Recomendaciones - Parte I: Recomendaciones Operativas: Definición y Objetivo de Una UCI

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El objetivo de este trabajo es proporcionar recomendaciones para la

planificación o la renovación de unidades de cuidados intensivos (UCI).

El Grupo de trabajo sobre mejora de la Calidad (The Working Group on


Quality Improvement, WGQI) de la European Society of Intensive Care
Medicine (ESICM) identificó los requisitos básicos para las UCI mediante
una búsqueda bibliográfica exhaustiva, un proceso de circulación
reiterada de los materiales por correo electrónico y varios encuentros
grupales en búsqueda de consenso. Participaron 47 especialistas en
cuidados intensivos pertenecientes a 23 países. El punto de partida fue la
recomendación de ESICM publicada en 1997 y la necesidad de una
versión actualizada.

Recomendaciones

- Parte I: Recomendaciones Operativas

Definición y objetivo de una UCI


La UCI es una unidad o un servicio independiente que funciona como
unidad cerrada bajo la responsabilidad médica de su personal, en
contacto estrecho con los especialistas que derivan a los pacientes. Las
características del personal médico, de enfermería y del resto del personal
sanitario, el equipamiento técnico, la arquitectura y el funcionamiento
deben estar definidos claramente. Las normas escritas interdisciplinarias
sobre el proceso de trabajo, las competencias, los estándares médicos y los
mecanismos para la toma de decisiones son útiles para deslindar las
competencias y estandarizar el proceso de trabajo.

Los objetivos de la UCI son la monitorización y el apoyo de las funciones


vitales amenazadas o insuficientes en pacientes en estado crítico, a fin de
efectuar determinaciones diagnósticas adecuadas y tratamientos médicos
o quirúrgicos para su mejor evolución.

La movilización oportuna del equipo de la UCI y sus servicios de apoyo


son importantes para la cobertura, el triage y el tratamiento de pacientes
en estado crítico fuera de la UCI.

Estas recomendaciones son para UCI de pacientes adultos, no para las


UCI neonatales y pediátricas.

Criterios funcionales
Ubicación. La UCI estará situada en un hospital con servicios
apropiados para asegurar la respuesta a las necesidades
multidisciplinarias de la medicina de cuidados intensivos. El hospital
debe tener servicios quirúrgicos, clínicos, diagnósticos y terapéuticos y
asesores clínicos, cirujanos y radiólogos, disponibles para la UCI durante
las 24 horas.

Tamaño. La UCI debe tener un mínimo de 6 camas y el óptimo es de 8-


12 camas. En una UCI más grande se pueden crear subunidades
funcionales con  6-8 camas, que compartan los recursos administrativos y
otros. Se necesitan una cierta cantidad de pacientes y de intervenciones
terapéuticas para mantener la calidad de actividades como la ventilación
asistida y el tratamiento de reemplazo renal.

Personal médico

Director de la UCI. El responsable médico y administrativo de la UCI


debe trabajar a tiempo completo o por lo menos el 75% del tiempo en la
UCI. Debe ser especialista acreditado en terapia intensiva de acuerdo a la
definición del país de origen, habitualmente con formación previa en
anestesiología, medicina interna o cirugía y haber tenido educación
formal, entrenamiento y experiencia en cuidados intensivos tal como
describen las guías ESICM.

Miembros del personal médico. El director es asistido por médicos


calificados en cuidados intensivos. La cantidad de personal se calculará
según el número de camas, el número de turnos por día, la tasa de
ocupación deseada, los recursos humanos extra para feriados, vacaciones
y partes de enfermo, el número de días que cada profesional trabaja por
semana y el nivel de atención y también en función del volumen de
trabajo clínico, de investigación y de enseñanza. Los turnos de trabajo
prolongados impactan negativamente sobre la seguridad de los pacientes
y del personal médico.

El personal médico de la UCI asume las responsabilidades médicas y


administrativas de la atención de los pacientes internados en la unidad.
Define los criterios de internación y alta y es responsable de los protocolos
diagnósticos y terapéuticos para estandarizar la atención. En los
hospitales que son centros de capacitación tiene también la importante
tarea de supervisar y enseñar a los médicos que se están capacitando. Para
estos fines se efectúan recorridas formales diarias a fin de dar
información y planificar el tratamiento.
Médicos en capacitación. Los médicos en capacitación en
especialidades médicas o quirúrgicas (e.g., anestesiología, medicina
interna, neumonología, cirugía) pueden, tras dos años de capacitación en
su especialidad y dentro del marco de ella, trabajar en una UCI bajo
supervisión. Esta capacitación debe durar 6 meses como mínimo (óptimo
1 año) para los que desean calificar para trabajar en cuidados intensivos.
Estos médicos participan en las tareas de la UCI supervisados por un
especialista en cuidados intensivos. La responsabilidad médica es del
personal permanente.

Continuidad de la actividad médica. El personal médico de la UCI


asegura la continuidad de la atención médica durante las 24 horas,
inclusive los fines de semana y los feriados. Puede ser asistido por
residentes de otros servicios, entrenados y con experiencia, con
capacitación básica en cuidados intensivos, siempre que estén
respaldados por el personal permanente durante las 24 horas.

Personal de enfermería

Organización y responsabilidades. La medicina de cuidados


intensivos es el resultado de la colaboración estrecha entre médicos,
enfermeras y otros profesionales paramédicos. Es necesario definir
claramente las tareas y las responsabilidades de cada uno.

Jefa de enfermeras. Debe ser una enfermera de tiempo completo,


responsable del funcionamiento y la calidad del trabajo de enfermería.
Debe tener amplia experiencia en cuidados intensivos y ser apoyada por al
menos una enfermera que la pueda reemplazar. La jefa de enfermeras
debe asegurar la educación continua del personal de enfermería. Ella y
sus sustitutas normalmente no trabajan en las actividades de enfermería,
sino que colaboran con el director médico. Ambos proporcionan las
políticas, los protocolos y las directivas y apoyan a todo el equipo.

Enfermeras. Las enfermeras de la UCI son enfermeras diplomadas


formadas en cuidados intensivos y medicina de urgencia.

Se deben organizar regularmente reuniones conjuntas con médicos,


enfermeras y personal paramédico a fin de:

– analizar los casos difíciles y las cuestiones éticas;


– presentar los nuevos equipos;
– discutir los protocolos;
– compartir información y examinar la organización de la UCI;
– proporcionar educación continua.

El número de enfermeras necesario para la atención y la observación


apropiadas se calcula según los niveles de atención (NA).

Enfermeras en capacitación. Las enfermeras en capacitación no se


deben considerar como sustitutos del personal de enfermería, pero se las
puede asignar gradualmente a cuidar a los pacientes según su nivel de
entrenamiento.

Profesionales paramédicos

Fisioterapeutas. Se debe disponer de un fisioterapeuta experto en


pacientes críticos por cada cinco camas para los cuidados de nivel III
durante los 7 días de la semana.

Técnicos. Es necesario organizar cómo mantener, calibrar y reparar el


equipamiento técnico en la UCI.

Técnico radiólogo. Debe estar permanentemente disponible, así como


también el radiólogo a fin de interpretar las imágenes.

