Memoria Intervención en Fobia A La Oscuridad
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FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Máster en Intervención Psicológica en Ámbitos Clínicos y Sociales.
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Lidia Rodríguez Martínez.
PÁG.
PRIMERA PARTE
1. MEMORIA DE ACTIVIDADES …………………………. 2
SEGUNDA PARTE
1. RESUMEN ……………………………………………… 6
2. INTRODUCCIÓN ……………………………………… 6
3. MÉTODO ……………………………………………….. 46
3.1 Sujeto …………………………………………… 46
3.2 Diseño ………………………………………….. 46
3.3 Genograma familiar ………………………….. 46
3.4 Procedimiento ………………………………… 48
3.4.1 Evaluación …………………………………. 48
3.4.2 Análisis funcional del problema ………. 53
3.4.3 Diagnóstico ………………………………... 62
3.5 Tratamiento ……………………………………. 64
3.5.1 Procedimiento de las sesiones 65
Clínicas……………………………………….
3.5.2 Fases del tratamiento ……………………. 74
3.5.3 Desarrollo del tratamiento ………………. 92
4. RESULTADOS …………………………………………. 95
5. DISCUSIÓN ……………………………………………... 97
6. BIBLIOGRAFÍA …………………………………………. 100
ANEXOS ……………………………………………………... 106
1
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PRIMERA PARTE
Sin más, se procede a enumerar las principales funciones que han sido
llevadas a cabo:
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SEGUNDA PARTE
1. RESUMEN.
2. INTRODUCCIÓN.
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Nota: las cuatro primeras características coinciden con las propuestas por Marks (1969).
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La extinción tiene lugar tanto en el condicionamiento clásico (tras el estímulo condicionado no
se presenta el estímulo incondicionado), como en el condicionamiento instrumental (tras la
respuesta no se emite el reforzador).
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Figura 1. Miedos comunes en niños y adolescentes según las diferentes fases o periodos
evolutivos.
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b) El entrenamiento de padres.
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La lógica nos ha de llevar a pensar que si los padres son los que
conviven e interaccionan sin cese, normalmente, con los menores, son éstos
pues una de las principales fuentes en la génesis y mantenimiento de la
mayoría de las conductas problemas que presenten sus infantes o
adolescentes, independientemente de que su actuación sea más o menos
deliberada o premeditada. Asimismo, también son quienes inevitablemente
poseen un extraordinario potencial para generar a su vez verdaderos cambios
comportamentales, ya que son los que cuentan con mayor control sobre los
elementos más significativos del ambiente del niño. En consecuencia, parece
ser evidente que unos de los elementos responsables de los problemas propios
de la conducta infanto-juvenil, lo constituyen los excesos o carencias que
presentan los padres en sus repertorios conductuales a la hora de desempeñar
sus funciones como tal.
Por todo ello, es fastuoso que los padres aprendan la teoría y práctica de
los principios psicológicos que gobiernan el comportamiento infantil, para poder
asumir así una parte importante de la responsabilidad del tratamiento
psicológico que suele aplicarse mayoritariamente en el ámbito familiar por ser
éste como se ha mencionado en las líneas anteriores, donde principalmente
pasa el infante la gran totalidad del tiempo.
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respuesta a los problemas de conducta de sus hijos. Son dos las principales
razones por las cuales se aboga por el entrenamiento de padres:
3
Generalmente es una condición indispensable al hablar de intervención psicológica en la infancia.
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INSTRUMENTO PROPÓSITO
Entrevista con padres y/o hijos. - Determinar la naturaleza de las
interacciones problemáticas.
- Determinar las condiciones
antecedentes.
- Determinar las consecuencias que
acompañan a las conductas.
- Etc.
Escalas de evaluación conductual. - Obtener una medida de la percepción
de los padres sobre el niño/
adolescente (sesgos perceptivos en
la evaluación del comportamiento del
niño).
Observación directa. - Establecer patrones específicos de
interacción: determinar las variables
dependientes.
- Evaluar los cambios en las variables
dependientes atribuidos al
tratamiento.
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3. MÉTODO.
