Esc Clasica y Positiva

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UNIVERSIDAD CATOLICA DEL TACHIRA

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS


ESCUELA DE DERECHO

Escuela Clásica y Escuela Positiva, su influencia en la ley de régimen


penitenciario

Realizado por:

Colmenares Andrea, C.I. V- 25.808.104

Guerrero Isaac, C.I. V-

Jaimes Gabriela, C.I. V- 25.602.411

3° a.
Introducción

Criminología, definiéndose esta, según García-Pablos de Molina (2003) “como la


ciencia empírica e interdisciplinaria que tiene por objeto el crimen, el delincuente,
la víctima y el control social del comportamiento delictivo; y que aporta una
información válida, contrastada y fiable sobre la génesis, dinámica y variables del
crimen –contemplado éste como fenómeno individual y como problema social,
comunitario-; así como sobre su prevención eficaz, las formas y estrategias de
reacción al mismo y las técnicas de intervención positiva en el infractor” y las
escuelas jurídico penales según Sainz Cantero “ la dirección de pensamiento que
tiene una determinada dirección, trabaja con un método peculiar y responde a
unos determinados presupuestos filosóficos-penales”

Las escuelas, tanto la clásica y la positiva son totalmente contrarias u opuesta a la


otra lo cual puede observarse en sus propios fundamentos, métodos y
responsabilidad según cada una, haciéndose una comparación entre ambas. El
libre albedrío como fundamento(en la escuela clásica) “todos los hombres eran
libres, iguales y racionales. No había diferencia entre el criminal y el no criminal,
por ello su centro de atención fue el delito y no el delincuente” y la escuela
positiva negándolo totalmente al señalar su presentación o fundamentación
objetiva al dar preponderante estimación a la personalidad del delincuente, acusa
a los clásicos de descuidar a la figura del delincuente por realizar solo una
conceptuación dogmática y lógica, puramente basada en el derecho.
LA ESCUELA CLÁSICA

Los positivistas del siglo XIX, bautizaron con el nombre de Escuela Clásica, a todo
lo anterior a ellos: a las doctrinas que no se adaptaban a las nuevas ideas, a los
recientes sistemas. Bajo la etiqueta de clásicos se suele agrupar a autores y
tendencias divergentes en muchos puntos de vista, en algunos casos, inclusive,
contradictorias, pero que presentan una serie de concepciones unitarias acerca de
postulados fundamentales, que fue lo que permitió a los positivistas reunirlas con
propósitos didácticos.

El mundo clásico partió de una imagen excelsa, ideal, del ser humano como centro
del universo, como dueño y señor absoluto de sí mismo, de sus actos. El dogma
de la libertad que hace iguales a todos los hombres (sin diferencias entre el
hombre delincuente y no delincuente) y fundamenta la responsabilidad: el absurdo
comportamiento delictivo solo puede comprenderse como consecuencia del mal
uso de la libertad en una situación concreta, no a pulsiones internas ni a
influencias externas. Para los clásicos, el delincuente es una suerte de pecador
que optó por el mal, pudiendo y debiendo haber respetado la ley. Existe algo muy
importante en la escuela clásica que se recoge de sus autores: la defensa de las
garantías individuales y su reacción contra la arbitrariedad y los abusos de poder.
Se reconocen como representantes destacados de la escuela clásica, además de
Cesare Beccaria, entre otros a Giovanni Carmignani, PellegrinoRossi y Francisco
Carrara.

En los siglos XVII y XVIII surgieron nuevos grupos sociales, como por ejemplo los
mercaderes, banqueros y los hombres de negocio (los burgueses), esta época fue
denominada como la Era de las Luces o la Ilustración. Los pensadores de la
Ilustración sostenían que la razón humana podía combatir la ignorancia, la
superstición y la tiranía, y construir un mundo

