Siete Palabras Que Sanan El Corazón

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7 Palabras que sanan el corazón.

+Primera palabra:
Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen (lc 23, 34)

Cristo nos regala palabras que tienen un poder sanador increible:

-primero nos ayuda a reconocer a Dios como un papá.


*En nuestra cultura contemporanea, en la que la figura de papá está tan
maltratada, Dios asume nuestra paternidad, nos acobija con su amor.
-Papá es quien da seguridad, quien cuida: y hay que reconocer que el lugar
más seguro para nosotros es en manos de papá Dios.
-Papá es quien pone las normas: amorosamente papá nos orienta por el camino
correcto, nos traza límites para nuestro bien, nos ayuda a comprender que no todo
nos es lícito.
-Papá es quien enseña: muchas de nuestros primeros logros, como manejar una
bicicleta, un vehiculo, arreglar algo dañado o de cualquier tipo, vienen de las
enseñanzas de papá, Dios también sabe enseñarnos a descubrir y potenciar nuestros
talentos, porque él nos conoce.
-Papá me enseña a decir que no: es nuestro buen Dios quien forja nuestro
carácter, nos muestra la realidad claramente y nos da la fuerza para rechazar en
nuestra vida lo que es contrario a su amor.

otro elemento poderosamente sanador en esta palabra es la herramienta del Perdón:

*Fíjate bien que el Señor está en la situación más desfaborable que te puedas
imaginar, humillado, maltratado, lacerado, y aun así tiene el poder para perdonar.
*Y si nuestro maestro lo hace, quienes somos nosotros para negarle el perdon
a los que nos ocacionan un disgusto o un mal rato. Acaso somos más que nuestro
maestro? Hoy Cristo nos revela que tambien debemos cruficar nuestros impulsos
agresivos, nuestro mal caracter, nuestra ira, y deseos de venganza, para producir
esa hermosa oración por los detractores.

Te invito como ejercicio personal a: reconocer a Dios como tu padre, y a orar por
los que te han hecho el mal, y a perdonarlos con valentía.

+Segunda Palabra:
"En verdad te digo hoy estarás conmigo en el paraíso" (Lc 23, 43)

Esta profunda y hermosa revelación que se nos da en esta tremenda frase del Señor
me impacta y también me llena de esperanza:

-Es una palabra dirigida a un Criminal. alguien que cometió errores, que tomó malas
decisiones.
-Cuantas veces hemos querido una segunda oportunidad? cuantas veces hemos pedido
clemencia y perdón por nuestras equivocaciones? hoy el Señor nos enseña que no hay
pecado tan grande que no pueda ser perdonado, que su misericordia, está por encima
de nuestra miseria. que lo único que tenemos que hacer es abrír nuestro corazón.
Confiemos en la misericordia de Dios, eso dará a nuestra alma un unguento sanador.

Junto a Jesús habian dos ladrones, que reflejan las dos actitudes fundamentales del
que confía y el que no confía en el Señor:
Uno de los ladrones, sólo insulta, humilla, y reta a Jesús de manera desafiante,
reflejando la propia impotencia de su maldad, mientras que el otro, reconoce su
falla, asume la inocencia de Dios, y pide su misericordia, "acuerdate de mí cuando
estes en tu reino", claro que el Señor se acordará de tí, siempre lo hace porque te
lleva como un sello en la palma de su mano.

y otra revelación poderosa que sana los corazones, sobre todo de aquellos que han
tenido que vivir la experiencia de la muerte, o tienen temor de morir.
Es la confirmación del nuevo reino que Jesús instaura.
Es lo que llamamos, la eternidad, el paraiso, el cielo; no es un cuento de nuestras
abuelitas ni de los padres para convencernos, es una realidad, Cristo consolida en
la Cruz un reino eterno donde ya no habrá hambre ni dolor, donde la enfermedad ya
no existe, y lo mejor de todo, donde estaremos siempre a su lado.
Es la esperanza en un mañana mejor, lo que sana el corazón. Hoy nuestro buen Jesús
nos invita a confiar.

te invito en el transcurso del dia a sincerarte y reconocer en quien tienes puesta


tu esperanza, y te invito a volver a confiar en Jesús.

3.Tercera palabra: "Mujer, he ahí a tu hijo, hijo, he ahí a tu madre"(Jn 19, 26)

En esta palabra, el Señor, no conforme con darnos su vida, entregar su sangre y


haber padecido por nosotros un gran calvario, nos entrega todo lo que ama. nos
regala una Madre.

María, esa mujer admirable, escogida por Dios desde la eternidad para servir al
plan de Dios. Mujer que demostró su amor a Jesús desde el primer momento de su vida
hasta su trágico final en la Cruz, y que lo sigue demostrando después de la
resurrección.

Cristo sabe que el amor maternal de María puede sanar cualquier enfermedad. Madre
que abraza a sus hijos y les transmite tranquilidad.
Hoy el Señor te dice, si le falta alegría hoy, aqui tienes a tu madre, ella estará
contigo en los momentos más bonitos, y también en los momentos más duros, dispuesta
a cuidarte siempre.

te invito a recitar el santo rosario en este día, pidiendo a nuestra madre


santísima que acobije con su amor de madre a todos los hombres; especialmente a los
que han sido golpeados por el convid.

+Cuarta palabra: "Dios mío, "Dios mío, Dios mío ?por qué me has abandonado?"

Estas palabras que a primera vista parecen un reproche, pueden convertirse en el


reflejo de nsotros mismos, de las veces que nos ha tocado enfrentar la crudeza de
la vida, los momentos amargos, las dificultades, la frustración de ver que las
cosas no salen como yo lo espero, la impotencia de no poder hacer nada frente a las
tragedias que me sobrevienen, como la muerte de un ser querido, como la necesidad,
como la enfermedad. Ese reflejo amargo de nuestra propia fragilidad.
Será que realmente el Señor se olvidó de nosotros? realmente el Señor nos abandonó?
Pues la verdad es que él siempre ha estado de nuestro lado, sólo que no le hemos
sabido reconocer.

