PARACETAMOL
PARACETAMOL
PARACETAMOL
SOBREDOSIS DE
PARACETAMOL
Trabajo de Fin de Grado 2017-2018
Este documento es el resultado del Trabajo Fin de Grado de un alumno, siendo su autor
responsable de su contenido.
Se trata por tanto de un trabajo académico que puede contener errores detectados por el
tribunal y que pueden no haber sido corregidos por el autor en la presente edición.
Debido a dicha orientación académica no debe hacerse un uso profesional de su contenido.
Este tipo de trabajos, junto con su defensa, pueden haber obtenido una nota que oscila
entre 5 y 10 puntos, por lo que la calidad y el número de errores que puedan contener
difieren en gran medida entre unos trabajos y otros,
La Universidad de Cantabria, el Centro, los miembros del Tribunal de Trabajos Fin de Grado,
así como el profesor tutor/director no son responsables del contenido último de este
Trabajo."
1
ÍNDICE
Resumen / Abstract…………………………………………………………………………………………..3
Introducción……………………………………………………………………………………………………..4
Capítulo 1: Farmacología del Paracetamol…………………………………………………………9
1.1 Farmacodinámica……………………………………………………………………………….9
1.1.1 Mecanismo de Acción……………………………………………………..9
1.1.2 Efectos Terapéuticos……………………………………………………..10
1.2 Farmacocinética……………………………………………………………………………….10
Capítulo 2: Intoxicación aguda por Paracetamol………………………………………….…..13
2.1. Clínica………………………………………………………………………………………………13
2.2. Diagnóstico………………………………………………………………………………………14
2.3. Tratamiento…………………………………………………………………………………….15
2.4. Pronóstico……………………………………………………………………………………….17
2.4. Intoxicación en la población Pediátrica…………………………………………...18
Capítulo 3: Papel de Enfermería en la Prevención y Tratamiento
de las Intoxicaciones Medicamentosas…………………………………………………………….20
Conclusiones…………………………………………………………………………………………………...25
Bibliografía……………………………………………………………………………………………………...26
2
RESUMEN / ABSTRACT
RESUMEN
La intoxicación por Paracetamol se ha convertido en un problema de salud pública en numerosos
países. Su uso en España se incrementa anualmente, además, no necesita prescripción médica
para su acceso, favoreciendo la automedicación y el riesgo de sufrir una sobredosis si se supera
la dosis recomendada. Las complicaciones de esta intoxicación oscilan entre el daño hepático
reversible hasta la necesidad de un trasplante de hígado, siendo vital la administración de su
antídoto, N-acetilcisteína. Nuevos métodos diagnósticos y formas de tratamiento se siguen
investigando, con el fin de actuar de forma precoz y evitar sus graves consecuencias que pueden
afectar tanto a lactantes como a adultos. La enfermería puede jugar un papel importante a nivel
prevención a través de la promoción y educación para la salud, y también con su colaboración
en los cuidados necesarios para la mejora y/o resolución de este grave problema de salud, cuya
prevalencia sigue creciendo año tras año en el mundo.
ABSTRACT
Paracetamol poisoning has become a major public health problem in many countries. Its use in
Spain increases constantly and medical prescription is not mandatory to acquire it. Self-
medication increases the risk of suffering an overdose. The complications of this intoxication
range from the reversible hepatic damage to the need of a liver transplant. The administration
of its antidote, N-acetylcysteine, is vital. New diagnosis methods and treatments are under
research, trying to avoid its acute consequences at all ages. Nursing can play an important role
in prevention through health promotion and education, as well as, provide relevant care for the
improvement and/or resolution of this serious health problem, whose prevalence keeps growing
year by year in the world.
3
INTRODUCCIÓN
La toxicología define como tóxico todo aquel elemento o compuesto químico que, introducido
en el organismo, es capaz de producir en un órgano o sistema, lesiones estructurales,
funcionales o incluso la muerte(1) .
En el ámbito sanitario, las principales intoxicaciones que deben ser atendidas derivan de drogas
de abuso y medicamentos y, actualmente, las intoxicaciones agudas suponen un 1-2% de las
urgencias médicas que se atienden en los servicios de urgencias de los hospitales españoles(2).
La intoxicación aguda por medicamentos es definida como aquel consumo tanto voluntario
como accidental de medicamentos que actúan en diferentes órganos y sistemas, produciendo
un efecto que, en dosis no terapéuticas, provocan el deterioro progresivo de las funciones vitales
y que puede desembocar en la muerte(3). De hecho, los intentos autolíticos que son atendidos
en los servicios sanitarios en España son provocados en gran medida por la ingesta de altas dosis
de medicamentos(4,5), donde destacan benzodiacepinas, antidepresivos y AINEs.
La mayoría de las intoxicaciones medicamentosas son dosis-dependientes y para la rápida y
eficaz actuación en su tratamiento, se ha desarrollado el denominado: Código de Intoxicación
Aguda Grave (CODITOX). Lleva desarrollándose en España desde el año 2005 y determina qué
signos y síntomas deben ser valorados de urgencia y qué fármacos son activadores del código
CODITOX (6)(Tabla 1).
Dentro de los fármacos que pueden provocar la activación del Código CODITOX se encuentra el
Paracetamol. Es considerado uno de los fármacos más comunes que provocan intoxicación
medicamentosa en el mundo, convirtiéndose incluso en la principal causa de fallo hepático en
los Estados Unidos(7)
El efecto tóxico del abuso del paracetamol se demuestra notablemente en los últimos informes
realizados en Estados Unidos (EEUU). Un estudio realizado por el Centro de Investigación
Biomédica ha estimado que más de 60 millones de personas consumen de forma semanal
4
paracetamol, de las cuales 30.000 personas ingresan en Unidades de Cuidados Intensivos debido
al fallo hepático provocado por la intoxicación aguda por paracetamol(8). Uno de los datos más
importantes que otorga este estudio(9) es el porcentaje de pacientes que requieren de un
trasplante hepático debido a las complicaciones derivadas de esta intoxicación, que alcanza el
29%. En relación con el uso de este medicamento, el 53% de los pacientes con insuficiencia
hepática aguda y fallo hepático habían consumido de forma autónoma el paracetamol, sin
consultar al personal sanitario(10).
En Europa, debido al uso abusivo del paracetamol, la EMA (Agencia Europea de Medicamentos)
solicitó un estudio para valorar los efectos de este principio activo en siete países de la Unión
Europea. Se determinó que, entre 2009 y 2012, en Europa se realizaba un trasplante hepático
por cada 6 millones de habitantes al año, de los cuales el 20% era a consecuencia de la
intoxicación aguda por paracetamol(11,12). El porcentaje en comparación con EEUU es inferior,
sin embargo, existen países como Irlanda o Reino Unido donde se alcanza el 52% y el 28%
respectivamente, considerándose en Europa la sobredosis de paracetamol como un grave
problema de salud pública.