mejor. En la segunda mitad del siglo XVIII, pese a que más del 70% de los
europeos eran analfabetos, la intelectualidad y los grupos sociales más relevantes
descubrieron el papel que podría desempeñar la razón, íntimamente unida a las
leyes sencillas y naturales, en la transformación y mejora de todos los aspectos de
la vida humana. Como característica común hay que señalar una extraordinaria fe
en el progreso y en las posibilidades de los hombres y mujeres, para dominar y
transformar el mundo. Los ilustrados exaltaron la capacidad de la razón para
descubrir las leyes naturales y la tomaron como guía en sus análisis e
investigaciones científicas. Defendían la posesión de una serie de derechos
naturales inviolables, así como la libertad frente al abuso de poder del absolutismo
y la rigidez de la sociedad estamental del Antiguo Régimen, por tal motivo el
Estado dejo de ser observado como una entidad divina que imponía sus castigos y
reglas para todos los ciudadanos, sino que se exigió que siguiera los dictados de
la razón. La reforma clásica, tuvo sus inicios en la última mitad del siglo XVIII en
Inglaterra e Italia y se extendió a Europa Occidental y a Estados Unidos. Teniendo
en cuenta que lo más importante es que la Escuela Clásica no existió como tal,
desde el punto de vista histórico, sino gracias a Enrico Ferri, que comenzó a
llamarle clásicos a los juristas prepositivistas y posteriores a Cesar Beccaria.

La base de la teoría clásica de la criminología estaba apoyada sobre la teoría del


contrato social, que sostenía que los hombres se reunían libremente en sociedad
conforme a una serie de acuerdos que garantizaban el orden y la convivencia. Es
en relación a este consenso, que se proponía el castigo de aquellas conductas
que eran perjudiciales o peligrosas para el cuerpo social, y la recompensa de
aquellas que de alguna manera contribuían al mantenimiento del equilibrio del
mismo. De esta forma, se establecía una tipología de aquellas conductas
consideradas como desviaciones que posibilitaban clasificar a un individuo como
delincuente. Con base en esto las penas que la ley imponía aseguraban el buen
funcionamiento y la supervivencia de la sociedad, y “toda pena que exceda ese
consenso o que tenga fines distintos es ilegítima y contraviene el contrato social”
(Taylor, Walton, Young. 1990). Esta criminología clásica -que también podríamos
denominar criminología jurídica- se sustentaba básicamente en el derecho, sobre
todo aquel de tradición indoeuropea que, según Beristarain (1978), está basada:
“en un derecho que controla con rigidez y rectitud la vida del pueblo, y que admite
o necesita el Estado como centro de las relaciones comunitarias”. Dado que cada
disciplina surge en el marco de un entorno socio-histórico específico que de
alguna manera caracteriza los supuestos explícitos e implícitos que le dan
sustento, es menester agregar que, para estos tiempos en que surge la
criminología, como asevera Foucault, comienza a desarrollarse un discurso que
por primera vez “articula una concepción binaria de la sociedad: hay siempre dos
grupos, dos categorías de individuos...” Esta estructura binaria que atraviesa la
sociedad, instituye un esquema de explicación marcado por la asimetría, en donde
hay “una raza puesta como la verdadera y única (la que detenta el poder y es
titular de la norma) y los que constituyen otros tantos peligros para el patrimonio
biológico. En ese momento aparecerán todos los discursos biológicos-racistas
sobre la degeneración y todas las instituciones que, dentro del cuerpo social,
harán funcionar el discurso de la lucha de razas como principio de segregación, de
eliminación y de normalización de la sociedad” (Foucault,1996:56). Es justamente
a partir de este mismo discurso, que se va a desarrollar la idea de desviación con
la que se caracteriza a la conducta del delincuente. El desviado es un ser inferior
que presenta una patología, esta debe ser “sanada” a partir de los procesos de
normalización vinculados específicamente al encierro institucional

Si bien, a lo largo del desarrollo de la disciplina criminológica se han sucedido una


serie de cambios de paradigma en lo que respecta a la concepción del “hombre
delincuente”, actualmente se siguen sintiendo en nuestras instituciones y prácticas
institucionales los efectos de este discurso: el delito es una enfermedad de
determinados individuos que tuvieron una “mala socialización” y que deben ser
excluidos y encerrados para “resocializarlos” e integrarlos como miembros sanos
de la sociedad.

