Clase ICRP 105

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Antes de justificar un procedimiento se deben revisar los beneficios y

desventajas de todas las opciones. En esta revisión, por lo general, se


identifica varios procedimientos alternativos que aportan más beneficios que
daños.
Sin embargo, juzgar cual es la mejor opción es algo complejo (p. ej. eligiendo
entre el uso de rayos x o ultrasonido) pero es necesario, y algo que va más allá
de la responsabilidad de las organizaciones de protección radiológica.
Al considerar el detrimento tiene en cuenta tanto el daño asociado con la
radiación, como los costos económicos y sociales de la práctica. A menudo, el
detrimento radiológico sólo será una parte pequeña del total.
Por lo tanto, todas las exposiciones médicas deben justificarse demostrando
que estas van a producir un beneficio neto suficiente que compensa el
detrimento de la radiación. Este proceso de justificación se aplica a tres
niveles:
 En primer nivel, el más general, el uso apropiado de la radiación en
medicina es aceptado, ya que proporciona más beneficio que perjuicio a
la sociedad. Este nivel de justificación es sobreentendido y no es
discutido.
 En el segundo nivel, un procedimiento especifico con un objetivo
concreto es definido y justificado (p. ej. La toma de una radiografía de
tórax para los pacientes que muestran síntomas pulmonares, tiene un
objetivo definido y está justificado). Entonces, el objetivo del segundo
nivel de justificación es juzgar si el procedimiento radiológico
mejorará el diagnóstico o el tratamiento del paciente, o
proporcionará la información necesaria acerca de los individuos
expuestos.
 En el tercer nivel, la aplicación de un procedimiento dado a un
individuo debe ser justificada, esto quiere decir, que una aplicación
particular es más beneficiosa que dañina para el paciente individual. En
consecuencia, todas las exposiciones médicas individuales deberían ser
justificadas antes de llevarse a cabo, teniendo en cuenta los objetivos
específicos de la exposición y las características del paciente
involucrado.
8.1 justificación de un procedimiento radiológico específico (segundo nivel)

