Mujeres en confinamiento: relatos

de las violencias en México

María del Rosario Texis Zúñiga*

El presente escrito muestra los relatos de 15 mujeres de diversos estados de la

República Mexicana que han vivido violencia durante el confinamiento por Covid-19, a
partir del análisis de las condiciones de vida, las relaciones de pareja y de familia, los roles
de género, los tipos y modalidades de la violencia y el impacto del confinamiento de
las mujeres. El análisis se realiza tomando como referencia la perspectiva de género que
permite visualizar las desigualdades entre mujeres y hombres que, a su vez, agudizan las
situaciones de violencia que viven las mujeres en sus hogares y que se ve reflejadas en
sus hijos e hijas.

Introducción La violencia contra las mujeres con los relatos de 15 mujeres que na-
nos deja claras las fallas en las po- rran su vivencia de la violencia. Final-

H oy en día el mundo enfrenta líticas públicas, en las instituciones mente, a manera de conclusión, el
una situación de salud que ha y en la procuración de justicia y, último apartado reflexiona sobre los
puesto en evidencia no sólo las gran- aunado a ello, nos muestra la fría y hallazgos del estudio.
des desigualdades que se viven, sino triste realidad que miles de mujeres
también los problemas estructurales enfrentan día y a día. Este documen- La situación que viven
a los que las sociedades se enfrentan. to se estructura en cinco apartados. las mujeres en México
Uno de los problemas más graves que El primero revisa la situación de las frente al Covid-19
vive México se ha desnudado y nos mujeres frente al Covid-19, que nos
ha mostrado de una manera clara y acerca al contexto actual de la pan- Los efectos de la pandemia por Sars-
contundente que la violencia contra demia y a datos cuantitativos sobre Cov-2 (conocido como Covid-19) y
las mujeres es la otra pandemia que el fenómeno de la violencia hacia las el confinamiento al que nos obliga
se enfrenta y que durante siglos se mujeres. El segundo muestra la parte no han sido igual para todas y todos;
ha vivido, pero se había ocultado, teórica del tratamiento de la violen- sus efectos se sienten de manera
normalizado o minimizado. cia y define los tipos y modalidades diferenciada porque para unos es un
de ella. El tercer apartado revisa la momento difícil, pero para otras y
* Doctora en Educación, especialista en
construcción social del género como otros es un momento de sobreviven-
estudios de género, feminista y activista. Actual- elemento central ante la violencia, cia. Las desigualdades saltan a la vista,
mente es docente en la Universidad Autónoma y el cuarto se denomina a la luz del se dejan ver sin escarbar; se siente tan
de Tlaxcala y directora en Tlaxcala de la Red
confinamiento, las violencias hablan; fuerte en las calles, en los espacios
por los Derechos Sexuales y Reproductivos
en México (ddeser). E-mail: <rosslim13@ en él se analizan las siete categorías públicos y en las casas; es aquí donde
hotmail.com>. de estudio propuestas y se enriquece el fenómeno tiene mayor impacto. El

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 “quédate en casa” no siempre implica refugio ni seguridad; Por otro lado, el Secretariado Ejecutivo del Sistema
para muchas mujeres de México y del mundo, los hogares Nacional de Seguridad Pública (sesnsp, 2020) señala que,
ocultan historias, algunas terroríficas, que crean espacios durante el confinamiento, tan sólo en marzo y abril de 2020
cerrados, tensos y muchas veces violentos. se iniciaron 34,823 carpetas de investigación por violencia
Este periodo de confinamiento genera un riesgo no familiar en México, un promedio de 571 diarias; asimismo,
sólo por el contagio de la enfermedad, sino por todas las que en el mes de marzo se incrementaron más de 80% las
implicaciones que lleva quedarse en casa, lo cual suele ser llamadas y mensajes de solicitud de apoyo a la Red Nacio-
tan serio como contagiarse y vivir la enfermedad, sobre nal de Refugios, por causa de violencia de género; y que
todo porque en nuestra sociedad existe una cultura permi- hasta abril de este año, se registraron 403,130 llamadas de
siva para educar, vivir, formar y estar en un espacio donde emergencia al 911 relacionadas con agresiones y violencia
la violencia es más fuerte que el amor; esta normalización hacia las mujeres.
nos ha acostumbrado a vivir con miedo, a tomar precau- Adicional a ello, señala que, de enero a abril de 2020,
ciones para no ser golpeada, a minimizar las violencias, los se cometieron 1,295 asesinatos de mujeres, 308 fueron
maltratos en el interior y el exterior de los espacios fa- clasificados como feminicidio y 987 como homicidio do-
miliares. Tan normalizada esta la violencia, que hemos loso. En el mismo periodo, se reportaron 19,288 casos
aprendido a culpar más a las víctimas que a los agresores. de lesiones dolosas contra mujeres, lo que significa un
De hecho, antes de la pandemia, las cifras ya revelaban promedio de 160 mujeres gravemente lesionadas cada día
un grave problema en el mundo donde 1 de cada 3 mujeres (sesnsp, 2020).
a lo largo de su vida ha vivido una situación de violencia; en
América Latina y el Caribe, 12% de las mujeres de entre Mirar el fenómeno
15 y 49 años de edad han vivido violencia física, psicoló- desde diversas posturas
gica o sexual (onu-Mujeres, 2020). A partir del inicio del
confinamiento, la cepal (2020) señala que 3,800 mujeres En México aún se contempla la violencia como la forma
han sido asesinadas sólo por el hecho de ser mujeres, en adecuada para resolver conflictos y diferencias. Los hom-
33 países de la región. bres generalmente reciben violencia por algo que hacen o
Asimismo, el confinamiento ha mostrado que las mu- por el lugar en el que están; las mujeres, en cambio, reciben
jeres son quienes concentran las labores de cuidado y el violencia sólo por el hecho de ser mujeres.
trabajo doméstico no remunerado –poco reconocido– y Desde el feminismo, se ha buscado redefinir que la
que genera un gran desgaste no sólo físico sino emocional. violencia contra las mujeres es un problema grave que
Por otra parte, diversas actividades en el empleo informal compete no sólo a la justicia sino a la salud, a las familias, a
son poco visibilizadas y no reconocidas (Federeci, 2019), la sociedad, al contexto y a todo espacio donde haya rela-
aunque son ellas quienes lo realizan. ciones interpersonales, mientras que la visión patriarcal lo
Lo anterior es muestra de la visión tradicional y patriar- muestra como algo normal y necesario, desde una postura
cal que existe sobre la violencia, ya que se presenta como natural, y está tan firmemente interiorizada esta idea que
algo normal a partir de la diferencia de los sexos. Esta visión sus modos de socialización son perfectos y difícilmente
es tan firme e interiorizada, que sus modos de socializa- se contrapone al orden y la coacción estructural en que se
ción son tan perfectos para la coacción social estructural desarrolla la vida de las mujeres (Bourdieu, 2010).
en que se desarrolla la vida de las mujeres, haciendo notar Los homicidios, el suicidio, la violación, las agresio-
que la violencia viene incluida en las relaciones de pareja nes físicas y, sin duda, también la violencia psicológica y
(Alberdi, 2005). emocional son formas de manifestación de la violencia, tal
En el caso de México, la violencia contra las mujeres como lo señala Del Río (2006); este hecho se presenta de
siempre ha tenido cifras altas. En 2019, 66% de muje- manera directa, tangible y afecta la vida o integridad física
res de 15 y más años había enfrentado violencia de cualquier o psicológica de las personas o grupos, de tal manera que
tipo y de cualquier agresor alguna vez en su vida; 43.9% sus manifestaciones se tornan cuantificables, prevaleciendo
enfrentó agresiones del esposo o pareja actual o la última a un aspecto importante que se debe conocer y del cual se
lo largo de su relación, cuestión que se agudizó en quienes debe hablar. Se trata de la violencia que se ejerce sólo por
se unieron a los 18 o menos años de edad (inegi, 2019). el hecho de ser mujer, denominada violencia de género

