Subsidio Viernes Santo PDF
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1. Invocación inicial
Sin hacerse la señal de la cruz.
3. Oración inicial
Dios Padre, todopoderoso y lleno de misericordia
Escuchas nuestras suplicas, concédenos la fe para vivir estos misterios, que
podamos vencer las tribulaciones que vienen del maligno y nos hacer vacilar; para
que con tu Hijo que se entregó por nosotros triunfemos sobre el pecado que siempre
nos acecha. Amén.
Parroquia Purísima Madre de Dios y San Benito de Palermo
Miren, mi siervo tendrá éxito, subirá y crecerá mucho. Como muchos se espantaron de él,
porque desfigurado no parecía hombre, ni tenía aspecto humano, así asombrará a muchos
pueblos, ante él los reyes cerrarán la boca, al ver algo inenarrable y contemplar algo
inaudito.
¿Quién creyó nuestro anuncio?, ¿a quién se reveló el brazo del Señor? Creció en su
presencia como brote, como raíz en tierra árida, sin figura, sin belleza. Lo vimos sin
aspecto atrayente, despreciado y evitado de los hombres, como un hombre de dolores,
acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultan los rostros, despreciado y
desestimado.
Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos
leproso, herido de Dios y humillado; pero él fue traspasado por nuestras rebeliones,
triturado por nuestros crímenes.
Nuestro castigo saludable cayó sobre él, sus cicatrices nos curaron. Todos errábamos
como ovejas, cada uno siguiendo su camino; y el Señor cargó sobre él todos nuestros
crímenes. Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca; como cordero
llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca.
Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron, ¿quién meditó en su destino? Lo arrancaron de la
tierra de los vivos, por los pecados de mi pueblo lo hirieron. Le dieron sepultura con los
malvados, y una tumba con los malhechores, aunque no había cometido crímenes ni hubo
engaño en su boca.
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación; verá su
descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su mano. Por los
trabajos de su alma verá la luz,
el justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a muchos,
porque cargó con los crímenes de ellos. Le daré una multitud como parte, y tendrá como
despojo una muchedumbre. Porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los
pecadores, él tomo el pecado de muchos e intercedió por los pecadores.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor
Salmo responsorial: Salmo 30, 2 y 6. 12-13. 15-16. 17 y 25 (R.: Lc 23,46)
Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una
para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una
pieza de arriba a abajo. Y se dijeron: —«No la rasguemos, sino echemos a suerte, a ver a
quién le toca». Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte
mi túnica». Esto hicieron los soldados.
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y
María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a
su madre: —«Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego, dijo al discípulo: —«Ahí tienes a tu
madre». Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.
Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que se
cumpliera la Escritura dijo: —«Tengo sed». Había allí un jarro lleno de vinagre. Y,
sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la
boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo: —«Está cumplido». E, inclinando la cabeza,
entregó el espíritu.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
5. Reflexión
6. Oración de los fieles
A) Pidamos por la Iglesia Universal, por el Santo Padre el Papa Francisco, por todo
el pueblo santo de Dios y sus ministros; para Dios gobierne la Iglesia, asista al
Papa, los ministros y escuche las suplicas de sus hijos. Roguemos al Señor.
B) Por las naciones de la tierra, sus gobernantes y todos los hombres y mujeres de
buena voluntad, para que conforme al amor de Dios los pueblos avancen en
orden a la justicia y la paz. Roguemos al Señor.
C) Por los que no creen el Dios, y no creen en Cristo, por la unidad de los
cristianos; para que el Espíritu Santo los llene de su luz, y hallen el amor que los
conduce a la salvación y la unidad que Cristo desea. Roguemos al Señor.
D) Por los que se encuentran en tribulación por diversas circunstancias,
especialmente por las enfermedades; por todos los que sufrimos a causa del
Covid-19; para que Dios nuestro Señor de salud a los enfermos, sabiduría y
ciencia a los médicos, entereza a los familiares, y consuelo a los moribundos y
sus familias. Roguemos al Señor.
8. Conclusión
Ahora hermanos, concluyamos nuestra oración diciendo al Padre: Padre nuestro que
estas en el cielo…
9. Oración final.
Padre de inmensa misericordia, escucha nuestras oraciones y haz que por este
misterio que hemos celebrado podamos convertirnos a ti, para que seamos mejores
cristianos conformes a tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor.