29.97 - Chinchilla
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En 1996, el sitio de El Baúl fue severamente afectado por una lotificación (Bove 1997). Gracias a
la mediación del Instituto de Antropología e Historia fue posible implementar un proyecto de rescate para
ese sitio, que se llevó a cabo entre noviembre del año anterior y abril del presente, bajo la dirección de
Sonia Medrano y el autor de este trabajo. Deseamos hacer constar nuestro agradecimiento por la
colaboración prestada por el personal de la empresa El Baúl S.A. y en especial por su gerente, Ing.
Dieter Haeckel, colaboración que hizo posibles estos trabajos. Se contó también con un financiamiento
otorgado por la National Geographic Society, a la que igualmente deseamos agradecer. Son muchas las
personas que intervinieron en diversos aspectos para el buen éxito del proyecto, pero deseamos hacer
constar especialmente nuestro agradecimiento para el alcalde de Santa Lucía Cotzumalguapa, Sr. César
Arnulfo Duarte Soto.
En esta ponencia se presentan algunas interpretaciones derivadas tanto del trabajo de esta
temporada como de las investigaciones efectuadas por el autor en 1994-95. Además, se proponen
explicaciones sobre la relación entre El Baúl y los otros sitios principales de la zona. La arqueología de
El Baúl solamente puede entenderse dentro del contexto más amplio de la Zona Nuclear de
Cotzumalguapa, que comprende los sitios de Bilbao, El Castillo y El Baúl, así como extensas áreas
habitacionales asociadas a ellos (Chinchilla 1996a). Los materiales recuperados en esta temporada
todavía están en proceso de análisis y por tanto, las interpretaciones siguientes podrían requerir revisión
a corto plazo.
J. Eric S. Thompson (1948:17) fue posiblemente el primero en proponer que todos los sitios de la
zona de Cotzumalguapa debían considerarse en realidad como uno solo, al observar que se trataba de
un conjunto muy compacto de sitios que compartían rasgos culturales similares. En efecto, los mayores
sitios de la zona, Bilbao y El Baúl, distan entre sí tan solo 3 km. Ambos poseen grandes plataformas de
tipo acrópolis y gran número de monumentos esculpidos. Más pequeño, pero poseedor de esculturas
muy significativas es el sitio de El Castillo, que se encuentra a solo 1 km de El Baúl y 2 km de Bilbao
(Figura 1).
La presencia de dos sitios mayores tan cercanos entre sí requiere explicación. Entre otras,
pueden plantearse las siguientes preguntas:
1. ¿Se trata de sitios separados, o como sugirió Thompson, componentes de un solo sitio enorme?
2. ¿Fueron los tres sitios absolutamente contemporáneos, o fueron ocupados por periodos de
tiempo solo parcialmente traslapados?
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4. ¿Conformaba toda la zona una entidad política unificada, o se encontraba dividida en segmentos
que quizás pudieron rivalizar entre sí?
El muestreo de superficie fue solamente una de varias fuentes de evidencia sobre los
asentamientos de la Zona Nuclear. La distribución de monumentos esculpidos en la zona proveyó una
segunda fuente de información relevante. Se ha hecho un esfuerzo para documentar con la mayor
precisión posible la procedencia de las esculturas, para lo cual se ha utilizado a fondo la información oral
y escrita disponible (Chinchilla 1996a, b). Un resultado importante ha sido refutar la idea de que todas las
esculturas se originaron en los sitios principales. La Figura 1 muestra las localidades donde se han
documentado esculturas fuera de ellos. Las esculturas encontradas en localidades periféricas incluyen
ejemplares monumentales tales como los de Vista Linda, La Gloria y Golón. Estas localidades se
encuentran a suficiente distancia de los sitios principales para ameritar un nombre distinto, si bien se
consideran parte de la Zona Nuclear.
