Adquisicion de Capacidades

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Centro de bachillerato tecnológico industrial y

de servicio No º1
Maestra: Martha Eugenia Román Saldívar
Alumna: America del Socorro Solis Esparza
Materia: Realiza Actividades psicopedagógicas
De Asistente y Salud En Centro De Atención
Infantil

Puericultura 6L

Actividad 1
Adquisición de las capacidades de un niño
lactante o maternal
Unidad 2

22 de marzo de 2021
Lactante
DESARROLLO DEL PSICOMOTOR DEL LACTANTE

• Capacidad de coordinar e Integrar Información de los cinco sentidos


párrafo comprender Que los Datos sí relacionan con el Mismo Objeto. Tiene
Que Aprender Que Puede del ver, escuchar y laso Tocar el Mismo Objeto.
• Capacidad de Reconocer Que El Mundo es Un lugar permanente, Cuya
Existencia sin Depende del Hecho de Que el niño la perciba. Noción de
permanencia del Objeto.
• Capacidad de presentar la ONU encaminado COMPORTAMIENTO
HACIA objetivos. Nacimiento – 1 mes: El PERÍODO Que va desde El
Nacimiento Hasta Que el niño cumple sin mes sí caracteriza :
1. Adaptaciones vitales inestables.
2. Ejercicio de los reflejos (Piaget). EL NIÑO TIENE LÃ tarea de Consolidar,
una organizadora ESTAS ESTRUCTURAS QUE Hereda Para Qué le Mas de sean
Funcionales.
3. Estabilidad fisiológica a multas del PERÍODO un Través del
Establecimiento de: regularidad en la Función respiratoria, constancia en la
Temperatura, alcalde Claridad en el Ciclo sueño-vigilia
4. Principio de la vida psíquica; vida Ligada a lo fisiológico en La Que
discrimina Entre placer-displacer. Establecido CIERTO EQUILIBRIO Ÿ lograda
LÃ Capacidad de FIJAR LA MIRADA, SURGEN Necesidades Nuevas.

Uno a Cuatro Meses: El PERÍODO Que va desde el mes Hasta los cuatro
Meses sí caracteriza
1. Necesidad de contacto social,
2. Sonrisa y vocalizaciones COMO Respuesta a los Gestos a la
Conversación de la Madre u Otra persona.
3. Orígenes de la afectividad (Freud): el incremento de Interacción
sociales Aumenta la dependencia emocional del Mundo Que lo Rodea. La
emoción aparece Ligada a Otras Personas Con Carácter y expresivo.
4. Nuevo Poder de Explicación: Objetos Sigue con la mirada 1 mes Intenta
Controlar la cabeza al servicio Sentado 2 meses Mantiene la cabeza erguida 3
Meses de Sigue Objetos Con La Cabeza 4 meses Levanta la cabeza y los
Hombros al serví Sentado 4 meses
5. Comienza a desarrollar la Capacidad de Atención 6. Reacciones
circulares primarias (Piaget): El niño Comienza a ejercitar y coordinar
Conductas Que En Un Principio Eran reflejas, Repite Acciones relativas al
Propio Cuerpo Que Descubre porción casualidad.

Cinco a ocho Meses: Etapa de Transición en la Cual el niño:


1. Intenta y sí ejercita pára lograr la Coordinación Entre la prehensión y la
visión, Función de gran importancia, Pues permite al niño ACTUAR Sobre los
Objetos.
2. A los 5 meses el niño: Vuelve la cabeza HACIA Quien le habla Se Sienta
con leve Apoyo
3. Reacciones circulares secundarias (Piaget): El niño Repite Conductas
Sobre Objetos Que En Un Principio Descubre porción casualidad.
4. Al final, of this Etapa de 7 meses el niño Logra según rubro Gesell
CIERTA Estabilidad afectivo-motora:
5. Control A el Movimiento de la cabeza, del tronco, Sienta sí solo, el
control de combinación de Sus ojos y Sus Manos.
6. Aprende a interpretar las Expresiones faciales, los Gestos; Juega Solo
por recuerditos o cooperación es en Juegos.

Ocho a doce Meses: Este PERÍODO sí caracteriza


1. Avances Importantes en el Desarrollo psicomotor.
o El niño Aprende un solo Sentarse 8 meses
o Pararse con Apoyo 9 meses
o Dar Pasos de la Mano 12 meses
o Utilizar el pulgar 9 meses
o Tomar con pinza 10 meses
2. Avances en el Desarrollo del Lenguaje
o El niño dados DA-DA 8 meses
o Reacciona al NO 10 meses
o Dados al Menos dos Palabras 12 meses
o Entrega COMO Respuesta a Una Orden. 12 meses
3. En La Medida Que recibe Respuesta, sí refuerza do Conducta; El Niño
Repite y ASI perfecciona do Aprendizaje.
4. Según Piaget, En Esta Etapa: aparece la intencionalidad, sí despierta
Una CIERTA Conciencia de objeto, y el niño EMPIEZA EL Buscar un Objeto
escondido.
5. Formación del sentimiento de confianza básica Valoración. HACIA LOS
10 meses, el niño Comienza a diferenciar claramente los Conocidos y los
Desconocidos. Se APEGA Mucho un su cuidador director y teme a los
Extraños. Aparece LÃ timidez Frente a Situaciones Nuevas. Hacia el Año
Disminuye el miedo, Cuando la Estabilidad familiarizados le da confianza

Doce a Dieciocho meses En El Primer semestre del


Segundo Año de vida, las Características Principales
del Desarrollo
1. Exploración del Medio Ambiente
2. El niño mantiene do figurativas de apego Como la base segura.
3. Reacciones circulares terciarias (Piaget). El niño sí ejercita en Juegos En
que las Cosas van y Vuelven, Repite Juegos introduciendo variations,
Comienza un párrafo Descubrir Experimentar, Comienza a Aprender por El
Método de Ensayo y error, Descubre Nuevos Medios para Alcanzar Objetivos
suspensión.
4. Comienza a ejercitar SUS Poderes, un Afirmar do independencia. HACIA
LOS 15 Meses: da vueltas las Cosas, sí saca los zapatos.
5. NECESITA Ayuda constante, Límites, si no está en Un lugar Seguro.
18 -24 MESES CUANDO EL NIÑO del cumple 18 Meses, el niño camina bien,
corre, Objetos Tira. Las Características Principales de Este PERÍODO hijo:
1. Comienzo de la Representación mental (Piaget). El niño inventa Nuevos
Métodos para lograr metástasis a Través de coordinaciones mentales o
Procesos mentales internos. A multas de ESTA ETAPA, el niño logrará la
noción de permanencia del Objeto.
2. Lenguaje comunicativo: el niño EE.UU. Palabras párrafo Comunicar
Deseos, EE.UU. Palabras sueltas sucesivas párrafo relatar Hechos.
Contradictorio conoce de do Cuerpo
3. Juego simbólico: El Niño Florerías USAR UN Objeto COMO SIGNIFICADO
de Otro.
4. Comienza a formarse un sentimiento de Autonomía (Erickson).
Comienza a diferenciarse. Es Una Etapa En que los Niños tienden a
angustiarse CUANDO SE Separan de Su Madre.

Desarrollo de habilidades del bebé hasta el año


El bebé de un mes
 

 Cierra sus manos al contacto


 Mueve sus manos cerca de los ojos y la boca
 Mantiene los puños cerrados
 Sacude sus brazos
 La cabeza cae hacia atrás si no se la sostienen
 Puede mover la cabeza de lado a lado al estar boca abajo
 Su audición ya está completamente desarrollada
 Se sobresalta con sonidos fuertes
 Algunos sonidos y voces familiares le llaman la atención y mira hacia el
lugar de origen de esos sonidos
 Ve caras y objetos que se encuentren hasta 30 centímetros de distancia
 Le llaman la atención los objetos en blanco y negro o de colores fuertes
 Le llaman especialmente la atención las caras de las personas
 Mueve sus ojos en diferentes direcciones y es normal que en algún
momento se ponga bizco
 

El bebé de dos meses


 

 Su visión es más nítida


 Se concentra en la boca, nariz y ojos al mirar la cara de las personas
 Puede sonreír al escuchar la voz de la mamá
 Comienza a emitir sonidos (balbuceos)
 Gira la cabeza en dirección hacia una fuente de sonido
 Puede mantener la cabeza levantada por períodos cortos