Representantes de la Escuela Clásica.

 Cesare Beccaria (1738 – 1774)

Para algunos autores, la criminología clásica, fundada por Cesare Beccaria (1738-
1774), en el espíritu del Iluminismo europeo, quien en 1764 publica “De los delitos
y de las penas”, comprendía las leyes existentes, proponía escribir las leyes para
que pudieran ser comprendidas por todos los individuos y no solo por máximos
juristas, tratando de encontrar la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y
evitar una interpretación desviada por conceptos morales de los juristas o los
jueces y, por último, el de limitar el ámbito de las leyes penales al mínimo
necesario para disminuir el delito. Se ha afirmado que gracias a la Escuela Clásica
se pudo terminar con la barbarie y la injusticia que el derecho penal representaba,
procuró la humanización por medio del respeto a la ley, del reconocimiento a las
garantías individuales y de la limitación al poder absoluto del Estado.

 PellegrinoRossi (1787 - 1848)

El profesor de Bolonia, Ginebra y París que es asesinado por los pensamientos


políticos que generaba, fue quien escribió el primer gran clásico reconocido por
todos, aunque no es posible olvidar otras aportaciones de sus contemporáneos
como Bentham, aporto con su obra

“Teoría de las Penas y de las Recompensas” escrita en 1840. Para algunos es


este autor el que sienta las bases para la Escuela Clásica, con su obra “Filosofía
del Delito” escrita en 1839. Rossi consideraba que existía un orden moral que
todos los seres, libres e inteligentes, deberían de seguir, pensando que aquella
tendría que aplicarse en la sociedad, puesto que todos los individuos están hechos
para vivir en sociedad por lo tanto surge un orden obligatorio para toda una
sociedad y del cual se derivarían todos los derechos y obligaciones. Él piensa que
la capacidad de juzgar le pertenece al “superior”, pero no niega que todo hombre
al ser tal, es inteligente y puede juzgar por igual. Para él, el fundamento del
derecho de castigar, es el eterno principio de la justicia.

 Giovanni Carmignani (1768-1847)

Otro ilustre representante, que trata de explicar que el castigo que se le impone a
un criminal por un delito que cometió, no se hace con el ánimo de tomar una
venganza, sino de prevenir que en un futuro no realice otros delitos semejantes,
hace a la necesidad del orden social como la fuente y la ley moral como el limite.
 Francisco Carrara (1805 - 1888)

Considerado por algunos como el padre de la escuela clásica del derecho penal,
llevo al Derecho Penal a su verdadera esencia jurídica y cobra importancia porque
cuando se hace referencia a la Escuela Clásica, son las doctrinas de Carrara
generalmente las que se someten a examen. El conjunto de doctrinas de Carrara
representan el término de la evolución de la Escuela Clásica. Este autor sostiene
que el derecho es connatural al hombre. La ciencia del derecho criminal es un
orden de razones emanadas de la ley moral, preexistente a las leyes humanas. El
delito es un ente jurídico que

reconoce dos fuerzas esenciales. Según Carrara delito es: “La infracción de la ley
del estado, promulgada para proteger la seguridad de los ciudadanos, resultante
de un acto externo del hombre, positivo o negativo, moralmente imputable o
políticamente engañoso”. La pena no debe exceder a las necesidades de la tutela
jurídica; si excede, ya no es protección del derecho sino violación del mismo. La
imputabilidad penal se funda en el principio del libre albedrío. Carrara, dice: “no
me ocupo de cuestiones filosóficas: presupongo aceptada la doctrina del libre
arbitrio y de la imputabilidad moral del hombre, y sobre esta base edificada la
ciencia criminal, que mal se construiría sin aquella”

