Economia Circular

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SERIE DE PUBLICACIONES SOBRE ECOLOGÍA

VOLUMEN 44.3

Economía Circular de Cero Residuos


Un Cambio de Reglas del Juego Sistémico Contra el
Cambio Climático

Por Mariel Vilella

Editado por la Fundación Heinrich Böll


La autora

Mariel Vilella es la Directora General de Zero Waste Europe. La misión de Zero Waste Europe es
empoderar a las comunidades europeas y a los agentes de cambio para que rediseñen su relación
con los recursos, adopten estilos de vida más inteligentes y y patrones de consumo sustentables
que estén en concordancia con una administración “circular” de los recursos.

Published under the following Creative Commons License:


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Economía Circular de Cero Residuos


Un Cambio de Reglas del Juego Sistémico Contra el Cambio Climático
Por Mariel Vilella
Volumen 44.3 de la serie de publicaciones sobre ecología

Distribución Gratuita

Editor de Contenido: Gary González, Asesor de Cambio Climático Fundación Heinrich Böll para
el Cono Sur/ Traducción al español texto: Vera von Kreutzbruck
(VVK Studio)/ Incorporación traducción al español, gráficos e ilustraciones: Pablo Daza
Impreso en Chile por MásGráfica Ltda
Responsable Publicación: Ingrid Wehr, Representante Regional Fundación Heinrich para el
Cono Sur

ISBN 978-3-86928-178-0

Fundación Heinrich Böll Cono Sur

D Avenida Francisco Bilbao 882, Providencia, Santiago de Chile | T +56 2 2584 0172
W www.cl.boell.org | @SurHbs | @FundacionHeinrichBollConoSur
CONTENIDOS

Introducción 7
Un cambio de reglas del juego sistémico contra el cambio climático 11
Prevención de residuos 11
Maximización de la recuperación material 13
Rediseñando y eliminando productos gradualmente 16
Reformando los sistemas de energía y contabilidad de GEI 17
Desarrollo de las comunidades y las economías locales 18
Eliminación gradual de la incineración de residuos y vertederos 19
Análisis cuantitativo del ahorro de emisiones de GEI 21
Conclusión 23
INTRODUCCIÓN

En las últimas décadas, las acciones frente al cambio climático se han


concentrado en los sectores señalados como los que más contribuyen al problema:
principalmente los sectores de energía y transporte, con especial atención en el
uso de combustibles fósiles. Si bien estos sectores son sin duda importantes, para
mantener el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados centígrados hay que
adoptar una visión mucho más amplia y profunda del funcionamiento de nuestra
economía. Es necesario analizar nuestros hábitos de producción y consumo en
particular y la gestión de recursos en general.
Por un lado, nuestra economía lineal, que ha llevado a un rápido y global
aumento en la extracción de recursos, es tan responsable del cambio climático
como cualquier otra fuente de emisiones de gases de efecto invernadero que
consuma mucha energía fósil. Su lógica básica consiste en extraer recursos
naturales primarios, produciendo una cantidad cada vez mayor de productos,
generalmente diseñados para no durar mucho tiempo, implicando dudosos
estándares ambientales y efectos tóxicos. Luego, los productos se transportan a todo
el mundo por medios de uso intensivo de energía, asegurando su consumo rápido
y compulsivo, donde finalmente son desechados en vertederos o incineradores. En
este sentido, la economía lineal no solo está impulsando el consumo excesivo y la
explotación insostenible de los recursos naturales, sino que también contribuye a
una producción de desechos cada vez mayor, un aspecto problemático en sí mismo.
Los desechos son el resultado final de la economía lineal — una mezcla de
plástico, papel, desperdicio de alimentos y cualquier otro desecho generado en el
diario vivir — contribuye al cambio climático en su etapa de eliminación, una vez
que se generan y se retiran de los hogares a vertederos de basura e incineradores.
Las emisiones de residuos orgánicos que se pudren en vertederos y de desechos
quemados en incineradores contribuyen con el 6,6% de las emisiones antropógenas
totales de gases de efecto invernadero.1
Sin embargo, los residuos no son solo un problema en su etapa de eliminación.
El desecho en sí mismo está formado de recursos naturales que se han extraído,
fabricado, transportado, consumido y eventualmente eliminado, y todos estos pasos
del sistema de la economía lineal generan una parte importante de las emisiones
antropogénicas globales de gases de efecto invernadero que están efectivamente
integrados en los productos que consumimos y desechamos.
Por lo tanto, considerando el ciclo de vida completo de un producto, la
cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que genera es grande y
significativa. Por ejemplo, se ha estimado que la gestión de materiales, — en otras
Introducción

