No. 9004423-
72.2019.0.00.0001, que se encuentra en trámite ante la SAI.

35. Afirmó que la Secretaría Judicial de la SRVR no es responsable de las


conductas que el accionante manifiesta como violatorias de sus derechos
fundamentales como quiera que no es competente para promover o resolver las
solicitudes del tutelante, por lo que pidió que se le desvincule del trámite
constitucional.

36. Allegó como anexos el historial de la petición de 3 de mayo de 2021 33


presentada por el tutelante y la información del expediente de beneficios que
cursa en la SAI del señor MONTOYA34.

4.2.3.5. De la Secretaría Judicial de la Sala de Amnistía o Indulto35

37. Mediante escrito de fecha 16 de noviembre de 2021 la SEJUD de la SAI


dio respuesta a la vinculación de la siguiente manera:

38. Indicó que de la búsqueda en los sistemas de información de la JEP se


encontró el expediente No. 9004423-72.3019.0.00.0001 que se sigue producto de
la remisión del asunto del señor MONTOYA, asimismo, se indicó que el 1 de
octubre de 201836 se recibió el trámite que se llevó contra el demandante por
parte de la Jurisdicción Ordinaria 37, siendo asignado a un Despacho de la SAI el
29 de abril de 2019.

39. Dijo que el trámite fue avocado mediante Resolución SAI-AOI-A-PMA-


504 de 9 de mayo de 2019, en esta se requirió a distintas autoridades, librándose
las comunicaciones del asunto el 14 de mayo siguiente por el Despacho y el 28
de junio por la Secretaría Judicial de la SAI.

32
Radicado No. 202101021986.
33
C.O., folio 224 a 225.
34
Expediente No. 9004423-72.2019.0.00.0001.
35
C.O., folio 160 a 215.
36
Radicado No. 20181510290922.
37
Expediente No. 176143104001200400057.

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40. Manifestó que mediante providencia SAI-AOI-R-PMA-431 del 28 de


septiembre de 2020 se resolvió rechazar por competencia el asunto y en
consecuencia no continuar con el trámite, librándose los oficios de
comunicación el 2 de octubre de 2020.

41. Posteriormente, el 22 de abril de 2021, se remitieron las diligencias a la


Sala con un memorial allegado por la apoderada del demandante.

42. El 12 de noviembre de 2021 la SAI adoptó medidas en aras de lograr la


debida notificación de la Resolución SAI-AOI-R-PMA-431 de 2020, por lo que
se emitieron las respectivas comunicaciones el mismo día, así, una vez
cumplido esto se continuará con el trámite que legalmente corresponde.
Igualmente, informó que verificada la página del INPEC se pudo evidenciar
que el tutelante ingresó al Establecimiento Carcelario de Manizales en la fecha
precitada, por lo que se remitió a este el oficio para la notificación personal del
demandante.

43. Conforme lo anterior, afirmó que se acataron las pretensiones del


demandante, por lo que concluyó solicitando se despache desfavorablemente la
tutela y se desvincule del trámite a esa dependencia.

44. Como anexos allegó lo siguiente:

● Informe Secretarial de 29 de abril de 2019 mediante el cual se realizó el


reparto del asunto38.
● Resolución SAI-AOI-A-PMA-504 de 9 de mayo de 2019 y sus oficios de
comunicación39.
● Resolución SAI-AOI-R-PMA-431 de 28 de septiembre de 2020 40 y sus
notificaciones41.
● Oficio de digitalización del expediente 17614310400120040005742.
● Oficio de devolución del expediente 176143104001200400057 al Juzgado
Segundo de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Palmira de
fecha 29 de octubre de 202043.
38
C.O., folio 162.
39
C.O., folio 163 a 174.
40
C.O., folio 175 a 188.
41
C.O., folio 190 a 197.
42
C.O., folio 189.
43
C.O., folio 198.

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● Informe Secretarial de fecha 22 de abril de 202144.


● Resolución SAI-AOI-T-PMA-584 de 12 de noviembre de 2021 y sus
comunicaciones45.

45. Mediante oficio de 18 de noviembre de 2021 46 la Secretaría Judicial de la


SAI dio respuesta al requerimiento realizado mediante Auto de Sustanciación
No. 26547, así, indicó que en el asunto del tutelante se remitieron las respectivas
comunicaciones a Gestión Documental, al Establecimiento Penitenciario y
Carcelario para la notificación del compareciente, a la apoderada y a la
Procuraduría Delegada. Asimismo, una vez digitalizado el expediente
17614310400120040057 la SEJUD SAI procedió a devolver este al Juzgado de
Origen, en cumplimiento del numeral octavo de la Resolución SAI-AOI-R-
PMA-431 de 28 de septiembre de 2020.

46. Aclaró, igualmente, que la Secretaría Judicial no ha remitido


comunicación en cuanto a la ejecutoria de la decisión como quiera que la
decisión no ha logrado cobrar dicho estado dada la imposibilidad de notificar al
señor MONTOYA.

47. El 22 de noviembre de 202148 la SEJUD SAI informó a esta Subsección que


la Resolución SAI-AOI-R-PMA-431 de 28 de septiembre de 2020 se había
notificado de manera efectiva al señor MONTOYA el pasado 17 de noviembre
de 202149, así como la decisión SAI-AOI-T-PMA-584 de 12 de noviembre de
202150. Anexó a lo dicho el acta de publicidad de las providencias, así como el
estado51 mediante el cual se notificó de esa manera el proveído del 20 de
septiembre de 2021.

48. Indicó que, así las cosas, la comunicación a la Jurisdicción Ordinaria


sobre el asunto del tutelante continuaría pendiente hasta que se logre la
ejecutoria.

44
C.O., folio 199.
45
C.O., folio 200 a 215.
46
C.O., folio 419 a 458.
47
C.O., folio 233 a 236.
48
C.O., folio 462.
49
C.O., folio 464.
50
C.O., folio 464.
51
C.O., folio 465.

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4.2.3.6. Del Juzgado Tercero de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad


de Manizales52

49. El J3 EPMSM dio respuesta a la vinculación al trámite en los siguientes


términos:

50. Indicó que ese Despacho vigila, controla y ejecuta la pena del señor
MONTOYA, esto dentro del proceso No. 176143104001200400057, asimismo,
manifestó que avocó conocimiento del control de la pena del tutelante el 17 de
febrero de 2021.

51. Informó que la Secretaría Judicial de la SAI remitió al Juzgado Segundo


de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Palmira oficio junto con la
Resolución SAI-AOI-R-PMA-431 de 28 de septiembre de 2020, Despacho que el
3 de febrero de 2021 remitió el asunto a los Juzgados de Ejecución de Penas de
la ciudad de Manizales como quiera que el señor MONTOYA se encontraba en
libertad y la decisión condenatoria fue proferida por el Tribunal Superior de esa
ciudad.

52. Por lo anterior, una vez repartido el asunto y asumida la competencia, el


29 de marzo de 2021 se dispuso, a través de Auto, dar inicio al trámite
establecido en la ley 600 de 2000 para la revocatoria de los mecanismos
sustitutivos de la pena privativa de la libertad, esto a partir de lo decidido en la
decisión de la SAI de 28 de septiembre de 2020.

53. Aseveró que la providencia del 29 de marzo de 2021 le fue notificada al


señor MONTOYA y su apoderada, como a los demás sujetos procesales que
intervinieron en el proceso penal. Igualmente, el accionante presentó descargos
y otorgó poder a otro Abogado, quien guardó silencio frente al trámite citado.

54. Mediante Auto Interlocutorio No. 1419 de 27 de agosto de 2021 se revocó


la libertad condicionada de la que disfrutaba el tutelante y se ordenó librar
orden de captura en contra de este, quien presentó recurso de reposición y
apelación contra la decisión, pero fueron declarados extemporáneos mediante
decisión del 7 de octubre de 2021.
52
C.O., folio 277 a 418.

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55. La orden de captura se hizo efectiva el 6 de octubre de 2021,


legalizándose al día siguiente.

56. Resaltó que en la actualidad no se observa proceso diferente para vigilar


la pena del señor MONTOYA, o por lo menos no se tiene conocimiento de que
se siga otro proceso contra el citado.

57. Concluyó indicando que las actuaciones surtidas por ese Despacho se
encuentran ajustadas a lo ordenado por la ley y se han respectado los principios
pilares del proceso penal en la etapa de ejecución, por lo que consideró que no
se han vulnerado los derechos fundamentales del señor MONTOYA, por lo que
solicitó se desvincule esa autoridad judicial del trámite constitucional.

58. Como anexos allegó lo siguiente:

● Auto Interlocutorio No. 04353 de 23 de mayo de 2017 proferido por el


Juzgado Segundo de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de
Palmira.
● Comunicación de la Misión de las Naciones Unidas en Colombia 54.
● Comunicación del 19 de mayo de 2017 dirigía a la abogada Claudia
Marcela Rivera Quiroga55.
● Comunicación dirigida a la Secretaría Ejecutiva de la JEP el 19 de mayo
de 201756
● Notificación por estado de 30 de mayo de 201757.
● Informe Secretarial de fecha 19 de mayo de 201758.
● Solicitud de libertad condicionada presentada por la abogada Claudia
Marcela Rivera Quiroga59.
● Acta de Compromiso de fecha 14 de marzo de 201760.
● Oficio del Alto Comisionado para la Paz sobre la acreditación del señor
MONTOYA61.

53
C.O., folio 278 a 289.
54
C.O., folio 290.
55
C.O., folio 291.
56
C.O., folio 292.
57
C.O., folio 293.
58
C.O., folio 294.
59
C.O., folio 295 a 300.
60
C.O., folio 301.
61
C.O., folio 302.

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● Expediente del control, vigilancia y ejecución de la pena del tutelante


seguido por parte del J3 EPMSM62.
● Devolución de expediente al Juzgado Segundo de Ejecución de Penas y
Medidas de Seguridad de Palmira63.

V. CONSIDERACIONES

5.1. De la competencia

59. La Sección de Revisión (en adelante SR) es competente para conocer y


pronunciarse de fondo frente a la acción de tutela impetrada por el señor
MONTOYA, de conformidad con lo establecido en el artículo transitorio 8º del
artículo 1 del Acto Legislativo 01 de 2017, debido a que la SDSJ, la SRVR, la
SAI, y sus Secretarías Judiciales, autoridades y dependencias que conforman el
extremo pasivo de la acción de tutela, hacen parte de la JEP64.

60. Aunado a lo anterior y frente al fuero de atracción en materia


competencial, la Corte Constitucional ha señalado que existen tres factores a
partir de los cuales es posible asignar la competencia en materia de tutela, es
decir, los factores territorial, subjetivo y funcional 65; precisando que, en virtud
del factor subjetivo, la JEP debe conocer las acciones de tutela cuando: (i) estas
se dirijan expresamente contra alguno de los órganos que componen la JEP o en
contra de sus providencias; o (ii) cuando el juez ordinario o contencioso
administrativo luego de analizar la demanda advierte que la misma se dirige de
manera inequívoca en contra de la JEP o sus decisiones 66.

