Ejemplo Apelacion Prision Preventiva

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EXP N° : XXX – 2020 - 0

ESP.L : XXX
ASIST. AUD : XXX
SUMILLA : FUNDAMENTO RECURSO
DE APELACIÓN

SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO PENAL DE TURNO – SEDE XXX

JUAN PEREZ en el procedimiento de prisió n preventiva


por la presunta comisió n del delito de tenencia ilegal de
arma y otros, ratificando para efectos de notificació n:
casilla electró nica: XXX, correo electró nico: XXX y nú mero
de celular: XXX de mi abogado defensor, a Ud.
respetuosamente digo:

Que, por convenir a mi derecho a impugnar y dentro del plazo de ley,


vengo a fundamentar el recurso de apelació n contra la resolució n judicial de
fecha 15 de julio de 2020, que declaró fundado el requerimiento de prisió n
preventiva por 9 meses contra el recurrente, por los siguientes fundamentos
que paso a exponer:
I. FUNDAMENTACIÓN DEL AGRAVIO:

PRIMERO: Que, en relació n a lo señ alado por el A QUO, sobre que se habría
cumplido con el presupuesto de SOSPECHA FUERTE, graves y fundados
elementos de convicción, debemos señ alar que só lo vamos a CUESTIONAR
02: LA SOSPECHA FUERTE SOBRE LOS DELITOS DE (A) TENTATIVA DE
HOMICIDIO CALIFICADO POR LA CONDICIÓN DE LA VÍCTIMA y (B)
TENENCIA ILEGAL DE ARMA DE FUEGO Y MUNICIONES, pues conforme lo
fundamentado por el A QUO, en el sentido de otorgarle una presunció n de
licitud, a las declaraciones de los 2 efectivos policiales agraviados en el
presente caso (SO2 PNP OLIVER y MAYOR PNP VICTOR), debemos señalar
que dicha presunción nada tiene que ver con el VALOR PROBATORIO,
PUES DICHAS DECLARACIONES NO TIENEN ELEMENTOS PERIFÉ RICOS QUE
LO CORROBOREN (datos objetivos, sólidos y consistentes), como lo exigió la
defensa técnica del recurrente en audiencia y que está reconocido en el
Acuerdo Plenario N° 1-2019 en su fundamento 25 1 y el Acuerdo Plenario N° 2-
2005 en su fundamento 10; en principio haremos el análisis de la
SOSPECHA FUERTE SOBRE EL DELITO DE HOMICIDIO CALIFICADO EN
GRADO DE TENTATIVA, que como hemos sostenido tiene su fundamento
segú n el A QUO, sobre las declaraciones de los 2 efectivos policiales, pues
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F.25: La verificació n de esta sospecha fuerte requiere, en tanto juicio de atribució n del delito al
imputado, el examen de las fuentes-medios de investigació n o de las fuentes-medios de prueba lícitos
-la licitud es un componente necesario del concepto de prueba- acopiados en el curso de la causa
-principalmente por el fiscal, aunque también es de examinar los que puede presentar el imputado y su
defensa, tras cuyo aná lisis corresponda concluir, desde una inferencia razonable, que el imputado es
fundadamente sospechoso; esto es, que exista un alto grado de probabilidad de que él luego va a ser
condenado -el está ndar probatorio es particularmente alto, aunque no al nivel de la sentencia
condenatoria (no se requiere certeza sobre la imputació n (Sentencia casatoria 626-2013/Moquegua, de
30 de junio de 2015, FJ 24to).
Se ha de afirmar un juicio de probabilidad sentado en criterios objetivos só lidos o indicios consistentes
(STCE 128/1995, de 26 de julio, FJ 3ro.); esto es, contar con un sistema coherente de datos graves,
precisos y concordantes, y con un alto grado de confianza, consistencia, fiabilidad y credibilidad, sin
llegar, por cierto, al está ndar de convencimiento má s allá de toda duda razonable, propio de la
sentencia condenatoria [conforme: CASTILLO ALVA, JOSE LUIS: El fumus comissi delicti y el está ndar
probatorio en la prisió n provisional. En: WASQUEZ, CARMEN (Coordinadora): Hechos y razonamiento
probatorio, Zela Grupo Editorial, Lima, 2019, pp. 223-231).
incluso, del análisis de los certificados médicos legales de ambos, no se
advierte que las lesiones que presentaban eran producto de los disparos
de bala que se produjeron en el lugar de los hechos -EN EL CERTIFICADO
MÉ DICO LEGAL N° 024557 practicado a SO2 OLIVER, sobre las lesiones que
presentó no se señ ala que se haya ocasionado por disparo de bala sino só lo
menciona fricción-, má s aú n, que ni la ropa del sub oficial en sus partes
inferiores, que fue supuestamente rozada por los disparos de bala, ni
siquiera fue sometida a una evaluación forense o pericial, o que a futuro
se vaya someter a peritaje (la vestimenta no se ofreció como elemento de
prueba), es decir, NO EXISTE ELEMENTO PERIFÉ RICO QUE PUEDA
CORROBORAR QUE LAS DECLARACIONES DE LOS EFECTIVOS POLICIALES
REPRESENTEN LA SOSPECHA FUERTE SOBRE LA COMISIÓ N DEL DELITO DE
HOMICIDIO CALIFICADO EN GRADO DE TENTATIVA, y destacando, que el
delito de homicidio, es un delito de resultado, que exige para su configuració n
en grado de tentativa, del inicio de la fase de ejecución y que haya existido
un riesgo real para la vida de los agraviados, lo cual, NO SE PRODUJO EN EL
PRESENTE CASO, en el sentido, que nunca estuvo en riesgo la vida de los
mismos, y ni siquiera fueron lesionados por los disparos de bala que
supuestamente habría realizado el procesado, por lo cual, no se alcanza el
estándar de sospecha grave sobre un alto grado de probabilidad que el
recurrente fue autor del delito de homicidio calificado en grado de
tentativa.