En España el paracetamol fue el segundo fármaco más consumido según datos del SNS (Sistema
Nacional de Salud) en 2015(13)(Tabla 2) y en 2001 se determinó que hasta un 20% de las
intoxicaciones medicamentosas que se atendían en los servicios de urgencias eran provocadas
por paracetamol(14). Según el informe oficial del Sistema Nacional de Salud (SNS) del año
2016(15), se produjeron 458 intoxicaciones.
Tabla 2: Principales principios Activos de mayor consumo en España en 2015. Fuente: SNS.
Cabe destacar que, este tipo de intoxicación medicamentosa en España afecta tanto a población
adulta como pediátrica, sin embargo, la intencionalidad es radicalmente diferente. A menor
edad del paciente menor índice de intencionalidad, siendo predominante la intoxicación
5
accidental, y a medida que se incrementa, existe una gran tendencia hacia los intentos
autolíticos como origen de este tipo de intoxicación.
Tabla 3: Estimación de Costes del Tratamiento de la Intoxicación por Paracetamol. Fuente: Emergencias 2018;3:30.
6
Por tanto, el paracetamol es un fármaco que se presenta como seguro e inocuo frente a otros
de su mismo grupo farmacológico, pero que, si se supera de forma accidental o bien
intencionada, la dosis terapéutica, provoca daños orgánicos, que, de no administrarse el
tratamiento conveniente, pueden evolucionar a daño hepático e incluso a provocar un fallo
multi-orgánico.
Sin embargo, a diferencia de numerosos países, el Sistema Nacional de Salud español no ha
considero esta intoxicación un problema de salud pública e incluso en el sistema de codificación
diagnóstica CIE-10, al igual que en la anterior versión, no presenta un ítem que identifique la
intoxicación medicamentosa derivada del uso del paracetamol. De esa forma se dificulta la
posibilidad de especificar el número de casos que anualmente se producen, afectando
notablemente con ello a la posibilidad de investigar epidemiológicamente esta intoxicación. A
nivel estatal, existen principalmente investigaciones que abordan la intoxicación
medicamentosa en población pediátrica, y solo un pequeño número se focaliza el los efectos y
complicaciones en adultos.
Estas graves consecuencias ante una intoxicación con paracetamol y ante el hecho de su venta
libre en España, me ha llevado a realizar una revisión bibliográfica para ampliar los datos acerca
de los aspectos más relevantes que se han descubierto sobre la propia intoxicación y las
novedades ante el tratamiento de este tipo de intoxicación medicamentosa.
El objetivo principal de esta monografía es: Describir el proceso clínico ante una intoxicación
aguda por dosis supra-terapéuticas de Paracetamol en la población adulta y pediátrica.
Los objetivos secundarios planteados son los siguientes:
- Describir los aspectos farmacológicos del Paracetamol conocidos hasta la fecha.
- Describir la clínica de la intoxicación aguda por Paracetamol.
- Explorar el tratamiento actual para la intoxicación por sobredosis de Paracetamol
- Describir las peculiaridades de la intoxicación por Paracetamol en la población
pediátrica
- Explorar la función enfermera en la prevención de la intoxicación por dosis elevadas
de Paracetamol tanto en población adulta como en la pediátrica.
Para la búsqueda de documentación se han utilizado las bases de datos científicas como
PubMed, Google Académico (Google Scholar), Dialnet, Biblioteca Cochrane Plus y Scielo.
Los artículos científicos presentes en esta monografía presentan una antigüedad máxima de
cinco años, desde el año 2013, a excepción de algunos documentos como libros de farmacología
médica o artículos científicos que pueden presentan un tiempo mayor desde su publicación
debido a su relevancia científica.
Para la realización de la búsqueda bibliográfica se han utilizado tanto MeSH como DeCS; las
palabras utilizadas han sido:
DeCS MeSH
Paracetamol Paracetamol
Acetaminofeno Acetaminophen
Intoxicación Poisoning
Tratamiento Treatment
Tabla 4: Descriptores. Fuente: Elaboración Propia
7
Los booleanos que se han utilizado han sido “AND” y “OR” para realizar combinaciones con los
descriptores nombrados.
El gestor de referencias bibliográficas utilizado ha sido RefWorks y el estilo de referenciación
presente en esta monografía es el estilo Vancouver.
La distribución de esta monografía se establece en tres capítulos; el primero de ellos versa de
las características farmacológicas del paracetamol, estableciendo la base para poder desarrollar
y describir el mecanismo de toxicidad que desemboca en una intoxicación aguda.
En el capítulo dos se encuentra la descripción del proceso de intoxicación. Se describe la clínica
que la caracteriza junto con el proceso de determinación diagnóstica y actual sistema de
tratamiento. Este capítulo se acompaña con una descripción de los efectos que esta intoxicación
provoca en la población pediátrica.
En el tercer y último capítulo se explora el papel que enfermería puede llevar cabo para prevenir
esta intoxicación a través de la educación para la salud y el rol que desempeña ante una
intoxicación de este fármaco en los diferentes niveles asistenciales.
8
CAPITULO 1: FARMACOLOGÍA DEL PARACETAMOL
1.1. FARMACODINÁMICA
El paracetamol, denominado también acetaminofeno o n-acetil-aminofeno, pertenece dentro
de la clasificación farmacoterapeútica, al grupo de AINES (anti-inflamatorios no esteroideos), sin
embargo, no comparte las mismas peculiaridades a nivel de efectos terapéuticos y adversos
comunes al grupo al que pertenece.
Presenta efecto analgésico y antipirético, siendo está una gran diferencia con respecto a los
demás fármacos de su grupo al no ser propiamente anti-inflamatorio, como le correspondería
al ser considerado AINE.
Se encuentra indicado ante un umbral de dolor leve-moderado y situaciones febriles(22).
El efecto analgésico se inicia tras 5-10 minutos de la administración, alcanzando su acción
analgésica máxima al cabo de una hora y manteniéndose durante 4-6 horas. La acción
antipirética comienza al cabo de 30 minutos tras la administración, continuando su efecto hasta
un máximo de 6 horas(23).
1.1.1. Mecanismo de Acción
Los efectos terapéuticos de los AINES (anti-inflamatorio, anti-pirético y analgésico) se deben a
un mecanismo de acción basado en la inhibición de las enzimas ciclo-oxigenasas (COXs),
pudiendo actuar sobre COX1 y COX2.