Queda por explicar la coexistencia de los dos sitios mayores dentro de una misma zona de
asentamiento. Viene a bien una comparación de la forma arquitectónica de ambos, que puede aportar
claves sobre la importancia relativa de cada uno y sobre sus probables funciones dentro de la sociedad
de Cotzumalguapa. Deseo argumentar aqui que la conformación arquitectónica de El Baúl es compatible
con necesidades defensivas, las cuales están ausentes en Bilbao.
En sus reportes de los años sesenta, Parsons (1967:13) sostuvo que Bilbao era el sitio más
grande y con el mayor número de esculturas en la zona. Sin embargo, la nueva información disponible
sobre El Baúl revela que eso no es correcto, pues el sitio es tan grande o mayor que Bilbao y su
inventario escultórico ha crecido considerablemente (Chinchilla 1996a:279-284).
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Durante esta temporada, en colaboración con Erick Ponciano elaboramos un nuevo mapa
topográfico, el cual da una idea mucho más completa del tamaño y forma del sitio (Figuras 2 y 3). La
parte principal está conformada por una gran plataforma que se eleva significativamente sobre su
entorno y que sustenta al conjunto conocido como la Acrópolis. Al sur de la Acrópolis hay un espacio que
convenientemente puede designarse como el Gran Recinto. Es de forma cuadrangular y estaba
circundado por montículos alargados que lo cerraban completamente. El muro sur del Gran Recinto se
ha visto muy afectado por la construcción de casas en el último año y ha perdido buena parte de su
altura original, que se observó y fotografió en 1994. Al sur del Gran Recinto se extiende un segundo
recinto, mucho más pequeño, que carecía de muros pero que estaba delimitado por una serie de rampas
de piedra que se excavaron parcialmente.
Como lo indiqué anteriormente, deseo proponer que tanto la disposición arquitectónica como la
localización misma del sitio son compatibles con necesidades defensivas. No se puede descartar que
hubiese otros factores involucrados, desde la necesidad de privacidad de los señores de rango más alto
hasta la necesidad de espacios cerrados para determinadas actividades políticas y rituales. Sin
embargo, considero que la explicación propuesta ofrece un buen potencial para explicar no solo la
situación y forma del sitio, sino también su relación con Bilbao.
Al comparar los dos sitios (Figuras 3 y 4), nos damos cuenta de que las características de El
Baúl no eran comunes a toda la arquitectura monumental de Cotzumalguapa. Bilbao está formado por
una serie de plataformas que descienden gradualmente hacia el sur, ninguna de las cuales está
delimitada por muros. Desde luego, pudo haber muros de material perecedero, pero ello en sí evidencia
una inversión mucho menor de trabajo para aislar los espacios. La elevación de las plataformas sobre su
entorno es menor en comparación con El Baúl. Significativamente, la mayor concentración de escultura
monumental en Bilbao no se hallaba en un espacio restringido, sino en la Plaza Monumental localizada
en el lado este del Grupo A, la cual era accesible desde el exterior por medio de rampas y escalinatas
que fueron reveladas por las excavaciones de Parsons (1969:44-57). Otro contraste notable entre ambos
sitios es la ausencia de patios hundidos en Bilbao. Parsons propuso que había uno en la Plaza
Monumental, pero en otros trabajos he presentado evidencia en contra de esa idea (Chinchilla 1997a,
s.f.). En contraste, El Baúl posee dos ejemplos grandes de patios hundidos.
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Una pregunta estrechamente relacionada concierne la contemporaneidad de los dos sitios. Los
trabajos del proyecto desde 1991 han producido un conjunto de ocho fechas de radiocarbono (Figuras 5
y 6). Las nuevas fechas se situaron consistentemente en un rango calibrado de 650 a 1000 DC. De
acuerdo con esas fechas, puede colegirse que el principal florecimiento de los sitios de la Zona Nuclear,
así como la mayor parte de las esculturas en el estilo de Cotzumalguapa, datan del Clásico Tardío y
Terminal, aunque ciertamente hay ocupación de otras épocas.