SEGUNDO: Que, en relació n a la sospecha fuerte del delito de tenencia ilegal de


arma de fuego y municiones, conforme lo fundamentado por el A QUO, en el
sentido de otorgarle una presunció n de licitud a las declaraciones de los 2
efectivos policiales agraviados en el presente caso, debemos señalar que
dicha presunción nada tiene que ver con el VALOR PROBATORIO, PUES LA
LICITUD IMPLICA QUE SEA VALORADA PERO LO QUE ESTÁ EN
CUESTIONAMIENTO ES SI EL VALOR DE LAS MISMAS, ALCANZA EL
ESTANDAR DE SOSPECHA FUERTE, PUES DICHAS DECLARACIONES NO
TIENEN ELEMENTOS PERIFÉ RICOS QUE LO CORROBOREN, como lo exigió la
defensa técnica del recurrente en audiencia y que está reconocido en el
Acuerdo Plenario N° 1-2019 en su fundamento 25 y el Acuerdo Plenario N° 2-
2005 en su fundamento 10, pues en este caso, NO EXISTE UNA PERICIA DE
ABSORCIÓ N ATÓ MICA o PERICIA DACTILOSCOPICA, aunado que el ACTA DE
REGISTRO PERSONAL NO FUE FIRMADA POR EL RECURRENTE POR LAS
IRREGULARIDADES QUE SE PRESENTARON AL MOMENTO DE LA
INTERVENCIÓ N POLICIAL, al momento de evaluar el pedido de prisió n
preventiva, con lo cual, no se puede negar que hubo un arma y municiones en el
lugar donde acaecieron los hechos imputados, pero lo que no existe, es un
ELEMENTO OBJETIVO QUE VINCULE AL RECURRENTE CON EL DELITO DE
TENENCIA ILEGAL DE ARMA Y MUNICIONES PARA ALCANZAR EL ESTANDAR
DE SOSPECHA que se exige para el cumplimiento del presupuesto de los graves
y fundados elementos de convicció n, por lo que, podemos afirmar que NO SE
HA CONFIGURADO LA ALTA PROBABILIDAD QUE HAYA COMETIDO EL DELITO
EN MENCIÓ N, en este estadío procesal.