Cuando las enzimas ciclo-oxigenasas son activadas empiezan a producir prostaglandinas y como
efecto directo provocan una reacción inflamatoria. Con la administración de AINES, se inhiben
las enzimas y por tanto su síntesis de prostaglandinas, provocando el cese de la reacción
inflamatoria como efecto terapéutico y determinando de la misma manera los efectos
colaterales de los AINES (lesión renal y gástrica junto con efectos anti-agregantes plaquetarios).
El mecanismo de acción del paracetamol no es compartido con el resto de AINES, ya que no
presenta una inhibición selectiva por las enzimas ciclo-oxigenas y por ello, su ausencia de efecto
anti-inflamatorio y anti-agregante junto con su inocuidad ante la mucosa gástrica y renal(24).
Su mecanismo de acción aún no es completamente conocido, pero se ha podido determinar una
preferencia ante una isoforma de la COX1, denominada COX1-b o COX3, cuya expresión está
más ligada al SNC y por ello más concordante con sus efectos analgésicos y antipirético y no anti-
inflamatorios. La isoforma COX3 se localiza en cerebro, medula espinal y corazón y no en
estómago, y de tal forma se explica la inocuidad en la mucosa gástrica, la cual se ve
notablemente afectada con el efecto anti-inflamatorio del resto de AINEs.
El efecto antipirético del acetaminofeno depende de la inhibición de COX3 en la región
hipotalámica anterior. Con la administración del paracetamol se produce una disminución en la
formación de prostaglandinas E2, evitando la activación de los mecanismos de generación y
mantenimiento de la fiebre(25).
La preferencia del paracetamol por el SNC es observable no solo por la inhibición de la COX3,
sino también por la evidencia de su actuación en las vías descendentes serotoninérgicas. El
córtex cerebral, hipotálamo, hipocampo, tronco cerebral y cuerpo estriado sufren un notable
9
incremento de serotonina ante la administración de paracetamol, provocando una inhibición a
nivel nociceptivo de la medula espinal; de igual forma, se ha demostrado que ante lesiones en
las vías descendentes serotoninérgicas o administración de antagonistas de los receptores
serotoninérgicos, la acción analgésica del paracetamol se encuentra disminuida(26).
1.2. FARMACOCINÉTICA
El acetaminofeno es una molécula moderadamente liposoluble y débilmente hidrosoluble. Estas
propiedades permiten al paracetamol atravesar las barreas biológicas, incluyendo la barrera
hematoencefálica.
Es un ácido extremadamente débil (pKa de 9.7), y por ello, depende en gran medida de los
valores de pH fisiológicos para mantenerse activo, debido principalmente a su grupo hidroxilo
aromático(31).
10
El acetaminofeno presenta un volumen de distribución de 0.9-1 L/Kg, y se caracteriza por un
grado de unión a proteínas plasmáticas del 10%, pudiendo alcanzar un porcentaje de unión en
dosis tóxicas del 20%(23).
El paracetamol es metabolizado en un 90% a nivel hepático. Su inactivación y eliminación
requiere de la conjugación del acetaminofeno con sulfatos y ácido glucorónico. Ambas
conjugaciones son completamente inocuas para nuestro organismo. La conjugación del
acetaminofeno con sulfatos es propia de la población infantil, hasta una edad media de 12 años,
mientras que los adultos presentan una tendencia a la glucoronización.
Sin embargo, una pequeña parte del acetaminofeno es metabolizado a través de una vía
alternativa, el sistema de oxidación del citocromo P-450, localizado en las células hepáticas.
Como resultado se obtiene un metabolito altamente tóxico para nuestro organismo, la N-acetil-
para-benzoquinoneimina (NAPQI)(32).
11
De esta forma se impide la inactivación del NAPQI y por tanto provocando su acumulación de
forma activa en el organismo. Este proceso ocurre con una disminución en las reservas de
glutatión del 70%.
El NAPQI se adhiere a las membranas celulares de los hepatocitos provocando su muerte e
iniciando la necrosis hepática propia de la intoxicación por paracetamol (Figura 3). La zona más
sensible a la acción de este metabolito tóxico es la zona 3 de Rappaport y por tanto afectando
en su mayoría a la zona centrolobulillar(20).
Por tanto, con la administración de dosis por encima de las recomendadas, el acetaminofeno
empieza a actuar de forma agresiva y hepato-tóxica, desembocando el fallo hepático propio de
este tipo de intoxicación medicamentosa aguda que se desarrolla en el capítulo 2.
12
CAPÍTULO 2: INTOXICACIÓN AGUDA POR PARACETAMOL
2.1. CLÍNICA
La intoxicación por paracetamol tiene como principal complicación la hepatotoxicidad y en
ocasiones se acompaña de insuficiencia renal y alteración de electrolitos.
Los principales signos y síntomas que determinan la afectación hepática no aparecen de forma
inmediata tras la sobredosis, sino que van evolucionando hasta desembocar en el fallo hepático.
El cuadro clínico propio de esta intoxicación medicamentosa se establece en cuatro fases(33,34):
2.1.1. Fase I
Presenta una duración de 24 horas tras la sobredosis. La mayor parte de los pacientes se
encuentran asintomáticos, aunque puede existir clínica de náuseas, vómitos y malestar general.
También se puede presentar diaforesis y/o anorexia tras seis horas de la administración del
paracetamol.
2.1.2. Fase II
La segunda fase de la intoxicación se inicia entre las 24 y 48 horas. Esta fase se caracteriza porque
la anterior sintomatología desaparece y puede mantenerse asintomático o bien presentar dolor
en el hipocondrio derecho, ya que, en este estadio, se inicia el proceso de hepatotoxicidad.
En la exploración física se puede detectar hepatomegalia y comienzan las alteraciones analíticas.
Principalmente se observa un aumento de las transaminasas, pudiendo acompañarse de
hiperbilirrubinemia leve, elevación de la creatinina y/o del tiempo de protrombina.
2.1.3. Fase III
Es esta fase se produce el mayor daño hepático. Transcurre entre las 48 y las 96 horas tras la
sobredosificación.
La clínica es característica de la insuficiencia hepática y/o renal presente: coagulopatía, ictericia,
alteraciones en el nivel de conciencia y oligoanuria.
El fracaso renal anúrico u oligúrico se debe a la necrosis tubular aguda y el principal síntoma que
presenta es el dolor en flancos.
A nivel analítico destaca una gran hipertransaminasemia además de acompañarse de picos
analíticos a nivel hepático y renal.
2.1.4. Fase IV
La última fase de la intoxicación por Paracetamol se inicia al cabo de cuatro días de la sobredosis.
