Clase 3. Estrategias para La Gestion de Cuencas

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CLASE.

ESTRATEGIAS PARA LA GESTION DE CUENCAS

Según World Vision, se define las tácticas y estrategias para iniciar la gestión del manejo de
cuencas, de la forma siguiente:

1. LAS TACTICAS Y ESTRATEGIAS PARA INICIAR LA GESTION DE MANEJO DE


CUENCAS

Como en todo proceso de gestión, las consideraciones básicas para lograr acciones de impacto en
manejo de cuencas están relacionadas a conocer el nivel de interés de las comunidades,
pobladores, organizaciones e instituciones presentes en las cuencas. Este nivel de interés estará
íntimamente relacionado a la problemática de la cuenca y a las necesidades de mayor importancia
y prioridad de quienes se ven afectados, esto en parte implica conocer cuáles son las tácticas y
estrategias que se pueden aplicar en manejo de cuencas.

La táctica en manejo de cuencas, se puede entender como una acción específica para superar un
obstáculo o limitante, su proceso es de corto plazo y generalmente está asociado a la utilización de
medios e instrumentos operativos.

La estrategia se refiere a procesos orientados a definir la dirección, vía, forma o cómo se va a


lograr el manejo de la cuenca, implica determinar la forma de cómo se van a materializar en la
realidad cada una de las propuestas.

Entre las tácticas más frecuentes se pueden indicar:

- Para convocar a los procesos participativos de los dueños de las tierras que no viven en
las cuencas, será más conveniente convocarlos en los medios que más frecuentan para
reunirse.
- La hora y época de convocatoria de una reunión de los actores locales dependerá de su
reloj de actividades y de su calendario de actividades.
- Para verificar la calidad de información de los diagnósticos participativos se podrán utilizar
métodos de triangulación.
- Para identificar cuáles son las prácticas o tecnologías más promisorias, se deben
reconocer cuales de las tradicionales o cuales de las que se utilizan en medios similares
tienen buenos resultados o han logrado éxitos.

Entre las estrategias más frecuentes se pueden indicar:


- Iniciar los procesos de intervención espacial de arriba hacia abajo.
- Considerar áreas de mayor prioridad en función de los niveles de situación crítica o de
mayor problemática reconocida por las poblaciones y actores locales.
- Considerar los servicios ambientales como alternativas para lograr el financiamiento para
el manejo de las cuencas.
- Desarrollar métodos y procedimientos participativos de los actores, beneficiarios y usuarios
de los recursos y servicios que brindan las cuencas.
- Aplicar la educación ambiental para desarrollar procesos de concientización y cambio de
actitudes, para favorecer el manejo de las cuencas.
- Intervenir a nivel de fincas y microcuencas (pequeñas cuencas/áreas) en un contexto de
planificación global de las grandes cuencas o subcuencas.

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2. ESTRATEGIAS POLÍTICAS, INSTITUCIONALES, ORGANIZACIONALES,
ESPACIALES, OPERATIVAS Y FINANCIERAS, PARA IMPLEMENTAR PLANES,
PROYECTOS Y ACTIVIDADES DE MANEJO DE CUENCAS

World Vision, cita otras estrategias para implementar planes, proyectos y actividades para el
manejo de cuencas.

En general para lograr impactos en manejo de cuencas y micro cuencas, se requiere de un


proceso de mediano a largo plazo, por esta razón las estrategias de intervención deben ser
definidas de manera muy cuidadosa, de lo contrario después de haber intervenido a los pocos
años, podrían presentarse respuestas no deseables o que una vez logrado el resultado, este no es
relevante para resolver la problemática enfrentada.
Para implementar planes y proyectos de manejo de cuencas o micro cuencas, se pueden
considerar diferentes tipos de estrategias, desde aquellas que están dirigidas a la gestión de
recursos, hasta las que permitirán la integración y participación de agricultores y agricultoras a nivel
de finca, o de trabajos comunitarios. Entre las principales estrategias se pueden mencionar a las:

- Estrategias espaciales, que son aquellas relacionadas a la intervención en el espacio de


la cuenca y su entorno.
- Estrategias organizacionales, que son aquellas orientadas a buscar la participación y
movilización social de los actores, usuarios o beneficiarios de las cuencas.
- Estrategias operativas, que son aquellas relacionadas con el trabajo a nivel de finca,
parcela, área demostrativa y/o micro cuenca, implica la aplicación de tecnologías y
prácticas.
- Estrategias financieras, que son aquellas orientadas a lograr los recursos necesarios
para garantizar la ejecución del proyecto y sus actividades, en el corto, mediano y largo
plazo.
- Estrategias políticas e institucionales, que son aquellas dirigidas a lograr el respaldo
para la gestión de las actividades directas e indirectas.

