Prueba de Calidad de Heredero

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RESOLUCIÓN No.

21-2013

En el juicio No. 103-2012Wg que sigue José María Expedito contra Martha
Rivadeneira Rivadeneira y otros, hay lo siguiente:

Juez Ponente: Dr. Alfonso Asdrúbal Granizo Gavidia

CORTE NACIONAL DE JUSTICIA – SALA ESPECIALIZADA DE LA FAMILIA,


NIÑEZ Y ADOLESCENCIA.-
Quito, 1 de febrero de 2013; las 11h30’.-
VISTOS.- (Juicio No. 103-2012 Wg) Practicado el resorteo de causas e integrado
legalmente este Tribunal, pasamos a tener conocimiento del presente proceso, en
nuestras calidades de Juezas y Juez de la Sala de la Familia, Niñez y
Adolescencia.

1.- ANTECEDENTES.- Conoce el Tribunal este proceso en virtud del recurso de


casación que interpone la parte actora, doctores José Daniel Montalván Vanegas y
Edmundo Eustorgio Solis Izurieta, en sus calidades de procuradores judiciales de
José María Expedito Rivadeneira contra la sentencia dictada por la Sala Única de
la Corte Provincial de Justicia de Morona Santiago, (fs. 146 a 149 del cuaderno de
segunda instancia), que confirma la dictada por el Juez Primero de lo Civil de
Morona Santiago (fs. 283 a 285 del cuaderno de primera instancia) quien rechaza
la demanda, de reforma de testamento propuesta por José María Expedito
Rivadeneira contra Benedicto Paulino Rivadeneira y Martha Isabel Rivadeneira.
Una vez que ha sido admitido a trámite el recurso de casación, este Tribunal, para
resolver considera:

2.- COMPETENCIA.- La competencia de esta Sala está asegurada en virtud de


que las Juezas y Juez Nacionales que suscribimos hemos sido debidamente

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designados por el Consejo de la Judicatura de Transición con Resolución No. 004-
2012 de 25 de enero de 2012 y, el Pleno de la Corte Nacional de Justicia,
mediante Resolución de 30 de enero de 2012, nos designó para integrar esta Sala
Especializada, por lo que avocamos conocimiento conforme a lo establecido en el
Art. 184.1 de la Constitución de la República, Art. 189 del Código Orgánico de la
Función Judicial y Art. 1 de la Ley de Casación.

3.- FUNDAMENTOS DEL RECURSO.- El recurrente estima que se han infringido


las siguientes normas: Arts. 234, 235, 240, 261, 263 y 1239 del Código Civil; Arts.
114, 115m 116, 269, 273, 718, 719 y 720 del Código de Procedimiento Civil; Art.
76 numeral 7 literal l y 82 de la Constitución de la República. Fundamenta su
recurso en las causales primera, tercera, cuarta y quinta de la Ley de la materia.

4.- CONSIDERACIONES ACERCA DEL RECURSO DE CASACIÓN.- La


casación es un medio de impugnación extraordinario y supremo cuyo objetivo
fundamental es atacar la sentencia para invalidarla o anularla por los vicios de
fondo y forma de los que puede adolecer; proceso que se verifica a través de un
cotejamiento riguroso y técnico de la sentencia con el ordenamiento jurídico
vigente, para encontrar la procedencia o no de las causales invocadas. Actividad
jurisdiccional confiada al más alto Tribunal de Justicia Ordinaria, que en el ejercicio
de control de constitucionalidad y legalidad, lo que busca es garantizar la defensa
del derecho objetivo en aras de la seguridad jurídica, pilar fundamental en el que
se cimenta el Estado Constitucional de derechos y justicia; la igualdad de los
ciudadanos ante la ley, así como la unificación de la jurisprudencia a través del
desarrollo de precedentes jurisprudenciales fundamentados en fallos de triple
reiteración.

5.- ANÁLISIS DEL CASO CONCRETO EN RELACIÓN A LAS


IMPUGNACIONES PRESENTADAS.- Se realizará el examen de las causales de
casación en el siguiente orden: primeramente la causal quinta; si fuere del caso la
causal cuarta; y por último, de ser necesario la tercera y primera. 5.1 CAUSAL