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 y que recae en violencia en la pareja y la violencia en los • Colectiva: este rubro se presenta en el ámbito social,
entornos familiares. económico y político.
Ahora bien, la Organización Mundial de la Salud (oms)
señala que “la violencia es el uso intencional de la fuerza Ahora bien, en México, desde 2007, se cuenta con la
o el poder físico, de hecho, o como amenaza, contra uno Ley que garantiza el Acceso a las Mujeres a una Vida Libre
mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause de Violencia, que define a la violencia de género como
o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, “Cualquier acción u omisión que, por razón de su género,
daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones” les cause daño, o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial,
(2002: 3). Este organismo presenta una clasificación que económico, sexual o la muerte, tanto en el ámbito priva-
permite identificar sus diferentes facetas y cómo afecta a do como en el público”. Esta definición hace alusión a un
cada una de las personas. La violencia puede ser autoinflin- género que primordialmente responde a las mujeres; de
gida, interpersonal y/o colectiva y contempla elementos y igual manera, esta violencia se puede presentar de maneras
factores que es necesario nombrar y analizar en cada uno distintas, para lo cual es fundamental evidenciar, tal como
de los ejes de actuación: lo hemos dicho anteriormente, que la violencia contra
las mujeres no es natural, que se trata de una conducta
• Autoinflingida: es decir, es provocada de manera perso- aprendida en una cultura patriarcal donde el poder se ejerce
nal, a través de comportamientos suicidas, autolesiones, sobre el cuerpo y la vida, y que se manifiesta no sólo con
que se provocan a uno mismo. golpes o daños al cuerpo, sino que también se encuentra
• Interpersonal: es la que más analizamos, ya que puede ser en el universo simbólico, es decir, se refiere a algo que se
familiar o de pareja y de comunidad; la violencia familiar hace, pero también a algo que se deja de hacer (guardar si-
y la de pareja no son la misma a pesar de estar en el lencio, ignorar, evadir o abandonar). Estas acciones se efec-
mismo nivel. Por un lado la violencia familiar surge de túan con el fin de someter de forma intencional y, por tanto,
las relaciones entre hijos, hijas, pareja, personas adultas consciente, actos que no son accidentales ni producto de
mayores y las dinámica que hay en el hogar, mientras la pérdida de control (ddeser, 2010).
que la de pareja se refiere a las relaciones interpersona- Aunado a ello, es importante reconocer los tipos
les y a los vínculos emocionales que existen entre dos de violencia que existen y las formas de presentarse. De
personas. Por otro lado, se presenta la violencia en la acuerdo con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una
comunidad que incluye amistades y personas extrañas Vida Libre de Violencia (2007), se exhiben en el siguiente
que pueden generar violencia. cuadro:

Tipo de violencia Se manifiesta con:

Violencia física Empujones, bofetadas, puñetazos, patadas, arrojar objetos, estrangulamiento, heridas por arma, sujetar,
amarrar, paralizar, dar a ingerir sustancias, abandono en lugares peligrosos y negación de ayuda cuando la
mujer está enferma o herida.
Violencia psicológica Gritos, intimidación, amenazas de daño (manejar rápida y descuidadamente), aislamiento social y físico (no
dejarla salir ni hablar con otras personas, entre otras), celos, degradación, humillación, insultos y críticas
constantes, prohibiciones, chantaje, negación de afecto.
Violencia sexual Lastimarla físicamente durante el acto sexual o atacar sus órganos sexuales, incluyendo la introducción, por
vía vaginal, oral o anal, de objetos o armas; forzarla a tener relaciones sexuales o realizar prácticas sexuales
que le desagradan, ya sea sometiéndola físicamente o a través de amenazas o chantaje; obligarla a tener
relaciones sexuales con otras personas para complacerlo, entre otras.
Violencia económica Se tenga que dar explicaciones cada vez que necesita dinero, ya sea para uso de la familia o del suyo; dar
menos dinero del que el hombre sabe que se necesita en la familia a pesar de contar con liquidez; inventar
que no hay dinero para gastos que la mujer considera importantes; gastar sin consultar con la mujer cuando
el hombre quiere algo; disponer del dinero de la mujer (sueldo, herencia, entre otras).
Violencia patrimonial Puede consistir en la sustracción, destrucción, desaparición, ocultamiento o retención de objetos o documentos
personales, bienes, valores o recursos económicos. Este tipo de violencia se puede ejercer por medio del
robo, despojo, abuso de confianza o fraude.
Fuente: Elaboración propia con base en Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (2007).

