El Tiempo de Espera en Dios No Es Tiempo Perdido: Enseñanza Del Modelo de Jesús

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2021 “Año del Socio Mayor”

Enseñanza del Modelo de Jesús


SEMANA 28 – 12 al 18 de julio 2021

El tiempo de espera en Dios no es tiempo perdido


“Espero en silencio delante de Dios, porque de él proviene mi victoria. Solo él es mi roca y mi
salvación, mi fortaleza donde jamás seré sacudido”. Salmo 62:1-2 NTV

Tal vez hayas escuchado el refrán que dice: “El que espera se desespera”, que alude al
pesimismo, angustia y ansiedad que padece alguien que vive a la espera de conseguir lo que
desea y no llega. Mas no ocurre así con el tiempo que pasas esperando en Dios. ¡Ese tiempo no
se pierde!

Es verdad que la vida está llena de altibajos. En oportunidades nos sentimos “plenos” porque
estamos en la cima y en otras nos sentimos abajo, como “aplastados”.

Sin embargo, el lugar más difícil para estar es el medio, el lugar dónde “nada se mueve, nada
pasa”.

Sobre todo, cuando los cambios que quisiéramos ver en algunas áreas de nuestra vida no
suceden tan rápido como quisiéramos. En oportunidades llegamos a pensar "¿Y dónde está Dios
cuando más lo necesitamos?”.

Cuando David escribió el Salmo 62, estaba siendo atacado por sus enemigos, y por muy tentador
que pudiera haber sido tomar el asunto en sus propias manos, David decidió esperar en Dios, Ir al
medio.

Si bien es cierto que David pudo haber estado angustiado al verse rodeado de tantos enemigos,
vemos que no le pide nada a Dios.

Él está lleno de fe y confianza, no tiene miedo, no se desespera, tan solo se rinde ante Dios y
espera en Él.

El desafío que debemos superar cuando las circunstancias de la vida nos mandan al medio, tiene
que ver con no razonar demasiado, no buscar las repuestas a todos los interrogantes, porque al
no obtenerlas, nos movemos fuera de la fe y buscamos salidas no aprobadas por Dios y como
consecuencia tomamos malas decisiones.

Pocas temporadas de la vida acercan nuestro corazón a Dios como cuando estamos esperando.
Cuando Dios nos manda al medio. Nuestros oídos están más alertas a la voz de Dios cuando
estamos desesperados por escucharlo. Nuestros ojos reconocen más rápido Su poder y provisión
cuando hemos estado esperando que Él se mueva.

“Espero en silencio delante de Dios, porque de él proviene mi victoria. Solo él es mi roca y mi


salvación, mi fortaleza donde jamás seré sacudido”. -2 NTV

“Que todo mi ser espere en silencio delante de Dios, porque en él está mi esperanza. Solo él es
mi roca y mi salvación, mi fortaleza donde no seré sacudido”. -6 NTV

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