Juan Bosch y Su Vision Geopolitica Del Caribe.
Juan Bosch y Su Vision Geopolitica Del Caribe.
Juan Bosch y Su Vision Geopolitica Del Caribe.
1
Su cuestionamiento de las perspectivas geopolíticas se hace evidente, no sólo en su implicación
de que representan la adopción de una “mirada imperial”, sino también en su comentario sobre Juan
Bosch, quien alegadamente convierte “la geografía en una divinidad”. Según él, las otras dos corrien
tes son la de la identidad y la de las estructuras económicas y la dependencia. Pedro San Miguel, Los
desvaríos de Ti Noel: ensayos sobre la producción del saber en el Caribe. San Juan: Ediciones Vértigo, 2004,
pp. 32-39.
2
Richard Morse, “The Caribbean: Geopolitics and Geohistory”, en Sybil F. Lewis y Thomas G.
Matthews eds., Caribbean Integration… Río Piedras: Institute of Caribbean Studies, 1967, pp. 157-173.
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Si tuviera que seleccionar una sola palabra para encapsular la historia del Cari
be, esa tendría que ser “geopolítica”, que trata de la relación entre la geografía
y las relaciones internacionales. El aspecto más importante de la geografía cari
beña ha sido el mar que, históricamente, en vez de un “lago interno” según el
cliché, fue un complejo de avenidas marinas que unen la región con el resto
del mundo. Es por estas “autopistas” que el Caribe nunca estuvo aislado.3
3
Anthony P. Maingot, Estados Unidos y el Caribe: retos de una relación asimétrica. San Juan: Editorial
de la Universidad de Puerto Rico, 2005, p. xvii.
4
Sobre la geopolítica latinoamericana puede consultarse: Lewis A. Tambs, “Latin American
Geopolitics: A Basic Bibliography”, Revista Geográfica (México), No. 73 (dic. 1980), pp. 71-105; y John
Child, “Geopolitical thinking in Latin America”, larr, Vol. 14, No.2 (1979), pp. 81-111. Para un aná
lisis de las perspectivas geopolíticas mexicanas sobre el Caribe véase: Laura Muñoz, Geopolítica, segu-
ridad nacional y política exterior: México y el Caribe en el siglo xix. México: Instituto de Investigaciones Dr.
José María Luis Mora, 2001.
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5
Sobre las circunstancias en que escribe esos textos, ver: Juan Bosch, El pld, un partido nuevo en
América. Santo Domingo: Alfa & Omega, 1989, pp. 102-110. Sobre Composición social dominicana y De
Cristóbal Colón a Fidel Castro dice el autor lo siguiente: “Para mí lo que importaba era que los domini
canos no sólo cuáles y cuántos hechos históricos se habían producido a lo largo de los siglos que tenía
nuestro pueblo, sino cómo y por qué se produjeron esos, hechos, cuáles fueron las fuerzas que los
formaron” (p. 103).
6
Juan Bosch, Temas internacionales. Santo Domingo: Fundación Juan Bosch, 2006, pp. 44-45.
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7
Harold Lasswell, “The Garrison State and the Specialists on Violence”, American Journal of
Sociology, No. 47, 1941, pp. 455-68.
8
Para un análisis de esos debates véase (particularmente los capítulos 3 y 5.): V. R. Berghahn, Mili-
tarism, The History of an International Debate, 1861-1979. Cambridge: Cambridge University Press, 1981.
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Según explica Gaztambide, para 1884 Martí tenía una visión cercana a la
expresada por Hostos. Como director de la publicación La América se pro
ponía como observador de los intereses “de la América Latina en la Améri
ca Sajona [y], el explicador de la mente de los Estados Unidos del Norte
ante la mente de aquellos que son en espíritu, y serán algún día en forma,
los Estados Unidos de la América del Sur...”. Su destacado escrito de 1891,
“Nuestra América”, puede verse como un llamado a un proyecto latino
americano frente a todo mimetismo colonial, quizás una respuesta antillana
al planteamiento de Sarmiento en Civilización y barbarie, pero no una visión
geopolítica del Caribe como muro de contención frente al expansionismo
estadounidense.