1 Fischedick, M., et al. (2014). Industry. En IPCC, Climate Change 2014: Mitigation of Climate Change.
Contribution of Working Group III to the Fifth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on
Climate Change. (Edenhofer, O., et al. (Eds.)). Cambridge y Nueva York: Cambridge University Press.

7
palabras la provisión de bienes y alimentos —, se asocia con el 42% de las emisiones
de GEI antropogénicas de Estados Unidos en el 2006 (Figura 1).2

Economía Circular de Cero Residuos Un Cambio de Reglas del Juego Sistémico Contra el Cambio Climático
Desafortunadamente, los lineamientos contables establecidos por el Panel
Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) para los inventarios
nacionales de emisiones de gases de efecto invernadero, no tienen en cuenta un
enfoque de ciclo de vida. Para el sector de residuos, los inventarios solo incluyen
datos sobre las emisiones producidas en vertederos e incineradores. Este vacío
contable, sumado a otras falencias metodológicas en los sistemas de contabilidad
de gases de efecto invernadero, que se analizan más adelante en este capítulo,
presentan una imagen engañosa de la contribución potencial de la gestión de
recursos al cambio climático. En resumen, la contribución potencial que genera
la prevención y el manejo de residuos, en lo que respecta al cumplimiento de las
metas acordadas de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados
centígrados, podría ser por lejos mayor que las emisiones totales registradas en la
sección de “residuos” del inventario reportado a la CMNUCC.

2 U.S. Environmental Protection Agency Office of Solid Waste and Emergency Response. (2009).
Opportunities to Reduce Greenhouse Gas Emissions through Materials and Land Management Practices.
https://www.epa.gov/sites/production/files/documents/ghg-land-materials-management.pdf

8
Opuesta a la economía lineal, la base de una economía circular es una sociedad
de cero residuos (zero waste en inglés o ZW), donde todo lo que producimos y
consumimos puede regresar con seguridad a la naturaleza o la sociedad.3 El IPCC
ya reconoce que los programas que reducen, reutilizan y reciclan los desechos
municipales, son medios efectivos y de alto impacto para reducir las emisiones de
gases de efecto invernadero. De hecho, una economía circular de cero residuos va
más allá del modelo de las 3 Rs y propone una transformación mucho más integral
de nuestros patrones de producción y consumo para lograr una alta eficiencia
de recursos y de esa forma avanzar hacia una sociedad con cero residuos y cero
emisiones.
Las soluciones de cero residuos, junto a medidas a favor de la protección
climática en otros sectores, pueden cambiar las reglas del juego y ayudar a lograr el
objetivo global de limitar el calentamiento global a un máximo de 1,5 ºC. Es posible
cumplirlo si se incorporan los principios de conservación de materiales, reducción
de tóxicos, distribución y acceso equitativo de los recursos.
Además, estas soluciones — que incluyen la reducción de desperdicios,
el rediseño, el compostaje, el biogás, la responsabilidad del productor, la
transformación de los hábitos de consumo, el empoderamiento de la comunidad
y el reciclaje — podrían implementarse hoy, utilizando las innovaciones existentes,
con resultados inmediatos.
En ciudades y regiones de todo el mundo, las cooperativas de recicladores,
los legisladores visionarios y los profesionales vanguardistas están demostrando
que la estrategia de cero residuos es viable. A diferencia de la idea primitiva de
quemar desechos, las soluciones de cero residuos crean medios de vida, ahorran
dinero y protegen el medio ambiente y la salud pública. Estos esfuerzos van de la
mano con la producción limpia, la responsabilidad del productor y los programas
de minimización de desperdicios para materiales peligrosos y difíciles de
reciclar. Todas estas prácticas estratégicas, con un enfoque de abajo hacia arriba,
proporcionan algunas de las soluciones urbanas más descentralizadas para reducir
la contaminación climática, conservando la energía y los recursos naturales.
Además, ofrecen enormes oportunidades para el desarrollo de economías locales.
Introducción