Nutricionista .Debe estar disponible durante las horas de trabajo


normales.

Fonoaudiólogo, psicólogo, terapeuta ocupacional,


farmacéutico. Deben estar disponibles para la consulta durante las
horas de trabajo normales.

Personal administrativo. Se necesita una secretaria médica por cada


12 camas de cuidados intensivos.

Personal de limpieza. Debe haber un grupo especializado de personal


de limpieza que conozca el ambiente de la UCI. Deben saber sobre el
control de las infecciones, la prevención, los protocolos y los riesgos de los
equipos médicos. El aseo y la desinfección de los sectores con pacientes se
efectúan con la supervisión de enfermería.

Criterios para las actividades


El trabajo en la UCI es complejo y dinámico, con tareas compartidas y
actividades que se superponen. Por ello es esencial la colaboración bien
estructurada entre médicos, enfermeras y todos los otros profesionales
que trabajan en la UCI.

Esto incluye:

– recorridas clínicas interdisciplinarias;

– procesos estandarizados y estructurados de transición entre un turno y


el siguiente y de transferencia de información entre los profesionales;

– empleo de un sistema de manejo de los datos de los pacientes.

Por último, un conjunto creciente de datos indica que el clima en la UCI


puede influir sobre la satisfacción de los familiares del paciente, el
bienestar del personal e inclusive sobre la evolución de los pacientes

Definición de los pacientes de cuidados intensivos

Dos tipos de pacientes se beneficiarán con su internación en la UCI:

1. Los pacientes que necesitan monitorización y tratamiento porque una o


más funciones vitales están amenazadas por una enfermedad aguda (o por
una enfermedad aguda sobre una crónica) (e.g., sepsis, infarto de
miocardio, hemorragia gastrointestinal) o por las secuelas del tratamiento
quirúrgico u otro tratamiento intensivo (e.g., intervenciones percutáneas)
que llevan a trastornos potencialmente mortales.

2. Los pacientes que ya padecen insuficiencia de una o más funciones


vitales, como la función cardiovascular, respiratoria, renal, metabólica, o
cerebral, pero con la posibilidad de recuperación funcional.

Definición de los niveles de atención (NA) Se proponen tres


niveles: III, II y I.

Nivel de atención III (el más alto). Es para pacientes con insuficiencia


multiorgánica (dos o más órganos) de carácter potencialmente mortal
inmediato. Estos pacientes dependen de apoyo farmacológico y de
dispositivos, tales como apoyo hemodinámico, asistencia respiratoria, o
tratamiento de reemplazo renal.
Nivel de atención II. Es para pacientes que necesitan monitorización y 
apoyo farmacológico y/o de dispositivos, para la insuficiencia de un solo
sistema orgánico de carácter potencialmente mortal.

Nivel de atención I (el más bajo). Los pacientes NA I tienen signos de


disfunción orgánica que exigen control continuo y mínimo apoyo
farmacológico o con dispositivos. Estos pacientes están en riesgo de sufrir
una o más insuficiencias orgánicas agudas. Se incluyen también los
pacientes que se están recuperando de una o más insuficiencias orgánicas,
pero que están muy inestables.

Para estos diferentes NA, se consideran apropiadas las siguientes


proporciones enfermera/paciente: nivel III 1/1; nivel II 1/2 nivel I 1/3.

Se pueden integrar varios NA en la misma UCI en un modelo de


organización flexible.

Número de camas

El número de camas de cuidados intensivos se debe calcular en función


del tipo de hospital, su ubicación geográfica, el número de camas del
hospital, etc. Las cifras de la literatura médica internacional son del 5% -
10% de las camas del hospital. En la práctica, sólo estará ocupado el 75%
de las camas. Esto permitirá a la unidad enfrentar las urgencias
importantes y evitar las altas prematuras.

Control de calidad

Cada UCI debe evaluar su actividad, teniendo en cuenta que es necesaria


una cantidad mínima de cada tipo de enfermedad para mantener los
conocimientos y la experiencia médica y de enfermería a niveles
adecuados. Debe evaluar su calidad y tener un programa para mejorarla, a
fin de poder estar a la altura de los estándares nacionales o
internacionales. Esta evaluación debe incluir un informe sobre las
complicaciones y los episodios adversos y un sistema de control continuo
de los indicadores que reflejan la calidad de la atención. Estos indicadores
deben cubrir el proceso de atención (i.e., respiración asistida, sedación,
medicación, vías IV, tratamiento o complicaciones), los resultados (i.e.,
mortalidad ajustada por riesgo), y la estructura (i.e., suficiencia de
personal, disponibilidad de protocolos).

Se recomiendan las conferencias sobre morbimortalidad.


Se debe alentar la participación en la recolección de datos y en los
sistemas de comparación a nivel regional, nacional o internacional a fin
de aumentar al máximo la seguridad y la calidad de la UCI.

Manejo del equipamiento

Descartables. El material descartable plantea problemas de


almacenamiento y distribución debido a su volumen y su movimiento. Es
fundamental pasar revista con frecuencia a estos materiales y tener un
sistema sencillo de control de las existencias.

Insumos duraderos. Es necesario tener criterios para la selección, la


compra, el almacenamiento, el mantenimiento y el reemplazo del
equipamiento duradero.

Los recursos humanos

Creo que es importante destacar algunos aspectos dignos de mención en


este artículo. El primero es que se define a la UCI como una entidad
geográfica (concentración de recursos humanos y tecnológicos) y
organizativa distintiva para la actividad clínica y la atención que opera en
cooperación con otros departamentos integrados en el hospital. Refiere
también que se trata de una unidad independiente o departamento que
funciona como una unidad cerrada bajo la dependencia del recurso
humano de la UCI con la colaboración del resto de las especialidades de la
institución. Un comentario al respecto es que, si bien la UCI tiene un
ámbito determinado es preferible no pensarla como un ámbito cerrado en
el sentido de aislamiento sino mejor como un ámbito abierto al resto de
las estructuras del hospital y sobre todo a la familia de los pacientes, en
particular en cuanto a las estrategias de comunicación intersectorial,
interdisciplinaria y familiar.

Describe, además, criterios funcionales en cuanto a ubicación de la/s


unidad/es, tamaño (recomienda 8-12 camas como óptimo por unidad y
subunidades operativas de 6-8 camas en unidades más grandes), staff
médico y conducción (con criterios similares a los recomendados por
SATI ). Recomienda que las rotaciones de médicos en formación sean de 6
meses a 1 año para aquellos profesionales que planeen dedicarse a
cuidados intensivos y de 3-6 meses para los otros profesionales. Se
enfatiza la marcada cooperación entre todos los miembros del equipo de
salud y, en particular, de un proceso eficiente de comunicación entre los
miembros. Define claramente las funciones y la importancia de
enfermería en el manejo de la UCI y refiere como personal aliado no sólo
a kinesiólogos, psicólogos y técnicos sino también a nutricionistas,
terapeutas del lenguaje, terapeutas ocupacionales y farmacéuticos.En este
sentido me parece muy valiosa la incorporación de estos profesionales al
ámbito de la UCI ya que es imprescindible para la implementación de
programas de rehabilitación precoz de los pacientes hasta que estén en
condiciones de traslado al tercer nivel.