Es a partir de 1894, que Martí claramente redefine la metáfora hostosia
na del “fiel de la balanza” para argumentar que el equilibrio de América y
el mundo dependía de la suerte de las Antillas, o aun de Cuba, de su capa
cidad de afirmar su independencia frente al expansionismo del Norte:
En el fiel de América están las Antillas, que serían, si esclavas, mero pontón de
la guerra de una república imperial contra el mundo celoso y superior que se
prepara ya a negarle el poder, mero fortín de la Roma americana; –y si libres–
dignas de serlo por el orden la de la libertad equitativa y trabajadora –serían en
el continente la garantía del equilibrio, la de la independencia para la América
española aún amenazada y la del honor para la gran república del norte…
9
Hostos, Diario, 28 de marzo de 1870, Obras Completas, I, pp. 284-285, citado en Antonio Gaz
tambide-Géigel, Tan lejos de Dios… Ensayos sobre las relaciones del Caribe con Estados Unidos. San Juan:
Ediciones Callejón, p. 68. Énfasis en el original de Hostos.
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mi vida por mi país y por mi deber –puesto que lo entiendo y tengo ánimos
con que realizarlo– de impedir a tiempo con la independencia de Cuba
que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuer
za más, sobre nuestras tierras de América”.10 Podríamos argumentar
que entre Hostos y Martí se produce un tránsito del liberalismo al naciona
lismo radical.
Para el momento en que Martí escribe este texto, y otros en que reitera
la idea de equilibrio continental y las Antillas como frontera disputada o
muro de contención, estaba en ascenso en Estados Unidos una visión
geopolítica expansionista sobre la región. El principal arquitecto de esa vi
sión geopolítica imperial de fines del siglo xix lo fue el geoestratega Alfred
Thayer Mahan, quien había planteado en su libro The Influence of Seapower
upon History, publicado en 1890, lo siguiente sobre el Caribe:
Furthermore it [the Mediterranean] has at the present time a very marked analogy in
many respects with the Caribbean Sea, –an analogy which will be still closer if a Pana-
ma canal-route be completed. A study of the strategic conditions of the Mediterranean,
which have received ample illustration, will be an excellent prelude to a similar study of
the Caribbean, which has comparatively little history.11
10
José Martí, Obras Completas, Vol. 20. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1975, p. 161.
11
A. T. Mahan, The Influence of Seapower upon History, 1660-1783. Boston: Little, Brown and Co.,
1890, p. 33.
12
A.T. Mahan, “The Strategic Features of the Gulf of Mexico and the Caribbean Sea”, Harper´s
New Monthly Magazine, octubre, 1897.
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La perspectiva geopolítica
de la historiografía cubana
13
Véase Jorge Rodríguez Beruff: “Cultura y geopolítica: un acercamiento a la visión de Alfred
Thayer Mahan sobre el Caribe”, en Antonio Gaztambide Geigel, Juan González Mendoza y Mario R.
Cancel (eds.), Cien Años de sociedad , los 98 del Caribe. San Juan: Ediciones Callejón, 2000, pp. 27-42.
14
Jorge Rodríguez Beruff, “Puerto Rico and the Caribbean in US Strategic Debate on the Eve of
the Second WorldWar”, Revista Mexicana del Caribe, Año I, Núm. 2, 1996, pp. 55-80.
15
Un ejemplo de ese diagnóstico es el ensayo de Jorge Mañach titulado “Revolución en Cuba”
en Pasado Vigente. La Habana: Editorial Trópico, 1939, pp. 234-253.
16
Ana Cairo, El Grupo Minorista y su tiempo. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1978.
125
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17
Ramiro Guerra y Sánchez, La expansión territorial de los Estados Unidos a expensas de España y los
países hispanoamericanos. La Habana: Editorial Nacional, 1964; y En el camino de la independencia: estu-
dio sobre la rivalidad de los Estados Unidos y la Gran Bretaña en sus relaciones con la independencia de
Cuba. La Habana: Ciencias Sociales, 1974.
18
Herminio Portell Vilá, Historia de Cuba en sus relaciones con los Estados Unidos y España, Cuatro
Tomos. La Habana: Jesús Montero Editor, 1938-1941; Emeterio Santovenia, Armonías y conflictos en
torno a Cuba. México: Fondo de Cultura Económica, 1956; y José Luciano Franco, Armonía y contra-
dicciones cubano-mexicanas, 1554-1830. La Habana: Casa de las Américas, 1975; La batalla del Caribe,
revoluciones y conflictos internacionales en el Caribe 1789-1854. La Habana: Instituto de Historia, Acade
mia de Ciencias, 1965; Historia de la revolución de Haití. La Habana: Academia de Ciencias, 1966.
19
Herminio Portell Vila, Historia de Cuba, en sus relaciones con los Estados Unidos y España , tomo II
(1853-1878). La Habana: Jesús Montero Editor, 1939, p. 8.
