TEMA: Disposiciones Del Gobierno Con Fuerza de Ley

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TEMA 2.

LAS DISPOSICIONES DEL GOBIERNO CON FUERZA DE LEY:


DECRETOS-LEYES Y DECRETOS LEGISLATIVOS. LOS TRATADOS
INTERNACIONALES. NORMAS DE RANGO INFERIOR A LA LEY.

(Está en temas taquis 2019 ampliados)

ESQUEMA

1. LAS DISPOSICIONES DEL GOBIERNO CON FUERZA DE LEY: DECRETOS-LEYES Y


DECRETOS LEGISLATIVOS
1.1. Introducció n
1.2. Potestad legislativa del Estado y excepciones
1.3. Similitudes y diferencias entre decreto legislativo y decreto-ley
1.4. Decretos Legislativos
1.4.1. Concepto
1.4.2. Regulació n
1.4.3. Tipos de delegació n
1.4.4. Ejercicio de la delegació n legislativa y revocació n
1.4.5. Control Decretos legislativos
1.5. Decretos Leyes
1.5.1. Concepto
1.5.2. Supuesto de hecho habilitante y materias excluidas
1.5.3. Tramitació n parlamentaria
1.5.4. Control Decretos-leyes

2. LOS TRATADOS INTERNACIONALES


2.1. Concepto y regulació n
2.2. Clases
2.3. Sentencias Tribunal Constitucional
2.4. Clases de Tratados y requisitos para su autorizació n

3. NORMAS DE RANGO INFERIOR A LA LEY


3.1. Potestad reglamentaria
3.2. Reglamento administrativo vs Reglamento parlamentario
3.3. Subordinació n a la ley

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1. LAS DISPOSICIONES DEL GOBIERNO CON FUERZA DE LEY: DECRETOS-
LEYES Y DECRETOS LEGISLATIVOS
1.1. Introducción
La CE reconoce diversos tipos de leyes y normas con Fuerza de ley: las leyes
Orgá nicas, leyes ordinarias, decretos-ley y decretos legislativos. Si las dos primeras
pueden entenderse como leyes en sentido formal, las segundas pro proceder del
ejecutivo, acusan ciertas especialidades en su producció n que deben ser tenidas en
cuenta.

1.2. Potestad legislativa del Estado y excepciones


La CE atribuye el monopolio de la potestad legislativa del Estado a las Cortes
Generales, como establece el art 66.2 CE: “Las Cortes Generales ejercen la potestad
legislativa del Estado…”. En principio, las CCGG son el ú nico ó rgano constitucional
legitimado para dictar las normas jurídicas primarias, es decir, aquellas que emanan
directamente de la Constitució n.
Sin embargo, la CE establece excepciones a esta potestad legislativa estatal
exclusiva de las CCGG, al contemplar la posibilidad de que el Gobierno dicte normas
con rango de ley en determinados supuestos:
- Para la aprobació n por delegació n de normas con rango de ley, como son los
Decretos Legislativos
- Para la aprobació n en situaciones extraordinarias de normas provisionales
con rango de ley, como son los Decretos-leyes
Esta potestad legislativa del Gobierno no es autó noma, pues está sujeta a límites
materiales y al control de las propias Cortes. En el caso de los Decretos legislativos,
mediante la aprobació n de la ley de delegació n y de forma posterior, en el caso de los
Decretos-leyes, mediante el trá mite de convalidació n o derogació n

1.3. Similitudes y diferencias entre Decreto legislativo y Decreto-ley


Se pueden destacar las siguientes similitudes:
- Son normas emanadas del Gobierno (arts 82.1 y 86.1 CE) en concreto de su
má ximo ó rgano colegiado, el Consejo de Ministros
- Los dos tipos de normas tienen rango o fuerza de ley (art 82.1 y 86.1 CE), de
manera que en principio y con cará cter general, pueden modificar o derogar
otras normas con rango de ley, incluidas las leyes ordinarias aprobadas por
las Cortes Generales. Sin embargo, en ningú n caso pueden modificar o
derogar leyes orgá nicas.
- Tanto los Decretos legislativos como los Decretos-leyes está n sometidos al
control de constitucionalidad por el Tribunal Constitucional, a través de los
procedimientos del recurso y la cuestió n de inconstitucionalidad (arts.161.1
a) y 163 CE)

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- Para ambos tipos de normas, la CE prevé mecanismos de control
parlamentario:
o En el caso de los Decretos legislativos, la necesidad de que las Cortes
dicten previamente una ley de delegació n (art. 82.2 CE) y la
posibilidad de que esa ley de delegació n establezca fó rmulas
adicionales de control (art. 82.6 CE)
o En el caso de los Decretos-leyes, el sometimiento en un plazo muy
breve a un trá mite de convalidació n o derogació n en el Congreso (Art.
86.2 CE).
- Tanto los Decretos legislativos como los Decretos-leyes son expedidos por el
Rey, por lo que son publicados con el apelativo de Reales, adoptando la
forma de Reales Decretos legislativos y Reales Decretos-leyes
respectivamente (art. 25 a) LGob).
Asimismo, existen diferencias importantes:
- Mientras que los Decretos legislativos son normas dictadas por delegació n
de las Cortes, los Decretos-leyes los dicta el Gobierno en ejercicio de una
competencia propia atribuida directamente por el Art. 86 CE.
- El á mbito de materias que está n vedadas al Decreto-ley es má s amplio que el
que tienen vedadas los Decretos legislativos. Ya que estos ú ltimos solo
tienen excluidas las materias reservadas a ley orgá nica. Sin embargo, los
decretos-leyes tienen excluidas, ademá s de las materias reservadas a ley
orgá nica, aquellas materias incluidas en los conceptos de instituciones
bá sicas del Estado, derechos, deberes y libertades de los ciudadanos
regulados en el Título I Ce, régimen de las CCAA y régimen electoral general
- Los Decretos legislativos una vez aprobados, son normas definitivas de
vigencia indefinida, mientras que los Decretos-leyes nacen como normas
provisionales que solo se convierten en definitivas si son convalidadas por el
Congreso dentro de los 30 días siguientes a su promulgació n.
- La delegació n legislativa y el ejercicio de la misma por el Gobierno pueden
hacerse en cualquier circunstancia, mientras que para que el Gobierno
pueda utilizar la forma de Decreto-ley se requiere la concurrencia de una
situació n de extraordinaria y urgente necesidad.

1.4. Decretos Legislativos


1.4.1. Concepto
Son normas con rango de ley dictadas por el Gobierno por delegació n de las
Cortes Generales sobre materias no reservadas a ley orgá nica.
El término “delegació n” hace referencia al acto jurídico (acto de delegació n)
mediante el cual el sujeto titular de una competencia (delegante) atribuye a otro sujeto
(delegado) los poderes necesarios para que este ú ltimo decida (objeto de la
delegació n) de modo tan legítimo y eficaz como el primero, acerca de una determinada
materia, dentro de ciertos límites y con arreglo a los criterios establecidos en el acto de
delegació n.

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Así, segú n establece el Art. 82.1 CE, “Las Cortes Generales podrá n delegar en el
Gobierno la potestad de dictar normas con rango de ley sobre materias determinadas
no incluidas en el artículo anterior” (es decir, no reservadas a ley orgá nica).
El producto normativo de esta competencia legislativa ejercida por el Gobierno
recibe el nombre de legislació n delegada y las disposiciones que contengan dicha
legislació n delegada el de decretos legislativos (Artl. 85 CE). Formalmente, el decreto
legislativo es publicado con el título de Real decreto legislativo, ya que es expedido por
el rey.
La potestad ejercida por el Gobierno en virtud de la delegació n es legislativa y
no reglamentaria. Es en cierto modo similar a la delegació n efectuada en el Art. 75.1 CE,
segú n el cual “Las Cá maras podrá n delegar en las Comisiones Legislativas Permanentes
la aprobació n de proyectos o proposiciones de ley”.

1.4.2. Regulación
La delegació n legislativa está regulada en el Cap. Segundo del Título III de la CE
(De la elaboració n de las leyes), Arts. 82 a 85. Algunos aspectos formales y de
competencia se recogen en la Ley del Gobierno. Por su parte, el Reglamento del
Congreso recoge disposiciones relativas al control posterior de este tipo de normas
(arts. 152 y 153 RCD), mientras que el del Senado se limita a contemplar la posibilidad
de que el Gobierno se oponga a la tramitació n de las proposiciones de ley contrarias a
una delegació n legislativa en vigor (Art. 128 RS).

1.4.3. Tipos de delegación


El art. 82.2 CE contempla dos tipos de delegació n, segú n sea para crear normas
de nuevo cuñ o (textos articulados) o para refundir en un solo texto normas ya
existentes (textos refundidos). Las exigencias de la ley de delegació n son distintas en
uno y otro caso:
- Textos articulados: cuando el objeto de la delegació n sea la formació n de
textos articulados con rango de ley, la autorizació n deberá otorgarse
mediante una ley de bases que otorga al Gobierno un poder para crear
normas nuevas, por eso la CE prevé que las leyes de bases “delimitará n con
precisió n el objeto y alcance de la delegació n legislativa y los principios y
criterios que han de seguirse en su ejercicio” (art. 82.4).
Ademá s, las leyes de bases no podrá n en ningú n caso (Art. 83 CE):
o Autorizar la modificació n de la propia ley de bases
o Facultar al Gobierno para dictar normas con cará cter retroactivo
La ley de bases no deja de ser una ley ordinaria, por lo que la
especificació n que de ella hace la CE ha de entenderse referida a su
contenido. La ley de bases es una ley ordinaria que delimita el alcance de la
delegació n legislativa, estableciendo los principios y criterios a los que habrá
de ceñ irse el Gobierno en el ejercicio de la potestad delegada.
- Textos refundidos: Cuando se trate de refundir varios textos legales en uno
solo, la autorizació n al Gobierno deberá hacerse mediante ley ordinaria. En
este caso, la delegació n tiene por finalidad reconducir a una unidad una

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normativa dispersa, no pudiendo el Gobierno modificar la propia normativa
legal que refunda.
En este caso la ley de delegació n es menos exigente, limitá ndose a
determinar “el á mbito normativo a que se refiere el contenido de la
delegació n, especificando si se circunscribe a la mera formulació n de un
texto ú nico o si se incluye la de regularizar, aclarar y armonizar los textos
legales que han de ser refundidos” (Art. 82.5 CE)

1.4.4. Ejercicio de la delegación legislativa y revocación


La delegació n legislativa presenta unos límites con los que se pretende evitar
que por medio de la delegació n se desvirtú e el reparto constitucional de funciones
entre las Cortes y el Gobierno. Así, segú n el art. 82.3 CE:
- La delegació n ha de hacerse en el Gobierno, no en un ó rgano inferior
- Ha de hacerse de forma expresa, para materia concreta y con fijació n del
plazo para su ejercicio
- La delegació n se agota por el uso que de ella haga el Gobierno mediante la
publicació n de la norma correspondiente
- No podrá entenderse concedida de modo implícito o por tiempo
indeterminado
- Tampoco podrá permitir la subdelegació n en autoridades distintas del
propio Gobierno
Respecto a las materias excluidas, el art. 82.1 CE permite la delegació n en el
Gobierno de la potestad de dictar normas con rango de ley sobre “materias no incluidas
en el artículo anterior”. Este artículo es el art 81. CE, que establece las materias que han
de ser reguladas mediante ley orgá nica. Por lo tanto, el ú nico límite material de los
Decretos legislativos son aquellas materias reservadas a la ley orgá nica por la CE.
El Gobierno ejerce la potestad conforme al procedimiento establecido para la
elaboració n de las normas con rango de Ley y reglamentos (Art. 26 LGob), requiriendo
en todo caso el dictamen no vinculante del Consejo de Estado. El texto resultante lleva
el nombre de Decreto legislativo que no se promulga, sino que se expide por el rey con
el refrendo del presidente del Gobierno y se manda publicar con la denominació n de
Real Decreto Legislativo.
Una de las características de la figura jurídica de la delegació n es la de que esta
puede ser revocada por el ó rgano delegante (Art. 9.6 LRJSP: “La delegació n será
revocable en cualquier momento por el ó rgano que la haya conferido”. Dicha
revocació n puede producirse de forma expresa (mediante un acto equivalente al que
otorgó la delegació n, se revoca esta) o de forma tá cita (el ó rgano delegante ejerce la
competencia delegada dejando vacía de contenido la delegació n).
La CE regula la revocació n de la delegació n distinguiendo dos supuestos:
- Revocació n tá cita: se produce cuando las Cortes aprueban una enmienda o
proposició n de ley cuyo contenido sea total o parcialmente la materia sobre
la que existe una delegació n legislativa en vigor a favor el Gobierno. En este
caso, el art. 84 CE faculta al Gobierno para oponerse a la tramitació n de las
disposiciones de ley contrarias a la delegació n.

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El art 128 RS regula el procedimiento por el que el Gobierno puede llevar
a cabo esa oposició n:
o El Gobierno podrá aducir, dentro de los 10 días siguientes a su
publicació n, que una proposició n de ley o una enmienda resultan
contrarias a una delegació n legislativa en vigor.
o La propuesta del Gobierno deberá presentarse por escrito y
expresará los motivos en que se fundamenta. La Mesa ordenará su
publicació n inmediata y su inclusió n en el orden del día de la
siguiente sesió n plenaria.
o La tramitació n de estas propuestas se realizará conforme a lo
prevenido para los conflictos entre ó rganos constitucionales del
Senado. En todo caso, y hasta su resolució n definitiva, se entenderá n
suspendidos los plazos del procedimiento legislativo.
- Revocació n expresa: se produce cuando las Cortes tramitan una proposició n
de ley con la finalidad de derogar total o parcialmente la ley de delegació n.
En este ú ltimo caso, el Gobierno no puede oponerse a la tramitació n.

1.4.5. Control de los Decretos Legislativos


Puesto que el Decreto Legislativo es una norma a la que la CE atribuye rango de
ley, el control de su constitucionalidad viene encomendado en exclusiva al TC, a través
de las figuras del recurso y la cuestió n de inconstitucionalidad (art 161.1 a) y 163 CE).
Ademá s del control de constitucionalidad, es posible el control por los
tribunales ordinarios de la legislació n delegada respecto al exceso del Gobierno en el
ejercicio de la delegació n, como expresa el Art. 1.1 LJCA “Los Juzgados y Tribunales del
orden contencioso-administrativo conocerá n de las pretensiones que se deduzcan en
relació n con….los Decretos Legislativos cuando excedan los límites de la delegació n.
Aparte de estos controles jurisdiccionales, “las leyes de delegació n podrá n
establecer en cada caso formas adicionales de control” (Art. 82.6 CE). Se trata de un
control parlamentario de cará cter político y no jurisdiccional, cuyos efectos jurídicos
será n los previstos en la ley de delegació n (Art. 153.5 RCD).
Los Arts 152 y 153 RCD establecen el siguiente procedimiento de control
adicional por el Congreso de la legislació n delegada:
- El Gobierno, tan pronto como hubiere hecho uso de la delegació n prevista en
el Art. 82 CE, dirigirá al Congreso la correspondiente comunicació n, que
contendrá el texto articulado o refundido objeto de aquella y que será
publicado en el BOCG.
- Si dentro del mes siguiente a la publicació n del texto articulado o refundido,
ningú n Diputado o Grupo Parlamentario formulara objeciones, se entenderá
que el Gobierno ha hecho uso correcto de la delegació n legislativa.
- Si dentro del referido plazo se formulara algú n reparo al uso de la delegació n
en escrito dirigido a la Mesa del Congreso, esta lo remitirá a la
correspondiente Comisió n de la Cá mara, que deberá emitir dictamen al
respecto en el plazo que al efecto se señ ale.
- El dictamen será debatido en el Pleno de la Cá mara con arreglo a las normas
generales del procedimiento legislativo.
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1.5. Decretos Leyes
1.5.1. Concepto y regulación
El art 86.1 CE establece que: “En caso de extraordinaria y urgente necesidad, el
Gobierno podrá dictar disposiciones legislativas provisionales que tomará n la forma de
Decretos-leyes y que no podrá n afectar al ordenamiento de las instituciones bá sicas
del Estado, a los derechos, deberes y libertades de los ciudadanos regulados en el
Título I, al régimen de las CCAA, ni al Derecho electoral general”.
El Decreto-ley está regulado en el Cap. Segundo del Título III de la CE (De la
elaboració n de las leyes), art. 86. Por su parte, el Art. 151 del Reglamento del Congreso
recoge disposiciones relativas al procedimiento de convalidació n o derogació n del
Decreto-ley y su eventual posterior tramitació n como proyecto de ley.

1.5.2. Supuesto de hecho habilitante y materias excluidas


El presupuesto habilitante para que el Gobierno pueda hacer uso de esta
potestad legislativa de urgencia es la extraordinaria y urgente necesidad a que se
refiere la Constitució n, que haga necesario, a juicio del Gobierno, acudir a este recurso
que permita una acció n normativa inmediata, en un plazo má s breve que el requerido
para la elaboració n de una ley.
En cuanto a las materias excluidas, el Art 86 CE establece que los Decretos-leyes
“no podrá n afectar:
- Al ordenamiento de las instituciones bá sicas del Estado
- A los derechos, deberes y libertades de los ciudadanos regulados en el Título I
- Al régimen de las CCAA
- Al Derecho electoral general
Cabe destacar que el límite material de los Decretos-leyes excede del
establecido para los Decretos legislativos, es decir, no se corresponde exactamente con
las materias reservadas a la ley orgá nica por la CE. Así, por ejemplo, la regulació n del
Gobierno y la Administració n General del Estado, que son instituciones bá sicas del
Estado, no está reservada a la ley orgá nica, pero sí vedada al Decreto-ley.
Respecto a la prohibició n de afectar al ordenamiento de las instituciones bá sicas
del Estado, el TC ha establecido que la prohibició n constitucional hace referencia a los
elementos estructurales, esenciales o generales de la organizació n y funcionamiento de
dichas instituciones.
En cuanto a la prohibició n de afectar a los derechos, deberes y libertades del
Titulo I, el TC ha hecho una interpretació n restrictiva de esa prohibició n permitiendo al
Decreto-ley incidir en el á mbito de los derechos de los ciudadanos, pero sin que esa
incidencia llegue a regular el régimen general de los mismos ni a afectar a su contenido
esencial.
En el caso de la prohibició n de afectar al régimen de las CCAA, el TC ha
establecido en su jurisprudencia que no pueden ser alterados los Estatutos de
Autonomía mediante un Decreto-ley.
Por ú ltimo, la prohibició n de afectar al Derecho electoral general, coincide
plenamente con la reserva de ley orgá nica que para esta materia establece el Art. 81
CE.

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1.5.3. Tramitación parlamentaria
La CE configura los Decretos-leyes como normas provisionales que han de ser
sometidas inmediatamente a la decisió n del Congreso de los Diputados sobre su
ratificació n, en lo que constituye un acto de control parlamentario sobre el ejercicio de
la competencia que ha llevado a cabo el Gobierno.
El Art. 86.1 y 2 CE establece un doble procedimiento de ratificació n legislativa del
decreto ley:
- Pronunciamiento del Congreso (nunca del Senado) sobre su convalidació n o
derogació n en el plazo de 30 días desde la promulgació n del decreto-ley.
- La segunda posibilidad es la tramitació n como proyecto de ley del decreto
ley dentro de ese mismo plazo de 30 días desde su promulgació n.
Se trata de un control parlamentario a posteriori de la norma, de modo que el
Congreso puede convalidar el decreto ley, convirtiendo en definitiva la norma que
nació como provisional, o bien, derogarlo, eliminando del ordenamiento la norma
aprobada por el Gobierno.
La decisió n sobre la convalidació n o derogació n del decreto ley corresponde al
Pleno del Congreso. Si el Congreso no estuviera reunido por hallarse fuera del periodo
ordinario de sesiones, el Art. 86.2 CE ordena que sea convocado en sesió n
extraordinaria para pronunciarse sobre dicha convalidació n o derogació n. En el caso
de que el Congreso de los Diputados estuviera disuelto, corresponde a su Dipiutació n
Permanente acometer el trá mite de la convalidació n.
El Art. 151.1 RCD establece que el debate y votació n sobre la convalidació n o
derogació n de un Real decreto ley se realizará en el Pleno de la Cá mara o de la
Diputació n Permanente, antes de transcurrir lso 30 días siguientes a su promulgació n,
de conformidad con lo establecido en el Art 86.2 CE. En todo caso, la inclusió n en el
orden del día de un decreto ley, para su debate y votació n, podrá hacerse tan pronto
como hubiera sido objeto de publicació n en el BOE.
Un miembro del Gobierno expondrá ante la Cá mara las razones que han
obligado a la promulgació n del decreto-ley y el debate se realizará segú n las reglas de
los debates de totalidad con turnos a favor y en contra de 15 minutos y turno de
intervenció n de los demá s Grupos parlamentarios por 10 minutos cada uno.
Concluido el debate se someterá a votació n la convalidació n del decreto-ley,
entendiéndose los votos positivos favorables a ella y los negativos favorables a la
derogació n. El acuerdo se alcanza por mayoría simple y se reduce al voto afirmativo o
negativo sobre la totalidad del decreto-ley, sin que resulte posible introducir
enmiendas en él.
El acuerdo de convalidació n o derogació n de un decreto-ley será publicado en el
BOE.
El Art. 86.3 CE dispone que durante el plazo establecido de 30 días desde la
promulgació n del decreto ley, las Cortes podrá n tramitarlos como proyectos de ley por
el procedimiento de urgencia. Se trata de un procedimiento dirigido a la conversió n del
decreto-ley en ley ordinaria. Este procedimiento tiene como notas fundamentales:
- Solo es posible tramitar como proyectos de ley los decretos-leyes
previamente convalidados por el Congreso.
- Para que sea tramitado como proyecto de ley, es necesaria la decisió n
expresa de la Cá mara en ese sentido, adoptada por mayoría simple.
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- En este caso como se trata de la elaboració n de una Ley por las Cortes
Generales, es precisa la intervenció n del Senado en el procedimiento
legislativo.
- La tramitació n se realiza en todo caso por el procedimiento de urgencia.
- En este supuesto, si es posible modificar el texto originario, mediante la
aprobació n de enmiendas, como en el caso de cualquier otro proyecto de ley.
- No son admisibles las enmiendas de totalidad de devolució n. Si se admitirá n,
enmiendas a la totalidad de texto alternativo y enmiendas al articulado

1.5.4. Control de los Decretos-leyes


El debate y votació n de convalidació n o derogació n en el Pleno del Congreso de
los Diputados, es un mecanismo de control parlamentario a posteriori del uso que el
Gobierno haya hecho de la facultad que le atribuye el art 86 CE.
Los Decretos-leyes como normas con rango de ley, está n sometidos al control de
constitucionalidad en exclusiva por el Tribunal Constitucional y este control se
extenderá a los siguientes extremos:
- Verificar que el Gobierno no ha hecho un uso abusivo o arbitrario de la
competencia para apreciar la concurrencia de la situació n de extraordinaria
y urgente necesidad.
- Controlar que la norma del Gobierno no invada las materias cuya regulació n
tiene prohibida por el art 86 CE
- El control de contenido del Decreto-ley y su compatibilidad con la CE.

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2. LOS TRATADOS INTERNACIONALES
2.1. Concepto y regulación
El art. 96.1 CE establece que “Los Tratados Internacionales vá lidamente
celebrados, una vez publicados oficialmente en Españ a, formará n parte del
ordenamiento interno”, y el art. 1.5 del Có digo Civil que “Los Tratados Internacionales
no será n de aplicació n directa en Españ a en tanto no hayan pasado a formar parte del
ordenamiento interno mediante su publicació n íntegra en el BOE”.
Son normas jurídicas de naturaleza internacional, vinculante y obligatoria para
los Estados que los suscriben. Son normas escritas de Derecho internacional y que se
encuentran regidas por este. Pueden constar de uno o varios instrumentos jurídicos y,
como acuerdo implica siempre la concurrencia mínima de dos personas jurídicas.
Así pues, los Tratados Internacionales vá lidamente celebrados son en sí mismos
fuentes del Derecho españ ol desde su publicació n oficial, sin necesidad de que los
ó rganos del poder pú blico españ ol dicten normas jurídicas estatales que obliguen a su
cumplimiento.
La LEY 25/2014, de 27 de noviembre de Tratados y otros Acuerdos
internacionales cuyo objeto es regular la celebració n y aplicació n por Españ a de los
tratados internacionales y los acuerdos internacionales administrativos y los no
normativos.

2.2. Clases
En relació n a las clases de Tratados y requisitos para su autorizació n, la
Constitució n españ ola establece que:
- Art 93 CE: Los Tratados que atribuyen a una organizació n o institució n
internacional el ejercicio de competencias derivadas de la Constitució n,
requieren autorizació n mediante Ley Orgá nica.
Ya que el contenido de estos tratados es una cesió n de competencias en
cuyo ejercicio se creará n normas obligatorias para Españ a, el art 93 CE
prescribe que “corresponde a las CCGG o al Gobierno, segú n los casos, la
garantía del cumplimiento de los tratados y de las resoluciones emanadas de
los organismos internacionales o supranacionales titulares de la cesió n.
El Derecho derivado de la Unió n Europea queda incorporado al
ordenamiento jurídico españ ol con su publicació n en el Diario Oficial de la
Unió n Europea.
- Art 94.1 CE: Los Tratados de cará cter político o militar; los que afecten a la
integridad territorial del Estado o a los derechos fundamentales, los que
impliquen obligaciones financieras para la Hacienda Pú blica y, en general,
los que supongan modificació n o derogació n de alguna ley o exijan medidas
legislativas para su ejecució n, precisará n previa autorizació n de las CCGG,
mediante un acuerdo no legislativo de cada una de las Cá maras.
Se trata de un acuerdo de cará cter no legislativo, aunque su tramitació n
es similar a la del procedimiento legislativo ordinario. La posible
discrepancia entre Congreso y Senado acerca de la autorizació n del tratado
se resolverá conforme al Art. 74.2 CE (una Comisió n Mixta de composició n
paritaria intentará resolver las diferencias presentando un texto a la

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aprobació n de ambas Cá maras. Si la divergencia persiste, decidirá el
Congreso por mayoría absoluta)
- Art 94.2 CE: Los restantes tratados y convenios, no comprendidos en los dos
supuestos anteriores, tiene competencia para celebrarlos el Gobierno, que
informará inmediatamente de su conclusió n al Congreso de los Diputados y
al Senado.

Los Tratados Internacionales son normas pactadas entre distintos Estados,


siguiendo las normas establecidas en el Derecho Internacional. La fó rmula jurídica
para que un Estado se desvincule de un Tratado del que es parte se denomina
denuncia. El Art 96.2 Ce establece que para la denuncia de los Tratados y convenios
internacionales se utilizará el mimos procedimiento previsto en el Art. 94 para su
aprobació n.
Todos los tratados ofrecen una peculiar resistencia a ser derogados por la ley.
Así, el Art. 96.1 CE establece: “….sus disposiciones solo podrá n ser derogadas,
modificadas o suspendidas en la forma prevista en los propios tratados o de acuerdo
con las normas generales del Derecho Internacional”. Es decir, si existe una regulació n
sobre determinada materia establecida por Tratado Internacional, esta no podrá ser
modificada mediante una norma interna, ni siquiera con rango de ley, sino que
previamente el Estado españ ol deberá desvincularse del Tratado a través de los
mecanismos establecidos en el Derecho Internacional.
.
2.3. Sentencias del Tribunal Constitucional

La subordinació n de los Tratados Internacionales a la Constitució n conlleva la


competencia del Tribunal Constitucional para comprobar la compatibilidad con la
Constitució n, y así el art 95.2 CE y el 78 LOTC, establecen el control previo de
constitucionalidad de los tratados. Es por lo que el art 95.2 CE legitima al Gobierno o
cualquiera de las Cá maras para requerir al Tribunal Constitucional para que declare si
existe o no contradicció n del Tratado con la CE, siendo necesaria la reforma previa de
la CE para poder ratificar un Tratado declarado incompatible con la Constitució n por el
TC

Abundando en su sometimiento a la CE, el Art. 95.2 CE y el 78 LOTC, establecen


el control previo de constitucionalidad de los Tratados. Se trata (junto con el recurso
previo de inconstitucionalidad contra Proyectos de Estatuto de Autonomía y sus
propuestas de reforma) de uno de los pocos supuestos de control previo de
inconstitucionalidad previstos en nuestro ordenamiento. Su razó n de ser obedece al
hecho de que los T.I son normas derivadas de pactos entre los Estados, de modo que,
una vez ratificados obligan al Estado a su cumplimiento, independientemente de que
los ó rganos internos pudieran llegar a declararlos inconstitucionales.

Segú n el art 164 CE las sentencias “que declaren la inconstitucionalidad de una


ley o de una norma con fuerza de ley, y todas las que no se limiten a la estimació n
subjetiva de un derecho tienen plenos efectos frente a todos. Por ello el art 38.1 LOTC
establece que “las sentencias recaídas en procedimientos de inconstitucionalidad
tendrá n el valor de cosa juzgada, vinculará n a todos los poderes pú blicos y producirá n
efectos generales desde la fecha de su publicació n en el BOE”

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Así, las sentencias declarativas de inconstitucionalidad, tienen un efecto
anulatorio de alcance similar a la derogació n de las leyes. También puede predicarse
fuerza de ley de las llamadas sentencias normativas: las sentencias interpretativas de
rechazo y las sentencias manipulativas que son aquellas que no se limitan a declarar
que una ley es o no contraria a la Constitució n, sino que modifican los mandatos
establecidos por el legislador, al disponer que la norma impugnada no será contraria a
la Constitució n en tanto sea interpretada de la concreta forma que señ ala el TC en la
sentencia.

2.4. Ley 25/2014, de 27 de noviembre de Tratados y otros Acuerdos Internacionales

 Objeto
o Esta ley tiene por objeto regular la celebració n y aplicació n por Españ a de los
Tratados Internacionales y los acuerdos internacionales administrativos y los
acuerdos internacionales no normativos.
o La Convenció n de Viena sobre el Derecho de los Tratados (23/05/1969) o
Tratado de los Tratados, codifica con vocació n universal las cuestiones
esenciales del proceso de celebración y entrada en vigor de los Tratados
Internacionales celebrados entre Estados, así como su observancia, aplicació n
e interpretació n
 No abarca la regulació n de cuestiones como:
 La sucesió n de Estados en materia de Tratados
 La responsabilidad derivada del incumplimiento
 Pero puede seguir considerá ndose como el “Tratado de los Tratados” y el
reflejo del Derecho consuetudinario en la materia
o En nuestro ordenamiento interno, la ú nica norma específica reguladora de los
tratados, aparte de los arts 56, 63.2, 93 a 96 CE, era el Decreto 801/1992
obsoleto y que esta ley deroga.
 Razones para la actualización
1) El Derecho Internacional contemporá neo ha conocido un desarrollo que lo ha
colocado en una situació n que poco tiene ya que ver con la existente en 1972.
2) Se han multiplicado las organizaciones internacionales con capacidad, en
muchos casos, para celebrar acuerdos internacionales con los Estados
3) Nuestra pertenencia a la UE que tiene amplias competencias en materia exterior,
incluso para celebrar acuerdos internacionales.
4) La práctica en materia convencional se ha ido haciendo cada vez má s intensa y
compleja alumbrando nuevas formas de acuerdos y nuevos problemas de
aplicació n
Entre las nuevas formas de acuerdos cabe citar:
- Los acuerdos de ejecució n de los TI ( los llamados Acuerdos
Internacionales Administrativos)
- Los acuerdos que instrumentan la asunció n de compromisos políticos (los
Memorandos de entendimiento o MOU)
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5) La entrada en vigor de la CE que implicó la derogació n de la parte del Decreto de
1972 incompatible con ella  produjo un vacío normativo, que ha sido en parte
cubierto por circulares, las labores de: TC, Consejo de Estado, Asesoría jurídica
internacional del MºAAEE y la actuació n de jueces ordinarios
6) Los EEAA de las CCAA, incluyen competencias en materia de acció n exterior:
- El Estado posee una competencia de cará cter exclusivo en materia de
relaciones internacionales que incluye, la capacidad de celebrar tratados
internacionales.
- Pero las CCAA puede celebrar acuerdos internacionales administrativos y
acuerdos internacionales NO administrativos en concreció n o ejecució n de
un tratado.
También pueden proponer la apertura de negociaciones para la celebració n
de tratados sobre ciertas materias de su competencia.
O solicitar al Gobierno formar parte de la delegació n españ ola que negocie
un TI que afecte a sus competencias.

 Cinco Títulos
o Título I: precisa el alcance material de la Ley e incluye definiciones de los
principales conceptos manejados en la ley y desglosa competencias de los
diversos ó rganos administrativos.
Por ejemplo: define TI como acuerdo celebrado por escrito entre Españ a y
otro/s sujetos de Dº Internacionales y regido por el Dº Internacional:
- ya conste en un documento ú nico
- o en dos o má s instrumentos conexos
- y cualquiera que sea su denominació n.
o Título II: regula todo lo relativo a la competencia y celebració n de TI
diferenciando entre:
 La representació n internacional de Españ a
 El proceso de celebració n
 La publicació n y registro
 La ejecució n, la observancia y la enmienda
 Suspensió n y denuncia
La denominació n oficial del Estado Españ ol en los TI será Reino de España.

 PLENOS PODERES: para ejecutar en representació n de Españ a cualquier acto


internacional relativo a un tratado y, en particular, para negociar, adoptar y
autenticar su texto, así como para manifestar el consentimiento de Españ a en
obligarse por el tratado  la/s persona/s que los lleven a cabo deberá n estar
provistas de una plenipotencia firmada por el MºAAEE y Cooperació n en
nombre del rey, con excepciones que enumera.
 AUTENTICACIÓN: El texto de un RI se autenticará mediante el procedimiento
que en él se prescriba o convengan los negociadores. En defecto de previsió n o
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acuerdo, el texto quedará establecido como auténtico mediante: la firma, la
firma ad referéndum, la rú brica  puestas en el texto del tratado y en el Acta
final de la Conferencia Internacional en la que figure dicho texto.
 ESPAÑOL: Los TI de cará cter bilateral suscritos por Españ a estará n siempre
redactados en españ ol, sin perjuicio de que también puedan estarlo en otra/s
lenguas españ olas que sean cooficiales en una CA o en lenguas extranjeras.
 AUTORIZACIÓN DE FIRMA: El Consejo de Ministros autorizará la firma,
rú brica o canje de instrumentos, segú n sea el caso, de un TI, y aprobará su
firma ad referéndum.
 FIRMA: El Presidente del Gobierno y el MºAAEEyCoop podrá n firmar ad
referéndum cualquier tratado internacional. La firma ad referéndum por
cualquier otro representante de Españ a precisará la autorizació n del
MºAAEEyCoop
 AUTENTICACIÓN: La aprobació n por el Consejo de Ministros de la firma ad
referéndum de un tratado equivaldrá a la firma definitiva con efectos de
autenticació n.
 AUTORIZACIÓN DE LAS CORTES: Determinados tratados, recogidos en el
artic 94 CE, exigen autorizació n previa de las Cortes, como los de:
 Contenido político o militar
 Que afecten a la integridad territorial
 Que afecten a la Hacienda Pú blica
 Que modifiquen o deroguen leyes o precisen leyes para su ejecució n
 APLICACIÓN PROVISIONAL: El Consejo de Ministros autorizará la aplicació n
provisional total o parcial de un TI antes de su entrada en vigor  la aplicació n
provisional no podrá autorizarse respecto de los TI a que se refiere el artic 93
CE (tratados que precisen de LO)
 MANIFESTACIÓN DEL CONSENTIMIENTO: El Consejo de Ministros acordará
la manifestació n del consentimiento de Españ a en obligarse por un TI.
En los supuestos de tratados que pudieran estar incluidos en los artic 93 y
94.1 CE los representantes de Españ a solo podrá n convenir aquellas formas de
manifestació n del consentimiento que permitan la obtenció n de la
autorizació n de las CCGG previamente a la conclusió n del tratado. Puede estar
sometido a control previo de constitucionalidad (art 95 CE y artic 78 LOTC).
 FIRMA: El rey, con el refrendo del MºAAEEyCoop firmará los instrumentos de
ratificació n y de adhesió n que manifiesten el consentimiento de Españ a en
obligarse por un TI.
 PUBLICACIÓN: Los TI vá lidamente celebrados se publicarán íntegramente
en el BOE, como tarde al tiempo de la entrada en vigor del tratado para
Españ a o de su app provisional.
La publicació n incluirá cualquier instrumento y documentos anejos o
complementarios, así como los actos unilaterales dependientes del tratado, la
fecha de entrada en vigor del tratado y, en su caso, la de aplicació n provisional
y su terminació n.