2.1. ESTRATEGIAS ESPACIALES

a) Considerar a la cuenca, micro cuenca y su entorno, orientada a integrar el espacio


tridimensionalmente en su contexto físico y biológico, con las actividades socioeconómicas
endógenas y exógenas de la cuenca o micro cuenca.
b) Considerar la relación causa-problema-efecto para definir las áreas de intervención.
c) Iniciar la intervención de la parte más alta hacia las partes bajas, “de arriba hacia abajo”.
d) Trabajar por medio de micro cuencas o zonas de tratamiento.
e) Considerar las áreas críticas, zonas vulnerables o de mayor prioridad.

2.2. ESTRATEGIAS ORGANIZACIONALES

a) Valorar las organizaciones de la cuenca, sus experiencias y fortalecerlas.


b) El trabajo con grupos organizados o que pertenecen a una organización agrícola, ambiental o
afín, ofrece mayores ventajas. Especial atención para incorporar los aspectos de género.
c) La célula organizacional básica a nivel de finca es la familia rural.

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d) Ciertos problemas ambientales, se deben tratar por medio de la intervención de organizaciones
o en forma comunitaria. Ejemplo. Control de deslizamientos que afectan los caminos, reforestación
de áreas relacionadas con la protección de fuentes de agua.
e) Desde el inicio del proyecto se deben contemplar los procesos para que las organizaciones
locales, adopten el proyecto y se pueda desarrollar la continuidad.

2.3. ESTRATEGIAS OPERATIVAS

a) Aplicar métodos orientados a facilitar la multiplicación y replicabilidad de las técnicas y prácticas


de manejo de cuencas. Por ejemplo parcelas demostrativas.
b) El trabajo de finca en finca con una visión integral
c) Organizar la intervención a nivel de finca, con el seguimiento y continuo apoyo, por medio de
agentes de extensión y/o facilitadores agrícolas.
d) La extensión y asistencia técnica, como procesos de apoyo continuo en el campo.
e) La capacitación para facilitar el dominio de las tecnologías y otras actividades de la familia rural
y de sus comunidades.
f) Procesos participativos, como ejes de procesos vinculantes, para la toma de decisiones y puesta
en práctica de las acciones. Integrar a la familia y los aspectos de género.
g) Facilitar medios de apoyo, para promover y reconocer esfuerzos de los agricultores y sus
comunidades (caso de obras físicas e inversiones)
h) Plan de acción a nivel de campo
i) Seguimiento y monitoreo (retroalimentación).

2.4. ESTRATEGIAS FINANCIERAS

a) Gestionar recursos ante donantes y cooperantes internacionales.


b) Lograr el respaldo nacional para garantizar las contrapartes económicas.
c) Identificar las mejores alternativas de financiamiento de las organizaciones bancarias.
d) Participación de empresas privadas (asociadas con el aprovechamiento de recursos naturales).
e) Pago de usuarios (canon por servicio, uso o derechos)
f) Pago por servicios ambientales
g) Como devolver el préstamo, recuperación de inversión.

2.5. ESTRATEGIAS POLÍTICAS E INSTITUCIONALES

a) Concientización mediante educación ambiental.


b) Promulgación de leyes y mecanismos.
c) Apoyar autogestión.
d) Fortalecimiento institucional local y central.
e) Presencia significativa y continua a nivel de campo.
f) Fortalecer la capacidad de gestión a todos los niveles, enfatizando aspectos de género.
g) Guías, directrices, manuales.
h) Enseñanza e investigación.