En cuanto al personal administrativo, propone una secretaria por c/12


camas. Sus tareas básicas comprenden “tareas administrativas de los
pacientes, comunicaciones internas y externas y producción de informes y
documentos. Si las obligaciones de secretaría incluyen el manejo de
informes de laboratorio y manejo de las historias clínicas propone una
secretaria cada 6 camas. Otra forma de calcularlo es una secretaria por
cada 500-700 ingresos”. A prima facie parece un número elevado para
nuestras UCIs, pero si se tiene en cuenta el trabajo real de secretaría, a
veces reemplazado por otro personal en desmedro de sus propias
actividades, el número parece lógico.

Los pacientes

Define, por otra parte, los criterios de los pacientes que “se beneficiarán
por ingresar a la UCI:

1.- Pacientes que requieren monitoreo y tratamiento debido a la amenaza


a uno o más órganos vitales por una enfermedad aguda o crónica
reagudizada) o por las consecuencias de un tratamiento médico o
quirúrgico que conduce a una situación con riesgo de muerte.

2.- Pacientes que presentan falla de uno o más órganos vitales con una
chance razonable de recuperación funcional.

3.- Pacientes que requieren cuidados paliativos intensivos y pacientes


potenciales donantes de órganos. Creo que la mayoría de nosotros
coincidirá con estos criterios con la única salvedad de los claroscuros de
definir las “chances razonables de recuperación funcional”.

En cuanto a los niveles de cuidado los categoriza en tres: Nivel III (el más
alto, falla de uno o más órganos vitales o riesgo de muerte), Nivel II
(monitoreo o soporte farmacológico o de aparatos) de un solo órgano con
riesgo de muerte y Nivel I (monitoreo continuo y soporte menor
farmacológico o de aparatos con riesgo de desarrollo de una o más fallas
orgánicas). Estos niveles está relacionados con la relación
enfermera/paciente, 1/1 para el nivel III (6 enfermeras/cama), 1/2 para el
nivel II (3 enfermeras/cama) y 1/3 para el nivel I (2 enfermeras/cama). Se
agrega un excelente análisis de las Unidades de Alta Dependencia
(también denominadas step down o de cuidado intermedio) con ingresos
que no excedan la complejidad del nivel I y propone equiparlas con el
mismo nivel tecnológico del nivel III para minimizar los riesgos de
traslado de los pacientes.

Un punto importante a destacar es que propone una proporción de 5% de


camas de cuidados intensivos en hospitales generales y 10% en los
hospitales terciarios (académicos) cifra habitual en los hospitales de
Europa y más bajos que los de EUA (costo/beneficio desconocido hasta
ahora).

Un punto importante a destacar son los programas de mejora de la


calidad y de datos que le permitan participar de programas nacionales e
internacionales de benchmarking. Me parece sumamente importante este
aspecto que hemos desarrollado extensamente en nuestro Consenso de
Categorización de Centros de Recepción de Pacientes Traumatizados de la
CICCATED .

Aspectos estructurales
"La UCIs debería contar con camas individuales para optimizar la
privacidad de los pacientes y permitir la permanencia de los familiares
la mayor parte del tiempo posible durante la internación".

La segunda Parte del Consenso se refiere a las características de diseño de


la UCI y propone una superficie de 25 m2/cama y de 20 m2/cama para
espacios comunes, con un espacio de circulación alrededor de la cama de
2.5 metros (el área total de la unidad debe tener 2.5-3 veces el área de
atención de pacientes). Habituados, como estamos, a que en la mayoría de
nuestras UCIs las superficies y espacio de circulación son mucho más
pequeños, pareciera una exigencia difícil de cumplir. Sin embargo, estas
condiciones son imprescindibles para la atención adecuada de los
pacientes.Si bien en el Consenso se habla de camas individuales y
comunes, me gustaría enfatizar que la UCIs debería contar con camas
individuales para optimizar la privacidad de los pacientes y permitir la
permanencia de los familiares la mayor parte del tiempo posible durante
la internación.
 
En conclusión creo que se trata de un artículo de referencia para todas
nuestras UCIs con el que se puede mejorar las UCIs ya instaladas y de
gran utilidad para el diseño de las nuevas. Cada ítem puede ampliarse
mediante la utilización de los ESM (Electronic Supplemenatry Material)
que provee la ESICM. Aprovecho la oportunidad para agradecer a las
autoridades de Intramed la posibilidad de comentar este trascendente
consenso.

En un hospital, un quirófano es uno de los ámbitos con más tecnología, donde trabaja
más personal y donde el ambiente y la higiene tienen que estar más controlados. El
diseño arquitectónico debe cuidarse al detalle, desde la determinación del tamaño
correcto del espacio hasta la elección de la localización y los usos complementarios
perfectos.
A nivel arquitectónico, la sala de cirugía podría parecer una simple caja, pero siempre
debería ser un espacio cuidado, de estética elegante, libre de infecciones y con la
última tecnología. Debe, además, ser flexible para adaptarse fácilmente a los avances
de esa tecnología y a las necesidades cambiantes de pacientes y del personal
sanitario. Un diseño funcional debe promover el desarrollo de diversas actividades,
sumar calidad a la atención y comodidad a los pacientes, e impulsar la sostenibilidad
económica.
En el diseño de un bloque quirúrgico o de una Unidad de Cuidados Intensivos se
deben equilibrar los requisitos técnicos obligatorios y las necesidades funcionales
reales con escenarios ideales y preferencias individuales.
El curso quiere fomentar una mayor cultura arquitectónica de estos servicios
hospitalarios y dar a conocer las últimas tendencias en el diseño de estos espacios. El
curso permitirá a las personas matriculadas a adquirir conocimientos fundamentales
para aplicarlos a necesidades y contextos específicos, así como mejorar habilidades
en el diseño de espacios funcionales y de alta profesionalización.
Objetivos del curso
 Adquirir conocimientos fundamentales en el diseño del bloque quirúrgico
 Adquirir conocimientos fundamentales en el diseño de la Unidad de Cuidados
Intensivos para aplicarlos a necesidades y contextos específicos.
 Mejorar las habilidades en el diseño de espacios funcionales y de alta
profesionalización en el medio hospitalario.
 Capacitar en la integración al proyecto arquitectónico del proyecto de
instalaciones y el equipamiento médico
Destinatarios: El curso está orientado a profesionales técnicos que deseen conocer
los aspectos esenciales del diseño arquitectónico del bloque quirúrgico y de la Unidad
de Cuidados Intensivos. Los principales interesados en la formación será el personal
técnico de estudios de arquitectura, ingenierías y empresas instaladoras que
desempeñan labores de diseño, construcción y mantenimiento de edificios
hospitalarios y socio-sanitarios.
Duración: 50 horas. Durante 10 semanas el alumno tendrá acceso a la plataforma
para consultar, descargar la documentación y efectuar las evaluaciones
correspondientes.
Metodología y evaluación: Se propone un enfoque de aprendizaje por proyecto y de
naturaleza virtual (no presencial).
Se planteará a los participantes la resolución de dos actividades principales, cada una
al inicio de cada una de las unidades que integran el curso:
 Diseñar un bloque quirúrgico y diferenciar los distintos tipos de circulaciones,
zona exterior, zona séptica y aséptica, y comunicaciones verticales.
 Diseñar una unidad de cuidados intensivos de doble pasillo con un programa
funcional específico.
Para resolver estas actividades, los matriculados se apoyarán en una documentación
estructurada que se podrán descargar, leer y analizar en profundidad. Además, se
realizarán 10 clases online donde el profesorado explicará ejemplos de diseño, temas
específicos del diseño como la materialidad de estas unidades, o explicaciones para
una mejor integración de las instalaciones y el equipamiento médico al proyecto
arquitectónico.
Se podrán plantear las dudas oportunas al profesorado del curso. El profesorado
estimulará el debate y la reflexión sobre los distintos aspectos a tener en cuenta en
estas unidades hospitalarias.