61. La Sección de Revisión también se ha ocupado del denominado “Fuero de


Atracción”, a partir del cual, en los casos donde la acción de tutela advierta de la
presunta violación de derechos fundamentales por parte de distintas
autoridades que incluso no hacen parte de la JEP, deberá existir un
pronunciamiento respecto de la acción u omisión de todas estas, siempre que

62
C.O., folio 303 a 383.
63
C.O., folio 384 a 414.
64
Corte Constitucional. Autos 621, 644 y 731 de 2018, 79 y 325 de 2019, y 234 de 2020.
65
Corte Constitucional. Auto 239 de 2019, párr. 2.
66
Corte Constitucional. Auto 239 de 2019, párr. 3.

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exista conexidad de su actuar con el de los órganos que conforman este


sistema67.

62. Sobre este asunto, la Sección de Apelación del Tribunal para la Paz ha
decantado que el análisis de competencia que debe adelantar la Sección de
Revisión frente a las acciones de tutela se concreta en verificar si la demanda de
tutela se direcciona de manera inequívoca contra alguno de los órganos de la
jurisdicción o contra las providencias de esta y si, por tanto, le corresponde
ejercer la competencia constitucional respectiva 68.

63. Así las cosas, corresponde señalar que el presente asunto debe ser
asumido, no solo bajo las consideraciones antes señaladas, sino, además,
porque se advierte de cara al J3 EPMSM, como autoridad que fue vinculada al
trámite, que a pesar de no hacer parte del Sistema Integral de Verdad, Justicia,
Reparación y No Repetición y en particular de la JEP, sus intervenciones o
eventuales omisiones frente al accionantes guardan conexidad con el
procedimiento que actualmente se sigue por la SAI y la SEJUD SAI, siendo
aplicable en este caso, el fuero de atracción.

5.2. Procedencia de la acción de tutela

64. El artículo 86 de la Constitución Política prevé la acción de tutela como


un mecanismo de defensa judicial de los derechos fundamentales de las
personas, frente a lesiones o amenazas de vulneración 69, el cual tiene un
carácter específico, autónomo, directo, sumario, informal y excepcional 70, por lo
que en ningún caso puede sustituir los procesos judiciales que establece la ley 71.
Las características de la acción de tutela prevén algunos requisitos que se deben
verificar para poder emitir un pronunciamiento de fondo y cuya valoración
puede incidir en la delimitación del problema jurídico 72, los cuales se analizan a
continuación.

67
Un estudio detallado sobre el criterio de conexidad que ha desarrollado esta Sección se puede
consultar en las sentencias SRT-ST-024 del 8 de mayo de 2018, SRT-ST-073 de 24 de julio de 2018 y SRT-
ST-050 del 18 de febrero de 2019.
68
Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP-SA No. 094 del 20 de diciembre de 2018.
69
Corte Constitucional. Sentencia SU-080 de 2020.
70
Corte Constitucional. Sentencia T-060 de 2020.
71
Corte Constitucional. Sentencia T-735 de 1998.
72
Corte Constitucional. Sentencias T-358 de 2020, T-243 de 2020, T-215 de 2019, SU-062 de 2019.

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5.2.1. Legitimación por activa

65. La presente acción de tutela fue promovida por el señor MONTOYA en


nombre propio, quien alega que se ha vulnerado su derecho fundamental al
debido proceso, por lo que se acredita la legitimación en la causa por activa.

5.2.2. Legitimación por pasiva

66. Quienes integra el extremo pasivo del trámite constitucional, el Juzgado


Tercero de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Manizales, la SDSJ,
la SRVR, la SAI y sus Secretarías Judiciales, son autoridades públicas y
dependencias de la JEP, no obstante, solo las conductas del Juzgado Tercero de
Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Manizales, la SAI y su
Secretaría Judicial se relacionan con los hechos que motivan la presente acción
de tutela. Esto como quiera que la SAI conoció de la solicitud del accionante,
además esa Sala de Justicia adelantó el trámite tendiente a determinar si
procede la aplicación de los beneficios de la ley 1820 de 2016, que culminó en la
decisión de rechazo. Por su parte, el Juzgado Tercero de Ejecución de Penas y
Medidas de Seguridad de Manizales actualmente conoce de la vigilancia de la
pena del demandante y tomó decisiones en el caso de este a partir de lo
informado por la Sala de Justicia.

67. Si bien el tutelante indicó que presentó solicitudes a la SDSJ y a la SRVR,


lo cierto es que las mismas, en esencia, van dirigidas al trámite dado al asunto
que sobre él versa en la SAI, asimismo, en dicho escrito se presentan solicitudes
probatorias y se realizan manifestaciones de inconformidad respecto de la
forma como se llevó el trámite, por lo que dichas Salas junto con sus Secretarías
no tienen injerencia alguna en el proceso del tutelante y no tuvieron
conocimiento de sus peticiones, aunque el accionante manifiesta haberlas
dirigido a estas.

68. Lo anterior permite dar por acreditado el requisito de legitimación en la


causa por pasiva solo respecto del J3 EPMSM, la SAI y su Secretaría Judicial,
por lo que los demás órganos y dependencias de la JEP serán desvinculados del
presente trámite.

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5.2.3. Subsidiariedad

69. El carácter residual, excepcional y subsidiario de la acción de tutela, al


que se refiere el inciso tercero del artículo 86 de la Constitución así como los
artículos 6 y 8 del Decreto 2591 de 1991, implica que esta solo procede cuando:
(i) la persona no disponga de otro medio de defensa judicial (tutela como
mecanismo definitivo); (ii) existe otro medio de defensa judicial, pero carece de
la idoneidad y eficacia necesaria para brindar un amparo integral de los
derechos del actor (tutela como mecanismo definitivo); (iii) se acredita que
otros medios de defensa judicial no son suficientemente expeditos para impedir
la configuración de un perjuicio irremediable (tutela como mecanismo
transitorio)73. La subsidiariedad de la acción de tutela busca preservar el reparto
de competencias realizado por la Constitución y la ley (que se fundamenta en
los principios de autonomía e independencia judicial), lo que conlleva que esta
no debe tenerse como un mecanismo adicional o complementario del proceso
adelantado por la autoridad judicial competente y tiene como consecuencia que
el Juez Constitucional no puede reemplazar en sus competencia y
procedimientos a los funcionarios judiciales que de manera específica conocen
los asuntos que las partes someten a su consideración74.

70. En el presente asunto se acredita el requisito de subsidiariedad respecto a


la protección del derecho al debido proceso, pues se advierte que el señor
MONTOYA no cuenta con otro medio de defensa para alegar la presunta
ausencia de notificación de la providencia a través de la cual se rechazó su
asunto.

71. Ahora bien, en cuanto a la caracterización del principio de


subsidiariedad y su aplicación por la JEP, ha indicado la Sección de Apelación:

73
Corte Constitucional. Sentencias T-281 de 2020, T-280 de 2020, T-075 de 2020, entre otras. Sobre el
concepto de perjuicio irremediable, la jurisprudencia constitucional ha decantado que este es el que: (i)
sucede de manera cierta y evidente sobre un derecho fundamental; (ii) el daño es inminente; (iii) de
ocurrir el daño no existiría forma de repararlo; (iv) resulta urgente la medida de protección para que el
sujeto supere la condición de amenaza en la que se encuentra; y (v) la gravedad de los hechos es de tal
magnitud que hace impostergable la instrumentalización de la acción de tutela como mecanismo
necesario para la protección inmediata de los derechos constitucionales fundamentales. Véase: Corte
Constitucional. Sentencias T-280 de 2020, T-341 de 2019, SU-086 de 1999, entre otras.
74
Corte Constitucional. Sentencias SU-508 de 2020, T-280 de 2020, T-467 de 2020, entre otras.

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7.1. Según la jurisprudencia de la Corte Constitucional y de esta


Sección75, el requisito general de agotamiento de los medios de defensa
judicial en contra de una providencia judicial tiene dos objetivos
definidos con total claridad: (i) evitar el traslado de las competencias de
las otras jurisdicciones hacia la constitucional; (ii) impedir que en la
jurisdicción constitucional se concentren o aglutinen las determinaciones
inherentes a aquéllas. De esta manera, la exigencia de agotamiento de los
recursos disponibles para controvertir una decisión judicial que se
considera nugatoria de garantías fundamentales encuadra en el requisito
de subsidiariedad de la procedencia de la acción como un mecanismo de
protección extraordinaria o excepcional de derechos. Ello con el claro
propósito de observar la autonomía e independencia funcional de las
autoridades judiciales76, tema que reviste peculiar relevancia en la
justicia transicional77.

72. Por lo anterior, claro es que se cumple con el requisito de subsidiariedad


en la presente acción constitucional.

5.2.4. Inmediatez

73. El artículo 86 Superior establece que la acción de tutela podrá impetrarse


“en todo tiempo y lugar”, lo que implica que este medio de defensa judicial no
tiene término de caducidad78. No obstante, la Corte Constitucional ha
desarrollado el requisito de procedibilidad de la inmediatez, a partir de la
consideración de que debe existir “una correspondencia entre la naturaleza expedita
de la tutela y su interposición oportuna”79 para la protección inmediata de
derechos fundamentales. Esto obliga al Juez a evaluar, en cada caso concreto, si
es razonable el tiempo transcurrido entre la supuesta amenaza o vulneración de
derechos fundamentales y la interposición de la acción de tutela, con el
propósito de evitar que se desvirtúe la naturaleza expedita de la acción, que
esta dé lugar a vaciar de contenido el principio de seguridad jurídica, que afecte

75
Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Sentencias TP-SA 132 de 2019 y TP-SA 137 de 2019.
Párrafos 13 y 11, respectivamente.
76
Corte Constitucional. Sentencia T-211 de 2009, entre otras.
77
Jurisdicción Especial para la Paz. Sección de Apelación. Sentencia TP-SA/180 del 29 de julio 2020.
78
En la sentencia C-543 de 1992 la Corte Constitucional declaró inexequibles los artículos 11 y 12 del
Decreto 2591 de 1991, que disponía la caducidad de la acción de tutela contra providencias judiciales y
sus alcances.
79
Corte Constitucional. Sentencias T-384 de 2020, T-369 de 2016, entre otras.

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de manera intensa los intereses legítimos de terceros 80 o que se torne en


herramienta para el abuso del derecho81.

74. En el caso concreto se advierte que el accionante reprocha la ausencia de


notificación de la decisión mediante la cual la SAI rechazo su caso por ausencia
de factor material, que fue proferida el 28 de septiembre de 2020, en el marco
de un proceso seguido por la SAI tendiente a decidir sobre la procedencia de
tratamientos especiales de la Ley 1820 de 2016, que a hoy se encuentra en
trámite producto de la ausencia de firmeza de la decisión con ocasión a la falta
de notificación de la providencia. No sobra reiterar lo expuesto por la Corte
Constitucional respecto al principio de inmediatez:

2.3. Inmediatez. Teniendo en cuenta la jurisprudencia de este


Tribunal, para que la acción de tutela sea procedente, no puede
transcurrir un periodo de tiempo excesivo, irrazonable o injustificado
después de la actuación u omisión que dio lugar al menoscabo
alegado. El objetivo esencial es impedir que se desvirtúe la naturaleza
célere de la acción y que la negligencia para acudir al sistema judicial
se convierta en un factor de inseguridad jurídica[4] 82.

