Introduccion A La Teologia

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INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA

JESÚS ALONSO RODRÍGUEZ VELOZA

SEMINARIO MAYOR SAN JOSÉ


I DE TEOLOGÍA
CÚCUTA-N.S
2013
INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA

JESÚS ALONSO RODRÍGUEZ VELOZA

Trabajo presentado a:

Pbro. JOSE DEL CARMEN BEJAR

SEMINARIO MAYOR SAN JOSÉ


I DE TEOLOGÍA
CÚCUTA-N.S
2013
INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA

El autor a titulado modestamente su obra: INTRODUCCIÓN A LA


TEOLOGÍA, En este trabajo deseo dejar claro la introducción a la teología
hecha por el Cardenal Carlos Journet a mediaos de 1967, donde aborda la
teología desde un carácter en cierto sentido místico, y la desarrolla desde una
triple sabiduría: 1. Sabiduría del amor. 2. Sabiduría de la fe. 3. Sabiduría de la
razón. Son estas las tres partes de su obra. En la sabiduría el amor, hace un
estudio sobre el progreso de la vida mística y las relaciones del conocimiento
místico con las diversas formas de expresión. Analiza luego el empleo de los
conceptos, su valor en el plano de la fe y en el plano de la razón, cómo leer el
Evangelio, el significado de las metáforas, la presentación del mensaje cristiano.
Pero es en la sabiduría de la fe donde aborda los principales problemas con la
doble división de la teología en doctrinal y positiva o histórica.

Ya que se tomará como punto central la sabiduría de la doctrina sagrada,


fundada sobre el testimonio infalible de la verdad primera consignada en la
Escritura. Deseo partir definiendo que es teología, desde un diccionario
teológico. Para luego adentrarnos en el tema como tal.

TEOLOGÍA:

Teología del griego: θεος theos “Dios” y λογος logos: “estudio, razonamiento”,


significando “el estudio de Dios” y, por ende, el estudio de las cosas o hechos
relacionados con Dios) es el estudio y conjunto de conocimientos acerca de
la divinidad.
1. SABIDURÍA DEL AMOR.

En este ensayo se parte haciendo algunas reflexiones sobre la sabiduría del


amor. El conocimiento místico es el fruto de un éxtasis. El amor divino es
extático, no sufre que los amantes se pertenezcan a sí mismos, es necesario que
pertenezcan a los que aman, por eso, el gran Pablo arrebatado por el gran amor
divino e invadido por virtud extática, decía divinamente, “ y ahora no vivo yo,
es Cristo quien vive en mí” (Ga 2,20).

“el amor a diferencia del conocimiento, nos sumerge en las cosas. Sin embargo,
no de todo amor se puede decir que es extático, hay un amor que nos hace amar
a los seres, no en razón de lo que son, sino en razón de una cualidad que nos
proporcionan, yo amo por que busco el bien o la justicia y este amor puede ser
legítimo, pero no estático. Y hay otro amor que va en razón de lo que son, que
quiere el bien mismo del ser amado: este amor causa el éxtasis, transporta al
amante fuera de sus límites. Entonces si el amado es Dios, el amante no tiene
nada para reservarse, puede y debe enajenar todo, y es allí donde la creatura
vuelve a su condición natural de ser creada a imagen de su creador. El amor
lleva consigo la mutua inhesión del amado y del amante. Finalmente el
conocimiento místico no se sirve de conceptos, es un conocimiento sin
conceptos, que está por encima de los conceptos.

2. SABIDURIA DE LA FE

Esta es una sabiduría fundada sobre la fe en las enseñanzas de la revelación


divina, y a la que santo Tomás llama doctrina sagrada. Doctrina sagrada porque
hace referencia a toda la enseñanza de la revelación y lo que con ella se
relaciona, pero en tanto que esta enseñanza se presenta de un modo ordenado,
jerarquizado.

Estas verdades reveladas son necesarias para la salvación del género humano, y
he aquí el papel de la teología de organizar estas verdades reveladas, para que
puedan ilustrar otras verdades y darse a conocer las mismas o iluminar otras
verdades tenidas como conclusiones reveladas, bien formal, bien solo
virtualmente.

La vía propia del conocimiento de la fe, es el uso de los conceptos, la fe dice:


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Sigue diciendo: creo en
Dios Padre todo poderoso, creador del cielo y de la tierra. Como también:
Padre nuestro que estas en los cielos, venga a nosotros tu reino, hágase tu
voluntad. Los conceptos son un instrumento específico, medio formal de ir a
Dios, son en realidad pobres conceptos humanos, pero que han sido escogidos y
ratificados por la revelación divina y los va a utilizar divinamente.

La fe nace de un corazón que ha sido iluminado por la luz que ilumina a todo
hombre y lo cambia. (Jn 1,9).