TERCERO: Que, el peligrosismo procesal ha sido desarrollado recientemente


por el Acuerdo Plenario N° 1 – 2019, en su fundamento 40 2, donde destaca que

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F.40: Para la acreditació n del riesgo el juez debe apreciar y declarar la existencia del peligro a partir de
los datos de la causa —lo que, sin duda, requiere de un complemento subjetivo de muy difícil
concreció n—, que den cuenta de la capacidad del imputado de huir u obstruir la labor de la
investigació n; la probabilidad de estos peligros debe ser alta (conforme: BERNAL CUELLAR —
MONTEALEGRE LYNETT, Obra Citada, pp. 529 y 535). En todo caso, su determinació n obliga al juez,
como acota NIEVA FENOLL, a construir una perspectiva de futuro, así como evitando presunciones y,
con mayor raz6n, meras conjeturas (conforme: NIEVA FENOLL, JORDI: Derecho Procesal III. Editorial
Marcial Pons, Madrid, 2017, p. 285).
los requisitos sobre el PELIGRO DE FUGA (en su fundamento 41 3, 424 y 435), en
relació n a la gravedad de la pena y magnitud del dañ o causado y ausencia de
repararlo, son estrictamente ABSTRACTOS, mientras que los requisitos sobre
los arraigos (familiar, laboral y domiciliario) y comportamiento procesal, son
CONCRETOS, y es por eso, que debemos señ alar, que en el caso concreto, están
acreditados todos los arraigos en relación al procesado, por lo que, el A
QUO manifestó que la pena grave y magnitud del dañ o causado y ausencia de
repararlo (sin tomar en cuenta que 3 delitos imputados son de peligro
abstracto y 1 fue en grado de tentativa – sin dañ o personal o material), al
margen de los arraigos por encontrarse en un local donde se ejercía la
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F.41: El literal c) del artículo 268 del Có digo Procesal Penal identificó este riesgo, siempre que sea
razonable colegir, en razó n a (i) los antecedentes del imputado y (ii) otras circunstancias del caso
particular, que tratará de eludir la acció n de la justicia -existencia de datos objetivos y só lidos, no de
meras conjeturas, es decir, signos de alta importancia inductiva-.
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F.42: Cabe resaltar que en el pronó stico de peligro de fuga deben ponderarse todas las circunstancias
a favor y en contra de la huida, y evitarse meras presunciones. (…)
Así, por ejemplo, si el delito tiene previsto una pena elevada, que excede con creces el mínimo
legalmente previsto, pero es un extranjero y carece de residencia legal en el país, cabría dictar mandato
de prisió n preventiva; igualmente, en delitos similares e integració n en una organizació n criminal con
contactos en el extranjero, por su propia diná mica delictiva, por sus contactos personales en esos
países —v.gr.: lugar desde donde se proporciona la droga y/o se tiene los contactos—, es razonable
estimar el persistente riesgo de fuga, aun cuando tenga arraigo social en el país (confró ntese: STCE
145/2001, de 18 de junio).
En el presente caso, no se trata de la imputación del delito de narcotráfico, organización criminal,
no tiene contactos en el extranjero y están acreditados todos sus arraigos, además que por la
Pandemia COVID 19, los aeropuertos están cerrados para vuelos al extranjero, así como, las
fronteras terrestres y no cuenta con recursos económicos para para poder sustraerse de la acción
de la justicia penal y es peruano, abogado en ejercicio sin ningún procedimiento o sanción
disciplinaria propia de su profesión.
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F.43: Tienen que agregarse, a la pena previsible y a la naturaleza del delito —sin perjuicio de analizar
la entidad del aporte del imputado al hecho delictivo, si se trata, de un caso de codelincuencia,
organizació n criminal o banda criminal, y el peso de las pruebas de cargo conocidas por el imputado, su
personalidad y sus circunstancias particulares—, otros factores que inciden en el peligro concreto de
fuga. No tienen una significaci6n y virtualidad aut6nomos para justificar en si mismos la prisió n
preventiva, pues se trata de presunciones que, en cualquier caso, pueden ser destruidas por los otros
datos relevantes del proceso, y que el juez debe explicar la inexistencia de medios para conjugar tal
peligro de fuga, a través, por ejemplo, del pago de caució n o de una medida alternativa o de
restricciones.
En el presente caso, el A QUO, ponderó los criterios abstractos de pena probable y gravedad de los
delitos –tentativa de homicidio calificado sobre todo-, para justificar el peligro de fuga, dejando de
lado los criterios concretos, como, el peso de las pruebas que solo se basan en declaraciones de
efectivos policiales, su personalidad y circunstancias particulares, como es el hecho, que tiene
todos los arraigos familiar, domiciliario y laboral, y además, no evaluó la posibilidad de una
caución y/o medidas restrictivas, pues incluso de las diligencias próximas a realizarse, en ninguna
de ellas, se requiere la presencia física del recurrente.
prostitució n clandestina determina el peligro de fuga en el presente caso,
destacando como comportamiento procesal, lo presuntamente sucedido en
dicho local conforme las declaraciones de los efectivos policiales que lo
intervinieron.

