La Licuefacción Directa Del Carbón

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La licuefacción directa del carbón, también conocida como proceso Pott-Broche, es un proceso

químico que convierte el carbón directamente en una mezcla de hidrocarburos líquidos


denominada "crudo sintético". Aunque existen muchas variantes del proceso, todas coinciden en
que primero se disuelve el carbón en un disolvente a alta presión y temperatura y luego se añade
hidrógeno para realizar un hidrocraqueo en presencia de un catalizador. El producto obtenido es
un crudo sintético que a continuación hay que refinar, consumiendo más hidrógeno.

El gas de síntesis o sintegás (syngas, en inglés) es un combustible gaseoso obtenido a partir de


sustancias ricas en carbono (hulla, carbón, coque, nafta, biomasa) sometidas a un proceso químico
a alta temperatura. Contiene cantidades variables de monóxido de carbono (CO) e hidrógeno (H2).

EL PROCESO FISCHER-TROPSCH es un proceso químico para la producción de hidrocarburos


líquidos (gasolina, keroseno, gasoil y lubricantes) a partir de gas de síntesis (CO y H2). Fue
inventado por los alemanes Franz Fischer y Hans Tropsch en 1925.

¿Cómo se fabrican los combustibles sintéticos?

Los combustibles sintéticos se fabrican únicamente con la ayuda de energías renovables. En una
primera etapa, el hidrógeno se produce a partir del agua. El carbono se añade a esto para producir
un combustible líquido. Este carbono puede ser reciclado de procesos industriales o incluso
capturado desde el aire mediante filtros. La combinación de CO2 y H2 da como resultado el
combustible sintético, que puede ser gasolina, diésel, gas o incluso queroseno.

¿Cómo se consiguen los combustibles sintéticos?

A través de la energía renovable. Para obtener el hidrógeno del agua, se emplean fuentes de
energía renovables, como a través del funcionamiento de placas solares, molinos de viento o
turbinas hidroeléctricas. El CO2 en muchas ocasiones se consigue del propio aire, por lo que se
utilizan los gases de efecto invernadero como un recurso de producción.

Para el proceso de generación del combustible sintético, se evita la utilización de cualquier


combustible fósil que genere CO2 en su combustión, por lo que es producción totalmente limpia
con el medio ambiente. De esta manera, los combustibles sintéticos se convierten en una energía
de emisiones neutras y se postulan como una de las alternativas para reducir emisiones
contaminantes en los vehículos.

Al utilizar el CO2 de la atmósfera actual, evita que se incremente, ya que la emisión es neutra. Está
utilizando lo que más tarde puede generar, logrando cierto equilibro en la emisión de gases
contaminantes para la atmósfera y de efecto invernadero. Así, es una de las alternativas que más
futuro parecen tener por este mismo motivo.
Aplicaciones de los combustibles sintéticos

Los combustibles sintéticos están pensados para los motores actuales de los vehículos que están
en circulación en el parque automovilístico de todo el mundo. Surgen como combustibles
alternativos, por lo que los motores de gasolina y los motores diésel a día de hoy estarían
capacitados para ofrecer un buen rendimiento para estos carburantes.

Es decir, los motores actuales no necesitarían adaptarse a la aplicación de estos combustibles


sintéticos o e-fuel, ya que son considerados unos combustibles directos. De la misma manera,
hasta la aplicación directa de este carburante, y tal y como ocurre con el bioetanol y el biodiésel,
se pueden utilizar como aditivos de la gasolina para mejorar el rendimiento actual y reducir la
emisión de CO2 a la atmósfera.

No solo se están explorando las alternativas para el carburante de vehículos de movilidad


personal, como los turismos, las furgonetas o las motos. También se busca ir más allá para ser una
parte importante en el combustible del transporte de mercancías, como de barcos o para sustituir
al actual combustible de aviones.

Futuro de los combustibles sintéticos

Misma potencia que los motores convencionales: los combustibles sintéticos no están del todo
desarrollados y todavía necesitan algunos años de investigación para que puedan llegar a ser una
acción comercialmente viable. De momento, los resultados que se están obteniendo son bastante
esperanzadores ya que se están consiguiendo combustibles con índices de octano superiores
incluso a los que tienen el diésel o la gasolina.

Sin adaptación: otra de las ventajas de este tipo de combustible es que los coches actuales no
necesitarían adaptarse a los sintéticos. Esto es debido a que estos combustibles sintéticos
cuentan con las mismas características e incluso algunos produce en emisiones parecidas, aunque
se ven compensadas por el proceso de fabricación porque se utiliza el propio CO2.

Coste razonable: según estimaciones, el coste aproximado de un litro de combustible se situaría


entre 1 y 1,40 euros. Se trata de un precio bastante razonable y muy prometedor de cara a su
posible venta en el futuro.

Pero la investigación prosigue. Se están llevando a cabo diversas investigaciones para presentar a
los combustibles sintéticos como una verdadera alternativa a los combustibles fósiles, incluso
dentro de la propia fórmula 1 se están realizando estudios.

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