3 IPCC. (2014). op. cit.

9
Un cambio de reglas del juego
sistémico contra el cambio climático

Una economía circular de cero residuos tiene implicancias climáticas muy


importantes. Fundamentalmente, los programas de cero residuos tienen como
resultado una menor demanda de materiales vírgenes, cuya extracción, transporte
y procesamiento son fuentes importantes de emisiones de gases de efecto
invernadero y, por lo tanto, reducen las emisiones en prácticamente todas las
industrias y sectores económicos.
Además, la implementación exitosa de una economía circular de cero residuos
proporcionará otros beneficios ambientales, sociales y económicos significativos,
como la eficiencia de recursos, la creación de empleos, la prosperidad baja en
carbono, un medio ambiente saludable, una producción limpia y un consumo
sustentable.
Pero para garantizar tal éxito, es necesario adoptar un enfoque integral. La
transición hacia una economía circular de cero residuos requiere de cambios
fundamentales en toda la economía y deben basarse en los siguientes pilares
interdependientes: la reducción constante de desechos a través de la prevención de
residuos y la maximización de la recuperación de materiales mediante esquemas
de recolección separados, el rediseño de productos y procesos, las instalaciones de
tratamiento flexibles de residuos, la reformulación de políticas de energía renovable
y metodologías de contabilidad de gases de efecto invernadero y apoyo al desarrollo
de esquemas dirigidos por trabajadores. Todo esto se traduce operativamente como
parte de los principios generales de la economía circular.

Prevención de residuos
No hace falta decir, que el mejor residuo es aquel que nunca se produce. De
hecho, la prevención y reducción de residuos es la opción preferida en la jerarquía de
Un Cambio de Reglas del Juego Sistémico Contra el Cambio Climático

residuos en términos de sustentabilidad (Fig.2)4 y la más efectiva para la mitigación


del cambio climático en cuanto a la gestión de recursos.
Los efectos de las diferentes opciones se muestran en términos convencionales
(excluyendo emisiones de CO2 de origen biogénico) en la Figura 3.5 Se puede
observar en la Figura 3, que los principales beneficios provienen de la prevención
de residuos, mientras que la eliminación de desechos, incluida la incineración con
la recuperación de energía (conocida como incineración de residuo-en-energía),
tiende a hacer contribuciones a las emisiones de cambio climático en lugar de
ayudar a reducirlas.

4 Waste Hierarchy. Reimpreso por ‘From the 3Rs to the Zero Waste hierarchy’, en Zero Waste International
Alliance, 2013. https://zerowasteeurope.eu/2013/04/zero-waste-hierarchy/
5 Eunomia. (2015). The Potential Contribution of Waste Management to Climate Change Mitigation.
http://www.zerowasteeurope.eu/downloads/the-potential-contribution-of-waste-management-to-
a-low-carbon-economy

11
Economía Circular de Cero Residuos Un Cambio de Reglas del Juego Sistémico Contra el Cambio Climático
Los textiles, el aluminio, los residuos de alimentos y el plástico se encuentran
entre los principales flujos de desechos que pueden ser de vital importancia para
la mitigación del cambio climático, si se reducen6. En la producción de textiles, por
ejemplo, las emisiones de gases de efecto invernadero totalizaron 1.200 millones de
toneladas de CO2 equivalente en 2015, más que el total generado por todos los vuelos
internacionales y el transporte marítimo combinados, principalmente debido
a la naturaleza “fast fashion o moda rápida” de las tasas globales de producción
y consumo de productos de ropa. Si solo se duplicara la cantidad promedio de
veces que se usa una prenda, las emisiones de GEI serían un 44% más bajas.7 Una
economía circular de cero residuos para los textiles, con la inclusión de altas tasas
de utilización de la ropa, el reciclaje mejorado y la reducción de los residuos en la
producción, reduciría los impactos negativos.