3.1 Sujeto.
3.2 Diseño.
Se ha empleado un diseño de caso único con medidas repetidas, antes
del inicio del tratamiento, durante el mismo, tras su finalización, y en el
seguimiento (al mes y a los tres meses), esto es, se trata de un estudio de caso
con línea base- tratamiento- pos tratamiento y seguimiento.
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2004
7
Sof ía
Hernández-
Rodríguez
3.4 Procedimiento.
3.4.1 Evaluación.
La evaluación se llevó a cabo en cuatro momentos temporales como se
ha aludido en el apartado 3.2 (Diseño), esto es, antes de comenzar la
intervención, durante la misma, después del tratamiento y en el seguimiento.
Hasta la fecha oficial de la presentación del documento escrito del presente
trabajo fin de máster, únicamente se han efectuado dos de los seguimientos
previstos (al mes, a los tres, a los seis y al año), en concreto el realizado al
primer y tercer mes, siendo éste mediante contacto telefónico, siendo
desconocida por tanto, la evolución más allá de la evidencia de la que se
dispone hasta el presente momento.
Por su parte, la evaluación inicial se llevó a cabo en las dos primeras
sesiones, empleándose para tal fin las siguientes técnicas de intervención: la
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2. Registros observacionales.
Los hetero- registros son llevados a cabo por la progenitora en
casa, efectuándose un total de dos. El primero de ellos se centra en
todos los detalles relevantes a partir del momento en el que a Sofía se le
instruye de que es la hora de ir a dormir, quedando registradas las
conductas de la menor en el momento de tener que marcharse a dormir,
la reacción de la madre, si la menor se despierta por la noche (hora y
número de veces), conducta y verbalizaciones, y respuesta o conducta
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emitida por la hija y por la progenitora ante las mismas (véase el Anexo
2).
El segundo de los registros sirve para analizar en qué situaciones
y momentos del día Sofía demanda la compañía de la madre o dice
tener miedo para realizar una conducta o actividad determinada, esto es,
un registro de evitación conductual (véase el Anexo 3).
3. Inventarios.
Los inventarios empleados para la evaluación de la fobia a la
oscuridad y la planificación del tratamiento fueron:
Escala de miedo a la oscuridad (Méndez y Santacruz,
1996): ha de ser cumplimentada preferentemente por
ambos padres por separado. Consta de diez ítems, nueve
de los cuales están basados en criterios del DSM-IV (APA,
1994), para el diagnóstico de fobia específica, más un ítem
de valoración global (ítem 10), esto es:
- Criterio A: intensidad del miedo a la oscuridad (ítem 1).
- Criterio B: reacciones al miedo a la oscuridad (ítem 2).
- Criterio D: evitación o escape de situaciones de
oscuridad (ítem 3), o alteración emocional en
situaciones de oscuridad inescapables y/o imprevistas
(ítem 4).
- Criterio E: repercusiones negativas o interferencia del
miedo a la oscuridad a nivel personal (ítem 5), familiar
(ítem 6), escolar (ítem 7), social (ítem 8), o malestar
clínico significativo (ítem 9).
Asimismo, el inventario comprende una escala de
respuesta de once puntos que oscila desde “nada de
miedo” a “muchísimo miedo”. La puntuación obtenida
puede fluctuar entre un mínimo de cero puntos y un
máximo de cien puntos.
Inventario de miedo a la oscuridad (Méndez, Orgilés y
Espada, 2005): está formado por un total de 46 ítems, que
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Tabla 4. Representación gráfica en base al modelo de las tres columnas del resultado
del análisis funcional.
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Hipótesis explicativa.
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discriminativo, ya que cada vez que Sofía se despierta por la noche y/ o llama
desesperadamente a su progenitora (o cuidador), ésta apresuradamente
acude, enciende la luz y conversa con la menor. Con el transcurrir del tiempo,
mediante el proceso de aprendizaje o condicionamiento clásico (véase la
Figura 3.), se ha generalizado la conducta fóbica o de ansiedad a otras
situaciones y contextos relacionados con cualquier estímulo o evento que
implique la oscuridad y/o soledad.