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 Como podemos observar en el cuadro anterior, estos rechos a la vez que se elimine la violencia, se han logrado
tipos de violencia son a los que se enfrentan las mujeres día algunos avances, pero la construcción del género tradicio-
a día y que en el confinamiento se han mostrado de manera nalmente ha generado grandes problemas y contribuye a la
más cruel y cruda; se dan en varios niveles y en muchos normalización y minimización de distintas necesidades. En
ámbitos; es un problema que tiene un trasfondo social y ese sentido, Foucault (2013) señala que el poder y control
cultural por la educación, los estereotipos y las tradiciones que se ejerce sobre las personas para dominarlas se vive
que cada sociedad ha heredado por generaciones. a partir del uso del cuerpo como un espacio de poder,
dominación, sumisión y violencia, retomando a las muje-
La construcción social del género res y sus cuerpos como esos espacios que se pueden poseer
como elemento central ante la violencia y poner en disputa.
Un eje clave que justifica la violencia contra las mujeres
Evidentemente, el sistema sexo-género es la base de la es la construcción del género al fomentar las desigualda-
construcción de distintas sociedades que promueve rela- des entre hombres y mujeres, y creer que el hombre es
ciones verticales, exaltando la superioridad de unos cuan- superior a ésta, considerando también la influencia de los
tos sobre la gran mayoría de las personas; se reproduce estereotipos, entendidos como guiones de conducta que
y genera desvalorización de las mujeres y lo femenino. sirven para limitar los comportamientos diarios tanto de
Tal como lo describe Rubin (2000), en cada sociedad lo hombres como de mujeres (Lamas, 2000). Aunque la violen-
que cuenta verdaderamente es cómo se determina cultu- cia hace visible un sistema patriarcal de dominación, todas
ralmente el sexo, es decir, cómo la subordinación de las las sociedades tienen mecanismos para justificarla, legiti-
mujeres es consecuencia de las relaciones que organizan marla y darle consentimiento silencioso; en consecuencia,
esta construcción tradicional del género, más allá de una es perpetuada, vista como ocasional y como producto de
visión de trabajo, familia, matrimonio, esfera doméstica. situaciones individuales, de tal forma que las condiciones
Por ello, para analizar la situación que viven las mujeres que la propician permanecen ocultas.
de dominación y subordinación a través de la violencia será Cabe señalar que este aspecto de control estructural
necesario retomar estos constructos heteronormados que que se vive a partir de la construcción social del género
generan grandes desigualdades y la pérdida de los derechos permea una idea de superioridad masculina, roles rígidos
humanos fundamentales para las mujeres, incorporando tradicionalmente asignados a hombres y mujeres que ge-
las relaciones de poder y subordinación. Tal como lo hace neran cargas principalmente en el espacio privado, en el
Rubín (1996), podemos entender al género como una ámbito doméstico y de cuidados, brindando la noción de
construcción social más allá de la diferencia sexual que la familia como una esfera privada y bajo el control mas-
se construye y refleja a través de elementos socioculturales culino con la aceptación de la violencia como medio para
que la sociedad ha determinado. resolver conflictos; no obstante, esta mirada amplía las
Por su parte, Lamas (2000) analiza el género a partir brechas de desigualdad en espacios públicos, profesionales
de las construcciones sociales que se hacen desde esta y económicos, generando expectativas a los hombres como
diferencia sexual, retroalimentado con el conjunto de propietarios del cuerpo y la vida de las mujeres y niñas.
normas, prescripciones, atributos que la sociedad y la
cultura determinan sobre el comportamiento femenino y A la luz del confinamiento,
masculino, traduciéndose en prácticas, valores y creencias las violencias hablan
que moldean las identidades desde la subjetividad, some-
tidas a influencias como las de los medios de control, la Para acercarnos al conocimiento del objeto de estudio de
predisposición y las interacciones sociales. Mientras que este artículo, se utilizó la lógica cualitativa, permitiendo
Butler (2015) mira al género un tanto distinto, pues para la orientación al proceso de investigación por medio de la
ella se pone el cuerpo para vivir y estar en un mundo don- reflexión, así como la experiencia de las mujeres para brin-
de “existir” es una forma de asumir y acatar las órdenes darle la significación del fenómeno (Yuni, 2006); a partir
estructurales de vida; por ello, lo visualiza como un estilo del análisis del contenido (Bardin, 2002), se analizan las
de vivir el cuerpo en el mundo. categorías recuperadas durante las entrevistas en línea a 15
A pesar de que los movimientos feministas han luchado mujeres que viven distintos tipos de violencias en el con-
por varias décadas para que todas las mujeres tengan de- texto familiar durante el confinamiento. Dichas personas

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 provienen de distintos contextos socioeconómicos ubica- alejadas de sus familias de origen; existe una dependencia
dos en los estados de Tlaxcala, Puebla, Hidalgo, Oaxaca, emocional muy marcada y la violencia contra ellas es una
Yucatán, Coahuila, Jalisco y Estado de México. conducta aprendida e interiorizada. De acuerdo con Lagar-
Los resultados de este aporte se abordan a partir de de (2015), las mujeres al sentirse desvalorizadas dejan de
siete grandes categorías que, en un instante, nos acercan mirar las desigualdades que enfrentan y viven. En general,
a las condiciones de vida que tienen, cómo viven y sus viven con una imagen de sí mismas distorsionada a conse-
relatos de vida respecto a ellas; también se vislumbran ele- cuencia de la opinión y el trato que reciben de sus parejas,
mentos fundamentales de las relaciones de pareja y familiar tal como lo vive Sandra:
relacionados con las situaciones de violencia que viven; lo
mismo ocurre al revisar los roles de género en las familias Yo sé que no me merezco todo lo que tengo. Tengo
con la intención de presentar un panorama amplio y desde miedo de dejar a mis hijas solas porque por una tontería
una perspectiva de género para el análisis de esta proble- él me pegue y me dé un mal golpe. Yo no soy nada, no
mática; de igual manera, se revisaron los relatos sobre el valgo, no tengo nada ni nadie que dé la cara por mí. Si
trabajo doméstico y de cuidados que realizan las mujeres me deja, simplemente no existo; si pegándome ayuda a
y, al mismo tiempo, se brindan aspectos del ejercicio de nuestra vida, pos aguantaré (Sandra, 25 años, 2 hijas).
poder y control que domina y somete; algo similar pasa al
narrar las violencias, sus tipos, modalidades y prevalencia: Muchas de las condiciones que las mujeres enfrentan las
finalmente, se presenta el impacto del confinamiento a la interiorizan y piensan que no hay salida a su problema o
vida de las familias. que simplemente son objeto y no sujetas de derechos;
viven una dependencia emocional, estructural y social muy
Condiciones de vida de las mujeres arraigada, que urge empezar a desmantelar.

En lo que atañe a este primer apartado, se puede decir que Ahora las cosas están más difíciles, hay días que no ten-
las mujeres de este estudio viven condiciones de desigualad go para comer ni pa’ darle a mi familia. Sin mi marido
social, económica, de educación, de empleo, de redes de no puedo, y si no tiene trabajo o no me quiere dar dinero,
apoyo, y parten de la premisa de que la sumisión, el some- pues sí sufro. Hay días que debo pedir comida regalada
timiento y la violencia son constitutivas de la vida no sólo o ir a formarme para que en las agencias me den algo
en pareja sino de todas las familias. Sus edades oscilan entre para llevar a la casa. Pienso que moriremos de hambre
los 20 y 40 años de edad. Todas ellas ejercen la maternidad, antes que de la enfermedad (Estefanía, 33 años, 3 hijas).
aunque su situación civil define aspectos importantes, por
ejemplo, tres de ellas son solteras, pero tienen relación de Hemos descrito la importancia de la construcción del
pareja casual, aunque durante el confinamiento conviven género para ampliar las desigualdades sociales; sin em-
durante el día con ellas. Nueve de ellas están casadas y bargo, otro elemento que acompaña estas desigualdades
tienen al menos cinco años en estas relaciones. Tres de corresponde a ciertos factores como el económico, que
ellas viven en unión libre desde hace más de cinco años. está íntimamente ligado a este proceso de dominación y
Respecto a la escolaridad, nueve de ellas tienen la sumisión que enfrentan las mujeres. Según Bourdieu (2010),
secundaria concluida, tres tienen preparatoria y tres más la mujer simbólicamente está consagrada a la sumisión
son profesionistas. La vivienda donde habitan por lo general y la resignación, ya que no puede obtener poder alguno
es de sus parejas o herencias familiares de los hombres; en en las luchas domésticas más que usando la fuerza sumisa,
algunos casos, están rentando. En su mayoría son familias debido a que no cuenta con los recursos ni emocionales ni
que viven hacinadas, comparten casa con otros familiares de relaciones, y muchos menos económicos para afrontar
y su situación económica es regular o mala; aunado a ello, la realidad que vive. Sobre todo, porque prevalece una
los principales proveedores económicos son los hombres, dependencia económica de las mujeres con respecto a
y en los casos en que son las mujeres las proveedoras, los los hombres en muchas relaciones de pareja y familiares,
hombres administran los recursos. y aunado a ello las mujeres enfrentan el acceso limitado
Las condiciones de vida que tienen las mujeres son al dinero tanto personal como familiar, lo que agudiza la
desiguales, muchas de ellas no cuentan con apoyos o viven dependencia y el miedo a no poder salir adelante solas sin

