Buchanan, Veronica (2009) - Bordeando La Histeria
Buchanan, Veronica (2009) - Bordeando La Histeria
Buchanan, Veronica (2009) - Bordeando La Histeria
Bordeando la histeria.
Buchanan, Verónica.
Cita:
Buchanan, Verónica (2009). Bordeando la histeria. I Congreso
Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XVI
Jornadas de Investigación Quinto Encuentro de Investigadores en
Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de
Buenos Aires, Buenos Aires.
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BORDEANDO LA HISTERIA
Buchanan, Verónica
Universidad de Buenos Aires
RESUMEN
El presente trabajo se enmarca en la investigación UBACyT P022
“El sinthome en las neurosis: abordajes de las neurosis en el últi-
mo período de la obra de Jacques Lacan (1978 - 1981)”. Se sos-
tiene además de un interés clínico ante el encuentro con las pa-
cientes que la psiquiatría llama Borders. Se intenta abordar estos
casos desde el psicoanálisis para pensar: su relación al Otro,
planteando la falta de creencia en la garantía del Otro; y el trabajo
con las identificaciones para pensar las consecuencias clínicas
del amor del padre.
Palabras clave
Borders Histeria Creencia en el Otro Identificaciones
ABSTRACT
BORDERLINEING HYSTERIA
This work is included in the investigations UBACyT P022 “The
sinthome in the neurosis: approach to the neurosis on the last
period of Lacans work (1978 - 1981)”. It is also supported of a
clinical interest since the meet with those patients called as Bor-
derline by psychiatry. The aim is to approach these patients from
psychoanalysis in order to think: the relationship to the Other and
the lack of belief on the Others guarantee. And the work with iden-
tifications to think the clinical consequences of fathers love.
Key words
Borderline Hysteria Beliefon the Other Identifications
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo se enmarca en la investigación UBACyT P022
“El sinthome en las neurosis: abordajes de las neurosis en el últi-
mo período de la obra de Jacques Lacan (1978 - 1981)”. Se sos-
tiene además de un interés clínico, del encuentro con sujetos que
en la clínica con difíciles de asir, que no se anclan en la transfe-
rencia y donde es el analista quien debe dejarse agarrar para que
se pueda localizar el sujeto en un discurso. Me refiero a pacientes
en los que el acting out es la vía de dirección al Otro, y el modo de
hacerlo existir. Estos pacientes, en su mayoría mujeres y con pre-
sentaciones que llaman la atención por su violencia, son nombra-
das por otros campos de la Salud Mental como “Borders”. Tomo
de esta nominación el rasgo por el cual estas pacientes reiteran
cada vez el hecho de estar al borde de quedar por fuera del Otro.
Me interesa abordar este tema desde el psicoanálisis lacaniano
para pensar si estos rasgos clínicos pueden pensarse dentro del
campo de la Histeria y cuáles serían, si los hay, sus rasgos parti-
culares. Este desarrollo propongo abordarlo por dos vías diferen-
tes aunque articuladas. Por un lado, la relación de estos sujetos
con el Otro. Y por otro, cómo pensarlos desde la elaboración laca-
niana de las identificaciones.
RELACIÓN AL OTRO
Creencia en el goce del otro
Comencemos con un fenómeno que se reitera en estas pacien-
tes: los cortes. Los mismos pueden ser leídos como actings out ya
que en ellos se puede corroborar la direccionalidad al Otro. Se
tratan en general de operaciones en lo real del cuerpo para loca-
lizarse. Operación real que produce un efecto de localización
simbólico-imaginaria. Efecto de localización de la imagen del
cuerpo y “certificación” de su lugar en el Otro. “O” decía que sus
cortes la “bajaban a tierra” y oponía este efecto a un inquietante
“quedarse flotando”. Vemos que en “O”, son los cortes reales so-
bre el cuerpo los que la localizan… podría decirse que la aterran[1].
Efectivamente, no solamente la bajan a tierra sino que un trasfon-
do de terror se instala.
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Planteamos dos modos de la angustia: por un lado la angustia por hace que la demanda sea constante y reitere en cada instante la
el encuentro con el significante de la falta en el Otro, y por otro la posibilidad de la pérdida absoluta.
angustia ante la falta de la falta. Esta última está descripta en re- Si proponemos que la incorporación del rasgo unario es la garan-
lación al terror, a que al Otro nada le falta y por tanto sabe cómo tía del lugar en el Otro, proponemos que es necesaria una segun-
gozar al sujeto que, en esa operación, es convocado al lugar del da operación que consista en la creencia del sujeto en la garantía
objeto del goce. Desde este perspectiva, el fantasma es la primer de esa marca. Y esa creencia está sostenida en el amor. En el
respuesta frente al encuentro con del significante de la falta en el siguiente apartado, me interesa abordar esta increencia en la ga-
Otro (castración que lo vuelve deseante). Es la “vacilación fantas- rantía Otro desde la perspectiva de las identificaciones y en rela-
mática” la que dejaría paso a la angustia por el encuentro con la ción al amor al y del padre.
