Espectáculos Del Siglo IV
Espectáculos Del Siglo IV
Espectáculos Del Siglo IV
El teatro
Estos lugares hacían parte importante de las ciudades. En África había un gran número,
entre ellos Djemila, Timgad, Lepcis. La disposición del teatro era clásica: la parte más
visible era el auditórium, una gradería circular escalonada alrededor de un plano de
orquesta; las cuatro primeras gradas eran anchas y bajas y se reservaban a los grandes
personajes, especialmente los decuriones. El presidente tenía a menudo un palco
especial. Frente al público se alzaba el escenario donde se movían los actores.
Tenían un decorado arquitectónico fijo en macizos de mampostería agujerado con tres
puertas que unían el escenario con los bastidores; tres columnas superpuestas
esbozaban los esplendores de un palacio. La fachada posterior era una pared alta
rectilínea y cada puerta del escenario estaba cercada con un ábside, alrededor del cual
se alineaba la columnata. Se veía el mismo tema en una pared inferior que separaba la
escena del foso de la orquesta, y donde aparecían nichos redondos o cuadrados,
adornados con estatuas o fuentes.
Unos edificios anexos tenían pórticos con ventanillos y habitaciones para las prostitutas,
cuya presencia empeoraba la fama del teatro. En esta época el lugar ofrecía diversiones
más vulgares y abría las puertas todos los días.
En general, el espectáculo en el teatro tenía algo de music hall y circo. Ofrecían un
repertorio de números variados: payasos, malabaristas, equilibristas, trapecistas,
prestidigitadores, tragasables, funámbulos y otros acróbatas, quienes engañaban al
público.
El anfiteatro
Era de forma elíptica y había sido ideado por los arquitectos romanos para los combates
de gladiadores y caza de fieras; los gladiadores profesionales formaban una
corporación que tenía escuelas y colegios donde se formaban para la lucha. Estos
espectáculos tenían gran acogida por el público.
Los espectáculos iniciaban con el desfile de los gladiadores, vestidos con clámines
purpura. Todo era cruel y peligroso ya que se arriesgaba la vida humana: dos
gladiadores se escogían entre libertos, esclavos, galeotes o criminales condenados a
muerte y se enfrentaban entre ellos o con fieras hambrientas. Unos padecían bajo la
espada, y otros terminaban destrozados por los animales.