6 Eunomia. (2015). op. cit.


7 Ellen MacArthur Foundation. (2017). A new textiles economy: Redesigning fashion’s future. https://www.
ellenmacarthurfoundation.org/publications/a-new-textiles-economy-redesigning-fashions-future

12
De manera similar, los beneficios de la prevención del desperdicio de alimentos
son significativos. La recolección selectiva de residuos de alimentos puede dar
lugar, tanto en los hogares como en las empresas, a una mayor conciencia de lo que
se desecha (motivando así un efecto preventivo). Así, los beneficios de este enfoque
se vuelven todavía mayores. Los datos utilizados para elaborar la Figura 3, indican
que cada tonelada de desperdicio de alimentos prevenido ahorra 4,5 toneladas de
CO2 eq.
Un Cambio de Reglas del Juego Sistémico Contra el Cambio Climático

Maximización de la recuperación material


Si la prevención no es posible, un sistema de economía circular de cero residuos
garantiza que los residuos de nuestro consumo se recuperen de manera segura y
eficiente. Al hacerlo, se garantiza una reducción continua de los desechos per cápita
(los desechos que son inevitables, los que no se reutilizan, ni reciclan ni que se
convierten en abono) y se aumenta radicalmente la eficiencia de los recursos.
Dicho sistema requiere la separación de residuos en origen para reutilizar,
reparar y reciclar materiales inorgánicos, y compostar o digerir materiales orgánicos.
La introducción de un sistema de este tipo ha demostrado ser un elemento clave de

13
éxito en, por ejemplo, Capannori (Italia), la primera ciudad de Europa en inscribirse
en una Estrategia de Cero Residuos en 2007, comprometiéndose a generar cero
residuos para 2020.
En Capannori, la recolección puerta a puerta se introdujo por etapas en todo
el municipio entre 2005 y 2010, comenzando en los pequeños pueblos, donde los
errores se pudieron identificar y corregir tempranamente, y luego se ampliaron
para abarcar toda el área municipal en 2010. Para ese momento, el 82% de los
residuos municipales se separaban en origen, dejando solo el 18% de los desechos
para los basurales. Dado que esto ocurrió de la mano de una fuerte reducción en
la generación de residuos, el efecto combinado fue una minimización aún más
significativa de los desechos.

Economía Circular de Cero Residuos Un Cambio de Reglas del Juego Sistémico Contra el Cambio Climático

La recolección separada de productos orgánicos es un paso fundamental


dentro del sistema tradicional de recolección de desechos, ya que evita que las
emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de productos orgánicos
se pudran en los vertederos. Esto es particularmente importante en los países

14
que se están desarrollando rápidamente, donde los residuos sólidos municipales
continúan aumentando y donde se espera que las emisiones de metano de los
rellenos sanitarios aumenten casi un 50% entre 1990 y 2020.8 Los efectos de atrape
de calor a corto plazo del metano son severos; durante los próximos 20 años – el
período de tiempo más crucial para implementar acciones efectivas contra el
calentamiento global – el potencial del metano para atrapar el calor en la atmósfera
es 72 veces mayor que el del CO2, medido en toneladas.9 Por lo tanto, reducir las
emisiones de metano es fundamental para evitar un cambio climático catastrófico,
ya que el metano es el segundo causante más importante, después del CO2, del
calentamiento global por causa del hombre.10
Además, la recuperación de los residuos orgánicos contribuye a cerrar el vacío
de nutrientes y permite que componentes vitales como el nitrógeno, el fósforo
y el potasio regresen al suelo en forma de compost, capturando el carbono de
manera efectiva y mejorando la resistencia de los cultivos, además de aumentar la
capacidad de retención de agua del suelo.11 A su vez, el uso de compost evita el uso
de fertilizantes químicos y fomenta una agricultura libre de pesticidas. A su vez,
esta práctica ofrece mayores ahorros de emisiones de gases de efecto invernadero,
impulsa la creación de nuevos empleos y brinda beneficios para la salud.
El beneficio climático que brinda la maximización de la recuperación material
también se pudo demostrar en una investigación reciente sobre el Paquete
(de medidas) de Economía Circular, aprobado por la Comisión Europea. Si se
implementa un 70% de reciclaje, se reducen un 30% los residuos de alimentos
y se reciclan un 80% de los residuos de envases, la UE ahorraría 190 millones de
toneladas de CO2-eq/año, lo que sería el equivalente a las emisiones anuales totales
de los Países Bajos.12
Con respecto al fomento y a la implementación de un sistema de recolección
selectivo, es de vital importancia ofrecer incentivos económicos. Los programas
Pay As You Throw o Pague a Medida que Tira, donde las familias pagan una tarifa
basada en la cantidad de desechos que entregan para su recolección a la autoridad
local, son una herramienta eficaz para incrementar la separación y el reciclaje de
los residuos, y también ayudan a reducir la cantidad de desechos. En Capannori, la
nueva tarifa de desechos implementada en 2012 a través de un esquema de Pague
a Medida que Tira generó una mejor prevención y separación, donde más tarde fue
implementada por muchos otros municipios y, como consecuencia, las tasas de
Un Cambio de Reglas del Juego Sistémico Contra el Cambio Climático

separación en origen aumentaron un 90%.