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 necesidad de un sostén que, por lo general, es asumido Por su parte, las familias de las mujeres difícilmente se en-
por un hombre. tera de lo que sufren o atraviesan, y cuando se enteran les
piden que se queden o que aguanten por los hijos, porque
Las relaciones de pareja y familiar no tienen cómo apoyarlas o simplemente porque no es
bien visto una separación en su contexto; por otro lado,
Respecto a las relaciones tanto de pareja como de la familia, existe un gran apoyo y respaldo para afrontar y denunciar
podemos analizar que se trata de relaciones inequitativas y la situación, pero el miedo y la dependencia emocional y
con abuso de poder y control, apoyadas y respaldadas en económica no les permite tomar decisiones asertivas
ocasiones por la familia del perpetrador. En la mayoría de y prefieren quedarse en esos espacios violentos.
los relatos las mujeres expresan que sus suegras, cuñadas,
cuñados o algún familiar les piden que pongan a la mujer en Mi mamá siempre me dice que ya me salga de ese lugar,
su lugar con el uso de la violencia, lo retan o ridiculizan por que él no me quiere, pero yo tengo mucho miedo, él me
no usar la violencia para resolver conflictos; lo podemos amenaza que algo les hará a los niños y que irá contra mi
observar en el siguiente relato: familia o que antes de que lo deje me va a matar, cortar
en cachitos y darle de comer al perro, así nadie sabrá
Me dice… “¡Yo mando! Métete a la casa o vas a ver lo que ya no estoy; igual y me acusa de andar de loca y eso
que te va a tocar…”. Lo hace frente a sus hermanos y sus me da terror, pero no puedo dejarlo ir y menos ahora
papás y todos se burlan de mí. Uno de ellos le dice: “Eso, que no hay trabajo o no tengo dónde ir (Viridiana, 28
chinga, eso es tener huevos. Si no te respeta, métele sus años, 1 hija y 1 hijo).
putazos o cámbiala”. Siempre que vamos a platicar algo
de pareja su mamá o algún hermano se mete y siempre Como se había mencionado líneas arriba, la pareja “marido”
termino golpeada o como tonta (Alba, 31 años, 1 hija ejerce un papel de control y dominación tan grande que
y 2 hijos). minimiza y genera miedo en la mujer, ridiculizándola por
ser exagerada o sometiéndola al escarnio público de que es
A pesar de que las mujeres aporten al hogar, ya sea dinero o una “puta” o “mala esposa”, además de que se les destruye
trabajo doméstico, las familias y las parejas las mantienen en toda la autoestima al decir que son feas, gordas, locas, y
el ideal de que no podrán con una vida sin su pareja porque que por su culpa buscan a una “amante” para salvar su
no podrán salir adelante ni económica ni moralmente; pre- relación.
valece la creencia de que en el momento que ella se separe Lamas (2000) y Lagarde (2015), en sus discursos teó-
pierde los derechos con las y los hijos, pero también con ricos, mencionan que esta violencia contra las mujeres se
todo lo que hay en esa casa, aunado a que el hombre está caracteriza por responder al patriarcado como sistema
en posibilidades de buscar a “una mujer mejor que ella”, simbólico que determina un conjunto de prácticas coti-
que aguante y aprenda a vivir en ese entorno. Las y los hijos dianas concretas que niegan los derechos de las mujeres y
se vuelven objeto de cambio para adquirir la libertad, pero reproducen el desequilibrio y la inequidad existentes en-
las consecuencias son impensables para este sector debido tre los sexos. El simple hecho de ser mujer sitúa a este
a que la violencia contenida se refleja también en las y los sector a factores de riesgo y vulnerabilidad en las relaciones
hijos, violencia psicológica, física y sexual. interpersonales; es una forma de manifestación en las socie-
dades como producto de la dominación que determinados
Soy maestra y gano más que mi señor, pero la verdad es sectores o grupos ejercen sobre otros.
que él es muy agresivo conmigo, me quita el dinero o él Al final, lo que detiene a estas mujeres en su hogar
se queda para distribuir los gastos tanto míos como de mis es el miedo, aunado a su acceso limitado a la educación y
niños. Cuando está enojado me trata muy mal, me grita, formación, así como al empleo, que es otro factor elemen-
me humilla o me trata como basura. Dice que si yo me tal en esta dependencia, tal como el bajo o nulo sueldo y
quiero ir que me largue, pero mis hijos se quedan, y pues prestaciones que las mujeres enfrentan al tener un trabajo
ya nadie me va aceptar. Siempre me dice que como estoy informal o no remunerado especialmente en las actividades
fea él debe buscar quien lo haga sentirse bien, por eso domésticas y de cuidado a las que contribuyen, pero que
tiene muchas mujeres… (Erika, 29 años, 2 hijas y 2 hijos). no generan insumos económicos.

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 Los roles de género en las familias Alberdi (2005) menciona que estas proposiciones demues-
tran que las tendencias de dominación no están inscritas
Los relatos nos llevan a la revisión de la reproducción de en la naturaleza masculina, sino que se aprenden mediante
roles de género rígidos, cargados de creencias, estigmas y la socialización; a partir de la cultura, esos aprendizajes se
normalización de las desigualdades; las mujeres continúan impregnan desde el nacimiento a toda relación, haciéndolos
en el modelo hegemónico tradicional como amas de casa, ver como algo natural, inamovible y difícil de romper. Por
buenas madres, tiernas, sumisas, sensibles, mientras que otra parte, Cantera (2007) señala que la fuerza se utiliza
los hombres siguen asumiendo el modelo tradicional de como vehículo de sostenimiento de la sumisión del otro,
masculinidad, de virilidad, fuerte, macho, con expectativas afirmando así que quien es el motor de la violencia es el
altas, pero sobre todo con dominio y control de su hogar. poder y no el amor.