75. A la fecha de presentación de la demanda han pasado poco más de 13


meses sin que, presuntamente, se haya comunicado la decisión de la SAI al
tutelante, por lo que, como se dijo en el punto anterior, la misma no ha cobrado
ejecutoria, encontrándose en un estado de ignorancia el demandante respecto
de los argumentos de rechazo del trámite, así como impidiéndose la
interposición de los recursos de ley.

80
Corte Constitucional. Sentencia T-384 de 2020. Le jurisprudencia constitucional ha especificado que el
Juez de tutela debe examinar unos criterios orientativos con relación al caso concreto para determinar si
concurre o no el requisito de inmediatez, como son: “(i) la diligencia del interesado en la defensa de sus
derechos; (ii) la eventual afectación de derechos de terceros; (iii) la estabilidad jurídica; (iv) la
complejidad del conflicto; (v) el equilibrio de las cargas procesales y (vi) la existencia de circunstancias
de vulnerabilidad o debilidad manifiesta”: Corte Constitucional. Sentencias T-234 de 2020 y SU-217 de
2017.
81
Quiroga Natale, Edgar Andrés. Tutela contra providencias judiciales “la casación constitucional”:
aproximación al estudio de las causales genéricas y específicas de procedibilidad. Bogotá: Grupo
Editorial Ibáñez, 2020. Pág. 63.
82
Corte Constitucional. Sentencia T-374 de 2020 del 01 de septiembre de 2020. MP Luis Guillermo
Guerrero Pérez.

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5.3. De la duplicidad o temeridad de la acción de tutela

76. Previo a abordar lo relativo a la posible afectación de derechos


fundamentales y atendiendo a que se tuvo conocimiento de que el señor
MONTOYA impetró una acción de tutela previa a esta, es necesario establecer
si en el presente caso existe duplicidad y/o temeridad.

77. La temeridad en el marco de la acción de tutela ha sido definida por el


artículo 38 del Decreto 2591 de 1991 como un “fenómeno jurídico que acaece
cuando se promueve injustificada e irracionalmente la misma acción de tutela ante
distintos operadores judiciales, ya sea de forma simultánea o sucesiva”83. Para que esta
se presente debe acreditarse la identidad o duplicidad de la acción (factor
objetivo) y la mala fe o el dolo en la interposición de la nueva demanda de
tutela (factor subjetivo).

78. La duplicidad de la acción de tutela se presenta cuando hay (i) identidad


de partes, (ii) identidad de hechos e (iii) identidad de pretensiones 84. Si la
duplicidad concurre con la mala fe o dolo en la interposición de la nueva
demanda de tutela, se puede hablar de temeridad85.

79. Como supuestos en los que se advierte duplicidad de la demanda, esto


es, identidad de la acción sin mala fe, se encuentran aquellos en que el ejercicio
de las acciones de tutela se funda en: “(i) la ignorancia del accionante; (ii) en el
asesoramiento errado de los profesionales del derecho; (iii) por el sometimiento del actor
a un estado de indefensión, propio de aquellas situaciones en las que los individuos
obran por miedo insuperable o por la necesidad extrema de defender un derecho”86. En
estos casos la demanda de tutela deberá ser declarada improcedente87.

83
Corte Constitucional. Sentencia T-374 de 2018. Pág. 11.
84
Corte Constitucional. Sentencias T-382, T-314, T-298 de 2018, entre otras.
85
Esto ocurre cuando la actuación “(i) resulta amañada, en la medida en que el actor se reserva para
cada demanda los argumentos o pruebas que convalidan sus pretensiones; (ii) denote el propósito
desleal de obtener la satisfacción del interés individual a toda costa, jugando con la eventualidad de
una interpretación judicial que, entre varias, pudiera resultar favorable; (iii) deje al descubierto el abuso
del derecho porque deliberadamente y sin tener razón, de mala fe se instaura la acción; o finalmente
(iv) se pretenda a través de personas inescrupulosas asaltar la buena fe de los administradores de
justicia”. Corte Constitucional. Sentencias T-001 de 1997 y T-382 de 2018.
86
Corte Constitucional. Sentencias T-721 de 2003, T- 433 de 2006, T- 089 de 2007, T- 213 de 2009, T-298
de 2018, entre otras.
87
Corte Constitucional. Sentencia T-298 de 2018.

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80. Hay casos en los que la presentación de una nueva demanda de tutela no
genera duplicidad, por lo que se debe descartar la temeridad y decidir de fondo
sobre lo pretendido. Dentro de estos supuestos se tiene aquellos en que:

(iv) El surgimiento de adicionales circunstancias fácticas o jurídicas,


eventos nuevos que aparecieron con posterioridad a la interposición de
la acción de tutela o se omitieron en el trámite de la misma 88; en la
consagración de una doctrina constitucional que reconoce la violación de
derechos fundamentales en casos similares 89 (v) la inexistencia de
pronunciamiento de la pretensión de fondo por parte de la jurisdicción
constitucional90.91

81. De la información recaudada se desprende que el demandante había


presentado una acción de tutela antes a la que dio inicio al presente trámite.
Esta primera demanda correspondió al expediente No. 2019340020600311E –
9006595-84.2019.0.00.0001, la cual fue interpuesta directamente por el señor
MONTOYA y su conocimiento le correspondió a la Subsección Primera de
Tutelas de la Sección de Revisión. Dicho libelo se orientó a reclamar la
eliminación de antecedentes en la base de datos de la Procuraduría General de
la Nación, invocando el amparo de sus derechos fundamentales al buen
nombre y debido proceso.

82. Durante este trámite la Subsección de conocimiento vinculó al extremo


pasivo de la acción a la Procuraduría General de la Nación, a la Sala Penal del
Tribunal Superior de Manizales, al Juzgado Primero Penal del Circuito de
Riosucio – Caldas, a la Presidencia de la JEP, a la Secretaría General Judicial de
la JEP, a la Secretaría Ejecutiva de la JEP y a la SAI. El 29 de julio de 2019 fue
emitida la sentencia SRT-ST-254 de 2019, en la que, una vez analizado el
problema jurídico, se procedió a amparar el derecho al buen nombre y habeas
data respecto de las actuaciones de la Procuraduría General de la Nación, se
negó el derecho al debido proceso, se desvinculó del trámite a la Presidencia de
la JEP, la Secretaría General Judicial de la JEP, a la Sala Penal del Tribunal
Superior de Distrito Judicial de Manizales, al Juzgado Penal del Circuito de
Riosucio – Caldas y al Juzgado Segundo de Ejecución de Penas y Medidas de
Seguridad de Palmira.
88
Corte Constitucional. Sentencias T- 096 de 2011, T- 069 de 2015, T- 383 de 2016 entre otras.
89
Corte Constitucional. Sentencia T-1034 de 2005.
90
Corte Constitucional. Sentencia T-644 de 2014.
91
Corte Constitucional. Sentencia T-298 de 2018.

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83. Al realizar la comparación de las dos acciones adelantadas por el señor


MONTOYA, se puede establecer que las mismas no cuentan con identidad de
hechos, pues la resuelta por la Subsección Primera de Tutelas se refiere a la falta
de actualización de las bases de datos de la Procuraduría General de la Nación,
mientras que la que ocupa el estudio de este Juez de Tutela se refiere a la
ausencia de respuesta de escritos presentados por el tutelante en los que se
alegan, entre otras cosas, la falta de notificación de la decisión de la SAI de
rechazar su solicitud de sometimiento, por lo que en este caso no operaría el
fenómeno de la duplicidad.

84. Por lo anterior, en el caso concreto se concluye que no se presenta


duplicidad ni temeridad en la acción de amparo promovida por el señor
MONTOYA, por esta razón, corresponde al juez de tutela resolver las
solicitudes deprecadas por el demandante.

5.4. Problema jurídico y esquema para su resolución

85. De conformidad con las facultades oficiosas con las que cuenta el Juez de
Tutela para interpretar la demanda y los elementos de convicción aportados
con ella, así como de las respuestas recibidas de parte de las autoridades
vinculadas, es claro para esta Subsección que el reproche del señor MONTOYA
se dirige a cuestionar dos cosas: (i) el actuar de la SAI, su Secretaría Judicial y el
J3 EPMSM, dentro del trámite de beneficios transicionales que de él se sigue en
la JEP, particularmente sobre la notificación de la decisión que rechazo por
ausencia de factor material, y, (ii) la ausencia de respuesta a sus solicitudes
probatorias presentadas en mayo y julio de 2021.

86. Así las cosas, corresponderá determinar si se violó el derecho


fundamental al debido proceso del demandante, respecto del trámite dado a la
Resolución del 28 de septiembre de 2021 y los pedimentos realizados en sus
solicitudes de mayo y julio de 2021. En ese sentido, se desatarán los siguientes
problemas jurídicos:

(i) ¿La SAI, la SEJUD SAI, y el J3 EPMSM, vulneraron el derecho


fundamental al debido proceso del señor MONTOYA respecto del
procedimiento dado a su asunto con ocasión a la providencia

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mediante la cual se rechazó por competencia el trámite del


demandante?
(ii) ¿La SAI y la SEJUD SAI violaron el derecho al debido proceso y de
acceso a la administración de justicia del señor MONTOYA
respecto de las solicitudes probatorias por él presentadas en mayo
y julio del año 2021?

87. Así las cosas, el esquema a desarrollar para resolver los problemas
jurídicos planteados será el siguiente: (i) De la entidad de la acción de tutela; (ii)
procedencia de la acción de tutela contra providencias judiciales en el caso
concreto; (iii) de superar los requisitos generales de procedibilidad, se abordará
el tema del debido proceso desde la garantía al principio de publicidad de las
decisiones, así como su aplicación en el caso concreto; y (iv) Del derecho al
debido proceso y de acceso a la administración de justicia respecto de las
solicitudes probatorias presentadas por el demandante, de cara a determinar si
existió o no amenaza o vulneración a los derechos enunciados, el responsable
de dicha afectación y las medidas a adoptarse si a ello hubiere lugar.

88. En atención a la información allegada por la SEJUD SAI en el sentido de


que, mientras se estaba tramitando la acción de tutela, el 17 de noviembre del
año en curso, notificaron las resoluciones de 28 de septiembre de 2020 y 12 de
noviembre de 2021 al tutelante, será necesario determinar si ha operado el
fenómeno de la carencia actual de objeto respecto a los derechos al debido
proceso y de acceso a la administración de justicia en cada uno de los puntos
donde se aborde el caso particular.

1. De la entidad de la acción de tutela

89. La acción de tutela se consagró en el artículo 86 de la Constitución como


un mecanismo de defensa judicial de los derechos fundamentales de las
personas, frente a lesiones o amenazas de vulneración por parte de una
autoridad y, bajo ciertos supuestos, frente a un particular 92. Esta tiene un
carácter específico, autónomo, directo, sumario, informal y excepcional 93, por lo
que en ningún caso puede sustituir los procesos judiciales que establece la ley 94.

92
Corte Constitucional. Sentencia SU-080 de 2020.
93
Corte Constitucional. Sentencia T-060 de 2020.
94
Corte Constitucional. Sentencia T-735 de 1998.

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90. Con la consagración de la acción de tutela el Estado colombiano dio


cumplimiento a compromisos internacionales adquiridos tiempo atrás, pues
esta es el recurso sencillo, rápido y efectivo que en amparo de los derechos
humanos fundamentales prevén el numeral 3 del artículo 2 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos 95 y el artículo 25 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos96.

2. Procedencia de la acción de tutela contra providencias judiciales

91. La Corte Constitucional ha precisado97 que existe una alternativa


excepcional de controvertir las decisiones que profieran las autoridades
judiciales a través de la acción constitucional de tutela, cuando estas en lugar de
actuar conforme a los postulados que establece el derecho, lo hacen a través de
vías de hecho.

92. El concepto de vía de hecho hace parte de una estructura mucho más
amplia, que puede ser verificada a partir de la convergencia de unos estrictos
requisitos de procedibilidad para el ejercicio del juicio de amparo en estos
casos, incluso en el marco de la acción de tutela de competencia de la JEP 98.
Dichos requisitos son tanto de carácter general, como de carácter específico y
van dirigidos a la identificación de una amenaza o vulneración de derechos
fundamentales, principalmente al derecho al debido proceso, aunque su ámbito

95
Incorporado al ordenamiento jurídico interno mediante la Ley 74 de 1968.
96
Incorporada al ordenamiento jurídico interno mediante la Ley 16 de 1972.
97
Corte Constitucional. Sentencia C-543 de 1992, Sentencia C-590 de 2005.
98
Corte Constitucional. Sentencia C-080 de 2018. Análisis de constitucionalidad del artículo 149 del
Proyecto de Ley Estatutaria de la Administración de Justicia en la JEP, Págs. 748 y 749: “(…) [E]l juez de
tutela deberá analizar el concepto de vía de hecho judicial a partir de una interpretación armónica con
el alcance normativo fijado por el desarrollo de la jurisprudencia constitucional. En este sentido, se
advierte que antes de la Sentencia C-590 de 2005, las causales de procedencia de tutela contra
providencias judiciales se concentraban, especialmente, en los criterios sustantivo, orgánico, fáctico y
procedimental, los cuales fueron agrupados en el concepto “vías de hecho”. Sin embargo, en un
desarrollo jurisprudencial de estos criterios, se incluyeron los defectos por desconocimiento del
precedente judicial, error inducido, decisión sin motivación y violación directa de la Constitución, las
cuales, en conjunto con los anteriores criterios, se denominaron causales específicas de procedencia. //
Estas causales no fueron desarrolladas en la jurisprudencia constitucional bajo un criterio de
taxatividad, puesto que el fundamento principal fue el respeto y protección del derecho fundamental al
debido proceso. En esa medida, resultaría ajeno al marco jurídico constitucional vigente que una
persona no pueda hacer uso de esta acción constitucional ante la violación directa de la Constitución, en
contradicción con el artículo 4 Constitucional; o ante el desconocimiento del precedente jurisprudencial,
en detrimento del derecho a la igualdad, buena fe y seguridad jurídica; o cuando una decisión carezca
de motivación o sea el resultado de un error inducido. (…)”.

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de protección se expande a otros derechos afectados por la conducta activa de


autoridades judiciales99.

93. Por un lado, los requisitos generales tienen que ver con: (i) que la
cuestión que se discute resulte de evidente relevancia constitucional; (ii) que se
acredite el requisito de subsidiariedad, es decir, que se hayan agotado todos los
medios ordinarios y extraordinarios de defensa judicial al alcance de la persona
afectada, salvo que se trate de evitar la consumación de un perjuicio
irremediable; (iii) que se cumpla el requisito de inmediatez; (iv) cuando se trate
de una irregularidad procesal, esta debe tener un efecto decisivo o
determinante en la providencia atacada y afectar los derechos fundamentales
de la parte actora; (v) que la parte demandante identifique de manera razonable
los hechos que generaron la afectación y los derechos vulnerados, y que esto
haya sido alegado dentro del proceso judicial, siempre que haya sido posible; y
(vi) que no se trate de sentencias de tutela100.

94. En relación con los requisitos específicos 101, según la jurisprudencia


constitucional, solo cuando se acrediten los requisitos generales corresponderá
entrar a determinar si la providencia judicial cuestionada configura un yerro
que amerita el amparo constitucional. En ese sentido, la Corte Constitucional
denomina a estos requisitos como causales especiales de procedibilidad de la tutela
contra providencias judiciales102 y corresponden a:

(…) a. Defecto orgánico, que se presenta cuando el funcionario judicial


que profirió la providencia impugnada carece, absolutamente, de
competencia para ello. b. Defecto procedimental absoluto, que se
origina cuando el juez actuó completamente al margen del
procedimiento establecido. c. Defecto fáctico, que surge cuando el juez
carece del apoyo probatorio que permita la aplicación del supuesto legal

99
En la jurisprudencia de la Corte Constitucional se advierten casos en los que la tutela contra
providencia judicial también ha sido utilizada como mecanismo para la defensa de derechos
fundamentales que van más allá del debido proceso. Por ejemplo, en la sentencia T-395 de 2018 la tutela
contra providencia judicial fue instrumento para la protección, además del debido proceso, de los
derechos a la estabilidad laboral reforzada de la mujer embarazada y a la seguridad social; en la
sentencia T-294 de 2018, además del derecho al debido proceso, se protegieron los derechos a la
educación, a la libre circulación y residencia y a la unidad familiar; en la sentencia T-242 de 2018, se
ampararon los derechos a la unidad familiar y al cuidado y amor de unos menores de edad; en la
sentencia T-268 de 2010 la Corte resguardó los derechos al debido proceso y a la igualdad.
100
Corte Constitucional. Sentencias SU-659 de 2015, SU-057 de 2018, entre otras.
101
Corte Constitucional. Sentencias SU-659 de 2015, SU-057 de 2018, entre otras.
102
Corte Constitucional. Sentencia SU-769 de 2014.

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en el que se sustenta la decisión. d. Defecto material o sustantivo, como


son los casos en que se decide con base en normas inexistentes o
inconstitucionales o que presentan una evidente y grosera contradicción
entre los fundamentos y la decisión. e. Error inducido, que se presenta
cuando el juez o tribunal fue víctima de un engaño por parte de terceros
y ese engaño lo condujo a la toma de una decisión que afecta derechos
fundamentales. f. Decisión sin motivación, que implica el
incumplimiento de los servidores judiciales de dar cuenta de los
fundamentos fácticos y jurídicos de sus decisiones en el entendido que
precisamente en esa motivación reposa la legitimidad de su órbita
funcional. g. Desconocimiento del precedente, hipótesis que se
presenta, por ejemplo, cuando la Corte Constitucional establece el
alcance de un derecho fundamental y el juez ordinario aplica una ley
limitando sustancialmente dicho alcance. En estos casos la tutela procede
como mecanismo para garantizar la eficacia jurídica del contenido
constitucionalmente vinculante del derecho fundamental vulnerado. h.
Violación directa de la Constitución (…) (negrilla fuera de texto
original).

95. A continuación, se realizará el análisis de los requisitos generales de


procedencia de la acción de tutela impetrada por el señor MONTOYA contra el
trámite dado a la Resolución SAI-AOI-R-PMA-431 de 28 de septiembre de 2020,
emitida por la Sala de Amnistía o Indulto.

2.1. Relevancia constitucional

96. La relevancia constitucional ha sido comprendida por la jurisprudencia


de la Corte Constitucional103, como aquel requisito general de procedibilidad de
la tutela contra providencias judiciales que exige que el medio de defensa
judicial se oriente a proteger derechos fundamentales, que la discusión
propuesta tenga relación con garantías constitucionales y su resolución no sea
de competencia exclusiva del juez ordinario. Esta exigencia tiene tres
propósitos: (i) respetar la competencia e independencia de los jueces de las
jurisdicciones distintas a la constitucional, evitando la instrumentalización de la
tutela para discutir cuestiones de orden legal y/o económico 104; (ii) restringir el

103
Corte Constitucional. Sentencias SU-573 de 2019, SU-573 de 2017, entre otras.
104
Esto implica que los casos carecen de relevancia constitucional cuando: (i) lo que se debate se limita a
la mera determinación de los aspectos legales de un derecho; o (ii) la discusión sea de naturaleza o
contenido eminentemente económico, por comprender controversias estrictamente pecuniarias que no
representan el interés general y tienen una connotación particular o privada. Véase: Corte
Constitucional. Sentencia SU-573 de 2019.

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ejercicio de la acción de tutela a los asuntos con relevancia constitucional que


afecten derechos fundamentales105; e (iii) impedir la desnaturalización de la
acción de tutela y que esta se vuelva en una instancia o recurso adicional para
controvertir las decisiones judiciales106.

97. En el presente caso se formularon reparos al trámite dado a la publicidad


de la decisión emitida por la SAI el 28 de septiembre de 2020, señalando que
esta fue emitida con vulneración del derecho al debido proceso, lo que podría
llegar a identificarse con el defecto procedimental.

98. De lo descrito se advierte que la discusión planteada en el libelo envuelve


una cuestión de raigambre constitucional, pues se vincula a la garantía del
principio de publicidad, que hace parte del núcleo esencial del derecho al
debido proceso.

99. Desde esa perspectiva, la controversia que promueve la demanda de


tutela no tiene por objeto la solución de un asunto de carácter económico y
trasciende al análisis de mera legalidad. En ese sentido, la acción constitucional
se proyecta a establecer si la Sala de Amnistía o Indulto respetó el derecho al
debido proceso, desde los actos de publicidad de las decisiones, y le permitió
ejercer sus derechos de defensa y contradicción dentro la decisión SAI-AOI-R-
PMA-431 de 28 de septiembre de 2020, en la que se decidió rechazar la solicitud
de aplicación del beneficio transicional de amnistía al señor MONTOYA.

2.2. Subsidiariedad107

100. El carácter residual, excepcional y subsidiario de la acción de tutela, al


que se refiere el inciso tercero del artículo 86 de la Constitución, así como los
artículos 6 y 8 del Decreto 2591 de 1991, implica que esta solo procede cuando:
(i) la persona no disponga de otro medio de defensa judicial (tutela como
mecanismo definitivo); (ii) existe otro medio de defensa judicial, pero carece de

105
Un supuesto con tal relevancia es aquel que se representa como trascendente para: (i) la
interpretación de la Constitución; (ii) la aplicación de la Constitución; (iii) el desarrollo eficaz de la
Constitución; y (iv) establecer el contenido y alcance de los derechos fundamentales. Véase: Corte
Constitucional. Sentencia SU-573 de 2019.
106
Corte Constitucional. Sentencia SU-573 de 2019.
107
Se reiteran algunos aspectos de: Jurisdicción Especial. Tribunal para la Paz. Sección de Revisión.
Sentencia SRT-ST-319 de 2020.