Hoy Cristo no hace una queja, sino que nos regala una herramienta sanadora de mucho
valor. La oración.
Así es, Como buen judío Cristo está recitando un salmo. para la época era
importante para un judío la oración con los salmos, los cuales recitaban en ciertas
horas del día, pero cuando estaban muy atareados y no podían hacer la oración
completa, tenían la costumbre de recitar una estrofa del salmo y eso valía como el
salmo completo.
Cristo está entonando el salmo 22, en su primera estrofa, un salmo de desesperación
ante la adversidad pero que termina con unas palabras de esperanza, reconociendo el
poder de Dios y su protección. "Alaben al Señor sus servidores, todo el linaje de
Jacob lo aclame, toda raza de Isarel lo tema, porque no ha despreciado ni ha
desdeñado al pobre en su miseria, no le ha vuelto la cara y a sus invocaciones hizo
caso"; ante esta dura situación que vivimos por el convid-19 sabemos que Dios está
de nuestro lado.
+Quinta palabra: "Tengo Sed" (Jn 19, 28)

La sed era uno de los tormentos más ordinarios y atroces de los cricificados.
Cristo tiene Sed, como esta necesidad puede ser sanadora para nosotros? Jesús como
buen maestro, siguiendo su costumbre de servirse de hechos naturales para
enseñarnos algo más profundo, simboliza en esta necesidad fisiológica la intensa
tendencia de Jesús hacia Dios, su sed de fidelidad al padre y su sed de amar a los
hombres, sed que refleja el salmo 63.
Ya quiere ser saciado, quiere saciar su sed de amor entregandose totalmente, Cristo
tiene sed de amor, y nos pide que lo saciemos, amandole en nuestra oración,
amándole a él a través del servicio a nuestros hermanos.
Hoy Cristo quiere compartir su sed contigo, recordarte que lo único necesario es su
amor, agua pura que sacia la sed para siempre.

+Sexta Palabra: "Todo está cumplido" (Juan 19, 30)

Continuamos con nuestras palabras de sanación, y nos topamos con esta enigmática
frase del Señor que nos habla de el cumplimiento de algo. Me llena de emoción, de
tristeza y al mismo tiempo de esperanza, saber que el Señor tiene todo bajo
control, pues hasta en una situación dramática como esa, se han cumplido todos y
cada uno de los pasos que él ya había bislumbrado. A que se refiere el Señor con
que todo está cumplido? claramente el Señor nos confirma, lo que ya nos ha ido
diciendo desde el inicio de la cuaresma:
Que no tengamos miedo.
Que él será entregado.
que debe morir en manos de los judíos.
Pero que al tercer día resucitará.
Me llena de mucha fortaleza Señor, saber que nada se escapa de tu mano. Que aunque
nos sobrevengan dificultades, tú ya las habías visto venir, y ya estas trabajando
para hacer de ellas un motivo de crecimiento y salvación para nosotros. Me enseñas
señor a descubrir tu voluntad en los acontecimientos de la historia. Me haces
sentir como parte de un proyecto mucho más grande que yo, caigo en cuenta de que el
sentido de mi vida está trazado por tí, y que descubriré la verdadera felicidad,
haciendo lo que tengo que hacer, la razón por la que he sido enviado para este
mundo, mi vocación.
Hoy te invito a descubrirte como parte del Equipo de Jesús, una gran familia que
trabaja en función a un proyecto de salvación que beneficia a toda la humanidad.
te invito a descubrir tu condición temporal, lo pasajero que eres en este mundo, a
valorar el tiempo que tienes, y a aprovecharlo en lo que Dios te pide desde el
fondo de tu corazón.
No pierdas más el tiempo, mientras sigues frio ante la presencia de Dios, otros
siguen muriendo.
Has esta oración conmigo: Señor aquí están mis manos para abrazarte, mis pies para
seguirte, y mi corazón para alabarte, me entrego por completo a tu plan. Que tu
santa voluntad me arrope y me guie siempre amen.

Dios te bendiga.

+Septima palabra: "Padre en tus manos encomiendo mi espíritu":

Y la última palabra sanadora que Jesús nos regala en su cruz, es una que trae
consigo una fuerza liberadora y llena de paz, la entrega total. Imagino este
momento del Señor, con mucha nostalgia, quiza por su mente pasarían todos los
momentos bellos que vivió al lado de los suyos, los momentos alegres, donde
compartío con sus hermanos la revelación de Dios como el padre de todos, la
satisfacción de cada enfermo, hambriento y persona sin sentido a la que ayudó,
imagino que el Señor se sentía satisfecho, había hecho todo como el padre se lo
había pedido, vivió en carne propia la frajilidad de su propia creación, sintió
como creatura, y tomó la enfermedad del pecado del mundo sobre su carne y con su
sangre preciosa está dispuesto a sanarla. Siento que el Señor ya ha dado lo que
tenia que dar, y llega el momento de entregar, para que el padre complete lo que
aun falta.
En nuestra vida también nosotros tenemos episodios en los que hacemos memoria de
todos los esfuerzos que hemos hecho por cambiar y ser mejores, por cambiar a
nuestros familiares y seres queridos, las veces que hemos doblado rodilla, que
hemos dado consejos, que hemos regañado, incluso peleado por la justicia, y vemos
que aun falta un largo camino por recorrer, pensamos que hemos arado en el mar, que
nuestros esfuerzos parecen estériles

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