falta en el Otro. En las neurosis, por la vía del deseo imposible y Las identificaciones
el deseo insatisfecho, se vuelve al Otro uno que sabe sobre su Freud ubica que la identificación es “la más temprana ligazón
deseo y el sujeto va a ese lugar de objeto del deseo en el fantas- afectiva con otra persona” y que “desempeña un papel en la pre-
ma. De este modo, evita encontrarse con la castración en el Otro historia del Complejo de Edipo”[3] y describe a la identificación
a la vez que conserva una distancia con el Otro (porque se trata primaria como aquella en la que se “toma al padre como su ideal”.
del deseo siempre imposible o insatisfecho). Desde el Seminario 9 de Lacan podemos afirmar que se trata de
Ahora bien, al plantear la “realización del fantasma”, planteamos la incorporación/inscripción del rasgo unario “en tanto soporte co-
la otra vertiente señalada de la angustia, aquella que se presenta mo tal de la diferencia”[4]. La identificación secundaria es aquella
como terror y que deja al sujeto en posición de objeto frente al que se enmarca en el complejo de Edipo y constituye respecto de
Otro que sabe cómo gozarlo. El hecho de haber planteado que en ese rasgo unario la introducción de un S2, la función de la repeti-
estos casos se trataría de una operación (de reparación) real, ción. De este modo planteamos la función de la repetición que
abre la vía para pensar su relación con la realización del fantasma introduce la identificación secundaria como Automaton significan-
y el encuentro aterrador con el goce del Otro. Si el Otro sabe co- te tal como plantea Lacan en el Seminario 11 “Los cuatro concep-
mo gozarlo, entonces no hay lugar en el Otro para el sujeto sino tos fundamentales del psicoanálisis”. En la histeria podemos pen-
en tanto objeto del goce. sar Automatón como la repetición de la cadena significante en
Ahora bien ¿Cuál es la particularidad de estos Actings? En ellos tanto agregado de un S2 al S1, o sea el inconciente como la articu-
es el cuerpo del sujeto mismo el que es ofrecido en sacrificio para lación significante. Sin embargo estos casos, lo que se presenta es
lograr el reconocimiento de su lugar en el Otro. De este modo ra- la reiteración como la insistencia del rasgo unario “en tanto soporte
dical dirige al Otro la queja por haberlo dejado sin espacio. Es como tal de la diferencia”[5], de la identificación primaria al rasgo
esto lo que salvajemente se muestra en el Acting Out. Llegados a (marca de posibilidad del sentido edípico), sin producirse el despla-
este punto, podemos preguntarnos si no es el acting out lo que zamiento al S2 (la función de repetición producida por la identifica-
arranca al sujeto de la realización del fantasma (que lo deja por ción secundaria) que abre la posibilidad del movimiento. En estas
fuera del Otro). Considero que sí, y que es importante pensar clí- pacientes se habría producido la identificación primaria, de la que
nicamente la función de reparación que tienen estos actings; en quedan sostenidas, pero no el pasaje a la identificación secunda-
efecto son reparaciones que enloquecen, pero que preservan al ria, que permite leer en la repetición del automaton la insistencia
sujeto de su caída por fuera del Otro. del rasgo unario. Me interesa resaltar que la repetición deja un
Increencia en la garantía del otro espacio para la contingencia en la hiancia entre significantes que
“Para San Anselmo, Dios es el mas ser de los seres. El Dios del produce el movimiento; mientras que la reiteración queda del lado
que se trata aquí que hace entrar a Descartes en ese punto de su de la necesidad y la fijeza de un único lugar posible.
temática, es ese Dios que debe asegurar la verdad de todo lo que De este modo, retomo lo afirmado en el apartado anterior para
se articula como tal. Es lo verdadero de lo verdadero, el garante proponer que no alcanza con que esa marca de la identificación
de que la verdad existe y tanto más garante como que esta ver- primaria se constituya como garante, es necesario un segundo
dad como tal podría ser otra (…) ¿Qué quiere decir? Sino que nos momento que es la fe, la creencia del sujeto en esa marca. O sea,
encontramos ahí en todo lo que puede llamarse la batería de sig- que es necesaria la creencia en esa marca para producir el movi-
nificantes confrontada a ese rasgo único, este Einziger Zug que miento de la identificación primaria a la secundaria… de la reite-
conocemos ya, en la medida en que, en rigor, podría ser sustitui- ración a la repetición. Podemos pensar que si el trabajo del incon-
do a todos los elementos de lo que constituye la cadena signifi- ciente, en tanto aquello que responde del síntoma[6], es tender
cante, soportar esta cadena por si sólo, y simplemente por ser puentes entre los significantes (S1 - S2), esta función “pontíficia”[7]
siempre el mismo. Lo que encontramos en el límite de la expe- está en relación a la fe. De este modo, al planteamos para estos
riencia cartesiana del sujeto evanescente como tal, es la necesi- casos que no se constata que se haya producido la operación de
dad de ese garante…”[2] la identificación secundaria que, tal como lo describe Freud, son
Demos un paso más para pensar el lugar de lo simbólico. Si bien las identificaciones formadoras de síntomas. Quizás sea por esto
precisamos que los cortes podrían funcionar como una repara- que es difícil encontrar un síntoma como formación del inconcien-
ción real de lo imaginario, la pertinencia de la función de localiza- te, prevaleciendo en ella “impulsiones”[8] del orden del pasaje al
ción, del tener o no tener un espacio, nos lleva a plantear esta acto o del acting out.