Yo sé qué me toca hacer en mi casa. Ahorita con el en- Trabajo doméstico y de cuidados
cierro es agotador, yo hago todo menos hablar porque mi
esposo se enoja; él decide qué quiere comer, qué vamos El confinamiento ha sacado a la luz muchas desigualdades,
a hacer, qué compro, qué no compro, qué vemos en la pero también nos enseña cómo se invisibiliza el trabajo do-
tele... él todo el tiempo dice que yo nomás sirvo para méstico y de cuidados, que en este rol de género tradicional
estar cargada y hacer la comida y que por eso se queda desempeñan las mujeres con o sin cuarentena. Los relatos
conmigo, pero mujeres le sobran. Eso me da miedo y por de este momento muestran que las mujeres están agotadas,
eso lo dejo que se haga como él diga. Pienso que eso ya sobrepasadas, pero con sensación de responsabilidad hacia
no debe ser así, ya son otros tiempos pero así lo quiero los otros, a pesar de sus propias necesidades.
y no sabría qué hacer si yo tuviera que tomar decisio-
nes, y es bien difícil porque lo cuento y todas me dicen En las noches me pongo a llorar por ser tan mal mujer,
que estoy mal pero nadie me dice cómo salir o qué hago mala madre y mala compañera. Estoy muy cansada por
(Esperanza, 37 años, 2 hijas y 2 hijos). todo lo que debo hacer en el día, despierto muy tem-
prano, a veces sólo duermo 3 o 4 horas y sé que debo
Difícilmente las mujeres pueden expresar sus sentimien- hacerlo; si tan sólo mi compañero me ayudara, sería más
tos y opiniones respecto a su familia, la crianza o los proyectos fácil. Mis hijas son pequeñas y viven encerradas en su
familiares, la decisión final es del hombre; sin embargo, cuarto por el miedo que le tienen a su papá, pues él se
en ese círculo negro podemos encontrar que las mujeres ha puesto más grosero conmigo y me dice que gracias
comienzan a resignificar su papel y reconocen que no es a él soy lo que soy y tengo lo que tengo. Entonces hacer
normal que sólo se deba escuchar la voz de una de las par- el quehacer y cuidar de todos es lo menos que puedo
tes, pues ellas aportan y son pareja. La violencia simbólica hacer. Lo único que pido es que pronto se termine esta
y estructural en la que viven les niega el derecho a decidir enfermedad y tener un poco de tiempo para descansar
sobre su vida y sus familias; aquí es muy importante mencio- (Sara, 37 años, 3 hijas).
nar que, a pesar de que tres de las mujeres participantes de
este estudio no viven con pareja, sí esperan la aprobación La carga emocional y de trabajo es extenuante, pero
de un hombre, ya sea la de su pareja en turno o la de su también el tener que atender y convivir con la pareja es
papá o hermano, para decidir sobre las cosas de su familia. muy desgastante. Muchas de ellas expresan sentirse como
“olla exprés”, que en cualquier momento las cosas van a
Él no vive totalmente conmigo, yo soy su novia eso dice, explotar; el trabajo se redobla porque además de las acti-
pero él toma todas las decisiones de la casa, da un poco de vidades ya existentes, ahora también son responsables del
dinero, pero yo cubro todo, siempre me cuenta hasta el cuidado de los hijos, las actividades escolares, el trabajo
último peso, dice que sin él yo no soy nada y yo siento eso de la pareja, de que haya o no internet en casa, de hacer
porque nunca he podido tomar decisiones sola, siempre más y mejores comidas, de no gastar tanto y de preservar
depende de mis papás o de mis parejas y creo que por la salud de la familia.
eso ellos abusan. Las mujeres somos más débiles, menos Al final, se atribuye a las mujeres la percepción de
inteligentes, pero sí podemos salir adelante solas, aunque servicio y de complacencia a las necesidades de otros
no sé cómo hacerlo (Ana, 27 años, 2 hijos). antes que a las de ellas, subsumiendo sus deseos y anhe-

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 los en segundo término y asumiendo su papel de dominadas Ejercicio de poder y control
en un espacio privado (Federeci, 2019). Así lo muestra el
testimonio siguiente: La violencia contra las mujeres en los contextos familiares
representa un mecanismo de subordinación y control de-
Entre los golpes, insultos y menosprecios de mi marido, bido a que el poder se considera patrimonio genérico de
de que soy inútil o que no hago nada, entre que mis hijos los hombres. De acuerdo con Foucault (2013), este poder
piden una y otra cosa o que les ayude con la tarea, o lo apoya y acompaña los procesos de socialización; mientras
que me piden hacer en línea en mi trabajo, así como la que Bourdieu (2010) afirma que la hegemonía masculina se
constante amenaza de que se enciendan los ánimos y basa en el control social de lo femenino, estas violencias
otra vez peleemos, mi vida en la casa y en estos días no se relacionan con estos mecanismos de control que el siste-
es buena. Siento que ya no puedo, quiero gritar, salir ma sexo-género tiene para subordinar y con esta violencia
corriendo o hago lo mismo que mi esposo me hace, pero simbólica que permea las relaciones suponiendo conductas
a mis niños y ellos no tienen la culpa… Quiero que cada que hasta hace muy poco tiempo eran socialmente acep-
uno se vaya a hacer sus cosas y que como siempre sólo tadas y que por estar en la vida privada eran muy poco
nos veamos en la noche, pero ahora yo pago los platos ro- conocidas.
tos en todos los aspectos (Cecilia, 40 años, 3 hijos y Los relatos muestran estos significados en las mujeres,
1 hija). ya que aparece ese imaginario de que ellas deben estar su-
bordinadas al orden y poder de un hombre y que deben to-
Las dobles o triples jornadas de trabajo que las mujeres lerar y resignarse a estas vivencias debido a los mandatos
hacen y que el confinamiento ha agudizado generan un culturales. Esto ha generado grandes violaciones de de-
impacto a la salud mental de las mujeres y aumentan la rechos humanos contra ellas y contra sus descendientes,
sensación de insatisfacción, aunado a los episodios de debido a que la violencia vivida en los entornos familiares
violencia de pareja y familiar que viven. Por supuesto, ello van desde humillaciones, violencia psicológica, violencia
nos invita a pensar en este proceso, no de forma aislada, física, hasta violaciones que los hombres ejercen contra
o como algo que debe ser realizado por las mujeres, sino sus parejas, pero también contra sus hijas e hijos.
como una estrategia para la acumulación y reproducción
de capital (Federici, 2019). Me tiene vigilada ahora que estamos todo el tiempo en
De acuerdo con Bourdieu (2010), la mujer simbóli- la casa; dice que si yo digo algo de cómo abusa de mí,
camente está consagrada a la sumisión y a la resignación, lo hará con mi hija. Varias veces he visto que su ropita
no puede obtener poder alguno en las luchas domésticas interior de mi hija está manchada de sangre y no le pue-
más que usando la fuerza sumisa, viviendo de la coerción do decir nada porque me amenaza, y él tiene guardados
y la adhesión. Por ello, la violencia simbólica impone una todos nuestros documentos; no me deja salir a la tienda,
coerción que se establece por medio del reconocimiento [cuando él sale] me deja el celular para estar atento, pero
engañado que el dominado no puede dejar de prestar debo borrar los números para cuidar a las personas que
al dominante al no disponer, para pensarlo y pensarse, saben de mí… Es muy violento y cuando se emborracha
más que de instrumentos de conocimiento que tienen o se droga pos la que la paga soy yo y a veces mi nena...
en común con él y que no son otra cosa que la forma ya no siento miedo… solo tengo desesperanza (Ximena,
incorporada de la relación de dominio. La dominación 22 años, 1 hija y está embarazada).
masculina es ejercida por medio de la violencia simbólica,
puede ser insensible e invisible para las dominadas; en La vivencia de las mujeres que sufren violencia las ha
muchos casos, son las mujeres quienes viven este rol, es puesto en alerta para buscar ayuda, pero nuevamente la
ejercida a través del conocimiento, reconocimiento y del dependencia emocional, el miedo y las amenazas las hacen
sentimiento, pero además es admitida tanto por el domi- que no hablen, y cuando logran denunciar los mecanismos
nador como por el dominado, se conocen así los procesos de justicia que tiene el Estado son tan malos y poco efi-
responsables de la transformación de lo cultural en natural cientes en este momento de confinamiento, que hay poca
(Bourdieu, 2010). credibilidad o una sobreexposición a la violencia, llegando