 
El bebé de tres meses
 

 Comienza a ser capaz de tomar y sacudir objetos con sus manos


 Golpea objetos que cuelgan a su alcance
 Se lleva las manos a la boca
 Responde con sonidos cuando se le habla
 Imita gestos exagerados
 Sigue con la mirada objetos en movimiento
 Mira sus manos
 Reconoce objetos y personas familiares a distancia
 Puede lograr darse vuelta si lo dejamos acostado boca abajo
 Sonríe mucho, le encanta que le hablen, le canten y le jueguen y lo
demuestra sacudiendo brazos y piernas así como emitiendo sonidos
 Levanta la cabeza y el pecho al estar boca abajo
 Acostado boca abajo y sosteniéndose con los brazos, puede levantar el
tronco
 Cuando lo sostenemos “parado” sobre una superficie firme, presiona
hacia abajo con sus pies
 Estira las piernas y patea al estar acostado

El bebé de cuatro meses


 

 Explora todo con las manos y la boca


 Se lleva las manos y los objetos a la boca
 Pasa un objeto de una mano a la otra
 Estira las manos para agarrar algo que le interesa
 Acostado, puede girar para darse vuelta panza abajo o panza arriba
 Su capacidad de ver en colores ya está completamente desarrollada
 Sonríe si lo ponemos frente a un espejo, pero no se reconoce

El bebé de cinco meses


 

 Se esfuerza por llegar a objetos que están fuera de su alcance


 Es capaz de encontrar objetos parcialmente escondidos con los que ha
estado jugando
 Comienza a responder al “no”
 Reconoce las emociones de los demás según el sonido de la voz y es
capaz de usar su propia voz para demostrar alegría o enojo
 Comienza a sentarse con apoyo (por ejemplo, rodeado con
almohadones)
 Puede que se interese por el alimento que ve comer a los padres y
hermanos
 Es capaz de cerrar los labios cuando se introduce una cuchara en su
boca

 
El bebé de seis meses
 

 Es capaz de extender los brazos cuando un desconocido le ofrece “upa”


 Logra el control total de su cabeza
 Pueden aparecer los primeros dientes
 Controla el alimento en la boca y traga correctamente
 Se sienta derecho
 Balbucea cadenas de consonantes y vocales: “mamamama”,
“papapapa”, etc.
 Responde al escuchar su nombre

 
El bebé de siete meses
 

 Se enoja si lo dejamos solo


 Desde la posición de acostado, logra sentarse ayudándose con sus
manos y más adelante se mantiene sentado sin la ayuda de las manos
 Es capaz de llevarse a la boca los dedos de los pies

El bebé de ocho meses


 

 Aparece la “angustia del octavo mes” (que puede darse antes o


después): el bebé quiere estar con su mamá o la persona que lo cuida y
ya no quiere ir con desconocidos.
 Logra imitar algunos juegos con las manos
 Puede comenzar a gatear o empezar a intentarlo abalanzándose hacia
adelante

El bebé de nueve meses


 

 Es capaz de darle un objeto a la persona con la que está jugando


 Ya mastica con movimientos rotatorios, llevando la comida de un lado
al otro de la boca.

 
El bebé de diez meses
 

 Puede tomar de una taza con asas


 Le fascina el juego de “aparecer y desaparecer” usando, por ejemplo,
una mantita
 Puede mover las manos diciendo adiós
 Gatea (aunque no todos los bebés lo hacen)
 Usa el pulgar y el índice como pinza, por ejemplo, para tomar miguitas
de una mesa

 
El bebé de once meses
 

 Apunta con su dedo índice


 Dice “mamá” o “papá” a quien corresponde
 Camina con la ayuda de alguien con pasos irregulares e inseguros

El bebé de un año
 

 Los sentidos están tan desarrollados como los de un adulto


 Entiende pedidos sencillos
 Utiliza exclamaciones
 Dice alguna palabra nueva además de “mamá” o “papá”, como “agua”,
por ejemplo
 Se para sin la ayuda de otras personas, sosteniéndose de los muebles
 Puede llegar a caminar unos pasitos sin sostenerse de nada
 Puede agacharse cuando está parado
 Llora si los papás se alejan y se muestra tímido frente a los extraños
 Demuestra su preferencia por determinadas personas y juguetes
 Puede aprender a decir “no” con la cabeza
 Mete y saca objetos de cajas contenedoras
 Comienza a utilizar los objetos acorde con sus funciones: el peine, el
teléfono, etc.
 Golpea dos objetos
 Encuentra objetos escondidos
 Es capaz de extender los brazos y las piernas cuando lo vestimos

Desarrollo psicosexual de Sigmund Freud ETAPA ORAL: Durante el primer


año de vida la boca es la fuente de placer para el lactante la boca es la zona
erógena que prevalece preminente y procura al bebé no solo la satisfacción
de alimentarse, sino sobre todo el placer de chupar, es decir, de poner en
movimiento los labios, la lengua y el paladar en una alternancia rítmica,
siendo así la boca la fuente de placer. En este periodo el niño depende
totalmente de la madre y debe ajustar sus exigencias a la disponibilidad de
ella. La fijación en la etapa oral o una regresión a ella puede ocasionar
dependencia exagerada, es decir, preocupación excesiva por la ingestión
consistente en adquirir posesiones, conocimiento o extrema credulidad
(deseo de ingerir todo). El habito de fumar, la glotonería y morder la punta
del lápiz, son actos en los que se manifiesta la conducta regresiva (Sarason,
1984).
Desarrollo psicosocial de Erick Erikson CONFIANZA CONTRA
DESCONFIANZA: Desde sus primeros cuidados los infantes aprenden acerca
de la confiabilidad de su entorno. Si sus necesidades son satisfechas, si
reciben atención y afecto y son manejados de modo razonable consistente,
se forma la opinión general de un mundo seguro y confiable. Si en cambio su
mundo es inconsistente, doloroso, tenso y amenazador, aprende a esperar
más de lo mismo y creen que la vida es imprescindible y poco confiable
(Craig, 1997).
Desarrollo cognitivo de Jean Piaget ESTADIO SENSORIOMOTRIZ: Según
Piaget, la primera etapa del niño consiste en aplicar la capacidad que tiene en
el momento de nacer (succión y presión) a una amplia diversidad de
actividades. Los lactantes disfrutan mucho meterse cosas en la boca: sus
dedos, juguetes y otros objetos, poco a poco dividen el mundo en dos
esferas: lo que pueden succionar y lo que no pueden succionar y comienzan a
organizar sus experiencias asignándoles categorías (esquemas) que
constituyen el primer paso en la conducta intencional y en la solución
adaptativa de problemas, las cosas desconocidas perturban al niño pues no
encajan en sus esquemas. Al final de esta etapa los niños adquieren un
sentido de permanencia del objeto (si una pelota está debajo de la silla se
percata de que existe) este permite el desarrollo cognoscitivo comenzando a
ver las cosas como ocurren y poseen un sentido de auto identificación, es
decir, nombrarse a sí mismos correctamente ante un espejo (Morris, 1997).
Conducta motriz.

El desarrollo de la actividad motriz depende del crecimiento


de los músculos, de los huesos y del sistema nervioso central.
Se presenta cefalo caudalmente (de la cabeza a los pies) y en
las extremidades, de lo proximal a lo distal (de la parte más
cercana al tronco a la más alejada de él). Este desarrollo le
permite al niño el control muscular y un desplazamiento cada
vez mayor.

En los tres primeros meses el niño aprende a dominar los


doce músculos oculomotores (los que mueven los ojos); de
los tres a los seis meses los músculos de la cabeza y los
brazos; de los seis a los nueve meses los del tronco y los de
las manos; de los nueve a los doce meses los de las piernas,
los pies y los dedos. Del primero al segundo año se da un
perfeccionamiento paulatino de lo adquirido en el primer año.

En el primer mes el niño se caracteriza por tener


hipertonicidad muscular; la actividad se expresa
fundamentalmente de manera refleja, con los reflejos de
búsqueda, de succión, de Moro, de prensión, de marcha
automática y de enderezamiento del dorso, entre otros.
Responde a los ruidos con movimientos de muchos de sus
músculos (reflejo de Moro) y es capaz de levantar la cabeza y
voltearse un poco cuando está boca abajo. Uno de los reflejos
presentes en esta edad es el de dar pasos cuando es apoyado
sobre sus pies, lo que constituye la etapa 1 del caminar. El
niño de esta edad mantiene sus manos cerradas y su cabeza
no se sostiene en la línea media (se bambolea), lo cual no le
impide intentar seguir con la mirada el rostro de una persona
o un objeto que se mueve.

De uno a tres meses, aún se conservan casi todos los


reflejos del recién nacido, pero poco a poco se van instalando
los movimientos voluntarios y desapareciendo los
movimientos reflejos; el niño, acostado boca arriba, mueve
los miembros superiores y los inferiores como pedaleando;
apoyado en sus antebrazos y puesto boca abajo, levanta la
cabeza y el pecho; sentado, sostiene la cabeza con oscilación,
y luego, sin ella. Abre y mira sus manos. Cuando ya sostiene
la cabeza se da la etapa 11 del caminar, llamada estática, en
la cual ya se han perdido los reflejos de marcha del primer
mes.

De los cuatro a los seis meses, al levantarlo o sentarlo, el


niño mantiene la cabeza bien sostenida; estando boca abajo,
extiende los miembros superiores y levanta el tórax; se voltea
de posición boca abajo a boca arriba y luego a la inversa.
Lleva todo a su boca; juega con sus manos, las cuales ya
mantiene abiertas, y luego con sus pies.

De los siete a los nueve meses aprende a sentarse solo,


inicialmente con apoyo y luego sin él. En posición boca abajo,
se arrastra, intenta y luego ejecuta movimientos de gateo;
cogido de sus manos, se sostiene de pie, con lo cual entra en
la etapa 111 del caminar, conocida como de transición.
De los diez a los doce meses el niño permanece firme, de
pie, por largo tiempo, se para sostenido de la barandilla de la
cama y gatea bien; se pone de pie sostenido, camina con
ayuda y a veces sin ella, lo que constituye la etapa IV del
caminar.

De los trece a los dieciséis meses casi todos los niños


caminan, inicialmente con dificultad, luego con más
seguridad, para posteriormente ser capaces de correr: es la
etapa V del caminar, en la cual hay progreso del caminar en
el talón al caminar en las puntas de los pies (caminar
maduro); además ya puede subir gateando por las escaleras.

De los diecisiete a los veinte meses sus logros motores le


permiten lanzar y patear la pelota y subir por escaleras
aunque aún sin alternar los pies, subirse a las sillas y montar
a caballito.
De los veintiuno a los veinticuatro meses salta en los dos
pies, baila, se empina y baja escaleras sin alternar los pies.

Conducta adaptativa.

La conducta adaptativa se refiere a la adquisición de


funciones que permiten la solución de problemas, por medio
del uso funcional de la mano como pinza.

En el primer mes el niño utiliza su mano como una garra,


pues todavía no posee el mecanismo de pinza. Del primero al
tercer mes el niño abre y mira sus manos y forma una pinza
que aunque poco efectiva  le permite ya agarrar objetos de
manera burda, soltarlos rápidamente o llevarlos a la boca.

Del cuarto al sexto mes la pinza es palmar (se agarran los


objetos con la palma de la mano sin hacer uso del índice y el
pulgar), por lo que logra sostener, los cuales puede recoger
voluntariamente  también los recibe , logra a veces pasarlos
de una m,ano a otra  y posteriormente es capaz de golpear
con ellos. 

Del séptimo al noveno mes la pinza se forma entre el


pulgar y los demás dedos, lo que le permite al niño pasar
correctamente objetos de una mano a otra.

De los diez a los doce meses hace la pinza con pulgar e


índice, por lo cual ya es capaz de pasar páginas de un libro o
de una revista, sacar y meter objetos de una taza o caja y
entregarlos.

De los trece a los dieciséis meses la pinza ya le permite hacer


torres de tres cubos, sacar y poner cubos en una taza y pasar
muy bien hojas de libros, así como empezar a hacer trazos
burdos.

De los diecisiete a los veinte meses hace torres,


inicialmente de tres o cuatro cubos y luego de cinco o seis,
hace garabatos circulares, abre y cierra puertas y empuja
objetos, como carritos, por ejemplo.

De veintiuno a veinticuatro meses puede hacer la pinza


entre el pulgar y el meñique, hace torres de más de seis
cubos, imita líneas verticales y horizontales y luego hace
trazos en V y circulares, dobla papel o quita la envoltura a un
dulce.

Conducta de lenguaje.

La conducta del lenguaje se refiere a la comunicación visible y


audible.

El niño menor de un mes tiene como lenguaje el llanto, el cual


paulatinamente se hace vigoroso y fuerte; al principio tiene
una facies inexpresiva; luego comienza a emitir sonidos
guturales y gorjea; además, atiende sonidos como, por
ejemplo, el de una campanilla.

De uno a tres meses la expresión se hace despierta y viva;


la mirada es directa y defi~ nida y emite sonidos como a, e y
u.

De los cuatro a los seis meses aparece el parloteo, da


gritos de alegría, ríe a carcajadas y, al final del período, trata
de imitar sonidos.

Del séptimo al noveno mes es la época del laleo y el


balbuceo; se perfecciona la respuesta vocal social y el niño ríe
fuertemente. Al final del período, imita sonidos y pronuncia
sílabas como ba, da o ca y al azar dice palabras como papá y
mamá, cuyo significado ignora.

De los diez a los doce meses dice ya de uno a tres


disilabos claros y con sentido preciso; atiende su nombre,
llama a la madre, responde al nombre, comprende el no,
aprende a decir adiós con la mano y a dar palmaditas (hacer
arepitas).

De los trece a los dieciséis meses usajerga; señala,


parlotea ininteligiblemente, dice varias palabras y combina
dos de ellas; además, a unos pocos objetos los llama por el
nombre. Es la época de las palabras-frase, en las que cada
palabra tiene significado distinto según el contexto en que se
dice, y el gesto y la entonación que la acompañan.

De los diecisiete a los veinte meses dice de diez a veinte


palabras, incluido su nombre; muestra y nombra un dibujo;
acata órdenes sencillas. Aproximadamente a los dieciocho
meses dice la primera frase, que consiste en dos palabras con
significado, y adquiere la capacidad de la negación.

De los veintiuno a los veinticuatro meses, hace frases de tres


o más palabras (sustantivos y verbos) y cuenta experiencias
inmediatas.
Conducta personal social.

La conducta personal social se refiere a las relaciones con la


cultura, al desarrollo de las habilidades sociales.

El niño menor de un mes solo mira un objeto cuando este se


encuentra en la línea de visión; mira a su alrededor y sigue
las personas con la mirada; deja de llorar cuando se aproxima
alguien y le habla.

El niño de uno a tres meses se anima ante los preparativos


para su alimentación y sonríe cuando lo acarician y, luego,
cuando recibe estímulos visuales y auditivos cariñosos
(respuesta facial social). Fija la mirada y rápidamente sigue
personas, objetos en movimiento y sonidos, inicialmente con
sus ojos y luego con la cabeza.

De los cuatro a los seis meses contempla su imagen en el


espejo y sonríe cuando la ve. Distingue si se le habla
amistosa o inamistosamente; mira a quien lo llama; tiene
respuesta vocal social y sonríe espontáneamente; reacciona
cuando se le llama y pone atención cuando se le habla.

Del séptimo al noveno mes distingue a los extraños;


reacciona cuando ve su imagen en un espejo (la toca y la
acaricia); muerde y chupa los juguetes y busca los que están
fuera de su alcance; además, ayuda a sostener la taza cuando
ingiere líquidos.

De los diez a los doce meses ayuda a vestirse, entrega


juguetes, señala con el índice, aplaude, hace ademán de adiós
y muecas.

De los trece a los dieciséis meses es capaz de indicar que


sus ropas están mojadas.
De los diecisiete a los veinte meses reconoce y nombra
cinco, seis o más partes de su cuerpo y varios objetos;
maneja bien la taza y burdamente la cuchara. Inicia el control
de esfínteres.

De los veintiuno a los veinticuatro meses empuja a las


personas para mostrar, come solo, se refiere a sí mismo por
su nombre, comprende y pregunta por otro e inicia la
imitación doméstica.

Desarrollo psicosocial

El desarrollo psicosocial se refiere a los cambios que se


suceden para adaptarse a vivir en una sociedad. Erik Erikson
considera que el lactante discurre por las fases llamadas, la
primera, confianza básica versus des~ confianza básica y, la
segunda, autonomía versus vergüenza y duda (la palabra
latina versus se usa en el sentido de por oposición a).
Cronológicamente, la primera va del nacimiento hasta los
dieciocho meses y la segunda de los dieciocho a los treinta y
seis meses. Por razones de organización y por la importancia
que tiene la segunda en el proceso vital del lactante, ambas
se considerarán en este capítulo.

Fase de confianza básica versus desconfianza básica

Es una etapa que se corresponde cronológicamente con la


etapa oral sensorial respiratoria del desarrollo psicosexual y
en la cual, mediante la acción social recíproca con los adultos,
el niño debe adquirir confianza en sí mismo, en los adultos y
en el mundo; esta confianza depende de la calidad de la
atención que reciba, de tal modo que si a un niño se le
satisfacen sus necesidades cuando se presenten, si es
acariciado y mimado, si se juega con él y si se le tiene en
cuenta, podrá desarrollar un sentimiento de confianza básica.
Si por el contrario, el niño recibe una atención irregular, a
destiempo, o es rechazado, podrá desarrollar un sentimiento
de desconfianza básica (miedo y suspicacia) en sí mismo, en
los adultos y en el mundo, sentimiento que persistirá en las
etapas posteriores del desarrollo y que eventualmente puede
manifestarse como depresión o como enfermedades graves:
esquizofrenia infantil, por ejemplo.

Es importante recalcar que la virtud adquirida o dejada de


adquirir en una etapa de desarrollo psicosocial no es un hecho
definitivo, sino que se puede conseguir o perder con
posterioridad; por ejemplo, un niño que en su proceso vital
como lactante no consigue la confianza básica puede superar
la desconfianza inicial en la relación con un maestro e,
igualmente, un niño confiado podrá perder esta confianza
básica si sus padres se separan hostilmente teniéndolo como
centro de sus disputas.

En la vida intrauterina al niño se le satisfacen todas sus


necesidades; cuando nace está indefenso y depende por
completo de la atención y el control externos; pero tiene a su
madre, a la familia que sostiene a su madre y a la sociedad
que sostiene la estructura familiar con el aporte de la
tradición y sus sistemas de crianza.

Según Erikson, la primera demostración de confianza social


en el niño pequeño es la facilidad de su alimentación, la
profundidad de su sueño y la relajación de sus intestinos. En
el recién nacido el sentido de confianza exige una suma de
comodidad física y una experiencia mínima de temor e
incertidumbre, lo que le permitirá expresar el primer logro
social, esto es, el dejar que la madre se aleje sin manifestar
ansiedad o rabia desproporcionada, pues aquella se ha
convertido, como dice Erikson, en una certeza interior y en
algo exterior previsible.
En esta fase el niño se encuentra oralmente con la sociedad;
recibe y da amor con su boca mediante la conducta modal
(modo) de incorporación. De acuerdo con el cuidado
dispensado por sus padres a sus necesidades corporales, el
niño coordina el recibir y el confiar como una sola experiencia,
según como coordina el dar y confiar quien lo atiende.

Los actos de recibir y alcanzar llevan a la modalidad social de


aferrar. De los siete a los nueve meses, con la dentición, el
modo incorporativo alcanza su clímax. El niño tiende a
incorporar como propio lo que adquiere o recibe; consigue
una nueva modalidad social: tomar.

En el juego se reflejan la incorporación y la retención; ya no


depende de su propio cuerpo para el juego y poco a poco va
incluyendo lo que está a su alcance. Aproximadamente al
primer año de edad aparece la experimentación con el aferrar
y el soltar.

Según Erikson, de los diez a los doce meses, como motivación


para las acciones, para el niño son más importantes sus
padres que sus destrezas. El niño percibe no solo los
pensamientos conscientes y las conductas manifiestas de los
padres, sino también las inseguridades e intenciones
inconscientes, aún sin comprender su causa y su significado.
Cada vez asimila más las cualidades de sus padres en su
proceso de identificación, a la vez que proyecta en ellos sus
propios sentimientos, con experiencias y regularidades
mutuas de frustración.

La confianza básica deriva más de la calidad de la relación


con los padres, que de la cantidad de tiempo que se le dedica
o de alimentos que se le proporcionan; los padres deben
representar para el niño una convicción profunda de que todo
lo que hacen tiene un significado, para que la tolerancia a las
frustraciones tenga un adecuado significado social.

Durante toda la fase de confianza versus desconfianza básica


y para un buen discurrir por ella, el control exterior (la actitud
de los padres) debe ser firmemente tranquilizador, con el fin
de que el niño consiga una fe básica en la existencia (sentido
de regularidad, posibilidad de predecir los sucesos de la vida y
aceptar el cambio como parte de ella) y así poder conseguir la
virtud básica, la esperanza.

Fase de autonomía versus vergüenza y duda

Es una etapa que cronológicamente va paralela con la etapa


anal uretral muscular del desarrollo psicosexual y en la cual,
mediante la interacción con los adultos, el niño

debe adquirir la autonomía, es decir, el sentimiento de que


puede controlar sus músculos, sus impulsos, el medio que lo
rodea y, sobre todo, que es capaz de controlarse y quererse a
sí mismo.

En la medida en que el niño aumenta la confianza básica,


tiene un gran desarrollo psicomotor y aprende a pensar,
empieza a descubrir que por el desarrollo de una conducta
que es la suya propia puede hacer cosas, por lo cual pretende
actuar con autonomía. Sin embargo, todavía es un ser
dependiente, lo que le crea dudas respecto a su capacidad y a
su libertad de acción autónoma; además siente vergüenza por
la rebelión contra su dependencia placentera y por el temor
de sobrepasar los límites de su propia capacidad o los
impuestos por los métodos de crianza, nacidos de las pautas
culturales establecidas en el principio de la ley y el orden.

Si en la lucha establecida en el niño entre el impulso interior


de demostrar su propia voluntad y su renuencia a actuar con
sus cualidades potenciales, los adultos significativos
acompañan inteligente y afectuosamente al niño y permiten
que haga todo lo que es capaz de hacer, con su propio ritmo,
en el momento preciso y con los límites necesarios, se puede
desarrollar la autonomía; si, por el contrario, los adultos
significativos hacen por el niño lo que él es capaz de hacer, se
podrán reforzar los sentimientos de vergüenza y duda acerca
de sus capacidades de controlar el mundo y a sí mismo, lo
que puede ser el sustrato de comportamientos anormales en
la edad adulta, tales como la neurosis compulsiva. Para
decirlo con Erikson, el niño debe aprender a querer lo que
puede ser y a convencerse de que él quería lo que tuvo que
ser.

Toda pauta de crianza suscita necesariamente sentimientos


de duda y vergüenza, y cada cultura y cada familia le asignan
a cada conducta valores positivos o negativos, por lo cual la
clase de los necesarios límites puestos por los adultos en esta
etapa determinará la actitud del individuo hacia las
organizaciones sociales en las etapas ulteriores del proceso
vital. Así mismo, el sentimiento de autonomía adquirido en
esta etapa y modificado en las etapas posteriores es el
sustento en la convivencia social del sentido de la justicia, el
cual a su vez retroalimenta la autonomía. En palabras de
Erikson, la pauta de educación infantil determina la forma
eventual de autoridad política que el individuo considerará
más satisfactoria; y viceversa, la ideología política de la época
tiene cierta influencia sobre los límites de las pautas
aceptables de crianza.

En esta fase los contactos psicosociales se centran en las


modalidades (adquisiciones) sociales de retener y soltar con
manos, boca, ojos y esfínteres; es la época en la cual se suele
conseguir el control esfinteriano, proceso en el cual se pone
de manifiesto una zona erógena (anal uretral muscular) que
se asocia con la lucha por la autonomía y la subordinación a la
dirección de los adultos.

El niño en esta fase, y debido a la lucha dialéctica que vive,


tiene frecuentes varia ciones en su humor (va con facilidad de
la alegre certidumbre a la impotencia y a la desesperación, y
viceversa), pero poco a poco se va liberando de su
omnipotencia por medio de la frustración y la confianza en sí
mismo. El juego, que es el instrumento por excelencia para
vencer la duda y la vergüenza, le permite un refugio seguro
para el desarrollo de su autonomía (para reconstruir su yo en
caso necesario). Además, es una etapa decisiva para que el
niño interiorice la cercana relación entre amor y odio,
cooperación y terquedad, autoexpresión y represión.

Durante esta fase varía la relación del niño con sus padres por
su empeño tenaz de afirmar su autonomía al caminar, comer,
vestirse y desarrollar otras actividades. El dar y recibir entre
el niño y el adulto es fundamental para que aquél obtenga
una independencia gradual y la realización de otra virtud
básica, la voluntad: dar y recibir lo que se desea y lo que
desean los demás.