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la idoneidad y eficacia necesaria para brindar un amparo integral de los


derechos del actor (tutela como mecanismo definitivo); (iii) se acredita que
otros medios de defensa judicial no son suficientemente expeditos para impedir
la configuración de un perjuicio irremediable (tutela como mecanismo
transitorio)108. La subsidiariedad de la acción de tutela busca preservar el
reparto de competencias realizado por la Constitución y la ley (que se
fundamenta en los principios de autonomía e independencia judicial), lo que
conlleva que esta no debe tenerse como un mecanismo adicional o
complementario del proceso adelantado por la autoridad judicial competente y
tiene como consecuencia que el Juez Constitucional no puede reemplazar en
sus competencias y procedimientos a los funcionarios judiciales que de manera
específica conocen los asuntos que las partes someten a su consideración 109.

101. La excepcionalidad de la tutela contra providencia judicial implica que,


al analizar la subsidiariedad en esta clase de supuestos, es menester valorar si
se han agotado todos los medios ordinarios y extraordinarios de defensa
judicial de forma previa a la interposición de la acción 110.

102. En el presente caso se encuentra acreditado este requisito de


procedibilidad, pues se advierte que el señor MONTOYA ha cumplido con las
cargas procesales mínimas antes de acudir a la acción constitucional de tutela
para la salvaguarda de sus derechos fundamentales.

103. Concretamente, el señor MONTOYA, a pesar de que con la indebida


notificación que se alega se ha visto imposibilitado otros medios de defensa
judicial, ha puesto dicha situación en conocimiento de la SAI, esto mediante sus
requerimientos de mayo y julio de 2021, no obstante, los mismos han sido
ignorados por la Sala de Justicia, por lo que bajo esta hipótesis el demandante
no cuenta con otros medios de defensa judicial.
108
Corte Constitucional. Sentencias T-281 de 2020, T-280 de 2020, T-075 de 2020, entre otras. Sobre el
concepto de perjuicio irremediable, la jurisprudencia constitucional ha decantado que este es el que: (i)
sucede de manera cierta y evidente sobre un derecho fundamental; (ii) el daño es inminente; (iii) de
ocurrir el daño no existiría forma de repararlo; (iv) resulta urgente la medida de protección para que el
sujeto supere la condición de amenaza en la que se encuentra; y (v) la gravedad de los hechos es de tal
magnitud que hace impostergable la instrumentalización de la acción de tutela como mecanismo
necesario para la protección inmediata de los derechos constitucionales fundamentales. Véase: Corte
Constitucional. Sentencias T-280 de 2020, T-341 de 2019, SU-086 de 1999, entre otras.
109
Corte Constitucional. Sentencias SU-508 de 2020, T-280 de 2020, T-467 de 2020, entre otras.
110
Corte Constitucional. Sentencias SU-379 de 2019, T-461 de 2019, T-126 de 2019, T-016 de 2019, T-243
de 2017, entre otras.

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104. Aunado a lo anterior, la falta de seguimiento a sus decisiones por parte


de la SAI generó un resquebrajamiento a las garantías constitucionales del
tutelante, incluso a pesar de este haber advertido tal situación dentro del
trámite y previo a promover la presente acción constitucional.

2.3. Inmediatez

105. El artículo 86 Superior establece que la acción de tutela podrá impetrarse


“en todo tiempo y lugar”, lo que implica que este medio de defensa judicial no
tiene término de caducidad111. No obstante, la Corte Constitucional ha
desarrollado el requisito de procedibilidad de la inmediatez 112, a partir de la
consideración de que debe existir “una correspondencia entre la naturaleza expedita
de la tutela y su interposición oportuna”113 para la protección inmediata de
derechos fundamentales. Esto obliga al Juez a evaluar, en cada caso concreto, si
es razonable el tiempo transcurrido entre la supuesta amenaza o vulneración de
derechos fundamentales y la interposición de la acción de tutela, con el
propósito de evitar que se desvirtúe la naturaleza expedita de la acción, que
esta dé lugar a vaciar de contenido el principio de seguridad jurídica y afecte
de manera intensa los intereses legítimos de terceros 114 o se torne en
herramienta para el abuso del derecho115.

106. La decisión objeto de reproche fue emitida el 28 de septiembre de 2021, es


decir hace poco más de 13 meses antes de la interposición de la acción de tutela.
En ese sentido, se tiene que el lapso entre la emisión de la providencia judicial
111
En la sentencia C-543 de 1992 la Corte Constitucional declaró inexequibles los artículos 11 y 12 del
Decreto 2591 de 1991, que disponía la caducidad de la acción de tutela contra providencias judiciales y
sus alcances.
112
Sobre la inmediatez como principio creado por la jurisprudencia constitucional, véase: Gómez
Martínez, Diego León. El principio de inmediatez en la acción de tutela: Los argumentos de la
interpretación. Medellín: Librería Jurídica Diké y Universidad Santiago de Cali, 2018.
113
Corte Constitucional. Sentencias T-384 de 2020, T-369 de 2016, entre otras.
114
Corte Constitucional. Sentencia T-384 de 2020. Le jurisprudencia constitucional ha especificado que
el Juez de tutela debe examinar unos criterios orientativos con relación al caso concreto para determinar
si concurre o no el requisito de inmediatez, como son: “(i) la diligencia del interesado en la defensa de
sus derechos; (ii) la eventual afectación de derechos de terceros; (iii) la estabilidad jurídica; (iv) la
complejidad del conflicto; (v) el equilibrio de las cargas procesales y (vi) la existencia de circunstancias
de vulnerabilidad o debilidad manifiesta”: Corte Constitucional. Sentencias T-234 de 2020 y SU-217 de
2017.
115
Quiroga Natale, Edgar Andrés. Tutela contra providencias judiciales “la casación constitucional”:
aproximación al estudio de las causales genéricas y específicas de procedibilidad. Bogotá: Grupo
Editorial Ibáñez, 2020. Pág. 63.

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cuestionada y la presentación de la demanda es muy amplio, no obstante, este


se entiende razonable, debe tenerse en cuenta particularmente en este punto lo
dicho por la Corte Constitucional en cuanto a la vulneración o amenaza
permanente en el tiempo, así, ha dicho que,

…esta Corporación ha reconocido excepciones al presupuesto de


inmediatez[27], cuando se demuestra que la vulneración es permanente en
el tiempo y que, aunque el hecho que dio lugar a la misma es muy
antiguo respecto de la presentación de la tutela, la situación desfavorable
de la accionante derivada del irrespeto por sus derechos, continúa y es
actual.116

107. Por lo anterior, resulta insignificante el lapso temporal de cara a la


posible afectación del derecho al debido proceso del tutelante, lo que acredita el
requisito de inmediatez. Además, que el tutelante conoció de la decisión
adversa a sus intereses por lo menos en mayo del presenten año, estando
dentro del término constitucional para presentar la demanda de tutela, esto es
los seis meses, para accionar en debida forma.

2.4. Identificación razonable de los hechos que generaron la vulneración


y de los derechos vulnerados

108. En la demanda se presentaron los hechos que motivan el reclamo


constitucional en contra del trámite dado a la Resolución de 28 de septiembre
de 2020, incluso se complementan estos con las solicitudes presentadas por el
tutelante en los meses de mayo y julio del año en curso. Concretamente, se
reprochó a la SAI la falta de notificación al accionante de la providencia que
rechazó su asunto, por lo que el señor MONTOYA expresó que se había
vulnerado su derecho al debido proceso.

109. Aunque el accionante no adecuó su reproche al cargo relativo al defecto


procedimental absoluto, que es el que se vincula al hecho de que no se
notifiquen en debida forma las providencias judiciales proferidas por la
autoridad competente, es posible inferir ese reproche de manera razonable a
partir de lo relatado en la demanda de tutela y sus anexos.

116
Corte Constitucional, Sentencia T-788 de 2013.

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2.5. No interposición de tutela contra sentencia de tutela

110. En el presente caso no se está interponiendo acción de tutela contra un


fallo proferido en esta clase de trámite constitucional. Por esta razón se da por
superado este requisito.

2.6. Conclusión en relación con los requisitos generales de procedencia

111. Tal como se evidenció, en el asunto bajo examen se encuentran


satisfechos los requisitos generales para la procedencia de la acción de tutela
contra providencia judicial. Por consiguiente, se pasan a desarrollar las
consideraciones del caso que refieren al objeto de discusión, es decir, la garantía
del principio de publicidad de las decisiones, en aras de evidenciar el defecto
procedimental en que se incurrió en el trámite de notificación de la Resolución
emitida por la SAI el 28 de septiembre de 2020. A partir de esos presupuestos se
determinará si la decisión fue emitida mediando un defecto procedimental
absoluto, como causal específica de procedibilidad de la acción de tutela contra
este tipo de providencias judiciales.

3. Garantía del principio de publicidad de las decisiones judiciales

112. Respecto de la garantía del principio de publicidad de las decisiones, esto


es, el conocimiento real y total que deben tener los interesados en el trámite
judicial de las providencias emitidas por las autoridades correspondientes, se
ha dicho que es aquella que se circunscribe a materializar el conocimiento de
las actuaciones surtidas dentro del proceso para que las partes conozcan el
estado de los actos surtidos. Así, ha dicho la Corte Constitucional que,

5.4.1. Una de las garantías del derecho fundamental al debido proceso es


el principio de publicidad, en virtud del cual, se impone a las
autoridades judiciales y administrativas, el deber de hacer conocer a los
administrados y a la comunidad en general, los actos que aquellas
profieran en ejercicio de sus funciones y que conduzcan a la creación,
modificación o extinción de un derecho o a la imposición de una
obligación, sanción o multa.117

113. Sobre el principio de publicidad, también ha señalado la Corte,


117
Corte Constitucional, Sentencia C-341 de 2014.

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Principio de publicidad
 
37. El principio de publicidad, consagrado en la Constitución
Política[37] “impone a las autoridades judiciales y administrativas, el deber de
hacer conocer a los administrados y a la comunidad en general, todos los actos
que aquellas profieran en ejercicio de sus funciones y que conduzcan a la
creación, modificación o extinción de un derecho o a la imposición de una
obligación, sanción o multa”[38].
 
Este principio ha sido ampliamente desarrollo por la jurisprudencia de
esta Corporación, dado su carácter indispensable para la realización del
debido proceso, en tanto implica: (i) la exigencia de proferir decisiones
debidamente motivadas en los aspectos de hecho y de derecho; y (ii) el
deber de ponerlas en conocimiento de los sujetos procesales con interés
jurídico en el actuar, a través de los mecanismos de comunicación
instituidos en la ley, con el fin de que puedan ejercer sus derechos  a la
defensa y contradicción.[39]
 No obstante, la misma Corte aclaró que este precepto constitucional no
sólo está prevista para garantizar la efectividad de este derecho, sino,
también, para lograr diversas finalidades constitucionales, toda vez que
(i) sirve de herramienta de control a la actividad judicial, en la medida
que garantiza los derechos de contradicción e impugnación, destinados a
corregir las falencias en que incurre el juzgador; (ii) otorga a la sociedad, 
un medio para preservar la trasparencia y razonabilidad de las
decisiones judiciales que no estén sometidas a reserva; y (iii) conduce al
logro de la obediencia jurídica en un estado democrático [40].
 
