Selección Rimas de Becquer para 4º
Selección Rimas de Becquer para 4º
Selección Rimas de Becquer para 4º
de asuntos falta, enmudeció la lira; Mientras haya unos ojos que reflejen
Las Rimas de Bécquer se publicaron póstumamente en 1871. El los ojos que los miran;
podrá no haber poetas; pero siempre
libro constaba de 79 poemas sin título
habrá poesía. mientras responda el labio suspirando
Mientras las ondas de la luz al beso al labio que suspira;
palpiten encendidas; mientras sentirse puedan en un beso
I
mientras el sol las desgarradas nubes dos almas confundidas,
Yo sé un himno gigante y extraño de fuego y oro vista; mientras exista una mujer hermosa,
que anuncia en la noche del alma una aurora, ¡habrá poesía!
mientras el aire en su regazo lleve
y estas páginas son de ese himno
perfumes y armonías;
cadencias que el aire dilata en las sombras.
mientras haya en el mundo primavera,
Yo quisiera escribirle, del hombre ¡habrá poesía!
domando el rebelde, mezquino idioma,
Mientras la ciencia a descubrir no alcance VII
con palabras que fuesen a un tiempo
las fuentes de la vida,
suspiros y risas, colores y notas.
y en el mar o en el cielo haya un abismo Del salón en el ángulo oscuro,
Pero en vano es luchar; que no hay cifra que al cálculo resista; de su dueña tal vez olvidada,
capaz de encerrarle; y apenas, ¡oh, hermosa!, silenciosa y cubierta de polvo
mientras la humanidad siempre avanzando veíase el arpa.
si, teniendo en mis manos las tuyas,
no sepa a do camina; ¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
pudiera, al oído, cantártelo a solas.
mientras haya un misterio para el hombre, como el pájaro duerme en las ramas,
¡habrá poesía! esperando la mano de nieve
Mientras sintamos que se alegra el alma, que sabe arrancarlas!
sin que los labios rían; ¡Ay! - pensé- ¡cuántas veces el genio
mientras se llore sin que el llanto acuda así duerme en el fondo del alma,
a nublar la pupila; y una voz, como Lázaro, espera
mientras el corazón y la cabeza que le diga: «¡Levántate y anda!».
XI los ojos vuelvo de noche y día; XXIV
yo, que incansable corro y demente
-Yo soy ardiente, yo soy morena,
¡tras una sombra, tras la hija ardiente Dos rojas lenguas de fuego
yo soy el símbolo de la pasión; de una visión! que a un mismo tronco enlazadas
de ansia de goces mi alma está llena. se aproximan y al besarse
¿A mí me buscas? -No es a ti, no. forman una sola llama;
XVII
-Mi frente es pálida; mis trenzas de oro: dos notas que del laúd
Puedo brindarte dicha sin fin; Hoy la tierra y los cielos me sonríen; a un tiempo la mano arranca
yo de ternuras guardo un tesoro. hoy llega al fondo de mi alma el sol; y en el espacio se encuentran
hoy la he visto…, la he visto y me ha mirado… y armoniosas se abrazan;
¿A mí me llamas? -No; no es a ti.
¡Hoy creo en Dios! dos olas que vienen juntas
-Yo soy un sueño, un imposible, a morir sobre una playa
vano fantasma de niebla y luz; y que al romper se coronan
soy incorpórea, soy intangible: XXI con un penacho de plata;
no puedo amarte. -¡Oh ven; ven tú! dos jirones de vapor
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
que del lago se levantan
en mi pupila tu pupila azul.
y al juntarse allí en el cielo
XV ¿Que es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
forman una nube blanca:
Poesía… eres tú.
Cendal flotante de leve bruma, dos ideas que al par brotan,
rizada cinta de blanca espuma, dos besos que a un tiempo estallan,
rumor sonoro XXIII dos ecos que se confunden…:
de arpa de oro, eso son nuestras dos almas
beso del aura, onda de luz: Por una mirada, un mundo,
eso eres tú. Tú, sombra aérea, que cuantas veces por una sonrisa, un cielo,
voy a tocarte te desvaneces por un beso… ¡yo no sé
¡como la llama, como el sonido, qué te diera por un beso!
como la niebla, como el gemido
del lago azul! En mar sin playas onda sonante,
en el vacío cometa errante,
largo lamento
del ronco viento,
ansia perpetua de algo mejor,
¡eso soy yo! Yo, que a tus ojos, en mi agonía,
XXX uno a arrollar, el otro a no ceder; arrebatado entre la niebla oscura,
la senda estrecha, inevitable el choque… ¡llevadme con vosotras!
¡No pudo ser!
Asomaba a sus ojos una lágrima Llevadme por piedad a donde el vértigo
y a mi labio una frase de perdón; con la razón me arranque la memoria.
habló el orgullo y se enjugó su llanto ¡Por piedad!, ¡tengo miedo de quedarme
y la frase en mis labios expiró.
XLII con mi dolor a solas!
Yo voy por un camino, ella por otro; Cuando me lo contaron sentí el frío
pero al pensar en nuestro mutuo amor, de una hoja de acero en las entrañas; LIII
yo digo aún: «¿Por qué callé aquel día?» me apoyé contra el muro, y un instante
Y ella dirá: «¿Por qué no lloré yo?» la conciencia perdí de donde estaba. Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
Cayó sobre mi espíritu la noche; y otra vez con el ala a sus cristales
en ira y en piedad se anegó el alma… jugando llamarán.
XXXVIII ¡y entonces comprendí por qué se llora,
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
y entonces comprendí por qué se mata!
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
¡Los suspiros son aire y van al aire! Pasó la nube de dolor… Con pena aquellas que aprendieron nuestros nombres,
¡Las lágrimas son agua y van al mar! logré balbucear breves palabras… ésas… ¡no volverán!
Dime, mujer, cuando el amor se olvida ¿Quién me dio la noticia?… Un fiel amigo… Volverán las tupidas madreselvas
¿sabes tú adónde va? ¡Me hacía un gran favor!… Le di las gracias. de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.