Salmo 23
Salmo 23
Salmo 23
I. INTRODUCCIÓN
Queridos hermanos reciban un cordial saludo en esta hermosa mañana en que Doy
gracias a Dios porque me permite nuevamente dirigirme a ustedes para reflexionar en
su palabra.
Al pensar en los pasajes que voy a compartir con ustedes en las próximas semanas, y
después de haber orado llegue a la conclusión de compartir con ustedes las enseñanzas
del salmo 23 durante seis cápsulas o exposiciones de 6 minutos cada una, basándome
en los certeros comentarios de Charles Spurgeon, por lo que el día de hoy
consideraremos únicamente el versículo uno de este maravilloso salmo 23.
Spurgeón llama este salmo la perla de los salmos por su fulgor y suave deleite a los
ojos.
Spurgeón compara este salmo con el sonido de un ruiseñor que ha cantado y sonado
dulcemente en el oído de muchísimos afligidos en la noche de su llanto y les ha traído la
esperanza de una mañana de gozo.
También la compara con una alondra que canta cuando levanta el vuelo y sigue
cantando mientras se remonta su vuelo por los aires y aun cuando casi la perdemos de
vista seguimos escuchando en la distancia su hermoso canto.
Las salas de los hospitales y las celdas de las cárceles se han iluminado con la lectura de
sus versos
Al analizar el versículo 1
Jehová es mi pastor; nada me faltará.
Nos damos cuenta de la condescendencia tan hermosa que consiste en que el Señor de
señores, el creador del universo tome el oficio y carácter de pastor de su pueblo.
Debería causarnos una gran admiración que el Dios inmenso y eterno elija esta imagen
tan tierna para describir su amor y cuidado para con su pueblo.
David como fue pastor de ovejas entendía a la perfección las necesidades y el cuidado
que un pastor debe prestarle a las ovejas; por ello se compara a si mismo con una
oveja, una criatura débil, indefensa y tonta; y asume que Dios es su proveedor,
preservador, y cuidador.
Al analizar este primer versículo podemos considerar que una oveja es un animal
domesticado, que tiene un dueño, que su propietario la valora y la cuida con esmero
porque por regla general ha pagado por ella un gran precio.
Entendemos la seguridad con la que habla David porque por la palabra de Dios sabemos
que le pertenecemos al señor, que hemos sido
rescatados, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre
preciosa de Cristo.
Por lo tanto somos sus ovejas y le pertenecemos al Señor
Ahora bien, el verbo utilizado en la primera frase del salmo se encuentren en tiempo
presente por lo que no está diciendo Dios será mi pastor, quizá sea mi pastor, a la mejor
es mi pastor, tampoco dice tal vez algún día será mi pastor sino que claramente dice
Jehová es mi pastor.
Piensa en lo siguiente:
¿Acaso no alimenta los cuervos y hace crecer los lirios del campo? ¿Cómo pues permitirá
que sus hijos pasen hambre o sufran necesidad? Y en lo que se refiere a las cosas
espirituales su gracia será más que suficiente.
El pensar con confianza en que nada nos faltará nos permite superar el temor a la
necesidad y escasez entregándonos en manos del buen pastor. Nada, nada puede
faltarnos, porque el Señor es nuestro pastor y nuestro pastor es omnipotente.
Jesús también dijo mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco y me siguen.
Una vez una persona que atravesaba por necesidades extremas me dijo el que tiene dos
panes es rico respecto del que no tiene ningún pan y yo creo que nosotros somos ricos
porque el día de hoy Dios nos dio más de un pan en nuestra mesa.
Cada expresión, cada frase, cada palabra del mismo encierra un tesoro de significado
Este versículo delicioso, incluye cuatro frases o pensamientos muy importantes pero solo
vamos a analizar dos de ella en esta mañana y la primera frase dice :
Aunque ande en valle de sombra de muerte.
El salmista define el paso por la muerte como un valle.
Es interesante observar además que el original del texto hebreo de este versículo
comienza con el adverbio de afirmación «si y las versiones españolas lo traducen
solamente como aunque, sin embargo esta palabra le añade importancia, pues remarca
la importancia de la afirmación es decir se podría traducir como “ si, aunque atraviese
por el valle de sombra de muerte.”
Y en esta primera frase encontramos que al creyente cuando le llega la hora de morir no
se estremece, al creyente no se le acelera el pulso, no jadea, no se apresura, no corre
como si estuviera alarmado, no se muestra confuso y avergonzado no acelera
repentinamente su paso sino que tranquilamente y con toda calma camina
pausadamente de la mano de Dios.
No morimos sino que dormimos para despertar en la mansión celestial que Jesús ya ha
preparado para nosotros y sabemos que la muerte no es nuestro destino final, sino que
solamente es la puerta que nos lleva, que nos proyecta a la presencia de Dios.
Ahora bien hay que notar el versículo no dice el valle de la muerte sino que dice el valle
de sombra de muerte, debido a que nuestro señor Jesucristo ya derrotó a la muerte, la
muerte ha sido derrotada, ha sido vencida, su sustancia sido eliminada y sólo queda la
sombra de ella y aunque la muerte se halla junto al camino por el que todos, todos,
absolutamente vamos a pasar, la claridad del cielo que brilla sobre ella proyecta
solamente su sombra a nuestro paso.
Nadie le tiene miedo a una sombra por ejemplo la sombra de un perro no muerde, la
sombra de un cuchillo, una pistola no mata y la sombra de la muerte no puede
destruirnos y acabarnos por tanto no hay un motivo para tenerle miedo
Ahora bien, aunque la muerte, es sin duda, el más oscuro y tenebroso de los valles y la
más densa de las tinieblas, y es la representación más tétrica y deprimente de los males
que se apoderan del alma, el significado de este texto puede aplicarse perfectamente a
otras situaciones críticas y difíciles de la vida, ya sea que impliquen peligro de muerte o
no.
Casiodoro también nos advierte que el diablo con la intención expresa de que nos
extraviemos desviándonos del camino trazado,, nos envuelve de una niebla densa y
oscura, a la vez que coloca a nuestro paso innumerables trampas, para intentar que
caigamos en la muerte eterna.
Pero ni la oscuridad de las trampas deben causar temor alguno al creyente fiel y
verdadero, aún y cuando se vea en la necesidad de caminar en medio de ellas, porque lo
hace confiando en la misericordia divina.
Por otra parte hay que tomar en cuenta que en el momento del verdadero peligro la
distancia entre el pastor y la oveja se acorta, la relación se estrecha y nuestra relación
con Dios se convierte en algo mucho más personal e íntimo
Porque ya no se trata del pastor que va delante del rebaño guiando al conjunto de
ovejas llevándolos a pastos verdes y aguas refrescantes sino de mi pastor» que
permanece mi lado en los momentos difíciles para protegerme y brindarme seguridad y
consuelo personal,
El salmista muestra aquí una confianza, una paz en su corazón que sobrepasa todo
entendimiento que Dios da sus escogidos en medio de las presiones y dificultades más
severas de la vida.