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CLASE. CONSERVACION DE SUELOS

CONCEPTOS PREVIOS DE LA CONSERVACIÓN DE AGUAS Y SUELOS


En la actualidad, se considera a la erosión como uno de los principales agentes de degradación
ambiental en las áreas agrícolas de la mayoría de los países del mundo (Mertenn et al 2000, citado
por INIA, 2001). Dicha problemática no sólo considera en un contexto global, a la ganadería y los
cultivos agroforestales, sino a otras dimensiones del problema, entre las cuales deben destacarse
aspectos económicos, laborales, migratorios, actitud frente a la incertidumbre y el riesgo,
culturales, educacionales y políticos. Todo lo anterior, hace que se presente un panorama complejo
y de difícil solución.
En relación a lo anterior, nuestro país, debido a la conformación geográfica y el régimen
pluviométrico dominante, la erosión hídrica es una de las formas más importantes de degradación
del suelo. El hecho de que un gran porcentaje de las lluvias precipiten en verano, cuando el suelo
está descubierto, unido a malas prácticas de cultivo, provoca importantes daños erosivos (INIA,
2001). Es por esto que en el país, se reconoce que el proceso erosivo constituye desde un punto
de vista ambiental y en términos socioeconómicos, el problema de mayor relevancia ambiental del
sector silvoagropecuario (Francke, 1999).

EROSION DE SUELOS
La erosión es considerada, según Suárez (1980), como el proceso de desprendimiento y arrastre
de partículas del suelo, generado por el agua y el viento. Mintegui y López (1990), señalan que la
erosión es en sentido estricto, el desgaste de la superficie terrestre por la acción de agentes
externos (agua y viento).
Por su parte, García (1999) define la erosión, como una de las formas de degradación de los
suelos, comprendiendo el deterioro físico, químico y las propiedades biológicas del mismo. El
escurrimiento superficial, por otra parte, es un concepto que se refiere al movimiento del agua
sobre la superficie del suelo, agua que no penetra a éste, sino que se desplaza a través de la
cuenca que le sirve de drenaje al área. Asimismo, Mintegui y López (1990) señalan que la
formación del escurrido superficial dependerá del régimen de precipitaciones y de las
características hidrológicas del suelo.

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Figura. Erosión hídrica de suelos

PRINCIPALES AGENTES Y TIPOS DE EROSION

Existen 2 tipos de erosión: eólica e hídrica

a) La erosión eólica
Es la erosión causada por el viento. Este tipo de erosión se presenta mayormente en
zonas planas y áridas.

b) La erosión hídrica
Es la erosión causada por el agua. Predomina en zonas de ladera, donde la precipitación
es de alta intensidad y donde están ausentes las practicas agronómicas y el manejo
inadecuado del agua en el riego.

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Factores que influyen en la erosión hídrica

El suelo. Las características físicas del suelo (estructura, textura, contenido de materia orgánica,
etc.) determinan el grado de resistencia de las partículas del suelo al desprendimiento y transporte
por efecto del impacto del agua sobre el suelo, de la escorrentía y la capacidad de infiltración del
suelo.
La topografía. Las características topográficas que inciden en la erosión hídrica son la pendiente y
la longitud de la ladera, así como la forma y tamaño del área de drenaje.
El clima. Entre los factores climáticos que más inciden en la erosión hídrica están la precipitación,
el viento y la temperatura. Existe una estrecha relación entre las características de la precipitación
y la escorrentía. El viento en muchos casos cambia la velocidad de la lluvia y su ángulo de impacto
sobre el suelo, afectando su fuerza erosiva.
La vegetación. La vegetación protege a la superficie del suelo del impacto directo del agua, sea
esta proveniente de lluvia o escorrentía. La vegetación protege al suelo mediante:
- La intercepción y disminución o anulamiento de la energía con la que caen las gotas de
lluvia ya sea mediante las hojas, tallos o los residuos de las plantas.
- La reducción de la velocidad del agua de escorrentía por efecto de la resistencia hidráulica
debido al “colchón” que forman los residuos vegetales o cubierta vegetal.
- El aumento de la capacidad de infiltración y almacenamiento del agua debido al
mejoramiento de la estructura y porosidad del suelo por efecto de las raíces, los residuos
vegetales y la actividad microbiana, y
- El aumento de la resistencia del suelo a la erosión debido al “amarre” de las partículas que
ocasionan las raíces de las plantas.
El hombre. El hombre es el agente principal y decisorio en todo proceso erosivo, debido
fundamentalmente a su rol y participación en el manejo y aprovechamiento de los recursos
naturales, agua, suelo y cubierta vegetal.

FORMAS DE EROSION HIDRICA


EROSION LAMINAR
El impacto de las gotas de lluvia contra la superficie descubierta del suelo produce
desprendimiento de sus partículas, las que al encontrarse sueltas y al ser trasladadas, “sellan” los
poros del suelo, formando una delgada capa o costra poco permeable. Cuando la cantidad de
lluvia que cae excede a la tasa de infiltración del suelo, el agua empieza a fluir – correr- como
escorrentía en el sentido de la pendiente, transportando las partículas finas del suelo que
inicialmente ya fueron desprendidas. Existe una relación directa entre la cantidad y la velocidad de
la escorrentía y la capacidad erosiva.