Cada vez que Sofía manifiesta las conductas sintomáticas, éstas han ido
seguidamente acompañadas de consecuencias reforzantes, esto es, el
mantenimiento es debido a un procedimiento de condicionamiento operante o
instrumental (véase la Figura 4.), en concreto, a través de reforzamiento
positivo y negativo. Mediante reforzamiento positivo, especialmente por la
atención que recibe la menor por parte de la madre o familiares, los reiterados
intentos de tranquilización mediante la racionalización o explicaciones de sus
miedos, se explica el aumento en la frecuencia, intensidad y variedad
topográfica conductual, con el fin último de escapar o evitar la oscuridad.
Asimismo, cada vez que los padres o familiares deciden acceder a las
peticiones de la menor y dormir junto a ella o acompañarla, por un lado,
fomentan que queden reforzados negativamente tanto ellos mismos -al dejar de
experimentar los sentimientos de culpabilidad, aflicción, irritabilidad, etc., tras
ver cesar en Sofía el estado de ansiedad y temor, al calmarse éste de modo
transitorio o momentáneo-, como por otro lado, el hecho de que la infanta,
logre huir sistemáticamente del enfrentamiento directo con el estímulo fóbico,
manteniendo éste su función aversiva.
De igual forma, los procesos cognitivos cumplen una función relevante
en la presente problemática, de modo que la tipología negativa y anticipatoria
de los pensamientos de la menor (de terror, sufrimiento e incertidumbre),
actúan como motor de arranque de activación de la respuesta fóbica, los cuales
se reafirman no por la peligrosidad o porque tenga lugar ningún acontecimiento
traumático o hecho desagradable en sí, si no porque debido al estado de
ansiedad que experimenta vivencia la situación como efectivamente aversiva.
Asimismo, el comportamiento maternal ha modelado la conducta de la
niña, al animarla a dormir juntas -cuando su marido trabaja de noche y no sitúa
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EI (Pesadillas, RI (miedo)
imágenes terroríficas)
EI ------ EC (oscuridad) RI (miedo)
EC RC (miedo)
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Refuerzo negativo:
Llanto,
peticiones, etc.
Fobia a la
oscuridad
Refuerzo positivo:
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-
Sofía Observadora
- Evitación oscuridad/soledad.
Imitación de - Verbalizaciones negativas
la conducta acerca de la luz, pasillo,
en general de la vivienda
Progenitora Modelo Conducta familiar.
EMISOR RECEPTOR
DE LA INFORMACIÓN DE LA INFORMACIÓN
(Narrados por las amigas del pueblo). y los miedos de Sofía a tales
situaciones y ambientes.
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3.4.3 Diagnóstico.
Diagnóstico clínico.
Tras la realización de la evaluación o exploración psicológica, se puede
concluir que Sofía presenta una fobia específica o fobia simple, de tipo
situacional, al cumplir con claridad todos los criterios establecidos por el DSM-
IV-TR (300.29):
A. Temor acusado y persistente que es excesivo o irracional,
desencadenado por la presencia o anticipación de un objeto o
situación específicos (Sofía presenta un miedo excesivo cuando
ha de exponerse o anticipa que debe hacerlo a la oscuridad).
B. La exposición a un estímulo fóbico provoca casi invariablemente
una respuesta inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma
de una crisis de angustia situacional o más o menos relacionada
con una situación determinada5. (En este caso en concreto, Sofía
cada vez que tiene que exponerse a la situación fóbica, manifiesta
las respuestas fisiológicas, cognitivas y conductuales descritas
con anterioridad).
C. La persona reconoce que este miedo es excesivo o irracional6.
(La menor admite que su miedo es descomunal pero que no
puede evitarlo).
D. La (s) situación (es) fóbica (s) se evitan o se soportan a costa de
una intensa ansiedad o malestar. (Sofía en la gran mayoría de las
ocasiones consigue escapar o evitar la situación temida, por lo
que se enfrenta tan sólo un número pequeño de veces con un
nivel de ansiedad elevado a dichas situaciones).
E. Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa, o el
malestar provocados por la (s) situación (es) temida (s) interfieren
acusadamente en la rutina normal de la persona, con las
relaciones laborales (o académicas) o sociales, o bien provocan
un malestar clínicamente significativo. (La fobia interfiere
significativamente en el desarrollo cotidiano de Sofía, ya que la
5
Nota: En los niños la ansiedad puede traducirse en lloros, berrinches, inhibición, o abrazos.