CUARTO: Que, frente a lo antes señ alado, debemos manifestar que el hecho que
los delitos imputados se hayan producido en un local donde se ejercía la
prostitució n clandestina destacando el A QUO la conducta omisiva y peligrosa
de darse a la fuga (este aspecto , en nada supone de manera inmediata un
peligro de fuga, ademá s que, los delitos imputados (3 de ellos de peligro
abstracto y 1 sin dañ o material y personal) no configuran un dañ o que pudiera
repararse, sobre todo porque en el estadío en que nos encontramos sólo
existen las declaraciones del personal policial que lo intervino sin que
exista elemento periférico “objetivo” que lo justifique como sospecha
fuerte (no obstante, el A QUO aplica una presunció n de licitud que nada tiene
que ver con el valor probatorio FUERTE que está en discusió n, má s aú n, si nos
encontramos en un estadío inicial del proceso penal), y que, el A QUO
confunde el requisito de comportamiento procesal con comportamiento
imputado, pues el primero hace referencia a las actuaciones del recurrente
durante las diligencias o en otro proceso penal como sus condiciones
personales, frente a lo cual, debemos manifestar que en la única diligencia
con presencia de su abogado guardó silenció ejerciendo su derecho de
defensa, y no se produjo ningún incidente negativo, fuera de esto, no
ocurrió una conducta durante las diligencias preliminares que pudiera
catalogarla como propia del peligro de fuga, adicionado a esto, el recurrente no
tiene antecedentes penales, no presenta ninguna sanció n disciplinaria en el
ejercicio como abogado que es, y no hay, dato o hecho en otro proceso penal
que evidencie un peligro de fuga; mientras que el comportamiento imputado se
debe analizar en el primer presupuesto de la prisió n preventiva como es la
sospecha fuerte.

QUINTO: Que, el A QUO, sostiene que al margen de los arraigos familiar,


domiciliario y laboral (comportamiento social estándar para él, exigiendo
que por encontrarse en el lugar de los hechos, siendo abogado y su
conducta contra los efectivos policiales, que eso no desvirtúa el peligro de
fuga, siendo los arraigos insuficientes) que presenta el recurrente, se debe
sopesar la gravedad de la pena probable y la gravedad de los delitos imputados
(destacando su comportamiento delictivo), para justificar el peligro de fuga,
conforme lo había establecido la Casació n 626-2013-Moquegua, en su
Fundamentos 39 y 43, así lo ha establecido, sin embargo, este aspecto, ha sido
complementado por el Acuerdo Plenario 1-2019 en sus fundamentos 41, 42 y
43, que ya han sido desarrollados, en el fundamento anterior, y que prioriza
para el peligro de fuga, los CRITERIOS OBJETIVOS, que dentro de los cuales, se
encuentran los ARRAIGOS (FAMILIAR, DOMICILIARIO Y LABORAL), LA
PERSONALIDAD DEL RECURRENTE (NO TIENE ANTECEDENTES PENALES Y
DENTRO DEL EJERCICIO DE SU PROFESION COMO ABOGADO NO TIENE
PROCEDIMIENTOS O MEDIDAS DISCIPLINARIAS COMO NO EXISTEN DATOS O
HECHOS EN OTRO PROCESO PENAL QUE PUDIERAN SUSCITADO PELIGRO DE
FUGA) Y SUS CIRCUNSTANCIAS PARTICULARES (TIENE ENFERMEDADES
CON COMORBILIDAD AL COVID 19 COMO LA DIABETES Y EL ASMA), y ademá s,
ninguno de los delitos que se le imputan están vinculados a
codelincuencia, organización criminal o banda criminal, por lo que, EL
RECURRENTE NO SIGNIFICA UN PELIGRO PARA LA SOCIEDAD, y que el A
QUO, no pudo explicar la inexistencia de medios para conjurar el peligro de
fuga, a través, del pago de caució n o de una medida alternativa o de
restricciones, pues en audiencia se ofreció una caució n de S/.1000.00
(atendiendo al contextual social y econó mico de la Pandemia COVID 19) y el
allanamiento a todas las medidas coercitivas que tuvo a bien imponer la
judicatura.

