Inv Sexualidad
Inv Sexualidad
Inv Sexualidad
En una acepción común, sin entrar en ámbitos más especializados o academicistas, el sexo es una
etiqueta que nos asigna el doctor al nacer, según una serie de factores fisiológicos como los
genitales, las hormonas y los cromosomas que tenemos.
A la mayoría de las personas se les asigna el sexo masculino o femenino, y eso es lo que suele
aparecer en el certificado de nacimiento.
Los factores que determinan nuestro sexo asignado al nacer empiezan tan pronto como la
fertilización:
Esto no excluye que se den otras combinaciones de cromosomas, hormonas y órganos que pueden
dar lugar a que una persona sea intersexual.
En esos casos, lo más habitual es que los padres o tutores decidan criar al bebé como niño o niña,
aunque cada vez hay más países en los que no es necesario definir el sexo -femenino o masculino-
en la partida de nacimiento.
SEXUALIDAD
Estos roles imponen un marco de referencia que, deja a las mujeres y a los hombres mal
preparados para tener relaciones íntimas mutuamente satisfactorias. Ya que el rol prescrito a
menudo para las mujeres es ser pasivas en las relaciones sexuales. No se alienta ni apoya a las
mujeres para que tomen decisiones con respecto a la elección de sus parejas sexuales, para que
negocien con sus compañeros el momento y la naturaleza de la actividad sexual, para que se
protejan del embarazo no deseado y las infecciones de transmisión sexual, y menos aún para que
reconozcan su propio deseo sexual.
Para los hombres el rol prescrito es la conquista sexual, como una forma de probar su propia
masculinidad. Se estimula a los hombres a pensar en primer lugar en su desempeño sexual, por lo
que el placer sexual de las mujeres se valora como una prueba del desempeño masculino.
Los roles socialmente prescritos que demandan un macho sexualmente dominante hacen que los
hombres también enfrenten riesgos si no actúan como “hombres”; sino pueden ser identificados
como “homosexuales”. La homofobia es parte integral de la construcción social de la sexualidad
masculina, y conduce a patrones de conducta tales como el inicio sexual temprano y muchas veces
riesgoso, o la actividad sexual coercitiva y abusiva. Desde esta perspectiva la homofobia es
destructiva para hombres y mujeres, ya sean homosexuales o heterosexuales.
Los roles de género de hombres y mujeres, que se refuerzan mutuamente, tienen consecuencias
especialmente negativas para las prácticas sexuales y la salud reproductiva. Ellos ponen en riesgo
la salud de una mujer cuando la conducen a tener embarazos no deseados y abortos en
condiciones de riesgo. La someten al riesgo de enfermedad por descuidar su salud, (control
prenatal tardío en adolescentes, por ejemplo), por el abuso y la violencia de género, por prácticas
dañinas como la violación y otras formas de relaciones sexuales obligadas, (perder la pareja si no
accede a tener relación sexual) y por las infecciones trasmitidas sexualmente, ITS, incluyendo VIH y
SIDA.
Los hombres también corren riesgos de contraer ITS, VIH y SIDA, aunque en menor medida que las
mujeres, por la presión social a que son sometidos a iniciar la vida sexual tempranamente, y la
aprobación social que reciben por tener múltiples parejas.
El énfasis en el rol reproductivo de las mujeres, excluyendo a los hombres, a menudo significa que
los varones no tienen acceso a servicios de salud reproductiva y no pueden participar en la toma
de decisiones reproductivas responsables.
Es muy importante enfatizar que siendo la sexualidad una construcción social, se puede influir y
modificar. El hablar, el encontrar un lenguaje para lo que no ha sido expresado, es una vía
fundamental para que las personas modifiquen sus percepciones de sí mismas y para que lleguen
a comprender la relación entre su comportamiento individual y el contexto social y cultural en que
viven.
GENERO
Desde la antropología, el género ha sido definido como la interpretación cultural e histórica que
cada sociedad elabora en torno a la diferenciación sexual. Esta interpretación da lugar a un
conjunto de representaciones sociales, prácticas, discursos, normas, valores y relaciones que dan
significado a la conducta de las personas en función de su sexo.
Desde la psicología, el género es definido como el proceso mediante el cual individuos
biológicamente diferentes se convierten en mujeres y hombres, mediante la adquisición de
atributos que cada sociedad define como propios de la feminidad y la masculinidad. En este
sentido, el género es la construcción psicosocial de lo femenino y lo masculino.
Desde la perspectiva psicológica, el género es una categoría en la que se articulan tres elementos
básicos:
Por otra parte, el género ha sido conceptualizado como elemento estructurador de un conjunto de
relaciones sociales -las relaciones de género- que determinan las interacciones de los seres
humanos en tanto personas sexuadas. Las relaciones de género son socialmente construidas y, por
lo tanto, son transformables; no proceden de la biología ni son necesariamente armoniosas, al
contrario, pueden ser de oposición y conflicto.
ANALISIS COMPARATIVO
Es innato depende
Es aprendida; la familia, el grupo de amigos, la escuela y
exclusivamente de
en general la sociedad, nos trasmite valores, costumbres y
factores biológicos: se
creencias que determinan los roles de género
nace hombreo mujer
Referencias
BBC Mundo. (31 de Agosto de 2020). Cuál es la diferencia entre sexo y género (¿y son términos que
están quedando obsoletos?). Obtenido de https://www.bbc.com/mundo/noticias-
53155899