6
Nota: En los niños este reconocimiento puede faltar.
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Diagnóstico diferencial.
No se trata de un trastorno de angustia, ya que en la fobia específica la
persona manifiesta una respuesta de ansiedad inmediata, debido a su
anticipación o exposición al estímulo fóbico, no siendo una crisis de ansiedad
inesperada como ocurre en el trastorno de angustia, ni una ansiedad
permanente junto con un temor originado hacia la posibilidad de tener nuevas
crisis (más que a los objetos fóbicos propio de la fobia específica) como sucede
en el trastorno de angustia con agorafobia.
Tampoco se trata de un trastorno de estrés postraumático, ya que no se
encuentra la sintomatología característica de este trastorno, esto es,
reexperimentación del trauma, enajenación frente a los demás, incapacidad de
tener proyectos de futuros, etc.
Al no estar asociadas las conductas de evitación y ansiedad con la
obsesión, se descarta que sea un trastorno obsesivo compulsivo.
En el caso de la fobia social las situaciones temidas son estrictamente
las sociales (interacciones sociales o actuaciones en público), donde además la
persona teme ser humillado o evaluado negativamente por parte de los demás.
En la ansiedad por separación, el miedo y las conductas de evitación
surgen ante la posibilidad de ser separado de la persona hacia la que se tiene
el apego, por lo que se desestima dicha psicopatología por no tener relación
con en el caso que nos compete.
Por último, se trata de una fobia específica de tipo ambiental, porque no
es un miedo a un estímulo fóbico de tipo animal, situacional, sangre-
inyecciones-daño, u otros tipos, al diferir con éstos subtipos en el objeto fóbico
que causa la fobia específica.
3.5 Tratamiento.
El tratamiento aplicado ha sido cognitivo-conductual. Se ha llevado a
cabo una exposición en vivo al estímulo aversivo de modo sistemático y
paulatino, para contrarrestar las conductas de evitación y lograr soportar la
activación emocional. Asimismo, se ha facilitado que la menor adquiera una
serie de recursos y habilidades de afrontamiento para conseguir obtener una
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Primera Sesión.
Durante la primera sesión tiene lugar el establecimiento de la relación
terapéutica tanto con la menor como la progenitora. Sofía estuvo a los cuatro
años en el centro psicológico debido a otra demanda realizada por su madre en
aquél momento, no obstante, para elicitar un adecuado proceso terapéutico,
especialmente con mi persona por la novedad estimular que supone mi
presencia, se procede a la presentación y a evaluar el conocimiento que tiene
la niña sobre la figura y el rol del psicólogo, como parte fundamental de la
estrategia relacional, por tanto, como aspecto clave para facilitar el curso de la
intervención. A continuación, se reproduce el fragmento tal y como tiene lugar
en consulta.
PI: Sofía.
T: Muy bien Sofía, encantada. Yo soy psicóloga, ¿sabes para a qué nos
dedicamos los psicólogos?, ¿para qué servimos?
PI: Bueno un poco sí, ayudáis a la gente que está triste por alguna cosa que
le preocupa.
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T: Sí, efectivamente, los psicólogos como yo, nos dedicamos a trabajar con
niños para ayudarles en sus problemas, es decir, en aquellas cosas que les
inquietan e incluso les son una molestia en el transcurso de su día a día.
Normalmente, hablo con muchos niños, comprendo sus miedos y
preocupaciones. Quiero que sepas que este será un espacio donde
podremos hablar con plena confianza y respeto, por tanto, lo ideal es
hacerlo sin temores, ni vergüenza, ¿te parece bien?
PI: Sí, ajam, como lo he hecho ya otras veces con Luisa, ¿no?
PI: Sí.
… (Continua la entrevista).
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ingerir ciertos sabores y/o alimentos, y por consiguiente, a llevar una dieta rica,
amplia y variada en su contenido. En cuanto a sus rasgos de personalidad,
puede observarse que Sofía es extrovertida, sociable, expresiva, y una
pequeña gran líder.
Sin embargo, la menor desde el pasado mes de junio es reticente a
dormir sola, siendo incapaz de conciliar el sueño con naturalidad, dormitando
con la luz de la habitación o del pasillo encendida y con la puerta abierta,
habiendo observado los padres que inclusive en época estival, duerme con
pijama y en general con ropa en exceso -atendiendo a las condiciones
climáticas-, al parecer, según refiere la infanta, para sentirse más segura y
protegida. Asimismo, se despierta habitualmente varias veces a lo largo de la
noche, -especialmente cuando se encuentra en la vivienda de la progenitora-,
llamando insistentemente para que acudan a su habitación (con diversas
excusas o reclamos, por necesidad de ir al aseo, por tened sed, por haber
tenido una pesadilla, etc.) y una vez allí les narra los miedos y pesadillas que
está vivenciando y solicita que permanezcan a su lado hasta que se duerma
nuevamente o que pernocten con ella.
Tanto en el domicilio materno como en el paterno, Sofía posee un
dormitorio propio, no obstante, la madre admite estar cediendo cada día más a
dormir con ella, porque como ella misma verbaliza “a veces termino aceptando,
o incluso yo misma soy quien le planteo, el dormir juntas para evitar que se
despierte así y lo pase mal, y la verdad también porque llega un momento en el
que no puedo más, y estoy tan sólo a unos meses de mi primer examen y veo
que así voy tirando y controlando medianamente la situación…”. Asimismo, su
marido suele desempeñar su quehacer laboral en horario nocturno, lo que
parece ser un agente facilitador más para que Sara termine permitiendo esta
situación, ya que reproduciendo sus palabras textuales “no es lo mismo dormir
sola que con alguien al lado, si es que hasta a mí me da cosa de verme sola”.
En lo que respecta a los hábitos de sueño en la casa de su padre, la menor
duerme con él, ya que “mi cama la uso para poner mis cosas, mi ropa, mi
maleta y todo lo que llevo”. Finalmente, en la casa de los abuelos maternos, -
donde últimamente pasa bastantes fines de semana, e incluso varios días entre
semana, para así ayudar a la progenitora a poder dedicarse al estudio de forma
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Segunda Sesión.
Esta sesión se centra también en la evaluación, específicamente en la
administración a la madre de la Entrevista Sobre Miedos, Estrategias y
Respuestas de los Hijos, así como la Escala de Miedo a la Oscuridad. Por su
parte la menor contesta el inventario de miedo a la oscuridad y el inventario de
identificación de reforzadores personales y actividades preferidas.
En último lugar, se realiza una revisión de los registros enviados como
tarea para casa en la sesión anterior, y se le instruye a la progenitora para que
siga llevándolos a cabo y los traiga nuevamente en la próxima consulta.
Tercera Sesión.
Tras realizar la evaluación indicada, la tercera sesión se inicia revisando
los registro observacionales aportados por la progenitora. Asimismo, se da
paso a la entrevista de devolución, donde de modo específico, detallado y
ejemplificado se comentan los resultados de la evaluación efectuada.
En torno a la Entrevista Sobre Miedos, Estrategias y Respuestas de los
Hijos, la información recopilada permitió conocer y contrastar junto con los
registros observacionales, qué situaciones o actividades generaban en la
menor un miedo irracional, qué reacción presentaba la misma ante las mismas
y sobre todo, qué estrategias han sido empleadas, sin éxito hasta el momento,
por parte de los progenitores en su intento por controlar y redirigir la
problemática. En concreto, en la tabla nº 4 se pueden consultar los resultados
obtenidos.
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APARTADO RESULTADOS
Anamnesis Desarrollo prenatal, perinatal y postnatal dentro de lo
estimado o esperado. Normalidad.
Elicitación de miedos Cosas: Monstruos y fantasmas.
Situaciones: La oscuridad y/ o soledad, deambular por
los distintos habitáculos de la casa (especialmente el
baño y el pasillo); dormir sola en su cama.
Personas: Las personas desconocidas.