La Clínica Oberig es un hospital de nueva construcción situado en Kiev. El proyecto


se inició en 2016, tiene una superficie construida de 26.170 m2 y actualmente está en
fase de construcción.
La capital Ucraniana, donde está situado el proyecto, está en la parte norte del país y
se extiende a ambos lados del río Dniéper. Kiev se caracteriza por sus extensas
regiones verdes y alta vegetación, en el entorno del solar encontramos el Parque
Pushkin y el Zoo de la ciudad.

Para la construcción de la clínica se plantean dos volúmenes diferenciados, el primero


en forma de U de tres plantas que contiene las unidades asistenciales y el segundo
volumen en forma de barra, con cuatro plantas más, tres de ellas formando
la hospitalización y la última la galería técnica. Además el proyecto consta de tres
sótanos donde se sitúan las unidades de soporte.
La disposición de los volúmenes del edificio, crea un patio abierto al parque Pushkin.
Las plantas superiores, donde se sitúa la hospitalización, tienen sus dos fachadas
principales orientadas al este y al oeste, buscando las vistas favorables del parque.
El proceso de diseño de la envolvente se ha realizado mediante el estudio energético
de las soluciones. Buscando el mayor grado de eficiencia energética en la elección
de las soluciones de fachada y carpintería.
 
TIPOLOGÍA DE UCI
La Unidad de Cuidados Intensivos de la nueva Clínica Oberig está proyectada para
tratar a pacientes con procesos médicos y quirúrgicos que afecten a todos los órganos
y sistemas, se trata de una UCI polivalente.
Consta de 7 boxes para pacientes generales y 1 box para pacientes aislados
infecciosos. Todos los boxes son individuales.

ORGANIZACIÓN Y CONEXIONES
La UCI se sitúa en la planta tercera del edificio. En la misma planta también se
encuentra el bloque quirúrgico y la unidad de esterilización, por lo tanto, la relación
con estas dos unidades es directa.
La conexión con el área de urgencias y con la unidad de diagnóstico por la
imagen se realiza a través de los ascensores médicos. Estas dos áreas se sitúan dos
plantas por debajo, en planta primera del edificio (planta de acceso a la calle).
La unidad permite el acceso a visitas que accederán por los ascensores de público
hasta el vestíbulo de la planta y desde allí hasta la sala de espera de familiares.

ZONIFICACIÓN
La unidad consta de 4 áreas diferenciadas según el uso que se le da a cada sala, las
áreas son las siguientes:
Los boxes generales y el box de aislados se ubican en el interior de la unidad, lo más
alejados de los pasillos generales del Hospital y por lo tanto corresponderían a la zona
restringida o zona blanca.
Las áreas de personal y de soporte se ubican en una zona intermedia de la unidad,
creando así una barrera entre la zona negra y la zona blanca de la unidad. Estas
áreas corresponden a la zona gris.
Finalmente, en la zona negra se encuentran las áreas de familiares y los pasillos de
acceso a la unidad.

CIRCULACIONES
Accesos
La unidad está diseñada con 4 accesos diferenciados, acceso de pacientes y
personal, entrada de suministros, salida de sucio y acceso de familiares:
 Acceso de pacientes y personal – Los pacientes y el personal acceden a la
unidad a través de un pasillo general en un sistema de marcha hacia
adelante hasta llegar al box que les corresponda.
 Entrada de suministros y salida de sucio – El material limpio llega a la unidad a
la sala “Office limpio”. El material sucio se recoge en el “Office sucio”. Estas dos
salas contribuyen a crear una barrera de separación más clara entre la zona
negra y la zona gris de la unidad.
 Acceso de familiares – Las visitas a la UCI acceden desde la sala de espera,
directamente al pasillo interior de la unidad, para poder acceder al box con la
vestimenta adecuada tienen que entrar primero en el dispensador de uniformes.

CARA
CTERÍSTICAS PRINCIPALES Y EQUIPAMIENTO
Dentro del programa de una unidad de cuidados intensivos los espacios que se tienen
que diseñar con mayor interés son el control de enfermería y el box de pacientes. En
la UCI de la Clínica Oberig, es necesario además entrar en detalle en el estudio del
box de aislamiento.
 
Control de enfermería
El control de enfermería es el punto central de la Unidad de Cuidados Intensivos,
debe de ser capaz de desarrollar el trabajo del equipo de enfermería y del personal
clínico de la unidad. Tiene relación visual directa con los boxes a través del pasillo
principal de la unidad y de la totalidad de los recursos de la sala. También tiene que
estar directamente relacionado con el office limpio y el office sucio.
El equipamiento principal de esta sala es el mostrador de control con dos alturas
diferenciadas (72-112cm) y con iluminación superior. Superficie de trabajo suficiente
para la instalación de 2 puestos de trabajo con ordenadores, impresoras y sistemas
de comunicación y alarmas.
Desde este espacio central se dispondrá de acceso directo a los equipos de
asistencia vital que ocuparán un espacio fijo y muy delimitado con facilidad de
movimiento.
 
El espacio del mostrador de trabajo es el centro de comunicaciones de la
unidad con los boxes, así como con todas las unidades del hospital y otros centros
asistenciales relacionados, y es dónde se encuentra situada la central de
monitorización de pacientes.
 
[caption id="attachment_333929" align="aligncenter" width="421"]

 Ubicación control de
enfermería, boxes generales y box de aislados[/caption]
 
BOX general
Los 7 boxes de pacientes de la unidad son salas clasificadas como riesgo moderado,
con una ISO 8.
Estos boxes se sitúan tan cerca como sea posible del control de enfermería. Esto
facilita que se puedan atender con rapidez las necesidades de los pacientes. Se han
diseñado las puertas de acceso al box de gran tamaño y de vidrio transparente de
manera que además desde el control de enfermería se pueda conseguir contacto
visual con el paciente en todo momento.
Las particiones de vidrio frontales tienen dispositivos de control de la privacidad en
el interior de cada box, manuales.
La alarma acústica diferencia por el tipo de box y existe una señal luminosa de alarma
a la entrada de cada habitación.
Aparte de este control visual, existe un sistema de comunicación
paciente/enfermera, y alarmas de los equipos de monitorización, que permitan el
control permanente del paciente ingresado en la unidad.
Las instalaciones necesarias en el box se resuelven mediante cabezales colgados,
de este modo se puede evitar la existencia de multitud de cables por el suelo de la
habitación.
El 50% de las camas incluyen balanza para pesar al paciente así como la posibilidad
de que se pueda convertir en butaca.
En cada box se instala un sistema de alarma de emergencia (paro cardiaco)
conectado con el control de enfermería.
 
