CEDIP Parte II
CEDIP Parte II
CEDIP Parte II
Introducción
La metrorragia de la segunda mitad del embarazo ocupa en nuestro país uno de los primeros
lugares como causa de mortalidad materna después de la hipertensión y el aborto y constituye
una causa importante de los ingresos de pacientes obstétricas a las unidades de tratamiento
intensivo. La mortalidad perinatal se debe principalmente a su asociación con prematurez e
hipoxia intrauterina.
Tabla 1
Causas de metrorragia durante la segunda mitad del embarazo
Momento del embarazo
Causa de la metrorragia
Anteparto x Metrorragia “idiopática”
x Desprendimiento prematuro de placenta
x Placenta previa
x Rotura de las membranas
1
no se ha verificado que la placenta esté normoinserta. Precisar la edad gestacional utilizando la
fecha de última regla (FUR), las ecotomografías previas y/o la ultrasonográfica actual, en
ausencia de otros datos.
Tabla 2
x Cervicitis
x Erosiones cervicales
x Pólipos endocervicales
x Cáncer cervicouterino
x Infecciones vaginales
x Várices vaginales y/o vulvares
x Cuerpos extraños
x Laceraciones genitales
2
3. Ultrasonografía al ingreso
Localización placentaria, vitalidad fetal, perfil biofísico (PBF), estimación de peso fetal
(EPF) y de la edad gestacional si no se dispone de información previa, evaluación del
líquido amniótico (LA), localización del cordón umbilical, etc.
Placenta previa
Definición y clasificación
La placenta previa es aquella que se inserta en el segmento inferior del útero. Tradicionalmente
se ha clasificado dependiendo de su ubicación en relación al orificio cervical interno en
placenta previa oclusiva total, oclusiva parcial, marginal y de inserción baja. Hoy en día, gracias
al empleo del ultrasonido es posible definir en forma simple y precisa la relación del borde
inferior de la placenta con el orificio cervical interno (ver tabla 4).
3
Frecuencia y mortalidad
Se presenta en alrededor del 0.5% del total de los partos. En las ecotomografías de
rutina del segundo trimestre, la placenta puede relacionarse con el orificio cervical
interno hasta en un 6% de las pacientes. Este hallazgo no debe ser considerado de
alarma en ausencia de sintomatología, ya que alrededor del 90% de las placentas previas
diagnosticadas antes de las 20 - 24 semanas están normoinsertas al término.
Condiciones asociadas
Tabla 4
Cuadro clínico
4
importante compromiso materno. Mientras más precozmente se presente el primer
episodio, mayor es el riesgo perinatal.
Diagnóstico
Manejo clínico
1. Nivel de atención
La paciente portadora de una placenta previa debe ser derivada a un centro terciario
de atención dado que el sangrado puede ser de curso impredecible, la resolución
quirúrgica del cuadro no está exenta de riesgos y se debe contar con banco de sangre
y unidades de cuidados intensivos para la eventual atención de la madre y/o del
recién nacido.
x Privilegiar la hospitalización
5
x En pacientes cuyo sangrado haya cesado por al menos 48 horas se puede
plantear el manejo ambulatorio
x Interrupción del embarazo hacia las 36-37 semanas
x Idealmente confirmar madurez pulmonar previo a la interrupción
x El resto de las indicaciones como en el punto anterior
Definición
Es la separación de la placenta de su inserción uterina después de las 20 semanas de
embarazo y antes del nacimiento del feto.
Frecuencia y morbimortalidad
Ocurre en aproximadamente el 1% de todos los embarazos. Puede poner en riesgo la
vida de la madre debido a la hemorragia y/o la coagulopatía de consumo asociada. La
mortalidad perinatal depende de la severidad del DPPNI y la edad gestacional en la que
se presenta.
Condiciones asociadas
Los principales factores de riesgo para el desarrollo de DPPNI se describen en la tabla 6.
Tabla 6
6
Cuadro clínico
Clasificación operacional
Tabla 7
Manejo clínico
1. Nivel de atención
Las pacientes con DPPNI que se encuentren en situación de urgencia (ver punto 2)
deben ser manejadas por el nivel que recibe a la paciente, procediendo a su traslado
a un centro terciario luego de resolver la urgencia y estabilizar a la paciente.
2. DPPNI severo:
7
Interrumpir el embarazo de inmediato por la vía más expedita. En casos de óbito
fetal, debe favorecerse un parto vaginal, pero es importante recordar que la muerte
del feto traduce un desprendimiento masivo, con alto riesgo de descompensación
hemodinámica y/o alteración significativa de las pruebas de coagulación.
4. Histerectomía. Tanto las pacientes que son sometidas a cesárea como aquellas que
resuelven el parto por vía vaginal pueden sufrir una hemorragia uterina como
8
consecuencia de la infiltración hemática del útero (útero de Couvaliere). La decisión
de practicar una histerectomía debe tomarse cuando el útero es incapaz de producir
retracción y disminución apropiada de la hemorragia luego de masaje,
administración de ocitocina intramiometrial y misoprostol en dosis de 400-600 mcg
por vía rectal. La histerectomía debe practicarse precozmente en pacientes con
alteraciones de la coagulación.
Rotura uterina
Definición
Factores de riesgo
1. Cicatrices uterinas
2. Traumatismo uterino
3. Trabajo de parto prolongado
Los signos clásicos son: dolor abdominal brusco, sufrimiento fetal agudo, sangrado
genital, shock, detención del trabajo de parto (elevación de la presentación al realizar
tacto vaginal), palpación fácil de partes fetales por vía abdominal y muerte fetal. El
signo más frecuente de sospecha es la alteración del registro de la frecuencia cardíaca
fetal. Su diagnóstico anteparto obliga a una cesárea de urgencia.
Ante el hallazgo de un útero roto, la decisión de practicar una histerectomía debe estar
basada en la integridad del órgano y en la percepción razonable de que se dejará un
útero que no requerirá reintervenciones por hemoperitoneo. La histerectomía subtotal es
una alternativa razonable cuando existen dificultades técnicas o el equipo quirúrgico no
es experimentado. Sin embargo, es esencial que el mismo equipo comprometa a la
paciente a seguir un programa de pesquisa de patología cervical en forma adecuada. En
pacientes con paridad cumplida es recomendable practicar una salpingoligadura
bilateral si se ha decidido conservar el útero.
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Conducta en el parto de pacientes con cesárea anterior
x Metrorragia
x Dolor abdominal con o sin irritación peritoneal
x Hipotensión
x Parto fórceps
Metrorragias “idiopáticas”
Se denomina así a los casos en que la paciente presenta una hemorragia genital en la
segunda mitad del embarazo, pero el estudio clínico y sonográfico no logra demostrar el
origen del sangrado. Es una causa frecuente de consulta. Generalmente se trata de
episodios de metrorragia autolimitados y de poca cuantía.
Las pacientes deben hospitalizarse por al menos 24-48 horas y someterse al estudio
diagnóstico y de laboratorio sugerido en “Estudio inicial de la paciente”. Si el sangrado
cede y el estudio es negativo, la paciente puede ser dada de alta a las 48-72 horas,
informándola del riesgo de repetir el episodio y del mayor riesgo de rotura de las
membranas.
10
anemia fetal. Aunque rara vez hay tiempo suficiente para realizarlo, puede recurrirse al
test de Apt, con el fin de determinar si la sangre que se pierde por vagina es de origen
fetal o materno. En un tubo de ensayo se colocan 5 ml de agua más 5 gotas de KOH y
se le agregan 3 gotas de sangre vaginal. Si es sangre materna virará a un color amarillo-
verdoso, mientras que si se trata de sangre fetal permanecerá de color rosado.
Introducción
Definición
Clasificación
Una forma simple de clasificar las causas de la hemorragia del post parto inmediato es en
sangrados de origen uterino y no uterino. En el 90% de los casos el sangrado es de origen
uterino, siendo éstos los más severos. Ver tabla 8.
11
Tabla 8
Causas de hemorragia del post parto inmediato
La inercia uterina es la causa más frecuente de metrorragia del post-parto. El 20% del gasto
cardiaco perfunde al útero grávido de término, esto es, unos 600 ml de sangre por minuto. Por
lo tanto, no debe sorprender que la falla en la retracción uterina luego del alumbramiento se
transforme, casi sin aviso, en una emergencia. Si bien la atonía uterina puede ocurrir en
cualquier paciente, existen factores predisponentes, los cuales se enumeran en la tabla 9. El
diagnóstico se establece al encontrar una hemorragia activa en presencia de un útero blando y
subinvolucionado.
Tabla 9
Factores predisponentes de inercia uterina Ejemplo
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125 a 200 ml/hr. No se recomienda el uso de dosis mayores de ocitocina por el
riesgo de intoxicación acuosa, secundario al efecto tipo hormona antidiurética que
tiene esta hormona.
x Una sonda Foley permitirá un adecuado control de la diuresis (se debe mantener una
diuresis mínima de 30 ml/hr).
13
x Se debe evitar la coagulopatía por transfusión, la cual produce principalmente
trombocitopenia e hipofibrinogenemia (los glóbulos rojos no contienen cantidades
significativas de plaquetas ni de factores de coagulación). Una forma rápida de
evaluar el estado de coagulación de la paciente mientras se esperan los resultados de
las pruebas, es el test del coágulo (ver tabla 10). Este consiste en dejar reposando
sangre en un tubo sin aditivos. A los 10 minutos se debe formar un coágulo estable,
lo que indica que el nivel de fibrinógeno es de al menos 100 mg/dL y que no existe
una coagulopatía importante.
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uréter. Se utiliza una aguja grande y se pasa una sutura de catgut crómico N° 1
profundamente en el miometrio. De persistir el sangrado también se pueden ligar las
arterias ováricas sin afectar la fertilidad futura.
Restos placentarios
Cuando ocurre una inadecuada separación de la placenta, sus restos pueden quedar
retenidos en el interior de la cavidad uterina. Se asocia frecuentemente con inercia
uterina. La mejor manera de solucionar este tipo de hemorragia es la pronta extracción
de los restos (revisión manual y/o instrumental). Además de ser una causa común de
metrorragia del post parto inmediato, los restos placentarios son también la causa más
frecuente de hemorragia en el post parto tardío.