Postulados de la Escuela Clásica

 Igualdad:El hombre ha nacido libre e igual en derechos, ya que la


igualdad entre desiguales es la negación de la propia igualdad.
 Libre albedrío: Si todos los hombres son iguales, en todos ellos se ha
depositado el bien y el mal; pero también se les ha dotado de la
capacidad para elegir entre ambos caminos y si se ejecuta el mal, es
porque se quiso y no porque la fatalidad de la vida haya arrojado al
individuo a su práctica.
 Entidad del delito:El Derecho Penal debe volver sus ojos a las
manifestaciones externas del acto, a lo objetivo; el delito es un ente
jurídico, una injusticia; sólo al derecho le es dable señalar las conductas
que devienen dificultosas.
 Imputabilidad moral: Como consecuencia del libre albedrio, base de la
ciencia penal para los clásicos: si el hombre está facultado, para
discernir entre el bien y el mal y ejecuta este, debe responder de su
conducta habida cuenta de su naturaleza moral. Expresa Carrara que la
ley dirige al hombre en tanto es un ser moralmente
libre y por ello no se le puede pedir cuenta de un resultado del cual sea
causa puramente física, sin haber sido causa moral.
 Método Deductivo Teológico: es decir, finalista.

Criticas a la Escuela Clásica

 No utilizó un método científico.


 Se ocupó únicamente del delito como hecho social pero no se encargó
de estudiar al delincuente.

LA ESCUELA POSITIVA

El positivismo es una postura filosófica que tuvo un impacto y por tanto una
influencia enorme en el campo de lo científico y por supuesto la búsqueda del
conocimiento comprobable y válido también hizo eco, como se señalo
anteriormente, en la criminología, el derecho penal y la política criminal; así lo
indica Elbert (2001:50): El positivismo está estrechamente ligado a la búsqueda
metódica sustentada en lo experimental, rechazando nociones religiosas, morales,
apriorísticas o conceptos abstractos, universales o absolutos, Lo que no fuese
demostrable materialmente, por vía de experimentación reproducible, no podía ser
científico. El positivismo se expandió exitosamente, como un pensamiento
progresista, revolucionario, capaz de sacar al mundo del atraso y del oscurantismo
religioso o supersticioso de los siglos precedentes. El hombre y la ciencia serían
artífices de todas las explicaciones y los descubrimientos, capaces de superar
todas las enfermedades, los obstáculos sociales y hasta la propia naturaleza. El
Positivismo no niega la existencia de lo absoluto o metafísico, pero tampoco se
ocupa del problema, limitándose al estudio de lo real. Por ello los positivistas
negaron carácter científico a las disciplinas filosóficas propiamente dichas.
Augusto Comte. (1798-1857) es considerado como el padre del positivismo, a
partir de él justamente se inicia el interés por clasificar las ciencias. El postulado
de esta escuela se basa en el culto a los hechos, a los fenómenos, a lo dado;
toman patrones de las ciencias naturales y pretenden trasladarlos al derecho
penal. Tres fueron los personajes más representativos dentro de la escuela
positiva: Lombroso, Ferri y Garófalo, cuyos apuntes biográficos se incluyen en la
unidad correspondiente a la historia de la criminología. El positivismo
criminológico, destronaría al hombre, privándole de su centro y de su reinado, al
negar el libérrimo control del mismo sobre sus actos y su protagonismo en el
mundo natural, en el universo y en la historia. El hombre, según Ferri no es el rey
de la creación, como tampoco la tierra es el centro del universo, sino una
combinación transitoria. El positivismo criminológico inserta el comportamiento del
individuo en la dinámica de causas y efectos que rige el mundo natural o el mundo
social: en una cadena de estímulos y respuestas, determinantes internos
(biológicos) o externos (sociales).

Representantes de la Escuela Positiva

 Cesare Lombroso (1835 – 1909)

Considerado como el fundador del positivismo biológico, desarrolla, un poco antes


de 1876, su teoría del hombre criminal, él, quien pertenecía a la llamada escuela
de antropología criminal, establece el concepto de criminal atávico, según el cual
el delincuente representaba una regresión a estados evolutivos anteriores,
caracterizándose la conducta delincuente por ser innata. Este criminal atávico
podía ser reconocido debido a una serie de estigmas físicos o anomalías, como
por ejemplo, el excesivo desarrollo del cerebelo, asimetría del rostro, dentición
anormal, y lo que se considera como la característica más atávica en los
criminales, a saber, el hoyuelo en medio del occipital.
 Enrico Ferri (1856-1929)

