Ensayo Binomio de Oro
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Ensayo Binomio de Oro
Ensayo #2
La pulsión de muerte en los vallenatos románticos del Binomio de Oro de América
Una de las agrupaciones musicales insignia de Colombia durante los años 90, tras la muerte de
un ícono del folclor nacional como lo fue Rafael Orozco (1954 – 1992), es el Binomio de Oro de
América, que para su reaparición sin su cantante líder se presenta en un nuevo formato y llega a
apodarse La Universidad del Vallenato, ya que por allí pasaron exitosos cantantes como Juan Piña, Jean
Carlos Centeno, Jorge Celedón y Alejandro Palacio; siempre en compañía del co-fundador del grupo, el
acordeonero Israel Romero.
Muchas de las canciones de esta agrupación pertenecen al imaginario colectivo de varias generaciones
de colombianos que crecimos oyendo su música, en particular por sus melodías y letras melancólicas
sobre desamor e ilusiones románticas. Siguiendo el concepto de pulsión de muerte propuesto por Freud
en su obra Más allá del principio del placer (1920), es posible hacer una relación con motivos
ilustrativos entre algunos de los textos del Binomio y ese concepto freudiano aplicado al amor
romántico, como se hará a continuación. Esto se hace relevante en tanto la música es una forma de
expresión artística que da cuenta de emociones y experiencias humanas, lo que permite entender que
muchas personas se sientan profundamente identificadas con lo que las canciones del Binomio puedan
transmitir.
En apariencia (incluso para el mismo Freud hasta 1919), los seres humanos siempre buscamos
psíquicamente la obtención de placer como fin último (principio de placer). Aun si atravesamos en
ocasiones por el displacer, es siempre con el propósito de llegar eventualmente hacia el placer (principio
de realidad). Por ejemplo, cuando realizamos operaciones médicas que nos desagradan para cuidar
nuestra salud o cuando reprimimos antojos alimenticios para cuidar nuestra imagen corporal; son ambas
situaciones que en principio nos generan displacer pero que consideramos vías necesarias para el fin
último, es decir, el placer. Freud encuentra en su experiencia clínica, que esto no es siempre así; todo lo
contrario, plantea que existe una fuerza psíquica aún más intensa que el principio de placer: la pulsión
de muerte.
La pulsión de muerte sería el impulso o volición humana a la autodestrucción, su tendencia a retornar al
estado inerte. Esta pulsión explicaría todas aquellas acciones de los seres humanos que no se destinan a
la obtención de placer como fin último sino que encuentran sentido en la obtención del displacer, del
perjuicio propio. Puede encontrarse claramente esta pulsión en situaciones de decepción amorosa,
leitmotiv de muchas de las canciones del Binomio de Oro de América; a continuación se analizarán en
concreto dos canciones clásicas de su repertorio, Olvídala de 1998 y Si tu amor no vuelve de 2003.
Olvídala es una charla entre dos amigos, en donde uno de ellos muy afectado por una ruptura romántica
le cuenta a otro que no ha podido superar el recuerdo de su amada. Su amigo intenta convencerlo de que
lo mejor es que busque a otra persona para olvidar así su desencuentro amoroso y recuperar la
tranquilidad, pero el afectado insiste en que no quiere hacer tal cosa, que prefiere hablarle y rogarle a su
anterior pareja para que regrese con él:
Fragmento:
Olvídala
No es fácil para mí, por eso quiero hablarle
Si es preciso rogarle, que regrese a mi vida
Inténtalo
Es que no quiero hacerlo, si por dejar sus sueños
Me causé mil heridas
A partir de la historia narrada por la canción, se entiende que el sujeto afectado por la ruptura descuidó a
su ex pareja y eso desencadenó la separación. Ahora en el proceso de duelo romántico, encontramos que
la excitación anímica es muy intensa y hace que el sujeto se aferre obstinadamente al recuerdo de su
amada, a pesar de que su interlocutor le aconseja buscar otra potencial pareja. Es evidente que hay una
primacía sobre la búsqueda de displacer, en dos momentos: el descuido y posible infidelidad a su pareja
a sabiendas de que su relación formal le generaba estabilidad; y posteriormente la renuencia del mismo a
desprenderse del objeto de deseo a pesar de que ya no puede alcanzarlo u obtenerlo. Este desapego
inicial y apego final al objeto de deseo sólo parece responder a la búsqueda de displacer, es decir, a la
pulsión de muerte.
Situación similar con la siguiente canción, Si tu amor no vuelve, en donde un hombre lamenta que su
pareja lo abandonó por irse con otro pretendiente, y expresa que ahora tendrá que conformarse con la
imagen y recuerdos de esa persona:
Fragmento:
Y si tu amor no vuelve
Me toca conformarme con fotografías
Me toca hacer un álbum con mis alegrías
Y todos los momentos que viví contigo
Seré un coleccionista si tu amor no vuelve
Pintando las paredes con tantos recuerdos
Rayándome la vida con tanto silencio
Porque hace mucho tiempo que ya no te tengo
Y es que un maldito imbécil me robó mis sueños.
Aquí el hombre está transfiriendo el goce que le genera su objeto de deseo a la imagen virtual de la
amada por medio de fotografías y probablemente otros recuerdos materiales e imaginarios que tiene con
ella. El mismo significado del concepto objeto de deseo refiere a la ausencia en tanto sólo se puede
desear psíquicamente cuando no se posee el objeto. No obstante, aferrarse deliberadamente al mismo en
detrimento del bienestar emocional, es propio de la volición humana al displacer, ya que no tiene ningún
sentido algo como “conformarse con fotografías” en términos de beneficio o utilidad.
Para concluir, no le cabría duda a cualquier persona que ha pasado por un proceso de duelo romántico,
que las situaciones narradas artísticamente por las canciones del Binomio de Oro de América están lejos
de ser sólo ficciones poéticas, sino más bien hacen parte de ese imaginario colectivo alrededor del
desamor; por lo cual, podría afirmarse que pocas experiencias humanas explican mejor el concepto de
pulsión de muerte, como el amor romántico.