Este fechamiento contradice la propuesta de Parsons, quien colocó en el Clásico Medio gran
parte de la arquitectura de Bilbao y la escultura asociada. Las primeras cuatro fechas (Figuras 5 y 6)
corresponden a sus trabajos de los años sesenta. Puede advertirse que en efecto, hay fechas más
tempranas que las de El Castillo, aunque su valor se reduce por la amplitud extrema de sus rangos
calibrados. Empero, las fechas de Parsons sugieren que el desarrollo de Bilbao pudo empezar algunos
siglos antes que El Castillo. Es muy temprano para arribar a conclusiones sobre El Baúl, pues como
indiqué al inicio, el análisis de los materiales de esta temporada aún está en proceso. Sin embargo, está
claro que la ocupación intensiva del Clásico Tardío y Terminal abarcó los tres sitios. Cabe añadir que
existe evidencia de ocupación Postclásica extendida por toda el área, aunque su localización temporal
precisa y su relación con la ocupación Clásica todavía no están claras.
Hasta aqui he sugerido respuestas parciales para tres de las preguntas planteadas al inicio.
Primero, se ha confirmado que la Zona Nuclear era en efecto un solo sitio, en el sentido de que había
asentamientos continuos en toda el área. Segundo, la información cronológica disponible sugiere que El
Baúl y Bilbao son parcialmente contemporáneos; ambos se desarrollaron plenamente en el Clásico
Tardío y Terminal, aunque el desarrollo de Bilbao pudo empezar incipientemente en el Clásico Medio.
Tercero, las diferencias estructurales entre ambos sitios sugieren diferenciación funcional, que da base a
la hipótesis planteada para El Baúl como un sitio defensivo.
Queda por responder la cuarta pregunta: ¿Conformaba toda la zona una entidad política
unificada, o se encontraba dividida en segmentos que quizá pudieron rivalizar entre sí? A primera vista,
la existencia de dos grandes conjuntos arquitectónicos da idea de descentralización y sugiere una
estructura segmentaria en vez de unitaria. Sin embargo, un análisis más detallado contradice la primera
impresión.
Además, hay indicaciones de un alto grado de integración espacial entre los distintos sectores
de la Zona Nuclear, que igualmente sugiere integración entre sus unidades sociales. He indicado
anteriormente que existen zonas de asentamiento continuas entre los sitios principales. A ello hay que
añadir la existencia de puentes y calzadas que unen los sitios y áreas habitacionales entre sí. La
existencia de puentes prehispánicos en la zona fue indicada por primera vez por Eisen (1888:10) y en
1948, Thompson reportó un puente pequeño sobre el arroyo que corre al lado este de El Baúl, localizado
aproximadamente 0.5 km al norte del sitio. Tomando en cuenta esas indicaciones, en 1994 excavé una
pequeña calzada y puente que unía la plaza de El Castillo con zonas habitacionales adyacentes a través
de una quebrada (Chinchilla 1995). Esta temporada produjo un hallazgo similar, pero de escala mucho
mayor: un puente que conecta el sitio de El Baúl con la zona de El Castillo a través del río Santiago.
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El puente en sí debió ser de madera o colgante. Lo que se ha preservado son los muros de
piedra que le servían como basamento, los cuales se extienden aproximadamente 30 m a lo largo del
río. Estos muros alcanzan una altura de 3 m sobre el nivel del agua en la estación seca y originalmente
debieron ser más altos. A juzgar por la porción preservada, la luz del puente debió tener una anchura
mínima de 8 m.
La localización de estas esculturas cerca del río no se explicaba bien antes de los trabajos de
este año. La excavación reveló una calzada con pavimento de piedra, de 16 m de ancho, que se
extiende hacia el norte en dirección al conjunto monumental de El Baúl. La presencia de la calzada
confirmó plenamente que los muros observados en el río efectivamente correspondían a un puente. Un
hallazgo sorpresivo fue el Monumento 69, otra escultura de grandes dimensiones que se encontraba
junto al borde de la calzada, muy cerca del río. Este gran monumento representa el mismo jaguar-
iguana, labrado en una escala aún mayor que el Monumento 54.