Generalmente este tipo de intoxicación medicamentosa suele resolverse en la tercera fase, sin
embargo, cuando la dosis de acetaminofeno ha sido muy alta, la recuperación puede tardar
hasta dos semanas.
En el caso de mantener un mínimo de hepatocitos sanos se puede evolucionar a una
recuperación hepática y sobrevivir. Por otro lado, en caso de no recuperarse completamente, la
13
intoxicación puede cronificarse o en caso de una toxicidad severa, desembocar en la muerte de
la persona.
El fallecimiento por intoxicación de paracetamol puede ocurrir entre el tercer y el séptimo día.
Ocurre debido a alteraciones metabólicas (hipofosfatemia e hipopotasemia) y/o complicaciones
como: edema agudo de pulmón, hemorragia y fracaso renal agudo.
2.2. DIAGNÓSTICO
La escasez de sintomatología en las fases iniciales convierte el diagnóstico precoz de esta
intoxicación medicamentosa, en una parte fundamental del proceso asistencial.
Es necesario realizar una correcta anamnesis del paciente, buscando en toda persona con
sospecha de intoxicación, algún rastro que determine la ingestión de paracetamol en dosis
elevadas, con el objetivo de determinar la dosis consumida, el tiempo transcurrido y si se ha
asociado con la toma de otros medicamentos o sustancias de abuso.
El principal método de diagnóstico es la determinación analítica de paracetamol en plasma. Tras
cuatro horas, como mínimo, tras la ingesta, se realizará una extracción sanguínea y se analizará
hemograma, electrolitos, tiempo de protrombina, ALT/AST (Alanina Aminotransferasa /
Aspartato Aminotransferasa) y función renal junto con los niveles de paracetamol
plasmático(35).
En el caso de haber transcurrido menos de 24 horas tras la ingesta de paracetamol, el
nomograma de Rumack-Matthew (Figura 4) permite conocer la indicación de tratamiento con
el antídoto del acetaminofeno según los niveles plasmáticos de acetaminofeno obtenidos en el
análisis sanguíneo(36).
14
Una de las limitaciones del nomograma es la necesidad de conocer el tiempo transcurrido tras
la ingestión del paracetamol, bien a través del paciente y/o familia, o a través de los niveles en
sangre y que se determine una intoxicación medicamentosa aguda y no crónica, o lo que es lo
mismo, una intoxicación producida por una sola dosis.
El inicio del tratamiento con su antídoto, la N-acetil-cisteína, se iniciará cuando los valores
superen la línea de posible daño hepático.
En caso de no poder aplicar el Nomograma de Rumack-Matthew se calcula el riesgo de toxicidad
a través del cálculo de la semivida de eliminación del paracetamol (t½). Para poder realizar el
cálculo del riesgo son necesarios los datos aportados por dos determinaciones analíticas de los
niveles de paracetamol sérica.
𝐶𝐶1
La fórmula es la siguiente: t½= , donde C1 es el valor obtenido en los niveles de paracetamol
𝐶𝐶2
al ingreso y C2 el valor de los niveles de paracetamol tras 2-12 horas tras C1. Tras la aplicación
de la fórmula, se valora el resultado con la tabla 5, y de esa forma se determina el tratamiento
según el riesgo existente(33).
Tabla 5: Tabla para la valoración del riesgo con el cálculo de la semivida de eliminación del Paracetamol. Fuente:
SaludInfantil.org
2.3. TRATAMIENTO
En la intoxicación por acetaminofeno es de gran importancia clínica el conocimiento de la dosis
y el tiempo trascurrido desde la ingesta del fármaco hasta la recepción del paciente en el medio
hospitalario.
15
Tanto el diagnóstico como su posterior tratamiento dependen en gran medida de ese espacio
temporal y la primera línea de tratamiento en caso de toda sospecha reciente de intoxicación
medicamentosa, es la descontaminación digestiva.
En aquellos pacientes que son atendidos cuando la intoxicación se ha producido en un margen
de una a dos horas, se realizará una descontaminación digestiva a través de carbón activo. La
dosis recomendada en adulto es de 1g/kg en 300 ml de Suero Salino Fisiológico. En caso de alto
nivel de consciencia por parte del paciente puede ser ingerido directamente o en caso contrario
puede administrarse a través de una sonda nasogástrica.
Los datos revelan que la administración en la primera hora post-ingesta de carbón activo
permite reducir en un 52% la curva de concentración plasmática del paracetamol y hasta un 39%
hasta la segunda hora post-ingesta(35).
Tras la descontaminación digestiva, si hubiera sido posible, se iniciaría la administración
endovenosa de N-acetil-cisteína.
El N-acetil- cisteína (NAC) es un fármaco que actúa como antídoto del paracetamol. Su uso como
antídoto se debe a su acción precursora en la regeneración del glutatión, al aumentar su
concentración y permitir su unión a los metabolitos tóxicos NAPQI e inactivarlos. La
regeneración del glutatión es posible ya que con la administración de la NAC, se produce una
repleción mitocondrial y citosólica en el glutatión deplecionados (35,39).
Su eficacia máxima se obtiene en las diez horas post-ingesta, reduciendo la hepatotoxicidad de
un 50% a un 5% y por tanto reduciendo la probabilidad de mortalidad por fallo hepático de un
8% a un 0%(40).
La forma de administración del antídoto es principalmente por vía endovenosa y en los servicios
sanitarios españoles, el protocolo de administración consta de tres perfusiones de N-acetil-
cisteína, estando indicada exclusivamente si el paciente se encuentra dentro de un periodo
temporal máximo de ocho horas desde la ingesta.
16
En adultos y/o adolescentes con peso superior a los 40 kg se inicia el ciclo de tres perfusiones
continuas de este antídoto con el objetivo de administrar en un plazo de 21 horas una dosis
máxima de N-acetil-cisteína de 300mg/kg (Tabla 6)(41).
La administración del este antídoto, al igual que cualquier fármaco por vía endovenosa, puede
producir reacciones anafilácticas a los pacientes, provocándoles broncoespasmo, angioedema o
rash cutáneo(42). Para intentar disminuir su aparición, la primera hora de la infusión de NAC
suele ser más lenta al ser estas reacciones anafilácticas dependiente de la velocidad. En el caso
de producirse este tipo de reacción se debe detener la perfusión, tratar la reacción anafiláctica
y una vez resuelta la clínica, reiniciar la perfusión a una velocidad menor (33). Si no reaparece la
sintomatología anafilactoide, se reajustará la perfusión a las velocidades indicadas y se
completarán los tres ciclos, si, por el contrario, la clínica reapareciera, sería necesario suspender
el tratamiento endovenoso y establecer un tratamiento alternativo.