reparación también en referencia a lo simbólico. Quiero decir, Para concluir, podemos tomar la formulación matemática de Pea-
esos cortes se producen frente a la falta de lugar… una falta de no acerca del n+1 del modo en el Lacan la trabaja en el Seminario
espacio en el Otro. 22 (14 /01/1975). Allí, al explicar por qué el borromeo de 4 no es
Ya en la primer entrevista “O” dice “mis papás no tienen lugar… homogéneo como el de 3, plantea que el sucesor (n+1) es el que
en realidad sí tienen, no tienen para mi”, y no tarda en señalar que le da valor estructurante al número entero siempre que en el punto
la “violencia” y la “falta de límites” ocurren desde que a los padres de partida haya uno que no es sucesor de nadie… cuando se su-
la dejaron sin lugar. La madre eligió formar un nuevo hogar junto prime el sucesor, todos los otros se liberan como unos. Ahora bien,
a una pareja que le puso como condición que “O” no viviese con ¿nos sirve esta formulación para pensar las identificaciones? Po-
ellos. Por otro lado, ya siendo O pequeña, el padre había dejado dríamos pensar en relación a la ausencia del número sucesor el
a su madre para formar una nueva familia en donde ella y su her- hecho de que no se constate el funcionamiento de la identifica-
mano no podían vivir. Me interesa proponer que es la falta de fe ción secundaria… la que hace a la repetición y a la cadena.
en la garantía acerca de tener un lugar en el Otro deja al sujeto a En el Seminario 22 Lacan retoma lo propuesto por Freud y desta-
la deriva y sin espacio. ca respecto de la identificación primaria, que lo que está en juego
Señalo otra de las características de estas pacientes: La peculiar es del orden del amor el y del padre. Ya al comienzo indica “Un
relación al tiempo y al espacio. Se presenta una atemporalidad padre no tiene derecho al respeto, si no al amor, más que si el
absoluta del instante en el que quedan suspendidas y la necesi- dicho amor, el dicho respeto, está perversamente orientado, es
dad de la presencia real del Otro para corroborar su lugar en este. decir que hace de una mujer objeto a que causa su deseo”. Hacia
Es así que entiendo lo que postulo como una imposibilidad de el final del seminario 22, Lacan sostiene que para Freud no hay
creer en la garantía del Otro, a no ser por su presencia real. Esto amor sino por identificación al NP, lo llama rasgo unario e indica
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que eso hace nudo. Dejo señalada entonces la vía por la cuál el
amor del padre está en relación a su posición de sujeto deseante.
Esta vía, anudada a los efectos del discurso capitalista en la fun-
ción del padre puede orientarnos en la comprensión clínica de
estas presentaciones, a veces tan desamoradas, de la histeria.
CONCLUSIÓN
Queda por trabajar si la orientación de un análisis es el de produ-
cir la repetición, intentar que se produzca en lo simbólico aquello
que se producía necesariamente en lo real del cuerpo. Volverlo
una repetición significante con la esperanza de que se vuelva po-
sible una lectura sintomática de los mismos, para salir de la reite-
ración que no termina de hacer marca.
En otro trabajo se retomarán estos temas desde el trabajo con la
topología de superficies y de nudos.
NOTAS
[1] “Aunque, de pronto, tras recordarles el sentido etimológico de la palabra
aterrado, algunos de ustedes tienen la ilusión de que aterrar no es, evidente-
mente, sino poner contra la tierra (…) no es menos cierto que el uso corriente
de la palabra implica un trasfondo de terror.” LACAN J. Seminario 5 “Las for-
maciones del inconciente” (pag. 35) Paidos
[2] LACAN J. Seminario 9 La identificación. Clase del 22/11/1961. Inédito.
[3] Freud, S. Obras Completas, Tomo XVIII “Psicología de las masas y análisis
del yo” Cap. 7. Amorrortu (2003)
[4] LACAN J. Seminario 9 clase del 13/12/1961. Inédito
[5] LACAN J., Seminario 9 lase del 13/12/1961. Inédito
[6] LACAN J. Seminario 22, Inédito
[7] SCHEJTMAN F. “La trama del síntoma y el inconciente” (2004) Serie del
bucle
[8] Tomando la nominación trabajada por D. Rabinovich en “Clínica de la pulsión:
las impulsiones”
BIBLIOGRAFÍA
FREUD, S. “Psicología de las masas y análisis del yo” Obras Completas.
Amorrortu (2003)
LACAN, J. Seminario 5 “Las formaciones del inconciente” Paidós
LACAN, J. Seminario 9 Inédito
LACAN, J. Seminatio 22 Inédito
RABINOVICH, D. “Una clínica de la pulsión: las impulsiones” Manantial (2003)
SCHEJTMAN, F. “La trama del síntoma y el inconciente” Serie del bucle
(2004)
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