Deshabestecimiento Sedación AEMPS
Deshabestecimiento Sedación AEMPS
Deshabestecimiento Sedación AEMPS
pacientes en fase terminal (como es el caso de pacientes oncológicos, entre otros) siguen un
tratamiento de sedación paliativa como estrategia para mitigar su sufrimiento. Algunos de estos
medicamentos son los mismos que se utilizan para el tratamiento de pacientes que se encuentran
hospitalizados en cuidados intensivos sometidos a ventilación mecánica. La situación sanitaria
asociada al COVID-19 ha aumentado extraordinariamente la demanda de este tipo de
medicamentos y puede afectar a la disponibilidad de algunos fármacos de uso común. Por tanto, al
menos de manera temporal, es necesario buscar soluciones terapéuticas que contemplen distintas
alternativas equivalentes en eficacia, particularmente para los pacientes en fase terminal,
hospitalizados o en su domicilio.
Opiáceos
Se debe utilizar metadona o morfina por vía parenteral, preferentemente vía subcutánea, tal y como
recogen las guías de sedación paliativa de uso habitual en práctica clínica.
• Metadona (Metasedin®). Dosis de inicio en pacientes naïve: 10 mg cada 12 horas por vía
subcutánea (ampollas de 10 mg/ml). El incremento de dosis, al igual que con la morfina, es
del 50%. Si el paciente estaba tomando previamente metadona por vía oral, dividir la dosis
diaria por 2 (ratio 2:1).
Benzodiacepinas / neurolépticos
Midazolam sigue siendo el medicamento de elección, pero su escasez en estos momentos obliga a
proponer alternativas terapéuticas:
• 4ª opción. Para los pacientes que no puedan incluirse en alguna de las opciones
anteriores:
En estos casos excepcionales, se puede utilizar una pauta de opiáceos combinados con
fenobarbital o clonazepam, estos dos últimos por vía SC en infusión de 24 horas,
asumiendo que se carece de experiencia suficiente de uso de estos medicamentos por esta
vía de administración.