Placentación anormal
La decidua normal constituye una barrera para la invasión anormal del miometrio por
parte del trofoblasto. Cuando el trofoblasto invade excesivamente el miometrio, la
15
placenta puede insertarse directamente en el miometrio (placenta acreta), extenderse en
el espesor de éste (placenta increta) o invadir más allá del peritoneo visceral pudiendo
invadir órganos vecinos como la vejiga (placenta percreta). Esta formas anómalas de
placentación se denominan en conjunto placenta acreta, y son raras en los embarazos
normales, pero pueden estar presentes hasta en el 5% de los embarazos con placenta
previa. Esto se debería a una menor irrigación sanguínea del segmento uterino lo cual
predispondría a una pobre decidualización. Las cicatrices uterinas por cesáreas previas
son también un factor predisponente para el desarrollo de placenta previa. Por esto no
debe sorprender la fuerte asociación entre placenta acreta, placenta previa y cesáreas
anteriores.
Inversión uterina
Para que se produzca una inversión uterina el cérvix debe estar dilatado y alguna
porción del útero estar lo suficientemente relajado como para poder prolapsarse.
Condiciones patológicas predisponentes son:
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x Extracción manual de la placenta
x Tracción excesiva del cordón umbilical durante el alumbramiento
x Presión inadecuada sobre el fondo uterino
x Uso inapropiado de uterotónicos durante el alumbramiento
x Placenta acreta
x Brevedad real de cordón
x Anomalías congénitas de la pared uterina o del cérvix
x Inserción fúndica de la placenta
x Partos de fetos macrosómicos
x Tumores uterinos.
Las condiciones funcionales que también pueden predisponer a la inversión son la relajación
de la pared uterina y las alteraciones de la contractilidad uterina. Además, se ha sugerido que
en la mayoría de los casos existe una predisposición congénita, secundaria a un defecto de la
musculatura uterina y/o su inervación.
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x De no lograrse la reposición uterina en forma conservadora se debe realizar una
reposición quirúrgica. La anestesia es muy importante en estos casos porque debe
manejarse el dolor que produce esta complicación y las maniobras para resolverla y,
además, porque se debe relajar la musculatura uterina y prevenir la contracción del
anillo cervical hasta lograr resolver el problema. Tradicionalmente se usaba el
halotano para lograr tanto la anestesia como la relajación uterina. Recientemente se
ha sugerido que es mejor evitar la anestesia general y usar tocolíticos. Las razones
expuestas para este cambio son el que es más fácil contar con tocolíticos que con un
anestesista, se evita la inducción anestésica en una paciente no preparada, se evita
usar halotano que tiene efecto depresor cardíaco directo en las concentraciones
requeridas para lograr la relajación uterina y que el efecto tocolítico del halotano
demora varios minutos. Los tocolíticos más usados son
x Una técnica por vía abdominal (Huntington) consiste en tomar el fondo uterino
invertido y los ligamentos anchos con pinzas Allis y luego ejercer una tracción
suave y sostenida hasta lograr llevar el fondo uterino a su posición normal. Si no se
logra el objetivo se puede utilizar una histerotomía longitudinal (Haultain) de
alrededor de 5 a 6 cm. en la zona inferior de la pared posterior del útero y a través
del anillo cervical, para así ampliar la abertura por donde debe pasar el fondo
uterino invertido. Luego de resuelta la inversión uterina se sutura la histerotomía (el
siguiente parto se debe resolver por operación cesárea).
x Spinelli describió el abordaje quirúrgico por vía vaginal. En éste, se debe disecar la
vejiga para separarla del cérvix y del segmento uterino y luego se secciona
transversalmente la pared anterior de la vagina sobre el anillo cervical. El anillo y la
pared anterior del útero también se seccionan hasta logra la reposición y luego se
repara el defecto.
x No está claro el rol de los antibióticos profilácticos luego de resuelto el cuadro, pero
creemos que su uso es recomendable. Ver resumen del tratamiento en la tabla 10.
18
Tabla 10
Las laceraciones y desgarros del tracto genital inferior y de la episiotomía son causas
frecuentes de sangrado en el post parto inmediato y deben ser reparados rápidamente.
Deben sospecharse cada vez que exista hemorragia genital con un útero retraído.
Hematomas
Los hematomas son una causa poco común de hemorragia en el post parto inmediato,
pero pueden llegar a poner en riesgo vital a la paciente. Los hematomas de las puérperas
se clasifican en pélvicos y vulvares dependiendo si se encuentran sobre o bajo el
músculo elevador del ano, respectivamente.
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Los hematomas pélvicos son una complicación rara pero grave del parto. Se producen
por el desgarro de vasos sanguíneos tributarios de la arteria hipogástrica. Esto puede
ocurrir luego de una operación cesárea con hemostasia inadecuada de las arterias
uterinas o después de una rotura uterina. Sin embargo, también pueden ser la
consecuencia de un parto vagina. Estos hematomas pueden expandirse hacia el
retroperitoneo sin hemorragia externa, por lo que la forma más común de presentación
es el shock hipovolémico.
Coagulopatías
Las coagulopatías pueden causar o exacerbar una hemorragia del post parto inmediato.
Tabla 11
Panel de coagulación
Valor normal Hallazgos en la coagulopatía
Test
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Lecturas recomendadas
1. Benedetti TJ. Obstetric Hemorrhage. In Obstetrics, Normal and Problem
Pregnancies by Gabbe SG, Niebyl JR and Simpson JL Eds, Churchill Livingstone,
Philadelphia, 1999.
2. Ripley DL. Uterine emergencies: atony, inversion and rupture. Obstet Gynecol
Clin North Am 1999; 26: 419-34
3. Konge JC and Taylor DJ. Bleeeding in late pregnancy. In High Risk Pregnancy by
James DK, Steer PJ, Weiner CP and Gonik B Eds. WB Saunders, London, 1999.
4. Arias F. Practical Guide to high risk pregnancy and delivery. Mosby Year Book , St
Louis, 1993.
La redacción de este capitulo estuvo a cargo de los doctores Enrique Gómez, Ricardo Gomez
21
DIABETES Y EMBARAZO
Las Normas Técnicas del Ministerio distinguen aquí dos situaciones clínicas:
Diabetes Gestacional propiamente tal : glicemias >/= 200 mg / dl a las 2 hrs. post carga
22
DIABETES GESTACIONAL
Definición
Epidemiología
Fisiopatología
Diagnóstico
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Glicemia >/= 140 mg /dl a las 2 hrs, en una prueba de tolerancia a la glucosa oral
efectuada con 75 gr. de glucosa.
Preparación
Alimentación sin restricción de hidratos de carbono al menos tres días antes de la
prueba
Realizar la prueba a primera hora de la mañana, después de ayuno de 10-14 horas
Durante la prueba, permanecer en reposo, sentada, sin fumar, ni beber, ni ingerir
alimentos
Metodología
Tomar primera muestra de sangre venosa en ayunas para glicemia
Administrar 75 gramos de glucosa disuelta en 250-300 ml de agua. Se recomienda
agregar jugo de limón 5-10 ml. Ingerir en 5 minutos.
Tomar segunda muestra para glicemia a los 120 minutos de la ingesta.
Valor normal para embarazada: < 140 mg/dl a las dos horas
24
Metodología de pesquisa de la diabetes gestacional.
TABLA 1
1º control de embarazo
( 1º trimestre )
Glicemia de Ayuno
DIABETES
GESTACIONAL < 140 mg/dl < 140 mg/dl
Sin diabetes
gestacional actual
25
A toda madre en el primer control del embarazo se le efectuará una glicemia en ayunas.
Si esta en mayor o igual a 105 mg /dl, se repetirá para su confirmación. Si la segunda
determinación es mayor o igual a 105 mg/ dl se hace el diagnóstico de Diabetes
Gestacional (D.G. - I )
Si la glicemia de ayunas es inferior a 105 mg / dl, se realizará una PTGO entre las 24-
28 semanas. Si la glicemia post carga es igual o superior a 140 mg / dl se confirma el
diagnóstico de Diabetes gestacional (D.G.- II). Si el recurso está disponible, es posible
repetir la PTGO a todas las embarazadas con factores de riesgo. En todo caso si durante
el embarazo aparece polihidroamnios o macrosomía, debe repetirse la PTGO entre 32-
34 semanas.
Diabetes Gestacional propiamente tal : glicemias >/= 200 mg/dl a las 2 hrs. post carga
Tratamiento
Objetivos obstétricos
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Objetivos Metabólicos
Nutrición y alimentación
Dieta
En general debe aportarse 30 – 35 kcal/k de peso ideal. Pacientes obesas debes recibir
una dieta con 25 kcal/k
Tipos de carbohidratos :
Recomendar polisacáridos y evitar el consumo de sacarosa ( azúcar de mesa)
Fraccionamiento de la alimentación :
Distribución en 3 ó 4 comidas y 2 colaciones
27
B.- Se indica tratamiento dietético en toda paciente con glicemias de
ayuno normal y post prandiales entre 120 – 200 mg /dl.
Insulinoterapia
El tratamiento con Insulina debe iniciarse con la paciente hospitalizada a menos que se
cuente con un policlínico adosado con especialistas en Diabetes y que sea capaz de
efectuar el seguimiento ambulatorio de las estas pacientes.
Pre-Mezclada
Humulin 30/70
(30% I.Rápida y 70%
NPH)
Mantiene un nivel
Ultralenta basal durante el
Humulin U día
28
Recordar que las pacientes con sobrepeso y obesas son más “resistentes” a la acción de
la insulina.
Situación clínica: en más de una ocasión la glicemia en ayunas es igual o mayor de 105
mg/dl
Iniciar la administración de Insulina de acción intermedia (NPH) con una dosis de 0,1 –
0,3 U/kg/día, administrando 2/3 de la dosis en la mañana y 1/3 de la dosis en la noche.
En una primera etapa del tratamiento el objetivo es lograr glicemias en ayuno normales,
lo que se obtiene con el fraccionamiento en las dos dosis señaladas. Una hiperglicemia
repetida en ayunas indica la necesidad de aumentar la dosis de insulina nocturna. La
misma situación en la tarde o antes de la cena, indica la necesidad de incrementar la
dosis de insulina matinal. Los controles post-prandiales determinarán la necesidad de
agregar insulina rápida (cristalina), ya sea en mezcla con la NPH si la hiperglicemia es
post desayuno o cena, o sola si se requiere antes del almuerzo u onces.