Crecimiento y desarrollo Físico CARACTERÍSTICAS DEL


DESARROLLO
El crecimiento y desarrollo durante el primer
año es muy acelerado, el niño triplica su peso Crecimiento y desarrollo
de nacimiento, aumenta el doble su estatura y físico
alcanzar el 70% del crecimiento cerebral. Proporciones corporales:
"Peso/Talla" - Niño Cabeza
Cara
"Peso/Talla" - Niña
Torax
Durante el segundo año se desacelera el
crecimiento; la talla y el peso aumentan Abdomen
1cm/mes y 225 grs/mes respectivamente. Sistema Inmunológico
Desarrollo Oseo
El perímetro craneano aumenta 0,25 cm/mes.
Desarrollo Muscular
Piel
Si bien existe un crecimiento más lento, la Desarrollo Cognitivo
maduración del sistema nervioso se va
Desarrollo Psicomotor
incrementando, lo que permite al lactante,
mayor dominio motor. Desarrollo Afectivo
Desarrollo Psicosocial
Desarrollo Moral
---

 
 

  

Proporciones Corporales
El lactante, presenta extremidades cortas, la
cabeza y el tronco, ocupan la mayor proporción
del cuerpo. Se aprecia la existencia de abundante
tejido adiposo principalmente en las
extremidades.

A fines de los dos años, la cabeza y el tronco,


presentan un mayor crecimiento y ha empezando
a desarrollarse el tejido muscular y a disminuir el
adiposo. Ligado a la de la marcha, se observa un
aumento gradual de la lordosis fisiológica con su
característico abdomen sobresaliente.

"Evolución de los niños con relación a proporciones


cooporales"

 
 

Cabeza
Crecimiento es rápido, aumenta 1.5
cm/mes en los primeros 6 meses y los
siguientes seis meses sólo 0.5 cm/mes. El
cierre de las suturas craneales y la
fontanela posterior o Landa sucede a los 3
meses; y la anterior o Bregma a los 18
meses.

"Suturas y fontanelas"

El aumento de tamaño de la cabeza está en


relación con el crecimiento y diferenciación
del sistema nervioso central.
 

Cara
Se inician lentamente cambios determinados por
la aparición de la dentadura temporal o de "leche"
que comienza a erupcionar desde el maxilar
inferior al superior y desde el centro al lateral,
comenzando con los incisivos, luego el primer
molar; los caninos y el segundo molar,
completando 20 piezas. Y se completa entre los
dos y dos y medio años aproximadamente.

"Piezas de Leche"

A los 2 años, las glándulas salivales, alcanzan la


producción de enzimas en la saliva necesarias
para el proceso de digestión.
La agudeza visual mejora a las seis semanas y logra
la binocularidad, que se establece definitivamente a
los cuatro meses. La percepción de profundidad o
estereopia inicia su desarrollo entre los 7 y 9
meses.

La agudeza auditiva es igual a la del adulto.

El cuello es corto, con pliegues por la acumulación


de tejido adiposo (grasa).

  

Tórax

Es cilíndrico. Alrededor del año su


circunferencia se iguala a la de la cabeza.
Las costillas están horizontales, la
respiración es abdominal, más lenta y
relativamente estable, con un promedio de
40-50 respiraciones por minuto al inicio del
período y de 20-30 resp/min hacia fines de
los dos años.

El sistema respiratorio no está


completamente maduro, sus características
anatómicas son especiales: conductos
nasales cortos, poca vascularización y
escaso desarrollo del epitelio ciliar, trompa
de Eustaquio corta y recta comunicada
directamente con la nasofaringe, la tráquea
cercana a los bronquios que son cortos y
de diámetro pequeño.

Los músculos intercostales poseen escaso


desarrollo, la capacidad torácica es
pequeña.
 
El corazón a esta edad representa el 0.9% del
peso corporal. Su frecuencia se hace más lenta
que en la etapa de recién nacido alcanzando en el
primer semestre un promedio 130 pulsaciones
por minuto y en el segundo semestre 115
pulsaciones por minuto.

Los valores de la presión arterial fluctúan entre


los 106-94 / 59-50 y en el segundo año entre
110-98 / 63-55.

Abdomen
Existe un aumento fisiológico del colon, ocupando
un gran volumen y desplazando el diafragma
hacia arriba, lo que reduce la capacidad torácica.

La posición del estómago es más horizontal, su


tamaño aumenta durante el primer año, logrando
tolerar un mayor volumen de alimentos. Se debe
destacar que el funcionamiento digestivo, el
hígado y el páncreas tienen características
especiales debido a su inmadurez.

Las variaciones en la capacidad del estómago son


las siguientes:

 1 mes 90-150 cc
 1 año 200 a 300 cc
 2 años 500 cc
Las deposiciones tienen características
relacionadas con la alimentación:pastosas cuando
sólo se alimenta con leche, y más sólidas cuando
se le agregan papillas . Su frecuencia se
relacionada con la frecuencia de la alimentación.

El sistema renal cumple de manera adecuada la


función de filtración pese a la inmadurez relativa
que presenta. La madurez completa del riñón
ocurre en la segunda mitad del segundo año.

Los volúmenes promedio de orina en 24 horas


son:

 2 a 11 meses: 400- 500 cc


 12 a 24 meses: 500-600 cc

La frecuencia de la diuresis es variable,


esperando que entre una toma (pecho o
mamadera) y otra, esté mojado el pañal.
 

Sistema Inmunológico

Durante los primeros meses se defiende con los


antígenos que su madre traspasó a través de la
placenta. Luego ante la exposición a los
antígenos administrados mediante las vacunas o
a la exposición directa a las enfermedades, el
niño adquiere su propia inmunidad.

 
 

Desarrollo Oseo
Existe un crecimiento de los huesos planos. El tejido pasa de fibro-
cartilaginoso a óseo propiamente tal mediante el desarrollo que se despliega
en los núcleos de osificación.
 

Desarrollo Muscular

El tejido muscular desplaza el tejido adiposo en


forma paulatina estimulado por el desarrollo
progresivo de la psicomotricidad.

Piel
Presenta características particulares: sigue siendo
delgada, de estrato córneo (superficial ) muy fino;
las glándulas sudoríparas y sebáceas no han
terminado su desarrollo. Asimismo existe un
déficit en los mecanismos de regulación de la
temperatura e hidratación ya que el tejido
subcutáneo y la hipodermis son más delgados.

Desarrollo Cognitivo
De acuerdo con los estudios sobre desarrollo
cognitivo de J. Piaget, el lactante se ubica en el
período sensorio-motriz, que va desde los 0 a 24
meses. Este se inicia con el desarrollo o ejercicio
de los reflejos innatos, progresando a las
conductas imitativas, pasando por conductas
repetitivas, la manipulación de objetos le permite
desarrollar el sentido de causa-efecto. Soluciona
los problemas casi siempre por ensayo y error. Al
final del período el niño ya posee sus primeras
representaciones mentales, dándose cuenta de la
permanencia de los objetos.
 

Desarrollo Psicomotor
El desarrollo Psicomotor se manifiesta de céfalo (cabeza) a caudal ( los pies)
y de proximal ( centro del cuerpo) a distal (hacia las manos y pies),
logrando por ejemplo el control de la cabeza, girar sobre sí mismo, controlar
el tronco y sentarse, gatear, pararse y caminar.

"Foto niño con esquema en cruz"

La motricidad fina se traduce en el


uso de las manos, pasando de la
prehensión refleja hasta abrir las
manos, liberar el pulgar y por
último lograr tomar las cosas
voluntariamente.  

Al final del año se consolida la marcha,


dependiendo de características propias de cada
uno. Algunos niños comienzan por el "gateo " y
otros simplemente se deciden a caminar sin
problemas. Sus destrezas al caminar y de
prehensión, le permiten explorar
incansablemente su entorno.

Desarrollo Afectivo

El lactante es un ser completamente afectivo,


reacciona con todo su cuerpo frente al dolor, la
alegría o la frustración. Se mantiene la
importancia del vínculo madre-hijo, que le
permite mostrar preferencias y confianza en sus
padres. A los 6 meses reconoce a sus padres y
conocidos y a los 8 meses llora y se molesta ante
la presencia de extraños o situaciones
desagradables.

 
 

Desarrollo Psicosocial
El desarrollo psicosocial desde la
perspectiva de E. Erikson, se va
desarrollando en la resolución de conflicto.
Durante el primer año, el autor plantea que
el elemento primero y más importante para
desarrollar una persona sana es la
"confianza básica" y se logra por las
experiencias satisfactorias del niño a esta
edad. La desconfianza aparece cuando las
experiencias positivas son deficientes o
cuando las necesidades básicas se
satisfacen de forma inadecuada. Esta tarea
puede lograrse mediante un cuidado
cariñoso y constante. Durante el segundo
año, la tarea del niño es iniciar el logro de
la "Autonomía", debido a la marcha y a la
capacidad para controlar su cuerpo. Los
sentimientos negativos de duda y
vergüenza, surgen cuando los adultos los
hacen sentir culpables.
El llanto y la sonrisa son las formas en que en un
primer momento el lactante comunica y expresa
sus emociones, que después se verán
respaldadas por el lenguaje social. Aparecen las
vocalizaciones al mes (a-a), y a los 3 meses
agrega consonantes (agú) llegando a los 6 meses
a decir disílabos (da-do, pe-pa), Luego , al año es
capaz de decir 2-3 palabras, puede emitar
acciones y acompañar con actitudes sus frases,
aumentando el vocabulario de 10 a 100 palabras
al final de la etapa.
El juego es otra forma de relacionarse con el
entorno y reforzar lo aprendido, pasando de
un juego global e indiferenciando, hasta
aquel en donde incluye las nuevas
habilidades adquiridas.

