Derecho

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UNIVERSIDAD PRIVADA DR.

RAFAEL BELLOSO CHACÍN


FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO
CÁTEDRA: DERECHO INTENCIONAL PUBLICO
PROF: DR. JOSE MARTINEZ

DERECHO DE LA NIÑEZ Y DE LA ADOLESCENCIA

INTEGRANTE:
Delgado, Alcira CI. 30.833.161.
SECCION: D-411

MARACAIBO, OCTUBRE 2021


Unidad II
Sistema de Protección

1. Definición, objetivos y criterios


El objetivo de la Ley orgánica para la Protección de Niño, Niña y del Adolescente,
según lo establecido en el artículo 1 de esta Ley es garantizar a todos los niños y
adolescentes, que se encuentren en el territorio nacional, el ejercicio y el disfrute
pleno y efecto de sus derechos y garantía, establecidos y desarrollados en el
Título II, artículos 15 al 116 de la Ley. Sólo mediante políticas, programas y
acciones formuladas, coordinadas, supervisadas y ejecutadas por los actores del
Sistema, es que se logrará dar efectivo cumplimiento a los derechos de los niños,
niñas y adolescente.
2. Criterios

 Integralidad: El Sistema se construye para brindar protección integral a


niños, niñas y adolescentes.
 Eficacia: Para ello se establecen claramente los actores, instancias,
órganos, estrategias y procedimientos, idóneos para lograr ese objetivo
esencial; un sistema de medidas sancionatorias para quienes, estando
obligados a ello, no garanticen, amenacen o violen esos derechos; y
mecanismos que prevean recursos económicos necesarios para brindar la
Protección Integral a que niños, niñas y adolescentes tienen derecho.
 Participación /Articulación: El sistema distribuye la responsabilidad
concurrente de garantizar derechos entre la trilogía familia, Estado,
comunidad.
 Descentralización: Una vez demostrado que los problemas de la infancia
mejor se resuelven en el ámbito local y que solo son administrables a pocos
pasos de su origen, se concibe un sistema descentralizado, entendiéndose
por descentralización la transferencia de poder, autoridad y recursos del
gobierno central a las regiones y municipios para brindar la protección
integral a los niños, niñas y adolescentes.
 Redistribución de funciones judiciales: El sistema se construye de modo
que se descarga al juez de su competencia universal, desjudicializando el
tratamiento de problemas sociales, reservando su actuación para resolver
conflictos jurídicos.
Se mantiene la competencia judicial para aquellas situaciones de carácter no
penal que puedan producir alteraciones substanciales o permanentes en la
condición jurídica del niño, niña o adolescente.
3. Medios e Integrantes
 Medios: El sistema de protección de niños, niñas y adolescentes, dispone
para el logro de sus objetivos de una serie de medios que se encuentran
enumerados en el artículo 118 de la LOPNA. Políticas y programas de
protección y atención. Medidas de protección. Órganos administrativos y
judiciales de protección.
 Acción judicial de protección. El Estado y la sociedad tienen la obligación
compartida de garantizar la formulación, ejecución y control de estos
medios y es un derecho de niños, niñas y adolescentes exigir el
cumplimiento de esta garantía. Las políticas están definidas en el artículo
120 a representar el camino, el rumbo a seguir para lograr el objetivo
esencial como es el asegurar los derechos y garantías consagrados en la
ley. Tenemos como ejemplo casos de maltrato, abandono, abuso,
explotación, entre otros, estas políticas propias del sistema de protección,
deben asegurar la restitución de los derechos violados y/o la interrupción de
la amenaza y se destinan a una parcela de la infancia más reducida que las
políticas sociales básicas.
 Los artículos 123 y 124 de la LOPNA, definen programas como la
secuencia de acciones realizadas por personas o entidades, con el objeto
de desarrollar políticas y permitir la ejecución de medidas. Sin programas
no abra un sistema eficiente porque es a través de ellos que se concretan
todas las decisiones que se tomen para garantizar el efectivo cumplimiento
de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Las medidas de
protección son órdenes que impone la autoridad competente, cuando hay
violaciones o amenazas de derechos individuales de niños, niñas o
adolescentes.