Debido a la posibilidad de este tipo de reacción anafiláctica, siempre que se reinicia la
administración de NAC tras una clínica anafilactoide, debe realizarse con el paciente
monitorizado y el tratamiento para su reversión preparado. La prevalencia de reacciones
anafilácticas por NAC es más frecuente en pacientes asmáticos y por ello, es necesario
considerar la pauta oral o nasogástrica (figura 5) frente a la pauta endovenosa y así prevenir su
aparición.
En el caso de que la NAC no se pudiera administrar, existen otras alternativas como la metionina
oral y, en caso extremo, se encuentra indicada la hemodiálisis. El tratamiento a través de
hemodiálisis se realizará en las siguientes condiciones(43):
Por último, en caso de diagnosticarse fallo hepático, el tratamiento único y eficaz consiste en un
trasplante hepático, desplazando al paciente a la Unidad de Cuidados Intensivos para la
aplicación del sistema MARS (Sistema de Recirculación Molecular Absorbente)(44,45), un
sistema extra-corporal de diálisis hepática, hasta la llegada de un hígado compatible siempre y
cuando cumpla con los requisitos exigidos.
2.4. PRONÓSTICO
La intoxicación por paracetamol es una intoxicación medicamentosa que presenta una alta
capacidad para provocar importantes complicaciones clínicas, y que, gracias a la alta eficacia de
su tratamiento puede evolucionar favorablemente.
A pesar de ello, existe un grupo de personas cuya probabilidad de sufrir un fallo hepático es
mayor y que por tanto es más susceptible de sufrir una intoxicación aguda incluso en dosis
17
menores. Este grupo de personas con factores de riesgo (tabla 7) pueden desarrollar una
intoxicación aguda con dosis superiores a 75 mg/kg, al presentar un mayor metabolismo del
acetaminofeno hacía NAPQ1 y por tanto mayor riesgo de hepatotoxicidad.
pH < 7.3
INR > 3
Creatinina sérica > 2.6
Encefalopatía hepática grado III o IV
Hipoglucemia
Trombocitopenia
18
En términos generales la intoxicación por paracetamol ocurre por errores en la dosificación en
los lactantes(49), por ingesta accidental en los pre-escolares y por ingesta intencionada en los
adolescentes(50). En los lactantes y preescolares suelen cursar asintomáticas, sin embargo, en
la adolescencia, la dosis ingerida suele ser muy superior a la terapéutica y por tanto suelen
presentar la clínica habitual de esta intoxicación medicamentosa.
En los criterios para considerar la dosis ingerida tóxica, se tiene en cuenta la edad del menor. En
los menores de 3 meses la dosis tóxica es considerada al superar los 75 mg/kg; entre los 3 – 6
meses se consideran tóxicas dosis superiores a los 150 mg/kg y tras los 6 meses en adelante la
dosis se considera hepato-tóxica al superar los 200 mg/kg(51).
La intoxicación por paracetamol en pediatría no suele ser por una dosis única de paracetamol,
sino que suele caracterizarse por dosis repetidas que superan el rango terapéutico de
paracetamol, al no respetarse las horas entre las ingestas del medicamento.
El diagnóstico y el tratamiento se mantiene igual a excepción en las dosis del carbón activo y el
antídoto a administrar. En estos casos el carbón activo se administra con una dosis de 1g/kg y el
ciclo de N-acetil-cisteína se ajusta a las dosis para pediatría (Tabla 8).
Debido a los factores que derivan en una intoxicación por paracetamol, donde destacan
principalmente el error en la dosificación del medicamento, la AEMPS (Agencia Española de
Medicamentos y Productos Sanitarios), ha tenido la obligación y necesidad de realizar notas
informativas oficiales (52), tanto para el personal sanitario como para los familiares de los
menores, debido a la presencia de numerosos fallecimientos en Europa ante intoxicaciones
medicamentosas cuyo principio activo fue el paracetamol.
En la adolescencia, destaca su uso como medida autolítica. Se describen casos de intentos
autolíticos con intoxicaciones con paracetamol en edades superiores a los doce años, y
destacando el sexo femenino. En estos casos la intoxicación por este principio activo deriva de
una dosis única que supera la dosis terapéutica para su edad y peso, y que por ello presenta y
desarrolla la misma clínica que en un adulto e incluso su misma evolución en caso de no tratarse
de la manera pertinente(53).
Por tanto, el paracetamol es un fármaco cuya intoxicación afecta tanto a la población adulta
como a la pediátrica.
19
CAPITULO 3: PAPEL DE ENFERMERÍA EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LAS
INTOXICACIÓNES MEDICAMENTOSAS
Las intoxicaciones medicamentosas conforman una situación urgente que debe ser tratada de
forma rápida y eficaz para reducir las numerosas consecuencias a las que puede desembocar.
Este tipo de intoxicación causada por fármacos es prevenible, en muchos casos, gracias a las
medidas de seguridad a nivel de la industria farmacéutica y del personal sanitario a la hora de
realizar la prescripción de los medicamentos y su dosificación. Otras medidas existentes a la hora
de prevenir las intoxicaciones farmacológicas, es controlar el acceso libre a determinados
fármacos de libre comercialización y sobre todo la educación sanitaria a nivel comunitario sobre
el manejo correcto de los medicamentos(54).
La educación sanitaria forma parte de uno de los niveles en los que la OMS (Organización
Mundial de la Salud) organiza la prevención de la salud. En cada uno de los tres niveles el
personal de enfermería forma parte en su puesta en práctica.
El primer nivel, denominado más comúnmente como atención primaria, es definido por la OMS
como “aquellas medidas orientadas a evitar la aparición de una enfermedad o problema de
salud mediante el control de los factores causales y los factores predisponentes o
condicionantes”. El objetivo de este nivel es disminuir la incidencia de una enfermedad y para
ello existen diferentes estrategias. Algunas de las estrategias de la prevención primaria son la
vacunación, el control de riesgos y la educación sanitaria.
El equipo de enfermería conforma un gran papel en este nivel de prevención ya que es el
referente en la población para la educación sanitaria. La educación para la salud es una función
de enfermería que permite aportar la información necesaria a las personas sobre aspectos
relacionados con su salud o con sus enfermedades, ayudándoles y motivándoles hacia cambios
conductuales que redirijan a la población hacia hábitos de vida saludables o conductas de salud.
Más del 90% de las intoxicaciones se producen en el hogar y a pesar de que España se encuentra
dentro de los países de Europa con menor tasa de mortalidad por intoxicaciones agudas, toda
atención a este tipo de episodios supone un importante gasto al Sistema Nacional de Salud que
no debe ser ignorado. Por tanto, la prevención es una herramienta que permite reducir y/o
impedir la presencia de intoxicaciones medicamentosas o al menos reducir la morbilidad
existente.