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CUARTA.- La causal cuarta del Art. 3 de la Ley de la materia, prevé lo siguiente:
“Resolución, en la sentencia o auto, de lo que no fuera materia del litigio u omisión de resolver en
ella todos los puntos de la litis.”, su concurrencia se advierte al comparar la parte
resolutiva del fallo con la o las pretensiones de la demanda y/o reconvención y con
las excepciones deducidas. Se configura en tres supuestos: 1) Cuando el juez
otorga más de lo pedido (plus o ultrapetita); 2) Cuando el juez otorga algo distinto
a lo pedido (extrapetita); y, 3) Cuando el juez deja de resolver sobre algo de lo
pedido (citra petita), por tanto consiste en “Los excesos o defectos de poder del juez en el
ejercicio de la jurisdicción” (R.O. No. 33 de 25 de septiembre de 1996, Pág. 6), y exige
para su procedencia que quien la alega determine de manera precisa en cuál de
los tres casos se encasilla la falta de congruencia, en la que ha incurrido el Juez
de instancia, es decir, si en citra petita, ultra petita o extra petita, debiendo
fundamentar su alegación debidamente, a través del enfrentamiento entre las
peticiones de las partes, con las que quedó trabada la litis y la sentencia
impugnada. 5.1.1 Al respecto, el recurrente luego de realizar una narrativa extensa
respecto de la acepción de error en la sentencia, reproduce el contenido de una
resolución de la Tercera Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Suprema de
Justicia para concluir que: “En la parte final del considerando SÉPTIMO de la sentencia, se
expresa: ‘…la causa está vacua de prueba para legitimar la maternidad de la causante María
Fermina Rivadeneira respecto del actor y en función de ello aceptar su demanda’. Insisto Señores
Jueces, jamás la litis se vio trabada en torno a la impugnación de maternidad de la causante, para
que se requiera una prueba científica de ADN, lo que torna en desatinado el que ustedes hayan
pretendido resolver sobre esa supuesta legitimación. Por lo expuesto claramente se denota que
han adecuado su conducta a lo establecido en la causal cuarta del Art. 3 de la Ley de Casación,
habiéndose producido así el rechazo de la demanda.” del texto trascrito se advierte que el
recurrente no precisa con claridad el vicio o motivo de incongruencia que estima
se ha ocasionado en el fallo cuestionado, a pesar de esta inconsistencia, este
Tribunal infiere que el vicio referido corresponde al de extra petita, vicio de
incongruencia, que ocurre cuando el juez otorga algo distinto al problema judicial
que le fue sometido a su decisión. 5.1.2 Al efecto, este Tribunal procede a realizar
una confrontación de los aspectos que han sido materia de la litis, a partir de la
demanda; la contestación de la demanda; y, la parte resolutiva de la sentencia, a

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fin de establecer si la sentencia cuestionada adolece del vicio de incongruencia.
En la presente causa, la acción del actor esta dirigida a obtener la reforma del
testamento solemne abierto otorgado por María Fermina Rivadeneira Rivadeneira,
manifestando que en dicho testamento se le ha excluido, a pesar de tener la
calidad de legitimario conforme lo acredita con la partida de nacimiento que
adjunta. Respecto de la contradicción, los demandados Benedicto Paulino y María
Isabel Rivadeneira, sostienen: a).- Negativa pura y simple de los fundamentos de
hecho y de derecho de la demanda; b).- Improcedencia de la demanda por el
fondo y por la forma; c).-Falta de personería activa y de derecho del actor para
proponer la acción, en razón de que la partida de nacimiento que adjunta es un
documento público falso, como así en sentencia deberá ser declarado; y por último
reconvienen al actor afirmando que el documento en el cual basa su pretensión,
esto es la partida de nacimiento, es nulo de nulidad absoluta. La sentencia dictada
por la Sala Única de la Corte Provincial de Morona Santiago confirma la sentencia
dictada por el Juez Primero de lo Civil de Morona Santiago y rechaza la demanda
para ello manifiesta, que: “El actor adjunta a su demanda como justificación de su condición
de heredero una certificación de su partida de nacimiento, en la cual se podía verificar la
rectificación ordenada por los jueces que dictaron la misma, y verificar la razón al margen de la
partida original, como lo dispone el inciso segundo del Art. 89 de la Ley de Registro Civil,
Identificación Cedulación: …/…la rectificación o reforma de la partida de nacimiento debió haberse
solicitado luego de que se haya impugnado judicialmente la maternidad de quién consta en la
partida como madre del actor José María Expedito Rivadeneira, es decir CARMEN INSHA Además
la impugnación de la paternidad (asimilable también en lo pertinente a la maternidad) es una
acción prevista en el Código Civil a partir del artículo 234; y los subsiguientes artículos del 235 al
240 señalan que esta acción solamente puede ejercerla el presunto padre dentro de los sesenta
días de que tuvo conocimiento del parto; salvo fallecimiento de aquel, en cuyo caso pueden
hacerlo sus herederos y demás personas interesadas dentro de los sesenta días que se supo de
su muerte. Esta acción, que pretende desbaratar una presunción de hecho, más allá de las
formalidades legales transcritas, sobre el tiempo de prescripción y la legitimidad activa y pasiva que
tratan también los artículos 719 y 720 del Código de Procedimiento Civil, han sido superadas por la
jurisprudencia en función de garantizar el derecho a la verdadera identidad de los hijos, pero para
ello requiere de prueba plena. Sin ésta la paternidad o maternidad pendería de una declaratoria
judicial vulnerable; por ello es el examen de las bandas y secuencias de ácido desoxirribonucleico
(ADN) la única prueba científica que determina la verdadera filiación biológica de las personas. En