 Integrantes: El programa o proyecto es el plan desarrollado por personas


naturales, jurídicas o entidades de atención, con el objeto de proteger,
atender, capacitar, fortalecer los vínculos familiares, lograr la inserción
social, entre otros, dirigidos a garantizar los derechos de los niños, niñas y
adolescentes. Con el objeto de desarrollar políticas y permitir la ejecución
de las medidas se establecen, con carácter indicativo, los siguientes
programas:

a) De asistencia: para satisfacer las necesidades de los niños, niñas,


adolescentes y sus familias, que se encuentren en situación de pobreza o
afectados por desastres naturales y calamidades.
b) De apoyo u orientación: para estimular la integración del niño, niña y
adolescente en el seno de su familia y de la sociedad, así como guiar el
desarrollo armónico de las relaciones entre los miembros de la familia.
c) De colocación familiar: para organizar la colocación de niños, niñas y
adolescentes en familias sustitutas mediante un proceso de selección,
capacitación y apoyo a quienes se dispongan a incorporarse en el
programa.
d) De rehabilitación y prevención: para atender a los niños, niñas y
adolescentes que sean objeto de torturas, maltratos, explotación, abuso,
discriminación, crueldad, negligencia u opresión; tengan necesidades
especiales tales como discapacitados o discapacitadas y superdotados o
superdotados; sean consumidores de sustancias alcohólicas,
estupefacientes o psicotrópicas; padezcan de enfermedades infecto-
contagiosas; tengan embarazo precoz; así como para evitar la aparición de
estas situaciones.
e) De identificación: para atender las necesidades de inscripción de los
niños, niñas y adolescentes en el Registro del Estado Civil y de obtener sus
documentos de identidad.
f) De formación, adiestramiento y capacitación: para satisfacer las
necesidades de capacitación de las personas que se dediquen a la atención
de niños, niñas y adolescentes; así como las necesidades de
adiestramiento y formación de los niños, niñas o adolescentes, su padre,
madre, representantes o responsables.
g) De localización: para atender las necesidades de los niños, niñas y
adolescentes de localizar a su padre, madre, familiares, representantes o
responsables; que se encuentren extraviados, desaparecidos o hayan sido
de alguna forma separados o separadas del seno de su familia o de la
entidad de atención en la que se encuentran, o les hayan violado su
derecho a la identidad.
h) De abrigo: para atender a los niños, niñas y adolescentes que lo
necesiten, de acuerdo a lo previsto en el artículo 127 de esta ley.
i) Comunicacionales: para garantizar la oferta suficiente de información,
mensajes y programas dirigidos a niños, niñas y adolescentes divulgados
por cualquier medio comunicacional o a través de redes y a que esta oferta
contribuya al goce efectivo de los derechos a la educación, salud,
recreación, participación, información y a un entorno sano de todos los
niños, niñas y adolescentes, estimulando su desarrollo integral.
j) Socio-educativos: para la ejecución de las sanciones impuestas a los y
las adolescentes por infracción a la ley penal.
k) Promoción y defensa: para permitir que los niños, niñas y adolescentes
conozcan sus derechos y los medios para defenderlos.
l) Culturales: para la preparación artística, respeto y difusión de los valores
autóctonos y de la cultura universal.

5. Órganos administrativos
Se conciben a los Consejos de Derechos aquellos órganos administrativos para la
protección de derechos difusos y colectivos, los cuales nos abarcan a todos y van
más allá de los intereses individuales porque deberían pertenecer a la generalidad
de las personas, consideradas colectiva y socialmente. Y el hecho de que la
LOPNA haya consagrado dicho órgano y un acción judicial para la protección de
derechos colectivos y difusos, fue un gran avance en el entendido de que la
protección de los derechos colectivos y difusos es imprescindible para transformar
en derechos, lo que antes se consideraba como necesidades de niños, niñas y
adolescentes porque así solo se podrá exigir la concepción e implementación de
políticas públicas, y de los servicios esenciales, para garantizar a la infancia y
juventud derechos básicos tales como salud, educación, vivienda, cultura, justicia
entre otros.

6.Derechos, garantías y deberes de los niños, niñas y adolescentes.


De acuerdo a la exposición de motivos (LOPNA, 2007), el Título II regula lo
relativo a los derechos, garantías y deberes de todos los niños y adolescentes, de
una manera amplia, en cumplimiento absoluto de las obligaciones derivadas de la
convención. Asimismo, se optó por regular ampliamente los derechos, garantías y
deberes de los niños y adolescentes por muchas razones, entre ellas:

 La obligación de consagrar expresamente los derechos específicos


previstos en la Convención y otros tratados e instrumentos jurídicos
internacionales.
 La necesidad de adecuar los derechos consagrados en la Convención a la
realidad nacional y el ordenamiento jurídico.
 El imperativo de dotar de contenido y límites a los derechos y garantías de
los niños y adolescentes para asegurar su vigencia plena y efectiva,
especialmente de algunos derechos ya contemplados en la legislación
nacional, requieren precisiones específicas.
 La necesidad de establecer una gama de garantías de los derechos de los
niños y adolescentes, que no se encuentran previstas en el ordenamiento
jurídico.
 Siguiendo con la misma idea, la redacción de los derechos, garantías y
deberes, debe ser simple, amplia y abarcante, es decir, que los niños, niñas
y adolescentes y sus familias, tengan acceso a la Ley de fácil lectura sin
remisión a otras leyes o tratados internacionales. Así se podría lograr la
vigencia plena y efectiva de los derechos y garantías de los niños, niñas y
adolescentes. (Ver Capítulo I del Título II, contiene las Disposiciones
Generales)

