Cambiar El Diálogo Interior
Cambiar El Diálogo Interior
Cambiar El Diálogo Interior
Te voy a pedir que reflexiones, ¿cuántas veces has actuado de acuerdo a lo que temías
que ocurriese? ¿Serías capaz de traer a tu mente algunas de esas situaciones donde ya
estabas triste antes de haber perdido algo que esperabas perder? Y más aún…
¿Cuántas veces te has enfadado tú solo atribuyendo el comportamiento del otro a sus
malas intenciones? Seguro que a tu mente no viene solo una, sino varias respuestas a
cada una de estas preguntas. Esto es debido a que nuestra mente posee un elevado
poder sobre nuestro comportamiento y emociones.
No es de extrañar, por lo tanto, que la asociación entre una autocharla interna negativa y
alteraciones emocionales como los trastornos de ansiedad, la depresión y los problemas en las
relaciones sociales, tengan un impacto significativo en la vida cotidiana del individuo, y por ello
la consecución del autodiálogo interno positivo o constructivo es fundamental para ser capaz
de enfrentar el mundo de una manera eficaz.
3. Causas del diálogo interno negativo: por qué nos hablamos mal
Al igual que la mayor parte de nuestras conductas, nuestros pensamientos y diálogo interno
negativo (y también el positivo) son aprendidos; algo que nos diferencia de otras especies, que
se basan más en los instintos. Sin dejar de lado las predisposiciones genéticas con las que
nacemos, lo cierto es que lo que determina nuestra forma de pensar, sentir y
comportarnos son las experiencias vividas, nuestros aprendizajes. Por ello, si hemos aprendido
a hablarnos de un determinado modo, como veremos más adelante, también podemos
desaprender a hacerlo, aprendiendo en su lugar otras formas de diálogo interno más positivo y
constructivo.
Estas formas de aprendizaje se ven a su vez influenciadas por diversos factores, que
condicionan el hecho de que nos hablemos mal a nosotros mismos:
• Factores motivacionales (por ejemplo, las personas ansiosas tienden a interpretar más
situaciones como amenazantes).
• Culturales (por ejemplo, nuestros pensamientos asociados con los juicios de la realidad
son contextuales, es decir, la realidad es buena o mala en función de la cultura de la
que provenga).
• Los amigos y compañeros (por ejemplo, existen personas que piensan y hacen
autodiálogos similares a los que hacen su grupo de pares).
• El catastrofismo (por ejemplo, anticiparse a todo aquello que puede salir mal).
Todos ellos se asocian con emociones muy intensas, que dan lugar a un comportamiento poco
ajustado a la situación que los desencadena. Aprende a identificarlos y habrás dado el primer
paso para frenar tu diálogo interno negativo.
Consejos para detener el diálogo interno negativo
El diálogo interno negativo afecta a las emociones y a la conducta, y tiene consecuencias
perjudiciales para tu bienestar, sus relaciones familiares, sociales o laborales, y tu forma de
afrontar las circunstancias o los problemas. Para frenar estos pensamientos negativos
erróneos, y sustituirlos por un autodiálogo positivo y constructivo, sigue los siguientes pasos:
3. Indaga sobre los sesgos cognitivos que te han llevado a pensar, sentir u obrar de
determinada forma. Observa si en tu autodiálogo existen sesgos como los que hemos
nombrado anteriormente que te hagan interpretar la realidad de forma dramática y
personalizada.
4. Intenta generar un pensamiento alternativo; si los pasos anteriores te han hecho ver
que tu forma de pensar no es del todo adecuada, intenta anotar un pensamiento
alternativo al inicial, comparando la emoción que te hace sentir este nuevo
pensamiento con la que te producía el pensamiento negativo. Para facilitar esta tarea,
al principio puedes preguntarte qué le dirías a un amigo que se encontrara en una
situación similar, qué datos tienes para pensar de forma contraria, o cómo pensaría
una persona a la que tú admiras por su capacidad de gestión emocional en esta
mismas circunstancias. No se trata de que te engañes, sino de pensar en forma de
posibilidades que se ajusten más a la realidad.
5. Cambia el lenguaje basado en "peros" : La palabra también tiene mucho poder tomada
como unidad estructural. Puede cambiar el sentido total de una afirmación, pasando
ésta de negativa a positiva. Ejemplo: "Fui a cenar pero tuve que volverme pronto a
casa porque tenía que trabajar". Cambia el "pero" por un "y". ¿A que sí se nota?
6. Vigila todos los "soy" de tus frases: Cada vez que te sientas mal, observa las etiquetas
que te pones y dales la vuelta con evidencias contrarias. ¡Seguro que tienes muchas, si
tienes la paciencia de buscarlas!