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el presente caso, y pese a que no se trata de un juicio de impugnación o declaratoria de
maternidad, dada la reconvención de ilegitimidad de la rectificación del nombre de la madre del
actor (en base a la cual se demanda la reforma de testamentaria) se buscó por varios medios, a
través de la obtención de muestras hematológicas y restos de la osamenta correspondiente, la
práctica del ADN entre el actor y la causante y una de sus hijas sobrevivientes; más como por los
motivos señalados no se pudo realizar; y como la rectificación de la partida de nacimiento del actor
se estima insuficiente (por el análisis hecho) la causa está vacua de prueba para legitimar la
maternidad de la causante María Fermina Rivadeneira respecto del actor y en función de ello
aceptar su demanda. Con respecto a la reconvención planteada, por no haberse probado conforme
a Ley, se la declara sin lugar.” 5.1.3 Tanto de lo expuesto por las partes como de lo
resuelto por el Tribunal de instancia lleva al siguiente análisis: 5.1.3.1 Los Arts.
1239 y 1240 del Código Civil, en su orden disponen: "Los legitimarios a quienes el
testador no haya dejado lo que por ley les corresponde, tendrán derecho a que se reforme a su
favor el testamento, y podrán intentar la acción de reforma, ellos o las personas a quienes se
hubiere transmitido sus derechos, dentro de cuatro años, contados desde el día en que tuvieron
conocimiento del testamento y de su calidad de legitimarlos" “En general, lo que por ley
corresponde a los legitimarios y lo que tienen derecho a reclamar por la acción de reforma, es su
legítima rigorosa, o la efectiva en su caso.” De las normas transcritas se entiende que la
acción de reforma de testamento es aquella que pueden ejercer los legitimarios a
quienes el testador no les haya dejado lo que por ley les corresponde. El objetivo
de esta acción es que se cambien las disposiciones testamentarias en cuanto los
excluyen o desmejoran a los legitimarios a lo que por la ley tienen derecho. De lo
expuesto, surge la pregunta, ¿Quiénes están legitimados para ejercer la acción de
reforma de testamento?, la respuesta está en la disposición citada del Código Civil
(Art. 1239), están legitimados para proponer la acción de reforma de testamento
los legitimarios y también pueden ejercer la acción de reforma de testamento las
personas a las que se les haya transmitido el derecho de los legitimarios, el
Código Civil define como legitimarios (Art. 1205), “Son legitimarios: 1.Los hijos; y, 2.Los
padres”. Por tanto, los hijos de acuerdo a nuestra legislación tienen la calidad de
legitimarios que en con concordancia con el Art. 1194 del Código Civil, son
llamados por la ley herederos forzosos, por lo que no pueden ser privados de la
parte de la herencia que les corresponde según la ley. En este contexto, cuando
un legitimario ha sido omitido en el testamento, debe probar la calidad de tal, para
que se le asigne lo que le corresponde, en otras palabras debe probar la relación
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parento-filial o la calidad de heredero que tiene con respecto al testador. Si ésta es
testamentaria surgirá del testamento, si es ab intestato, la calidad de heredero se
demuestra acreditando el estado de hijo, y éste, a su vez, necesita de un
documento público que lo pruebe. El Código Civil en el Título XV del Libro
Primero, al tratar de las pruebas del estado civil, establece lo siguiente: “Art. 331.-
Definición de estado civil.- El estado civil es la calidad de un individuo, en cuanto lo habilita o
inhabilita para ejercer ciertos derechos o contraer ciertas obligaciones civiles. Art. 332.- El estado
civil de casado, divorciado, viudo, padre, hijo, se probará con las respectivas copias de las actas de
registro civil.” El Art. 26, numeral 1 de la Ley de Registro Civil, establece que las
oficinas de Registro Civil, Identificación y Cedulación llevarán por duplicado los
registros de nacimiento, el Art. 27 de la Ley de Registro Civil, confiere a las actas
de inscripción en los libros del registro civil y sus duplicados la calidad de
instrumentos públicos, que como tal requieren determinadas formas que
conciernen a su publicidad y oponibilidad; y, el Art. 32 ibídem determina los datos
que debe contener el acta de inscripción de nacimiento. De lo expuesto, surge con
claridad que la calidad de hijo con respecto a determinada persona, no solamente
se prueba con la certificación de la partida de nacimiento sino que también se
acredita con las constancias del acta de inscripción de nacimiento, motivo por el
cual conviene recordar el contenido del Art. 32 de la Ley de Registro Civil que
dispone: “El acta de inscripción de un nacimiento deberá contener los siguientes datos: 1.El lugar
donde ocurrió el nacimiento; 2. La fecha de nacimiento; 3. El sexo del nacido; 4. Los nombres y
apelllidos del nacido; 5. Los nombres y apellidos y la nacionalidad del padre y de la madre del
nacido, y los números de sus cédulas de identidad o de identidad y ciudadanía, o de sus
pasaportes en el caso de que fueren extranjeros no residentes; 6.Los nombre y apellidos y la
nacionalidad del declarante y el número de su cédula de identidad o de identidad y ciudadanía, o
de su pasaporte en caso de que fuere extranjero no residente; 7.La fecha de inscripción; y, 8.Las
firmas del declarante y del Jefe de Registro Civil, Identificación y Cedulación o de su delegado.”