7. Protección laboral.
El Capítulo III del Título II, hace referencia al derecho en materia del trabajo según
lo establecido en el Convenio No 138 la República Bolivariana de Venezuela ha
asumido unas obligaciones fundamentales con respecto a la edad mínima en que
deben laborar los menores de edad, con la Organización Internacional del Trabajo
que es de 15 años, sin embargo en Venezuela se ha establecido la edad de 14
años, permitiéndose que en casos especiales puedan laborar de 12 a 14 años de
edad, teniendo que ser autorizados por el Consejo de Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes que es el encargado de llevar el registro de Niños, Niñas y
Adolescentes trabajadores.
Asimismo, se prohíbe el trabajo en horas extraordinarias, según lo establecido en
el artículo 102 de la LOPNA y relacionando este artículo con el 95 ejusdem se
establece la armonía entre el trabajo y la educación, es decir, que el Estado, la
familia, la sociedad, los patronos y patronas, deben velar porque los y las
adolescentes trabajadores completen la educación obligatoria y tengan acceso
efectivo a la continuidad de su educación.
Es importante establecer las distintas sanciones referidas a la violación de las
normas de edad mínima, al trabajo sin la autorización o el registro correspondiente
y el ingreso o permanencia en el empleo sin examen médico integral.

Unidad III

Instituciones familiares
1. Familia de origen
Morais, expresa que la familia de origen es un grupo familiar al que el niño se
encuentra unido por los vínculos de la sangre y que se determina a través de la
filiación. Se entiende por familia de origen la que está integrada por el padre y la
madre, o por uno de ellos y sus descendientes, ascendientes y colaterales hasta el
cuarto grado de consanguinidad. Desde el preámbulo de la Convención, se dejó
asentado la trascendencia de la familia como «medio natural para el crecimiento y
el bienestar de todos sus miembros, y en particular los niños», lo que significa una
protección especial por parte de todo el Estado. En la Convención de derechos del
niño , el artículo 9, obliga a los Estados Partes a velar porque el niño no sea
separado de sus padres contra la voluntad de estos.

Queda como vía excepcional, la ubicación del niño en un lugar y con personas
distintas a la familia de origen, conforme a lo que la ley especial establezca y así lo
imponga su interés superior. Por otra parte, la LOPNA, en su artículo 26, consagra
el derecho del niño a permanecer con su familia de origen. Esta norma no deja
duda de la prioridad en la unidad familiar, como medio ideal de formación y
crecimiento de los niños, niñas y adolescentes. «Derecho a ser criado en una
familia.
Todos los niños y adolescentes tienen derecho a vivir, ser criados y desarrollarse
en el seno de su familia de origen. Excepcionalmente, en los casos en que ello
sea imposible o contrario a su interés superior, tendrán derecho a vivir, ser criados
y desarrollarse en una familia sustituta, de conformidad con la ley. » Del artículo
anteriormente citado se deriva, el derecho del niño, niña o adolescente de ser
criado en su medio familiar de origen, igualmente se instituye la excepción de no
ser apartada de ella, sino, solo cuando no sea conveniente para él en aras del
interés superior del niño, niña y adolescente. Asimismo, la Carta Magna es
consecuente con la primacía de la familia de origen, el carácter excepcional de la
familia sustituta, la adopción como alternativa para procurarle al niño una familia y
una salida del país a través de la adopción internacional como recurso final, esto
sólo en caso de no poder procurarle una familia en Venezuela.
En ese sentido, es momento de definir a la «Familia de Origen», según la Ley
Orgánica para la Protección del Niño, Niña y del Adolescente, es aquella
conformada por el padre y la madre, o, por uno de ellos y sus descendientes,
ascendientes y colaterales hasta el cuarto grado de consanguinidad. Siguiendo
con la misma idea, el legislador patrio consagró legalmente la «Unidad de la
Familia», según el artículo 346 señala que «los hijos, independientemente de cual
fuere su filiación, tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones en
relación a su padre y a su madre.» Por lo tanto, la familia como célula fundamental
de la sociedad, pilar de toda sociedad independientemente de su raza, credo,
condición social, niveles económicos, necesitan y de hecho así están, regulados
no sólo en leyes especiales de la materia, sino también a nivel constitucional, y
hasta internacional. En síntesis, se considera «Familia de Origen», aquella que,
primeramente, está constituida por un jefe de familia, cualquiera que este sea, es
decir, padre, madre o cualquier otro que haga sus veces, más los parientes
consanguíneos y afines de aquellos. Por lo tanto, en consecuencia directa de lo
anterior, la Familia de Origen como base social, goza de protección jurídica
especial, confiriéndole pues deberes y derechos exclusivos a esta.
2. Patria potestad
La patria potestad es exclusiva del padre y la madre y su ejercicio puede ser
conjunta o individualmente. Es una autoridad que se ejerce en forma conjunta por
ambos progenitores, aunque hay algunos casos donde no existe la convivencia
parental, cuando las dificultades no se pueden superar uno de los dos padres
tiene que acudir al juez con la finalidad de que decida el punto controvertido
cuando las partes no se pueden poner de acuerdo.
La Patria Potestad comprende la Responsabilidad de Crianza, la representación y
la administración de los bienes de los hijos e hijas sometidos a ella. Titularidad y
ejercicio de la Patria Potestad. La Patria Potestad sobre los hijos e hijas común
habido durante el matrimonio y uniones estables de hecho que cumplan con los
requisitos establecidos en la Ley, corresponde al padre y a la madre y la misma se
ejerce de manera conjunta, fundamentalmente en interés y beneficio de los hijos e
hijas. En los casos de hijos e hijas comunes habidos fuera del matrimonio o de las
uniones estables de hecho que cumplan con los requisitos establecidos en la Ley,
la Patria Potestad corresponde y la ejercen conjuntamente el padre y la madre.