Desarrollo Moral
En la etapa de Lactante es fundamental el ejemplo entregado por los
padres o tutores del niño, ya que de ello y de los límites puestos
dependerá su comportamiento futuro .

Alrededor de los 8 meses son capaces de responder al no, pero es


fundamental siempre explicarles por qué una acción no se debe realizar,
ya que el niño presenta un comportamiento narcisista y al estar muy
desarrollada su curiosidad y sus deseos de explorar, realizará la acción
cuando no lo se le esté supervisando.

Cómo estimular el balbuceo y la adquisición del lenguaje del bebé

Mediante el lenguaje, el bebé nos expresa sentimientos e ideas. Cuando son


más pequeños usan el lenguaje de gestos, señalando lo que quieren, y a
veces, lo acompañan de un balbuceo o de una palabra. El niño irá
adquiriendo el lenguaje a lo largo de la infancia.

No son capaces de decir ninguna palabra, pero ya pueden comunicarse con


nosotros, saben expresarse desde que nacen; primero llorando, y poco a
poco, con sonidos y emisiones. Cuando son un poco más mayores, los bebés
empiezan a utilizar el lenguaje de gestos y, en otros casos, nosotros también
podemos ayudarles a comunicarse mediante el lenguaje de signos.

Los sonidos son la base del lenguaje del bebé

 De 0 a 6 meses, los bebés producen sonidos que son la base del


lenguaje. Durante esta etapa, el mejor consejo para los padres es hablarles y
empezar a establecer turnos de palabra, así cuando le hablemos nos
escuchará y cuando nos callemos empezará a emitir sonidos.

- De 6 a 9 meses, tienen ya un repertorio claro de sonidos (baba, nana,


gaga…). En este momento empiezan a asimilar los sonidos específicos de su
lengua, y cerca de los 8 meses empiezan a aprender palabras.

- De 9 a 12 meses, los bebés siguen con el balbuceo y dicen alguna palabra,


responden a su nombre y entienden órdenes sencillas. Cerca del año, el bebé
usará unas tres palabras con sentido.

.  De 12 a 18 meses dicen unas tres palabras, y reconocen partes del cuerpo y


saben su nombre. Alrededor de los 14 meses empezarán a repetir palabras
que oyen, y empezarán con el ‘NO’. Entienden alrededor de 200 palabras.

- De 24 a 30 meses, no callan!! Hablan la mayor parte del tiempo y


construyen frases de hasta cuatro palabras

·         La primera actividad vocal del bebé es llorar


·         Al primer mes - balbuceo
·         Al sexto mes - atento a los sonidos intentar reproducirlos. Sonidos
casuales (ajo)
·         A los meses- vocales(a / e)
·         Al año - primeras palabras. 5 vocales y algunas consonantes (p / t / m)
·         La afectividad es el motor del desarrollo del leguaje. Es imprescindible
establecer vínculos afectivos con los adultos del entorno
·         El manejo del habla no es únicamente una cuestión de aprendizaje, es
también una función de maduración

Maternal

Desarrollo socioemocional
Posee una conducta más sociable, acepta jugar con otros niño en
“paralelo”, es decir, le gusta estar en compañía de ellos pero aún no
hay una completa interacción.

Finalizando este periodo, los niños comienzan tener control de sus


esfínteres y avisan para ir al baño. Con respecto a su conducta, ésta
es principalmente egocéntrica, reacciona de manera desfavorable y en
ocasiones con rebeldía cuando percibe algún cambio o no se le da lo
que desea.

la vida social del niño como de exploración y manipulación social. En

este período el niño interactúa mayormente con adultos, de quienes


depende para saciar determinadas necesidades. A medida que

aumenta la autonomía del niño, decrece la dependencia de los

adultos. De todos modos, quien le brinda el cuidado permanece como

la autoridad que gobierna la independencia en el desarrollo del

niño. En este momento, el niño aprende técnicas emocionales y del

comportamiento que le permite saciar de forma exitosa sus

necesidades, mientras aprende a lidiar con la frustración que generan

los deseos no logrados.


A los dos años

– Sentido de la propiedad. Con dos años, el niño empieza a manifestar


interés por el sentido de la propiedad, tiene un fuerte sentido de lo
que es suyo pero tiene un débil sentido de lo que es de los demás. El sí
mismo lo tiene muy ensalzado, lo quiere todo para él y le cuesta
compartir.

– Egocéntrico. Es muy egocéntrico y tiene dificultad para entender los


sentimientos de los demás. Le gusta reclamar la atención de los
adultos diciendo por ejemplo "mírame".
– Muy impaciente. Suele ser muy impaciente y le cuesta esperar su
turno, tiende a querer dominar e imponer su voluntad.

– Enfados. Llora de rabia y se enfada con los objetos, por ejemplo,


cuando se da un golpe con una ventana le suele insultar y le pega.

A los dos años y medio

– Distinción entre sí mismo y los demás. Con dos años y medio


empieza a distinguir muy levemente entre sí mismo y los demás, puede
reconocer perfectamente su imagen en un espejo.

– Juega en solitario. Tiende a realizar más bien juegos en solitario, ya


que suele ser muy reservado con respecto a los demás y es difícil que
ceda a las demandas de los otros niños. Con esta edad actúa pensando
en sus intereses y esto es lo que le mueve a actuar. A veces tiene
manifestaciones de cariño espontáneas y por iniciativa propia.

– Vergüenza y culpa. Comienza a tener manifestaciones de vergüenza,


ya que se le está empezando a desarrollar el sentimiento de culpa.

– Comprensión de la alabanza y de la regañina. Entiende lo que es una


alabanza y reacciona ante ellas con una sonrisa, sabe lo que es una
regañina y reacciona ante ellas con vergüenza y, a veces, con rabia.

A los tres años

– Conocimiento de su identidad y de la de los demás. Con tres años


tiene conocimiento de su identidad, sabe que es una persona y que los
demás también lo son. Es plenamente consciente de quienes son las
personas que le rodean y que él es distinto a los demás.

– Deseo de agradar a los demás. Empieza a tener un fuerte deseo de


agradar a los demás y para ello intenta manifestar su sentido de
colaboración.
– Desarrolla normas sociales. Entiende el sentido de la palabra
"gracias", suele entender lo que significa que uno espere su turno y es
capaz de hacerlo.

– Expresa sus deseos, preocupaciones... Puede expresar sus


necesidades y deseos, cuenta lo que le preocupa, manifiesta
emociones como ira, rabia, celos.

– Inseguridad y ansiedad si tiene un hermanito. La llegada de un


nuevo hermano la percibe como si se tratara de un rival y le suele
producir ansiedad e inseguridad.

– Habla consigo mismo. Con esta edad, es muy frecuente que hable
consigo mismo como si se tratase de otra persona.

– Interés por compartir los juguetes. Empieza a tener interés por


compartir sus juguetes y jugar con otros niños aunque hay muchos
momentos en los que prefiere jugar solo.

– Más sociable. La mejoría que se produce en el lenguaje lo hará más


sociable, ya puede formular preguntas, hacer peticiones, pedir
disculpas, etc., lo que le va a facilitar su desarrollo a nivel social.
 

Cómo estimular la sociabilidad


1. Es muy importante que el niño perciba que sus padres siempre
están con él, que responden a sus preguntas y demandas. De esta
forma se va forjando la confianza y se evitará que el niño tenga ese
sentimiento tan generalizado de que puede ser abandonado.

2. Explicarles las secuencias de los acontecimientos, prevenirles de los


posibles cambios y enseñarles a afrontarlos. De esta forma estará
preparado para aceptarlos mejor. Por ejemplo, cuando los padres
acudan a una reunión con amigos a un lugar desconocido para el niño,
se le puede explicar a dónde va a ir, con quién, qué van a hacer, etc.