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Tpp Tev

Tin Tes

Dónde:
Tpp = tasa de precipitación o aplicación de agua (mm)
Tin = tasa de infiltración (mm)
Tes = tasa de escorrentía superficial (mm)
Tev = tasa de evaporación (mm)
La ecuación de equilibrio será:
ܶ‫ ݌݌‬− ܶ݅݊ − ܶ݁‫ݏ݁ܶ = ݒ‬
Habrá escurrimiento cuando
ܶ‫ ݊݅ܶ( > ݌݌‬+ ܶ݁‫)ݒ‬
EROSION POR SURCOS
En las pequeñas ondulaciones de la superficie del terreno se concentra el agua de escorrentía y
luego por efecto de la pendiente, el suelo y el estado de la cubierta vegetal, se produce el
movimiento del agua en el sentido de la pendiente y, en consecuencia, el arrastre y transporte de
las partículas de suelo, originan pequeñas zanjas o surcos.

EROSION POR CARCAVAS


Una vez formados los pequeños surcos o zanjas, estos se van agrandando por efecto de la
escorrentía ya que continúa el arrastre de suelo en el lecho de los surcos o zanjas y el
consecuente desprendimiento en los taludes, con lo cual se van agrandando los surcos hasta que
se convierten en verdaderos zanjones o cárcavas.

EFECTOS DE LAS PRACTICAS CONSERVACIONISTAS EN LOS PROCESOS EROSIVOS


Mediante las prácticas de conservación de suelos, se modifican los factores del proceso erosivo.
Con ello se logra:
- Proteger la superficie del suelo contra el impacto directo de las gotas de lluvia y el arrastre
del agua de escorrentía.
- Disminuir o anular la concentración del agua.
- Aumentar la capacidad de infiltración del suelo para reducir la cantidad de escorrentía.
- Reducir o anular la velocidad del agua de escorrentía por efecto de la disminución de la
longitud y grado de la pendiente de la ladera, y
- Construcción de sistemas mecánicos estructurales: surcos en contornos, terrazas,
andenes, acequias de infiltración, diques para el control de cárcavas o el establecimiento
de barreras vivas o cubierta vegetal.

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PRINCIPIOS BASICOS DEL CONTROL DE LA EROSION HIDRICA
Para que una práctica de control de la erosión hídrica sea efectiva debe cumplir los siguientes
requisitos:
- Anular o minimizar la velocidad del agua
- Anular o minimizar el escurrimiento del agua sobre la superficie del suelo
- Proteger la superficie del suelo contra la erosión
- Aumentar la infiltración del agua en el suelo
Las prácticas de control de la erosión deben iniciarse siempre en las partes más altas de la cuenca
o ladera hacia abajo, nunca en sentido contrario; salvo que inicialmente en la cabecera de la zona
a ser tratada se construya una zanja o acequia a nivel o con una ligera pendiente, a fin de que se
intercepte el agua procedente de la parte más alta (zona no tratada). Cuando la zanja o acequia
tiene una ligera pendiente, las aguas deben drenarse hacia lugares apropiados a fin de no generar
cárcavas en su parte final.
Aplicando estos principios básicos se logra un efectivo control de la erosión hídrica. En caso
contrario, se recomienda una revisión de la práctica conservacionista ubicando las fallas para
corregirlas. El método más adecuado para evaluar la efectividad de estas prácticas, es la
observación durante las lluvias o inmediatamente después de ocurridas estas.

CONSERVACION DE SUELOS
La conservación del suelo se asocia y frecuentemente se identifica con el control de la erosión.
Pero es mucho más, es la integración de todo lo relacionado con el uso racional del suelo y su
tratamiento (Carlson, 1990). Por otra parte, las obras de conservación de aguas y suelos, permiten
la recuperación de terrenos degradados por procesos de erosión y desertificación. Numerosos
estudios han demostrado la alta eficiencia que presentan tales obras, en combinación con
plantaciones, para la captura de humedad, lo que genera un desarrollo más rápido y sostenido de
las plantaciones forestales asociadas a tales obras.
Así, una de las especies más utilizadas en Perú, es el Pinus radiata (D. Don), pero también pueden
mencionarse especies tales como el Eucalyptus globulus, Eucalyptus camaldulensis, Shinus molle
(pimiento boliviano), Quillaja saponaria (quillay), entre otras (Proyecto EIAS, 2002).