BOX de aislamiento
El box de aislamiento de pacientes infecciosos es una habitación clasificada como
riesgo alto con una ISO 7.
Se sitúa al final de la unidad, lo más alejado posible del tránsito de personas. Para
acceder a este box hay que pasar a través de una esclusa de entrada que sirve
de barrera arquitectónica.
Las dos puertas (esclusa y box) son enclavadas, con el fin de evitar que ambas
puertas estén abiertas al mismo tiempo y se pierda la presión negativa del box.
El interior de la sala se equipa de manera similar a los boxes generales.
La antesala del box de aislamiento cuenta con equipamiento preparado para
suministrar el equipo de aislamiento específico como mascarillas, guantes, etc.,
además de lavamanos y almacenaje para guardar utensilios de limpieza de uso
exclusivo.
 
CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA DE CLIMATIZACIÓN, CALIDAD DEL AIRE Y
CONTROL AMBIENTAL
Sistema de climatización
El sistema consiste en UTA’s. para proporcionar la renovación del aire, fan-coils de
zona, ventiladores y sistema de recuperación de calor.
Las UTA’s proporcionan 100% aire exterior a los fan-coils de las salas. La única
excepción son los boxes de la UCI, donde se realiza la recirculación con filtros
HEPA. Se recomienda un máximo de 50% de recirculación.
Los fan-coils climatizan el aire de las habitaciones, con diferentes condiciones de
confort para cada zona. El aire de renovación se suministrará al plenum en la parte
posterior del fancoil.
En general, el ventilador de la UTA extrae el aire de renovación de cada sala a través
de una red de conductos. En los baños, el sistema de extracción es independiente,
con extractores y conductos individuales para cada baño.

En los boxes
de la UCI las compuertas automáticas permiten cerrar cada habitación por separado,
para que el sistema de climatización no alimente una habitación que no está en uso.
El flujo de aire de cada habitación es constante. Las compuertas de flujo constante
permiten el flujo de aire máximo a cada habitación. El flujo de aire suministrado es el
máximo entre renovación, calefacción y refrigeración.

Se mide la presión diferencial entre


el pasillo y el vestíbulo. Una pantalla muestra este valor en la habitación.
El sistema de control ambiental se ubica en el puesto de enfermería de la unidad.
Desde este control de la unidad puede visualizar y controlar los niveles de
temperatura y presión de cada sala de cuidados intensivos.
 
Presión del aire
Los requerimientos de presión de aire son diferentes para las dos tipologías de box:
 Box general – Los 7 boxes generales funcionan con la configuración de box
para paciente inmunodeprimido, cuentan con presión de aire positiva respecto al
pasillo de la unidad. De esta manera, el flujo de aire conseguido mediante la
diferencia de presión entre el box y el pasillo impide la entrada de microorganismos
en el box.
 Box de aislados – El box de aislados existente en la unidad está preparado
para acoger pacientes infecciosos y para ello cuenta con presión de aire
negativa respecto a la esclusa de acceso. A su vez la esclusa también tienen
presión negativa respecto al pasillo de la unidad.

CRITERIOS DE DISEÑO
Acabados
Los acabados de las salas de la unidad de cuidados intensivos tienen características
similares en todas las salas, en general son resistentes al roce y a los impactos, no
inflamables y de fácil limpieza y mantenimiento.
El box se diseña con un pavimento vinílico homogéneo conductivo rematado en pared
con media caña. El revestimiento vertical es de policarbonato y el falso techo es
continuo con un acabado pintado con pintura bicomponente (fungicida y bactericida).
 
Confort del paciente
En los boxes de pacientes, tanto los generales como el de aislamiento, es esencial
el control ambiental, este aspecto se tiene que cuidar para minimizar la
tensión tanto de los pacientes cómo del personal.
En relación con esto, se estudia el nivel de ruido de la unidad, que se tiene que
limitar a 45 dB durante el día, 40 dB durante la tarde y 20 dB durante la noche. En
este aspecto las señales de alarma citadas se tienen que modular. Así mismo, los
materiales de acabados disponen de alta absorción acústica, y sus texturas,
acabados y colores tendrán colaboran a proporcionar relajación ante las situaciones
habituales de tensión en la unidad.
 
Bienestar del paciente y el personal
Otra característica ambiental importante tiene relación con el paisaje
exterior entendido como entorno terapéutico y con la necesidad de
tener iluminación natural y vistas hacia el exterior tanto de los pacientes cómo del
personal.
En este sentido es fundamental contar con ventanas con la posibilidad de matizar la
entrada de luz exterior desde cada box.
Sin perder de vista que la Unidad de Cuidados Intensivos de un Hospital fue
concebida como una unidad de enfermería para vigilancia y tratamiento intensivo, y
por lo tanto tiene que ser funcional y perfectamente diseñada para el uso específico
que se busca, las herramientas que la arquitectura actual nos brinda tienen que ser
utilizadas enfocando la mirada hacia el paciente.
Desde el diseño se puede incidir en el proceso de curación del paciente, la
arquitectura como promotora de la salud, permite crear ambientes que reduzca el
estrés físico-psicológico y emocional de los entornos sanitarios, aumentando la
seguridad, el bienestar y el confort del usuario.
Proyectar incorporando factores que promuevan el bienestar humano, enfocado en
mejorar la salud a base de la creación de ambientes más seguros, confortables y
con condiciones ambientales controladas.

La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) funciona como una Unidad intermedia,


prestando asistencia a pacientes que proceden de otros servicios clínicos,
generalmente médicos o quirúrgicos. Ofrece asistencia multidisciplinar en un espacio
específico. Aparecieron cuando se hizo evidente que los pacientes con enfermedades
o daños agudos, podían estar mejor atendidos si se agrupaban en zonas específicas
del hospital.
La primera descripción histórica de una UCI corresponde a la unidad de recuperación
postquirúrgica, presente en la década de 1920 en el Hospital Johns Hopkins de
Baltimore, USA. Más adelante, durante la II Guerra Mundial, se establecieron
unidades de shock para la resucitación y cuidados postquirúrgicos de los soldados
heridos en batalla. Tras la guerra, debido a la falta de personal de enfermería, se
empezó a agrupar a los pacientes operados en unidades de recuperación
postquirúrgica, que se extendieron a todos los hospitales por sus buenos resultados.
 
Durante los años 50, con el desarrollo de la ventilación mecánica, se procedió a la
organización de unidades para cuidados respiratorios.
La UCI general para pacientes graves, concebida como una unidad de enfermería
para vigilancia y tratamiento intensivo, ubicada fuera de la sala de hospitalización
convencional, tuvo un importante desarrollo en los años 50 y 60, presentando
notables diferencias en su diseño, organización y gestión.
 