3. Enseñarles a expresar lo que sienten y ayudarles a buscar las


palabras que definan lo que pueden estar sintiendo en un momento
concreto. Para ello es muy importante conversar, que los padres le
cuenten, les pregunten, etc.

4. Inculcarles valores y hábitos sociales. Esto se conseguirá si


previamente han aprendido hábitos como comer, vestirse, saber pedir
las cosas, ser agradecido, etc. Aunque son muy pequeños para que
todo esto lo hagan bien, conviene saber que es el momento de
enseñárselo. Una de las formas que tienen los niños de aprender
es observando cómo lo hacen los demás, por ello los padres deben dar
ejemplo de lo que quieren enseñar a sus hijos. También hay
que enseñarles la manera correcta de hacer las cosas y reforzarles por
ello. Por ejemplo, si los padres quieren que sus hijos sean ordenados,
los niños deben ver que sus padres lo son; si quieren que sus hijos
utilicen adecuadamente los cubiertos, los padres deben enseñarles la
forma correcta de hacerlo y reforzarles por ello.

5. Enseñarles a esperar y respetar turnos. Para ello es conveniente


prolongar los tiempos de espera y explicarles que tienen que esperar
un poco. Si el niño está impaciente por salir a la calle, se le debe
explicar, por ejemplo, que tienen que esperar un poco hasta que mamá
termine de preparar la comida.

6. Inculcarles el amor y respeto por los demás. La actitud hacia los


demás va a depender de la percepción que tengan desde que son
pequeños. Por lo tanto, si se les enseña actitudes de respeto y cariño,
será la forma que tendrán en un futuro de tratar a los demás.
 

Desarrollo psicomotor
A partir de los 24 meses de vida, es decir, los 2 primeros años, los
niños irán progresando de manera muy apresurada; ya que muchos a
esta edad empiezan asistir a sala cuna,  estos avances son más
significativos porque a esa edad la mayoría de los niños caminan,
corren, saltan y su lenguaje ha ido aumentando en gran cantidad, al
igual que sus habilidades cognitivas.
Los avances de estos niños se pueden ir evaluando de acuerdo a
criterios que los mismos padres se forman, al igual que su médico
pediatra.

A esta edad los niños realizan algunas actividades en el ámbito motor,


como correr, subir y bajar escalones con y sin apoyo, es capaz
también de traspasar obstáculos; pueden construir cosas, ordenar sus
juguetes, escalar, ayudar a vestirse, desvestirse, lavarse y a bañarse,
también tienen una mayor prensión pinza, lo cual les permite imitar
trazos horizontales y verticales, agrupar objetos de menor a mayor o
por colores, también pueden hacer bolitas de papel y comer con su
propia cuchara, tapar un lápiz y copiar un circulo. Estos avances no
siempre ocurren a la misma edad, ya que todos los niños tienen un
desarrollo y entorno distinto y se desenvuelven de manera diferente

Controlar su postura y  equilibrio.


Disfrutar corriendo, podrá subir y bajar las escaleras solo, saltar con
ambos pies juntos e incluso dar varios saltos seguidos en su sitio y
hacia delante.
Mayor coordinación simultánea de brazos y piernas lo que le permitirá
pedalear un triciclo.

En el área motora fina, el niño progresará en sus destrezas manuales,


podrá ensartar cuentas pequeñas con mayor precisión, desenroscar
frascos, abrochar y desabrochar. Tendrá mayor habilidad para coger el
lápiz, garabatear y hacer líneas verticales y horizontales.

En la evolución del niño de los 2 a los 3 años, el niño tiene mayor capacidad

de respuesta en sus movimientos, camina sin dudas, corre con facilidad,


sube escaleras, camina hacia atrás, coge pelotas con los brazos

estirados, salta enérgicamente con los pies juntos, se agacha,  baila, come

por sí solo… El niño muestra mucho interés por jugar a juegos de

movimientos que a su vez van entrañando alguna clase de peligro, como

montar en triciclo usando los pedales con gran destreza.


entre los 2 y los 3 años los niños controlan por completo el proceso
de andar. Cuando están en movimiento son capaces de cambiar de
sentido con facilidad y coordinan mejor sus movimientos.

Su mayor sentido del equilibrio, les permite caminar y llevar objetos en


las dos manos sin caerse. El niño ya no utiliza los brazos para
equilibrarse como hacía en su segundo año de vida, aunque a veces
se tambalea un poco.

El niño de 2 a 3 años se orienta mejor en el espacio. Al tocar,


manipular, correr, saltar el niño tiene cada vez más clara la noción del
espacio.
Logros del niño de 2 a 3 años: saltar, trepar, chutar,...
Entre los 2 y los 3 años el niño consigue:
 Saltar, trepar, brincar y correr. El niño de 2 a 3 años cada vez
corre con más seguridad, aunque son inevitables algunas
caídas. Le encanta trepar por los columpios, subir a los bordillos
de las aceras y a los bancos del parque.
 Sostenerse sobre una sola pierna. Al principio de los dos años
es posible que pierda el equilibrio y se caiga con frecuencia, pero
al final del tercer año controlará con mayor precisión sus
movimientos.
 Chutar una pelota. En los momentos de juego se divierte
chutando la pelota y lanzándola con fuerza al aire.
 Subir y bajar escaleras. Puede subir y bajar las escaleras sin
ayuda. Hasta el momento, necesitaba la mano de un adulto para
hacerlo. Al final del tercer año sube y baja las escaleras
alternando las dos piernas. Algunos niños experimentan por vez
primera la sensación de vértigo, por lo que puede que les guste
subir escaleras, pero no bajarlas o deslizarse desde grandes
alturas.
 Desplazarse en triciclo. Al principio, se centra sobre todo en
mover y dirigir el volante. Poco a poco, irá colocando los pies en
los pedales y conseguirá poner el triciclo en movimiento, gracias
a la mejor coordinación entre los pies y las manos.
 Bailar. A todos los niños, sean tímidos o extrovertidos, les
encanta la música. En seguida captan el ritmo y se ponen a
bailar.

Desarrollo de lenguaje
Posee un repertorio de palabras que empieza a combinarlas,
empezará a construir frases de dos o tres palabras y relatará sus
experiencias señalando y nombrando los objetos o personas de su
entorno.
Progresivamente su lenguaje se hará más completo y fluido lo que le
permitirá mantener conversaciones y realizar preguntas.

El desarrollo del lenguaje de los niños de 2 a 3 años se caracteriza por su


gran capacidad de comprensión. Los niños comprenden la mayoría de lo que
se les dice, aunque todavía no saben pronunciar correctamente todas las
palabras que conocen.
Al principio, con 2 años, los niños dominan alrededor de 100-200 palabras,
que utilizan sueltas o en frases cortas. Este repertorio se multiplica
sorprendentemente por diez un año después, alcanzando las 1000-1500
palabras. De esta forma, entre los 2-3 años, se inicia la fase conocida como
"explosión del vocabulario", que durará hasta los 6 años.
Algunos niños son más habladores que otros. Pero lo más importante en
esta etapa es que el niño comprenda lo que se le dice, que nos entienda, más
que utilice un mayor o un menor número de palabras o sea más callado que
el resto. No obstante, los padres podemos ayudar a los niños a ampliar su
vocabulario leyéndoles cuentos, cantando juntos canciones o charlando
juntos sobre lo que vemos. 
En caso de detectar algún problema en la comprensión de tu hijo, se
recomienda consultarlo con el pediatra y/o especialista.
El niño de 2-3 años utiliza frases más complejas
Los niños de 2 a 3 años utilizan poco a poco frases cada vez más complejas,
compuestas por sujeto, verbo y predicado "yo tengo hambre". Aunque a esta
edad, el niño todavía omite los artículos, las preposiciones o las
conjunciones. A partir de los 3 años empezará a incorporarlas a su
vocabulario.
Su dicción todavía es imperfecta, pero será lo bastante clara como para que
un adulto que no sea de la familia entienda al menos la mitad de lo que dice.
También, entre los 2-3 años, los niños empiezan a utilizar los pronombres
personales, aunque a veces confundan la persona y digan refiriéndose a sí
mismos “esto no te gusta”.
El niño de 2 a 3 años aprende las reglas gramaticales después de escucharlas
y repetirlas una y otra vez. Puede ocurrir que al principio emplee mal
determinadas estructuras gramaticales. Esta situación se produce porque
nunca ha escuchado sus excepciones. Por ejemplo, es frecuente escucharle
conjugar mal algunos verbos, como el participio pasado del verbo volver que
dicen “volvido” en lugar de “vuelto”. Esto ocurre porque por regla general el
participio se forma en “ado” o “ido”. Pero ocurre que hay excepciones, como
el ejemplo anterior.
En el campo del lenguaje el niño de 2 a 3 años avanza más y más. No sólo
consigue construir frases simples (y poco a poco conocer las excepciones),
también es capaz de manifestar sus deseos ("¡Mamá quiero agua!", "¡Tengo
frío!"), expresar su opinión ("Los guisantes no me gustan") y sus ideas, sobre
todo cuando juega solo.
De hecho, una de sus palabras favoritas empieza a ser “mío”, que repite
constantemente. Los niños de 2 a 3 años también demuestran un gran
interés por etiquetar a personas y objetos, al tiempo que tratan de satisfacer
su curiosidad innata empezando a preguntar constantemente ¿Por
qué? o ¿Qué es eso?
El niño buscará respuestas en su círculo más íntimo. Es aconsejable que los
padres respondan a sus preguntas con más información que un simple
"porque sí" o monosílabos como "sí" o "no".
Si los padres contestan con frases más largas, estarán ayudando a los niños a
adquirir vocabulario nuevo y comprender el mundo un poco mejor.