8 Bogner, J., et al. (2007). Waste Management. En IPCC, Climate Change 2007: Mitigation. Contribution of
Working Group III to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change.
(Metz, B., et al. (editores.)). Cambridge y Nueva York: Cambridge University Press.
9 Summary for Policymakers. En IPCC. (2007). Climate Change 2007: The Physical Science Basis.
Contribution of Working Group I to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on
Climate Change. (Solomon, S., et al. (editores)).Cambridge y Nueva York: Cambridge University Press.
10 IPCC. (2001). Climate Change 2001: The Scientific Basis. (Houghton, J. T., et al. (editores)).
Cambridge y Nueva York: Cambridge University Press. http://pubman.mpdl.mpg.de/pubman/item/
escidoc:995493/component/escidoc:995492/WG1_TAR-FRONT.pdf
11 Para leer más sobre este tema, consulte los papers publicados por el Marin Carbon Project. https://
www.marincarbonproject.org/science/papers
12 Zero Waste Europe. (18 de mayo de 2018). Comunicado de prensa: European Commission steps
forward to cut on single-use plastics—but it’s just the beginning. https://zerowasteeurope.eu/2018/05/
european-commission-steps-forward-to-cut-on-single-use-plastics-but-its-just-the-beginning/

15
Rediseñando y eliminando productos gradualmente
Una vez que se lleva a cabo de manera óptima la recolección selectiva, la fracción
de desecho – aquella que sobra porque es demasiado tóxica para ser reciclada de
manera segura o porque está hecha de materiales no reciclables – se hace visible,
y aquí es donde se pueden estudiar y corregir los errores y las ineficiencias a nivel
del diseño industrial. Si no puede ser reutilizado, compostado o reciclado, debe
ser rediseñado para cumplir con los estándares óptimos de producción limpia,
reparabilidad, reutilización o reciclabilidad, o simplemente no debe producirse.
Si los productos no pueden ser rediseñados, se deben encontrar alternativas
innovadoras y los productos obsoletos deben eliminarse gradualmente. Esto es
particularmente importante cuando se trata de productos a base de plástico: el
reciclaje de plástico, debido a las restricciones tecnológicas inherentes del material,
no será suficiente el reducir la producción, el consumo, la eliminación y dispersión
posterior del plástico en el medio ambiente. Aquí es donde las prohibiciones de
productos pueden ser instrumentales. Las recientes campañas exitosas para
prohibir las bolsas de plástico, bombillas y otros productos de un solo uso han
demostrado el potencial de las prohibiciones de productos para reducir los desechos
y las emisiones de gases de efecto invernadero. La Comisión Europea ha anunciado
recientemente medidas legislativas claras en esta dirección.13
Dentro de esta temática, es importante enfatizar la producción limpia. Las
sustancias tóxicas deben evitarse en la etapa de diseño para permitir que los
materiales y productos circulen en un vacío, sin poner en peligro la calidad de
los materiales y la salud de los ciudadanos, los trabajadores y el medio ambiente.

Economía Circular de Cero Residuos Un Cambio de Reglas del Juego Sistémico Contra el Cambio Climático
Esto requiere cambiar nuestro enfoque hacia las sustancias tóxicas para que, en
una economía circular, las sustancias peligrosas no obstaculicen los procesos de
reutilización, reparación y reciclaje. Autorizar la inclusión de sustancias tóxicas en
productos reciclados amenaza seriamente la credibilidad y el modelo económico
de toda la industria del reciclaje.14
Esta estrategia requiere involucrarse con los productores, impulsar políticas
ambiciosas en torno a la Responsabilidad Extendida del Productor (REP) y
fomentar el cambio en los sistemas de diseño. Por ejemplo, en Noruega, el sistema
de depósito y devolución para el envasado de bebidas no solo ha reducido la basura
y sus costos asociados y ha alcanzado tasas de recolección superiores al 90%, sino
que también ha afectado el diseño de los envases de bebidas. Ahora se utiliza un
número limitado de materiales, todos ellos reciclables, lo que garantiza que serán
reciclados. Mientras tanto, en Francia, los sistemas REP con tarificación se han
utilizado más allá del embalaje para cubrir artículos como muebles o papel gráfico,
con un sistema bonus-malus que incentiva el uso de materiales reciclables no
tóxicos y penaliza los tóxicos o no reciclables.