Así pues, las UCIs han ido evolucionando durante muchos años con unos objetivos
funcionales, estructurales y organizativos de forma que garanticen las condiciones de
seguridad, calidad y eficiencia adecuadas para atender a pacientes susceptibles de
recuperación.
Según los estudios del diseño basado en la evidencia (Ulrich et al., 2004), desde un
buen diseño también se puede intervenir en la curación del paciente. Por lo tanto el
diseño del espacio se considera trascendente, ya que afecte el ambiente en el que se
tratará y recuperará el paciente.
Esto se basa en el resultado de varios estudios que aseguran que hay una relación
directa entre la recuperación del paciente y el ambiente que percibe a través del
diseño arquitectónico del espacio. El desafío arquitectónico consiste en humanizar el
espacio, alejándose de la percepción hospitalaria para que el paciente se sienta en un
entorno confortable. El ambiente en la UCI y especialmente el de la sala de pacientes
y control de enfermería debe cuidarse para minimizar el estrés tanto de pacientes
como de los asistenciales.
 
Nueva UCI para pacientes semicríticos en el Hospital de
Santa Caterina
El proyecto para la Unidad de Cuidados Intensivos para pacientes semicríticos en el
Hospital de Santa Caterina del Parc Hospitalari Martí i Julià en Salt nos sirve como
ejemplo para mostrar cómo el espacio físico forma parte del proceso curativo,
teniendo en cuenta los principales conceptos:
· Luz natural
· Vistas al exterior
· Reducción del ruido
· Privacidad
· Seguridad de los pacientes
 

Sección fugada, UCI Hospital Santa Caterina, Salt

 
 
Un aspecto esencial para alcanzar este objetivo es el de disponer de iluminación
natural. En este sentido resulta fundamental contar con aberturas al exterior. Se han
situado los 8 boxes en batería en fachada sur, con ventanas corridas (con posibilidad
de oscurecimiento y matización de la luz solar) como elemento básico para permitir la
recuperación de la orientación mediante la luz natural, el ciclo día y
noche, manteniendo el ritmo circadiano del paciente ingresado. La privación de
sueño produce cuadros de delirio, los cuadros confusionales y las alteraciones
emocionales, afectando negativamente a la recuperación del paciente.
En la zona norte, con la luz neutra, se dispone la zona de trabajo de personal. Para
que la zona central de control de enfermería, dispusiera también de luz natural, se
introdujo un lucernario abierto a norte, que dota de luz natural tanto esta zona como el
pasillo.
 

Iluminación natural, a través de los lucernarios, en la zona de trabajo central.


 
La elección de distribuir la planta con la batería también respondió a la necesidad de
tener vistas del exterior, a la naturaleza de la que dispone el parque hospitalario y
los alrededores. Valorando la importancia de las vistas al exterior, nos hicieron tomar
la decisión de girar las camas 90º, respecto el sistema tradicional de distribución de
camas de la UCI (mirando hacia el control de enfermería). Con esta disposición el
paciente, puede mirar hacia el exterior como sistema de distracción positiva,
reduciendo el estrés y calmando a los pacientes.
Otro aspecto generador de estrés, tanto en pacientes como en el personal, es el ruido.
El control acústico de la unidad se realiza entre boxes, con separación de espacios
mediante tabiques y mamparas de cristal. Como medida de control, se instalan
sensores acústicos en el control, que avisan cuando los niveles acústicos superan lo
recomendado, las alarmas reducen su volumen y se refuerzan con alarma visual
desde el control.

Vistas al exterior desde la cama y control acústico entre boxes y con el pasillo.
Box con videovigilancia, ventana cada 2 y vistas al exterior.
 
El hecho de separar los boxes entre ellos con tabiques y que cada uno disponga de
puerta permite disponer de un espacio privado y controlado para cada uno de los
pacientes. Además, los familiares pueden acompañar al paciente y favorecer la
recuperación. Cada box tiene separación de cristal con el pasillo, pero para disponer
de privacidad cuando sea necesario, estos vidrios llevan un vinilo electropolarizado,
que permite opalizarlo y dar intimidad en el momento en el que asistencial,
acompañante o paciente lo vean conveniente. Este mismo sistema se utiliza entre
boxes.
 
Esquema de zonificación, circulaciones y accesos diferenciados UCI.
 
La distribución de los espacios se ha realizado de manera que los suministros no
entran en el espacio de la UCI, tienen un pasillo perimetral. Las visitas pasan por un
filtro de vestuario, antes de entrar y cada paciente tiene una habitación independiente.
La zona de trabajo asistencial y de descanso del personal, se sitúa agrupado en la
fachada Norte, al largo de un pasillo, separado de la área asistencial, con
comunicación visual con estos espacios.
La correcta ubicación de estas áreas optimizan los recorridos internos de la unidad,
favoreciendo considerablemente el rendimiento de la unidad y, en consecuencia, el
trato y bienestar del paciente.
 

Desde el control de enfermería, box izquierdo con visión, box derecho opalizado.
 
El control de enfermería se sitúa en el corazón de la unidad, siendo un puente entre la
zona de personal y la zona de pacientes. Su situación en el centro de la planta es
crucial para tener un buen control de los pacientes, visión de todos los boxes. Para
aumentar la seguridad todos los boxes disponen de cámara de video vigilancia,
controlada desde el mismo control duplicado en la sala de descanso de personal. Así
se asegura una rápida actuación, en caso de urgencia.
 
Vista general de los boxes, control visual desde el pasillo.
 
La vista des del control a través de la puerta de cristal de cada uno de los box
aseguran este contacto visual. Además, cada personal de enfermería se ocupa de 2
boxes, por eso entre ellos, hay una ventana para poder vigilar los 2 boxes a la vez.
El tratamiento de las texturas, acabados y colores de las superficies de la unidad
proporcionan relajación frente a las situaciones habituales de tensión en la unidad. El
pavimento continuo disminuye la posibilidad de caídas por desniveles. La continuidad
entre el pavimento y el revestimiento vertical, favorece la fácil limpieza del box entre
pacientes. Cada box dispone de un lavamanos con sensor en el grifo, para la higiene
de los facultativos y de las visitas. Con estas consideraciones se reduce el riesgo de
infecciones nosocomiales.
En resumen, la luz natural permite mantener el ritmo circadiano, las vistas a la
naturaleza son una distracción positiva, la reducción del ruido alivia el estrés, la
privacidad proporciona confort y la seguridad de los pacientes evita las
complicaciones.
Las soluciones adoptadas en el proyecto de la UCI, nos aportan mejoras en el diseño
que repercuten directamente en la parte asistencial: reducen el tiempo de
recuperación de los pacientes, incluyen a los familiares en el tratamiento del sus
allegados y aumentan el grado de satisfacción de los trabajadores.
UCI ADULTOS
Las unidades de cuidados intensivos (UCI) concentran un conjunto de medios materiales
y humanos destinados al cuidado exclusivo de pacientes de alto riesgo.
 
Su finalidad es el tratamiento y vigilancia del enfermo en situación crítica hasta que el
peligro inmediato haya cedido y el paciente pueda continuar su evolución y tratamiento en
una sala de hospitalización convencional.
 
La asistencia al paciente la realiza un equipo altamente cualificado, formado por personal
médico especialista en medicina intensiva, enfermería y auxiliares de clínica durante las
24 horas del día.

Simultáneamente se cuenta con el soporte del resto de especialidades


médicas y quirúrgicas de nuestro hospital.
 