En consecuencia, con respecto de la prueba que acredita la calidad o estado civil


de hijo, hay que estar a las normas que la reglamentan, (Código Civil y Ley de
Registro Civil, Identificación y Cedulación), siendo ésta, el acta de inscripción de
nacimiento que constituye como se anotó anteriormente instrumento público como
lo señala el contenido del Art. 27 de la Ley de Registro Civil, Identificación y
Cedulación que dispone: “Calidad de instrumentos públicos.- Las actas de inscripción en los

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libros de registro civil y sus duplicados son instrumentos públicos”, sin el cual no se puede
justificar el vínculo jurídico de filiación, prueba que está sometida a tarifa legal, en
la medida que la ley determina la forma como debe acreditarse, tales como el
establecer minuciosamente lo concerniente con su registro, los funcionarios
competentes, el término, oportunidad, etc. En conclusión, quien pretende probar la
calidad de hijo, es decir la filiación con respecto a determinada persona, debe
acreditarla no sólo con la certificación de la partida de nacimiento, sino además
con el acta de inscripción de nacimiento. En consecuencia, de conformidad a la
normativa que exige nuestra legislación es obligación que quien comparece como
legitimario (heredero forzoso), acredite o justifique tal calidad. Por lo expuesto, el
fallo cuestionado no adolece del vicio de incongruencia denunciado. 5.2 CAUSAL
QUINTA.- Al respecto, la causal quinta de la ley de la materia establece: “Cuando en
la sentencia o auto no contuvieren los requisitos exigidos por la ley o en su parte dispositiva se
adopten decisiones contradictorias o incompatibles.” Esta causal contiene dos supuestos
diferentes: el primero, que la resolución no contenga los requisitos que la ley
exige; y el segundo, que la contradicción o incompatibilidad de las decisiones se
halle reflejada en la parte dispositiva del fallo, al desarrollar este cargo el
recurrente sostiene: “Si los jueces de la Única Sala de la Corte Provincial de Justicia de
Morona Santiago, han considerado según su propio y errado análisis que la reconvención
planteada por los demandados, esto es la nulidad de la partida de nacimiento, implica una
impugnación de la maternidad de la causante María Germina Rivadeneira, para con el
compareciente, entonces debieron analizar si dicha reconvención cumplió o no con los requisitos
legales, y si ésta fue probada o no, pero si según la sentencia impugnada se establece que la
reconvención no ha sido probada y por tal no cabe al menos un análisis superfluo de su parte,
como pudieron acogerse a ella (tergiversadamente) para basar todo su análisis en la procedencia o
no de la legitimación de maternidad…”, para un debido análisis sobre como debe
fundamentarse esta causal y como lo ha hecho el recurrente, es preciso consignar
lo siguiente “….es necesario dilucidar si la contradicción de la que puede adolecer una decisión
judicial se da solamente en la parte dispositiva de la sentencia, o también en su parte
considerativa. Puede sostenerse, en base a una interpretación puramente literal del numeral quinto
del artículo 3 de la Ley de Casación, que la contradicción o la incompatibilidad debe contenerse
exclusivamente en la parte resolutiva del fallo. Es verdad que el tenor literal del numeral quinto del
artículo 3 de la Ley de Casación así parece disponer, pero la Sala estima que la correcta
interpretación de esta norma es otra, más amplia, que incluye no solamente a lo expresado en la

