Tipología de Clientes

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TIPOS DE

CLIENTES
¿QUÉ ES UN CLIENTE?

Persona que hace uso los servicios de un profesional, de una empresa o negocio ya sea
establecimiento comercial o público, especialmente la que lo hace regularmente.
¿Qué es el servicio?

Desde el punto de vista personal: Desde el punto de vista comercial:

Es una actitud que supone la intención y Es un conjunto de procedimientos


la disposición de un individuo por establecidos por una organización,
satisfacer las necesidades de otro. dirigidos a satisfacer las necesidades y
expectativas de sus clientes.

Es la persona que de una u otra forma Es la persona que demanda el producto o


requiere o necesita del apoyo o la ayuda servicio de una empresa determinada y
de otra. paga por ello.
TIPOLOGÍA DE CLIENTES

Cada persona es un mundo, por tanto, cada cliente también lo es. Todos tienen sus
necesidades especiales, sus particularidades y su personalidad. A la hora de clasificarlos
podemos dividirlos en distintos perfiles y tipología.
Cliente interno. Cuando hablamos de cliente interno
nos referimos a aquellos que intervienen en el
desarrollo de nuestro producto o servicio. Son
nuestros empleados, colaboradores y proveedores.

Cliente externo. Los clientes externos son aquellos


que pagan por obtener los bienes o servicios de la
organización.
Cliente ideal o fiel
Es el tipo de cliente que todos deseamos tener, sabe bien lo
que quiere, entiende nuestros mensajes, ya tiene referencia
sobre nuestro establecimiento y se muestra fiel hacia los
productos o servicios. Es el cliente que está listo para hacer
su compra. Pese a ello, es importante no confiarse y
mantener una actitud profesional, enfocada en sus
necesidades y en el objetivo de cumplir siempre sus
expectativas.

Debemos hacerlo sentir cómodo, pero sin trivializar sus


necesidades, darle un trato cordial y tono familiar.
No conformarnos con el cierre de la venta, también podemos
ser propositivos, ofrecer una consultoría, detecta las mejoras
o áreas de oportunidad para él. En todo aspecto
bríndale valores agregados específicos.
El autosuficiente

Los clientes autosuficientes son aquellos que creen


conocer todas las respuestas, son auténticos fans de
las discusiones, que vienen acompañadas con un
tono sarcástico y agresivo, además de ser el tipo de
comprador eternamente descontento.

En estos casos, la mejor actitud del vendedor es no


tomárselo como algo personal y dejar que él hable,
haciéndole preguntas. Él mismo dará la solución y
cerrará la compra.
Cliente confundido
El cliente confundido es aquel que no tiene idea de qué comprar, por
ejemplo, cuando tiene que hacer un regalo. Además, no sabe cómo
explicar sus deseos.

Para tratar con este tipo de cliente se necesita paciencia y tranquilidad.


Es mejor hacer preguntas que ayuden a descifrar y comprender qué
busca.
Debido a este tipo de cliente y sus características, es interesante
restringir la cantidad de opciones, de acuerdo con los consejos y la
información que brinda. Por lo tanto, con un límite inferior de opciones
disponibles, la tendencia es que pueda comprender mejor lo que le
servirá.
Cliente Distraído, desubicado o Despistado.
el cliente distraído deambula sin dirección aparente,
y cuando intentamos atenderlo es probable que nos ignore.
No lo veremos interesándose por algo en concreto, sino que
se pasea de un lugar a otro. Se puede llegar a pensar que es
un potencial ladrón que busca una ocasión para sustraer
algo.

✓ Escucha poco, parece despistado.


✓ Su actitud es pasiva, indiferente, desmotivada.
✓ Introvertido.
✓ No tiene ideas claras.
✓ No centra su atención
¿Qué Hacer?