De los 24 a los 30 meses: El habla telegráfica


El vocabulario de la criatura se sigue incrementando rápidamente –
puede aprender entre dos y tres palabras al día–. A esta edad, ya es
capaz de decir unas 200 palabras.
Empieza a utilizar el “no” –que hasta ahora expresaba con gestos–
como negación.
Aparecen las primeras reflexiones lingüísticas: el plural, el masculino
y el femenino.
Generalmente, ya se hace entender por todo el mundo. En el caso de
que no le entendamos, es importante que perciba que estamos a su
lado, para escuchar lo que nos quiere comunicar. Para conseguirlo, es
necesario mantener una actitud receptiva y de escucha.
Empieza a utilizar oraciones negativas y responde a su manera a
preguntas como: “¿Qué haces?” “¿Qué has comido”?. Podemos
hacerles preguntas para estimularlos y fomentar su espontaneidad,
pero hay que evitar hacerlo en exceso y el bombardeo.
Todavía se refiere a sí mismo en tercera persona.
Presta atención durante un rato a la música o a los cuentos cortos y
puede comenzar a entonar algunas canciones.
Conoce los conceptos grande y pequeño y acostumbra a
utilizar adverbios de lugar –aquí, detrás…–, de cantidad –mucho,
menos, poco…–, y de tiempo –ahora y después–.
De los 30 meses a los 36 meses: ¿Qué? ¿Para qué? ¿Cómo?
En torno a los 3 años en las frases acostumbra a combinar cuatro
palabras y su vocabulario se sitúa entre las 500 y las 1000 palabras.
Aparecen los pronombres: utiliza el “yo” para hablar de él mismo,
introduce otros como el “tú”, “me”,… y conoce y dice el género cuando
se lo pedimos.
La criatura es muy curiosa y utiliza constantemente el ¿Cómo? ¿Por
qué? ¿Dónde? Porque ya ha aprendido a hacer oraciones
interrogativas.
Le acostumbran a apasionar las situaciones comunicativas verbales
como las narraciones y los cuentos, que ahora entiende muy bien, o
los juegos de palabras.
Su pronunciación continúa mejorando y articula correctamente los
sonidos. [b], [j], [k], [l], [m], [n], [p], [t]
Utiliza el lenguaje oral para explicar lo que hace, lo que quiere, lo que
le pasa, etc.
A los tres años, nuestro hijo podrá hablar con mayor o menor fluidez.
Es importante que nos comuniquemos mucho con él, tanto
mediante la palabra como con el contacto físico –caricias, besos,
cosquillas, etc.– Esto le ayudará a desarrollar el interés por
comunicarse.
El desarrollo físico y el crecimiento del
niño entre los 2 y los 3 años

Entre los 2 y los 3 años, tu hijo sigue creciendo, aunque el

crecimiento se produce de forma más lenta y gradual que en sus

primeros años. En líneas generales, el niño aumenta unos 3 o 4

kilos de peso y crece alrededor de 5 centímetros.

Ten en cuenta que no todos los niños crecen al mismo ritmo. La


altura y el peso de nuestros hijos dependen también de la

alimentación y de factores genéticos. La estatura y la complexión

física de los padres influyen en gran medida en la altura y

constitución de los hijos.

En esta etapa culmina la transformación de bebé a niño. Uno de

los cambios más evidentes es la pérdida de volumen del cuerpo.

Comprobarás que las piernas y los brazos de tu hijo se estilizan y

que los músculos de las extremidades se desarrollan. Esto es

gracias, en gran medida, a que el niño practica más actividades

físicas: andar, correr, saltar...


La columna se endereza, por lo que el niño camina más erguido.

El cuello se alarga (se diferencia mejor la cabeza del cuerpo) y el

tronco pierde corpulencia. En general el niño adquiere un aspecto

más proporcionado.

La cara se afina (el niño pierde los mofletes característicos de los

bebés) y la dentadura, por lo general, se completa.

Los dientes que le faltan suelen brotar durante esta etapa.


También notarás que el aspecto de sus pies cambia, ya que

empieza a desaparecer la almohadilla de grasa en la planta del pie

bajo el arco, típica de los bebés. Esta almohadilla le daba una

apariencia de pies planos.

A medida que su equilibrio y coordinación aumentan, el niño es capaz


de saltar, saltar en un pie cuando corren o caminan.

Les es más fácil manejar y utilizar objetos con las manos como un
lápiz de color para dibujar o una cuchara para comer.

Comienzan gradualmente a controlar los esfínteres (primero los


intestinos y después la vejiga).

El niño de dos años de edad


Características naturales del niño
 Es muy activo. Salta, camina y corre. Puede aplaudir y patear
una pelota. Puede agarrar pequeños objetos, pero no sabe
cómo abotonarse la ropa o cuidar de sí mismo de otras
maneras. Se irrita y se exaspera cuando está cansado.

 Es capaz de usar dos o tres palabras en una frase. Dice “no”


con frecuencia, aun cuando no es lo que quiere decir. Tiene
pensamientos sencillos y directos. No puede razonar. Puede
tomar decisiones simples. Le agrada la repetición. Su atención
es de breve alcance (dos o tres minutos). Es curioso. Se
mueve de una actividad a otra. Le agradan los juguetes
sencillos, materiales para dibujar, libros, cuentos breves y
actividades musicales.

 Le gusta jugar solo. Está desarrollando el interés de jugar con


otros, pero generalmente prefiere jugar cerca de ellos y no con
ellos. Con frecuencia discute por los juguetes; tiene dificultad
para compartir y cooperar, y pide a las personas adultas cosas
que otra criatura tiene.

 Es amoroso y cariñoso. Le agrada sentarse en la falda de


algún adulto o tomarlo de la mano. Le encanta estar junto a su
madre. Tiene arranques emocionales para expresar sus
emociones, obtener lo que desea y demostrar sus enojos o
frustraciones. Tiende a cambiar súbitamente su
temperamento. Le agrada ser independiente.

 Le agrada orar. Comprende que nuestro Padre Celestial y


Jesucristo nos aman, pero tiene dificultad en entender la
mayoría de los conceptos espirituales.

l niño de tres años de edad


Características naturales del niño
 Camina y corre, pero todavía carece de coordinación.

Le gusta hacer cosas con sus propias manos pero lo hace con
cierta torpeza.

 Tiene una mayor capacidad para el lenguaje. Le agrada hablar


y aprender nuevas palabras. Su atención es de corto alcance.
Es curioso e inquisitivo. Con frecuencia no entiende bien y
suele hacer comentarios aparentemente ajenos al tema. Le
agrada usar su imaginación. Le gustan los juegos con los
dedos y las manos, los cuentos y las actividades musicales.
No alcanza a diferenciar la fantasía de la realidad.

 Le agrada trabajar a solas. No le interesa jugar en


cooperación con otros, pero le gusta tener amigos a su
alrededor. Es egocéntrico. Tiene dificultad en compartir.
Prefiere estar cerca de personas adultas, particularmente
familiares, porque se siente así protegido.

 Le agrada complacer a las personas adultas. Necesita de su


aprobación, su amor y sus elogios. Reacciona
emocionalmente cuando siente temor o ansiedad. Llora con
facilidad. Es sensible a los sentimientos de otras personas.
Está desarrollando cierta independencia. Experimenta
emociones intensas, aunque breves.

 Se interesa por los principios sencillos del Evangelio, tales


como la oración y la obediencia. Tiene una mayor conciencia
de nuestro Padre Celestial y de Jesucristo, y tiene una fe
sencilla en Ellos.

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