Afamado abogado adherido al fascismo, militante en un principio del Partido


Socialista Popular- desde su época de estudiante se pronunció completamente en
contra de la Escuela Clásica y del pensamiento del derecho penal liberal. Para él,
el hombre es una máquina que no posee autodeterminación con respecto a su
conducta, sino que ésta era completamente predeterminada por distintos factores
que en cierto momento invariablemente terminarían en la comisión de un delito. Al
respecto y en la búsqueda de la formulación de los fenómenos determinantes de
la conducta, Ferri elaboró “La ley de saturación”

Entre algunas de las ideas radicales que manejaba Ferri, en las cuales establecía
que las penas y/o castigos eran ineficaces, proponiendo entonces una gran
cantidad de medidas de reforma social encaminadas a la prevención.

A continuación tomaremos un párrafo en el cual Ferri caracteriza el enfoque de la


escuela positivista: Ferri (1887) “Estudiar al delito, primero en su génesis natural,
y después en sus efectos jurídicos, para adaptar jurídicamente diversos remedios
a las varias causas que lo producen los que, en consecuencia serán eficaces.”

 Raffaele Garofalo (1851 - 1934)

Juez descendiente de una familia noble y conservadora que en cuestión de


carácter era muy diferente al temperamental Ferri, pero que al hablar de ideas
acerca de la criminología y posiciones políticas eran coincidentes con las de éste,
llegando a compartir tanto actividades científicas como políticas; colocando a
Garófalo como el sistematizado del ideario y del programa positivista. En 1885
publicó “Criminología”, referente por demás histórico del nacimiento de tal
disciplina. Derivado de su convicción de que el delito es consecuencia de
anormalidades psicológicas o morales hereditarias del delincuente, haciendo
énfasis en que tales anormalidades eran distintas a la enfermedad mental;
estableció que si bien los delitos cometidos son distintos en las diversas regiones
del mundo, existen ciertas conductas delictivas que se mantienen constantemente
presentes (homicidio, violaciones, robo) y concluyó que el positivismo no podía
limitarse a definir al delincuente, sino que también debía definir al delito mediante
la creación de una noción propia y universal del mismo.“Los delitos universales
serían, aquellos que provocan un reproche universal, lesionando reglas que
facilitan la vida social”. Derivado de la afirmación de la existencia de delitos
constantes en el mundo y delitos propios de cada región, Garofalo propuso crear
dos códigos penales, uno para los delitos universales y otro acorde a cada país y
sus necesidades. Al igual que Lombroso y Ferri, estableció una clasificación para
los delincuentes, sin embargo ésta se basaba también en parámetros subjetivos,
imprecisos y difíciles de diferenciar. Cabe destacar que se de hecho se distanció
marcadamente de la antropología de Lombroso y del sociologismo de Ferri,
compartiendo con ellos únicamente la idea de defensa social como fundamento de
la política criminal. Garofalo es el jurista; pretende dar organización jurídica a las
concepciones positivas y produce la definición del delito natural.

Postulados de la Escuela Positiva.

 El punto de mira de la justicia penal: es el delincuente El delito es


solo un síntoma revelador de su estado peligroso.
 Método experimental: Se rechaza lo abstracto para conceder carácter
científico solo a lo que pueda inducirse de la experiencia y de la
observación.
 Negación del Libre Albedrío: El hombre carece de libertad de
elección. El delincuente es un anormal.
 Determinismo de la Conducta Humana: Consecuencia natural de la
negación del libre albedrío: la conducta humana está determinada por
factores de carácter físico-biológico, psíquico y social.
 El Delito como FenómenoNatural y Social: Si el delito es resultado
necesario de las causas apuntadas, tiene que ser forzosamente un
fenómeno natural y social.
 Responsabilidad Social: Se sustituye la imputabilidad moral por la
responsabilidad social. Si el hombre se halla fatalmente impedido a
delinquir, la sociedad se encuentra también irremediablemente inclinada
a defenderse.
 Sanción Proporcional al Estado Peligroso:La sanción no debe
corresponder a la gravedad objetiva de la infracción, sino a la
peligrosidad del autor.
 Importa más la Prevención que la Represión de los Delitos: La pena
es una medida de defensa cuyo objetivo es la reforma de los
delincuentes re adaptables y la segregación de los inadaptables por ello
interesa más la prevención que la represión; son más importantes las
medidas de seguridad que las mismas penas.