38. De acuerdo con lo expuesto por este Tribunal [41], la publicidad tiene
dos vertientes en relación con su alcance y exigibilidad, de un lado,
cumple la función de permitir que los actos de las autoridades y, en
específico, de la administración sean sometidos al escrutinio público, y
de otro, tiene un alcance técnico, toda vez que se realiza a través de las
notificaciones como actos de comunicación procesal. Sobre el particular,
la Corte sostuvo lo siguiente:
 
“Tal y como lo ha puesto de presente esta Corporación, desde el punto
de vista de su alcance y exigibilidad, el principio de publicidad se realiza
de dos maneras. De un lado, a través de la notificación a las personas
involucradas en una actuación judicial o administrativa de las decisiones
que allí se adopten. Según lo ha señalado esta Corporación [42], la
notificación es el acto material de comunicación por medio del cual se
pone en conocimiento de las partes o terceros interesados, las decisiones
proferidas por una autoridad pública. El acto de notificación tiene
entonces como finalidad, garantizar el conocimiento de la existencia de

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un proceso o actuación administrativa y de su desarrollo, de manera que


se asegure a los involucrados los derechos de defensa, contradicción e
impugnación.
 […]
 39. Ahora bien, en cuanto a la finalidad de este presupuesto
constitucional       –poner en conocimiento las actuaciones judiciales y
administrativas– no se constituye en una simple formalidad procesal,
sino en un presupuesto de eficacia de dicha actividad y en un
mecanismo para propender por la efectividad de la democracia
participativa[44]. En este sentido, este principio exige que las personas
puedan conocer, no sólo la existencia y vigilancia de los mandatos
dictados por dichos órganos y autoridades estatales, sino el contenido de
las decisiones por ellos adoptadas[45].118
 
114. Como lo advierte la jurisprudencia antes aludida, tal principio se
efectiviza mediante la notificación de las decisiones, que es el acto mediante el
cual se pone en conocimiento de las partes el contenido de las providencias
emitidas por la autoridad judicial o administrativa y tienen como finalidad
garantizar los derechos de defensa y contradicción, así como asegurar los
principios de celeridad y eficacia de la función judicial al establecer el momento
en que empiezan a correr los términos procesales para la interposición de
recursos o la firmeza y ejecutoria de las decisiones119.

115. Al respecto, la ley 1922 de 2018, que adopta las reglas de procedimiento
aplicables a la JEP, dentro de los principios que rigen las actuaciones,
procedimientos y decisiones de dicha Jurisdicción se encuentra el debido
proceso, sobre el que dice,

e. Debido proceso. En los procedimientos adelantados ante la JEP,


siempre se deberá garantizar el debido proceso entendido, como
mínimo, la necesidad de participar en la actuación, de notificación
oportuna y al ejercicio del derecho a la defensa y contradicción de
pruebas.120
116. Sin embargo, pese a que dicho cuerpo normativo en varias
oportunidades habla de la notificación, no plasma la forma en que se debe
surtir esta respecto de las decisiones emitidas por las Salas y Secciones de la
JEP, debiendo atenderse el vacío evidenciado a través del artículo 72 de la ley
1922 de 2018, apartado que remite a ordenamientos procesales tales como las
118
Corte Constitucional. Sentencia T-286 de 2018.
119
Corte Constitucional. Sentencias C-648 de 2001 y C-029 de 2021.
120
Artículo 1, literal e, ley 1922 de 2018.

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leyes 1592 y 1564 de 2012, 600 de 2000 y 906 de 2004, esto acorde a la naturaleza
del asunto y congruencia con los principios del Sistema Integral de Verdad,
Justicia, Reparación y No Repetición. No obstante, vale la pena recordar que la
Corte Constitucional ha determinado que los trámites adelantados por la JEP,
en esencia, son de naturaleza penal121.

117. Por su parte, la Sección de Apelación del Tribunal para la Paz, en cuanto
a la garantía del principio de publicidad dentro de los trámites seguidos por las
Salas y Secciones de la JEP, particularmente sobre las providencias de rechazo
del asunto, a través de la Sentencia Interpretativa 1 de 2019, ha dicho que la
decisión mediante la cual se rechaza el trámite debe ser notificada al interesado
de manera personal.

3.1. Defecto procedimental absoluto por ausencia de garantía al


principio de publicidad de las decisiones

118. El defecto procedimental absoluto se configura cuando la autoridad


judicial que profiere la decisión viola los derechos fundamentales del
interesado al negar el derecho sustancial por no aplicar las normas adjetivas
que corresponde al procedimiento del asunto que se trate o cuando se excede la
aplicación de formalidades procesales y un derecho se hace nugatorio 122.

119. Tras verificar la línea y la doctrina constitucional la Corte, sobre el


defecto procedimental absoluto, cimentado en una irregularidad como la que
aquí se vislumbra, advirtió,

En síntesis, conforme con lo establecido por la jurisprudencia de esta


Corporación, la indebida notificación viola el debido proceso y, cuando
es consecuencia de la conducta omisiva de la autoridad, es un defecto
procedimental absoluto porque: (i) concurre cuando el juez actúa
inobservando el procedimiento establecido en la ley; (ii) se entiende
como un defecto de naturaleza calificada que requiere para su
configuración que el operador jurídico haya desatendido el
procedimiento establecido por la norma; y, además, (iii) implica una
evidente vulneración al debido proceso del accionante.123

121
Corte Constitucional. Sentencia C-080 de 2018.
122
Corte Constitucional. Sentencia T-612 de 2016.
123
Corte Constitucional. Sentencia T-181 de 2019.

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120. Ha dicho la Corte Constitucional sobre la vulneración al debido proceso


que,

El debido proceso se ve afectado cuando el funcionario judicial se aparta


del proceso legalmente establecido, ya sea porque sigue un proceso
distinto al aplicable o porque omite una etapa sustancial del mismo
(sentencia T-1049 de 2012[88]) incluso se afecta el derecho de defensa y
contradicción de una de las partes del proceso. De acuerdo con
la sentencia SU-159 de 2002 (M.P Manuel José Cepeda), este último
evento se presenta cuando la ausencia de una etapa procesal o de alguna
formalidad desconoce las garantías previstas en la ley para los sujetos
procesales, de forma tal que, por ejemplo, se impide que: “(i.) puedan
ejercer el derecho a una defensa técnica [89], que supone la posibilidad de contar
con la asesoría de un abogado –en los eventos en los que sea necesario -, ejercer
el derecho de contradicción y presentar y solicitar las pruebas que considere
pertinentes para sustentar su posición; (ii.) se les comunique de la iniciación del
proceso y se permita su participación en el mismo [90]  y (iii.) se les notifiquen
todas las providencias proferidas por el juez, que de acuerdo con la ley, deben
serles notificadas[91]”, entre otras.124

121. Ahora bien, para que proceda la tutela por irregularidades en la


notificación, estas deben estar al punto de generar imposibilidad de corregirlas
dentro del mismo proceso, por lo que la Corte Constitucional ha dicho que la
acción de amparo por el defecto analizado solo es procedente si ostentan
suficiente entidad como para ser determinante en el proceso 125, por lo que debe
tener las siguientes características:

(i) debe ser tangible y haber tenido un impacto ostensible en las


resultas del proceso;
(ii)  debe haber incidido negativamente en la posibilidad de que el
interesado ejerciera su derecho de contradicción y de defensa [97];
(iii)      no puede ser atribuible al afectado.
(iii) debe probarse que la autoridad judicial que adoptó la decisión
asumió una conducta omisiva en relación con la comunicación de
las decisiones judiciales, es decir, que fue negligente[98].126

122. Respecto de las características requeridas, se puede decir que, respecto de


la primera, en el trámite es tangible el impacto que tuvo el resultado del
proceso, pues por esta situación el señor MONTOYA fue aprehendido por
124
Corte Constitucional. Sentencia T-612 de 2016.
125
Corte Constitucional. Sentencia T-612 de 2016.
126
Ibidem.

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orden del J3 EPMSM, esto al considerar que la providencia de rechazo del


asunto comunicada por la JEP se encontraba ejecutoriada, de acuerdo con las
órdenes proferidas en la Resolución del 28 de septiembre de 2020.

123. En cuanto a la segunda, con ocasión a la ausencia de notificación de la


providencia, el demandante no tuvo la oportunidad de controvertir las
decisiones a través de los recursos ordinarios que la misma contempla, por lo
que su derecho de defensa y contradicción se vio trasgredido, tal como lo
afirma en su escrito de tutela, además de las solicitudes de mayo y julio de 2021
donde advirtió la situación a la SAI y esta no tomó determinaciones en el
asunto para corregir el yerro.

124. Como se evidencia en las respuestas de la SAI y su Secretaría Judicial,


esta situación no le es atribuible al afectado, pues bien, dicha autoridad y
dependencia se limitaron a remitir la comunicación sobre la notificación de la
providencia, sin realizar seguimiento respecto de la efectividad de la misma,
incluso, procediendo a remitir el asunto a la Jurisdicción Ordinaria previo a la
ejecutoria de la decisión, conllevando esto, como ya se ha dicho, a la revocatoria
del beneficio provisional transicional del que gozaba el tutelante, por parte del
J3 EPMSM.

125. En cuanto a la última característica, de las tres anteriormente descritas es


posible evidenciarla, pues bien, hubo una limitación exclusiva a la remisión de
la comunicación de la decisión, como ya se dijo, sin hacer ningún tipo de
seguimiento a esta y tal fue el punto del comportamiento negligente de la SAI y
su Secretaría Judicial que, pese a que el interesado advirtió sobre su
desconocimiento de la providencia que rechazó su asunto, las enunciadas no
hicieron nada, inclusive, recuérdese que desde el 2 de octubre de 2020,
conforme las respuestas suministradas, la Abogada que notificaron de la
decisión informó de su ausencia de poder en el asunto y al respecto no se tomó
medida alguna para subsanar los yerros.

126. Cabe aclarar que la SAI solo tomó medidas para lograr la notificación de
la decisión proferida el 28 de septiembre de 2020, una vez se notificó el
avocamiento de la presente acción constitucional, como lo deja entrever la
providencia SAI-AOI-T-PMA-584 de 12 de noviembre de 2021, mediante la cual

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se tomaron medidas urgentes para notificar la Resolución de septiembre del


2020. Asimismo, solo hasta esta fecha se reconoció personería jurídica al
apoderado del tutelante.

127. Igualmente, pese a que la SEJUD SAI demostró que la decisión del 28 de
septiembre de 2020 se notificó de manera efectiva al señor MONTOYA en el
transcurso del trámite que nos ocupa, también lo es que la falla en el trámite de
publicidad de la providencia no se circunscribe únicamente a la puesta en
conocimiento de esta, como ya se dijo, pues dicha Resolución al comunicarse a
la Jurisdicción Ordinaria generó efectos jurídicos que afectaron el estado de
libertad del tutelante, por lo que en este punto no sería posible hablar de una
carencia actual de objeto por hecho superado toda vez que la trasgresión
generada con la indebida notificación tuvo otras repercusiones en la situación
jurídica del demandante.