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También publicará el BOE cualquier acto posterior que afecte a la aplicació n de
un TI.
 REGISTRO EN LA ONU: El Gobierno registrará en la Secretaría de las Naciones
Unidas, los tratados bilaterales en los que Españ a sea parte, así como los
tratados multilaterales de los que Españ a sea depositaria.
 PUBLICACIONES PERIÓDICAS: Sin perjuicio de su publicació n en el BOE, el
MºAAEEyCoop publicará perió dicamente colecciones de tratados en vigor de
los que Españ a sea parte.
 EFICACIA: Los TI formarán parte del ordenamiento jurídico interno una
vez publicados en el BOE
Las disposiciones de los TI vá lidamente celebrados solo podrá n ser
derogados, modificados o suspendidos en la forma prevista en  los
propios tratados y de acuerdo con las normas generales del Dº Internacional
Producirá n efectos en Españ a desde la fecha que el tratado determine o, en
su defecto, a partir de la fecha de su entrada en vigor.
 EJECUCIÓN: Los TI será n de aplicació n directa a menos que de su texto se
desprenda que dicha aplicació n queda condicionada a la aprobació n de las
leyes o disposiciones reglamentarias pertinentes.
 PREVALENCIA DE LOS TRATADOS: Las normas jurídicas contenidas en los TI
vá lidamente celebrados y publicados oficialmente  prevalecerá n sobre
cualquier otra norma del ordenamiento interno en caso de conflicto con ellas,
salvo las normas de rango constitucional.
 INTERPRETACIÓN: Las disposiciones de los TI se interpretará n de acuerdo
con:
 Los criterios establecidos por las normas generales del DºInternacional
 Los artic 31-33 Convención de Viena de 1969
 Los contenidos en el propio tratado
Las disposiciones dictadas en ejecució n de TI en los que Españ a sea parte  se
interpretará n de conformidad con el tratado que desarrollen. Las dudas y
discrepancias se someterá n al dictamen del Consejo de Estado.
 DENUNCIA Y SUSPENSIÓN: El Consejo de Ministros podrá acordar la denuncia
o la suspensió n de la aplicació n de un TI conforme a:
 Las normas del propio Tratado
 O las generales del Dº Internacional
Los comprendidos en los artic 93 y 94.1 CE solo podrá n ser
denunciados previa autorizació n de las Cortes.

o Título III se centra en los acuerdos internacionales Administrativos y, en


concreto, regula aspectos propios de su naturaleza, calificació n y tramitació n y,
segú n los casos, publicació n o registro administrativo.
- Se define el “acuerdo internacional administrativo” como un acuerdo de
cará cter internacional no constitutivo de tratado que se celebra por:
ó rganos, organismos o entes de un sujeto de Dº Internacional competentes
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por razó n de la materia, cuya celebració n está prevista en el tratado que
ejecuta y concreta cuyo contenido habitual es de naturaleza técnica
cualquiera que sea su denominació n y que se rige por el Dº Internacional.
- NO CONSTITUYE acuerdo internacional Administrativo  el celebrados por
esos mismos ó rganos, organismos o entes cuando se rige por un
ordenamiento jurídico interno.
- Solo se podrá n celebrar cuando el propio tratado así lo prevea.
- Los firmarán:
o Las autoridades designadas en el propio TI
o O, en su defecto, los titulares de los ó rganos, organismos o entes de
las AAPP competentes por razó n de la materia.
- Se publicarán  en el Boletín Oficial correspondiente a la Administració n
pú blica que los firme, con indicació n de la fecha de su entrada en vigor. A
efectos de publicidad, también se publicará n todos en el BOE.
- Entrada en vigor  Los acuerdos internacionales administrativos
vá lidamente celebrados una vez publicados en el BOE  formará n parte del
ordenamiento interno.
- Recopilaciones  El MºAAEEyCoop publicará n perió dicamente la colecció n
de acuerdos internacionales administrativos celebrados por Españ a.

o Título IV regula los Acuerdos Internacionales NO normativos


 Se define como un acuerdo de cará cter internacional NO constitutivo de
Tratado ni de Acuerdo internacional administrativo
 Se celebra por: Estado, Gobierno, Ó rganos, Organismos y entes de: la
AGE, las CCAA, Ciudades de Ceuta y Melilla, Entidades locales,
Universidades pú blicas, cualquiera otros sujetos de dº pú blico con
competencias para ello.
 Contiene: declaració n de intenciones
 O establece compromisos de actuación: de contenido político, técnico
o logístico
 No constituye fuente: de obligaciones internacionales
 Ni se rige por: el dº internacional.
Así pues no constituyen fuente de obligaciones internacionales:
- En su texto se incluirá en todo caso la referencia a “Reino de Españ a” junto
con la menció n del signatario
- Una vez firmado, se remitirá una copia del mismo al MºAAEEyCoop  para
su inscripció n en el registro administrativo de dichos acuerdos.