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 a niveles extremos como advertencias de desapariciones ingresos afecta de manera diferenciada. Por un lado, a los
y feminicidios. hombres en ocasiones esta inestabilidad les hace parecer
como pérdida de poder, en esta sociedad heteronormada
Fui a denunciarlo pero en la fiscalía me dijeron que si era la pérdida genera mayor violencia y estrés, mientras que
de deveras o mejor que buscara resolver la situación con para las mujeres no tener recursos económicos genera
mi marido, pues ya que ahorita no están deteniendo a barreras adicionales.
casi nadie y menos a quienes les pegan a sus mujeres… De esta misma manera, onu Mujeres (2020) ha visibili-
me hicieron sentir tan triste y me tuve que regresar a la zado que algunos servicios de salud, justicia e instituciones
casa con mis hijos y pues él se enteró o sospechó y nos que atienden el tema no lo han logrado por varias situa-
fue peor; a mi hijo el más grande lo colgó de un árbol de ciones, primero por la propia enfermedad y el miedo de
un pie y le dio una madriza y pues a mí también y luego salir y contagiarse; segundo, porque pareciera que no hay
me obligó a tener sexo… Ahora me amenaza que antes otro tema más importante que el Covid-19 y que los otros
de que me quiera volver a ir me mata o me desaparece problemas se dejan de lado; y finalmente por la percepción
(Mirna, 34 años, 2 hijos y 1 hija). que tiene la sociedad sobre los servicios a los que pueden
acceder durante el confinamiento.
Como podemos observar, el poder que ejercen los
hombres sobre las mujeres y sus familias puede llegar a Violencia, tipos, modalidades y prevalencia
extremos y generar grandes problemas y violaciones de
derechos humanos. Justo en este periodo de confinamiento, La violencia que han vivido las mujeres y sus hijas e hijos
la violencia hacia las mujeres y las niñas se ha potenciali- en los entornos familiares, por lo general, es perpetrada
zado y cobrado fuerza y la vida de miles de mujeres. De por hombres que asumen el rol de “pareja” o “marido”
acuerdo con onu Mujeres (2020), el confinamiento ha y que durante este periodo de resguardo ha aumentado y
generado grandes repercusiones debido a que las mujeres se ha reflejado no sólo en los datos y estadísticas arriba
se encuentran encerradas con sus perpetradores, con pocas mencionadas, sino también en los relatos de las mujeres.
o nulas posibilidades de salir, pedir auxilio, por tal motivo Por eso es necesario conocer un poco más cada uno
no han denunciado y así las cifras parecen no aumentar; de los tipos, modalidades y prevalencia de la violencia
en los hogares donde hay niñas, niños y adolescentes tam- como a continuación se muestra en el cuadro que en-
bién son víctimas de este problema con posibles impactos marca expresiones y comentarios violentos y que se
negativos a su salud mental y física; un aspecto importante han potencializado durante el avance de la enfermedad
es el impacto económico de la pandemia, la pérdida de Covid-19:

Violencias vividas durante el confinamiento

Tipo de violencia
Entrevistada Económica/ Intento
Psicológica Física Sexual
patrimonial feminicidio
Sandra (25 años, 2 hijas) “Eres tonta, estás loca y pendeja” Golpes “Me quita el “Me ha
Patadas dinero“ amenazado de
muerte”.
Alba (31 años, 1 hija y 2 “No sirves para nada, te hago un Cachetadas “Por primera vez
hijos) favor” Golpes me violó”
Estefania (33 años, 3 hijas) “Te imaginas cosas, eres una Por primera vez “gol- “Me niega dinero
mierda y así te puedo pisar” pes y patadas a mí y a o dice que no
mis hijas” tiene”
Paula (20 años, 1 hijo) “Siempre serás una puta, fácil y Golpes, uso de “No me da dinero”
además inútil” objetos, patadas
Erika (29 años, 2 hijas y “Mi madre es más mujer que tú y “Me dio pellizcos y “Me quita mi
2 hijos) tú no sirves para nada” cachetadas en este sueldo”
periodo”
Sara (37 años, 3 hijas) “Yo te hice, yo te destruyo, no “Me quitó las es-
vales ni un peso” crituras y dinero”.
Continúa...