Situación clínica: las glicemias post prandiales a las dos horas son superiores a 120
mg/dl y las glicemias de ayuno son normales
Puede iniciarse insulina cristalina en pequeñas dosis, 2-4 U, antes de almuerzo y comida,
y antes del desayuno si fuera necesario.
Autocontrol
Idealmente toda paciente con Diabetes Gestacional debe autocontrolarse con glicemias
en sangre capilar.
Las pacientes que sólo requieren régimen, se autocontolarán con glicemias post
prandiales 3 – 4 veces por semanas y una vez a la semana glicemia de ayuno.
El control ambulatorio de las pacientes con D.G. se deberá hacer de acuerdo a las pautas
locales de control de Embarazo de Alto Riesgo. Se incluirá en estos controles :
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Pesquisa de bacteriuria asintomática
Estudio ecográfico periódico (crecimiento y anatomía fetal)
Doppler materno (prevención de pre eclampsia)
Evaluación de la unidad feto placentaria
RBNE semanal desde 32 – 34 semanas
PBF según necesidad
Interrupción electiva del embarazo con inducción de madurez pulmonar fetal según
riesgo de la patología asociada.
Vía de parto
30
Manejo durante el trabajo de parto
Puerperio
Si la paciente durante los 3 días post parto presentó glicemia de ayuno elevadas se
cataloga como Diabetes Mellitus y debe continuar tratamiento con un diabetólogo
31
Es obligatorio realizar a las 6 –8 semanas una nueva PTGO para reclasificar su
condición e iniciar el control si la PTGO resulta alterada
Definición
Prevalencia
32
Problemas maternos asociados a DPG
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Control
Una vez diagnosticado el embarazo, se debe extremar el control metabólico sobre todo
durante las primeras semanas para disminuir el riesgo de las malformaciones congénitas.
Realizar:
Tratamiento
Insulinoterapia
Régimen calórico e hidratos de carbono
Educación (autocontrol)
Actividad física
Control médico cada 2 semanas hasta la semana 28 y luego todas las semanas
Objetivos metabólicos
34
Insulinoterapia
Debe emplearse el recurso hospitalización cada vez que se estime conveniente, ya sea
para estudio ó ajuste de tratamiento.
Control obstétrico
Previos al embarazo
Hipertensión arterial
Clearance de creatinina < 50 ml / min.
Creatinina plasmática > 1,5 mg /dl
Proteinuria > 2 g / 24 h
Durante el embarazo
Cetoacidosis
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Pre eclampsia
Pielonefritis aguda
Proteinuria > 3 g/24 h
Falta de cooperación materna
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Situaciones especiales
Cetoacidosis diabética
Medidas de tratamiento:
37
En los años recientes se recomienda el tratamiento de la hiperglicemia por infusión
continua de insulina y, lo que resulta en una terapia más simple y con menos
complicaciones como hipoglicemia e hipocalemia observada con el tratamiento
tradicional por bolos de insulina.
Colocar dos vías venosas. Una para la terapia insulínica, la otra para la reposición de
volumen. Tomar exámenes de glicemia, electrolitos plasmáticos y cetonemia. Colocar
sonda foley, administrar oxígeno por mascarilla. Monitorice el feto si éste es viable.
Control de ciclo horario. Repita frecuentemente los exámenes.
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Lecturas recomendadas
La redacción de este capitulo estuvo a cargo de los doctores Gloria López , Alvaro Insunza, y
Ricardo Von Müllenbrock
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ENFERMEDAD HEMOLITICA PERINATAL
Introducción
La enfermedad hemolítica o eritroblastosis fetal es la enfermedad fetal y neonatal provocada
por incompatibilidad sanguínea materno-fetal, habitualmente al factor Rh. Dos tercios de los
casos de enfermedad hemolítica son debidos a incompatibilidad ABO; la madre tiene en su
suero anticuerpos contra los antígenos A, B o AB, presentes en los eritrocitos del feto. En
general, sin embargo, la enfermedad hemolítica ABO es leve o moderada, y no requiere
exanguíneo-transfusión, y, habitualmente, su hiperbilirrubinemia se controla bien con
fototerapia.
Existen otros grupos sanguíneos que pueden asociarse a enfermedad hemolítica (Tabla
I). La presencia de anticuerpos a estos antígenos se pesquisa igualmente a través del
Coombs indirecto en la madre. Su importancia relativa ha aumentado en los últimos
años, en la medida que la profilaxis de sensibilización por Rh ha reducido los casos de
esa enfermedad.
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hidrops y morir in útero por falla cardíaca congestiva, secundaria a la anemia hemolítica,
como se muestra en la Figura 1, que resume la patogenia de la enfermedad.
El título de anticuerpos que aumenta durante un embarazo incompatible nos da una idea del
rápido y sustancial incremento de los mismos que ocurre como respuesta a la cantidad de
antígeno que cruza la placenta. Las formas clínicas leves o moderadas pueden explicarse por
la inercia inmunológica que presentan algunas pacientes, la cual las protege de una
inmunización de novo.
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Factores condicionantes de inmunización
x Antecedente de transfusión incompatible
x Cónyuge Rh positivo
x Compatibilidad ABO fetomaterna: la incompatibilidad ABO en una paciente
Rh (-) confiere una protección parcial contra la isoinmunización primaria anti-
Rh, pero no así contra la respuesta inmunitaria secundaria. En la primera, los
glóbulos rojos inmunizados por incompatibilidad anti-A o anti-B son
secuestrados por el hígado, órgano no inmunológicamente activo, que no
produce anticuerpos anti-Rh. En una segunda respuesta inmunitaria, es el bazo
el que recibe el estroma globular, y produce anticuerpos anti-Rh.
x Número de embarazos
x Reacción individual
x Comportamiento placentario
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Respuesta inmunológica
La respuesta inmunológica primaria al antígeno Rh es lenta (requiere semanas a meses)
y los anticuerpos iniciales son IgM, de alto peso molecular (900.000), y no atraviesan la
placenta. Más tarde se producen IgG, de bajo peso molecular (160.000), especialmente
IgG1, que cruzan la placenta y ocasionan la hemólisis fetal.
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Toda mujer Rh (-) sensibilizada debe ser referida a un centro especializado, donde el
tratamiento de la madre y el niño pueda realizarse adecuadamente. El número de casos
que hoy vemos es significativamente menor que años atrás, de modo que no es posible
que en muchos sitios se posea la experiencia necesaria para el manejo individual de
casos frecuentemente graves. La mortalidad perinatal por eritroblastosis fetal fue
alrededor del 50% hasta 1945, año en que Wallerstein introdujo la
exanguineotransfusión. Este procedimiento redujo notablemente la mortalidad,
previniendo las muertes secundarias a kernicterus, pero no hizo nada por el 20 a 25% de
los niños con enfermedad hemolítica que morían hidrópicos (la mitad de los cuales
alcanza ese estado antes de las 34 semanas de gestación).
Manejo específico
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mediante Doppler color. En madres altamente sensibilizadas y/o con mala historia
obstétrica, la primera amniocentesis o velocimetría Doppler se realiza entre las 20 y
24 semanas de gestación. Si no es así, se practica alrededor de las 28 semanas.
5. Amniocentesis. En el líquido amniótico obtenido por amniocentesis se mide la
densidad óptica (DO) mediante espectrofotometría, en un rango que va de 300 a 700
mu de longitud de onda (LO). Se dibuja una curva espectrofotométrica en un
gráfico en que la abscisa representa la LO, que corresponde a la bilirrubina. A
mayor elevación de ese pico, mayor es la gravedad de la hemólisis fetal. La
diferencia de DO entre la lectura obtenida a 450 mU y la considerada normal para
esa edad de embarazo (línea recta entre puntos obtenidos a 375 y 550 mU), da un
valor (delta DO) que se traslada a un gráfico (Ver figura 5), donde la abscisa
corresponde a la edad gestacional en semanas, y la ordenada al delta DO, gráfico
que se halla dividido en 3 zonas (A, B y C de Liley). Los valores que caen en la
zona A corresponden a fetos no afectados o poco afectados. La zona B corresponde
a compromiso fetal moderado, y la zona C a compromiso severo (zona A
corresponde a valores a 0,08 delta DO; zona C a valores > 0,4). También puede
utilizarse una curva más reciente que incluye valores desde las 14 semanas de
embarazo (Figura 6).
45
6. Velocimetría Doppler de la arteria cerebral media. La determinación de la
velocidad máxima del flujo en la arteria cerebral media se basa en la relación
inversa que existe entre la densidad sanguínea y su velocidad. Por esta razón, los
fetos con anemia moderada o severa (con sangre menos viscosa) muestran un
aumento significativo de la velocidad en este vaso. Se prefiere la arteria cerebral
media porque presenta un ángulo cercano a 0 grados con respecto al haz de
ultrasonido, lo que resulta en un error mínimo al medir la velocidad del flujo. La
medición de la velocidad en arteria cerebral media posee una sensibilidad de
virtualmente un 100% en la identificación de la anemia fetal moderada o severa (es
decir aquellas que requieren transfusión, con hematocrito menor a 30%), con una
tasa de falsos positivos de un 12%. La figura 7 muestra el gráfico utilizado para
determinar si un feto se encuentra cursando con una velocidad máxima en arteria
cerebral media mayor a 1.5 múltiplos de la mediana, en cuyo caso se indica una
cordocentesis.
46
7. Cordocentesis. La incorporación de la cordocentesis o punción percutánea del
cordón umbilical al manejo de las madres Rh (-) sensibilizadas, constituyó un
quiebre revolucionario, porque permitió el acceso directo a la circulación fetal. Su
uso permite la tipificación de grupo y Rh fetal, así como el conocimiento del
hematocrito fetal. El procedimiento aumenta la sensibilización materna, de modo
que debe reservarse para casos en que se sospecha compromiso severo del feto. Si
la cordocentesis permite certificar un hematocrito fetal menor de 30%, el operador
debe estar preparado para proseguir inmediatamente con transfusión intravascular
directa. Si la cordocentesis establece que el grupo fetal es Rh (-), la madre puede
continuar su control habitual.