SÉXTO: Que, en audiencia, la defensa técnica del recurrente, ha planteado que


la Pandemia COVID 19 de por sí ha atenuado el peligrosismo procesal, sobre
todo el peligro de fuga, pues el Estado de Emergencia Sanitaria y el
Aislamiento Social Obligatorio en relació n a las enfermedades con comorbilidad
al COVID 19 que padece el procesado, como son: DIABETES y ASMA, hacen que
el peligro de fuga se atenúe, y así lo ha establecido, reiterada jurisprudencia
en casos emblemá ticos resueltos por los jueces de la Corte Superior de Justicia
Especializada en Delitos de Corrupció n, así como, los Jueces del Corte Suprema
de Justicia, que resolvieron pedidos de cese de prisió n preventiva, donde en
todos estos casos destacaron la PANDEMIA COVID 19 Y LAS
ENFERMEDADES VULNERABLES AL COVID 19, para declarar fundados los
ceses de prisió n preventiva, sobre la atenuación del PELIGRO DE FUGA, sin
embargo, el A QUO destacó el hecho de que los delitos imputados se produjeron
en un local donde se ejercía la prostitució n clandestina, y que por la presencia
del imputado en dicho local, no debería considerarse que en su caso EL
PELIGRO DE FUGA SE ATENUARÍA, esta apreciació n del A QUO, es un
razonamiento que no soporta un análisis correcto sobre el ROL TUITIVO
DEL ESTADO, destacando como observació n que este argumento no fue
mencionado por la FISCAL DEL CASO, ni en su requerimiento escrito u
oralizació n en audiencia, sino que, lo argumentó só lo el A QUO, al momento de
decidir, y así también, al margen del lugar donde habrían acontecido los
delitos imputados al recurrente, EL PROCESADO, NO DEBE ESTAR EN UN
ESTABLECIMIENTO PENITENCIARIO, pues la Finalidad del Estado Peruano
(emitió el DECRETO LEGISLATIVO N° 1513) y el Poder Judicial (emitió la
RESOLUCIÓN ADMINISTRATIVA N° 138-2020-CE-PJ), es el
deshacinamiento de las cárceles durante este contexto de COVID 19, al
margen de los delitos imputados a los procesados en diversos casos que incluso
debemos manifestar que obtuvieron su libertad, investigados sometidos a
procesos penales con delitos y hechos muchos má s graves a los que se le
atribuyen al recurrente, y por eso, que el lugar donde estuvo el procesado no
debe ser excusa para que el Estado Peruano o Poder Judicial dejen de
tutelar la vida y salud del ciudadano, JUAN PEREZ.

SETIMO: Que, en la resolució n judicial apelada, el AQUO, señ aló que, NO SE HA


CONFIGURADO EL PELIGRO DE OBSTACULIZACIÓN, porque, el Ministerio
Pú blico no lo postuló y argumentó , lo cual, destacó la defensa técnica del
recurrente en audiencia conforme el requerimiento fiscal escrito y la
oralizació n de la Fiscal del caso, por lo que, SÓLO ESTÁ EN DISCUSIÓN EL
PELIGRO DE FUGA, que el A QUO ha señ alado que sí se ha acreditado, a pesar
de la oposició n que se planteó en audiencia conforme los argumentos
establecidos en el ACUERDO PLENARIO 1-2019.