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 Violencias vividas durante el confinamiento

Tipo de violencia
Entrevistada
Económica/ Intento
Psicológica Física Sexual
patrimonial feminicidio

Cecilia (40 años 3 hijos y “Estás vieja, gorda, fea y no eras Patadas y puñetazos.
1 hija) nada sin mí”
Ana (27 años, 2 hijos) “Nunca serás alguien sin mí, míra- “Sólo me cuenta
te no vales nada” los pesos”
Ximena (22 años, 1 hija “Perdedora, estúpida y fea” Golpes “Me obliga a
y actualmente está emba- Pellizcos tener sexo”
razada) Mordidas
Fernanda (31 años, 2 hijas) “Fracasada, inútil, estorbo social, “Me empujó y pateó” “Me hace cuentas “Me intentó
vieja” por primera vez y quiere cambio” ahorcar”
Mirna (34 años, 2 hijos y “Muerta de hambre, torpe, Patadas, manotazos, “No me deja Por primera vez “Me dijo que
1 hija) basura” heridas con cuchillo dinero” “me obligó y me ha me quiere
metido objetos en matar”
la vagina…
violó a mi hija”
Rocío (35 años, 3 hijos) “No eres nada sin mí, ten miedo “Me lanza objetos
porque soy tu sombra y tú estás pesados y me pateó
muerta” en este periodo”
Yuliana (26 años, 2 hijas) “Te tiro y te levanto cuando yo “Sólo me deja 20 “Me violó por
diga, eres mi títere” pesos diarios” primera vez y a
mis hijas”
Esperanza (37 años, 2 “Eres mierda, tu pendejez ya te Golpes “Me reclama el
hijas y 2 hijos) llegó al cerebro” Rasguños uso del dinero y
Patadas me cuenta cuánto
gasté”
Viridiana (28 años, 1 hija “Estorbo, mantenida y basura” Puñetazos y empu- “Me obliga a estar “Me dice que
y 1 hijo) jones con él” me va a matar
o a desapare-
cer”
Fuente: Elaboración propia con datos de las entrevistadas.

Como podemos observar en el cuadro anterior, los opción, temo porque me quite a mi niño o porque me
diferentes tipos de violencia están presentes; en todos demande. Mi mamá poco sabe de lo que pasa y su mamá
los casos la violencia psicológica ya existía antes del confi- lo apoya para que me “eduque”… a veces ya no siento lo
namiento, pero se agudizó y desembocó en otras formas de duro de los golpes porque cuando me pega o me avienta
violencia, cada vez más impactantes, contra las mujeres. En cosas dejo de sentir… (Paula, 20 años, 1 hijo).
algunos casos la situación que se vive llevó a pasar de una
violencia psicológica a una física o hasta una sexual, e incluso Con frecuencia, las mujeres no reportan estos delitos al
amenaza de desaparición y feminicidio. La violencia contra sistema de salud o de justicia por vergüenza, miedo de la
las mujeres es otras de las pandemias que debe atenderse reacción de las y los funcionarios o prestadores de servicios
de manera urgente y con estrategias eficaces y claras. y temor a las consecuencias que pueda tener su denuncia
porque ellas no tienen más que su palabra y del otro lado
La primera vez que me pegó pensé que era la única, luego está el poder; haciendo énfasis en lo que afirma Foucault
lo fui viendo cómo se ponía cada que algo no le gustaba; (2013), el poder no es algo que sólo se posee, sino que se
llevamos pocos años viviendo juntos y me embaracé muy muestra en actos y que está presente en todos los niveles
chiquita, él no sabe que tengo un método porque seguro de la sociedad y en todas las relaciones, ello imposibilita a
me irá muy mal, ya no quiero estar con él, pero no tengo las mujeres a pensarse como sujetas de derecho frente

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 a un sistema que las oprime y subordina en el ámbito pri- la realidad que enfrentan al vivir la violencia de una manera
vado pero también en el público. cruda y cada vez más en la impunidad y la injusticia. Las
leyes se crearon para prevenir, atender, eliminar la violen-
Siempre toleré que lo más feo que me pasara es que mi cia de género, retomando elementos muy importantes
esposo me faltara al respeto con palabras como que soy y prioritarios; sin embargo, no han sido suficientes para
fracasada, inútil o vieja, pero ahora con el encierro sentí garantizar la integridad y vida de miles de mujeres, debido
por primera vez su mano, me dio un empujón que me a que falta sensibilidad en los funcionarios públicos en el
pegué muy feo y me desmayé. Me pateó muchas veces y tratamiento de las niñas y mujeres, además de que muchas
cuando ya estaba muy mal la situación me intentó ahor- de ellas desconocen sus derechos, al mismo tiempo que hay
car; mis hijas lo alejaron y a ellas les fue igual: a mi hija vacíos legales y poca credibilidad en las y los impartidores
la mayor le fracturó su manita y a la otra le dejó el ojo de justicia.
morado… Nunca habíamos pasado por esto (Fernanda, La violencia que prevalece en contra de las mujeres en
31 años, 2 hijas). ocasiones se deja de lado o no se visualiza en la magnitud
que se merece; no obstante, las implicaciones de las mu-
Por su parte, onu Mujeres (2020) afirma que durante este jeres que la viven y tienen la posibilidad de hacer valer su
confinamiento existe una percepción de que las institucio- derecho, puede disminuir los estragos de esta situación.
nes de justicia y otras que atienden a las mujeres, que no Erviti (2005) afirma que el ejercicio de la violencia ocurre en
forman parte de las principales para la Covid-19, no están diferentes espacios, pero con mayor tendencia en espacios
funcionando o no contarán con personal para hacer su más privados como la casa o en presencia de los y las hijas
trabajo; ello genera un clima de impunidad y poca confianza u otros integrantes del hogar, hasta la violencia ejercida
para la denuncia ante casos de violencia en los contextos frente a familiares y amigos.
familiares. Mientras que esto no es así, ya que las agencias
internacionales e instituciones nacionales han argumentado Impacto del confinamiento a la vida
en torno a la necesidad de contar como servicios esencia- de las familias
les la atención a la otra pandemia, la violencia contra las
mujeres, y han instado para que tanto el gobierno federal Como hemos expresado, el confinamiento ha tenido un
como los locales garanticen esta atención, pero la situación gran impacto en la vida y salud de las mujeres. Cuando se
los ha rebasado. habla de violencia, ha generado un aumento considerable
y las condiciones en las que están enfrentando las mujeres
Me siento muy mal porque no sé cómo parar esto. Ya le la situación no son las óptimas y es muy grave el impacto
dije al hombre con el que salgo que pues ya no estamos que se vive con esta doble pandemia, un relato que a con-
bien, siempre dice que no soy nada sin él y que es mi tinuación se presenta nos da un panorama:
sombra, pero ahora con lo del Covid se pasa mucho
tiempo con nosotros, todo el tiempo quiere sexo o es- Nunca pensé vivir un encierro por una enfermedad,
tar de libidinoso, eso lo aguanto, pero la vez que no me preocupa mi vida, la de mi familia, pero me urge que
quise y él tenía unas copas de más me comenzó a lanzar pronto pase porque vivir encerrada sufriendo los golpes,
un cuchillo, luego la tablita de la cocina y varios objetos, los insultos y todas las cosas que vivo con mi pareja no
hasta que me empezó a patear, llamamos al 911 y nunca lo deseo para nadie, es como estar sobreviviendo pen-
llegó nadie, mejor mis vecinas fueron a ayudarme, no sando que un día de éstos no vas a despertar (Yuliana,
quiero denunciar porque él tiene conocidos en la policía 26 años, 2 hijas).
y no creo que funcione la justicia y ahora menos (Rocío,
35 años, 3 hijos). No sólo ha dejado expuestas las brechas de desigualdad
existentes, también ha mostrado la inoperancia de las
En México, a pesar de contar con un bagaje amplio de
leyes1 que favorecen a las mujeres, lejos se ha quedado en Mujer, la III Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos (1993), la
Ley General de Víctimas (2013), la Ley General de Acceso a las Mujeres
a una Vida Libre de Violencia (2007), la Norma Oficial Mexicana 046-
1
La cedaw (Convención sobre la Eliminación de todas las formas SSA2-2005 Violencia Familiar, Sexual y contra las Mujeres, Criterios para
de Discriminación contra la Mujer), la III Conferencia Mundial de la la prevención y atención.

