Investigación - Montesdeoca Xavier Josue

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 6

UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


CARRERA DE MEDICINA

EMPRENDIMIENTO

DECIMO “A”

TAREA – INVESTIGACIÓN

TEMA:
“EL EMPRENDIMIENTO UNIVERSITARIO”

AUTOR:
MONTESDEOCA CHANCAY JOSUÉ XAVIER

DOCENTE:
ING. LAURA ARTEAGA BRIONES

JUNIO 2021 – SEPTIEMBRE 2021


PORTOVIEJO - ECUADOR
INTRODUCCIÓN

En cuanto a las competencias de creatividad e innovación en la formación de

profesionales del siglo XXI, se constituyen en punto de interés de diversos sectores de la

sociedad, entre ellos el de la educación superior. Los expertos en este campo consideran que

en la tendencia globalizante, dichas competencias se proyectan como el proceso pertinente para

orientar la formación de profesionales que demanda la sociedad en su conjunto, para encontrar

soluciones a las limitaciones, carencias y problemas estructurales existentes en un mundo

incierto y en permanente transformación.

Esta es una reflexión resultado de un proceso de investigación con la participación de

diversos sectores, entre ellos: el sector de la educación superior, el sector empresarial y las

entidades gubernamentales de los departamentos de Cauca y Nariño, en el marco de la Segunda

Rueda de Negocios de Innovación del año 2013 que se llevó a cabo en esta región del país.

Creatividad e innovación, dos competencias que deberían considerarse como genéricas

o transversales en los currículos, correspondientes a la formación de profesionales en los

distintos campos del conocimiento, pues las deben desarrollar todas las personas,

independientemente del nivel educativo y del tipo de formación, además, son indispensables

para el desempeño académico y laboral. En la actualidad, hacen parte del discurso político,

académico, científico y tecnológico.

Según la Organización de los Estados Iberoamericanos -OEI (2012), son el eje

indiscutible de la política pública e institucional de ciencia, tecnología e innovación; sin

embargo, para que se incluyan y hagan parte del quehacer del profesional, se emplaza al sistema

educativo, a la universidad y a los profesores universitarios a evolucionar y orientar sus metas,

fines y objetivos hacia la formación de profesionales creativos e innovadores, responsables del

avance de la sociedad.
DESARROLLO

Hay diversas concepciones de creatividad como fenómeno esencial para el desarrollo humano,

unos la enfocan en función del pensamiento creativo, otros la relacionan con la solución

creativa de problemas y otros la asumen como una posición personológica, que la enlazan al

desarrollo de sentimientos, motivaciones». Otros en el contexto de las teorías explicativas

diferencian dos grandes planteamientos: los enfoques personalistas que sitúan la creatividad en

la persona, y los interaccionistas que entienden que la creatividad es fruto de la interacción de

variables personológicas y ambientales (Duarte Briceno, 2018).

La creatividad es un fenómeno complejo, esencial y cotidiano en todos los seres

humanos que resulta determinante en el desarrollo ontogenético. Su valor ha promovido la

realización de un sinnúmero de investigaciones para profundizar en sus características y

optimizar su desarrollo. La creatividad es cualquier acto, idea o producto que cambia un

dominio ya existente, o lo transforma en uno nuevo (Grupo SI(e)TE. Educación, 2012).

La inteligencia humana y la creatividad son recursos imprescindibles de cada pueblo,

por ello es preciso que la sociedad sitúe dentro de sus objetivos priorizados desarrollarlas

consciente y científicamente», se hace necesario desarrollarla en los estudiantes universitarios

buscando establecer una sociedad progresiva con profesionales creativos, auténticos y con

iniciativa (Hernández Arteaga, Alvarado Pérez, & Luna, 2015).

La creatividad en el sistema educativo es de significativa importancia con relación a las

innovaciones, al desarrollo del pensamiento, de los cambios educativos, y a la actitud creadora

de los educandos. Por tanto, se debe contar con ambientes creativos donde se busque potenciar

los procesos educativos no convencionales que estimulen al estudiante a investigar, explorar,

conocer, aprender y profundizar un área de conocimiento, aprovechando las posibilidades que

ofrece el medio (Vincent, Voisin, & Téllez Méndez, 2016).


Siendo la creatividad fundamental en los objetivos curriculares, es tarea del docente

planificar clases dinámicas y no pasivas, donde los estudiantes deben ser imaginativos, que

predominen las acciones novedosas, garantizando la adquisición de conocimientos teórico-

prácticos y el perfeccionamiento de sus competencias profesionales (Klimenko, 2018).