o Título V se dedica a las competencias asumidas en materia de acció n exterior


por las CCAA a través de sus respectivos Estatutos de autonomía
 Las CCAA podrá n solicitar al Gobierno la apertura de negociaciones
para la celebració n de TI que tengan por objeto: materias de su
competencia o interés específico o por afectar de manera especial a su
respectivo á mbito territorial --> El Gobierno resolverá motivadamente

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 El Gobierno informará a las CCAA sobra la negociació n de aquellos TI
que les afecte y estas podrá n remitir observaciones. También informará
sobre los Tratados concluidos.
 Las CCAA, Ceuta y melilla podrá n solicitar al Gobierno formar parte de
la delegación española que negocie un TI sobre: materias de su
competencia o interés específico o por afectar de manera especial a su
á mbito territorial.
 Las CCAA, Ciudades Autó nomas o Entidades Locales podrá n celebrar
Acuerdos Internacionales Administrativos en ejecució n y concreció n
de un TI cuando: tengan por á mbito materias propias de su competencia
y con sujeció n a lo que disponga el propio TI  el MºAAEEyCoop ha de
emitir informe.
 La ley se cierra con las Disposiciones:
o Disp Adicional 5ª Doble Imposición  no quedan sujetos a las disposiciones
de la presente ley  los actos de aplicació n de los TI para evitar la doble
imposició n. En particular, los acuerdos amistosos de resolució n de los conflictos
en la aplicació n de los Tratados para evitar la doble imposició n. Tampoco
quedan sujetos los acuerdos entre administraciones tributarias para la
valoració n de las operaciones efectuadas con personas o entidades vinculadas.
o Disp Adicional 6ª Régimen foral vasco  las instituciones competentes del
País Vasco participará n en la delegació n españ ola que negocie un TI que tenga
por á mbito derechos histó ricos.
o Disp Adicional 7ª Régimen foral navarro  Id Disp adicional 6ª
o Disp Adicional 8ª Publicación de colecciones de tratados y acuerdos en
vigor  prevista en los artic 27 y 42, será accesible a través de la pá gina web
del MºAAEEyCoop
o Disp Final 2ª  El MºAAEEyCoop adoptará las medidas pertinentes para la
puesta en marcha y llevanza del registro administrativo de los Acuerdos
Internacionales NO normativos cuya publicidad se regirá por las
disposiciones reguladoras de la publicidad de los registros administrativos.
 Esta ley ENTRÓ EN VIGOR EL 18 de diciembre de 2014.

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3. NORMAS DE RANGO INFERIOR A LA LEY
3.1. Potestad reglamentaria
Por potestad reglamentaria se entiende le poder de dictar normas jurídicas de
rango inferior a la ley que tienen atribuido el Gobierno y la Administració n.
Debe precisarse que el reglamento administrativo nada tiene que ver con los
Reglamentos parlamentarios ya que estos son normas que tienen reservada en
exclusiva la regulació n de la materia parlamentaria, tienen atribuido un valor similar al
de la ley y está n sometidos al control de la constitucionalidad propio de las normas con
fuerza de ley.
Las distintas normas reglamentarias está n subordinadas jerá rquicamente entre
sí, de manera que no todas tienen el mismo valor normativo. En general, las normas
reglamentarias tendrá n mayor o menor rango jerá rquico dependiendo de la autoridad
de la que emanan.
Por otra parte, las distintas normas reglamentarias está n subordinadas
jerá rquicamente entre sí, de manera que no todas tienen el mismo valor normativo. En
general o, las normas reglamentarias tendrá n mayor o menor rango jerá rquico
dependiendo de la autoridad de la que emanen.
Por lo tanto, como los reglamentos tienen el valor de auténticas normas
jurídicas, son fuente del Derecho y obligan a los ciudadanos y a todos los poderes
pú blicos, debiendo ser aplicados por los Jueces y Tribunales para resolver los litigios a
ellos sometidos (art. 5 LOPJ).
La potestad reglamentaria tiene un cará cter secundario porque los reglamentos
ocupan un lugar subordinado a la ley en la jerarquía normativa. Así, los reglamentos de
contenido contrario a las leyes son nulos
3.2. Reglamento administrativo vs Reglamento parlamentaria
Debe precisarse que el reglamento administrativo nada tiene que ver con los
Reglamentos parlamentarios ya que estos son normas que tienen reservada en
exclusiva la regulació n de la materia parlamentaria, tienen atribuido un valor similar al
de la ley y está n sometidos al control de la constitucionalidad propio de las normas con
fuerza de ley.
3.3. Subordinación a la ley
Los reglamentos ocupan un lugar subordinado a la ley en la jerarquía normativa.
Así los reglamentos contrarios a la ley son nulos (art 97 CE).
Esta posició n subordinada de los reglamentos respecto de la ley, implica un
tratamiento del reglamento ilegal completamente distinto del que recibe la ley
inconstitucional. Así, mientras que la ley solo puede ser declarada inconstitucional por
el TC, los jueces y tribunales deben inaplicar los reglamentos que estimen
inconstitucionales o ilegales. Esto se deduce del Art. 106.1 CE, segú n el cual “Los
Tribunales controlan la potestad reglamentaria y la legalidad de la actuació n
administrativa, así como el sometimiento de esta a los fines que la justifican”.
Por su parte, el art 6 LOPJ establece que “Los Jueces y Tribunales no aplicará n
los Reglamentos y cualquier otra disposició n contraria a la Constitució n, a la ley o al
principio de jerarquía normativa”

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El reglamento, ademá s, puede ser impugnado, incluso por los particulares, ante
la jurisdicció n contencioso-administrativa para obtener una resolució n en la que se
declare su nulidad.

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