PRACTICAS CONSERVACIONISTAS
Lo anterior ha contribuido al desarrollo de prácticas para controlar la erosión con el fin de conservar
el suelo, es decir, para evitar que el suelo se mueva de un lugar a otro. Entre las prácticas de
conservación de aguas y suelos más utilizadas en Perú, se puede establecer la siguiente
clasificación, a saber:

Prácticas Mecánico-estructurales
• Diques (mampostería, transversales de madera, roca pesada, estructuras gavionadas, concreto
ciclópeo)
• Muros de contención y/o sostenimiento
• Canales de desviación
• Terrazas de captación
• Drenes subterráneos
• Colectores de aguas lluvias
Prácticas Agronómicas-culturales
• Surcos en contorno
• Subsolado
• Fajas de contención
• Terrazas

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Prácticas Hidrológico-forestales
• Zanjas de infiltración
• Diques de polines impregnados
• Canales de evacuación de aguas lluvias (en tierra sin revestimiento)
• Empalizadas y/o ordenamiento de desechos en fajas

Según Vásquez (2000), otra clasificación de las principales practicas conservacionistas es

Practicas Actividades en las practicas


Mecánico-estructurales - Zanjas o acequias de infiltración
- Espejos de agua o “cochas”
- Terrazas de absorción, de formación
lenta, etc.
- Andenes
- Muros de contención, enrocados y
gaviones para la defensa ribereña y
obras de encauzamiento
- Diques para el control de cárcavas
- Represas o reservorios de agua
Agronómicas - Barreras vivas
- Surcos en contorno
- Cultivo en fajas
- Ordenación territorial de cultivos
- Cobertura vegetal
- Labranza conservacionista o mínima
labranza
- Rotación de cultivos
- Incorporación de materia orgánica
- Aplicación de fertilizantes y enmiendas
químicas al suelo
- Manejo de pastos
Forestales - Manejo y plantaciones forestales

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ZANJAS DE INFILTRACION

Basado en las innovaciones tecnológicas y las propuestas físicamente adaptadas a realidades


Locales, se pretende describir y analizar el diseño de zanjas de infiltración, desde una perspectiva
del diseño hidrológico.
Las zanjas de infiltración, son canales sin desnivel construidos en laderas, los cuales tienen por
objetivo captar el agua que escurre, disminuyendo los procesos erosivos, al aumentar la infiltración
del agua en el suelo. Estas obras de recuperación de suelos, pueden ser construidas de forma
manual o mecanizada, y se sitúan en la parte superior o media de una ladera, para capturar y
almacenar la escorrentía proveniente de las cotas superiores.
La justificación principal de las zanjas de infiltración descansa en el efecto que producen sobre la
estabilización del suelo; es decir, son agentes propiciadores de almacenamiento de humedad para
los vegetales, a través del almacenamiento temporal de escorrentías superficiales. Debe señalarse
eso sí, que un sistema de zanjas de infiltración por sí solo, no controla totalmente el fenómeno
erosivo. Además, es necesario revegetar con pastos, o forestar los espacios intermedios entre
zanjas, o adoptar otras prácticas conservacionistas como la aradura, el subsolado y la siembra en
contorno (Carlson, 1990).
Por su parte, Pizarro et al (2004), proponen un diseño de este tipo de obras, basado en el análisis
y determinación de algunos parámetros edafoclimáticos particulares, entre ellos, la intensidad de la
lluvia, el periodo de retorno de un evento extremo, el coeficiente de escorrentía y la velocidad de
infiltración del agua en el suelo.
Asimismo, existen otros planteamientos de diseño, que consideran a la intensidad de precipitación,
como un elemento fundamental en el diseño de una zanja de infiltración.

Figura. Zanja de infiltración

OBJETIVO DE LAS ZANJAS DE INFILTRACION


- Interceptar el agua de escorrentía que proviene de la parte alta de la ladera, anulando su
velocidad y permitiendo una mayor infiltración.
- Aumentar la producción de pastos, árboles o cultivos.
- Reducir la erosión hídrica del suelo.
- Aumentar el número de manantiales y el caudal de agua de estos en las partes más bajas.
- Disminuir los riesgos de inundación y deslizamientos.