20
Rafael Rojas critica esa corriente como parte de una “cultura de la queja” en La isla sin fin, con-
tribución a la crítica del nacionalismo cubano. Miami: Ediciones Universal, 1998, pp. 126-127. El analista
conservador Mark Falcoff señala: “The centrality of Cuban nationalism to Cuban historiography
hardly requires emphasis. Indeed, the two are virtually inseparable.” “The Cuba in Our Mind”, The
National Interest, 1 de junio, 1996.
126
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21
Jorge Mañach, Teoría de la frontera. Río Piedras: Editorial Universitaria, 1970. El libro de Maña
ch fue calificado por una autora cubana como una “diatriba contra la Revolución Cubana”. Véase Ana
Cairo, El grupo minorista y su tiempo. La Habana, 1978, p. 220.
22
Ibid., p. 76.
23
Antonio S. Pedreira, Insularismo. Río Piedras: Editorial Edil, 1985, p. 109,
127
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For the Caribbean is one of the most important seas, strategically speaking, in the world.
Who commands the Caribbean commands the Panama Canal… The Caribbean islands
are, in fact, a vital link in the chain of hemisphere defense. The Caribbean has become
for the United States “our sea”, the “American Mediterranean” with Puerto Rico as its
Gibraltar.24
24
Eric Williams, The Negro in the Caribbean. Washington D.C.: Associates in Negro Folk Educa
tion, 1942), pp. 7, 8. Citado en Humberto García Muñiz, “Geopolitics and Geohistory in Eric Wil
liams Discourse on Caribbean Integration”, Brian Moore and Swithin Wilmot (eds.), Before and after
1865: Papers on Education, Politics and Regionalism in the Caribbean. Kingston: Ian Randle, 1999.
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The Caribbean has sometimes been likened, in its historical role, to the Mediterranean;
but the likeness is superficial. The Mediterranean is an enclosed sea which for millennia
linked, in peace or war, the cities, the empires, the cultures of the peoples living round its
shores; and for millennia those peoples had no need to look beyond the boundaries of
their sea. The Caribbean has been less a meeting and crossing place that a corridor. The
gravitational pull of Europe to the east was balanced by a corresponding pull to the
west. The islands, for much of their history, were valued not as citadels or dwelling pla-
ces for their own sake, but as the outlying barbicans of a gate…
The Caribbean waterways have linked Europe with Latin America, Spain with the
Philippines, New England with California. They have divided the Caribbean islands,
shore from shore and island from island; and most of the traffic passing through has
passed the islands by.26
25
Fitzroy André Baptiste, War, Cooperation and Conflict, the European Possessions in the Caribbean,
1939-1945. Nueva York: Greenwood 1988. También Ken Post, Strike the Iron: A Colony at War, 2 vols.
Atlantic Highlands, NJ. y La Haya: The Institute of Social Studies, 1981.
26
W.H. Parry and Philip Sherlock, A Short History of the West Indies. Londres: Macmillan Carib
bean, 1971, pp. vi-vii.
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27
Arturo Morales Carrión, “Puerto Rico: the fortress or the city?”, InterAmerican Quarterly
(July,1940) pp. 36‑46. Sobre el contexto de este escrito ver, Jorge Rodríguez Beruff, Strategy as Politics,
Puerto Rico on the Eve of the Second World War. San Juan: Editorial Universitaria, 2007.
28
Arturo Morales Carrión, Puerto Rico y la lucha por la hegemonía en el Caribe, colonialismo y contra-
bando, siglos xvi-xviii. San Juan: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1995, p.1. Versión españo
la de la edición original de 1952.
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29
Ibid., p. 183.
131
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nocían despotismos tan prolongados y tan crueles como los regímenes del indio
Carrera en Guatemala o de Ulises Heureaux en Santo Domingo, o como el de
Henri Cristophe en Haití y el de Guzmán Blanco en Venezuela.
Un análisis exhaustivo de las causas que producen las tiranías en el Caribe
aconseja dejar a un lado la costumbre de buscar la razón única. Hay muchas
razones entrelazadas. Lo que sí aparece claro a los ojos del estudioso es que las
tiranías del Caribe se producen por ciclos, y cada ciclo corresponde al momento
en que debe producirse un cambio en la estructura social.30
30
Juan Bosch, Póker de espanto en el Caribe. México: unam, 2009, p. 34.
31
Ibid., p. 209.