PRUEBAS DIAGNÓSTICAS
Siempre se tratará de evitar el sufrimiento innecesario del paciente y sus familiares.
 
No se utilizarán métodos diagnósticos o terapéuticos inhabituales sin el  consentimiento
previo del paciente y sus familiares

Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)

La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) es una instalación especial dentro de nuestra área hospitalaria que
proporciona soporte vital a los pacientes que están críticamente enfermos, quienes por lo general requieren
supervisión y monitoreo intensivo por medicina de alta complejidad.

Los pacientes que requieren UCI muchas veces necesitan soporte para la inestabilidad hemodinámica
(hipotensión/hipertensión) para las vías aéreas, el compromiso respiratorio o el fracaso renal, además de
monitoreo invasivo, administración de drogas vaso activas y suministro de ventilación mecánica. Este
servicio es brindado a pacientes enfermos de suma gravedad, pero con posibilidad de recuperación clínica.
Contamos con 14 habitaciones dotadas con iluminación natural, posibilidad de monitoreo invasivo,
monitoreo visual directo de enfermería, servicio de televisión, WiFi, ventilación mecánica, terapia de
reemplazo renal, acomodación conjunta para el acompañante durante las 24 horas del día.

Además disponemos de 2 de las 14 habitaciones con posibilidad de aislamiento cuando sea indicado,
incluyendo ventilación con presión negativa para aislamiento por aerosoles. Nuestro personal es idóneo y
altamente calificado en medicina de alta complejidad, con sentido humano, honesto y responsable, además
de contar con tecnología de punta que permite una atención dentro de los más altos estándares de calidad.
El equipo está compuesto por: 7 enfermeras especialistas en cuidado intensivo 25 auxiliares de enfermería
Apoyo diurno de terapia física y terapia respiratoria En UCI prestamos el servicio de medicina crítica y
cuidado intensivo durante las 24 horas del día, además del acompañamiento de las especialidades y
subespecialidades existentes en la institución. Igualmente la UCI recibe el apoyo de Nutrición y Dietética.

Un marco detallado para la planificación o la renovación de las UCI basado sobre


un consenso multinacional dentro de la European Society of Intensive Care
Medicine (ESICM). Definición, objetivos, criterios funcionales y actividades.  El
objetivo de este trabajo es proporcionar recomendaciones para la planificación o la
renovación de unidades de cuidados intensivos (UCI).

El Grupo de trabajo sobre mejora de la Calidad (The Working Group on Quality


Improvement, WGQI) de la European Society of Intensive Care Medicine (ESICM)
identificó los requisitos básicos para las UCI mediante una búsqueda bibliográfica
exhaustiva, un proceso de circulación reiterada de los materiales por correo
electrónico y varios encuentros grupales en búsqueda de consenso. Participaron
47 especialistas en cuidados intensivos pertenecientes a 23 países. El punto de
partida fue la recomendación de ESICM publicada en 1997 y la necesidad de una
versión actualizada.
 
Definición y objetivo de una UCI
 
La UCI es una unidad o un servicio independiente que funciona como unidad
cerrada bajo la responsabilidad médica de su personal, en contacto estrecho con
los especialistas que derivan a los pacientes. Las características del personal
médico, de enfermería y del resto del personal sanitario, el equipamiento técnico,
la arquitectura y el funcionamiento deben estar definidas claramente. Las normas
escritas interdisciplinarias sobre el proceso de trabajo, las competencias, los
estándares médicos y los mecanismos para la toma de decisiones son útiles para
deslindar las competencias y estandarizar el proceso de trabajo.
 
Los objetivos de la UCI son la monitorización y el apoyo de las funciones vitales
amenazadas o insuficientes en pacientes en estado crítico, a fin de efectuar
determinaciones diagnósticas adecuadas y tratamientos médicos o quirúrgicos
para su mejor evolución.
 
La movilización oportuna del equipo de la UCI y sus servicios de apoyo son
importantes para la cobertura, el triage y el tratamiento de pacientes en estado
crítico fuera de la UCI. Estas recomendaciones son para UCI de pacientes adultos,
no para las UCI neonatales y pediátricas.
 
Criterios funcionales
 
Ubicación. La UCI estará situada en un hospital con servicios apropiados para
asegurar la respuesta a las necesidades multidisciplinarias de la medicina de
cuidados intensivos. El hospital debe tener servicios quirúrgicos, clínicos,
diagnósticos y terapéuticos y asesores clínicos, cirujanos y radiólogos, disponibles
para la UCI durante las 24 horas.
 
Tamaño. La UCI debe tener un mínimo de 6 camas y el óptimo es de 8-12 camas.
En una UCI más grande se pueden crear subunidades funcionales con  6-8
camas, que compartan los recursos administrativos y otros. Se necesitan una
cierta cantidad de pacientes y de intervenciones terapéuticas para mantener la
calidad de actividades como la ventilación asistida y el tratamiento de reemplazo
renal.
 
Personal médico
 
Director de la UCI. El responsable médico y administrativo de la UCI debe trabajar
a tiempo completo o por lo menos el 75% del tiempo en la UCI. Debe ser
especialista en anestesiología, medicina interna o cirugía y haber tenido educación
formal, entrenamiento y experiencia en cuidados intensivos.
 
Miembros del personal médico. El director es asistido por médicos calificados en
cuidados intensivos. La cantidad de personal se calculará según el número de
camas, el número de turnos por día, la tasa de ocupación deseada, los recursos
humanos extra para feriados, vacaciones y partes de enfermo, el número de días
que cada profesional trabaja por semana y el nivel de atención y también en
función del volumen de trabajo clínico, de investigación y de enseñanza. Los
turnos de trabajo prolongados impactan negativamente sobre la seguridad de los
pacientes y del personal médico.
 
El personal médico de la UCI asume las responsabilidades médicas y
administrativas de la atención de los pacientes internados en la unidad. Define los
criterios de internación y alta y es responsable de los protocolos diagnósticos y
terapéuticos para estandarizar la atención. En los hospitales que son centros de
capacitación tiene también la importante tarea de supervisar y enseñar a los
médicos que se están capacitando. Para estos fines se efectúan recorridas
formales diarias a fin de dar información y planificar el tratamiento.
 
Médicos en capacitación. Los médicos en capacitación en especialidades médicas
o quirúrgicas (e.g., anestesiología, medicina interna, neumonología, cirugía)
pueden, tras dos años de capacitación en su especialidad y dentro del marco de
ella, trabajar en una UCI bajo supervisión. Esta capacitación debe durar 6 meses
como mínimo (óptimo 1 año) para los que desean calificar para trabajar en
cuidados intensivos. Estos médicos participan en las tareas de la UCI
supervisados por un especialista en cuidados intensivos. La responsabilidad
médica es del personal permanente.
 
Continuidad de la actividad médica. El personal médico de la UCI asegura la
continuidad de la atención médica durante las 24 horas, inclusive los fines de
semana y los feriados. Puede ser asistido por residentes de otros servicios,
entrenados y con experiencia, con capacitación básica en cuidados intensivos,
siempre que estén respaldados por el personal permanente durante las 24 horas.
 
Personal de enfermería
 
Organización y responsabilidades. La medicina de cuidados intensivos es el
resultado de la colaboración estrecha entre médicos, enfermeras y otros
profesionales paramédicos. Es necesario definir claramente las tareas y las
responsabilidades de cada uno.
 