CONDICIONES DE USO
Las zanjas de infiltración se pueden usar:
- Laderas con profundidad de suelo mayor de 30 cm y subsuelo permeable.

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- Zonas con plantaciones forestales, con pasturas y en algunos casos en zonas agrícolas.

DISEÑO
El diseño de la zanja de infiltración consiste en determinar el ancho del borde superior, ancho de la
base, profundidad, inclinación de los taludes, espaciamiento entre zanjas y la gradiente longitudinal
de la misma, este último aspecto solo si fuera necesario.
El ancho del borde superior, profundidad, ancho de la base y la inclinación del talud –
características que determinan la sección transversal- dependen principalmente del tipo de suelo y
de la intensidad de lluvia de la zona.
Para el caso de las laderas de la sierra peruana, el ancho promedio del borde superior
normalmente es de 40 - 50 cm. El ancho de la base es de aproximadamente 20 - 30 cm y la
profundidad varía entre 20 – 50 cm.
La inclinación del talud varía: en terrenos de textura suelta generalmente esta entre 1:1 a 2:1
(horizontal: vertical) y en terrenos firmes entre 0.5:1 a 1:1, dependiendo del ángulo de reposo de
los diferentes tipos de suelo.
En cuanto a la gradiente longitudinal de la zanja, normalmente debe ser cero (0%), salvo
condiciones especiales del suelo y precipitación, casos en los que se puede optar por una
gradiente máxima hasta de 3 por mil; en estas condiciones la zanja debe desembocar en una zona
protegida o totalmente estabilizada. Cuando la zanja está a nivel debe construirse a lo largo de
esta, pequeños tabiques de tierra (o dejarse pequeños espacios sin excavar), a fin de impedir que
el agua corra de un lado a otro, distribuyendo de este modo uniformemente el agua capturada. La
separación entre estos tabiques debe ser de 5 a 10 m. Los tabiques o espacios sin excavar deben
ser pequeños y tener entre 10-15 cm de dimensión.
El espaciamiento entre zanjas está determinado por la pendiente del terreno, tipo de cultivo, tipo de
suelo y características de precipitación de la zona, sobre todo en lo referente a la intensidad y
duración. El espaciamiento adecuado para las condiciones de la sierra peruana varía entre 3 a 20
m.

Diseño hidrológico de zanjas de infiltración


El diseño de las obras de conservación y aprovechamiento de suelos y aguas, debe considerar
previamente cuatro conceptos hidrológicos; el periodo de retorno, las curvas intensidad-duración-
frecuencia, la velocidad de infiltración de los suelos, y el coeficiente de escorrentía, para así
diseñar las obras que favorecen la infiltración de aguas lluvias en condiciones desfavorables. Esta
situación permite trabajar con un margen de seguridad, el cual minimiza el riesgo de que las obras
sean sobrepasadas, de tal manera que permitan diseños confiables y efectivos para la ingeniería
hidrológica.
Asimismo, este diseño de zanjas de infiltración debe atender fundamentalmente a los dos criterios
(Pizarro et al, 2004):

a) El espaciamiento entre zanjas debe ser tal que permita un control adecuado de la erosión.
b) La capacidad de captura de agua de las zanjas debe permitir el almacenaje de un determinado
volumen de escorrentía producido por la lluvia.

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Figura. Ejemplo de dimensiones de una zanja de infiltración

Figura. Ejemplo de espaciado entre zanjas de infiltración

TERRAZAS DE ABSORCION

DESCRIPCION
Las terrazas de banco son una serie sucesiva de plataformas (bancos o terraplenes), dispuestas a
maneras de escalones en las laderas. Los terraplenes pueden construirse a nivel o con una ligera
inclinación hacia adentro; sus bordes tanto externos como internos, se encuentran a nivel.
La inclinación del terraplén hacia adentro evita el rebalse del agua de lluvia durante los aguaceros
fuertes o lluvias prolongadas. La nivelación de los bordes impide que el agua escurra hacia un lado
u otro; de este modo el agua de lluvia que cae en las terrazas se infiltra total y uniformemente en