En muchas ocasiones no se es consciente de ello, como el enfermo que ignora


que está curado: “Dios existe” “Dios es bueno” no lo dice humanamente, no lo
dice de solo labios sino del fondo de su ser, lo dice con la fuerza afirmada del
Espíritu.

3. SABIDURÍA DE LA RAZÓN.

Todo lo anteriormente expuesto debe ser visto desde una doble dimensión, lo
racional, limitado y que es un problema para el ser humano y desde el misterio
revelado, que es el que le da el verdadero sentido a las cosas, pero son los dos
indispensables, la razón aprende la idea y la fe profundiza el misterio revelado.
Toda la palabra de Dios, la Sagrada Escritura se debe leer a la luz de la fe, una
lectura orante del texto. No desde otro campo se comprende el Evangelio y toda
la Escritura.

Es el estado científico de la “doctrina sagrada” lo que llamamos teología.


La doctrina sagrada como un anuncio, un mensaje, una enseñanza, una
predicación amplia y ardiente de Dios oculto que se da a conocer por medio de
su Iglesia que está asistida y cuya misión es, no el anuncio de una revelación
nueva, sin el conservar a lo largo de las generaciones un depósito revelado,
siempre vivo, rico en ampliaciones prácticas y de ilustraciones doctrinales. Debe
llevar a los hombres a despertar en el conocimiento a las cosas divinas para
conquistar su corazón.

TEOLOGÍA ESPECULATIVA O DOCTRINAL.

Es la ciencia divino-humana de la ordenación interna, ontológica de lo


revelado. Es el procedimiento argumentativo de una razón empapada por la fe,
que descubre el orden divino de las cosas.

El conocimiento de la fe es intuitivo, el conocimiento de la razón iluminada por


la fe es discursivo (teología). Lo que define, pues, a la teología como distinta,
por un lado, de la fe y, por otro, de las disciplinas racionales, es el proceso
discursivo de una razón ilustrada por la fe y partiendo de postulados de fe.
Cuando el discurso parte de una verdad de fe y tiende a otra, entonces las
jerarquiza entre sí; y es que en cierto sentido una verdad se conoce con relación
a su puesto dentro de la jerarquía y sus lazos en relación a otras verdades.

Esta luminosidad de la teología, que es capaz de relacionar la fe y la razón, la fe


como la que nos hace adherir a los misterios que han sido revelados; la razón
siempre a la luz de la fe, que profundiza esos misterios revelados, que los
jerarquiza y enriquece la grandeza del depósito cristiano.

La fe es necesaria a la teología y la teología es útil a la difusión de la fe.

Sin razón no se puede entender la Escritura, una razón que penetrada por la fe y
que profundiza el misterio revelado.

Es misión de la teología doctrinal o escolástica, el manifestar los misterios


cristianos, informarse acerca de los documentos del magisterio. Esta exposición
recurre al “documento”, y en este sentido puede merecer el título de “positiva”,
y, así frecuentemente se la designa con el nombre de teología positiva”. Es
positiva en cuanto se interesa más que por las vicisitudes históricas del dato
revelado, en su grado de desarrollo. Estudia y escudriña el documento en la
perspectiva del teólogo escolástico; este “cree” para “entender”. Va en busca del
orden doctrinal, del orden sintético. El teólogo positivo es el teólogo de la
historia de la salvación. El método del escolástico será siempre regresivo.

Esta teología histórica es ciertamente la que ofrece un mayor interés. Tiene una
parte que podríamos llamar teórica, donde expone el significado de la teología
histórica, su relación con las demás disciplinas, su método, etc. Señala
inmediatamente algunos temas que esta teología podría desarrollar, varios de
ellos de palpitante actualidad y que suscitan la curiosidad. Así, por ejemplo, la
caída de los ángeles y del hombre, la condición del hombre al entrar en el
tiempo histórico, en que perspectiva podría leerse el relato bíblico de la creación
del hombre, la caída, la encarnación del verbo, los orígenes cristianos, los
tiempos de la Iglesia, la condición de los ateos, etc. Terminando con la
interpretación de la teología doctrinal y de la teología histórica, con una
invitación a los teólogos para rechazar de nuevo la “ciudad de Dios”. La obra
finaliza con el estudio de la sabiduría de la razón, valor de la misma, influencia
objetiva y subjetiva del cristianismo sobre la filosofía, todo ello estudiado
principalmente desde San Agustín y de Santo Tomás, que “jamás nos han
engañado. De esta manera hemos visto una breve visión de lo que nos presenta
el Cardenal Journet acerca de lo que el titula introducción a la teología.
BIBLIOGRAFIA

 Cardenal JOURNET Carlos, introducción a la teología, colección veritas


et justitia, desclée de brouwer 1967, Bilbao, 28 de marzo de 1967

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