los organismos profesionales nacionales e internacionales, junto con las


autoridades de salud y de protección radiológica nacionales e internacionales,
son los responsables de proponer la justificación de un procedimiento
radiológico.
Los beneficios totales de un procedimiento médico incluyen tanto los
beneficios directos a la salud del paciente, como los beneficios a la familia del
paciente y a la sociedad.
La justificación de un procedimiento médico no siempre conduce a la misma
opción como mejor procedimiento en todas las situaciones, todo depende de
las alternativas y el nivel de desarrollo de cada país, pues dependiendo de su
nivel de desarrollo se va tener acceso a diferentes tecnologías.
De manera similar, la justificación del cribado ,es una estrategia aplicada
sobre una población para detectar una enfermedad en individuos sin signos o
síntomas de esa enfermedad, La intención del cribado es identificar
enfermedades de manera temprana dentro de una comunidad. (screening)
radiológico rutinario para algunos tipos de cáncer dependerá de la incidencia
nacional y de la disponibilidad de un tratamiento efectivo por los casos
detectados. Por ejemplo, en el caso de realización de mamografía, que está
justificada con el fin de detectar tempranamente el cáncer de mama, que cada
vez hay una mayor incidencia.
2 justificación de un procedimiento para un paciente individual.
Antes de realizar una exposición a un paciente individual, se debe revisar que
la información requerida no esté ya disponible, para así evitar exposiciones
que no serían necesarias. Pues por lo general, para un procedimiento
diagnóstico simple a un paciente con síntomas o indicaciones para las cuales
el procedimiento ya ha sido justificado, no se requiere de una justificación
adicional. Sin embargo, para exámenes que requieren dosis altas, como
procedimientos diagnósticos complejos e intervencionistas, el médico
individual debe justificar el procedimiento y debería tener en cuenta toda la
información disponible, incluyendo los detalles del procedimiento propuesto y
de los procedimientos alternativos, las características del paciente
individual, la dosis esperada al paciente y la disponibilidad de información
sobre estudios previos o esperados o de tratamiento.
OPTIMIZACIÓN DE LA PROTECCIÓN DE LOS PACIENTES EN LA
EXPOSICIÓN MÉDICA
La optimización de la protección radiológica de los pacientes en medicina se
aplica, por lo general, en dos niveles:
(1) el diseño, la selección adecuada, y la construcción del equipamiento y las
instalaciones (esto hace referencia a que las instalaciones tengan sus
respectivos cálculos de blindaje, y que las puertas, ventanas y paredes
correspondientes estén plomadas); y
(2) los métodos cotidianos de trabajo (es decir, los procedimientos operativos,
cuyas técnicas deberían la menor dosis posible al paciente).
El objetivo de esta optimización de la protección es maximizar el beneficio
neto.
La optimización de la protección radiológica significa mantener las dosis “tan
bajas como sea razonablemente alcanzable, considerando los factores
económicos y sociales” (principio ALARA).
Utilización de niveles de referencia para diagnóstico y
restricciones de dosis
En la protección del paciente, éste recibe tanto los beneficios como el
detrimento de la radiación, y la dosis al paciente es determinada
principalmente según necesidades médicas. Por tanto, las restricciones de
dosis para los pacientes son inadecuadas.
Sin embargo, la administración de la dosis al paciente es importante, por lo
cual se establecen los niveles de referencia para diagnóstico, que es un método
para evaluar si la dosis al paciente (en cuanto a efectos estocásticos) es muy
alta o baja para un particular procedimiento de diagnóstico médico por
imágenes.
Las restricciones de dosis son aplicables a la exposición de confortadores y
cuidadores (sin incluir la exposición ocupacional) y a la exposición de los
voluntarios en programas de investigación biomédica que no proveen
beneficio directo alguno a los voluntarios; estas restricciones se aplican
porque no existe protección adicional en la forma de un límite de dosis.
Manejo de exposiciones médicas
En la optimización de la protección se debe conservar un balance entre la
reducción de la dosis sin pérdida de la información diagnóstica. Por ello, la
optimización de la protección en las exposiciones médicas (que se implementa
mediante la administración de la dosis al paciente) no significa necesariamente
una reducción de la dosis al paciente. por ejemplo, en radiodiagnóstico se
suele utilizar rejilla antidifusora, que es un dispositivo que se coloca entre el
paciente y el receptor de imagen, que absorbe la radiación dispersa y se
consigue eliminar los fotones dispersos que iban a incidir sobre el receptor de
imagen, los cuales aportan ruido y desmejoran la calidad de la imagen, con
esto se consigue mejorar la calidad de la imagen obtenida; Sin embargo, su
utilización implica elevar la técnica radiológica hasta valores en los que la
dosis de radiación que recibe el paciente está entre 2 y 5 veces por encima de
la que recibiría sin el empleo de la rejilla antidifusora. Pero hay
procedimientos en los que su uso es justificado. Por ejemplo, para una