En España, la prevención de intoxicaciones medicamentosas es el objetivo principal del Servicio
de Información Toxicológica (SIT). Presenta una función clínica asistencial a través de la atención
de consultas telefónicas a cerca de exposiciones a tóxicos o bien intoxicaciones(55). Se
encuentra disponible las 24 horas del día, los 365 días del año tanto para particulares como para
personal sanitario, aunque estos últimos disponen de una vía alterativa para contactar.
A través de las consultas telefónicas actúan de forma asistencial determinando el tratamiento
ante las exposiciones a tóxicos y permiten, con los datos obtenidos en cada consulta, realizar
estudios epidemiológicos a nivel de tóxico-vigilancia.
En gran medida, las intoxicaciones medicamentosas accidentales ocurren en la población
pediátrica, por ello se han determinado una serie de recomendaciones para los padres que el
equipo de enfermería, en especial de Atención Primaria, puede comunicar y así concienciar de
la necesidad de tomar medidas de seguridad ante la presencia de medicamentos en el hogar.
Las recomendaciones que se han demostrado efectivas para prevenir las intoxicaciones
medicamentosas accidentales han sido(56):
- Correcto almacenamiento:
20
Almacenar los medicamentos en lugares de difícil acceso para los niños se ha
demostrado más eficaz que la supervisión de los padres.
- Sistema de seguridad en los envases:
Se ha demostrado que una herramienta útil en la prevención es la presencia de
dispositivos a prueba de niños, impidiendo así que puedan acceder al contenido de
los envases.
- Los Institutos de Toxicología o SIT:
El conocimiento por parte de los padres de la existencia de un centro de estas
características permite aportar la información que requieran en relación con el uso
o exposición de medicamentos.
- Educación a los padres:
Es necesario que el personal sanitario informe a los padres y aporte
recomendaciones en el uso de los medicamentos como:
o Insistir en la no medicación de los niños sin existir orden médica expresa.
o Comprobación del envase para certificar el fármaco y la dosis a administrar.
o Insistir en desechar toda medicación sobrante.
o Desaconsejar tomar medicamentos delante de sus hijos.
o Aportar número del SIT, y recomendar que lo tengan siempre accesible.
En la población adulta es necesario también realizar por parte de enfermería educación
comunitaria y de esa forma permitir que toda persona que se encuentre bajo tratamiento con
algún fármaco conozca la posología indicada y el intervalo de tiempo entre las diferentes tomas,
además de tener conocimiento de las reacciones adversas más habituales que puede presentar
y de esa forma, que sepan reconocerlas y puedan actuar acudiendo a los servicios sanitarios
para comunicarlo.
En el caso del paracetamol, existe el condicionante de su venta libre sin necesidad de
prescripción médica, por lo que no precisan asistir, siempre que lo necesiten, a los servicios
sanitarios para poder adquirirlo y, por tanto, enfermería presenta mayor dificultad a la hora de
empoderar a esas personas con los conocimientos suficientes para el uso racional de este
medicamento, sobre todo a nivel de posología y dosis máxima recomendada. De hecho, debido
a las evidencias de su uso como medio auto-lítico en adolescentes y adultos o bien por las
intoxicaciones accidentales en pediatría, la CSMH (Comité de Seguridad de Medicamentos de
Uso Humano) en su memoria del año 2015 estableció, ante las evidencias existentes en la Unión
Europea de hepato-toxidad grave, la necesidad de retirar los fármacos con dosis de 1 gramo de
paracetamol del mercado de venta libre y limitar su acceso, solo pudiendo adquirirlo bajo
prescripción facultativa(57).
Por tanto, desde Atención Primaria, enfermería puede desarrollar estrategias para la prevención
de las intoxicaciones medicamentosas a través de la educación para la salud de manera eficaz,
al igual que participar en las demás estrategias de prevención primaria.
El segundo nivel de prevención de la salud según la OMS se basa en la detección de sujetos que
se encuentran aparentemente sanos al encontrarse en una fase preclínica de la enfermedad.
Busca el diagnóstico precoz de estas personas y así evitar y/o retardar las secuelas posibles. Las
estrategias que la conforman son principalmente la detección precoz con programas de salud
pública, la realización de analíticas de rutina en los centros sanitarios de atención primaria y el
tratamiento temprano en la fase asintomática de la enfermedad.
En relación con las intoxicaciones medicamentosas, la prevención secundaria por parte de
enfermería consistiría en la valoración, detección y administración de cuidados ante este
problema clínico. De forma general, este tipo de prevención se realiza en el servicio de urgencias
Hospitalarias, aunque en muchas ocasiones los adultos o bien los padres de los niños intoxicados
acuden a su Centro de Salud en busca de resolución ante su cuadro clínico, y por ello, el personal
21
sanitario de atención primaria puede actuar como primer contacto, debiendo reconocer y
determinar la sospecha de intoxicación para que se establezca el traslado urgente al servicio de
urgencias hospitalarias.
A nivel Hospitalario, la estrategia de actuación de enfermería ante una intoxicación
medicamentosa consiste en establecer en un primer lugar una valoración inicial. La valoración
inicial ante una persona con sospecha de intoxicación consiste en la estabilización del paciente
y la puesta en marcha del ABCD universal(54):
A. Vía aérea
B. Ventilación
C. Circulación
D. Evaluación neurológica, drogas y descontaminación urgente
Una vez estabilizado, es necesario iniciar un interrogatorio clínico por parte del personal
sanitario para determinar el tóxico y así poder iniciar el tratamiento pertinente. En ese
interrogatorio se debe obtener el tóxico, la dosis, el tiempo transcurrido, la vía de administración
del tóxico y la clínica acompañante. También es de gran importancia el cocimiento de los
antecedentes personales y, de esa forma, conocer la presencia de alteraciones o patologías que
puedan agravar el proceso de intoxicación.
Tras el interrogatorio es necesario valorar el estado físico, por lo que enfermería deberá medir
las constantes vitales (tensión arterial, frecuencia cardiaca y saturación de O2) y la temperatura,
además de explorar físicamente en busca de alteraciones en piel y/o mucosas, y signos/síntomas
que puedan esclarecer el tóxico involucrado.
Existen pruebas complementarias para identificar o cuantificar el tóxico, por lo que el personal
de enfermería deberá realizar extracciones sanguíneas para establecer los niveles del tóxico o
bien obtener muestras de orina que permitan en laboratorio identificar el principio activo que
haya provocado la intoxicación medicamentosa.