47
8. Evaluación ultrasonográfica. Cuando el feto está moderada a severamente afectado por
la hemólisis, ocurren cambios fisiopatológicos, varios de los cuales pueden detectarse
mediante ultrasonografía. Por esta razón, su uso permite complementar muy bien al
Coombs y a la espectrofotometría en el manejo de estas madres. La ultrasonografía es un
método seguro, no invasivo, y que generalmente identifica el feto que está sufriendo
hemólisis severa.
Signos ultrasonográficos de anemia fetal
x Efusión pericárdica
x Cardiomegalia
x Hepatomegalia
x Ascitis e hidrops fetal
x Polihidroamnios
x Aumento del grosor placentario (> 5 cm)
x Signos funcionales:
o Circulación hiperdinámica
o Aumento de la velocidad en territorio venoso
o Hallazgos sugerentes de aumento de presión
intra-auricular derecha
o Disfunción cardíaca progresiva
48
por enfermedad hemolítica es 5 a 10%, si bien la frecuencia de la enfermedad es
significativamente menor que en el pasado.
10. Dosis altas de gamaglobulina: el uso de altas dosis de gamaglobulina en los casos
severos de enfermedad hemolítica, 400 mg/kg/día, durante 5 días, en series de
tratamiento repetidas cada 15 a 21 días, es una terapéutica de reciente
implementación. Descrita originalmente en neonatos afectados de enfermedad
hemolítica, su uso prenatal ha permitido reducir el número de procedimientos
invasivos, posponiendo el agravamiento de la enfermedad a edades gestacionales
más avanzadas. Tiene un costo elevado. No debe utilizarse en fetos hidrópicos, ni
después de las 28 semanas.
49
5. Título de anticuerpos en gestación actual
6. Espectrofotometría de LA o medición de la arteria cerebral media
7. La vía del parto será vaginal, en lo posible, de acuerdo a compromiso fetal y
condiciones obstétricas. En pacientes altamente sensibilizadas y/o sin niños vivos,
generalmente sin condiciones obstétricas favorables, se preferirá la operación
cesárea.
Profilaxis anti Rh
1. Se basa en que la administración pasiva de un título alto de anticuerpos anti-Rh, en
forma de plasma o de concentrado de gamaglobulina, previene casi sin excepción la
inmunización de una madre Rh (-). La gamaglobulina anti-D hoy utilizada, es
preparada a partir del plasma de donantes Rh (-) hiperinmunizados, y a partir de
cultivos de tejidos. Desde 1985 todo el plasma utilizado ha sido testeado para HIV.
En el futuro, la gamaglobulina monoclonal reemplazará a la hoy empleada.
50
4. Se deben administrar 300 ug de gamaglobulina anti-D a toda mujer Rh (-) con
Coombs indirecto negativo y padre Rh (+), en los siguientes casos:
a. si tuvo parto de hijo Rh (+) con prueba de Coombs directa negativa, entre las 24 y
72 horas postparto.
51
4. Si el anticuerpo identificado es IgG, debe seguirse el título y manejar como si fuese
Rh (-) sensibilizada.
6. Los anticuerpos Lewis son los más frecuentemente encontrados entre los
anticuerpos irregulares, pero son IgM y no causan eritroblastosis fetal. El grupo
Lutheran (Lu) puede producir una anemia leve que se maneja en forma expectante.
52
FIGURA 1
Ac ant: Rh (IgG)
feto
anemia
hipoproteinemia
ictericia
hemorragia HIDROPS edema
edema (ascitis, hidrotórax, vellositario
hipoplasia pulmonar)
53
FIGURA 2
Embarazada
Rh (+) Rh (-)
Grupo y Rh Coombs
Coombs (-) Coombs (+) cónyuge (genotipo)
Rh (+)
Rh (-) (-) (+)
Control Manejo según
habitual Ac identificado
madre no madre
Control sensibilizada
sensibilizada
habitual
54
FIGURA 3
FLUJOGRAMA EN PACIENTES ISOINMUNIZADAS POR FACTOR Rh,
SIN ANTECEDENTES MATERNOS Y/O PERINATALES
55
FIGURA 4
Antecedentes de
hidrops o feto Otros antecedentes
muerto in utero
Ultrasonografía seriada
desde 16 semanas
56
Lecturas recomendadas
La redaccion de este capitulo estuvo a cargo de los doctores Enrique Oyarzún y Ricardo
Gomez
57
EMBARAZO MULTIPLE
Introducción
La incidencia de gestación gemelar es de aproximadamente 1 caso por 80 y la de
embarazos triples de 1 en 8000 recién nacidos vivos.
El embarazo gemelar puede ser mono o multizigótico y la relación entre ambos
tipos es de 1:2 respectivamente.
La gestación monozigota surge de la fertilización de un óvulo un espermio, la
cual da origen a un zigoto que luego se divide y da como resultado dos fetos con
idéntico genotipo. Las tasas de embarazos gemelares monozigóticos son constantes a
través del mundo. En cambio, la gestación multizigota resulta de la fertilización de
huevos separados por espermios separados, resultando fetos con distinto genotipo. Este
tipo de gestación varía según la raza, edad y paridad de la madre y en el último tiempo
se ha incrementado debido al creciente uso de técnicas de reproducción asistida y la
utilización de inductores de la ovulación. También se ha descrito un aumento de las
gestaciones monozigóticas con el uso de estas técnicas, por lo que no es correcto
clasificar de múltizigóticos a todos los embarazos múltiples que resultan de los
programas de fertilización asistida.
La placentación en los monozigóticos dependerá del momento en que ocurre la
división después de la fertilización. Si esta división ocurre en las primeras 48 horas el
resultado será una placentación bicorial-biamniotica, cuya frecuencia es del 30%. Si
ocurre entre los días 3 y 8 post-fertilización existirá una placenta única con dos sacos
amnióticos, resultando en una placentación monocorial-biamniótica que tiene una
frecuencia del 68%. En el 1% de los casos la separación sucede entre los días 9 y 12 y
se genera una placenta con un solo saco amniótico, resultando una placentación
monocorial-monoamniótica. Si la separación ocurre después de los 13 días se generan
siameses cuya ocurrencia es de 1 caso por cada 600 embarazos gemelares. Después de
los 17 días la división dará como resultado un embarazo único.
Los embarazos dizigóticos producen siempre una placentación del tipo bicorial-
biamniótica.
58
Tabla 1
Diagnóstico de embarazo múltiple
x Clínico
x Ecográfico
Diagnóstico de certeza:
número de fetos y sexo
número de sacos amnióticos
número de placentas
descartar fetos unidos
Tabla 2
Complicaciones maternas en embarazo
múltiple
x Gestosis e hiperemesis gravídica
x Preeclampsia
x Diabetes gestacional
x Anemia
x Síndrome edematoso
x Desprendimiento prematuro de
placenta
x Polihidroamnios
x Parto prematuro
x Mayor incidencia de parto cesárea
x Metrorragia postparto (inercia
uterina)
x Trastornos psicológicos post-parto
59
La morbi-mortalidad perinatal también está aumentada en los embarazos gemelares. El
riesgo de morir de un gemelo es 3 a 10 veces mayor comparado con el del producto de
una gestación única. La principal causa de este aumento en la mortalidad, como también
de la morbilidad es la prematurez. El 50% de los embarazos gemelares dobles y el 88%
de los triples se resuelven antes de las 37 semanas. El riesgo de nacer con bajo peso
(<2.500 gr) es 10 veces mayor en los gemelares dobles y aumenta 18 a 20 veces en los
casos de embarazos triples. En la tabla 3 se enumeran las principales complicaciones
fetales de los embarazos múltiples. En la tabla 4 se muestran algunas complicaciones
específicas según el tipo de embarazo gemelar que se trate. El peor pronóstico perinatal
lo tienen los embarazos gemelares monocoriales-monoamnióticos y el menor
corresponde a los embarazos bicoriales-biamnióticos, teniendo los embarazos
monocoriales-biamnióticos un pronóstico intermedio.
Tabla 3
Complicaciones fetales de los embarazos múltiples
x Aborto
x Pérdida de un feto: según la edad gestacional
<14 semanas: gemelo evanescente (sin riesgo)
>20 semanas: mayor riesgo, especialmente en
monocoriales
x Aumento de la mortalidad perinatal
x Prematurez
x Restricción del crecimiento intrauterino (simultáneos o
discordantes)
x Síndrome de transfusión feto-fetal (monocoriales)
x Polihidroamnios (PHA)
x Anomalías congénitas
x Entrelazamiento de cordones umbilicales
(monoamnióticos)
x Fetos unidos, pagos o siameses (monozigóticos)
x Colisión de gemelos durante el parto
x Mayor incidencia de lesiones neurológicas
60
Tabla 4
x Gestación monocoriónica:
transfusión feto-fetal
riesgo vital del gemelo superviviente en caso de muerte del otro gemelar después de las
20 semanas
x Gestación monoamniótica:
entrelazamiento de cordones
PHA
colisión de gemelos en el parto
Control prenatal
El resumen de las acciones obstétricas básicas que se deben llevar a cabo durante los
controles prenatales de las pacientes con embarazos gemelares de detallan en la tabla 5.
Tabla 5
Acciones obstétricas
x Educación e información precoz de los riesgos maternos y fetales y de las medidas precautorias, con
especial atención al riesgo de prematurez.
x Reposo relativo. Tomar medidas necesarias en especial en la madre que trabaja.
x Abstinencia sexual durante tercer trimestre.
x El reposo de ser en decubito lateral
x La dieta diaria desde el primer trimestre debe ser hiperprotéica, con abundantes líquidos y aportar
300 Kcals/d sobre los requerimientos normales, 60-80 mg/d de fierro elemental, 1500-2000 mg/d de
calcio y 1mg/d de ácido fólico.
x La ganancia de peso ideal es de 16 a 20 Kg durante el embarazo.
61
Vigilancia antenatal del embarazo múltiple
Una vez confirmado el diagnóstico de un embarazo múltiple, los esfuerzos del manejo
antenatal se deben concentrar en tratar de preveir el parto prematuro, vigilar el
crecimiento fetal y determinar el mejor momento y la mejor vía para el parto.
