Discurso de Jesús

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EL DISCURSO DE JESÚS

Lucas 4:16–22

INTRODUCCIÓN: Jesús predicaba utilizando parábolas y ejemplos de la vida


cotidiana y en innumerables ocasiones lo hizo utilizando las Sagradas Escrituras. En
esta oportunidad lo hizo en la sinagoga de su propio pueblo, donde Él había concurrido
muchas veces como oyente; pero el haber realizado milagros en Caná y Capernaúm,
permitió que se le llamara a predicar, y Él lo hizo de modo sorprendente, revelando su
propia misión como Mesías, a quien presenta en cuatro aspectos:

I. SOCIAL

1. «A los pobres»: el jubileo era buenas nuevas sociales para los pobres. ¡Con cuánta
ansia lo esperarían! Todas las deudas quedaban perdonadas, las propiedades volvían a
sus primitivos dueños. Todas las necesidades y apuros de cincuenta años quedaban
reparados. Jesús declaró que aquella profecía de Isaías quedaba cumplida en un
sentido que ellos no entendían. Jesús no vino a suprimir la pobreza en su primera visita
al mundo, ya que venía a salvar las almas y no a cambiar de golpe las leyes sociales.
Dijo a Judas: «Los pobres siempre los tendréis con vosotros»; pero el Evangelio, al
desarrollarse, ahuyenta la pobreza. ¿Cómo?

A) AL SUPRIMIR LOS VICIOS (Col. 3:1–4).


SI habéis pues resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo
sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Porque muertos sois, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
Cuando Cristo, vuestra vida, se manifestare, entonces vosotros también seréis
manifestados con él en gloria.
B) AL CONDENAR LA PEREZA (2 Ts. 3:7, 10).

Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos: porque no anduvimos
desordenadamente entre vosotros, Ni comimos el pan de ninguno de balde; antes, obrando
con trabajo y fatiga de noche y de día, por no ser gravosos a ninguno de vosotros;
No porque no tuviésemos potestad, sino por daros en nosotros un dechado, para que nos
imitaseis. Porque aun estando con vosotros, os denunciábamos esto: Que si alguno no
quisiere trabajar, tampoco coma.

C) AL ENSEÑAR A LOS RICOS A SER DADIVOSOS (1 Ti. 6:18).

A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en la
incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en
abundancia de que gocemos: Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras,
dadivosos, que con facilidad comuniquen;

La pobreza huye de las familias y las naciones donde el Evangelio triunfa. Jesús era
amigo de los pobres. Conocía las dificultades de la pobreza. El, que podía convertir las
piedras en pan quiso abandonar todo confort y lujo. ¿Por qué? Para poder simpatizar
con ellos.

VENTAJAS DE LOS POBRES PARA EL EVANGELIO:

a) No tienen tantos lazos que les aten a este mundo.

“Bienaventurados los pobres en espíritu:


porque de ellos es el reino de los cielos”.
b) Más decepcionados del mundo.

“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia:


porque ellos serán hartos”.

c) Se sienten más necesitados de auxilio.

“Bienaventurados los que lloran: porque ellos recibirán consolación”.

Por todo ello se salvan más fácilmente. ¿Por el mérito de ser pobres? ¡No!, sin Cristo
el pobre se pierde como el rico, pero con Cristo se convierte en el más rico. Cristo se
hizo pobre para que con su pobreza seamos enriquecidos en la vida y en la eternidad

2° Co. 8:9.
Porque ya sabéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor de
vosotros se hizo pobre, siendo rico; para que vosotros con su pobreza fueseis
enriquecidos.

II. SANAR A LOS QUEBRANTADOS Vs.18

El mundo debía de parecer a Cristo un inmenso hospital de quebrantados de corazón;


personas que han visto rotas sus ilusiones por los golpes de la vida. Ni la juventud ni la
riqueza impiden el quebranto moral (ej.: Marilyn Monroe, Elvis Presley, etc.). Jesús ha
venido a sanar, a juntar otra vez corazones rotos:

—¿Para qué bebes?—preguntaron a uno.

—Para olvidar—respondió.