La cuantificación del tóxico a través de una extracción sanguínea (tabla 9) es una medida
diagnóstica de gran importancia para poder determinar la severidad de la intoxicación ya que
determina la posibilidad de resolución del cuadro clínico con la administración del tratamiento
y/o antídoto.
Tabla 9: Fármacos que requieren determinación cuantitativa urgente. Fuente: Manual de Intoxicación en Pediatría.
22
En ocasiones, puede ser necesario la realización de electrocardiograma y valorar
cardiológicamente a los pacientes, sobre todo en pacientes donde se desconoce el toxico
implicado o bien cuando la intoxicación se produce por fármacos que provocan arritmias como
los antidepresivos tricíclicos, digoxina, antihistamínicos…
Una vez conocido el tóxico, el facultativo determinará el tratamiento pertinente. En caso de
prescribir una descontaminación digestiva a través de carbón activo, enfermería deberá colocar
una sonda nasogástrica y administrar a través de ella la dosis indicada de carbón activo. En
aquellos casos donde exista un antídoto, se seguirán las pautas determinadas por orden médica,
siendo necesario la canalización de al menos dos vías venosas periféricas de medio-alto calibre
para la administración del antídoto y de sueroterapia si es pertinente.
De forma general, los anteriores procedimientos serán las principales actividades realizadas por
el equipo de enfermería, sin embargo, pueden existir técnicas adicionales que sean prescritas
como sondajes vesicales, administración de oxigenoterapia, administración de medicamentos…
es decir, cualquier intervención que permita la estabilización del paciente y sea prescrita por el
facultativo.
Por otro lado, además de las anteriores intervenciones realizadas por enfermería, se deberá de
forma regular reevaluar al paciente y así identificar mejoras o empeoramientos en la situación
clínica del paciente.
Una vez alcanzada la fase sintomática de la enfermedad y se encuentre diagnosticada
correctamente, la prevención a realizar es la perteneciente al tercer nivel, la prevención
terciaria. Se define como “aquellas acciones relativas a la recuperación ad integrum de la
enfermedad clínicamente manifiesta, mediante un correcto diagnóstico y tratamiento y la
rehabilitación física, psicológica y social en caso de invalidez o secuelas buscando reducir de este
modo las mismas”(58).
Relacionando esta prevención terciaria con la intoxicación medicamentosa provocada por
paracetamol, el papel de enfermería en este caso se basa en la administración de los cuidados
necesarios durante el ingreso del intoxicado en la Unidad de cuidados Intensivos (UCI) o bien
durante el proceso de trasplante hepático que requeriría en caso de alcanzar la fase más
avanzada de la enfermedad. Su objetivo es minimizar las consecuencias posibles e intentar que
los pacientes recuperen su estado de normalidad con el menor grado de discapacidad o
complicación posibles.
Sin embargo, las funciones del personal de enfermería no son solo la educación y la asistencia
clínica, ya que una función que cada vez más peso presenta en la labor enfermera es la
investigación. Por tanto, una forma de prevención de las intoxicaciones medicamentosas por
parte de enfermería es a través de la investigación científica.
De los diferentes estudios científicos de los que puede nutrirse enfermería en relación con las
intoxicaciones medicamentosas, destaca la epidemiología. La OMS la define como el estudio de
la distribución y los determinantes de estados o eventos (en particular de enfermedades)
relacionados con la salud y la aplicación de esos estudios al control de enfermedades y otros
problemas de salud(59).
Este tipo de investigación es fundamental ya que la labor de prevención que realiza enfermería
necesita conocer porqué se producen las intoxicaciones y en qué circunstancias y de este modo,
poder desarrollar estrategias efectivas para reducirlas o idealmente erradicarlas(60).
De esa forma, enfermería puede participar en este tipo de investigaciones o bien realizar las
suyas propias y así trabajar bajo la evidencia científica en la realización de la función de
prevención de este tipo de intoxicaciones, bien a través de la realización de protocolos, guías
clínicas… o bien evidenciando la pertinencia de los cuidados enfermeros en la prevención y
tratamiento de las intoxicaciones medicamentosas.
23
En conclusión, el equipo de enfermería puede actuar tanto en prevención primaria, y así evitar
la intoxicación, como en prevención secundaria para evitar y/o reducir los daños y
complicaciones que provocan las intoxicaciones medicamentosas y en prevención terciaria para
mejorar la calidad de vida y adaptar a la persona a sus nuevas circunstancias.
24
CONCLUSIONES
25
BIBLIOGRAFÍA
(1) Moran L, Martinez de Irujo JB, Marruecos-Sant L, Nogué S. Toxicología Clínica. Madrid: Grupo
Difusión; 2011.
(4) Alba ARO, del Corral J, Gómez M. Intentos de autolisis mediante intoxicación
medicamentosa. Acercamiento Multidisciplinar a la Salud: ASUNIVET; 2017. p. 303-314.
(6) Monforte S, Ríos J, Nogué S. Activación del Código de Intoxicación Aguda Grave (CODITOX)
desde la perspectiva hospitalaria. Emergencias 2015;27(2):95-102.
(7) Bravo V, Román M, Bettini M, Cerda P, Mieres JJ, Paris E, et al. Caracterización de la ingestión
por sobredosis de paracetamol: Reporte de un centro de información toxicológica chileno.
Revista médica de Chile 2012;140(3):313-318.
(8) Center for Cooperative Research in Biosciences [sede Web]. News; 2017 [acceso 25 de
febrero de 2018]. A new therapy for paracetamol-induced fulminant liver damage. Disponible
en: https://www.cicbiogune.es/news/new-therapy-paracetamol-induced-fulminant-liver-
damage
(10) Rubin JB, Hameed B, Gottfried M, Lee WM, Sarkar M. Acetaminophen-induced acute liver
failure is more common and more severe in women. Clinical gastroenterology and hepatology
2017.
(11) Gulmez SE, Larrey D, Pageaux G, Bernuau J, Bissoli F, Horsmans Y, et al. Liver transplant
associated with paracetamol overdose: results from the seven‐country SALT study. Br J Clin
Pharmacol 2015;80(3):599-606.
(12) Gulmez SE, Larrey D, Pageaux G, Lignot S, Lassalle R, Jové J, et al. Transplantation for acute
liver failure in patients exposed to NSAIDs or Paracetamol (Acetaminophen). Drug safety
2013;36(2):135-144.
26
(14) Zubiaur O, Salazar J, Azkunaga B, Mintegi S. Ingesta de psicofármacos: causa más frecuente
de intoxicaciones pediátricas no intencionadas en España. 2015;83(4):244-247.