Tabla 6
Test Frecuencia
Ultrasonido x Semana 12: confirmar diagnóstico y determinar
corionicidad
x Semana 18-20: revisión de anatomía y placenta
x Semana 24-26: revisión de anatomía y
crecimiento fetal
x Semana 32-34: control del crecimiento
x Pre-parto: determinación de las presentaciones
fetales
Las medidas generales básicas que se deben llevar a cabo son las mismas que se
realizan en el manejo del trabajo de parto prematuro de un embarazo único. Estas se
detallan en el capítulo de parto prematuro.
Se debe tener en cuenta que la tocolisis con betamiméticos tiene un riesgo mayor de
producir edema pulmonar agudo en la madre cuando es utilizada en los embarazos
62
gemelares, por lo que se requiere de un adecuado control del balance hídrico y una
estricta monitorización de la madre.
Los parámetros que se usan para evaluar el crecimiento fetal en gestaciones únicas, así
como las técnicas de evaluación antenatal, han demostrado ser adecuados para la
evaluación del crecimiento fetal en las gestaciones múltiples. Ver capítulos respectivos.
63
secundaria al desbalance en el flujo de las anastomosis arterio-venosas placentarias que
comunican las circulaciones de ambos fetos. Esas alteraciones hemodinámicas llevan a
que uno de los fetos se comporte como un dador y el otro como un receptor.
RCIU
anemia
hipovolemia
oligohidroamnios (OHA)
Alternativas terapéuticas
64
La vigilancia antenatal estricta y la decisión del momento de interrupción deben llevarse
a cabo en un centro que cuente con unidades de alto riesgo obstétrico y de cuidados
intensivos neonatal.
La conducta es expectante con una vigilancia estricta del feto sobreviviente hasta
alcanzar una edad gestacional de aproximadamente 32 semanas o más, dependiendo de
la data de muerte del otro gemelar. Si bien el riesgo de coagulopatía materna es bajo, se
debe monitorizar la hemostasia materna con los exámenes de laboratorio disponibles en
cada centro (TP, TTPK, recuento plaquetario, fibrinogeno y/o PDF).
Gestación monoamniótica
Los gemelos monoamnióticos están asociados con un 50% de mortalidad perinatal. Esta
alta mortalidad se debe en parte al entrelazamiento de los cordones umbilicales.
Atención en el intraparto
Consideraciones generales.
Es fundamental el diagnóstico precoz de las complicaciones. Con esta premisa, la
conducta será similar a la descrita en el caso del parto de una gestación simple. Debe
tenerse especial consideración a la monitorización contínua de cada feto durante el
trabajo de parto. Además, debe tenerse en cuenta que después del nacimiento del primer
gemelar existe el riesgo de desprendimiento placentario y/o procidencia de cordón
umbilical del segundo gemelar.
65
Atención del parto
x el número de fetos
x las presentaciones fetales
x la edad gestacional
x la estimación del peso de cada feto
x la capacitación del personal involucrado en la atención del parto
x de los medios del centro hospitalario
Vía de parto
Existe evidencia clínica reciente que demuestra que la vía de parto más segura en un
embarazo único en presentación podálica independiente de la edad gestacional y del
peso fetal es la cesárea. Sin embargo, aún es prematuro prolongar esta evidencia hacia la
conducta en la vía de parto de un segundo gemelar en presentación podálica.
En los casos en que el primer gemelar está en una presentación no-vértice la vía de parto
se resolverá por operación cesárea. En la tabla 7 se enumeran las situaciones en las
cuales la vía de parto del embarazo gemelar debe ser la operación cesárea.
66
Tabla 7
Indicaciones de cesárea
La vía de parto recomendada en las gestaciones múltiples con tres o más fetos es el
parto cesárea, sin embargo la situación puede ser reevaluada caso a caso, de acuerdo a
lo reportado en la literatura.
Tabla 8
Cuidados post-parto
67
Lecturas recomendadas
2. Hays PM and Smelter JS: Multiple gestation. Clin Obstet Gynecol 1986; 29:
264-85
La redacción de este capítulo estuvo a cargo de los doctores Ernesto Villablanca y Rogelio
González
68
CARDIOPATIAS Y EMBARAZO
Introducción
La enfermedad cardiovascular materna es la principal causa de mortalidad no obstétrica en la
embarazada. Se estima que está presente en 1% de los embarazos. Los progresos
alcanzados en el cuidado obstétrico y en la prevención y tratamiento de las
enfermedades cardiovasculares han permitido reducir en forma considerable los
riesgos de esta asociación.
69
Tabla 1. Cambios hemodinámicos durante el embarazo normal
Parámetro Cambio
Síntomas
Disnea progresiva
Ortopnea
Diseña paroxística
nocturna
Hemoptisis
Síncope de esfuerzo
Angor de esfuerzo
70
Tabla 3. Signos indicadores de cardiopatía en la mujer embarazada
Signos
Cianosis
Hipocratismo digital
Soplo diastólico
Cardiomegalia
I Asintomática
Sintomática con actividad
II
moderada
Sintomática con mínimos
III
esfuerzos
IV Sintomática en reposo
71
Tabla 5. Riesgo materno de la cardiópata embarazada
Mortalidad Cardiopatía
72
Tabla 8. Complicaciones cardiovasculares mayores en la embarazada
Complicaciones
Endocarditis infecciosa
Tromboembolismo
pulmonar
Arritmia
Miocardiopatía periparto
Cardiopatías y embarazo
VALVULOPATÍAS ADQUIRIDAS
Estenosis mitral
La cardiopatía más frecuente y la que más problemas plantea en nuestro medio es la
estenosis mitral, que afecta al 90% de las embarazadas con secuela reumática. Un 25%
de ellas desarrolla síntomas por primera vez durante el embarazo. Se produce elevación
de la presión en la aurícula izquierda, las venas pulmonares y el capilar pulmonar que
puede culminar en edema pulmonar agudo, con alta probabilidad de muerte si no se
trata oportunamente. Además, la hipertensión auricular izquierda puede desencadenar
flutter o fibrilación auricular con mayor aceleración de la frecuencia cardíaca y mayor
elevación de la presión auricular.
El tratamiento de las pacientes con estenosis mitral cerrada debe estar dirigido a
controlar la frecuencia cardíaca y a reducir el volumen circulante (ver tabla 9). Esto se
logra con la reducción de la actividad física, el uso de betabloqueadores y diuréticos y
un régimen. Sólo excepcionalmente y en casos extremos (paciente con edema pulmonar
refractario) se puede plantear la valvuloplastía con balón o comisurotomía. En el caso
de mujeres con estenosis mitral moderada o cerrada (área vavular < 1,5 cm2) con deseos
de embarazarse, es recomendable plantear la posibilidad de corrección de la lesión antes
del embarazo, independiente de los síntomas.
73
Tabla 9. Manejo de la embarazada con estenosis mitral
Manejo
Estenosis aórtica
Es poco frecuente que esta valvulopatía se asocie a la gestación. El embarazo en
estas pacientes puede ser de alto riesgo para la madre y el feto. En estas pacientes
el embarazo es de bajo riesgo cuando son asintomáticas, el electrocardiograma
(ECG) es normal y la función ventricular izquierda es ecocardiográficamente normal.
Si controles de doppler seriados muestran caída en las velocidades transvalvulares,
significa que el aumento del débito sistólico no es adecuado. En este caso las
pacientes pueden desarrollar angina o disnea, las que deben ser tratadas con
hospitalización y betabloqueadores, si la función ventricular lo permite. Está descrito
durante el embarazo, el uso exitoso de valvuloplastía con balón, la cual está
reservada sólo para aquellos casos en que no es posible que el feto sea viable sin la
corrección de la estenosis y que las condiciones ecocardiográficas de la válvula sean
favorables para esta técnica.
74
Las pacientes con prótesis mecánicas requieren de anticoagulación. Durante el
embarazo se produce un estado de hipercoagulabilidad, por una mayor concentración
de los factores de la coagulación circulantes, un recambio plaquetario más rápido y una
actividad reducida del sistema fibrinolítico. Esto determina un mayor riesgo de
trombosis valvular y tromboembolismo. Por lo tanto, el tratamiento anticoagulante es
fundamental en este grupo de mujeres. Tanto los cumarínicos como la heparina
presentan problemas en relación al embarazo y al parto (ver tablas 10, 11 y 12). A pesar
de los riesgos del uso de anticoagulantes durante el embarazo, en el 70 a 80% de los
casos se puede obtener un embarazo libre de complicaciones maternas y fetales en este
grupo de mujeres.
Anticoagulantes y embarazo
75
Tabla 11. Efectos de los cumarínicos en el embarazo
Aborto (15-30%)
Primer trimestre Embriopatia (4%): hipoplasia nasal, epífisis punteadas
Manejo
Miocardiopatía hipertrófica
En general el embarazo es bien tolerado. El manejo de estas pacientes debe orientarse a
mantener un buen retorno venoso y volemia y a disminuir la fuerza contráctil del
miocardio.
Cardiopatías congénitas
El número de mujeres portadoras de cardiopatías congénitas que alcanzan la edad fértil
es cada día mayor. Muchas de ellas son capaces de concebir, y en la gran mayoría de los
76
casos, existe una corrección quirúrgica parcial o total de su anormalidad cuando se
embarazan. En la gran mayoría de las mujeres con cardiopatías no cianóticas el
embarazo es bien tolerado. Las pacientes con compromiso funcional y/o cianosis
pueden complicarse con insuficiencia cardíaca, arritmias e hipertensión. La capacidad
funcional materna y la cianosis también influyen en el resultado perinatal. Se ha descrito
un 45% de aborto en pacientes cianóticas versus un 20% en no cianóticas, así como
mayor incidencia de prematurez y bajo peso para la edad gestacional, directamente
relacionados a los niveles de hemoglobina y hematocrito maternos. El riesgo de
morbimortalidad fetal también es mayor cuando la capacidad funcional materna inicial
es peor puede ser hasta 50% en cardiopatías cianóticas.
Las mujer portadora de una cardiopatía congénita tiene un 5 a 10 % de posibilidad que
su descendencia tenga una anormalidad cardíaca. Esto es especialmente cierto en
pacientes con obstrucción del tracto de salida del ventrículo izquierdo como, la
estenosis valvular aórtica o la coartación aórtica, en que el riesgo de anomalías
cardíacas fetales se aproxima a 20%. Si el feto está afectado, la anomalía fetal es
concordante con la anomalía materna en el 50% de los casos. Por lo tanto, a todas las
madres con cardiopatías congénitas se les debe efectuar estudios ecocardiográficos
fetales para documentar el crecimiento fetal y pesquisar eventuales anomalías.
