Gramatica Escolar.
Gramatica Escolar.
Gramatica Escolar.
La escuela peligra como lugar de construcción de subjetividad de los alumnos, cuando deambulan
entre instituciones, o cuando dejan la escuela en tercer año, esto se convierte en un cierre de
posibilidades, de encuentro con otros como sujetos sociales.
La discontinuidad no es solo en relación con los alumnos sino también con los docentes, muchos
docentes taxis, sin concentración. La discontinuidad que se observa en las trayectorias de alumnos
y docentes genera la tendencia a utilizar formas tradicionales de enseñanza basadas en el
disciplinamiento y el control por encima de metodologías alternativas. (Cantor 2008) (Aulas
Heterogéneas; Anijovich y otros 2004) (Talleres y proyectos Interdisciplinarios)
Los docentes ante esta situación de discontinuidad, reconocen la necesidad de saberes no
provistos en su formación docente, como por ejemplo el manejo de grupos heterogéneos, hoy se
incluye a los antes excluidos, teniendo en cuenta los lineamientos de la Ley Nacional de Educación
N° 26206 y la Ley Provincial de Educación N°9870, con las cuales la educación se convierte en
“Asunto de Estado” la inclusión, permanencia y acreditación son los pilares de las políticas
educativas actuales.
El manejo de grupo parece estar asociado a la posibilidad de mantener el orden, el habitus de los
docentes y la gestión directiva fue construido bajo estas condiciones; el saber y el orden son
cuestiones dependientes uno del otro pero siempre en secuencia orden-saber.
Será a partir del habitus que los sujetos producirán sus prácticas. El
habitus, interiorización de las estructuras a partir de las cuales el grupo
social en el que se ha sido educado produce sus pensamientos y sus
prácticas, formará un conjunto de esquemas prácticos de percepción
-división del mundo en categorías-, apreciación -distinción entre lo
bello y lo feo, lo adecuado y lo inadecuado, lo que vale la pena y lo
que no vale la pena- y evaluación -distinción entre lo bueno y lo malo-
a partir de los cuales se generarán las prácticas -las «elecciones»- de
los agentes sociales. De esta manera, ni los sujetos son libres en sus
elecciones -el habitus es el principio no elegido de todas las
elecciones-, ni están simplemente determinados -el habitus es una
disposición, que se puede reactivar en conjuntos de relaciones
distintos y dar lugar a un abanico de prácticas distintas.
FORMAS DE NOMBRAMIENTO ATRAVIESAN LAS PRACTICAS DE ENSEÑANZA
En el mismo sentido se construyen calificativos que le atribuyen identidad a la escuela, como por
ejemplo “depósito” de alumnos no deseados por otras escuela; esta nominación puede
tranquilizar a los actores escolares, confirmando lo que no se pueda o no se quiera cambiar
sosteniendo esta reproducción simbólica (Regillo, 2006).
En estas experiencias los vínculos se basan en la confianza hacia el otro, el profesor asume el
riesgo dando apertura al otro, creando condiciones para que puedan desarrollarse y crecer
(Brener, 2009).
Este tipo de experiencias ingresa en la categoría de lo que Débora Kantor llama experiencias en el
borde escolar, que se sitúan en el afuera-dentro, es decir que la escuela las asume asignándoles un
lugar por fuera de lo propiamente escolar.
Tal vez la clave estaría en presentar propuestas de trabajo que articulen los intereses de los
adultos con los de los jóvenes. En ese desencuentro entre la cultura escolar y la cultura juvenil
(Tenti Fanfani, 2000; Beltran y Quintana, 2008; Falconi, 2004) los autores plantean que los
adolescentes cuando vienen a la escuela traen consigo su lenguaje y su cultura, que no coincide, se
opone y contradice, con lo que la escuela se propone desarrollar (oposición estructural).
Consignar ejemplos
Ejemplos.
1: Salida a una marcha o encuentro por la conmemoración de una
fecha importante en nuestra historia de país: esto puede llevar a
un grupo de estudiantes a fuera de la escuela que puede tener
supervisión de un adulto pero que también genera caos, son
horas extras fuera de la escuela que si bien cumple con la función
educativa está a fuera de los espacios comunes.
3: Pintar murales: esta es una actividad que puede ser vista desde
la enseñanza de alguna asignatura en conjunto con otras (arte-
historia) que va a ser realizada en otros espacios asignados por
supuesto, pero que conlleva una especial atención por parte de
docente o adulto a cargo para que no se distorsione ni se
provoque caos con pinturas y con la apreciación de lenguajes
inapropiados en la hora. Se debe tomar como parte del
aprendizaje y no como un día para pintar
La queja de los docentes “no estamos preparados para estos adolescentes…” (Quintana, 2008: 18),
Explicar el reconocimiento de que estos nuevos chicos no son los mismos que aquellos que asistieron a la
escuela secundaria que preparaba para la universidad y la inserción segura en el mercado laboral.
Ellos son ahora otros (López Molina, Falconi, Flogino; 2009), esta otredad lleva a pensar en nuevos
vínculo y nuevas formas de enseñar.