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parte resolutiva sino también en su fundamentación objetiva, al tenor de lo que dispone el artículo
301 inciso segundo del Código de Procedimiento Civil. Es decir, se debe realizar un análisis
integral del fallo, y establecer si hay o no la debida armonía en él, relacionando unas partes con
otras en búsqueda de su cabal sentido”. (Primera Sala de lo Civil y Mercantil, resolución
de 9 de noviembre de 1999, GJ Serie 17, No. 2, p. 363.) “…el vicio de contradicción en
la parte resolutiva del fallo tiene lugar cuando existe afirmación simultánea de una decisión y de su
contraria; ambas no pueden ser verdaderas y al mismo tiempo falsas. Se trata de un defecto de
actividad lógica. Para que haya contradicción tienen que haber dos pronunciamientos para que en
base de la comparación crítica de ellas determinar si existe o no contradicción; no puede haber el
vicio de contradicción, previsto en la causal quinta del artículo 3 de la Ley de Casación, cuando
existe un solo pronunciamiento…” (Primera Sala de lo Civil y Mercantil, Resolución de
29 de marzo de 2001, GJ Serie 17, No. 5, p. 1269). En el caso subjudice se
observa que el recurrente aduce que los jueces al acoger la reconvención
planteada en forma tergiversada han resuelto fuera del objeto de la litis y que
además debieron analizar si la reconvención planteada por los demandados
cumplió con los requisitos legales y si esta fue probada o no, según la doctrina,
cuando el juez en su pronunciamiento falla sobre asuntos no planteados en el
debate judicial, se produce el vicio de extra petita, que de acuerdo a reiterada
jurisprudencia sólo puede ser denunciado dentro de la causal cuarta de la ley de la
materia, por lo que resulta improcedente el cargo invocado. 5.3 CAUSAL
TERCERA.- La causal tercera se produce cuando el juez al valorar la prueba
sobre los hechos introducidos no aplica, o realiza una aplicación indebida o
interpreta en forma errónea los preceptos jurídicos aplicables a la valoración de la
prueba, yerros que conducen al juez a no aplicar o aplicar otra norma contra ley
expresa, llamada en la doctrina violación indirecta de norma. Razón por la cual el
recurrente está obligado a señalar con precisión las normas de valoración
probatoria violadas en la sentencia y la norma o normas de derecho que estima
también violadas como consecuencia de la indebida valoración probatoria, lo cual
configura la forma que la técnica en casación llama “proposición jurídica
completa”. “Esta causal tiende más bien a subsanar el error de juicio en las normas de derecho
que obligan al juez a valorar con determinado alcance la prueba sobre los hechos introducida al
proceso, otorgándole, aquél, otro diferente contra ley expresa. Obsérvese que se trata de error en
la apreciación de la norma jurídica de valoración. Pero no solo basta que exista ese error, sino

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además que éste haya servido necesariamente de medio para que en la sentencia se haya
inaplicado o mal aplicado normas jurídicas sustantivas. Se trata de dos errores de derecho
concatenados en un vínculo de medio a fin. Se trata, como se comprenderá, de un típico error in
iudicando, pues no se ha violado ninguna norma que regula la forma externa del proceso, sino
normas que el juez debe aplicar al momento de su juicio que es, en definitiva cuando expide el
fallo. …/…la valoración de la prueba es una operación mental en virtud de la cual el juzgador
determina la fuerza de convicción, en conjunto, de los elementos de prueba aportados por las
partes, para inferir si son ciertas o no las afirmaciones tanto del actor como del demandado, en la
demanda y la contestación de la demanda, respectivamente. Esta operación mental de valoración
o apreciación de la prueba es potestad exclusiva de los jueces y tribunales de instancia; el Tribunal
de Casación no tiene atribuciones para hacer otra y nueva valoración de la prueba, sino
únicamente para comprobar si en la valoración de la prueba se han violado o no las normas de
derecho concernientes a esa valoración, y si la violación en la valoración de la prueba ha
conducido indirectamente a la violación de las normas sustantivas en la sentencia.” (Gaceta
Judicial Serie XVI, No. 14, p. 3963, 3964). En la especie, el recurrente manifiesta:
“Por existir falta de aplicación de los preceptos jurídicos aplicables a la valoración de la prueba,
(Arts. 114, 115, 116 del Código de Procedimiento Civil), que han conducido a una equivocada
aplicación de las normas de derecho expuestas en la sentencia. Obviamente Señores Jueces, al
haberse considerado según Ustedes, que se trata de una acción de impugnación de maternidad,
se han ceñido a ese aspecto remitiéndose así a la escasa, mal actuada e impertinente prueba que
se actuó en el proceso, dejando de aplicar los preceptos jurídicos aplicables a la valoración de la
prueba, que han conducido a la equivocada aplicación de las normas de derecho expuestas en la
sentencia y mencionadas en la causal precedente. Manifiesto esto, ya que el Código de
Procedimiento Civil claramente establece”, luego de transcribir las disposiciones
contenidas en los artículos 114, 115 y 116 del Código de Procedimiento Civil,
insiste en que: “Si la litis se trabó respecto de la reforma del testamento, de la falta de derecho
del actor, por utilizar un documento público falsificado y de la nulidad de una partida de nacimiento,
entonces la prueba a actuarse debió ser en torno a ello, por lo que correspondía a quienes lo
alegaron (demandados) justificar que dicho documento público era falsificado, o que judicialmente
procedía la nulidad de la partida de nacimiento…/…y por lo tanto el derecho como heredero, sin
embargo de ello se han ceñido estrictamente a la práctica de la prueba de ADN… ”. De lo
transcrito como del examen del recurso se evidencia, que si bien el casacionista
aduce que el sentenciador de alzada incurrió en el vicio de falta de aplicación de
preceptos jurídicos de valoración de la prueba, (Arts. 114, 115 y 116) en relación
al medio de prueba, en este caso la partida de nacimiento y la práctica de la

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prueba de ADN, no determina qué norma a consecuencia del yerrro invocado no
ha sido aplicada o ha sido aplicada indebidamente, por lo que el reproche deviene
en incompleto para desvirtuar las presunciones de acierto y legalidad en que se
ampara el fallo de segunda instancia. Además, en el ámbito de su gestión
impugnativa la censura no está ceñida al mandato legal de exponer los
fundamentos de cada acusación en forma clara y precisa. Este Tribunal considera
que, el recurso extraordinario de casación no es un instrumento que permita
continuar el debate fáctico y jurídico llevado a cabo en el fenecido proceso, a
manera de instancia ordinaria, sino una sede única que parte del supuesto que el
proceso culminó con el fallo de segunda instancia, y que éste no sólo es acertado
sino acorde con el ordenamiento jurídico, pues compete al casacionista demostrar
lo contrario. El recurrente debe acreditar la existencia de un error manifiesto en la
apreciación de las pruebas, pues sólo así puede desvirtuar la sentencia,
amparada, como se dijo, por una presunción de acierto en la apreciación de los
hechos y aplicación del derecho. Por todo lo cual dicho cargo no prospera. 5.4
CAUSAL PRIMERA.- Los vicios contenidos en esta casual pueden acontecer de
diferentes maneras. a) Por falta de aplicación de la norma que resulte pertinente
frente a la situación jurídica que se resuelve, b) Por indebida aplicación de la
norma o c) Por interpretación errónea de la norma que resulte aplicable al caso.
En cualquiera de estos supuestos, debe entenderse que el material probatorio fue
apreciado en debida forma, en consecuencia, los hechos probados y no probados
están justificados, con lo que el quebranto normativo acontece de modo directo.
5.4.1. Dentro del ámbito de la causal primera de casación, el recurrente acusa al
Tibunal ad-quem de haber quebrantado en la sentencia por aplicación indebida las
normas de derecho contenidas en los “….Arts. 261, 263, 234, 235 y 240 del Código Civil;
así como Arts. 719 y 720 del Código de Procedimiento Civil.”, posteriormente, copia el
contenido del considerando séptimo de la sentencia impugnada, luego transcribe
el contenido de dichas disposiciones e insiste en que la sentencia cuestionada es
incongruente en razón de que el juez resolvió como si el proceso se tratara de
impugnación de maternidad y no de reforma de testamento, por lo que los jueces
de instancia han procedido a aplicar indebidamente las normas que invoca