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estas, evitando totalmente la erosión. Cuando se construyen estas prácticas en zona de alta
precipitación (mayor a 1000 mm por año), se debe contemplar un sistema de drenaje superficial.
Se pueden distinguir y cumplir en las terrazas los siguientes elementos y requisitos:
- El borde interno de la terraza, pie o borde inferior del talud (debe estar a nivel).
- El borde externo de la terraza o borde superior del talud (debe estar a nivel).
- La profundidad del borde interno o desnivel (debe permitir almacenar el agua de lluvia que
recibe)
- El suelo del terraplén o terraza propiamente dicha, debe ser removido o “preparado para
que pueda absorber el agua de lluvia.
- El talud debe ser sembrado con plantas perennes y su altura preferentemente no debe ser
mayor de 1.50 m.
A fin de mantener la capa superior del suelo en la parte de arriba (horizonte A o capa arable), se
debe efectuar la remoción lateral del suelo durante la construcción de la terraza, siguiendo los
pasos que se explicaran más adelante.
La siembra del cultivo principal se hace en el terraplén. En el talud se debe instalar otras plantas de
tipo permanente, principalmente pastos o plantas aromáticas, con la finalidad de estabilizarlo o
aprovecharlo económicamente.
En las zonas de secano, el borde interno del terraplén puede tener una profundidad de 15 cm, a fin
de asegurar una máxima captación y aprovechamiento del agua de lluvia.
En terrenos bajo riego, el terraplén debe tener una pendiente longitudinal de uno a dos por mil en
el sentido en que va a correr el agua; esto mismo se recomienda para zonas muy lluviosas y en
terrenos poco permeables. Así mismo, en terrenos bajo riego las terrazas no deben tener
contrapendiente, pero si un camellón o borde pequeño a lo largo del borde externo para evitar que
el agua se desborde y desestabilice el talud.

Figura. Terrazas

CONDICIONES DE SUELO
Las terrazas de absorción son recomendable principalmente para terrenos dedicados al cultivo en
limpio (hortalizas, tubérculos, granos, etc.). También pueden ser usadas para cultivos permanentes

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como pastos cultivados y frutales; excepcionalmente pueden servir para la instalación de especies
forestales.
No es recomendable construir las terrazas de absorción en terrenos muy degradados o muy
superficiales, en laderas empinadas y en suelos demasiado sueltos o arenosos.

DISEÑO DE LAS TERRAZAS


El diseño de las terrazas consiste en determinar el tamaño o magnitud de los principales elementos
de las terrazas de absorción como son: Altura del talud, pendiente del talud, ancho del terraplén,
gradiente longitudinal de las terrazas, sistemas de acceso y sistema de drenaje en caso lo
requiere.

Figura. Geometría de una terraza de absorción

ALTURA DEL TALUD


La altura del talud no debe ser mayor de 1.50 m. Alturas superiores a esta pueden poner en riesgo
la estabilidad de las terrazas.
La altura máxima que se puede dar al talud depende de la naturaleza del material (suelo); así, en
el caso de materiales poco estables, la altura del talud debe ser menor.
La profundidad del suelo así como la dureza del material subyacente (subsuelo), también
determinan la altura del talud; en suelos profundos y subsuelos sueltos o suaves, es posible
construir terrazas con taludes más altos.

GRADIENTE DEL TALUD


El talud debe ser lo menos inclinado posible, pero no vertical.
Su inclinación depende de la naturaleza del suelo y del material sobre el cual están construidas las
terrazas. Así cuando más firme y duro es el material, los taludes pueden ser menos inclinados, en
cambio en suelos, el talud debe tener una mayor inclinación a fin de darle una mayor estabilidad.
En el caso de terrazas con talud de tierra, se debe dar a los taludes una inclinación que permita la
instalación de vegetación, para asegurar una mayor estabilidad de dichas terrazas.
En suelos pedregosos los taludes pueden construirse usando este material, en cuyo caso la
inclinación del talud puede ser mínima (5%).

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ANCHO DEL TERRAPLEN (BANCO)
El terraplén debe ser lo más ancho posible.
El ancho del terraplén depende principalmente de la pendiente original del terreno, de la
profundidad del suelo y de la naturaleza del subsuelo, así por ejemplo, terrenos con poca
pendiente permiten construir terrazas más anchas y con taludes de altura adecuada (menos de
1.50 m).
Cuando la pendiente del terreno es muy fuerte, los terraplenes o bancos deben ser más angostos;
se recomienda un mínimo de 1.50 m de ancho en lo posible.
Cuanto más profundo es el suelo, mayor podrá ser la profundidad de corte y por tanto, el ancho de
la terraza podrá ser también mayor.
La construcción de terraplenes muy anchos (mayores de 4 m) supone un mayor esfuerzo, motivado
por el cual se debe elegir el ancho óptimo para las condiciones en que se está trabajando.
Por otra parte, terraplenes anchos permiten el uso de la yunta, o en algunos casos de maquinaria
agrícola ligera.
En resumen, el grado de pendiente, la profundidad del suelo y la elección correcta de la altura del
talud determinaran el ancho del terraplén o banco.

