El Señor Es Mi Pastor y Nada Me Falta
El Señor Es Mi Pastor y Nada Me Falta
El Señor Es Mi Pastor y Nada Me Falta
El Señor nos conoce y sabe como eres, por un lado somos temerosos,
estamos muy expuestos, necesitados de dirección, pero también
somos rebeldes y difíciles de guiar.
Y en su comprensión el sabe que necesitamos : La vara
y el cayado.
Tu tienes en una misma herramienta las dos funciones.
La vara.- es señal de protección, es un arma defensiva que protege
contra predadores, eran suficientemente largas y duras para que los
lobos, coyotes, o cualquier animal feroz, quedará duramente
golpeado y no quisiera acercarse al rebaño.
Y el Cayado. Es señal de guía y recuperación. Con esa curvatura el
pastor podía dirigir a la oveja y en caso necesario cargarla si había
caído en un peñasco y ubicarla de nueva cuenta en el camino. La
oveja que se había alejado con el cayado era acercada.
Isa 53:6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,
Así pues releeemos.
Sal 23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal
alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me
infundirán aliento.
¿Por qué no temo, de donde viene mi aliento?
EL ALIENTO POR SU VARA.- Si entro en el valle de sombra de muerte el Señor usará su
vara.
Al momento en que he aceptado a Cristo en mi corazón y le ubico como mi Señor, estoy
admitiendo que si yo me apartó de sus caminos, estoy de acuerdo a pasar por el valle de la
amargura y la disciplina.
La vara es señal de autoridad y en esto el buen pastor usara esa autoridad para
disciplinarme, para corregirme, para sanarme.
Tenemos un corazón inclinado al mal, el salmo, Sal 51:5 He aquí, en maldad he sido
formado, Y en pecado me concibió mi madre.
Mire usted necesita a su hijo enseñarles el bien, pero no necesitamos enseñarles el mal, no
ncesita enseñarles a perderse, en el mercado mira hijo te voy a enseñar a perderte, no, el
mal es una herencia natural como fruto del pecado original.
Así que nosotros necesitamos ser disciplinado por Dios como un Padre corrige a su hijo.
David sabía de esa disciplina: Salmos 119:71 Bueno es para mí ser afligido, para que
aprenda tus estatutos.
A veces el pastor tiene una oveja que sabe es rebelde y se pierde tanto que al final se va a
morir un gato montañés o un lobo se la va comer, mejor le amarran una pata para que no se
mueva o también le rompen la pierna para que no pudiera moverse tanto y perderse.
¿te gusta que el pastor te esté rompiendo las piernas? Déjate guiar por el buen pastor,
¿Cómo? Me entreno en andar en sus principios.
A través de estudiar, comprender y orar la Biblia, Tener un tiempo devocional.