OCTAVO: Que, en la resolució n judicial apelada, el A QUO, desarrolla los 3 sub


principios sobre el Principio de Proporcionalidad, señ alando que la medida de
prisió n preventiva resulta ser idó nea porque permite asegurar los fines del
proceso, resulta ser necesaria porque se debe destacar la conducta del
imputado y lo má s característico que a pesar de sus dolencias, no lo ha detenido
para encontrarse en un lugar de bastante concurrencia, de prostitució n
clandestina, la violencia contra los efectivos policiales, como gravedad de los
delitos imputados, y resulta ser estrictamente proporcional porque no se trata
de valorar qué derecho es má s importante, un juicio de ponderació n como
alegó la defensa técnica porque el Tribunal Constitucional en reiterada
jurisprudencia ha destacado que la medida de prisió n preventiva busca
satisfacer el interés que se postula en el proceso penal, ante hechos graves, el
peligro de fuga e irrespeto a las normas sanitarias, si resulta proporcional la
medida de prisió n preventiva, sin embargo, frente a todos estos fundamentos,
debemos señalar que, el Acuerdo Plenario 1-2019 (Fundamentos 15 y 16)
y la Casación 626-2013-Moquegua (Fundamento 22 6, 247 y 418), han
establecido “criterios jurisdiccionales” que son de obligatorio
cumplimiento para los jueces de todos los niveles en relación a
determinar la prisión preventiva en el caso en concreto sobre el Principio
de Proporcionalidad, y es por eso, que debemos señ alar que el Sub Principio
de Idoneidad de la medida de prisió n preventiva se manifiesta en que dicha
medida coercitiva responde a los fines legítimos del proceso penal; sin
embargo, segú n las circunstancias del caso donde só lo existen declaraciones
policiales (como sospecha fuerte para el A QUO segú n la presunció n de licitud
que en nada se vincula con la prueba fuerte), aunado que está comprobado que
el recurrente padece de las enfermedades de DIABETES y ASMA, que son
vulnerables al COVID 19, siendo este argumento reconocido por el DECRETO
LEGISLATIVO N° 1513 y RESOLUCIÓ N ADMINISTRATIVA N° 138-2020-CE-PJ,
no existiendo Peligro de Obstaculizació n y que está n acreditados todos los
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F.22: Se fundamentará la proporcionalidad de la medida cautelar solicitada, la magnitud del riesgo
procesal acreditado, así como su duració n. El Fiscal debe motivar en su requerimiento escrito,
conforme al artículo ciento veintidó s del Có digo Procesal Penal y en las alegaciones orales,
demostrando por qué es idó nea, necesaria y proporcional en sentido estricto. La defensa podrá
cuestionarlo.
De lo expresado, me permito manifestar que lo expresado por el A QUO, no se ajusta a lo motivado
por la Fiscal del caso, tanto en su requerimiento escrito como al momento de su oralización,
destacando con lo expresado por la Fiscal en nada se ajustó las exigencias de motivación que son
propios del Principio de Proporcionalidad.
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F.24: En conclusió n, el debate se dividirá necesariamente en partes, la existencia: i) De los fundados y
graves elementos de convicció n. ii) De una prognosis de pena mayor a cuatro añ os. iii) De peligro
procesal. iv) La proporcionalidad de la medida. v) La duració n de la medida.
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F.41: A diferencia del analizado en los considerandos trigésimo al trigésimo segundo, no es un
elemento de proporcionalidad, sino un dato objetivo que se basa en una má xima de la experiencia,
como es que ante un peligro de aplicació n de grave pena, el imputado puede temer condena en ese
sentido y fugar.
Se aprecia que el Principio de Proporcionalidad no se asocia a la pena probable grave como lo
manifestó el A QUO en relación a este presupuesto de la prisión preventiva.
arraigos familiar, laboral y domiciliario, ademá s que por sus condiciones
personales, es abogado, no tiene antecedentes penales y no registra proceso
disciplinario como abogado, son por estas razones que la medida de prisió n
preventiva NO RESULTA SER IDÓ NEA, sobre el Sub Principio de Necesidad,
debemos señ alar que se debe valorar que entre todas las medidas coercitivas,
solo la medida de prisió n preventiva resulta ser necesaria, a partir de la
justificació n que las medidas de comparecencia con restricciones o detenció n
domiciliaria son innecesarias, para desvirtuar todo peligro de fuga, como sí lo
haría la prisió n preventiva, por lo que, en el presente caso, conforme los
argumentos ya señ alados en líneas anteriores, la medida de prisió n preventiva
resulta ser INNECESARIA, pues lo que corresponde es una medida de
comparecencia con restricciones para desvirtuar el peligro de fuga que señ aló
el A QUO, y que a nuestro entender, NO SE HA CONFIGURADO DEBIDAMENTE,
y no existe el Peligro de Obstaculizació n en el presente caso, y sobre, el Sub
Principio de Proporcionalidad en sentido estricto, debemos señ alar que, SÍ
IMPLICA UN JUICIO DE PONDERACIÓN, que el A QUO destacó que es
inaplicable, sin embargo, debemos señ alar que Acuerdo Plenario 1-2019 y la
Casació n 626-2013-Moquegua, SÍ LO HAN ESTABLECIDO, que significa
ponderar entre la seguridad pú blica por la presunta comisió n de los delitos
imputados y la libertad personal del recurrente, no obstante, a razó n que
estamos en un contexto de Pandemia COVID 19, donde está acreditado que el
procesado padece de las enfermedades de DIABETES y ASMA que tienen
vulnerabilidad con el COVID 19, por lo que, el juicio de ponderació n deberá
ser entre la seguridad pú blica vs. la libertad personal, la vida y la salud del
recurrente, por lo que, en este contexto actual, la medida estrictamente
proporcional, es la de una comparecencia con restricciones, aunado está el
hecho, que en diversos casos emblemáticos9 durante la Pandemia COVID 19,
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CASOS EMBELMÁTICOS: SUSANA VILLARAN DE LA PUENTE (EX ALCALDESA DE LIMA), ALBERTO
ORLANDO ROSSEL ALVARADO (FISCAL SUPERIOR DE LIMA NORTE), EDWIN OVIEDO PICCHOTITO (EX
todos los jueces de primera y segunda instancia que resolvieron los mismos,
destacaron el JUICIO DE PONDERACIÓN como elemento para determinar
el PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD en el caso en concreto.