radiografía de abdomen en adulto, donde la radiación dispersa es alta, si se
retira la rejilla habría una pérdida significativa de la calidad de la imagen, por
lo que el beneficio neto al retirar la rejilla quedaría reducido. En este caso la
optimización de la protección no exigiría el retiro de la rejilla. Para el caso de
niños pequeños la cantidad de radiación dispersa es menor debido a la
anatomía, por lo que el beneficio de la reducción de dosis que resulta del retiro
de la rejilla está totalmente compensado por el pequeño deterioro de la
imagen. En esta situación la optimización de la protección entonces exigiría el
retiro de la rejilla permitiendo una reducción en la dosis.
En la terapia con radiación, es necesario distinguir entre la dosis al tejido
blanco y la dosis a otras partes del cuerpo. Porque Si la dosis al tejido blanco
es demasiado baja, la terapia será inefectiva, las exposiciones no habrán
estado justificadas y por ende no se alcanza la optimización de la protección.
Sin embargo, la protección de los tejidos fuera del volumen blanco hace parte
de la planificación de la dosis, entonces se puede considerar que incluye los
mismos objetivos que la optimización de la protección, lo ideal sería no
irradiar estos tejidos que están por fuera del volumen blanco-
La optimización de la protección para las personas que ayudan a sostener y
confortar a pacientes es igual que para la exposición del público, excepto que
las exposiciones no tienen que estar sujetas a los límites de dosis, pero
incluyen el uso de restricciones de dosis.
Niveles de referencia para diagnóstico
(1) Los niveles de referencia para diagnóstico, son una forma de nivel de
investigación utilizada como herramienta para ayudar a la optimización de la
protección en la exposición médica de pacientes sometidos a procedimientos
de diagnóstico, intervencionismo. Estos NR se aplican a una magnitud
fácilmente medible, por lo general, se mide la dosis absorbida en aire o en un
material que representa al paciente, el cual se denomina maniquí o phantom.
En la medicina nuclear, la magnitud será generalmente la actividad
administrada. En cualquier caso, el nivel de referencia para diagnóstico se usa
para la identificación de situaciones donde los niveles de dosis al paciente o la
actividad administrada son enormemente altos o bajos.
Los niveles de referencia para diagnóstico complementan el criterio
profesional y no proporcionan una línea divisoria entre la “buena” y la “mala”
medicina. Simplemente contribuyen a una buena práctica radiológica en
medicina.
No se aplican a la terapia con radiación, ya que cada caso es muy particular.
Los valores de los NRD deberían ser establecidos por organismos autorizados
como las organizaciones profesionales médicas (junto con las autoridades de
salud y de protección radiológica nacionales) y se deben revisar cada 3 a 5
años, o cuando haya algún cambio de tecnología. Hay que señalar que estos
valores seleccionados son específicos para un país o región, es por eso que no
es recomendable utilizar niveles de referencia ya existentes en otros países.
Hay que aclarar que estos valores numéricos de niveles de referencia para
diagnóstico son orientativos; Sin embargo, un organismo autorizado puede
requerir la implementación del concepto DRL.
Los NRD se deben utilizar para evaluar, en circunstancias de rutina, la
cantidad de radiación ionizante aplicada para un procedimiento de imágenes
médicas, cuando se evalúa para una muestra representativa de pacientes
(no pacientes individuales) para una determinada tarea clínica, es demasiado
alta o baja.
Los valores de DRL no se deben utilizar para pacientes individuales o como
niveles de activación (alerta o alarma) para pacientes o exámenes individuales
El proceso de DRL permite la identificación de equipos y procedimientos para
los cuales los niveles de dosis de radiación son altos, por lo que se puede
realizar una optimización de la protección.
Si las dosis observadas o las actividades administradas están constantemente
muy por debajo del nivel de referencia para diagnóstico debería realizarse una
revisión local de la calidad de las imágenes obtenidas. Hay que tener en cuenta
que la prioridad de cualquier examen de diagnóstico por imágenes es lograr
una imagen de calidad suficiente para el propósito clínico. Por tanto, la
información de diagnóstico proporcionada por la imagen debe evaluarse como
parte del proceso DRL, y deben implementarse métodos para lograr la
optimización.
Magnitudes y cantidades
Las cantidades utilizadas para los DRL evalúan la cantidad de radiación
ionizante aplicada para un procedimiento de obtención de imágenes médicas,
no evalúan la dosis absorbida para un paciente u órgano. La única excepción
es la mamografía, para la cual se puede usar DG, que hace referencia a la
dosis absorbida en promedio en el tejido glandular.
La Comisión subraya que la cantidad de protección radiológica «dosis
efectiva» no debe utilizarse como cantidad de DRL, la cual es utilizada para
otros fines en el sistema de protección radiológica de la ICRP.
Las cantidades de DRL deben ser apropiadas para la modalidad de imagen que
se evalúa, para el estudio específico que se realiza y para el tamaño específico
del paciente.
Las magnitudes y símbolos propuestos son:

Kerma incidente en aire (incident air kerma), Ki Es el kerma medido en


aire libre (sin retrodispersión) en la intersección del eje del haz de radiación
con el plano correspondiente a la superficie de entrada del objeto irradiado.
Unidad: J/kg. El nombre especial para esta unidad es el Gray (Gy).
Kerma en aire en la superficie de entrada (entrance surface air kerma),
Ke Es el Kerma medido en aire libre (con retrodispersión) en la intersección
del eje del haz de radiación con el plano correspondiente a la superficie de
entrada del objeto irradiado.
Kerma incidente en aire en el punto de referencia a la entrada del
paciente (Ka,r).
Producto kerma en aire área PKA corresponde al producto del kerma en
aire a la entrada de la superficie de la piel multiplicado por la superficie
irradiada en cm2. Esta magnitud permanece constante a medida que el tubo se
acerca o se aleja del paciente.
Dosis glandular media (mean glandular dose), DG Término de referencia
para la estimación de la dosis de radiación en una mamografía. Es la dosis
absorbida en promedio en el tejido glandular, excluyendo la piel, de una mama
comprimida uniformemente con una composición de un 50% de tejido adiposo
y un 50% de tejido glandular.
Producto dosis longitud (dose length product), DLP Corresponde a un
indicador de riesgo en el volumen irradiado.
Índice de dosis en tomografía computarizada (volumen) (CTDIvol) un
indicador de dosis
Radiografía: Ka,e kerma en aire en la superficie de entrada y Producto kerma
en aire área PKA
Mamografía: Kerma incidente en aire Ki, : Ka,e kerma en aire en la
superficie de entrada DG
Fluoroscopia: Producto kerma en aire área PKA, Kerma incidente en aire en
el punto de referencia a la entrada del paciente Ka,r.
Tomografía: Índice de dosis en tomografía computarizada (volumen)
(CTDIvol), Producto dosis longitud (dose length product), DLP
Establecer valores de DRL
La calidad de imagen apropiada o la información de diagnóstico necesaria
para la tarea clínica debe ser una prioridad al establecer los valores DRL.
Al desarrollar valores DRL es importante que todos los datos recopilados
provengan de procedimientos similares en todas las instalaciones
participantes. Esto asegura que las comparaciones entre las instalaciones sigan
siendo válidas y útiles.
Cuando se utilizan dos modalidades de imágenes para el mismo procedimiento
(por ejemplo, PET-CT, SPECT-CT), es apropiado establecer y presentar los
valores de DRL para ambas modalidades de forma independiente.
Tener en cuenta que los valores DRL dependen del estado de la práctica y de
la tecnología disponible (incluido el software de posprocesamiento) en un
momento determinado, no van a ser iguales los de un equipo digital a los de
un equipo análogo.
El proceso para establecer y actualizar valores de DRL debe ser flexible y
dinámico. Es decir, la flexibilidad es necesaria para los procedimientos donde
hay pocos datos disponibles (por ejemplo, procedimientos de intervención en
pacientes pediátricos).
Cuando no se realiza un procedimiento de forma regular en la mayoría de los
hospitales, los valores de DRL locales pueden determinarse utilizando los
datos de un único hospital grande con una carga de trabajo relevante.
Los valores de NRD publicados deben ir acompañados de la información
adecuada como el tamaño y peso del paciente estándar y el tipo de examen
específico.
DRL para procedimientos de intervención
La Comisión recomienda mantener el término "nivel de referencia de
diagnóstico" para el proceso de DRL aplicado a los procedimientos de
intervención.
Para los procedimientos de intervención, la complejidad del procedimiento
puede considerarse al establecer niveles de referencia.
Si es posible, se deben considerar los datos de todos los procedimientos de
intervención realizados (no solo de una muestra limitada) para derivar los
valores DRL locales y nacionales.
DRL pediátricos
No se debe usar un solo "paciente representativo" para definir DRL para
imágenes pediátricas, ya que el peso en los niños puede variar en un factor de
más de 100, de un bebé prematuro a un adolescente obeso. A diferencia de los
NRD para adultos que se realizan a partir de un paciente representativo con un
peso y tamaño promedio.
La cantidad de radiación utilizada para los exámenes de los niños puede variar
enormemente debido a la gran variación en el tamaño y el peso del paciente,
desde los recién nacidos hasta los adolescentes adultos. Esta variación en la
dosis de radiación del paciente es apropiada. Pero la variación en la dosis de
radiación del paciente debido a una técnica incorrecta o la falta de adaptación
técnicas de imágenes de adultos a niños para explicar las enfermedades
pediátricas no es apropiado.
Se recomiendan rangos de peso para establecer los valores DRL pediátricos
para los exámenes del tronco, por las diferencias en la atenuación debido a la
masa del paciente.
Los rangos de edad se recomiendan para establecer los valores de DRL para
los exámenes que involucran la cabeza.
Aplicación de DRL en la práctica clínica