132
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Juan Bosch, “La debilidad de la fuerza” en Temas internacionales, op. cit., p. 600.
32
Juan Bosch, Crisis de la democracia de América en la República Dominicana. Santo Domingo: Alfa y
33
Omega, 1999.
133
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Juan Bosch publica De Cristóbal Colón a Fidel Castro, el Caribe frontera im-
perial, una de las obras más representativas de la perspectiva geopolítica, en
1970, pocos años después de la invasión estadounidense de la República
Dominicana de 1965 y el ascenso a la presidencia de Joaquín Balaguer al año
siguiente.36 El autor formula la metáfora del Caribe como “frontera impe
rial”, como escenario secular de las luchas entre imperios, concluyendo su
relato, no con los trágicos eventos de 1965 que le había tocado vivir de cerca,
sino con la victoria de Fidel Castro en la batalla de Playa Girón de 1961.
La historia del Caribe es la historia de las luchas de los imperios contra los pue
blos de la región para arrebatarles sus ricas tierras; es también la historia de las
luchas de los imperios, unos contra otros, para arrebatarse porciones de lo que
cada uno de ellos había conquistado; y es por último la historia de los pueblos
del Caribe para libertarse de sus amos imperiales.37
34
Ibid., pp. 8-9.
35
Ibid., p. 231.
36
Llama la atención que Bosch solamente destacara la obra de un autor cubano, José Antonio
Saco, Historia de la esclavitud de los Indios en el Nuevo Mundo. La Habana: Cultural, 1932. Pero reconoce
la aportación del historiador dominicano Emilio Cordero Michel en su obra La revolución haitiana y
Santo Domingo. Santo Domingo: Editora Nacional, 1968.
37
Juan Bosch, De Cristóbal Colón a Fidel Castro, el Caribe frontera imperial. Santo Domingo: Funda
ción Juan Bosch, 2005, p. 12.
134
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De ahí que, aunque por el Caribe pueden haber pasado las fronteras de
otros imperios a través de la historia, la que importaba ahora era la frontera
imperial de los Estados Unidos. Ya no se trata de una lucha por la libertad
contra los despotismos criollos, sino su adhesión a un proyecto regional an
timperialista, para lo cual busca en el pasado caribeño los asideros históricos
que se puedan convocar como fuerzas de resistencia en ese conflicto.
La aportación de la historiografía cubana a la perspectiva geopolítica de
Juan Bosch no es evidente en la bibliografía citada en esa obra. Destina su
obra a un amplio público que, según él, encuentra engorrosa la referencia a
las fuentes. Apenas menciona la obra de José Antonio Saco Historia de la
esclavitud de los indios en el Nuevo Mundo y la Historia de la nación cubana, obra
en diez volúmenes, editada por Ramiro Guerra y Sánchez, José M. Pérez
Cabrera, Juan J. Remos y Emeterio S. Santovenia. Sin embargo, Bosch era
un lector acucioso que vivió por un largo período en Cuba, inmerso en la
vida política e intelectual del país, por lo que debió conocer también otras
obras como el libro de Ramiro Guerra sobre el expansionismo estadouni
dense y los escritos de otros historiadores importantes de enfoque geopolí
tico como Herminio Portell Vilá y Emilio Roig de Leuschenring.
El pentagonismo, sustituto del imperialismo, otro influyente texto que
Bosch escribió en la misma época, complementa los argumentos desarrolla
dos en De Cristóbal Colón a Fidel Castro. En El pentagonismo…., el autor do
minicano argumenta que la política exterior de Estados Unidos se ha mili
tarizado y que, por lo tanto, América Latina y el Caribe no se enfrentan ya
38
Ibid., pp. 14-15.
135
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El sector liberal norteamericano, cada vez más pequeño, es ya una flor exótica,
producto de una sociedad liquidada. Quedan algunos liberales que sobreviven
por razones biológicas, debido a su edad avanzada. La expresión natural de una
sociedad de masa en un régimen de libre competencia es el pentagonismo, no
el liberalismo.40
39
Juan Bosch, El pentagonismo, sustituto del imperialismo. Santo Domingo: Alfa y Omega, 2000, p.
126. Un comentario nuestro sobre ese texto se puede encontrar en: www.caribenet.info/pensare_06_ro-
driguez_beruff_pentagonismo.asp?l=.
40
Ibid., p. 102.
41
Juan Bosch, Temas internacionales, op. cit.
42
Gerard Pierre Charles, El Caribe contemporáneo. México: Siglo xxi Editores, 1981, p. 25.
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