NOVENO: Que, el A QUO, destaca que de parte de los má s altos funcionarios del
Estado Peruano, existe una política de deshacinamiento de las cá rceles, pues
existen contagios en los Penales y se ha dado la excarcelació n de presos
preventivos de oficio, pero que no es posible en casos de gravedad, y que el
Decreto Legislativo N° 1513 excluye los delitos graves, como son los delitos
imputados, destacando como un contra indicio, que si tenía las enfermedades
con comorbilidad al COVID 19 que hacía en un lugar donde se ejerce la
prostitució n clandestina y demostrando violencia hacia los efectivos policiales
que intervinieron el lugar de los hechos, en consecuencia, sus enfermedades no
atenú an el peligro de fuga, sin embargo, estos argumentos, demuestran la
indebida interpretación del Decreto Legislativo N° 1513 pues en nada se
excluye que no sea aplicable incluso en delitos graves, y que nada tiene que
ver el lugar de los hechos para inaplicar el Decreto acotado, porque es DEBER
DEL ESTADO PERUANO PRESERVAR LA VIDA Y SALUD DE LAS PERSONAS,
incluso cuando éstas pretendan quitarse la vida como es el caso de los suicidios
y envenenamientos.

DECIMO: Que, en el acto de audiencia de prisió n preventiva, mi defensa técnica


destacó la aplicació n de la Resolució n Administrativa N° 138-200 del Consejo
Ejecutivo del Poder Judicial que aprobó la “Directiva de Medidas Urgentes
con motivo de la Pandemia del COVID-19, para evaluar y dictar, si
correspondiere, la reforma o cesación de la prisión preventiva”, que en su

PRESIDENTE DE LA FEDERACION PERUANO DE FUTBOL), CESA VILLANUEVA AREVALO (EX PREMIR


DEL PERÚ ), RICHARD MARTIN TIRADO (ARBITRO EN CASO ODEBRECHT) y otros, entre los má s
importantes.
punto 4.A, señ ala que si el procesado padece de una enfermedad cró nica
vulnerable al COVID 19, no debe estar en prisió n, por lo que, en el presente caso
con documentació n suscrita por médicos de ESSALUD se acreditó que el
procesado, JUAN PEREZ, padece de las enfermedades de DIABETES y ASMA,
con lo cual, es una persona vulnerable al COVID 19; así también, según el
punto 4.D, se debe tomar en cuenta que las características personales del
procesado en relació n al proceso penal, por lo que debemos destacar que no
registra antecedentes penales y cuenta con todos arraigos familiar, laboral y
domiciliario, así como, en su labor como abogado no presenta ningú n
procedimiento disciplinario en su contra, ademá s que de las diligencias
establecidas en el formalizació n de la denuncia, no se advierta una diligencia
que requiera la presencia física del recurrente, y NO EXISTE PELIGRO DE
OBSTACULIZACIÓN en el presente proceso penal, por lo que, conforme con
los argumentos expuestos debió ordenarse una comparecencia con
restricciones sobre el recurrente.