Los valores medios de los NRD para procedimientos de imágenes médicas en


una muestra representativa de pacientes dentro de un rango de peso acordado
para una sala de rayos X específica, deben compararse con los valores de DRL
locales, nacionales o regionales. para identificar si los datos para esa
instalación son sustancialmente más altos o bajos de lo que podría anticiparse.
Si se excede constantemente el valor de NRD local o nacional para cualquier
procedimiento, se debe realizar una investigación de inmediato y si es
necesario, se deben tomar medidas correctivas.
Tener en cuenta que cuando se requiere de acciones correctivas, los valores de
NRD no son límites de dosis.
La acción correctiva (que hacen referencia a la optimización de la protección)
debe incluir una revisión del rendimiento del equipo, la configuración
utilizada y los protocolos de examen, la habilidad del operador y, para las
técnicas de intervención, la complejidad del procedimiento.
En el proceso de optimización, siempre se debe tener en cuenta el nivel de
calidad de imagen requerido. La calidad de la imagen siempre debe ser
adecuada para proporcionar la información requerida para el propósito clínico
del examen y el tamaño real del paciente irradiado.
la calidad de imagen (o información de diagnóstico, cuando se utilizan
imágenes múltiples) podría verse afectada cuando las dosis están por debajo
de los niveles establecidos. Es por eso por lo que la calidad de la imagen debe
examinarse como una prioridad cuando se revisa el protocolo de examen.
Se requieren evaluaciones repetidas después de cualquier optimización, y todo
el proceso debe repetirse después de un intervalo de tiempo apropiado, lo cual
se revisa con las auditorías y los controles de calidad.
El método para gestionar y lograr la optimización para la radiografía dental
difiere del método para otras aplicaciones de rayos X. Los valores DRL
dentales se establecen en términos de kerma incidente en aire medido durante
las pruebas de rutina. Según los resultados de las pruebas, se pueden hacer
recomendaciones sobre los cambios respecto a la configuración del equipo y
los ajustes. El investigador debe trabajar con el dentista para optimizar la
protección.
LÍMITES DE DOSIS INDIVIDUALES
(95) No es apropiado aplicar los límites de dosis a la exposición médica de los
pacientes, porque tales límites a menudo serían más perjudiciales que
beneficiosos. Frecuentemente, hay condiciones médicas concurrentes
crónicas, graves o hasta con riesgo para la vida, que son más críticas que la
exposición a la radiación. El énfasis está entonces en la justificación de los
procedimientos médicos y en la optimización de la protección radiológica.
CAPACITACIÓN Y ENTRENAMIENTO
La comisión recomienda que las capacitaciones en materia de la protección
radiológica deberían ser obligatorias para los médicos, dentistas y otros
profesionales de la salud que solicitan, conducen o asisten en procedimientos
médicos o dentales que utilizan la radiación ionizante en procedimientos
diagnósticos e intervencionistas, medicina nuclear y radioterapia.
Con relación al uso de la radiación en medicina, pueden ser identificadas tres
categorías distintas de médicos:

• médicos que están capacitados en especialidades médicas directamente


relacionadas con la radiación ionizante (p.ej radiólogos, médicos nucleares,
radio-oncólogos);
• otros médicos que utilizan radiación ionizante como parte integrante de su
práctica (p.ej cardiólogos, cirujanos vasculares, urólogos); y
• médicos que prescriben procedimientos médicos que utilizan radiación
ionizante. (por ejem, odontólogos, ortopedistas)
Además, debería capacitación correspondiente en protección radiológica de
todo otro personal clínico que participa en la realización de procedimientos
que utilizan radiación ionizante, o en el cuidado de pacientes que se someten a
los diagnósticos o los tratamientos con radiación ionizante.
Garantía de calidad
Los programas de garantía de calidad son esenciales para mantener los
estándares deseados en todas las funciones de una empresa. Su alcance debería
incluir especialmente la protección y la seguridad radiológicas.
La garantía de calidad y los programas de auditoría (evaluaciones de la dosis
al paciente o la actividad administrada) e inspecciones por las autoridades
competentes deberían asegurar que la exposición médica es prestada en
buenas condiciones de protección radiológica, es decir, que no se excedan los
límites de dosis para los trabajadores ocupacionalmente expuestos, que el
lugar esté bien blindado y los elementos de radioprotección estén en buenas
condiciones, que tengas las señales adecuadas de radioprotección, entre otras.
MÉTODOS PRÁCTICOS DE PROTECCIÓN ADEMÁS DE
AQUELLOS PARA LOS PACIENTES
Exposición ocupacional
El control de la exposición ocupacional puede ser simplificado y más efectivo
clasificando los lugares de trabajo en dos tipos: áreas controladas y áreas
supervisadas.
En un área controlada, las condiciones laborales normales, incluyendo la
posible ocurrencia de percances menores, requieren que los trabajadores sigan
procedimientos y prácticas bien establecidos y específicamente dirigidos al
control de la exposición a la radiación.
Un área supervisada es aquella en la cual las condiciones laborales son
mantenidas bajo revisión, pero donde normalmente no son necesarios
procedimientos especiales.
La vigilancia radiológica individual para la radiación externa es bastante
simple y no requiere un enorme compromiso de recursos. En medicina,
debería ser utilizada para todos aquellos que trabajan en las áreas controladas.
En algunas áreas de la medicina, el control de la exposición ocupacional es de
particular importancia. En especial aquellos procedimientos que requieren
altas tasa de dosis, como lo procedimientos intervencionistas guiados
fluoroscópicamente.
Exposición del público
El acceso del público a hospitales y servicios de radiología está restringido,
sin embargo, No existen fundamentos de protección radiológica para imponer
restricciones al acceso del público a áreas sin clasificar.
Debido a la duración limitada del acceso del público, puede adoptarse una
política de acceso a las áreas supervisadas si esto fuera en beneficio de los
pacientes o de los visitantes y existieran garantías de una protección
radiológica apropiada.
El acceso del público a áreas controladas con fuentes de alta actividad (p.ej
braquiterapia y otras fuentes de terapia) debería estar limitado a los visitantes
de los pacientes para evitar exposiciones innecesarias.
Exposición de confortadores y cuidadores de pacientes
Los amigos y familiares que ayudan en el sostén y el confort de los pacientes
también son voluntarios, pero existe un beneficio directo tanto para el paciente
como para quienes se interesan por ellos. Sus exposiciones están definidas
como exposiciones médicas, pero deberían estar establecidas las restricciones
de dosis tanto para los visitantes de los pacientes, como para las familias en el
hogar cuando los pacientes de medicina nuclear son dados de alta del hospital.
Embarazo e irradiación médica (Publicación 84)
Antes de realizar cualquier exposición usando radiación ionizante es
importante determinar si una mujer está, o podría estar, embarazada ya que las
exposiciones médicas durante el embarazo requieren una consideración
especial debido a que el embrión/feto que se está desarrollando tiene una
mayor sensibilidad a la radiación. Pero también la manera en la cual un
examen es realizado depende de si el embrión/feto estará en el haz directo y si