Con la implementación de tareas o estrategias novedosas el estudiante participa en

forma más activa que cuando se emplean metodologías tradicionales en la enseñanza, el

docente tiene como actividad primordial encausar el proceso creativo de enseñanza

aprendizaje, y, es necesario complementar metodologías de estudio a los efectos de comprender

de manera integral el complejo fenómeno de la creatividad (Piguave Pérez, 2014).

Las manifestaciones creativas de los educandos deben ser muy tenidas en cuenta por

los profesores para su estimulación y no para reprimirlas o subestimarlas, ya que en ocasiones

los claustros universitarios no poseen la suficiente profesionalización para saber cómo encauzar

la creatividad de sus alumnos de una manera efectiva y adoptan actitudes o decisiones

empiristas que en nada contribuyen a su desarrollo personal y profesional (Duarte Briceno,

2018).

Los contenidos del proceso de enseñanza aprendizaje universitario no pueden estar

constreñidos a los marcos de las propias disciplinas, programas y planes de estudio porque se

convierten en aspectos abstractos, muy teóricos y desarticulados con la vida. Por lo tanto, la

creatividad, es el alma de las estrategias trasformadoras orientadas al aprendizaje, siendo el

alumno el que ha de ir revelando la adquisición de las competencias planificadas en cada una

de las carreras, las capacidades que permiten desempeños satisfactorios se forman a partir del

desarrollo de un pensamiento científico-técnico reflexivo, de la posibilidad de construir marcos

referenciales de acción aplicables a la toma de decisiones (Piguave Pérez, 2014).


CONCLUSIÓN

La creatividad corresponde a un comportamiento y proceder constructivo y a la vez

productivo, que funde sus cimientos en la realidad, tiene que ver con la producción de algo

nuevo que es valioso, y con la capacidad de descubrir nuevas y mejores formas de hacer las

cosas; entre algunos de sus atributos se relacionan: originalidad, novedad, pertinencia,

relevancia, transformación y espontaneidad.

Por su parte, la innovación se constituye en la herramienta que incorpora una solución

creativa, esto es, una transformación que se lleva a cabo con la finalidad de superar situaciones

existentes; se ha convertido en una actividad sistemática, consecuente con un propósito

determinado y planificado. En pocas palabras, la creatividad y la innovación son competencias

genéricas de toda profesión y por lo tanto, competencias transversales de los currículos de

formación profesional.

El desarrollo de la creatividad y la innovación en el sector educativo, depende de la

forma en que los actores se relacionan e interpretan los cambios en términos de

representaciones teóricas y prácticas, tanto de forma individual como colectiva. Son procesos

multidimensionados, en los cuales intervienen factores diversos que afectan a todos los niveles

contextuales.

Creatividad e innovación son competencias que demandan ser tratadas como genéricas

o transversales en la formación de profesionales, pues deben ser desarrolladas por todas las

personas, independientemente del nivel educativo y del tipo de formación, siendo

indispensables para el desempeño académico y el mundo laboral; deben considerarse parte de

los currículos correspondientes a la formación de profesionales en los distintos campos del

saber, integrando el desarrollo de conocimientos, habilidades, actitudes, aptitudes, destrezas y

valores que forman al profesional competente.


BIBLIOGRAFÍA

Duarte Briceno, E. (2018). La creatividad como un valor dentro del proceso educativo.
Universidad Autónoma de Yucatán, 2(1), 43-51.

Grupo SI(e)TE. Educación. (2012). Creatividad, educación e innovación: emprender la tarea


de ser autor y no sólo actor de sus propios proyectos. Revista de Investigación en
Educación, 7-29.

Hernández Arteaga, I., Alvarado Pérez, J. C., & Luna, S. M. (2015). Creatividad e Innovación:
competencias genéricas o transversales en la formación profesional. Revista Virtual
Universidad Católica del Norte(44), 135-151.

Klimenko, O. (2018). La creatividad como un desafío para la educación del siglo XXI.
Educación y Educadores, 11(2).

Piguave Pérez, V. R. (2014). Importancia del desarrollo de la creatividad para los estudiantes
de la carrera de Ingeniería Comercial desde el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Educación, 23(44), 29-47.

Vincent, S., Voisin, S., & Téllez Méndez, B. A. (2016). Creatividad: eje de la educación del
siglo XXI. Revista Iberoamericana de Educación Superior, 2(18), 83-98.

También podría gustarte