Unidad 2. ENSAYO CURRICULO UMECID
Unidad 2. ENSAYO CURRICULO UMECID
Unidad 2. ENSAYO CURRICULO UMECID
“UMECIT”
1118536928
Profesor:
Hay quienes afirman que de esta función dependen todas las demás funciones
administrativas, puesto que el administrador dirige, organiza, evalúa y controla todo
aquello que se encuentra comprendido en la planeación con un fin determinado.
Educar sin planificar, es como construir una casa sin plano o escribir una novela sin
borrador. El arte de educar requiere esfuerzo, análisis racional, pensamiento crítico y
creatividad. La planificación en la Educación es una clave para asegurar el éxito y la
calidad de las acciones.
Para que la planeación pueda considerarse como integral debe realizarse sobre
todos los aspectos, que en una u otra forma participan en las actividades a desarrollar.
Es por ello, por lo que en el presente trabajo se muestra una revisión documental de
la planeación educativa en el contexto, que comprende la búsqueda, revisión de
documentación y la interpretación de la información encontrada.
Finalmente, debe considerarse cuál es la forma más adecuada para trabajar con los
estudiantes, pensando en actividades que podrían convertir el conocimiento en algo
cercano e interesante para un grupo, dentro de un determinado contexto.
La realización de la planeación curricular debe tener en cuenta los grupos con que
se trabajará, su entorno, dando relevancia a las posibilidades del centro educativo y a
los recursos digitales que posibiliten la integración de todos en el diseño de las
actividades, a los valores y ejes transversales y a los diversos actores relacionados, que
pueden ayudar a la profundidad en la calidad del aprendizaje, basados en la innovación
y en una visión global de la realidad educativa.
El proceso de planeación docente permite que se sea más fácil generar toda una
estructuración y/o esquematización del contenido a desarrollar y la metodología en todo
el proceso de enseñanza-aprendizaje del que se ha tratado.
Para iniciar, hay una gran preocupación que redunda en estos investigadores, y es
cómo el currículo ha pasado de ser una concepción a un concepto en el mundo
académico, dado a que estos autores confluyen en que el currículo no se define, se
interpreta. Todo radica en la apropiación que se haga de este recurso en las prácticas,
pues el currículo en gran medida representa un conglomerado de ideas y saberes.
George Posner, en su texto “Análisis del currículo” hace énfasis en cada una de las
modalidades de currículo que existen, exactamente las denomina como: Alcance y
secuencia, Programa de estudios, Esquema de contenido y Estándares (1998, p.5).
De ahí surgen los cinco currículos concurrentes que menciona Posner: el oficial que
es el que determina la institución o claustro educativo que se basa en esquemas y
cuadros. El operativo que es el que imparte el maestro con sus propios saberes, y que
con su práctica y experiencia vierte saberes nuevos al estudiante en el aula. El oculto
que se puede determinar como el contestatario que impugna ideologías y saberes que
no están considerados por el currículo oficial. El nulo que se dedica reflexionar sobre las
materias que no se enseñan dentro de una institución y el adicional que surge de un
complemento hecho por el docente cuando por algún motivo el currículo oficial omite o
no ve necesario incluir algunas disciplinas dentro de sus objetivos. (1998, p. 14). En
muchas ocasiones el docente se inclina por utilizar los currículos que están fuera de lo
oficial, por supuesto es de aclarar que esto no es negativo, de hecho, puede ser bastante
positivo si se tienen en cuenta que muchas veces los estudiantes pueden aprender más
de las lecciones espontaneas de los docentes más que las que están en el programa
oficial. Sin embargo, cuando está situación se presenta muy seguido quiere decir que los
currículos de las instituciones rara vez se realizan de forma consensuada como es lo
indicado.
Ante esta situación, Shirley Grundy opina que más que observar el currículo como
un producto, es necesario observar a quienes lo construyen (Grundy, 1992, p.5), opinión
que es totalmente acertada, dado a que los objetivos de una práctica curricular deben
funcionar en pro a la condición humana. Por lo tanto, todo depende de los ideales que
viertan los diseñadores curriculares en su proceso de construcción, para que los
resultados en los estudiantes sean vigentes. Por este motivo Grundy afirma que “pensar
en el curriculum es pensar en cómo actúa e interactúa un grupo de personas en ciertas
situaciones. No es describir y analizar un elemento que existe aparte de la interacción
humana.” (p.6)
De esta manera se entiende que la única forma para conocer un currículo desde su
sentido, es conociéndolo en todo su proceso. Esta sería una de las opciones más
convenientes que podría utilizar la comunidad educativa de una institución, para opinar
de lo que se lleva a cabo.
En otras palabras, desde el rol del profesor resulta bastante enriquecedor seguir el
proceso en la elaboración de un currículo para tener una plena seguridad de lo que
enseña y lo que puede enseñar. Es desde este aspecto donde surge la necesidad de
una actitud crítica, la crítica es clave para el desarrollo de cualquier proceso, incluso el
curricular. Lawrence Stenhouse afirma que una crítica solo se hace si se ha valorado
adecuadamente el objeto a criticar, es decir que nada que sea ajeno o desconocido para
nosotros puede ser criticado. Por ello es necesario reflexionar sobre todo lo que nos
rodea, más si es de carácter académico y disciplinar. El docente puede participar del
proceso en un currículo y dar opinión de este, ya que “las aulas no pueden mejorar sino
mediante la acción de los profesores: estos han de ser los críticos de la labor relativa al
C. y no sean dóciles agentes.” (Stenhouse, 1970, p.117). En términos generales sería
una construcción conjunta que pueda ser valorada y llegado el caso criticado, pues no
siempre en el diseño curricular se toman buenas decisiones y el docente que tiene gran
autoridad no sólo por pertenecer a la comunidad educativa sino por tener los saberes,
son los que más deberían estar al tanto de estos procesos que se toman en las
instituciones.
“El curriculum es una praxis antes que un objeto estático emanado de un modelo
coherente de pensar la educación o los aprendizajes necesarios de los niños y de los
jóvenes, que tampoco se agota en la parte explícita del proyecto de socialización cultural
en las escuelas. (1988, p. 16)”
- Responde a las necesidades de los sujetos partícipes pues la educación debe girar,
como se mencionó, en torno a la creación de nuevos y mejores estados en los sujetos
en el marco social, cultural y político. Se trata de una posición que resignifica la
humanidad del hombre, fundamental en el mundo de hoy.
Freire, L., Páez, M. C., Espinoza, M. N., Rios, M. N., & Paredes, R. I. (2018). El diseño
curricular, una herramienta para el logro educativo. Revista de la SEECI, (45), 75-
86.