Esc Clasica y Positiva
Esc Clasica y Positiva
Esc Clasica y Positiva
Realizado por:
3° a.
Introducción
Los positivistas del siglo XIX, bautizaron con el nombre de Escuela Clásica, a todo
lo anterior a ellos: a las doctrinas que no se adaptaban a las nuevas ideas, a los
recientes sistemas. Bajo la etiqueta de clásicos se suele agrupar a autores y
tendencias divergentes en muchos puntos de vista, en algunos casos, inclusive,
contradictorias, pero que presentan una serie de concepciones unitarias acerca de
postulados fundamentales, que fue lo que permitió a los positivistas reunirlas con
propósitos didácticos.
El mundo clásico partió de una imagen excelsa, ideal, del ser humano como centro
del universo, como dueño y señor absoluto de sí mismo, de sus actos. El dogma
de la libertad que hace iguales a todos los hombres (sin diferencias entre el
hombre delincuente y no delincuente) y fundamenta la responsabilidad: el absurdo
comportamiento delictivo solo puede comprenderse como consecuencia del mal
uso de la libertad en una situación concreta, no a pulsiones internas ni a
influencias externas. Para los clásicos, el delincuente es una suerte de pecador
que optó por el mal, pudiendo y debiendo haber respetado la ley. Existe algo muy
importante en la escuela clásica que se recoge de sus autores: la defensa de las
garantías individuales y su reacción contra la arbitrariedad y los abusos de poder.
Se reconocen como representantes destacados de la escuela clásica, además de
Cesare Beccaria, entre otros a Giovanni Carmignani, PellegrinoRossi y Francisco
Carrara.
En los siglos XVII y XVIII surgieron nuevos grupos sociales, como por ejemplo los
mercaderes, banqueros y los hombres de negocio (los burgueses), esta época fue
denominada como la Era de las Luces o la Ilustración. Los pensadores de la
Ilustración sostenían que la razón humana podía combatir la ignorancia, la
superstición y la tiranía, y construir un mundo
mejor. En la segunda mitad del siglo XVIII, pese a que más del 70% de los
europeos eran analfabetos, la intelectualidad y los grupos sociales más relevantes
descubrieron el papel que podría desempeñar la razón, íntimamente unida a las
leyes sencillas y naturales, en la transformación y mejora de todos los aspectos de
la vida humana. Como característica común hay que señalar una extraordinaria fe
en el progreso y en las posibilidades de los hombres y mujeres, para dominar y
transformar el mundo. Los ilustrados exaltaron la capacidad de la razón para
descubrir las leyes naturales y la tomaron como guía en sus análisis e
investigaciones científicas. Defendían la posesión de una serie de derechos
naturales inviolables, así como la libertad frente al abuso de poder del absolutismo
y la rigidez de la sociedad estamental del Antiguo Régimen, por tal motivo el
Estado dejo de ser observado como una entidad divina que imponía sus castigos y
reglas para todos los ciudadanos, sino que se exigió que siguiera los dictados de
la razón. La reforma clásica, tuvo sus inicios en la última mitad del siglo XVIII en
Inglaterra e Italia y se extendió a Europa Occidental y a Estados Unidos. Teniendo
en cuenta que lo más importante es que la Escuela Clásica no existió como tal,
desde el punto de vista histórico, sino gracias a Enrico Ferri, que comenzó a
llamarle clásicos a los juristas prepositivistas y posteriores a Cesar Beccaria.
Para algunos autores, la criminología clásica, fundada por Cesare Beccaria (1738-
1774), en el espíritu del Iluminismo europeo, quien en 1764 publica “De los delitos
y de las penas”, comprendía las leyes existentes, proponía escribir las leyes para
que pudieran ser comprendidas por todos los individuos y no solo por máximos
juristas, tratando de encontrar la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y
evitar una interpretación desviada por conceptos morales de los juristas o los
jueces y, por último, el de limitar el ámbito de las leyes penales al mínimo
necesario para disminuir el delito. Se ha afirmado que gracias a la Escuela Clásica
se pudo terminar con la barbarie y la injusticia que el derecho penal representaba,
procuró la humanización por medio del respeto a la ley, del reconocimiento a las
garantías individuales y de la limitación al poder absoluto del Estado.
Otro ilustre representante, que trata de explicar que el castigo que se le impone a
un criminal por un delito que cometió, no se hace con el ánimo de tomar una
venganza, sino de prevenir que en un futuro no realice otros delitos semejantes,
hace a la necesidad del orden social como la fuente y la ley moral como el limite.
