Tema I Que Es La Teologia

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 4

Dimensión diocesana de Escuelas Laicales

Diócesis de Papantla

Escuela de Teología Monseñor María Alfonso Sánchez


Tinoco

INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA

Tema I: QUÉ ES LA TEOLOGÍA


La teología es ciencia. La razón del Creyente, iluminada por la fe, trata de comprender mejor los
misterios revelados por Dios y exponerlos de manera sistemática y ordenada, basándose en la
Sagrada Escritura y en la Tradición de la Iglesia. La teología presupone la fe, no es un mero
ejercicio de curiosidad intelectual y se trata de ciencia de salvación porque debe ayudar al hombre a
conseguir su destino eterno.

 ¿Qué busca comprender? La Palabra de Dios con ayuda de la Tradición y con el Magisterio
de la Iglesia cómo guía;
 Presupone la fe en el Dios Vivo de la Revelación, que es el Dios de Abraham, Isaac y
Jacob, y sobre todo el Dios y Padre de Jesucristo;
 Se basa en la capacidad de la razón humana para acercarse a los misterios revelados, con
el fin de contemplarlos y exponerlos con el máximo rigor posible y con el respeto religioso que
merecen;
 ¿Quién hace teología? Es una actividad de hombres y mujeres concretos. Sin embargo, es la
Iglesia misma quien busca comprender y profundizar mejor su propia fe. La teología debe
hacerse por lo tanto en el suelo y a partir de la vida de la Iglesia, en su beneficio y para su
crecimiento.
 Teología y Filosofía están en continuidad. La verdad de las cosas que busca la filosofía es
la misma verdad que la teología reflexiona de un modo ulterior: no solo confirmándolas,
también purificándolas, juzgándolas críticamente y superando los procesos de la racionalidad.
 La Teología es fe que busca evidencias y razones. Recibe su materia prima de la
Revelación. A la teología pertenece tanto el creer como el pensar. Sin ambas actividades
fundidas en su mismo y único acto del cristiano – creencia y pensamiento – no hay teología.

LA TEOLOGÍA, DESARROLLO ESPONTÁNEO DE LA FE

Aunque la teología supone la fe, tiene un origen propio y específico. Es una ciencia de salvación. En
este sentido, no es un lujo intelectual que parta de la curiosidad, es una necesidad de la vida
cristiana, que no puede ser satisfecha por ningún otro campo del saber.

Podemos diferenciar dos tipos de teologías:


A) Teología espontánea: es aquella que todo creyente posee por el simple hecho de ser
creyente. Es una manifestación de vitalidad espiritual por el hecho de que la mente siempre
tiende a buscar la verdad. Y quien ama a Dios, encuentra la verdad y desea conocerla con
más profundidad y detalle.
Ésta búsqueda no es una mera técnica de pensar ideas religiosas y de reflexionar
neutralmente sobre ellas. La teología es mucho más que eso. Implica la razón del intelecto
humano pero también procede del saber de fe. Esto quiere decir que puede superar la razón,
puesto que la fe tiene características muy propias, que de un lado posee ya su objeto (Dios) y
de otro lado está en continuo movimiento hacia Él, con el fin de aprehenderlo mejor y amarlo
más. Esto permite que el acto de fe que el creyente hace sea inestable, sino que es firme por
naturaleza y excluye toda duda o vacilación acerca de lo que se cree.
B) Teología científica: el objeto de la fe, que es Dios en sí mismo, se presta a la reflexión. Si el
creyente acepta los misterios de la Revelación es porque considera que no están desprovistos
de sentido y afectan a los asuntos fundamentales de su existencia. Aunque sea trascendente,
el misterio de la salvación tiene que ser penetrable de algún modo por el espíritu humano. Es
decir, el contenido de la fe implica cierta inteligibilidad y coherencia de la fe misma, y puede
convertirse en objeto de reflexión y de estudio más profundo. De aquí se deriva la existencia
de la teología científica, es decir, una reflexión deliberada, rigurosa y metódica, que es lo que
propiamente llamamos teología. Por eso puede utilizar categorías más rigurosas, se ajusta a
métodos precisos y apunta a una construcción sistemática de los datos suministrado por la fe.

LOS TÉRMINOS TEOLOGÍA Y TEÓLOGO

Sentido no cristiano:
Teología, teólogos y otras palabras comunes a esta familia semántica aparecen ya en el paganismo.
En la antigua Grecia se ocupaba para los relatos de poetas como Homero y Hesíodo, que se referían
a los dioses. Platón emplea la palabra teología como sinónimo de mitología en su valor y sentido más
profundo. Los filósofos estoicos ampliaron el sentido de la voz teología y designaron con ella las
explicaciones sobre los dioses elaboradas en el mundo intelectual, que suelen ser de orden poético o
mitológico, cultural y filosófico.