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violadas. Alega también, falta de aplicación de las normas contenidas en los Arts.
269, 273 y 718 del Código de Procedimiento Civil y concluye manifestando
nuevamente que el tribunal de instancia ha resuelto el presente proceso como si
fuera juicio de impugnación de maternidad. En el análisis del recurso con respecto
a la causal invocada, se observa que los recurrentes no realizan la
fundamentación que exige la técnica de casación, que consiste en que a más de
determinar las normas que considera infringidas deba razonar en forma clara y
precisa en qué consiste la infracción, es decir, demostrarla, sin que a tal efecto
baste que se diga que la sentencia infringe tal o cual precepto legal; pues es
necesario que se demuestre cómo, cuándo y en qué sentido se incurrió en la
infracción (falta de aplicación, indebida aplicación o errónea interpretación), puesto
que, para fundamentar debe aportarse con los elementos indispensables que
lleven a anular la resolución casada, explicando cuál la debida aplicación o cuál la
correcta interpretación de la norma de derecho que se invoca como infringida o
cual se ha aplicado indebidamente y cual debió ser aplicada en el caso concreto,
todo ello con la finalidad de demostrar al Tribunal de Casación la contradicción
existente entre la voluntad abstracta de ley y la conducta concreta del juez
expresada en la sentencia impugnada, para que el Tribunal, situado dentro de los
límites que le demarca la impugnación, pueda decidir el recurso sin tener que
moverse oficiosamente a completar la acusación planteada, puesto que le impide
el carácter eminentemente dispositivo de éste recurso extraordinario; toda vez
que, dicho recurso no es una petición o alegato dentro del proceso, sino una
acción contra la sentencia. En el recurso que se examina, los recurrentes no
cumplen con el deber procesal de razonar en forma clara y precisa en qué
consisten las infracciones invocadas lo que impide a este Tribunal el entrar a
analizar dichas infracciones. En base a lo expuesto, entramos a conocer el único
vicio que consideramos se halla fundamentado, el de errónea interpretación del
Art. 1239 del Código Civil, al desarrollar su acusación, el recurrente manifiesta:
“…mi calidad de legitimario, se halla justificada procesalmente con la partida de nacimiento que ha
sido rectificada por orden judicial, luego de evacuarse el trámite legal correspondiente, mi derecho
a requerir la reforma de testamento se justifica con la disposición constante en el Art. 1239, el
contra quienes puedo ejercer esta acción también se justifica de manera similar, y precisamente

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sobre esa base he presentado este juicio. Sin embargo de ello se ha interpretado como si en la
norma se dispusiera que previamente el legitimario debe justificar su calidad de legitimario
mediante prueba de ADN, o que el derecho procede siempre y cuando no se impugne la
maternidad, lo cual es un despropósito que atenta además contra la seguridad jurídica plasmada
en el Art. 82 de la Constitución de la República, pues si ya existe una resolución judicial que me
otorga la calidad de hijo legítimo de la causante y como tal heredero, no existe motivación ni
fundamento legal alguno para tratar de invalidar esa resolución con un análisis fuera de contexto
de una impugnación de maternidad dentro de un juicio que realmente era para reformar el
testamento.”. En relación a lo afirmado por el recurrente que la calidad de legitimario
se halla justificada procesalmente con la partida de nacimiento que ha sido
rectificada por orden judicial, en este punto cabe la pregunta que, ¿si de acuerdo a
nuestra normativa, la calidad de legitimario, se demuestra únicamente con la
partida de nacimiento?, este Tribunal para efectos de resolver el problema jurídico
planteado, hace énfasis en la calidad de legitimario proveniente de la ley. En este
orden, se tiene que la calidad de legitimario en este caso, heredero forzoso toma
como presupuesto básico el parentesco, el cual se demuestra con la prueba del
estado civil correspondiente que, como se analizó en el considerando 5.1.3.1 de
esta resolución, las normas contenidas en los Arts. 331, 332 del Código Civil
establecen que, el estado civil de hijo se prueba con la copia del acta de
inscripción otorgada por el Registro Civil (Arts. 26, numeral 1 y 32 de la Ley de
Registro Civil, Identificación y Cedulación) en consecuencia, resulta insuficiente
probar la calidad de legitimario y por tanto de heredero forzoso únicamente con la
partida de nacimiento, pues a ésta debe necesariamente acompañarse el acta de
inscripción de nacimiento. En este contexto, a efectos de intervenir en la acción de
reforma de testamento, se hace indispensable que quien pretenda dicha acción
deba probar la calidad de heredero forzoso, que es aquel derecho que le da la ley
y que le otorga legitimación para actuar dentro del respectivo proceso, de allí que
resulta acertada la afirmación contenida en la resolución impugnada que sostiene:
“SEPTIMO.- El actor adjunta a su demanda como justificación de su condición de heredero, una
certificación de su partida de nacimiento y no adjunta copia certificada del Acta de la inscripción de
su nacimiento, en la cual se podía verificar la rectificación ordenada por los jueces que dictaron la
misma, y verificar la razón al margen de la partida original, como lo dispone el Art. 89 de la Ley de
Registro Civil, Identificación y Cedulación;… ” En esto orden de ideas, el Tribunal ad-