Francisco Carrara (1805 - 1888)
Considerado por algunos como el padre de la escuela clásica del derecho penal,
llevo al Derecho Penal a su verdadera esencia jurídica y cobra importancia porque
cuando se hace referencia a la Escuela Clásica, son las doctrinas de Carrara
generalmente las que se someten a examen. El conjunto de doctrinas de Carrara
representan el término de la evolución de la Escuela Clásica. Este autor sostiene
que el derecho es connatural al hombre. La ciencia del derecho criminal es un
orden de razones emanadas de la ley moral, preexistente a las leyes humanas. El
delito es un ente jurídico que
reconoce dos fuerzas esenciales. Según Carrara delito es: “La infracción de la ley
del estado, promulgada para proteger la seguridad de los ciudadanos, resultante
de un acto externo del hombre, positivo o negativo, moralmente imputable o
políticamente engañoso”. La pena no debe exceder a las necesidades de la tutela
jurídica; si excede, ya no es protección del derecho sino violación del mismo. La
imputabilidad penal se funda en el principio del libre albedrío. Carrara, dice: “no
me ocupo de cuestiones filosóficas: presupongo aceptada la doctrina del libre
arbitrio y de la imputabilidad moral del hombre, y sobre esta base edificada la
ciencia criminal, que mal se construiría sin aquella”
LA ESCUELA POSITIVA
El positivismo es una postura filosófica que tuvo un impacto y por tanto una
influencia enorme en el campo de lo científico y por supuesto la búsqueda del
conocimiento comprobable y válido también hizo eco, como se señalo
anteriormente, en la criminología, el derecho penal y la política criminal; así lo
indica Elbert (2001:50): El positivismo está estrechamente ligado a la búsqueda
metódica sustentada en lo experimental, rechazando nociones religiosas, morales,
apriorísticas o conceptos abstractos, universales o absolutos, Lo que no fuese
demostrable materialmente, por vía de experimentación reproducible, no podía ser
científico. El positivismo se expandió exitosamente, como un pensamiento
progresista, revolucionario, capaz de sacar al mundo del atraso y del oscurantismo
religioso o supersticioso de los siglos precedentes. El hombre y la ciencia serían
artífices de todas las explicaciones y los descubrimientos, capaces de superar
todas las enfermedades, los obstáculos sociales y hasta la propia naturaleza. El
Positivismo no niega la existencia de lo absoluto o metafísico, pero tampoco se
ocupa del problema, limitándose al estudio de lo real. Por ello los positivistas
negaron carácter científico a las disciplinas filosóficas propiamente dichas.
Augusto Comte. (1798-1857) es considerado como el padre del positivismo, a
partir de él justamente se inicia el interés por clasificar las ciencias. El postulado
de esta escuela se basa en el culto a los hechos, a los fenómenos, a lo dado;
toman patrones de las ciencias naturales y pretenden trasladarlos al derecho
penal. Tres fueron los personajes más representativos dentro de la escuela
positiva: Lombroso, Ferri y Garófalo, cuyos apuntes biográficos se incluyen en la
unidad correspondiente a la historia de la criminología. El positivismo
criminológico, destronaría al hombre, privándole de su centro y de su reinado, al
negar el libérrimo control del mismo sobre sus actos y su protagonismo en el
mundo natural, en el universo y en la historia. El hombre, según Ferri no es el rey
de la creación, como tampoco la tierra es el centro del universo, sino una
combinación transitoria. El positivismo criminológico inserta el comportamiento del
individuo en la dinámica de causas y efectos que rige el mundo natural o el mundo
social: en una cadena de estímulos y respuestas, determinantes internos
(biológicos) o externos (sociales).
Entre algunas de las ideas radicales que manejaba Ferri, en las cuales establecía
que las penas y/o castigos eran ineficaces, proponiendo entonces una gran
cantidad de medidas de reforma social encaminadas a la prevención.
Raffaele Garofalo (1851 - 1934)
Cada delito debe tener una pena correspondiente a la gravedad del mismo.
Cada delito y cada pena deben estar escritos y determinados en la ley
penal (art 45) “El reglamento determinará las faltas disciplinarias y su
correspondencia con las sanciones establecidas en esta Ley, así como
también la autoridad que pueda imponerlas y el procedimiento a seguir en
cada caso”
Proclaman la abolición de la pena de muerte(art 6) “Se prohibe someter a
los penados a tortura y a cualquier clase de trato cruel, inhumano o
degradante, así como el empleo de medios de coerción que no sean
permitidos por la Ley. Cualquier violación de la presente disposición dará
lugar a la imposición de las sanciones previstas en la Ley”.
Las sanciones deben durar mientras dure la peligrosidad del criminal y por
ello son indeterminadas. Los criminales muy peligrosos deben ser aislados
– Ley de Régimen Penitenciario (art 9) “Los penados serán clasificados
conforme a los principios de las disciplinas científicas que orientan la
organización de regímenes penitenciarios. Se tomarán en cuenta
principalmente el sexo, edad, naturaleza y tipo del delito, antecedentes
penales, grado cultural, profesión u oficio, estado de salud, características
de su personalidad y la naturaleza y duración de la pena.”