Criticas a la Escuela Positiva

 La noción de criminal nato de Lombroso es totalmente inaceptable en la


actualidad. –
 Negación de la voluntad del hombre para discernir.

Aportes de la escuela clásica según sus postulados a la ley de régimen


penitenciario venezolano.

 El delincuente es un nombre normal dotado de las mismas capacidades y


oportunidades que los demás hombres. – Ley de régimen penitenciario
(art2) “Durante el período de cumplimiento de la pena deberán respetarse
estrictamente todos los derechos inherentes a la persona humana
consagrados en la Constitución y leyes nacionales”…

 Cada delito debe tener una pena correspondiente a la gravedad del mismo.
Cada delito y cada pena deben estar escritos y determinados en la ley
penal (art 45) “El reglamento determinará las faltas disciplinarias y su
correspondencia con las sanciones establecidas en esta Ley, así como
también la autoridad que pueda imponerlas y el procedimiento a seguir en
cada caso”
 Proclaman la abolición de la pena de muerte(art 6)  “Se prohibe someter a
los penados a tortura y a cualquier clase de trato cruel, inhumano o
degradante, así como el empleo de medios de coerción que no sean
permitidos por la Ley. Cualquier violación de la presente disposición dará
lugar a la imposición de las sanciones previstas en la Ley”.

Aportes de la escuela clásica según sus postulados a la ley de régimen


penitenciario venezolano

 Las sanciones deben durar mientras dure la peligrosidad del criminal y por
ello son indeterminadas. Los criminales muy peligrosos deben ser aislados
– Ley de Régimen Penitenciario (art 9) “Los penados serán clasificados
conforme a los principios de las disciplinas científicas que orientan la
organización de regímenes penitenciarios. Se tomarán en cuenta
principalmente el sexo, edad, naturaleza y tipo del delito, antecedentes
penales, grado cultural, profesión u oficio, estado de salud, características
de su personalidad y la naturaleza y duración de la pena.”

 La clasificación se hará en el período de observación, que no excederá de


tres meses, y servirá para establecer el diagnostico criminológico y el
tratamiento adecuado a la personalidad del recluso y a la duración de la
pena. - Ley de Régimen Penitenciario (art 10). La clasificación se hará en el
período de observación, que no excederá de tres meses, y servirá para
establecer el diagnostico criminológico y el tratamiento adecuado a la
personalidad del recluso y a la duración de la pena.

 El fin de la sanción no es restablecer el orden jurídico sino el de combatir la


criminalidad. La sanción es un instrumento de defensa social y protección,
no de castigo o retribución y debe buscar la readaptación del individuo –
Ley de régimen penitenciario (art2) La reinserción social del penado
constituye el objetivo fundamental del período de cumplimiento de la pena
CONCLUSION

El comportamiento humano ha sido en todos los tiempos motivo de interés y


preocupación especialistas de diferentes disciplina y que la criminología incorpora
a su objetivo investigaciones sobre la víctima del delito y el denominado control
social, influyendo en la actualidad de manera directa o indirecta. El sistema penal
en la escuela clásica “se va a centrar en el autor del delito y no en el delito como
tal las acciones punibles.” Este autor o agente activo del delito no será
“reprochable moralmente”, sino, que se encargara de remediar y reeducar un
comportamiento contrario a la seguridad de la sociedad, a lo que concierne a la
tradición positivista “impulsan y avalan técnicas para la cuantificación del
comportamiento, a partir de las cuales pueden aproximarse a la realidad objetiva
(idea de neutralidad del observador) y descubrir las leyes subyacentes de la
acción humana que, para el caso particular de la criminología, podían ser
descubiertas a partir del análisis de las estadísticas y la posterior generalización
de los resultados”

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