Coartación de la aorta
El embarazo en mujeres con coartación aórtica no complicada es bien tolerado. Sin
embargo, estas pacientes pueden presentar complicaciones como hipertensión arterial,
insuficiencia cardíaca y angina. Además, están expuestas a la disección aórtica,
hemorragia cerebral por rotura de aneurismas intracraneanos y en raras ocasiones a
endocarditis infecciosa, con una mortalidad materna que puede fluctuar entre el 3 y 8%.
Por estos motivos es preferible que la malformación sea corregida con anterioridad al
embarazo. Si se produce un embarazo en una paciente con una coartación aórtica no
corregida, es fundamental la restricción de la actividad física, el buen manejo de la
hipertensión y la hospitalización precoz.
Síndrome de Marfan
Las pacientes con este síndrome presentan mayor riesgo de disección y rotura aórtica
durante el embarazo y el 50% de su descendencia puede estar afectada por esta
enfermedad. Por eso las mujeres portadoras de este síndrome deberían evitar el
embarazo. El pronóstico depende de la dilatación aórtica previa al embarazo. Si no
existe dilatación y el compromiso cardiovascular es leve, el riesgo de complicaciones es
bajo. Si el diámetro de la aorta previo al embarazo es igual o mayor de 4,5 cm o si se
observa dilatación progresiva de la aorta, existe alto riesgo de complicaciones que se
pueden presentar desde el segundo trimestre hasta 6 meses postparto. Durante el
embarazo, se recomienda restringir la actividad física, betabloqueadores para disminuir
la fuerza contráctil del miocardio y efectuar control ecocardiográfico seriado hasta 6
meses postparto para detectar cambios en el diámetro aórtico. Además, se debe utilizar
una buena analgesia durante el trabajo de parto, evitando la inducción y favoreciendo el
parto vaginal. Si el diámetro de la aorta es mayor de 4,5 cm es preferible efectuar una
cesárea. En caso de dilatación aórtica o progresión de la dilatación, debe plantearse
cirugía aórtica. Por esta razón es recomendable que tanto el embarazo, como el parto se
resuelvan en un centro donde exista el recurso de cirugía cardiovascular por si esta fuera
necesaria.
77
Miocardiopatía periparto
Esta es una miocardiopatía dilatada que se desarrolla en mujeres con corazón normal,
entre el tercer trimestre del embarazo y los primeros 6 meses postparto. Su incidencia es
de 1:10,000 partos. Se presenta con mayor frecuencia en mujeres de mayor edad,
multíparas, con síndrome hipertensivo del embarazo y con embarazo gemelar. Su
etiología es desconocida. El pronóstico está directamente relacionado a la regresión de
la cardiomegalia durante los primeros 6 meses de evolución. Alrededor del 50 a 60% de
las pacientes normalizan su función ventricular y su capacidad funcional, pero el resto
presenta deterioro progresivo con mortalidad precoz o pueden también evolucionar
hacia insuficiencia cardíaca crónica. La mortalidad fetal fluctúa entre el 10 y 30%
cuando se produce insuficiencia cardíaca durante el embarazo. En estas pacientes se
debe contraindicar un nuevo embarazo, por la posibilidad de recidiva con alta morbi-
mortalidad materna, especialmente en mujeres con daño miocárdico residual.
Arritmias cardíacas
La percepción de palpitaciones o de arritmia extrasistólica es frecuente durante el
embarazo. La mayoría de las veces esta manifestación corresponde a una taquicardia
sinusal (por aumento del débito cardiaco y la anemia fisiológica propia del embarazo) o
a extrasístoles que pueden ser supraventriculares o ventriculares. Estos síntomas no
requieren tratamiento farmacológico y sólo es suficiente tranquilizar a las pacientes. El
embarazo puede contribuir a gatillar arritmias paroxísticas con sustrato
electrofisiológico, especialmente taquicardias paroxísticas supraventriculares por
reentrada nodal o por un haz paraespecífico. En estos casos el empleo de quinidina,
asociado o no a propanolol en dosis bajas puede ser útil para prevenir recurrencias. La
instalación de una fibrilación auricular rápida debe ser manejada como una emergencia
médica, por ser una de las principales causas de descompensación e insuficiencia
cardíaca, especialmente en las valvulópatas. Si no se logra controlar con drogas se debe
efectuar cardioversión eléctrica, la cual tiene con bajo riesgo para el feto.
Profilaxis de endocarditis
Se ha documentado bacteremia en el 1 a 5% de los partos vaginales normales. Se
sugiere efectuar profilaxis de endocarditis con los esquemas descritos en la tabla 13, en
las patologías cardíacas enumeradas en la tabla 14.
78
Tabla 13. Profilaxis de endocarditis infecciosa en la cardiópata embarazada
79
Tabla 15. Drogas de uso habitual en cardiología y su riesgo fetal
Cardiopatías y lactancia
En las cardiópatas sin compromiso hemodinámico no existe contraindicación para la
lactancia. Pero si está contraindicada en las pacientes descompensadas, dada la mayor
demanda hemodinámica que significa. Si la madre está recibiendo medicamentos, se
debe evaluar en cada caso si estos pasan a la leche materna y determinar los posibles
efectos sobre el recién nacido. En las pacientes con tratamiento anticoagulante oral no
es necesario suspender la lactancia.
80
Tabla 16. Cardiopatías con sugerencia de evitar embarazo por alto riesgo de vida
materno y fetal
81
Anticoncepción hormonal (combinada de estrógenos y
progestágenos) Sus efectos adversos sobre el sistema cardiovascular dependen
directamente de la dosis hormonal del anticonceptivo. Los anticonceptivos hormonales
orales pueden producir mayor incidencia de hipertensión arterial, tromboembolismo,
hiperlipidemia y retención de líquido. No es recomendable su uso en las pacientes
portadoras de prótesis valvulares, hipertensión pulmonar, estenosis mitral con fibrilación
auricular o crecimiento auricular izquierdo, enfermedad coronaria, miocardiopatía e
hipertensión arterial. Se podrían utilizar los de bajo contenido estrogénico (20 mcg de
etinilestradiol) en pacientes portadoras de algunas valvulopatías o cardiopatías
congénitas sin repercusión hemodinámica.
82
x Vigilancia fetal estricta.
x Hospitalización de la madre algunos días antes del parto.
x Esperar el inicio espontáneo del trabajo de parto, favoreciendo el parto vaginal.
Decisión caso a caso sobre la conveniencia de la aplicación de forceps durante el
expulsivo. Efectuar operación cesárea sólo si hay indicación obstétrica o en
cardiópatas con capacidad funcional III o IV. Las 48 hr periparto son críticas,
siendo fundamental el manejo acucioso del balance hídrico y la monitorización
estricta de la presión arterial, de la frecuencia cardiaca y de la diuresis.
x Anestesia de conducción (peridural) administrada en forma precoz.
x Profilaxis de endocarditis infecciosa (ver tablas 13 y 14).
x Tratamiento de la descompensación cardíaca y de las arritmias en la forma
habitual. La instalación de fibrilación auricular rápida debe ser manejada como
una emergencia médica, por ser una de las principales causas de
descompensación e insuficiencia cardíaca, especialmente en las valvulópatas. Si
no se logra controlar con drogas se debe efectuar cardioversión eléctrica.
83
Lecturas recomendadas
1. Mendelson M, Lang R. Pregnancy and cardiovascular disease. Barron W,
Lindheimer M, editores. Medical disorders during pegnancy. 3ª edición.
Mosby. 2000. Pags 147-92.
2. Kleinman Ch. Cardiovascular disease. Queenan J, editor. High Risk
pregnancy. 4ª edición. Blackwell Science 1999. Pags 204-35.
3. Caulin-Glaser T, Setaro J. Pregnancy and cardiovascular disease. Burrow
G, Duffy T. Medical complications during pregnancy.. 5ª edición. W.B
Saunders 1999. Pags 111-34.
4. Clark S. Cardiac disease in pregnancy. Reece A, Hobbins J, editores.
Medicine of the fetus and mother. 2ª edición. Lippincott-Raven 1999.
Pags 1021-34.
84
COLESTASIA INTRAHEPATICA DEL EMBARAZO
Introducción
Cuadro clínico
Tabla 1. Diagnóstico
diferencial de la CIE
Hepatitis viral.
Colelitiasis-colédocolitiasis.
Enfermedades parasitarias.
Enfermedades dermatológicas.
Algunos trastornos metabólicos.
85
intensa que disminuya los niveles hepáticos de vitamina K y por lo tanto interfiera con
la síntesis de factores de coagulación. Esto ocasiona una reducción en los niveles de
protrombina.
Esta condición presenta una alta, aunque oscilante, prevalencia en Chile y Escandinavia,
siendo infrecuentemente diagnosticada en otros lugares del mundo. Este es uno de los
elementos más curiosos asociados a la enfermedad, pues a partir de 1970 su incidencia ha
disminuido en estos dos países, sin una explicación convincente. En Chile, previo al año 1985,
la incidencia de la enfermedad era de hasta un 15%, mientras que hoy en día no supera el 2%
de los embarazos. La prevalencia actual de esta condición oscila entre un 1 a 2% del total de
partos.
Etiología
Se desconoce la etiología de esta enfermedad pero hay datos que indican que existiría
un componente genético sobre el cual un aumento en los niveles de esteroides sexuales
con actividad estrogénica generarían un trastorno colestásico intrahepático.
Se suele considerar a esta entidad como una enfermedad primaria del hígado, con
efectos sistémicos secundarios, los cuales producen escasos efectos sobre la madre,
pero comprometen el pronóstico fetal. Entre los efectos de la enfermedad se menciona:
86
Efectos sobre la madre.
Se han demostrado trastornos del metabolismo energético del glóbulo rojo fetal y
alteraciones de la función placentaria, encontrándose que en placentas obtenidas de
pacientes con CIE, existe una reducción de la actividad de las enzimas que
metabolizan esteroides y xenobióticos. En pacientes con CIE se ha demostrado que
existe una anormalidad en la arquitectura de la actividad contráctil uterina durante el
embarazo, y una mayor sensibilidad del miometrio “in vitro” e “in vivo” a la ocitocina,
lo que podría explicar el aumento en la incidencia de parto prematuro reportado para
esta condición.
