Ejemplo Apelacion Prision Preventiva
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ESP.L : XXX
ASIST. AUD : XXX
SUMILLA : FUNDAMENTO RECURSO
DE APELACIÓN
PRIMERO: Que, en relació n a lo señ alado por el A QUO, sobre que se habría
cumplido con el presupuesto de SOSPECHA FUERTE, graves y fundados
elementos de convicción, debemos señ alar que só lo vamos a CUESTIONAR
02: LA SOSPECHA FUERTE SOBRE LOS DELITOS DE (A) TENTATIVA DE
HOMICIDIO CALIFICADO POR LA CONDICIÓN DE LA VÍCTIMA y (B)
TENENCIA ILEGAL DE ARMA DE FUEGO Y MUNICIONES, pues conforme lo
fundamentado por el A QUO, en el sentido de otorgarle una presunció n de
licitud, a las declaraciones de los 2 efectivos policiales agraviados en el
presente caso (SO2 PNP OLIVER y MAYOR PNP VICTOR), debemos señalar
que dicha presunción nada tiene que ver con el VALOR PROBATORIO,
PUES DICHAS DECLARACIONES NO TIENEN ELEMENTOS PERIFÉ RICOS QUE
LO CORROBOREN (datos objetivos, sólidos y consistentes), como lo exigió la
defensa técnica del recurrente en audiencia y que está reconocido en el
Acuerdo Plenario N° 1-2019 en su fundamento 25 1 y el Acuerdo Plenario N° 2-
2005 en su fundamento 10; en principio haremos el análisis de la
SOSPECHA FUERTE SOBRE EL DELITO DE HOMICIDIO CALIFICADO EN
GRADO DE TENTATIVA, que como hemos sostenido tiene su fundamento
segú n el A QUO, sobre las declaraciones de los 2 efectivos policiales, pues
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F.25: La verificació n de esta sospecha fuerte requiere, en tanto juicio de atribució n del delito al
imputado, el examen de las fuentes-medios de investigació n o de las fuentes-medios de prueba lícitos
-la licitud es un componente necesario del concepto de prueba- acopiados en el curso de la causa
-principalmente por el fiscal, aunque también es de examinar los que puede presentar el imputado y su
defensa, tras cuyo aná lisis corresponda concluir, desde una inferencia razonable, que el imputado es
fundadamente sospechoso; esto es, que exista un alto grado de probabilidad de que él luego va a ser
condenado -el está ndar probatorio es particularmente alto, aunque no al nivel de la sentencia
condenatoria (no se requiere certeza sobre la imputació n (Sentencia casatoria 626-2013/Moquegua, de
30 de junio de 2015, FJ 24to).
Se ha de afirmar un juicio de probabilidad sentado en criterios objetivos só lidos o indicios consistentes
(STCE 128/1995, de 26 de julio, FJ 3ro.); esto es, contar con un sistema coherente de datos graves,
precisos y concordantes, y con un alto grado de confianza, consistencia, fiabilidad y credibilidad, sin
llegar, por cierto, al está ndar de convencimiento má s allá de toda duda razonable, propio de la
sentencia condenatoria [conforme: CASTILLO ALVA, JOSE LUIS: El fumus comissi delicti y el está ndar
probatorio en la prisió n provisional. En: WASQUEZ, CARMEN (Coordinadora): Hechos y razonamiento
probatorio, Zela Grupo Editorial, Lima, 2019, pp. 223-231).
incluso, del análisis de los certificados médicos legales de ambos, no se
advierte que las lesiones que presentaban eran producto de los disparos
de bala que se produjeron en el lugar de los hechos -EN EL CERTIFICADO
MÉ DICO LEGAL N° 024557 practicado a SO2 OLIVER, sobre las lesiones que
presentó no se señ ala que se haya ocasionado por disparo de bala sino só lo
menciona fricción-, má s aú n, que ni la ropa del sub oficial en sus partes
inferiores, que fue supuestamente rozada por los disparos de bala, ni
siquiera fue sometida a una evaluación forense o pericial, o que a futuro
se vaya someter a peritaje (la vestimenta no se ofreció como elemento de
prueba), es decir, NO EXISTE ELEMENTO PERIFÉ RICO QUE PUEDA
CORROBORAR QUE LAS DECLARACIONES DE LOS EFECTIVOS POLICIALES
REPRESENTEN LA SOSPECHA FUERTE SOBRE LA COMISIÓ N DEL DELITO DE
HOMICIDIO CALIFICADO EN GRADO DE TENTATIVA, y destacando, que el
delito de homicidio, es un delito de resultado, que exige para su configuració n
en grado de tentativa, del inicio de la fase de ejecución y que haya existido
un riesgo real para la vida de los agraviados, lo cual, NO SE PRODUJO EN EL
PRESENTE CASO, en el sentido, que nunca estuvo en riesgo la vida de los
mismos, y ni siquiera fueron lesionados por los disparos de bala que
supuestamente habría realizado el procesado, por lo cual, no se alcanza el
estándar de sospecha grave sobre un alto grado de probabilidad que el
recurrente fue autor del delito de homicidio calificado en grado de
tentativa.