✓ Preguntas concretas. Lo primero que necesitas saber es si quiere comprar, y qué le puede
interesar. ¿Cuál es su principal objetivo?
✓ Llame su atención, y manténgala durante la entrevista. Por ejemplo poniendo una
muestra encima de la mesa, un catálogo o algo atractivo que sirva de punto de apoyo y
foco de atención.
✓ Crear un clima de empatía, comodidad y confianza.
✓ Paciencia, y pídele que se extienda en explicaciones. Una personas que habla poco o no
son concretas es preguntarles “¿puede explicarme un poco más sobre eso?”.
✓ Hacerle percibir su preocupación por su problema. Por ejemplo tomando notas,
reafirmando sus comentarios, pidiendo pequeñas aclaraciones.
✓ Resuma sus peticiones para llegar a un acuerdo antes de presentar la oferta.
✓ Realizar una oferta específica, o bien dos para que elija una, pero no presentar muchas
opciones.
✓ Apoye la oferta con su recomendación personal, para que sienta que esta poniendo todo
de su parte para ayudarle.
✓ Proceso de ventas rápido y corto. Tenemos que tener en cuenta que nos costará mantener
su atención, por lo que conviene ser eficiente
El sabelotodo

Es un tipo de cliente que se acerca a nosotros


solamente para mostrarnos que es tan inteligente
que cualquier respuesta que le demos a su problema,
el ya la probó.

Lo complicado del sabelotodo es que si realmente


sabe más que nosotros, terminará haciendo un gran
problema y hasta exigirá hablar con algún superior
para mostrar su indignación.

Debemos conocer todo sobre nuestro producto o servicio a tal punto que nadie pueda
ganarnos.
El reservado
Este tipo de cliente necesitan mucho tiempo para tomar una
decisión. El perfil responde a una persona muy desconfiada y
tímida. Para conquistarlo, no sólo hay que ser amable, sino
proponer distintas alternativas y repetir los argumentos bajo
formas distintas.
Lo más conveniente es seguir su ritmo por lo que nunca hay
que impacientarse y sobre todo, no hay que presionarlo para
que decida.
El conversador o amiguero

Se le reconoce por estar siempre hablando, usa frases largas


y recurre a muchas anécdotas; aunque puede ser amistoso,
acapara la charla. Esto puede desviarnos del objetivo de
venta, así que necesitamos hacer interrupciones cordiales
para que podamos hablar sobre lo importante..

Ser amables y demostrar interés por sus anécdotas, pero


utilizarlas para volver hacia el tema de la venta.
El indeciso
Este perfil es de alguien que realmente no está convencido
de lo que requiere o de nuestra propuesta; son más sus
dudas que su motivación de compra. Lo que necesita es
claridad, por lo que debemos ser especialistas en lo que
estamos ofreciendo para que se concentre en las soluciones.

Comprender cuál es la raíz de su indecisión, es importante


ofrecer una gama amplia de productos o servicios, cosas
innovadoras y funcionales, no apurarlo y dejar que piense en
lo que quiere.
Cliente Grosero

Estas personas suelen venir de forma muy agresiva inclusive sin


importarles si realmente lo vamos a poder ayudar o no.

El consejo más importante es nunca perder la calma ni dejar de ser


amable. Esta persona disfruta viendo que nos pone mal o que nos
está intimidando.

En segundo lugar, siempre es bueno tener una serie de respuestas


para los problemas más comunes, dado que seguramente viene con
ese tipo de problema e indicarle cómo podría el mismo manejarlo.
Negociador

Uno de los clientes más complicados y muchas veces


exigentes.

El negociador es un tipo de cliente que necesita


obtener algo, aunque sea un centavo de ganancia
para sentirse satisfecho. El simple hecho de saber
que obtuvo “un poquito más” que el resto de los
mortales, le produce placer.

El mejor consejo, siempre tenga algo para calmar sus ansias, ni tan simple como un frasco para que tome un
caramelo, ni tan grande como realmente darle lo que quiere. Con él, debemos buscar el equilibrillo.
El Impaciente

Su principal problema es que dice no tener tiempo y estar apurado, y puede


que realmente sea así.

Es un cliente demasiado complicado de manejar porque muchas veces tienden


a generar incomodidad no solo en la persona que lo va a atender sino también
en las demás personas

Lo mejor es estar firmes ante este cliente y mantenernos cordiales. Aunque


esté apurado debemos demostrar que no vamos a ceder ante su presión
(especialmente si hay otros clientes en el lugar)

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