87
4. aparición de enfermedades asociadas.
88
6. Ante la existencia de patologías asociadas a la CIE, se decide el momento de la
interrupción dependiendo del tipo y severidad del cuadro coexistente.
89
Lecturas recomendadas
La redacción de este capitulo estuvo a cargo de los doctores Manuel Sedano y Alfredo
Germain
90
INFECCIONES CÉRVICO-VAGINALES Y URINARIAS
DURANTE EL EMBARAZO
INFECCIONES CÉRVICO-VAGINALES
En forma genérica, las infecciones vaginales pueden definirse clínicamente por una
alteración de la ecología microbiológica vaginal que habitualmente resulta en uno o más
de los siguientes síntomas y signos:
Vaginosis bacteriana
La vaginosis bacteriana es la consecuencia de un crecimiento anormal de las formas
potencialmente patógenas en la vagina (Gardnerellas, Micoplasmas, Mobiluncus,
Bacteroides), por sobre la población de Lactobacilus, lo que produce una alcalinización
del pH vaginal. Puede ser sintomática (con flujo vaginal) o asintomática.
Relevancia
Las pacientes con vaginosis bacteriana pueden desarrollar un flujo vaginal
particularmente molesto por su cuantía y mal olor. Además, las portadoras de esta
infección tienen 2 a 3 veces más riesgo de desarrollar un parto prematuro (por trabajo de
parto prematuro y rotura de membranas de pretérmino) e infecciones puerperales. Sin
embargo, el desarrollo de estas complicaciones se concentra en pacientes con factores
de riesgo, tales como:
Esto significa que existe una población más susceptible de tener un parto prematuro
(por factores inmunológicos, cervicales, isquémicos, etc.), en que la vaginosis
bacteriana es sólo un factor etiopatogénico más.
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Frecuencia
La vaginosis bacteriana es una enfermedad prevalente. Su frecuencia en nuestro medio
varía dependiendo del grupo estudiado:
1. Embarazadas normales, 26 %
2. Rotura prematura de membranas de pretérmino, 35 %
3. Parto prematuro con membranas intactas, 43 %
4. Pielonefritis aguda del embarazo, 32%
Diagnóstico clínico
La forma más simple para diagnosticar la vaginosis bacteriana es la utilización de 2 o
más de los criterios clínicos descritos en la tabla 1:
Diagnóstico microbiológico
El diagnóstico definitivo de vaginosis bacteriana se realiza mediante la tinción de Gram
de secreciones vaginales. Para ello se utiliza una escala de 0 a 10 (criterios de Nugent)
que compara la proporción de formas indígenas vaginales (Lactobacilos) versus
patógenos potenciales como Gardnerella vaginalis, Mobiluncus, y Bacteroides. Cuando
el valor calculado es > de 6 se establece el diagnóstico de vaginosis bacteriana. Sin
embargo, dado que este examen requiere la participación de un observador
experimentado, recomendamos privilegiar el diagnóstico clínico en la toma habitual de
decisiones.
Manejo
1. Pacientes sin factores de riesgo
x Tratamiento local con metronidazol (óvulos vaginales de 500 mg al día, por 1
semana) o clindamicina (crema u óvulos vaginales, 1 dosis diaria por una
semana; oral, ver más adelante).
x No se requiere tratamiento de la pareja
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2. Pacientes con factores de riesgo
x Tratamiento sistémico oral con metronidazol (250-500 mg c/8-12 horas x 7
días) o Clindamicina (300 mg cada 8 horas x 7 días)
x No se requiere tratamiento de la pareja
x Salvo excepciones, la desaparición de la sintomatología puede ser
considerada suficiente como índice de éxito terapéutico.
Las pacientes sin factores de riesgo debieran tratarse para mejorar su sintomatología vaginal.
Las pacientes con factores de riesgo deben tratarse por vía oral porque es posible que el
tratamiento reduzca la tasa de partos prematuros, aunque este punto es controversial. Durante
el primer trimestre, el tratamiento puede realizarse primariamente con clindamicina, pero existe
un acuerdo creciente de que el metronidazol también puede administrarse en forma segura.
Relevancia
La sepsis neonatal por EGB tiene una prevalencia de 1-3 por mil recién nacidos vivos
en la población general y de 14 por mil en las pacientes colonizadas. Esta cifra aumenta
a un 41 por mil si además la paciente posee factores de riesgo que hagan al niño más
susceptible de desarrollar la enfermedad. Estos factores de riesgo se describen más
adelante. Si el recién nacido desarrolla una sepsis neonatal (bacteremia, neumonia o
meningitis), su riesgo de morir (letalidad) es de 5-15%, mientras que alrededor de un
20% de los sobrevivientes desarrollará secuelas neurológicas. Además del riesgo
neonatal, el EGB se ha asociado con enfermedades maternas tales como la bacteriuria
asintomática, infección intrauterina, muerte fetal, e infecciones puerperales.
Frecuencia
Cuando se utilizan medios selectivos, la prevalencia de colonización vagino-perineal por
estreptococo grupo B en nuestro medio es de 16% (5-40% en otros países) a las 35
semanas de embarazo. La colonización es habitualmente asintomática. Un 1-3% de los
recién nacidos de pacientes colonizadas desarrollará infección neonatal clínica. Si el
germen se localiza en el líquido amniótico, el riesgo de sepsis neonatal puede alcanzar
hasta un 50%. En general, la epidemiología de la infección perinatal por EGB no parece
ser diferente en nuestro país, lo que significa que alrededor de 800 niños son afectados
anualmente, con 50-150 muertes neonatales atribuibles al EGB. La mayor parte de estos
niños son recién nacidos de término.
93
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza tomando un cultivo en el tercio inferior de la vagina y región
ano-perineal. La toma de la muestra no necesita de la colocación de un espéculo.
Recordar que la paciente portadora es habitualmente asintomática y no debe esperarse
la presencia de flujo vaginal. La toma de la muestra debe realizarse a las 35-37 semanas
si la norma local utiliza el cultivo como método de pesquisa del EGB (ver más adelante).
Los tests rápidos no se recomiendan en la actualidad dada su baja sensibilidad.
Manejo
Cada servicio debe evaluar la factibilidad de realizar cultivos para EGB. De no ser
posible, el manejo puede basarse exclusivamente en la presencia de factores de
riesgo, los que están presentes en un 70% de los niños que desarrollan la
enfermedad y en hasta un 25% del total de partos.
a. Administrar profilaxis antibiótica intraparto SIEMPRE en los siguientes
casos:
1) Antecedentes de sepsis neonatal o muerte neonatal precoz por
infección en embarazos previos
2) Bacteriuria asintomática a EGB en el embarazo actual
3) Trabajo de parto prematuro (dilatación cervical > 3 cm, tocolisis
fracasada, u otro signo de parto inminente)
4) 1, 2 y 3 no requieren la toma de cultivos porque SIEMPRE debe
administrarse profilaxis intraparto.
94
1) Penicilina sódica 5 millones IV de carga, luego 2 millones iv cada 4
horas hasta el parto.
2) Ampicilina 2 gr IV de carga, luego 1 gr IV cada 4 horas hasta el parto.
3) Eritromicina 500 mg IV cada 6 horas hasta el parto.
4) Clindamicina 900 mg IV cada 8 horas hasta el parto.
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Esquema de prevención para la enfermedad neonatal por
estreptococo grupo B mediante la pesquisa rutinaria a las
35-37 semanas de gestación (Center for disease control,
1996)
Factores de riesgo:
SI
- Recién nacido previo con enfermedad por EGB PENICILINA
INTRAPARTO
- Bacteriuria por EGB en este embarazo
- Parto antes de las 37 semanas
NO
No realizado, incompleto
o desconocido
NO
Esquema sugerido
Esquemas alternativos
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Vaginitis por Trichomona vaginalis
Es producida por el protozoo Trichomona vaginalis (TrV), que puede infectar el aparato
genitourinario de hombres y mujeres. Es una enfermedad de transmisión sexual.
Relevancia
En la mujer causa frecuentemente un cuadro vaginal inflamatorio caracterizado por
flujo vaginal verdoso, ardor, prurito y disuria. Su asociación con parto prematuro o
rotura prematura de membranas de pretérmino es controversial, ya que en estos casos la
TrV suele estar acompañada por otros microorganismos que también han sido asociados
con prematuridad. La TV se ha aislado desde el líquido amniótico, desconociéndose
con certeza su rol patógeno en estas circunstancias.
Frecuencia
La TrV puede encontrarse en la vagina en forma asintomática en algo menos del 10%
de las embarazadas. La vulvovaginitis por TrV tiene una frecuencia que oscila entre el
10 y 20%.
Diagnóstico
1. Leucorrea purulenta, verdosa o cremosa
2. Ardor, dolor vaginal, prurito y disuria
3. Eritema vaginal, cervix inflamatorio
4. Observación de TrV en el examen al fresco o Pap
Manejo
1. Se aconseja tratamiento concomitante a la pareja y abstinencia sexual durante el
tratamiento
2. Tratamiento farmacológico como se describe en la tabla 3.
97
Vulvovaginitis micótica
Relevancia
La característica más importante de la enfermedad es la intensidad de la sintomatología que
produce. Si el cuadro es persistente o recurrente, deben descartarse condiciones subyacentes
tales como diabetes, inmunodepresión y administración concurrente de antibióticos.
Frecuencia
Candida albicans coloniza el 30% de las mujeres embarazadas, mientras que la
infección sintomática (vulvovaginitis micótica) tiene una frecuencia promedio de un 10-
15%.
Diagnóstico
Manejo
1. Se aconseja tratamiento a la pareja y abstinencia sexual durante el tratamiento
2. Tratamiento antifúngico tópico (intravaginal profundo y sobre la piel vulvar) u
oral.
a. Clotrimazol, 1 óvulo vaginal (100 mg) en la noche por 6 días; crema 2
veces al día por 6 días
b. Nistatina, 1 óvulo vaginal (100.000 UI) cada 12 horas por 6 días;
ungüento 2 veces al día por 6 días
c. Fluconazol, 1 cápsula (150 mg) por una vez.
d. Clotrimazol, 1 óvulo vaginal de 500 mg en la noche por una vez.