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quem no ha cometido el vicio endilgado, por el contrario, la resolución dictada es
consecuencia de la prueba suministrada por el actor al proceso que indica sin
lugar a dudas la insuficiencia de ésta sobre la existencia del parentesco que
asegura tener el actor con respecto de la causante. Por otra parte, llama la
atención que unos meses después de fallecer la causante, el accionante inicia un
juicio de rectificación de partida, y que además adjunte al proceso un documento
privado con la firma de la causante con siete días de anticipación a su muerte, y
cuatro días antes del otorgamiento del testamento. Razones por las cuales el juez
de instancia por la obligación procesal que tiene de valorar todos los
medios probatorios en forma conjunta y utilizando su apreciación razonada ha
negado la demanda. En cuanto, a lo manifestado por el recurrente que el fallo
dictado por el tribunal ad-quem, atenta a la seguridad jurídica contenida en el Art.
82 de la Constitución de la República, cabe recalcar que, la legislación ecuatoriana
prevé las acciones pertinentes a hacer efectivo el pleno derecho a la identidad que
permite establecer los lazos de filiación, pues precisamente el derecho a la
seguridad jurídica consagrado en la Constitución, es el que obliga al juzgador en
aplicación al Art. 21 del Código Orgánico de la Función Judicial, a atenerse a la
normatividad jurídica vigente, estableciendo en virtud de ella la procedencia o no
de las pretensiones de los justiciables. Además, se debe considerar que por la
incidencia del derecho a la identidad y filiación en el orden público y social, su
constitución y cualquier modificación están sujetas a la normatividad que lo regula,
incluyendo, por supuesto, las acciones instituidas para su reclamación e
impugnación. Consecuentemente, por todo lo expuesto, se desecha el cargo
formulado. 6. DECISIÓN EN SENTENCIA. Por las consideraciones que
anteceden, este Tribunal de la Sala Especializada de la Familia, Niñez y
Adolescencia, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO
SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCION Y
LAS LEYES DE LA REPUBLICA, no casa la sentencia pronunciada por la Sala
Única de la Corte Provincial de Justicia de Morona Santiago. Actúe, la doctora
Patricia Velasco Mesías, en la calidad de Secretaria Relatora Encargada,

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conforme la acción de personal No. 384-DNP, de 8 de febrero de 2012.-
Notifíquese, publíquese y devuélvase .- f) Dr. Alfonso Asdrúbal Granizo Gavidia.
JUEZ NACIONAL, Dra. María del Carmen Espinoza Valdiviezo, JUEZA
NACIONAL y Dra. Rocío Salgado Carpio, JUEZA NACIONAL y Dra. Patricia
Velasco Mesías, Secretaria Relatora Encargada que certifica.-
CERTIFICO: Que las siete (7) copias que anteceden son iguales a sus originales
tomadas del juicio No. 103-2012Wg que sigue José María Expedito contra Martha
Rivadeneira Rivadeneira y otros.- Quito, a 1 de febrero de 2013.-

Patricia Velasco Mesías.


Secretaria Relatora Encargada

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En Quito, a treinta y uno de enero del año dos mil trece, a partir de las quince horas notifico
con la vista en relación y resolución anteriores a: DRES. JOSÉ DANIEL MONTALVÁN
VANEGAS Y EDMUNDO EUSTORGIO SOLÍS IZURIETA, PROCURADORES
JDUCIALES DE JOSÉ MARÍA EXPEDITO RIVADENEIRA, en el casillero judicial No.
5246; a JOSÉ MARÍA EXPEDITO RIVADENEIRA, en el casillero judicial No. 5143 y en
el en el casillero judicial No. 3.742; a MARTHA RIVADENEIRA RIVADENEIRA, en el
casillero judicial No. 6176. No notifico a BENEDICTO PAULINO RIVADENEIRA
RIVADENEIRA Y HEREDEROS PRESUNTOS Y DESCONOCIDOS DE MARÍA
FERMINA RIVADENEIRA RIVADENEIRA, por cuanto no han designado casilleros
judiciales en esta ciudad para el efecto.

Dra. Patricia Velasco Mesías.


SECRETARIA RELATORA ENCARGADA

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