LONGITUD DEL TERRAPLEN


Se recomienda que la longitud de los terraplenes no debe sobrepasar los 50 m; medidas
superiores a esta cifra pueden dificultar las labores de construcción y el manejo posterior del suelo
en las terrazas (nivelación, riego, transporte de productos e insumos, etc.).
Cuando el largo de los terraplenes es más de 25 m, se debe dejar un espacio no menor de 1 m
entre terraza y terraza, el mismo que debe ser construido alternadamente y diseñado para que
sirva como un espacio de circulación en el campo terraceado o de desagüe cuando sea necesario.
Se debe tener cuidado que estos espacios estén protegidos para evitar que se erosionen; así por
ejemplo, se pueden construir pequeños escalones y protegerlos con pastos, piedra u otro material.

GRADIENTE LONGITUDINAL
En suelos bajo riego, las terrazas deben ser construidas sin contrapendiente y con una gradiente
lateral de 1 a 3 por mil, para facilitar las labores de riego (sobre todo en zonas donde el volumen de
agua de riego es limitado), y también para evacuar el exceso de agua de lluvia de precipitaciones
intensas.
Las terrazas deben tener también una gradiente lateral hacia el desagüe, en casos de suelos poco
permeables (pesados o arcillosos), así como en zonas muy lluviosas (donde la precipitación supera
los 1000 mm/año).
Cuando se desea construir terrazas con gradiente lateral, lo primero que se tiene que diseñar es el
sistema de riego y/o drenaje superficial o desagüe, a fin de prevenir problemas posteriores. El trazo
de las terrazas con gradiente longitudinal debe empezar a partir del desagüe.

SISTEMAS DE ACCESO
Cuando se va a terracear superficies de terrenos considerables, es necesario diseñar previamente
los caminos, botaderos o desagües, escalones y otras estructuras que permitan un tráfico fluido de
personas, equipos, animales, insumos, productos, etc. Esto además evitará daños o deterioro de
las terrazas por falta de estructuras.

DIQUES PARA EL CONTROL DE CARCAVAS


DEFINICION
Cárcava es una zanja causada por la erosión hídrica del suelo. Sigue generalmente la máxima
pendiente del terreno y constituye un cauce natural en donde se concentra y corre el agua

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proveniente de las lluvias. El agua que corre por la cárcava arrastra gran cantidad de partículas de
suelo, producto de la erosión.

FORMACION DE LA CARCAVA
Normalmente, cuando el agricultor va a utilizar nuevos terrenos para cultivo, corta toda la
vegetación arbórea, arbustiva y herbácea existente, es decir, limpiar el terreno, quedando
consecuentemente este expuesto a la acción directa de las lluvias y de la escorrentía superficial.
Cuando se trata de suelo inclinados o “laderas”, automáticamente se inicia la remoción y el arrastre
de las partículas del suelo por capas delgadas (erosión laminar).
El agua, a medida que desciende por la ladera y debido a las irregularidades en el relieve del
terreno, se va concentrando, formando pequeños canales, los que a su vez se juntan y forman un
canal mayor. Con una masa de agua más abundante y una velocidad que va en aumento, la
erosión se acentúa, formando inicialmente pequeños surcos los que se van agrandando horizontal
y verticalmente hasta que se forman las cárcavas llamadas también zanjas, barrancos o
torrenteras.

CONTROL DE CARCAVAS
La primera acción que se debe llevar a cabo para controlar una cárcava es eliminar la causa que la
originó, para lo cual se tiene que efectuar trabajos a dos niveles: a nivel de ladera y a nivel de
cárcava.
A nivel de ladera o área de drenaje, que en muchos casos resulta ser suficiente, cuando con las
prácticas conservacionistas ejecutadas se controla o anula el escurrimiento superficial en esa
zona. En caso contrario, si después de haber tratado la ladera todavía sigue corriendo agua por la
cárcava, entonces se debe efectuar trabajos a nivel de la cárcava misma

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Figura. Cárcava

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Figura. Erosión por cárcava sin haber sido controlada

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