Jefa de enfermeras. Debe ser una enfermera de tiempo completo, responsable del
funcionamiento y la calidad del trabajo de enfermería. Debe tener amplia
experiencia en cuidados intensivos y ser apoyada por al menos una enfermera
que la pueda reemplazar. La jefa de enfermeras debe asegurar la educación
continua del personal de enfermería. Ella y sus sustitutas normalmente no trabajan
en las actividades de enfermería, sino que colaboran con el director médico.
Ambos proporcionan las políticas, los protocolos y las directivas y apoyan a todo el
equipo.
 
Enfermeras. Las enfermeras de la UCI son enfermeras diplomadas formadas en
cuidados intensivos y medicina de urgencia. Se deben organizar regularmente
reuniones conjuntas con médicos, enfermeras y personal paramédico a fin de:
– analizar los casos difíciles y las cuestiones éticas;
– presentar los nuevos equipos;
– discutir los protocolos;
– compartir información y examinar la organización de la UCI;
– proporcionar educación continua.
 
El número de enfermeras necesario para la atención y la observación apropiadas
se calcula según los niveles de atención (NA). Enfermeras en capacitación. Las
enfermeras en capacitación no se deben considerar como sustitutos del personal
de enfermería, pero se las puede asignar gradualmente a cuidar a los pacientes
según su nivel de entrenamiento.
 
Profesionales paramédicos
 
Fisioterapeutas. Se debe disponer de un fisioterapeuta experto en pacientes
críticos por cada cinco camas para los cuidados de nivel III durante los 7 días de la
semana.
Técnicos. Es necesario organizar cómo mantener, calibrar y reparar el
equipamiento técnico en la UCI.
Técnico radiólogo. Debe estar permanentemente disponible, así como también el
radiólogo a fin de interpretar las imágenes.
Nutricionista .Debe estar disponible durante las horas de trabajo normales.
Fonoaudiólogo, psicólogo, terapeuta ocupacional, farmacéutico. Deben estar
disponibles para la consulta durante las horas de trabajo normales.
 
Personal administrativo. Se necesita una secretaria médica por cada 12 camas
de cuidados intensivos.
Personal de limpieza. Debe haber un grupo especializado de personal de
limpieza que conozca el ambiente de la UCI. Deben saber sobre el control de las
infecciones, la prevención, los protocolos y los riesgos de los equipos médicos. El
aseo y la desinfección de los sectores con pacientes se efectúan con la
supervisión de enfermería.
 
Criterios para las actividades
 
El trabajo en la UCI es complejo y dinámico, con tareas compartidas y actividades
que se superponen. Por ello es esencial la colaboración bien estructurada entre
médicos, enfermeras y todos los otros profesionales que trabajan en la UCI. Esto
incluye:
 
– recorridas clínicas interdisciplinarias;
– procesos estandarizados y estructurados de transición entre un turno y el
siguiente y de transferencia de información entre los profesionales;
– empleo de un sistema de manejo de los datos de los pacientes.
 
Por último, un conjunto creciente de datos indica que el clima en la UCI puede
influir sobre la satisfacción de los familiares del paciente, el bienestar del personal
e inclusive sobre la evolución de los pacientes
 
Definición de los pacientes de cuidados intensivos
 
Dos tipos de pacientes se beneficiarán con su internación en la UCI:
 
1. Los pacientes que necesitan monitorización y tratamiento porque una o más
funciones vitales están amenazadas por una enfermedad aguda (o por una
enfermedad aguda sobre una crónica) (e.g., sepsis, infarto de miocardio,
hemorragia gastrointestinal) o por las secuelas del tratamiento quirúrgico u otro
tratamiento intensivo (e.g., intervenciones percutáneas) que llevan a trastornos
potencialmente mortales.
 
2. Los pacientes que ya padecen insuficiencia de una o más funciones vitales,
como la función cardiovascular, respiratoria, renal, metabólica, o cerebral, pero
con la posibilidad de recuperación funcional.
 
Definición de los niveles de atención (NA) Se proponen tres niveles: III, II y I.
 
Nivel de atención III (el más alto). Es para pacientes con insuficiencia
multiorgánica (dos o más órganos) de carácter potencialmente mortal inmediato.
Estos pacientes dependen de apoyo farmacológico y de dispositivos, tales como
apoyo hemodinámico, asistencia respiratoria, o tratamiento de reemplazo renal.
 
Nivel de atención II. Es para pacientes que necesitan monitorización y  apoyo
farmacológico y/o de dispositivos, para la insuficiencia de un solo sistema orgánico
de carácter potencialmente mortal.
 
Nivel de atención I (el más bajo). Los pacientes NA I tienen signos de disfunción
orgánica que exigen control continuo y mínimo apoyo farmacológico o con
dispositivos. Estos pacientes están en riesgo de sufrir una o más insuficiencias
orgánicas agudas. Se incluyen también los pacientes que se están recuperando
de una o más insuficiencias orgánicas, pero que están muy inestables.
 
Para estos diferentes NA, se consideran apropiadas las siguientes proporciones
enfermera/paciente: nivel III 1/1; nivel II 1/2 nivel I 1/3. Se pueden integrar varios
NA en la misma UCI en un modelo de organización flexible.
 
Número de camas
 
El número de camas de cuidados intensivos se debe calcular en función del tipo
de hospital, su ubicación geográfica, el número de camas del hospital, etc. Las
cifras de la literatura médica internacional son del 5% - 10% de las camas del
hospital. En la práctica, sólo estará ocupado el 75% de las camas. Esto permitirá a
la unidad enfrentar las urgencias importantes y evitar las altas prematuras.
 
Control de calidad
 
Cada UCI debe evaluar su actividad, teniendo en cuenta que es necesaria una
cantidad mínima de cada tipo de enfermedad para mantener los conocimientos y
la experiencia médica y de enfermería a niveles adecuados. Debe evaluar su
calidad y tener un programa para mejorarla, a fin de poder estar a la altura de los
estándares nacionales o internacionales. Esta evaluación debe incluir un informe
sobre las complicaciones y los episodios adversos y un sistema de control
continuo de los indicadores que reflejan la calidad de la atención. Estos
indicadores deben cubrir el proceso de atención (i.e., respiración asistida,
sedación, medicación, vías IV, tratamiento o complicaciones), los resultados (i.e.,
mortalidad ajustada por riesgo), y la estructura (i.e., suficiencia de personal,
disponibilidad de protocolos).
 
Se recomiendan las conferencias sobre morbimortalidad. Se debe alentar la
participación en la recolección de datos y en los sistemas de comparación a nivel
regional, nacional o internacional a fin de aumentar al máximo la seguridad y la
calidad de la UCI.
 
Manejo del equipamiento
 
Descartables. El material descartable plantea problemas de almacenamiento y
distribución debido a su volumen y su movimiento. Es fundamental pasar revista
con frecuencia a estos materiales y tener un sistema sencillo de control de las
existencias. Insumos duraderos. Es necesario tener criterios para la selección, la
compra, el almacenamiento, el mantenimiento y el reemplazo del equipamiento
duradero.
 

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