Reacción del niño ante los miedos Presenta respuestas de escape y/o evitación
(posponiendo mediante pretextos o escapatorias la
llegada del momento en el que ha de ir a dormir a su
cama); muestra claros signos de ansiedad; solicita
compañía. La frecuencia de estas conductas es
usualmente diaria, desembocándose la cadena tanto
en momentos temporales previos a la hora de ir a
dormir (pensamientos anticipatorios) como en el
momento de ir a dormir, llegando a tener lugar en
muchas ocasiones, varias veces en una misma noche,
teniendo frecuentemente una duración aproximada de
20 minutos.
Actuaciones de los padres ante las Tipo de técnica: Técnica Técnica no
reacciones de evitación o miedo de empleada por la empleada por la
sus hijos, y respuesta de los hijos progenitora: progenitora:
ante ellas Técnicas a, b, l
negativas
Técnicas (J*, k *) ,ñ
neutras
Técnicas f c, d, e, g, h, i, m,
positivas n
Respuesta de la menor: evitación de los estímulos
temidos, sin iniciativa propia al afrontamiento, ni a
mantenerse en la situación temida.
Comportamiento de los hijos y de los La gran mayoría de ocasiones actúa del modo indicado
padres de forma más específica en el apartado anterior de la presente entrevista, sin
embargo, admite que en ocasiones dependiendo de
las circunstancias (hora, nº de veces que esa noche se
ha despertado, agotamiento físico-mental, etc.) cambia
la estrategia o respuesta.
Las madre actúa al mismo tiempo que se está
produciendo la respuesta de temor, y afirma que las
reacciones de su hija dependen de las personas con
las que se encuentra, atendiendo al nivel de confianza7
que tiene con las mismas, siendo generalmente
inhibida la expresión de temor cuando se encuentra
con el padre (hecho corroborado por la menor
posteriormente), por miedo a la reacción o respuesta
de incomprensión y exaltación, y es experimentada
más levemente cuando está en casa de sus abuelos
*Técnica empleada por el progenitor según refieren madre e hija en las sesiones de evaluación.
7
Como terapeutas al analizar la situación concluimos que la respuesta o reacciones de temor
no sólo dependen del grado de confianza que la menor tiene con la/s persona/s que la
acompañan, sino también en base a la correspondiente discriminación de la relación de
contingencias.
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1. FASE DE PREPARACIÓN.
En la fase de preparación, tuvo lugar la clarificación de los objetivos
terapéuticos, la elaboración de la economía de fichas y por último, la
construcción definitiva de la jerarquía del miedo. Seguidamente se amplía y
detalla su contenido.
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ECONOMÍA DE FICHAS.
La economía de fichas creada de modo específico para el caso
fue la siguiente:
- Lista de conductas-objetivo: los comportamientos a incrementar
fueron:
Ir sola a las distintas estancias de la vivienda.
Ir a la cama tras el primer aviso.
Dormir sola en su cama.
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2. FASE DE APLICACIÓN.
La aplicación del tratamiento cognitivo-conductual implicó la aplicación
de las consiguientes técnicas y estrategias:
1. Entrenamiento a padres: La madre actúa como coterapeuta, por
tanto, se le entrena en las técnicas de evaluación y modificación
de conducta que estuvieron a la base del programa de
intervención aplicado (observación conductual, condicionamiento
operante, negociación, habilidades cognitivas, de modelado,
establecimiento de normas, límites e instrucciones, etc.). La
finalidad era dotarla de las competencias apropiadas que
posibilitaron la modificación de las contingencias de refuerzo
inadecuadas, y reforzar correctamente las conductas de
aproximación. Las sesiones clínicas se utilizaron para analizar los
(auto) registros, facilitar las pautas, motivar a ambas partes para
iniciar el proceso de cambio, moldear la conducta maternal con
relación a la problemática, revisar las tareas para casa, reforzar a
la progenitora y la hija por los adelantos, y controlar los problemas
que surgieron a lo largo del desarrollo de la terapia.
Asimismo, además del contacto directo o personal siempre se
posibilitó la vía telefónica para consultar cualquier duda que
surgiese, o inclusive si se viese conveniente adelantar o posponer
alguna de las sesiones.
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La lectura del cuento Tío Pies Ligeros (descrito más adelante) supuso una exposición en
imaginación (los doce capítulos que lo integran).
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Tabla 7. Estrategias y técnicas terapéuticas para salvar los inconvenientes del tratamiento.