(15) Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Informe Anual del Sistema Nacional de
Salud [Internet]. España; 2016 [citado 4 de marzo de 2018]. Disponible en:
https://www.msssi.gob.es/estadEstudios/estadisticas/sisInfSanSNS/tablasEstadisticas/InfAnual
SNS2016/Informe_Anual_SNS_2016_completo.pdf.
(16) Méndez R. Cinco cosas que no sabías sobre el paracetamol. El Español. 12 de febrero de
2017.
(19) Montosa MJL, Escalante CS, Romero VA. Automedicación: Fármacos más utilizados en
nuestra sociedad. Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud :
ASUNIVEP; 2017. p. 85.
(20) Vargas MP. Intoxicación por Acetaminofén en adultos. Medicina Legal de Costa Rica 2016
Marzo;33(1).
(23) AEMPS. Ficha Técnica: Paracetamol Kabi [Internet]. 2015; [Consultado: 5 de enero de
2018]. Disponible en:
https://www.aemps.gob.es/cima/pdfs/es/ft/74477/FichaTecnica_74477.html.pdf.
(24) Graham GG, Davies MJ, Day RO, Mohamudally A, Scott KF. The modern pharmacology of
paracetamol: therapeutic actions, mechanism of action, metabolism, toxicity and recent
pharmacological findings. Inflammopharmacology 2013;21(3):201-232.
(27) Tabares VZ, Rodríguez JR, Jiménez ES. El dolor y su manejo en los cuidados paliativos.
Panorama Cuba y Salud 2014;8(2):41-48.
(28) AEMPS. Ficha Técnica:Paracetamol Cinfamed [Internet]. España; 2017 [Acceso: 5 de enero
de 2018]. Disponible en: https://www.aemps.gob.es/cima/pdfs/es/ft/68065/68065_ft.pdf.
27
(29) García M, Alonso L, Matilla A, Bartol R, Vaquero L, Muriel C. Eficacia de la asociación
paracetamol-metamizol vs. paracetamol-dexketoprofeno en manejo de dolor agudo
postoperatorio. Revista de la Sociedad Española del Dolor 2013;20(6):279-284.
(30) Flores JM, Zaragoza MGO, Justo J, Barraza H. Analgésicos en odontología: resultados de una
encuesta sobre su uso clínico. Revista ADM 2014;71(4).
(31) Barranco F, Blasco J, Mérida Morales A, Muñoz Sanchez M, et al. Principios de urgencias,
emergencias y Cuidados Críticos. Alhulia; 1999.
(33) Rodríguez MT, Sánchez LM, i Cubells CL. Intoxicación por Paracetamol [Monografía en
Internet]. España; 2018 [acceso: 3 de enero de 2018]. Disponible en:
http://www.saludinfantil.org/urgped/Urgencias_Pediatria/Intoxicacion%20por%20Paracetamo
l.pdf.
(34) Acevedo-Barrios RL, Severiche-Sierra CA, Morales J, Del Carmen J. Efectos tóxicos del
paracetamol en la salud humana y el ambiente. Revista de Investigación Agraria y Ambiental
2017;8(1):139-149.
(37) Martínez L, Quintillá JM, Molina E, Castanyer T, Barceló B, Valls A, et al. Utilidad de la
Detección de Paracetamol en Orina en Pacientes Pediátricos con Sospecha de Intoxicación
Aguda. Emergencias 2012;24(5):372-375.
(38) Gómez JMJ, Miquel BP, Aliaga ED. Fallo hepático agudo. Manual de Cuidados Intensivos
Pediátricos: Publimed Madrid; 2013. p. 487-495.
(39) Almanza M, Flores E, Condori L, López S, Mendieta VDR. Relación de efectos adversos y
grado de eficacia del antídoto del paracetamol después de una sobre dosis, comprobado en
conejos. Ciencias de la Salud TI: ECORFAN; 2014. p. 239-256.
(40) de Tuesta AD, López LU, Moliner JV, Rodríguez DL. Intoxicación con dosis inusualmente altas
de Paracetamol. Atalaya Médica Turolense 2016(7):45-50.
(41) AEMPS. Ficha Técnica: Antídoto Acelticisteína Hidonac [Internet]. España; 2014 [Acceso 15
de febrero de 2018]. Disponible en:
https://www.aemps.gob.es/cima/pdfs/es/ft/58931/58931_ft.pdf
(42) Bateman DN, Dear JW, Thanacoody HKR, Thomas SHL, Eddleston M, Sandilands EA, et al.
Reduction of adverse effects from intravenous acetylcysteine treatment for paracetamol
poisoning: a randomised controlled trial. The Lancet 2014;383(9918):697-704.
28
(43) Pinillos, MA. Novedades en el Tratamiento de la Intoxicación por Paracetamol o
Acetaminofeno. En: 28 Congreso Nacional Semes. Burgos; 2016.
(45) Malagón AIM, González IA, Luis HD, Pallarés AC. Tratamiento del fallo hepático después de
hepatectomía mediante sistema de diálisis hepática MARS. Cirugía española: Organo oficial de
la Asociación Española de Cirujanos 2014;92(10):688-690.
(48) Wang GS, Deakyne S, Bajaj L, Yin S, Heard K, Roosevelt G. The limited utility of screening
laboratory tests and electrocardiograms in the management of unintentional asymptomatic
pediatric ingestions. The Journal of Emergency Medicine 2013;45(1):34-38.
(49) Brener P, Ballardo M, Mariani G, Ceriani Cernadas JM. Error de medicación en un prematuro
de extremo bajo peso: sobredosis de paracetamol. Archivos argentinos de pediatría
2013;111(1):53-55.
(53) Soler AM, Sanchez LM, Monseny AM, de la Maza, Victoria Trenchs Sainz, González MDP,
Cabeza FV, et al. Características epidemiológicas de las tentativas de suicidio en adolescentes
atendidos en Urgencias. 2016;85(1):13-17.
(54) Quezada R, Espinoza C, Fuentes N. Manejo general del intoxicado. Rev Hosp Clin Univ Chile
2014;25(3):217-225.
(56) Mintegi S, Esparza M, González J, Rubio B, Sánchez F, Vila J, et al. Recomendaciones sobre
la prevención de intoxicaciones. Anales de Pediatría 2015;83(6):440.
29
(57) Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Comité de seguridad de
medicamentos de uso humano de la agencia española de medicamentos y productos sanitarios.
2016.
(59) OMS. Epidemiología [Internet]. España; 2018 [Acceso: 6 de marzo de 2018]. Disponible en:
http://www.who.int/topics/epidemiology/es/
(60) Mintegi S. Manual de Intoxicaciones en Pediatría. 3rd ed. Madrid: Ergon; 2012.
30