128. Como se logró establecer la SAI y su Secretaría Judicial no cumplieron en


debida forma las ordenes de la Resolución SAI-AOI-R-PMA-431, por lo que
hicieron incurrir en error al J3 EPMSM, pues lo indicado expresamente para la
remisión del asunto a la Jurisdicción Ordinaria es:

TERCERO: Por Secretaría Judicial, una vez esta decisión cobre


ejecutoria, COMUNICAR de la misma al Juzgado Segundo de Ejecución
de Penas y Medidas de Seguridad de Palmira, Valle del Cauca, para lo
de su competencia.
(…)
OCTAVO: Por Secretaría Judicial, con el apoyo de la Oficina de
Gestión Documental, tomar copia digital del expediente físico con
radicado 176143104001-2004-00057-00, una vez cumplido lo anterior
devolverlo al juzgado de origen. (resaltado y negrilla fuera del texto)

129. No obstante, la SEJUD SAI sin verificar la ejecutoria de la decisión,


remitió el asunto a la Jurisdicción Ordinaria, siendo recibido el trámite el día 3
de noviembre de 2020127, junto con copia de la providencia que ordenó ello,
razón por la que, al tenor de lo dicho en la Resolución de 28 de septiembre de
2020, el trámite pasaba a ser competencia del Juez de Ejecución de Penas y
Medidas de Seguridad, así, se asumió el conocimiento del asunto por parte del

127
C.O., folio 198.

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J3 EPMSM y este a su vez tomó decisiones sobre el beneficio transicional de


carácter provisional del que gozaba el señor MONTOYA.

130. Como se ha demostrado, mientras el trámite se encontraba en la SAI y la


SEJUD SAI en etapa de notificación, una autoridad judicial externa a la JEP
asumió la competencia del asunto, situación que se produjo única y
exclusivamente por la indebida forma como se surtió el trámite de notificación
de la Resolución SAI-AOI-R-PMA-431 de 28 de septiembre de 2020, pues de
haberse surtido esa etapa procesal en el orden que se impartió en la decisión y
con la constatación de que se produjera de manera efectiva cada trámite
subsiguiente, no se habría presentado la confusión, e incluso no estaríamos
atendiendo la presente acción de tutela.

131. En este punto, y de cara a todo lo acaecido en el trámite, es oportuno


recordar que la Sección de Apelación del Tribunal para la Paz ha dicho respecto
de la revocatoria de beneficios transicionales provisionales que,

…lo procedente, tras observar la ausencia prima facie del factor material,
es que la Sala de Justicia analice la decisión proferida por el J3EPMS de
Ibagué y las demás piezas procesales del expediente relativas a ORTÍZ
RIVAS, para que, en el marco de sus competencias, al conocer y
adelantar el respectivo trámite sobre beneficios definitivos en el asunto
de ésta persona, proceda a evaluar y determinar si la LC que le fue
concedida en la JPO debe continuar incólume o si, por el contrario,
debería ser revocada por no cumplir los factores competenciales de la
JEP.128

132. Por lo anterior, claro es para este Juez Constitucional que la SAI y su
SEJUD trasgredieron el derecho al debido proceso del tutelante, esto desde el
principio de publicidad de las decisiones, pues bien, el señor MONTOYA solo
pudo conocer la decisión que rechazaba su asunto el pasado 17 de noviembre,
momento a partir del cual pudo evaluar la posibilidad de recurrir la decisión
proferida por la Sala de Justicia, cuando ya se habían producido efectos
jurídicos a partir de esta. Téngase en cuenta que la providencia del 28 de
septiembre de 2020 se conoció primero por la Jurisdicción Ordinaria, quien
asumió conocimiento del trámite y tomó decisiones en el mismo, que por el

128
Tribunal para la Paz, Sección de Apelación, Auto TP-SA 449 de 2020.

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directamente involucrado en el decisum, por lo que así se declarará en el


resuelve de esta decisión.

133. Así las cosas, se hace necesario que esta Subsección asegure el principio
de publicidad de las decisiones y, de contera, el derecho de defensa y
contradicción del tutelante, por lo que, como quiera que la providencia ya fue
notificada al demandante y la misma no se encuentra formalmente
ejecutoriada, pese a haberse asumido competencia en el asunto por parte de la
Jurisdicción Ordinaria, se ordenará a la SAI y su SEJUD que procedan a
habilitar los términos procesales legalmente establecidos para que el señor
MONTOYA, si así lo considera, presente los recursos contra la decisión del 28
de septiembre de 2020 emitida por la SAI.

134. Igualmente, se exhortará a la SAI y su Secretaría Judicial para que, en


caso de que se presenten recursos contra la decisión SAI-AOI-R-PMA-431 de 28
de septiembre de 2020 proceda a resolverlos y darles trámite en forma oportuna
y diligente.

135. Ahora bien, atendiendo al error en el que se indujo al J3 EPMSM


producto de la forma indebida de tramitar las notificaciones de la Resolución
SAI-AOI-R-PMA-431 de 28 de septiembre de 2020, y los efectos jurídicos que
produjeron las decisiones proferidas por esta autoridad, como consecuencia de
lo dicho en el párrafo 132 de esta providencia, se declarará la nulidad de todas
las actuaciones surtidas por el Juzgado Tercero de Ejecución de Penas y
Medidas de Seguridad de Manizales desde el momento en el que se remitió el
asunto por parte de la Secretaría Judicial de la SAI a la Jurisdicción Ordinaria
sin la observancia del cumplimiento de las órdenes contenidas en la decisión
proferida por la Sala de Justicia.

136. Asimismo, se ordenará al J3 EPMSM que proceda a tomar las decisiones


que en derecho correspondan respecto de la libertad del señor MONTOYA, con
ocasión a lo previamente dicho dentro de las 48 horas siguientes a la
notificación de esta decisión.

137. Con todo, se hace necesario realizar un llamado de atención a la SAI y su


Secretaría Judicial dadas las situaciones vislumbradas en el presente trámite.
Por lo anterior, se exhortará a la Sala para que, en lo sucesivo, realice el

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respectivo seguimiento y verificación de las ordenes por ella impartidas dentro


de los asuntos en su conocimiento, así como de los requerimientos arribados a
los trámites de su competencia.

138. Asimismo, se exhortará a la Secretaría Judicial de la SAI para que, en lo


sucesivo, tramite de manera inmediata y con observancia a las órdenes dadas
las providencias que la SAI remita para el cumplimiento de notificaciones,
igualmente, para que realice el seguimiento de las solicitudes que arriben a ella
y que deban ser resueltas por la Sala.

4. Del derecho al debido proceso y de acceso a la administración de


justicia respecto de las solicitudes probatorias presentadas por el
demandante

139. El artículo 29 de la Constitución prevé como uno de los componentes del


derecho al debido proceso el que las actuaciones judiciales y administrativas se
cursen “sin dilaciones injustificadas”. El artículo 228 superior, al caracterizar la
administración de justicia en Colombia, establece que “[l]os términos procesales
se observarán con diligencia y su incumplimiento será sancionado”.

140. Los artículos 7.5 y 8.1 de la Convención Americana sobre Derechos


Humanos tienen a la prohibición de dilaciones injustificadas como una garantía
judicial, que consiste en que toda persona debe ser juzgada dentro de un plazo
razonable129.

141. Dentro del marco normativo constitucional, la prohibición de dilaciones


injustificadas en los procesos es un aspecto esencial de los derechos al debido
proceso130 y de acceso a la administración de justicia 131. Incluso, el Tribunal
Constitucional nacional ha indicado que el derecho a un debido proceso sin
dilaciones injustificadas es un derecho fundamental autónomo 132, que busca
garantizar la celeridad y la obtención de una respuesta oportuna y adecuada a
los trámites judiciales que se adelanten133.

129
Corte Constitucional. Sentencia SU-333 de 2020.
130
Corte Constitucional. Sentencias SU-453 de 2020, C-242 de 2020, entre otras.
131
Corte Constitucional. Sentencias SU-453 de 2020, T-441 de 2020, entre otras.
132
Corte Constitucional. Sentencia T-030 de 2005.
133
Corte Constitucional. Sentencia T-565 de 2016. El derecho a un debido proceso sin dilaciones
injustificadas y la garantía del plazo razonable al interior de la JEP se desprenden del artículo 14 de la

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142. La Corte Constitucional, en decisiones que han abordado el derecho al


debido proceso sin dilaciones injustificadas ha unificado algunas subreglas
jurisprudenciales sobre la materia134,

a. La omisión de respuesta a una solicitud de contenido judicial vulnera el


derecho al debido proceso y al acceso a la administración de justicia
(mora judicial), a menos que la dilación esté válidamente justificada.
b. Son requisitos formales de procedibilidad de la tutela contra omisiones
judiciales: (i) que el actor se haya comportado activamente y haya
impulsado el avance del proceso; y (ii) que la omisión no se deba a la
conducta dilatoria o al incumplimiento de cargas procesales por parte
del accionante.
c. Hay mora judicial injustificada cuando: (i) se han incumplido los
términos señalados en la ley para adelantar alguna actuación judicial; (ii)
no existe un motivo razonable que permita justificar la demora (ej.
congestión judicial o el volumen de trabajo); y (iii) la tardanza es
atribuible a la omisión en el cumplimiento de las funciones por parte de
una autoridad judicial.

143. El Tribunal Constitucional nacional ha reconocido que en la JEP ha


habido una situación estructural de congestión, frente a la que se han tomado
decisiones institucionales orientadas a solucionarla y ha precisado que “será
labor de cada juez constitucional valorar si, en cada caso concreto y más allá de la
situación estructural de congestión, la JEP ha actuado de modo diligente o si las
condiciones que han enmarcado el cumplimiento de sus funciones se encuentran en el
margen de la razonabilidad”135.

144. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante Corte IDH)


ha decantado unos criterios para determinar si en un caso específico se ha
garantizado el plazo razonable que han sido acogidos por la jurisprudencia
constitucional136, estos son: (i) la complejidad del asunto; (ii) la conducta de las
autoridades; (iii) la actividad procesal del interesado; y (iv) la afectación
generada en la situación jurídica de la persona involucrada en el proceso 137.

Ley 1957 de 2019, que dispone que las actuaciones de esta deben seguirse bajo los principios de eficacia,
eficiencia, celeridad y economía procesal.
134
Corte Constitucional. Sentencias SU-048 de 2021, SU-453 de 2020 y SU-333 de 2020.
135
Corte Constitucional. Sentencia SU-048 de 2021. Pár. 53.
136
Corte Constitucional. Sentencias SU-333 de 2020, SU-394 de 2016, T-494 de 2014 y T-349 de 1993.
137
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Tenorio Roca y Otros vs. Perú. Sentencia de
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas de 22 de junio de 2016. Pár. 238; Caso
Tarazona Arrieta y Otros Vs. Perú. Sentencia de Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y

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145. Con lo anterior, podría afirmarse que el derecho al debido proceso y de


acceso a la administración de justicia del tutelante fue transgredido por la SAI y
su Secretaría Judicial, pues a partir de la información recaudada se indicó que
sus solicitudes probatorias solo fueron tramitadas y la respuesta notificada 6
meses después de haberse presentado.

146. No obstante lo anterior, la jurisprudencia constitucional ha indicado que


pueden ocurrir supuestos en el marco de acciones de tutela, en que se alteren o
desaparezcan las circunstancias generadoras de la amenaza o vulneración de
los derechos fundamentales objeto de estudio, que hagan insustancial cualquier
decisión del juez constitucional en busca de garantizar los derechos
amenazados o hacer cesar la vulneración 138. La doctrina constitucional ha
denominado a las hipótesis antes aludidas como casos de carencia actual de
objeto.