Pero esto no es curar, sino pegar con barro. Jesús tiene verdadero placer en curar a
los tales. El Señor no nos dice «Distráete», como aconsejan muchos psiquiatras, sino
que saca la espina del pecado. Nadie puede consolar como Jesús, pues nadie puede
prometer lo que Él prometió …

III. EMANCIPAR (Liberar a alguien de un poder, una autoridad, una tutela o cualquier otro
tipo de subordinación o dependencia).Vs. 18:

«Proclamar libertad a los cautivos». Se equivocan quienes piensan que es deber del
cristiano involucrarse en las luchas sociales. Jesús Literalmente, ni siquiera actuó
como emancipador con su primo Juan el Bautista, quien finalmente murió decapitado
sin que el Señor lo libertara de la cárcel. Sin embargo, dice: «Hoy se ha cumplido».
Porque Jesús miraba la miseria espiritual del mundo al cual venía a rescatar. El
Evangelio es la fuente de todas las libertades:

1. Físicas: al declarar a todos los hombres iguales ante Dios. Muchos cristianos
fueron defensores de la libertad y actuaron por amor a Cristo. No es extraño que la
mayoría de los negros de América sean cristianos; pero Jesús pensaba también en:

2. La libertad espiritual: veía el mundo como una inmensa cárcel de Satanás

JN. 8:32–36
Y decía Jesús a los Judíos que le habían creído: Si vosotros permaneciereis en mi
palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; Y conoceréis la verdad, y la
verdad os libertará. Y respondiéronle: Simiente de Abraham somos, y jamás
servimos a nadie: ¿cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto,
de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, es siervo de pecado.
Y el siervo no queda en casa para siempre: el hijo queda para siempre.
Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Cada vicio es una cadena del diablo. Los hay del tabaco, del alcohol, del juego, de las
drogas, etc. Cristo rompe la cadena, cualquiera que sea; hay miles de testimonios de
ello.

IV. RECUPERACIÓN DE LA VISTA 2° Cor. 4:4;

En los cuales el dios de este siglo cegó los entendimientos de los incrédulos, para
que no les resplandezca la lumbre del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es
la imagen de Dios.

¡Cuánto gana el hombre que recobra la vista! Así es el que adquiere la vista del alma.
Hay un mundo nuevo para el de realidades espirituales en el Evangelio.

V. AÑO AGRADABLE DEL SEÑOR (V. 19)

Significa edad favorable al hombre. Hace ya 2000 años que dura. Para Jesús, que vivía
en la eternidad, estos dos mil años de preparación del Reino no eran un tiempo muy
largo. Cuando todo parezca hundirse, por los éxitos del adversario en retener a los
hombres en pobreza, dolor, esclavitud y ceguera, vendrá el libertador a Sión.

VI. Y AÑO DE VENGANZA

IS. 61:2
A promulgar año de la buena voluntad de Jehová,
y día de venganza del Dios nuestro;

1. O sea, de juicio. La palabra venganza se refiere al diablo y a las injusticias que han
tenido lugar en el mundo y que Dios tiene que vengar; las que sufrieron los
perseguidos, los condenados injustamente, las víctimas de los campos de
concentración nazis, todo ello pide venganza. El infierno es una necesidad, y los
hombres han de ser juzgados «según sus obras». Para algunos el día de la justicia el
año agradable del Señor, pero para otros será día de venganza.

Nosotros somos continuadores de su misión libertadora. Muchos hay que sufren la


injusticia, la miseria, el dolor y la desesperanza; no podemos si no darles lo único que
puede emanciparlos: el evangelio de la paz.

Jn. 14:12
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él
las hará; y mayores que éstas hará; porque yo voy al Padre.

Sólo podremos hacerlo, más bien en el sentido espiritual que en el político, si podemos
decir como Él: «El Espíritu de Dios está conmigo y me ha enviado a publicar el
evangelio» (Lc. 4:18).

Mt. 5:16-16
Vosotros sois la luz del mundo: una ciudad asentada sobre un monte no se puede
esconder. Ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, mas sobre
el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras
buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

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