el procedimiento requiere una dosis relativamente alta.
Las dosis prenatales impartidas durante los procedimientos diagnósticos, si se
realizan correctamente, no presentan un aumento mensurable del riesgo de
muerte prenatal, de daño en el desarrollo, incluyendo malformación o de
deterioro en el desarrollo mental. Las dosis más altas, como aquellas
involucradas en procedimientos terapéuticos, tienen el potencial para causar
daño en el desarrollo.
La paciente o la trabajadora embarazada tiene el derecho de conocer la
magnitud y el tipo de efectos potenciales de la radiación que pueden resultar
de la exposición en útero. Casi siempre, si un examen de radiología
diagnóstica está clínicamente indicado, el riesgo a la madre por no realizar el
procedimiento puede ser mayor que el riesgo de daño potencial al
embrión/feto.
En cuanto a la medicina nuclear, muchos de los procedimientos no ocasionan
dosis altas al embrión/feto. Sin embargo, algunos radiofármacos usados en
medicina nuclear (p.ej. yodo radiactivo) pueden plantear un aumento de los
riesgos al embrión/feto.
Es fundamental determinar si una paciente está embarazada antes de la terapia
con radiación. En pacientes embarazadas, los cánceres localizados lejos de la
pelvis pueden, por lo general, ser tratados con radioterapia. Sin embargo, esto
requiere una planificación cuidadosa. Los cánceres en la pelvis no pueden ser
tratados adecuadamente durante el embarazo sin consecuencias graves o
letales para el embrión/feto, por lo que se deben hacer las respectivas
consideraciones en cada caso en particular.
La base del control de la exposición ocupacional de las mujeres que no están
embarazadas es el mismo que para los hombres. Sin embargo, si una mujer
comunica a su empleador que está embarazada, tienen que considerarse
controles adicionales a fin de alcanzar un nivel de protección para el
embrión/feto que es similar al provisto para los miembros del público.
En muchos países, no está expresamente prohibida la exposición a la radiación
de mujeres embarazadas en la investigación biomédica. Sin embargo, su
participación en tal investigación es muy rara y debería ser desalentada a
menos que el embarazo haga parte de una investigación. En estos casos,
controles estrictos deberían ser empleados en el uso de radiación con el fin de
proteger al embrión/feto.
La interrupción del embarazo debido a exposiciones es una decisión individual
afectada por muchos factores. Dosis absorbidas por el embrión/feto por debajo
de 100 mGy no deberían ser consideradas como una razón para interrumpir un
embarazo. Para dosis en el embrión/feto por encima de este nivel, las
decisiones deberían ser tomadas con conocimiento y basadas en las
circunstancias individuales, incluyendo la magnitud de la dosis estimada al
embrión/feto, y los consecuentes riesgos del daño al embrión/feto en vías de
desarrollo y los riesgos de cáncer durante la vida.
PROCEDIMIENTOS INTERVENCIONISTAS (GUIADOS
FLUOROSCÓPICAMENTE ) (PUBLICACIÓN 85)
Los procedimientos intervencionistas guiados fluoroscópicamente están
siendo utilizados por un número creciente de médicos que no están
adecuadamente capacitados en seguridad radiológica o en radiobiología.
Muchos de estos intervencionistas no son conscientes del potencial de esos
procedimientos para causar lesiones o de los métodos simples para disminuir
su incidencia. Muchos pacientes no son asesorados sobre los riesgos de la
radiación ni se les hace un seguimiento cuando las dosis de radiación de los
procedimientos difíciles pueden provocar una lesión. Algunos pacientes sufren
lesiones de la piel inducidas por la radiación, y los pacientes más jóvenes
pueden afrontar un aumento del riesgo de cáncer en el futuro. Los
intervencionistas están teniendo su práctica limitada o sufriendo lesiones, y
están exponiendo a su personal a dosis altas.
En algunos de estos procedimientos intervencionistas, las dosis en piel a los
pacientes se acercan a las experimentadas en las sesiones de radioterapia en el
tratamiento del cáncer.
Las lesiones de la piel inducidas por la radiación están ocurriendo en los
pacientes debido al uso del equipo inadecuado y, más frecuentemente, a una
técnica operacional pobre. Dosis agudas de radiación (a pacientes) pueden
causar eritema a los 2 Gy, catarata a los 2 Gy, depilación permanente a los 7
Gy, y necrosis tardía de la piel a los 12 Gy.