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 instituciones y, en el caso de la violencia, la realidad que Reconocemos que no es una labor sólo de los go-
se vive en las familias mexicanas, el redoblamiento de los biernos, sino que es fundamental generar esfuerzos con la
roles tradicionales de género, la falta de acceso a la justicia sociedad civil para hacer frente a esta problemática, hacien-
y los pocos recursos tanto económicos, de formación, do alianza con diferentes sectores, generando propuestas
emocionales, con los que cuentan las mujeres para hacer innovadoras, pero también reconociendo las necesidades
frente un nuevo fenómeno de salud que afecta la vida. de las víctimas a través del acompañamiento social y pro-
fesional, con miras a lograr un cambio estructural y real
A manera de conclusión que nos permita hacer frente a los contextos inciertos que
esta pandemia ha revelado.
Hemos visto a través de los relatos que el confinamiento
por la aparición del Covid-19 vino a agudizar la cultura Referencias
de violencia que se vive en los entornos familiares como
imposición estructural que genera subordinación, tal co- Alberdi, I. (2005). “Cómo reconocer y cómo erradicar la
mo lo afirma Lagarde (2015), mientras que la cultura pa- violencia contra las mujeres”. En Violencia: Tolerancia
triarcal provoca la normalización, buscando la naturalización cero. Programa de prevención de la obra social “la Caixa”.
de las desigualdades para llegar a la interiorización de las Barcelona: Fundación La Caixa.
conductas. Bardin, L. (2002). Análisis de contenido. Madrid, España:
Esta violencia simbólica construye una estructura ob- Ediciones Akal.
jetiva de dominación y disposición a la sumisión (Bourdieu, Bourdieu, P. (2010). La dominación masculina. España:
2010) que genera distintos tipos de violencia y transgrede Anagrama.
los derechos humanos de las mujeres, sus hijas e hijos. Es Butler, J. (2015). El género en disputa. El feminismo y la sub-
por ello que la violencia contra las mujeres es un proble- versión de la identidad. 7ma impresión. España: Paidós.
ma de salud grave que exacerba el ejercicio de poder del Cantera, L.M. (2007). Parejas y violencia: un enfoque más allá
hombre, generando no sólo esta sumisión sino un proceso
del género. Porto Alegre: Don Quijote.
opresivo apoyado de la construcción de género tradicional
cepal (2020). La medición del feminicidio o femicidio: desafíos
que influencia diversos roles o estereotipos, entendi-
y ruta de fortalecimiento en América Latina y el Caribe.
dos como guiones de conducta que sirven para limitar los
Observatorio de Igualdad de Género de América Latina
comportamientos.
y el Caribe. Disponible en <https://oig.cepal.org/es/
Los retos que tiene la política pública deben garantizar
indicadores/feminicidio>.
los derechos de las mujeres y generar estrategias claras pa-
ddeser (2010). Red por los Derechos Sexuales y Re-
ra empoderarlas, además de brindarles más elementos para
productivos en México. Disponible en <http//www.
la atención psicológica, económica y de fortalecimiento
de habilidades personales. Asimismo, los gobiernos deben ddeser.org>.
garantizar el funcionamiento adecuado de las instituciones Del Río, A. (2006). “Violencia contra las mujeres mexi-
encargadas de prevenir, atender y proteger a las mujeres canas”. Salud Pública de México, 48, suplemento 2.
durante periodos de emergencia como los vividos en el Disponible en <http://www.scielo.org.mx/pdf/spm/
año 2020, pues para muchas mujeres el que haya servicios v48s2/31377.pdf>.
donde denunciar o resguardarse resulta de vida o muerte. Erviti, J. (2005). El aborto entre mujeres pobres. Sociología de
Asimismo, será necesario fortalecer los programas de la experiencia. México: unam.
reeducación para hombres que ejercen violencia, pues la Federeci, S. (2019). El punto cero de la revolución: trabajo
prevención de comportamientos violentos debe ser la prin- doméstico, reproducción y lucha feminista. São Paulo:
cipal virtud de cualquier sociedad. Un sistema perdurable Elefante.
de redes institucionalizadas que incida directamente en las Foucault, M. (2013). Vigilar y castigar nacimiento de la prisión.
acciones de los individuos, que estén o no presenten en la Segunda reimpresión. México: Siglo XXI.
sociedad, será detonante para modificar la calidad de vida inegi (2019). “Estadísticas a propósito del Día Internacional
de sociedades como la mexicana (Del Río, 2006). de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de

94 Cambio social

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 noviembre)”. Disponible en <https://www.inegi.org. Organización Mundial de la Salud (oms) (2002). Informe
mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2019/Violen- mundial sobre la violencia y la salud. Resumen. Wash-
cia2019_Nal.pdf>. ington, D.C.
Lagarde, M. (2015). Los cautiverios de las mujeres: madrespo- Rubin, G. (2000). “El tráfico de mujeres: notas sobre la
sas, monjas, putas, presas y locas. México, 2ª ed. México: economía política del sexo”. En El género: la construc-
Siglo XXI. ción cultural de la diferencia sexual (35-98), compilado
por Marta Lamas. México: Programa Universitario de
Lamas, M. (2000). El género: la construcción cultural de la
Estudios de Género-unam/Porrúa Editores.
diferencia sexual. México: Programa Universitario de
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad
Estudios de Género-unam/Porrúa Editores.
Pública (sesnsp) (2020). Información sobre violencia con-
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tra mujeres. Incidencia delictiva y llamadas de emergencia
Violencia (2007). dof 0170272007. Última reforma 911. Centro Nacional de Información. Disponible en
dof, 28 de enero de 2011. Disponible en <http://www. <https://www.gob.mx/sesnsp/acciones-y-programas/
cofemer.gob.mx/lgamvlv.pdf>. incidencia-delictiva-87005?idiom=es>.
onu Mujeres (2020). Prevención de la violencia contra las Yuni, J. (2006). Técnicas para investigar recursos metodoló-
mujeres frente al Covid-19 en América Latina y el Caribe. gicos para la preparación de proyectos de investigación.
BRIEF v. 1.1 23.04.2020. Córdoba Argentina: Editorial Brujas.

Coedición Ediciones Eón/Universidades de Guanajuato

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