Reporte de Lectura

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Reporte de lectura

Bienestar mental y sociocultural

La

salud mental incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Afecta la forma


en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. También ayuda
a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos
decisiones.
Un buen comienzo en la vida de los jóvenes está asociado a la consecución de un
nivel óptimo de bienestar psicológico o emocional. Y este bienestar emocional está
íntimamente relacionado, a su vez, con la calidad de los contextos en que se
desenvuelve la vida y el desarrollo, la familia, la escuela y las relaciones con los otros
adolescentes, contextos y relaciones cuya calidad viene definida por el grado en que
las diferentes necesidades son atendidas (necesidades físico-biológicas, cognitivas y
culturales, afectivas y de participación social.

El bienestar emocional en la infancia involucra un amplio espectro de áreas y


actividades. La vivencia de recibir un buen trato, ser tenido en cuenta, ser atendido
adecuadamente y vivir en un ambiente organizado, con rutinas cotidianas y diversidad
de experiencias genera el marco necesario en el que se despliega en condiciones
satisfactorias el desarrollo evolutivo i (cognitivo, psicomotriz, afectivo), la autonomía
personal, la identidad, el juego y la comunicación interpersonal, la empatía y las
habilidades representacionales.

Los padres y madres tienen una influencia fundamental en el bienestar psicológico de


los hijos e hijas. Por un lado, ayudando a establecer el vínculo de apego que es tan
importante como sentimiento mutuo madre, padre, hijo para desarrollar la sensación
infantil de ser querido y cuidado por figuras protectoras, disponibles y sensibles a sus
necesidades y a su temperamento. Es sabido ya que los jóvenes que han vivido
experiencias de apego seguro tienen mejores niveles de autoestima, mejores
habilidades sociales, relaciones más satisfactorias con los otros adolescentes y,
cuando son adultos, establecen relaciones más seguras y afectuosas tanto con sus
parejas, así como con sus propios hijos. Pero los padres y madres también influyen en
el bienestar l con sus comportamientos, sus estilos educativos, el modo en que
organizan la vida cotidiana y según el tipo de ideas y creencias que tienen sobre las
necesidades y el desarrollo.

Dentro de algunas sugerencias puedo para tener un buen bienestar emocional

¿Cómo mantener una actitud positiva?


Centrarse en el presente, en las cosas buenas que te brinda la vida, en pensamientos
que ayuden a solucionar las situaciones y a mantener la calma en situaciones de
presión aumentará tu autoestima y la confianza en ti mismo ayudándote a enfrentarte
a nuevos retos.

¿Cómo cultivar un pensamiento positivo?


Aprende a distinguir lo que está bajo tu control para no malgastar energía y valora los
hechos en su justa medida, así mantendrás las emociones negativas bajo control.
Felicítate por un buen trabajo y aprende a agradecer los elogios de los demás.

¿Cómo llevar una vida equilibrada emocionalmente?


Aprende a poner límites y a decir no para preservar tu salud emocional. Aduéñate de
tu tiempo, guarda al menos 15 minutos diarios para tí para realizar actividades que te
recargan la energía.

¿Cómo auto cuidarse a nivel físico y psicológico?


Descansar lo suficiente, llevar una alimentación sana y equilibrada, dedicar unos
minutos a realizar ejercicio físico... en definitiva dedicar tiempo a nuestro propio
cuidado es la base del bienestar.

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