ESTRATEGIA TÉCNICA
Reducir el grado de - Graduación de la interacción mediante la jerarquía
ansiedad que genera la ejecutando los ítems en orden de menor a mayor
interacción con el ansiedad.
estímulo fóbico.
Estímulos - Estimulación para el afrontamiento de las
discriminadores (ED) situaciones fóbicas mediante alabanzas verbales,
orientados a promover aprobación gestual o física.
la respuesta motora de - Modelado in vivo.
afrontamiento y - Extinción de las conductas inadecuadas o
disminución de la de sustentadoras de la respuesta fóbica.
escape/ evitación. - Reforzamiento positivo para el fortalecimiento de la
conducta de interacción con el estímulo fóbico.
- Retroalimentación positiva centrada en el progreso
terapéutico visualizado a través de una tabla de
progresos.
Habilidades de - Reestructuración cognitiva.
afrontamiento. - Métodos de relajación.
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que anticipas que has de hacer alguna cosa, como por ejemplo ir
al baño y por tanto, atravesar el pasillo de casa a solas, o ir a tu
habitación y dormir, los pensamientos que comienzan a venir a tu
cabeza son negativos (distorsión cognitiva: catastrofismo). Es
como si pasases a ser de repente un cuervo agorero y poco
bromista, este tipo de pensamientos se disparan, y comienzas a
recordar las historias de miedo que tus amigas del pueblo te
cuentan, las películas de terror que has visto, o lo que incluso tú
has llegado a imaginar que te podría pasar a oscuras, entonces
comienzas a ponerte nerviosa, ya sabes a temblar, a sudar, a
sentir cómo palpita rápidamente tu corazón y, a llamar a mamá
insistentemente para que venga a tu habitación y se acueste
contigo o para que te acompañe al aseo, porque en ese momento
eres como una avestruz aprensiva, que cava un hoyo en la arena
y mete la cabeza en él pensando que así se soluciona la cosa,
solo que tú en lugar de hacer un hoyo, optas por llamar a mamá
para que te haga compañía y para que así desaparezca el miedo
que sientes (distorsión cognitiva: estilo de afrontamiento evitador).
Eres incapaz de ver los aspectos positivos porque pareciese que
llevas unas anteojeras como los caballos de carreras, que te
impiden ver lo bueno de tener y poder disfrutar de una habitación
propia, una cama para una misma, y como no de disfrutar de
hacer cosas por ti misma sola (distorsión cognitiva: abstracción
selectiva)…”.
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3. FASE DE CONSOLIDACIÓN.
Una vez la niña afirmo no sentir miedo al estar sola y de ser capaz de
dormir sola, hecho corroborados por la progenitora, junto con la ejecución de
todos los ítems de la jerarquía, o sea, de todas las conductas de aproximación
a la oscuridad y/o soledad, se dio paso a iniciar la fase de la consolidación. En
concreto, se instruyó a la progenitora para que a partir de ese instante,
comenzase a llevar a cabo actividades cotidianas del día a día, de manera
natural, esto es, tirar la basura, ir a comprar, permitir que fuese a dormir a casa
de alguna amiga, ausentarse de la casa durante un tiempo prudencial 9, bajar a
por el correo postal, etc., para mantener y generalizar los logros terapéuticos. A
la siguiente sesión (novena), la progenitora informó de que no se dio ningún
comportamiento sintomático, había permanecido sola en casa en varias
ocasiones sin mostrar ningún signo de miedo y centrada en sus actividades tal
como cuando se marchó. Igualmente, dormía con la luz apagada y la puerta
prácticamente cerrada. En ese momento, tras valorar primordialmente la
conducta de ausencia de temor y evitación/escape, así como la necesidad que
presentaba la progenitora de disponer del mayor tiempo posible para la
9
No muy amplio teniendo en cuenta la edad de la menor y lo establecido al respecto por la legislación.
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4. RESULTADOS.
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12
Línea Base Tratamiento Alta Seguimiento
Puntuaciones en el registro de las conductas
10
8
problema
0
S1 S2 S3 S4 S5 S6 S7 S8 S9 Sgto.1M Sgto.2M
Sesiones clínicas y de seguimiento
5. DISCUSIÓN.
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6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
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