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F.40: Para la acreditació n del riesgo el juez debe apreciar y declarar la existencia del peligro a partir de
los datos de la causa —lo que, sin duda, requiere de un complemento subjetivo de muy difícil
concreció n—, que den cuenta de la capacidad del imputado de huir u obstruir la labor de la
investigació n; la probabilidad de estos peligros debe ser alta (conforme: BERNAL CUELLAR —
MONTEALEGRE LYNETT, Obra Citada, pp. 529 y 535). En todo caso, su determinació n obliga al juez,
como acota NIEVA FENOLL, a construir una perspectiva de futuro, así como evitando presunciones y,
con mayor raz6n, meras conjeturas (conforme: NIEVA FENOLL, JORDI: Derecho Procesal III. Editorial
Marcial Pons, Madrid, 2017, p. 285).
los requisitos sobre el PELIGRO DE FUGA (en su fundamento 41 3, 424 y 435), en
relació n a la gravedad de la pena y magnitud del dañ o causado y ausencia de
repararlo, son estrictamente ABSTRACTOS, mientras que los requisitos sobre
los arraigos (familiar, laboral y domiciliario) y comportamiento procesal, son
CONCRETOS, y es por eso, que debemos señ alar, que en el caso concreto, están
acreditados todos los arraigos en relación al procesado, por lo que, el A
QUO manifestó que la pena grave y magnitud del dañ o causado y ausencia de
repararlo (sin tomar en cuenta que 3 delitos imputados son de peligro
abstracto y 1 fue en grado de tentativa – sin dañ o personal o material), al
margen de los arraigos por encontrarse en un local donde se ejercía la
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F.41: El literal c) del artículo 268 del Có digo Procesal Penal identificó este riesgo, siempre que sea
razonable colegir, en razó n a (i) los antecedentes del imputado y (ii) otras circunstancias del caso
particular, que tratará de eludir la acció n de la justicia -existencia de datos objetivos y só lidos, no de
meras conjeturas, es decir, signos de alta importancia inductiva-.
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F.42: Cabe resaltar que en el pronó stico de peligro de fuga deben ponderarse todas las circunstancias
a favor y en contra de la huida, y evitarse meras presunciones. (…)
Así, por ejemplo, si el delito tiene previsto una pena elevada, que excede con creces el mínimo
legalmente previsto, pero es un extranjero y carece de residencia legal en el país, cabría dictar mandato
de prisió n preventiva; igualmente, en delitos similares e integració n en una organizació n criminal con
contactos en el extranjero, por su propia diná mica delictiva, por sus contactos personales en esos
países —v.gr.: lugar desde donde se proporciona la droga y/o se tiene los contactos—, es razonable
estimar el persistente riesgo de fuga, aun cuando tenga arraigo social en el país (confró ntese: STCE
145/2001, de 18 de junio).
En el presente caso, no se trata de la imputación del delito de narcotráfico, organización criminal,
no tiene contactos en el extranjero y están acreditados todos sus arraigos, además que por la
Pandemia COVID 19, los aeropuertos están cerrados para vuelos al extranjero, así como, las
fronteras terrestres y no cuenta con recursos económicos para para poder sustraerse de la acción
de la justicia penal y es peruano, abogado en ejercicio sin ningún procedimiento o sanción
disciplinaria propia de su profesión.
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F.43: Tienen que agregarse, a la pena previsible y a la naturaleza del delito —sin perjuicio de analizar
la entidad del aporte del imputado al hecho delictivo, si se trata, de un caso de codelincuencia,
organizació n criminal o banda criminal, y el peso de las pruebas de cargo conocidas por el imputado, su
personalidad y sus circunstancias particulares—, otros factores que inciden en el peligro concreto de
fuga. No tienen una significaci6n y virtualidad aut6nomos para justificar en si mismos la prisió n
preventiva, pues se trata de presunciones que, en cualquier caso, pueden ser destruidas por los otros
datos relevantes del proceso, y que el juez debe explicar la inexistencia de medios para conjugar tal
peligro de fuga, a través, por ejemplo, del pago de caució n o de una medida alternativa o de
restricciones.