Ilustración 1Un hombre de 53 años de edad que pesaba 141 kg (310 lbs) se le realizó Una repetición de la angiografía
coronaria. El procedimiento ejecuciones de cinefluorografía en biplano, modo de fluoroscopia de alta dosis y un tiempo
total de fluoroscopia de 51,4 min. La dosis de piel estimada fue de 22 Gy.

Ilustración 2 Una mujer de 49 años se presentó Se realizó un procedimiento en el cual su brazo derecho estaba
directamente en el haz de rayos X.. El tiempo de fluoroscopia fue aproximadamente 20 minutos. No se dispone de datos
sobre la dosis cutánea. Se presentó 3 semanas después una lesión cutánea en su codo derecho (Fig. 3.3). Si el brazo del
paciente se hubiera colocado fuera del haz de rayos X, la lesión podría haberse evitado o su gravedad disminuido.
También, han sido observadas lesiones en los médicos y en el personal que
realiza estos procedimientos intervencionistas. Las exposiciones
ocupacionales prolongadas al ojo pueden causar cataratas a los 4 Gy si la dosis
es recibida en menos de 3 meses y a los 5,5 Gy si es recibida durante un
período que excede los 3 meses.

Ilustración 3 Catarata subcapsular posterior en el ojo de un intervencionista que utilizó un antiguo sistema de rayos X y
experimentó una radiación de alta dispersión debido a condiciones de trabajo inadecuadas.
Existen medidas prácticas para controlar la dosis al paciente y al personal. La
preocupación principal es la dosis absorbida por el paciente en el área de piel
que recibe la dosis máxima. Los intervencionistas deberían estar capacitados
para usar la información de la dosis en piel y las técnicas prácticas para
controlar la dosis.
Las dosis absorbidas máximas acumuladas que parecen acercarse o exceder el
1 Gy (para los procedimientos que pueden ser repetidos) o 3 Gy (para
cualquier procedimiento) deberían estar registradas en la historia clínica del
paciente y debería existir un procedimiento de seguimiento para tales casos.
La capacitación en protección radiológica de los pacientes y del personal
debería ser una parte integrante de la formación de aquellos que usan estos
procedimientos intervencionistas, debido a la complejidad de estos
procedimientos que involucran altas tasas de dosis.
EXPOSICIONES ACCIDENTALES EN RADIOTERAPIA
(PUBLICACIÓN 86)

Desde el punto de vista de la seguridad radiológica, la radioterapia es una


aplicación muy especial de la radiación porque:
•seres humanos son intencionadamente colocados directamente en un haz de
radiación muy intensa (terapia de haz externo) o fuentes de radiación son
colocadas en contacto directo con el tejido (braquiterapia), para entregar dosis
muy altas (20–80 Gy); y
•tanto las sobredosis, así como las dosis menores que las necesarias pueden
tener consecuencias graves.
En muchas de las exposiciones accidentales, no puede ser identificada una
causa única. Por lo general, se debe a diversos factores como por ejemplo la
capacitación deficiente del personal, carencia de controles independientes,
carencia de procedimientos de control de calidad y ausencia de supervisión
general). Tales combinaciones frecuentemente señalan una deficiencia general
en la gestión, permitiendo el tratamiento del paciente en ausencia de un
programa de garantía de calidad integral.

Las dosis recibidas durante la radioterapia están en el límite superior de las


dosis tolerables por los tejidos normales. Por consiguiente, una sobredosis
accidental, a menudo tiene consecuencias devastadoras y a veces
consecuencias fatales.
Exposiciones accidentales que implican una sobredosis del 10 % o más
deberían ser detectables por un médico clínico bien capacitado, Los accidentes
por una dosis menor que la necesaria son difíciles de detectar clínicamente y
sólo pueden manifestarse como un control incompleto del tumor.

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