Sentido cristiano:
 San Justino: utiliza el verbo teologizar para designar la actividad exegética sobre los textos
bíblicos.
 San Clemente de Alejandría: diferencia teogonía (fábulas mitológicas) de la verdadera
teología (conocimiento cristiano de Dios).
 Orígenes: teología es una doctrina recta sobre Dios.
 Eusebio de Cesarea: es la primera vez que se utiliza la palabra teología en un libro cristiano.
 San Basilio: es el primero en distinguir entre teología, como doctrina sobre Dios y, economía,
como historia de salvación.
 Para los escritores cristianos de los primeros siglos, el teólogo es un vidente directo de los
misterios divinos, que se hallan patentes en su espíritu de gracias extraordinaria. Teólogo es
quien goza de la contemplación mística de Dios.
 Pedro Abelardo es el primero en utilizar la palabra teología con el sentido actual científico y
académico.
 El saber teológico adquiere rango de disciplina académica con la aparición de las
Universidades (la Sorbona de París S. XII), y se diferencia claramente de la filosofía, de los
estudios bíblicos, y del derecho canónico. A partir de este momento histórico, la voz teología,
se reserva para designar el conocimiento sistemático y discursivo acerca de Dios y los
misterios revelados.

NOCIÓN DE TEOLOGÍA

Se puede definir, como la ciencia en la que la razón del creyente, guiada por la fe teologal, se
esfuerza en comprender mejor los misterios revelados por Dios y sus consecuencias para la
existencia humana.

La actividad teológica es fides quaerens intellectum (la fe que busca entender); quiere decir que es
impulsada no por una actitud de curiosidad, sino de amor y veneración hacia el misterio. San
Anselmo de Cantorbery, quien creo esta expresión, observa que: “el creyente no debe discutir la fe,
pero manteniéndola siempre firme, amándola y viviendo conforme a ella, puede humildemente, y en
la medida de lo posible, buscar las razones por las que la fe es así. Si consigue entender, lo
agradecerá a Dios; si no lo consigue, se someterá y la venerará”.

La fe es el presupuesto absoluto de la teología. Aunque la fe es su materia prima y su origen, una


buena teología debe hacerse desde dentro de la fe, y es así algo más que una simple reflexión
racional sobre los datos de la Revelación. Por eso San Agustín afirma: intellige ut credas, crede ut
intelligas (has de entender para creer y has de creer para entender).

La teología es entonces desarrollo de la dimensión intelectual del acto de fe. Es fe reflexiva, fe que
piensa, comprende, pregunta y busca. Trata de elevar dentro de lo posible el credere (creer) al nivel
de intelligere (entender), agrupando el conjunto de verdades de fe en un sistema bien clasificado,
orgánico y coherente. Intenta construir intelectualmente lo revelado, según encadenamientos de
conceptos que manifiesten la conexión recíproca de todos sus elementos, y relacionen efectos con
causas y verdades derivadas con sus principios.

La teología como ciencia de la fe es:


 No es una tarea individual: su terreno y su sabia son la vida de la fe y de los misterios de la
fe. Su base última es la Iglesia entera, quien a su vez es la beneficiaria y responsable del
quehacer teológico. Es una meditación sobre la fe de la Iglesia, tal como la expresa la
Sagrada Escritura, los Símbolos, las definiciones conciliares y los escritos de los Padres.
 La teología es discursiva y metódica: parte de la fe y vive dentro de ella, pero usa el
esfuerzo humano y avanza paso a paso, en un saber que necesita del tiempo para
perfeccionarse y madurar.
 Es de carácter intelectual y no afectivo: es decir, aunque presupone amor y tendencia a los
misterios sobrenaturales su finalidad no es la unión con Dios (eso lo hace la Mística). Por el
contrario, busca captar y construir el bien de la Revelación (un conocimiento desarrollado de
la fe).
 Es propio de quien hace teología compenetrarse intelectualmente con la verdad revelada,
en un esfuerzo de comprensión que lleva a defenderla y exponerla con íntima convicción y
seguridad. El verdadero teólogo procura relacionar las verdades de fe con el resto de los
conocimientos humanos y los datos que proporciona un mundo real y creado por Dios, en el
que existen verdades relativas pero estimables, causas segundas junto a la causa
trascendente, y fines intermedios al fin último.
 Con todo esto, la teología es imperfecta, porque aunque se centra en el objeto revelado es
susceptible de progreso, porque contiene aspectos de ciencia humana.

LA TEOLOGÍA COMO TRABAJO ECLESIAL

Ya comentábamos que la teología es una actividad que compete a toda la Iglesia. Aunque esta
actividad es desarrollada por individuos concretos, que le imprimen su propio estilo y personalidad, no
es un trabajo individual.
La labor de quienes hacen teología está vinculado a la vida eclesial, de modo que puede ser
considerada en cierto sentido, un órgano de la Iglesia.
No se trata de un oficio eclesiástico como lo es la eclesiología y el derecho canónico. Pero puede
ser considerada una función o ministerio.
La teología es así un aspecto determinado de la función doctrinal de la Iglesia, que engloba a su
vez distintos niveles (Magisterio, teología, catequesis):
1. Su carácter eclesial hace de la teología una actividad situada: con unas responsabilidades
y unos límites.
2. La iglesia no es una instancia extraña a la teología, sino el fundamento de su existencia y
la condición de su posibilidad. En efecto, la fe, que estudia el teólogo no es nunca algo
particular sino de todos.
3. El teólogo es miembro de una comunidad viva. De la comunidad recibe la fe, y con ella la
comparte. Los teólogos están llamados, por tanto, a servir a la comunidad, y tiene que dar
gratuitamente lo que gratuitamente se les ha dado.
4. La teología tiene una misión en el mundo: no tiene como único destinatario la comunidad
cristiana, sino también el mundo de la cultura, y a la sociedad en general.

También podría gustarte