En el presente caso, el A QUO, ponderó los criterios abstractos de pena probable y gravedad de los
delitos –tentativa de homicidio calificado sobre todo-, para justificar el peligro de fuga, dejando de
lado los criterios concretos, como, el peso de las pruebas que solo se basan en declaraciones de
efectivos policiales, su personalidad y circunstancias particulares, como es el hecho, que tiene
todos los arraigos familiar, domiciliario y laboral, y además, no evaluó la posibilidad de una
caución y/o medidas restrictivas, pues incluso de las diligencias próximas a realizarse, en ninguna
de ellas, se requiere la presencia física del recurrente.
prostitució n clandestina determina el peligro de fuga en el presente caso,
destacando como comportamiento procesal, lo presuntamente sucedido en
dicho local conforme las declaraciones de los efectivos policiales que lo
intervinieron.
CUARTO: Que, frente a lo antes señ alado, debemos manifestar que el hecho que
los delitos imputados se hayan producido en un local donde se ejercía la
prostitució n clandestina destacando el A QUO la conducta omisiva y peligrosa
de darse a la fuga (este aspecto , en nada supone de manera inmediata un
peligro de fuga, ademá s que, los delitos imputados (3 de ellos de peligro
abstracto y 1 sin dañ o material y personal) no configuran un dañ o que pudiera
repararse, sobre todo porque en el estadío en que nos encontramos sólo
existen las declaraciones del personal policial que lo intervino sin que
exista elemento periférico “objetivo” que lo justifique como sospecha
fuerte (no obstante, el A QUO aplica una presunció n de licitud que nada tiene
que ver con el valor probatorio FUERTE que está en discusió n, má s aú n, si nos
encontramos en un estadío inicial del proceso penal), y que, el A QUO
confunde el requisito de comportamiento procesal con comportamiento
imputado, pues el primero hace referencia a las actuaciones del recurrente
durante las diligencias o en otro proceso penal como sus condiciones
personales, frente a lo cual, debemos manifestar que en la única diligencia
con presencia de su abogado guardó silenció ejerciendo su derecho de
defensa, y no se produjo ningún incidente negativo, fuera de esto, no
ocurrió una conducta durante las diligencias preliminares que pudiera
catalogarla como propia del peligro de fuga, adicionado a esto, el recurrente no
tiene antecedentes penales, no presenta ninguna sanció n disciplinaria en el
ejercicio como abogado que es, y no hay, dato o hecho en otro proceso penal
que evidencie un peligro de fuga; mientras que el comportamiento imputado se
debe analizar en el primer presupuesto de la prisió n preventiva como es la
sospecha fuerte.
NOVENO: Que, el A QUO, destaca que de parte de los má s altos funcionarios del
Estado Peruano, existe una política de deshacinamiento de las cá rceles, pues
existen contagios en los Penales y se ha dado la excarcelació n de presos
preventivos de oficio, pero que no es posible en casos de gravedad, y que el
Decreto Legislativo N° 1513 excluye los delitos graves, como son los delitos
imputados, destacando como un contra indicio, que si tenía las enfermedades
con comorbilidad al COVID 19 que hacía en un lugar donde se ejerce la
prostitució n clandestina y demostrando violencia hacia los efectivos policiales
que intervinieron el lugar de los hechos, en consecuencia, sus enfermedades no
atenú an el peligro de fuga, sin embargo, estos argumentos, demuestran la
indebida interpretación del Decreto Legislativo N° 1513 pues en nada se
excluye que no sea aplicable incluso en delitos graves, y que nada tiene que
ver el lugar de los hechos para inaplicar el Decreto acotado, porque es DEBER
DEL ESTADO PERUANO PRESERVAR LA VIDA Y SALUD DE LAS PERSONAS,
incluso cuando éstas pretendan quitarse la vida como es el caso de los suicidios
y envenenamientos.
POR TANTO:
Téngase por fundamentado el recurso de apelació n, admitirse y elevarse
los actuados al superior jerá rquico.
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XXXX JUAN PEREZ
ABOGADO DNI XXX
REG. XXX