98
e. Otras alternativas: miconazol, fenticonazol, bifonazol, etc.
f. Durante el primer trimestre preferir clotrimazol, nistatina y miconazol
dado que se han utilizado por muchos años sin que exista evidencia de
teratogénesis.
Relevancia
En la paciente embarazada CT produce cervicitis y uretritis (cervicitis mucopurulenta,
similar a la producida por gonococo), pero la mayor parte de las infecciones son
asintomáticas. La relación entre CT y parto prematuro es sugerida por una serie de
estudios durante la década de los 80, pero estudios prospectivos más recientes,
incluyendo el multicéntrico del National Institutes of Health de Estados Unidos,
establecieron que esta asociación es débil y que no puede excluirse el efecto de otros
gérmenes asociados.
Frecuencia
La prevalencia de infección cérvico-vaginal por CT varía ampliamente entre 2 y 30%.
En Estados Unidos el promedio es 5% entre mujeres sexualmente activas. La
frecuencia en nuestro medio está descrita por los trabajos de Ovalle y cols:
Diagnóstico
Sospechar cuando se constata cervicitis mucopurulenta y en pacientes con riesgo de
ETS. Estudiar gonococo en forma simultánea (ver más adelante)
99
4. Reacción de polimerasa en cadena
5. Serología (IgM e IgG). Inmunofluorescencia indirecta (IFI).
CT es una bacteria intracelular. Por lo tanto, la muestra para las técnicas diagnósticas
descritas en 1 a 4 se obtiene frotando el endocérvix con una tórula. Para la serología la
muestra es de sangre.
Manejo
1. Se aconseja tratamiento a la pareja y abstinencia sexual durante el tratamiento
2. Terapia farmacológica, según tabla 5
Relevancia
La gonorrea afecta primariamente el tracto genitourinario de hombres y mujeres. En la
mujer se localiza de preferencia en el canal cervical en forma asintomática. Una
fracción de estos casos (20%) puede producir signos y síntomas que son el resultado de
cervicitis mucopurulenta y uretritis. La presencia del gonococo en el tracto genital
inferior aumenta 2 veces el riesgo de trabajo de parto prematuro y rotura de membranas
de pretérmino. Además, las pacientes portadoras pueden transmitir el microorganismo al
recién nacido, favoreciendo la instalación de una oftalmopatía que puede conducir a la
ceguera si se desatiende.
Frecuencia
Un 0.5 a 7% de las pacientes embarazadas son portadoras de Neisseria Gonorrhoeae,
dependiendo de los factores de riesgo y de los sitios utilizados para aislar el germen
(canal endocervical, recto y faringe).
Diagnóstico
Ver tabla 5.
100
Tabla 5. Sospecha diagnóstica de gonorrea en la
mujer
x Sospechar en pacientes de alto riesgo de ETS (contactos, presencia
de otras infecciones de riesgo, múltiples parejas sexuales, etc.) e
infección vaginal recurrente.
x Flujo vaginal purulento verdoso, resistente al tratamiento habitual
x Cervicitis mucopurulenta
x Descarga uretral purulenta (exprimir uretra si hay duda)
x Disuria
x Diagnóstico microbiológico
1. Tinción de Gram que muestra diplocococos gramnegativos
intracelulares (sensibilidad de sólo 60%)
2. Cultivo en medio de Thayer –Martin
Manejo
1. Se aconseja tratamiento a la pareja y abstinencia sexual durante el tratamiento
2. Tratamiento farmacológico durante el embarazo
a. Cefixima, 400 mg oral por una vez
b. Ceftriaxona, 250 mg IM por una vez
c. Azitromicina, 1 gr oral por una vez
d. Espectinomicina, 2 gr IM por una vez
INFECCIONES URINARIAS
Relevancia
La infección del tracto urinario (ITU) es la enfermedad infecciosa más frecuente durante
el embarazo. Existen tres formas de presentación: la bacteriura asintomática (BA), la
cistitis o infección urinaria baja (IUB) y la pielonefritis aguda (PNA) o infección
urinaria alta.
Frecuencia
Tres a 12% en la población general y alrededor de 30% en la población con factores de
riesgo.
101
Diagnóstico
El diagnóstico se hace por los síntomas y signos y se ratifica con el sedimento de orina
y el urocultivo. El urocultivo se obtiene de la muestra de segundo chorro de orina de la
mañana. Previamente debe hacerse aseo riguroso del meato urinario y colocación de
tapón vaginal. Es aconsejable que la muestra se encuentre en el laboratorio dentro de las
2 horas siguientes a la toma.
Factores de riesgo
x Historia de infecciones del tracto urinario
x Episodios repetidos de infección cérvico-vaginal (3 o más)
x Historia de abortos de segundo trimestre o parto prematuro de causa no
precisada
x Litiasis o malformación de la vía urinaria
Manejo
Objetivos del tratamiento. En general, erradicación bacteriana de la vía urinaria y del
tracto genital inferior si existe infección cérvico-vaginal. En la PNA, prevenir
complicaciones sépticas. En la BA e IUB, prevenir pielonefritis, parto prematuro y
probablemente aborto.
102
El uso durante el embarazo de los siguientes antimicrobianos merece un comentario
especial:
Bacteriuria asintomática
Definición
Infección de la vía urinaria baja sin sintomatología y urocultivo con recuento de
colonias > de 100.000/ml.
Relevancia
La BA no tratada evoluciona en un tercio de los casos a PNA. Se relaciona, además, con
prematurez y RN de bajo peso de nacimiento.
Frecuencia
Su incidencia es 3 a 10%. En el grupo con factores de riesgo alcanza un 18%.
Diagnóstico
Urocultivo positivo, con recuento de colonias > 100.000/ml.
103
Manejo
1. Cefradina (cefalosporina de primera generación) 500 mg oral cada 6 horas x 7
días.
2. Cuando no se dispone de la anterior, usar nitrofurantoína 100 mg oral c/8h por 7
días.
3. Hacer cultivo control a los 2-3 días de terminado el antibiótico. Con resistencia,
se usará el antibiótico según antibiograma. Con fracaso del tratamiento y
bacteria sensible repetir la terapia con cefradina o nitrofurantoína en las dosis y
días señalados. Con nuevo fracaso usar gentamicina 180 mg/día IM (2 a 4 mg/kg
día) por 7 días.
Definición
Infección de la vía urinaria baja con poliaquiuria, disuria, malestar pélvico de grado
variable, habitualmente afebril y con orinas turbias de mal olor. Puede haber hematuria.
Relevancia
Puede originar PNA si no se trata. Los episodios repetidos y mal tratados pueden
producir daño renal.
Frecuencia
2 a 6% de los embarazos
Diagnóstico
Cuadro clínico compatible. Se ratifica con el sedimento de orina (leucocitos aumentados,
bacterias presentes y nitritos positivos) y el cultivo de orina con recuento de colonias
>100.000/mL.
Manejo
1. Con síntomas y sedimento urinario alterado se comenzará tratamiento con
cefalosporinas de 1ª generación. Se recomienda cefradina 500 mg oral cada 6
horas x 7 días. Cuando no está disponible, usar nitrofurantoína 100 mg oral c/8h
por 7 días.
2. Si hay resistencia, se usará el antibiótico según antibiograma. Se hará cultivo
control a los 2-3 y, en lo posible, 28 días de terminado el antibiótico. Si es
positivo, se tratará nuevamente según antibiograma.
3. Con fracaso del tratamiento usar gentamicina 180 mg/día IM (2 a 4 mg/kg día)
por 7 días. Tratar infecciones cérvicovaginales si están presentes.
104
4. Se dejará tratamiento antibiótico profiláctico después de la segunda infección
tratada, con nitrofurantoína 100 mg/día oral o cefradina 500 mg/día oral hasta
las 36 semanas.
Pielonefritis aguda
.
Definición
Cuadro clínico caracterizado por fiebre hasta 39-40 ºC, calofríos intensos, dolor en
región costo-lumbar y molestias urinarias.
Relevancia
Es la forma mas grave de ITU. Constituye la causa de muerte materna por infección más
frecuente en los países desarrollados, debido a las complicaciones médicas que la
acompañan: shock séptico y síndrome de dificultad respiratoria del adulto. Otras
complicaciones son: anemia, disfunción renal transitoria, y absceso perinefrítico
(infrecuente). Alrededor del 15-20% de las pacientes tienen bacteremia.
Frecuencia
Se presenta en el 2 a 3% de los embarazos y representa el 5% de las hospitalizaciones
en una unidad de Alto Riesgo Obstétrico.
Diagnóstico
El diagnóstico debe plantearse en presencia de un cuadro clínico sugerente y sedimento
de orina compatible.
Manejo
Hospitalización y realización de los siguientes exámenes de urgencia: hemograma,
sedimento de orina y urocultivo. En casos graves solicitar hemocultivos, gases en
sangre, pruebas hepáticas y electrolitograma.
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El tratamiento adecuado permite disminuir los fracasos en la erradicación del agente
etiológico, evitando las complicaciones médicas, así como los costos elevados y la
prolongación de la hospitalización.
Con la terapia intravenosa, el 85% de las pacientes se hace afebril en 48 horas y el 97%
en 96 horas. Solicitar cultivo control a los 3 y, si es posible, a los 28 días de terminado
el tratamiento antibiótico. Si el cultivo es positivo, se tratará nuevamente según
antibiograma. Frente a persistencia o repetición de ITU solicitar ecografía renal (litiasis,
malformación renal o absceso). Buscar y tratar infecciones vaginales si se presentan
concurrentemente con una infección urinaria.
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Lecturas recomendadas
1. 1998 Guidelines for Treatment of Sexually Transmitted Diseases. Morbidity and
mortality weekly report, Center for Disease Control. MMWR 1998;47:RR-1
2. McDonald H. The role of vaginal flora in normal pregnancy and preterm labor.
En: Preterm Labor. M. Elder, R. Romero, R. Lamont Eds. Pag 65-83. Churchill
Livingstone, New York, 1997
La redaccion de este capitulo estuvo a cargo de los doctores Alfredo Ovalle y Ricardo Gómez
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