DECIMO PRIMERO: Que, en el acto de audiencia de prisió n preventiva, mi


defensa técnica destacó la aplicación del Decreto Legislativo N° 1513, que
estableció que de oficio o a pedido de parte (EN APLICACIÓ N DEL PUNTO 3.3
SE PUEDE SOLICITAR EL CESE DE PRISIÓ N PREVENTIVA INCLUSO EN CASO DE
DELITOS GRAVES SIEMPRE QUE CUMPLAN CON LAS EXIGENCIAS DEL PUNTO
3.2), se puede producir el cese de prisión preventiva, cuando en su punto
3.2 señ ala que se debe valorar si el procesado está comprendido dentro del
grupo de riesgo del COVID 19 segú n las disposiciones del Ministerio de Salud a
través del “Documento Técnico Prevenció n, Diagnó stico y Tratamiento de
personas afectadas por COVID 19 en el Perú ”, aprobado mediante Resolució n
Ministerial N° 193-2020-MINSA y ANEXOS del 13 de abril de 2020, el MINSA ha
señ alado en su ANEXO en el PUNTO 7.2 que las enfermedades de DIABETES,
ASMA y otras, tienen co morbilidad al COVID 19, por lo que, hemos acreditado
con documentació n suscrita por médicos de ESSALUD que el procesado, JUAN
PEREZ, padece de las enfermedades de DIABETES y ASMA, con lo cual, es una
persona que tiene enfermedades con CO MORBILIDAD AL COVID 19, sin
embargo, el A QUO señala que al habérsele hallado en un local donde se ejercía la
prostitución clandestina (DESTACANDO EL A QUO LA FRASE QUE HACÍA AHÍ SI
ESTABA ENFERMO) y que siendo el delito de homicidio calificado como grave, no
resulta de aplicación el mencionado Decreto Legislativo, no obstante, resulta un
HECHO NOTORIO que no exige una actividad probatoria, que en má s de 120
días de Estado de Emergencia Sanitaria y hasta hace poco de Aislamiento Social
Obligatorio, se han resuelto una serie de casos “EMBLEMATICOS”, donde
incluso fueron liberados, procesados imputados en delitos con mucha
mayor gravedad al imputado al recurrente, como es el caso de la Ex
Alcaldesa, SUSANA VILLARÁN DE LA PUENTE, se le imputa ser cabecilla de
una organizació n criminal vinculada a delitos de corrupció n pero por las
enfermedades de LUPUS e HIPERTENSION ARTERIAL, obtuvo su libertad, y el
caso, del Fiscal Superior, ALBERTO ORLANDO ROSSEL ALVARADO, se le
imputado delitos de corrupció n con detenció n en flagrancia pero por el solo
hecho de tener 62 AÑOS fue liberado, por citar los má s destacados, EN
CONSECUENCIA, DE HABERSE INTERPRETADO Y APLICADO DEBIDAMENTE
EL DECRETO LEGISLATIVO N° 1513, EL A QUO DEBIÓ ORDENAR UNA
COMPARECENCIA CON RESTRICCIONES, destacando que los argumentos
esgrimidos por el ó rgano jurisdiccional resultan “DISCRIMINATORIOS” Y
“MERAS CONJETURAS”.

II. NATURALEZA DEL AGRAVIO:


Que, la resolució n judicial apelada me causa porque el A QUO, NO valoró
debidamente los elementos de convicción aportados por la representante
del Ministerio Público como por la Defensa Técnica, en relació n a los
presupuestos de la (1) Sospecha Fuerte – Graves y Fundados Elementos de
Convicció n en relació n a los Delitos de Tentativa de Homicidio Calificado y
Tenencia Ilegal de Arma de Fuego y municiones, (2) Peligro Procesal (Peligro
de Fuga) y (3) Principio de Proporcionalidad de la Medida, ademá s, de NO
aplicar e interpretar debidamente los considerandos establecidos en la
Casación N° 626-2013 – Moquegua, el Acuerdo Plenario N° 1-2019, el
Decreto Legislativo N° 1513 y la Resolución Administrativa N° 138-2020
del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, por lo que, deberá ser objeto de
aná lisis los fundamentos antes expuestos.

III. PRETENSIÓN IMPUGNATORIA:

Que, solicito se REVOQUE la resolució n judicial apelada, y


REFORMÁNDOLA, se declare INFUNDADO el requerimiento de prisió n
preventiva, y se imponga COMPARECENCIA CON RESTRICCIONES con una
CAUCIÓN ascendente de S/. 1000.00 (Mil Soles), conforme los argumentos
expuestos.

POR TANTO:
Téngase por fundamentado el recurso de apelació n, admitirse y elevarse
los actuados al superior jerá rquico.

Lima, 20 de julio de 2020

…………………………………………… …………………………………….
XXXX JUAN PEREZ
ABOGADO DNI XXX
REG. XXX

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