Tipología de Clientes
Tipología de Clientes
Tipología de Clientes
CLIENTES
¿QUÉ ES UN CLIENTE?
Persona que hace uso los servicios de un profesional, de una empresa o negocio ya sea
establecimiento comercial o público, especialmente la que lo hace regularmente.
¿Qué es el servicio?
Cada persona es un mundo, por tanto, cada cliente también lo es. Todos tienen sus
necesidades especiales, sus particularidades y su personalidad. A la hora de clasificarlos
podemos dividirlos en distintos perfiles y tipología.
Cliente interno. Cuando hablamos de cliente interno
nos referimos a aquellos que intervienen en el
desarrollo de nuestro producto o servicio. Son
nuestros empleados, colaboradores y proveedores.
✓ Preguntas concretas. Lo primero que necesitas saber es si quiere comprar, y qué le puede
interesar. ¿Cuál es su principal objetivo?
✓ Llame su atención, y manténgala durante la entrevista. Por ejemplo poniendo una
muestra encima de la mesa, un catálogo o algo atractivo que sirva de punto de apoyo y
foco de atención.
✓ Crear un clima de empatía, comodidad y confianza.
✓ Paciencia, y pídele que se extienda en explicaciones. Una personas que habla poco o no
son concretas es preguntarles “¿puede explicarme un poco más sobre eso?”.
✓ Hacerle percibir su preocupación por su problema. Por ejemplo tomando notas,
reafirmando sus comentarios, pidiendo pequeñas aclaraciones.
✓ Resuma sus peticiones para llegar a un acuerdo antes de presentar la oferta.
✓ Realizar una oferta específica, o bien dos para que elija una, pero no presentar muchas
opciones.
✓ Apoye la oferta con su recomendación personal, para que sienta que esta poniendo todo
de su parte para ayudarle.
✓ Proceso de ventas rápido y corto. Tenemos que tener en cuenta que nos costará mantener
su atención, por lo que conviene ser eficiente
El sabelotodo
Debemos conocer todo sobre nuestro producto o servicio a tal punto que nadie pueda
ganarnos.
El reservado
Este tipo de cliente necesitan mucho tiempo para tomar una
decisión. El perfil responde a una persona muy desconfiada y
tímida. Para conquistarlo, no sólo hay que ser amable, sino
proponer distintas alternativas y repetir los argumentos bajo
formas distintas.
Lo más conveniente es seguir su ritmo por lo que nunca hay
que impacientarse y sobre todo, no hay que presionarlo para
que decida.
El conversador o amiguero
El mejor consejo, siempre tenga algo para calmar sus ansias, ni tan simple como un frasco para que tome un
caramelo, ni tan grande como realmente darle lo que quiere. Con él, debemos buscar el equilibrillo.
El Impaciente