La excavación también ofreció una explicación para la duplicidad del motivo: el Monumento 69
se encontró escondido por el pavimento de la calzada, que ocultaba toda la superficie labrada. Al abrir
una trinchera delgada para descubrir la superficie tallada, se encontró un segundo pavimento, muy bien
preservado en la base del monumento. Quedó claro que el Monumento 69 estaba asociado con un piso
anterior, posiblemente perteneciente a una calzada más antigua, la cual quedó enterrada cuando se
construyó una nueva calzada a un nivel más alto. En vez de levantar la escultura antigua —lo cual
hubiera sido difícil considerando su peso y su localización cerca de la pendiente del río— los
constructores prefirieron colocar una nueva escultura directamente encima. Por alguna razón
desconocida, pareciera ser que debía haber un jaguar-iguana guardando la entrada del sitio
precisamente en este punto.
Para retornar a mi argumento anterior, repito que la presencia de esta calzada y puente
constituye evidencia de un alto grado de integración. Las grandes dimensiones del puente y la calzada
no solo sugieren que debió haber una población muy grande transitando por ellos, sino también indican
que se invirtió un gran esfuerzo para comunicar El Baúl con El Castillo, salvando el obstáculo que
separaba a El Baúl del resto de la Zona Nuclear, es decir el río Santiago. Evidentemente, la integración
entre los sitios era una prioridad importante para sus gobernantes. Ello no es incompatible con la función
defensiva de El Baúl, pues el puente era de material perecedero y pudo ser removido en caso necesario.
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primarios contemporáneos a lo largo de la Costa Sur, las cuales requieren una nueva serie de preguntas
que apenas se han empezado a plantear.
REFERENCIAS
Bove, Frederick
1997 Diletantismo, Anticuarismo e Impunidad Arqueológica en Guatemala. En X Simposio de
Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1996 (editado por J.P. Laporte y H.L.
Escobedo):139-142. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Brumfiel, Elizabeth M.
1994 Factional Competition and Political Development in the New World: An Introduction. En Factional
Competition and Political Development in the New World (editado por E.M. Brumfiel y J.W.
Fox):3-13. Cambridge University Press, Cambridge.
1996a Settlement Patterns and Monumental Art at a Major Pre-Columbian Polity: Cotzumalguapa,
Guatemala. Tesis Doctoral, Vanderbilt University, Nashville.
1996b Las Esculturas de Pantaleón, Escuintla. U Tz'ib 1 (10):1-23. Asociación Tikal, Guatemala.
s.f. Peor es Nada: el origen de las esculturas de Cotzumalguapa en el Museum für Völkerkunde,
Berlin. A publicarse en Baessler Archiv, Neue Folge.
Eisen, Gustav
1888 On some ancient sculptures from the Pacific slope of Guatemala. Memoirs of the California
Academy of Sciences 2 (2):9-20.
Montmollin, Olivier de
1989 The Archaeology of Political Structure: Settlement Analysis in a Classic Maya Polity. Cambridge
University Press, Cambridge.
Parsons, Lee A.
1967 Bilbao, Guatemala: An Archaeological Study of the Pacific Coast Cotzumalhuapa Region.
Publications in Anthropology, Vol.1, No.1. Milwaukee Public Museum, Milwaukee.
517
1969 Bilbao, Guatemala: An Archaeological Study of the Pacific Coast Cotzumalhuapa Region, Vol.2.
Publications in Anthropology, No.12. Milwaukee Public Museum, Milwaukee.
Thompson, Eric S.
1948 An Archaeological Reconnaissance in the Cotzumalhuapa Region, Escuintla, Guatemala.
Contributions to American Anthropology and History, No.44. Carnegie Institution, Washington, D.C.
Figura 1
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Figura 2
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Figura 3
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Figura 4
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Figura 5
Figura 6
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