Cuando el padre y la madre ejerzan de manera conjunta la Patria Potestad, los


desacuerdos respecto de los hijos e hijas se resolverán conforme con lo previsto
en el artículo anterior. En caso de interponerse acción de divorcio, de separación
de cuerpos o de nulidad de matrimonio, el juez o jueza debe dictar las medidas
provisionales, en lo referente a la Patria Potestad y a su contenido,
particularmente en lo que concierne a la Custodia, al Régimen de Convivencia
Familiar y a la Obligación de Manutención que deben observar el padre y la madre
respecto a los hijos e hijas que tengan menos de dieciocho años y, a los que,
teniendo más de esta edad, se encuentren con discapacidad total o gran
discapacidad, de manera permanente. Si el divorcio o la separación de cuerpos se
declara con lugar, con fundamento en alguna de las causales previstas en los
ordinales 4 y 6 del artículo 185 del Código Civil, se declarará extinguida la Patria
Potestad al o la cónyuge que haya incurrido en ellas, sin que por ello cese la
Obligación de Manutención. En este supuesto, la Patria Potestad la ejercerá
exclusivamente el otro padre o madre.
Declaración judicial de la privación de la Patria Potestad. Incumplan los deberes
inherentes a la Patria Potestad. Improcedencia de la privación de la Patria
Potestad por razones económicas. La falta o carencia de recursos materiales no
constituye, por sí sola, causal para la privación de la Patria Potestad.
Restitución de la Patria Potestad. El padre o la madre privados de la Patria
Potestad pueden solicitar que se le restituya, después de dos años de la sentencia
firme que la decretó. El juez o jueza, para evaluar la conveniencia de la restitución
de la Patria Potestad, debe oír la opinión del hijo o hija, la del otro padre o madre
que la ejerza y la de la persona que tenga la Responsabilidad de Crianza del hijo o
hija, según el caso. La solicitud de restitución de la Patria Potestad debe estar
fundada en la prueba de haber cesado la causal o causales que motivaron la
privación.
Extinción de la Patria Potestad. Reincidencia en cualquiera de las causales de
privación de la patria potestad, previstas en el artículo 352 de esta ley. En los
casos previstos en los literales c), d) y e), la Patria Potestad puede extinguirse sólo
respecto al padre o a la madre. La privación, extinción y restitución de la Patria
Potestad deben ser decididas por el Tribunal de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, siguiéndose, para ello, el procedimiento previsto en el Capítulo IV
de este título.
Artículo 347. Definición.
Se entiende por Patria Potestad el conjunto de deberes y derechos del padre y la
madre en relación con los hijos e hijas que no hayan alcanzado la mayoridad, que
tiene por objeto el cuidado, desarrollo y educación integral de los hijos e hijas.
3. Responsabilidad de crianza
4. Obligación de manutención
5. Convivencia familiar
6. Autorizacion para viajar
7. Familia sustituta
8. Colocación familiar
9. Adopción

**Este tema se encuentra en los artículos 345, 347, 358, 365, 385, 391, 394, 396,
406 de la LOPNNA**

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