147. El Tribunal Constitucional ha indicado que la carencia actual de objeto


por hecho superado ocurre “cuando durante el trámite de la tutela o de su revisión,
cesa la vulneración o amenaza del derecho que se buscaba proteger con la solicitud de
tutela como consecuencia de una actuación por parte del demandado”139 y ha indicado
que esta especie de la carencia actual de objeto tiene los siguientes requisitos:

La Corte ha señalado tres criterios 140 para determinar si en un caso


concreto operó o no el fenómeno de la carencia actual de objeto por
hecho superado: (i) que con anterioridad a la acción de tutela exista una
vulneración o amenaza a un derecho fundamental del accionante, cuya
protección sea posteriormente solicitada; (ii) que durante el trámite de la
acción de tutela haya cesado la vulneración o amenaza del derecho, y
(iii) si la acción pretende el suministro de una prestación y, “dentro del

Costas de 15 de octubre de 2014. Pár. 102. Caso Fornerón e hija Vs. Argentina. Sentencia de Fondo,
Reparaciones y Cortas de 27 de abril de 2012. Pár. 66; Caso Garibaldi Vs. Brasil. Sentencia de
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas de 23 de septiembre de 2009. Pár. 133. Caso
Valle Jaramillo y Otros Vs. Colombia. Sentencia de Fondo, Reparaciones y Costas de 27 de noviembre
de 2008. Pár. 155.
138
Corte Constitucional. Sentencias SU-453 de 2020, SU-333 de 2020 (párrafos 5.1.5 a 5.1.14), T-481 de
2016.
139
Corte Constitucional. Sentencia SU-453 de 2020. Pár. 55. Reiteración de: Corte Constitucional.
Sentencias SU-333 de 2020. Párrafos 5.1.5-5.1.14; T-472 de 2017; T-283 de 2016.
140
Corte Constitucional. Sentencias T-375 de 2017, T-330 de 2017, T-238 de 2017, T-021 de 2017, T-695 de
2016, T-059 de 2016, entre otras.

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trámite de dicha acción se satisface ésta, también se puede considerar que existe
un hecho superado”141.142

148. En este sentido, y en concordancia con lo indicado por la SR en


oportunidades anteriores143, se advierte que son dos los presupuestos
concurrentes para que opere la carencia actual de objeto por hecho superado: (i)
que con anterioridad a la acción de tutela haya existido una violación o
amenaza a un derecho fundamental del actor, cuya protección fue solicitada; y
(ii) que durante el trámite de la acción de tutela haya cesado la vulneración o
amenaza del derecho fundamental, a causa de la conducta de quienes integran
el extremo pasivo de la actuación constitucional. Es necesario que el Juez
acredite la existencia de estos dos aspectos, de manera conjunta, para que
declare la carencia actual de objeto por hecho superado y se abstenga de
pronunciarse de fondo, es decir, de decidir sobre la concesión o no del
amparo144.

149. El artículo 24 del Decreto 2591 de 1991, frente a la carencia actual de


objeto por hecho superado, la comprende como la cesación de “los efectos del
acto impugnado” y en cuanto a la carencia actual de objeto por daño consumado
la entiende como el supuesto que opera cuando el acto impugnado “se hubiera
consumado en forma que no sea posible restablecer al solicitante en el goce de su
derecho conculcado”. El artículo 24 permite al Juez de Tutela prevenir “a la
autoridad pública para que en ningún caso vuelva a incurrir en las acciones u
omisiones que dieron mérito para conceder la tutela”, esto “sin perjuicio de las
responsabilidades en que ya hubiere incurrido”.

150. La disposición referida implica, en relación con la carencia actual de


objeto por hecho superado, que la autoridad con cuyas acciones u omisiones
dio lugar a su declaratoria, efectivamente incurrió en una conducta contraria a

141
Corte Constitucional. Sentencia T-045 de 2008.
142
Corte Constitucional. Sentencia T-403 de 2018. Véase también: Corte Constitucional. Sentencia T-076
de 2019.
143
Se reiteran algunos aspectos de: Jurisdicción Especial para la Paz. Tribunal para la Paz. Sección de
Revisión. Sentencias SRT-ST-251 de 2020, SRT-ST-182 de 2020 y SRT-ST-350 de 2019.
144
Los requisitos referidos constituyen las reglas generales de la institución jurídica de la carencia actual
de objeto por hecho superado. En casos que lo que se busca con la acción es el suministro de una
prestación y esto es obtenido dentro del trámite constitucional, se puede hablar también de la existencia
de la carencia actual de objeto por hecho superado.

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la Constitución, es decir, que amenazó o vulneró derechos fundamentales.


Asimismo, este fenómeno supone que, en el escenario en que la autoridad que
hace parte del extremo pasivo de la acción de tutela no subsane la afectación o
cese la amenaza durante el periodo en que se esté adelantando el trámite
constitucional, el Juez de Tutela tendría que conceder el amparo.

151. La Corte Constitucional ha hecho eco de esta forma de comprender la


carencia actual de objeto, al manifestar que “el hecho superado implica aceptar que,
si bien dicha vulneración cesó durante el trámite de la acción de tutela, se
transgredieron los derechos fundamentales del accionante”145. En la misma lógica, ha
considerado que en casos en que al momento de la interposición de la demanda
de tutela no ha operado la vulneración del derecho fundamental, lo que
corresponde al Juez que conoce el asunto es negar el amparo146.

a. Caso concreto

152. Lo demandado por el señor MONTOYA en su escrito de tutela es que se


resuelvan las solicitudes probatorias por él presentadas en los meses de mayo y
julio de 2021, esto en aras de que se modifique la decisión de rechazo por
ausencia de factor material tomada por la SAI y de la que indica que no se le ha
puesto en conocimiento.

153. En cuanto a las solicitudes probatorias presentadas en los requerimientos


remitidos por parte del señor MONTOYA, como quiera que de las respuestas
aportadas sobre este punto se indicó que ya había pronunciamiento de la SAI,
ello a través de la providencia SAI-AOI-T-PMA-584 de 12 de noviembre de
2021, siendo notificada de manera efectiva al tutelante solo hasta el 17 de
noviembre siguiente, de acuerdo a los soportes allegados a esta Subsección,
claro es para este Juez de Tutela que la vulneración por ausencia de respuesta
cesó durante el trámite constitucional, configurándose el fenómeno jurídico de
carencia actual de objeto por hecho superado, razón por la que sobre este punto
así se declarará en el resuelve.

145
Corte Constitucional. Sentencias T-444 de 2018. Pág. 13; T-363 de 2019. Pár. 9.
146
Sobre el particular, en un caso relacionado con el derecho de petición, véase: Corte Constitucional.
Sentencia T-1107 de 2004.

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154. Por las razones expuestas, la Subsección Sexta de Tutelas de la Sección de


Revisión del Tribunal para la Paz, administrando justicia en nombre de la
República y por autoridad de la Ley,

VII. RESUELVE

PRIMERO. CONCEDER el amparo del derecho fundamental al debido


proceso por violación a la garantía del principio de publicidad del señor
HÉCTOR FABIO MONTOYA, conforme a la parte motiva de esta sentencia.

SEGUNDO. ORDENAR a la Sala de Amnistía o Indulto y a la Secretaría


Judicial de la Sala de Amnistía o Indulto que habiliten los términos procesales
legalmente establecidos para que, de considerarlo, el señor HÉCTOR FABIO
MONTOYA presente los recursos que considere contra la Resolución SAI-AOI-
R-PMA-431 de 28 de septiembre de 2020.

TERCERO. EXHORTAR a la Sala de Amnistía o Indulto y a la Secretaría


Judicial de la Sala de Amnistía o Indulto para que, en caso de que se presenten
recursos contra la decisión SAI-AOI-R-PMA-431 de 28 de septiembre de 2020,
proceda a resolverlos y darles trámite en forma oportuna y diligente.

CUARTO. DECLARAR LA NULIDAD de todas las actuaciones surtidas por el


Juzgado Tercero de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Manizales
desde el momento en el que se remitió el asunto por parte de la Secretaría
Judicial de la SAI a la Jurisdicción Ordinaria sin la observancia del
cumplimiento de las órdenes contenidas en la decisión SAI-AOI-R-PMA-431 de
28 de septiembre de 2020.

QUINTO. ORDENAR al Juzgado Tercero de Ejecución de Penas y Medidas de


Seguridad de Manizales que, dentro de las 48 horas siguientes a la notificación
de esta decisión, proceda a tomar las decisiones que en derecho correspondan
respecto de la libertad del señor MONTOYA.

SEXTO. EXHORTAR a la Sala de Amnistía o Indulto para que, en lo sucesivo,


realice el respectivo seguimiento y verificación de las ordenes por ella
impartidas dentro de los asuntos sometidos a su conocimiento, así como de los

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requerimientos allegados a los trámites de su competencia por parte de los


interesados.

SÉPTIMO. EXHORTAR a la Secretaría Judicial de la Sala de Amnistía o


Indulto para que, en lo sucesivo, tramite de manera inmediata y con
observancia a las órdenes dadas en las providencias que la SAI remita para el
cumplimiento de notificaciones, igualmente, para que realice el seguimiento de
las solicitudes que arriben a ella y que deban ser resueltas por la Sala.

OCTAVO. DECLARAR la carencia actual de objeto por hecho superado


respecto de los derechos fundamentales al debido proceso y de acceso a la
administración de justicia del señor HÉCTOR FABIO MONTOYA, en cuanto a
las solicitudes probatorias presentadas en mayo y julio de 2021, conforme a la
parte motiva de esta sentencia.

NOVENO. NOTIFICAR esta decisión de manera personal al accionante, para


lo cual se COMISIONA al Director del establecimiento penitenciario donde se
encuentra recluido el señor HÉCTOR FABIO MONTOYA, para que lleve a cabo
esta labor y remita los respectivos soportes de manera inmediata.

DECIMO. DESVINCULAR del presente trámite a la Sala de Definición de


Situaciones Jurídicas, a la Secretaría Judicial de la Sala de Definición de
Situaciones Jurídicas, a la Sala De Reconocimiento de Verdad, de
Responsabilidad y de Determinación de los Hechos y Conductas y a la
Secretaría Judicial de la Sala de Reconocimiento de Verdad, de Responsabilidad
y de Determinación de los Hechos y Conductas.

UNDÉCIMO. NOTIFÍQUESE esta providencia en la forma ordenada por el


artículo 30 del Decreto 2591 de 1991.

DUODÉCIMO. ADVERTIR que contra la presente decisión procede la


impugnación, dentro de los tres (3) días siguientes a su notificación. De no ser
impugnada, REMITIR, por conducto de la Secretaría Judicial de la Sección de
Revisión, el expediente a la Corte Constitucional para su eventual revisión.

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NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

Providencia firmada electrónicamente


ADOLFO MURILLO GRANADOS
MAGISTRADO

Providencia firmada electrónicamente


JESÚS ÁNGEL BOBADILLA MORENO
MAGISTRADO

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