13 Zero Waste Europe. (2018). op. cit.


14 Zero Waste Europe. (marzo de 2017). Policy Briefing: Creating a Toxic Free World: avoiding a collision
between the EU and the Circular Economy. https://zerowasteeurope.eu/downloads/creating-a-toxic-
free-world-avoiding-a-collision-between-the-eu-and-the-circular-economy/

16
Reformando los sistemas de energía y contabilidad de GEI
Como se mencionó en la introducción, las políticas actuales de clima y energía
no abordan ni aprovechan el máximo potencial del sector de la gestión de recursos.
Más importante aún, es que varios problemas relacionados con la metodología de
la contabilidad de las emisiones de gases de efecto invernadero están entregando
información errónea al ámbito político.
En primer lugar, la metodología de contabilidad de emisiones de GEI para los
inventarios del IPCC solo contempla la eliminación de desechos (incineración,
vertedero de basura) y, por consiguiente, aparenta ser un contribuyente menor
al cambio climático. Si bien es cierto que otras etapas en la cadena de gestión de
recursos, como la extracción y el transporte, pueden abordarse a través de otros
análisis sectoriales, tales análisis separados no tienen en cuenta la imagen completa
y pasan por alto los niveles superiores de la Jerarquía de Residuos y esto, en última
instancia, impide adoptar la orientación adecuada para los residuos y las políticas
climáticas.
Esta situación se ve agravada por los inventarios nacionales de GEI porque se
centran exclusivamente en las emisiones de la producción nacional e ignoran el
consumo nacional. El enfoque basado en el consumo tiene en cuenta las emisiones
de GEI directas y las del ciclo de vida de bienes y servicios (incluidos los de materias
primas, fabricación, distribución, venta minorista y la eliminación) y asigna las
emisiones de GEI a los consumidores finales de esos bienes y servicios, en lugar de
a los productores originales de esas emisiones de gases de efecto invernadero. De
esta forma, los países ricos que tienen una producción deslocalizada y altos niveles
de consumo, pueden parecer estar reduciendo su contribución al cambio climático
en sus informes de emisiones nacionales, presentando una imagen engañosa de
lo importante que es abordar el consumo derrochador para enfrentar el cambio
climático.
Otra cuestión clave que debe abordarse dentro de las metodologías de
contabilidad de emisiones, es la suposición errada de que las emisiones biogénicas
resultantes de la quema de residuos orgánicos o de biomasa pueden considerarse de
carbono cero o neutro en carbono. Como lo expresó Eunomia: “Es un error suponer
que el CO2 de origen no fósil no importa (...) la única forma correcta de procesar es
Un Cambio de Reglas del Juego Sistémico Contra el Cambio Climático

tener en cuenta las emisiones de todos los gases de efecto invernadero, ya que todos
tendrán ‘potencial de calentamiento’, independientemente de su origen”.15
La suposición de que la quema de residuos orgánicos es neutral en emisiones de
carbono se ha ampliado para suponer que es una fuente de energía renovable. Esto fue
lo que ocurrió en la Unión Europea y en muchos otros países que como consecuencia
han permitido políticas energéticas que fomentan diversas formas de procesos
de conversión de residuos en energía, tanto de los residuos orgánicos recogidos
de manera selectiva como de los desechos mixtos municipales e industriales. En
el caso de los subsidios a las energías renovables para la incineración de residuos,
esto ha impulsado la expansión de esta industria contaminante y destructiva de los
recursos, y por lo tanto intensiva en GEI. En la UE, afortunadamente, la revisión de
la Directriz de las Energías Renovables puede, si se aprueba finalmente, poner fin a
estos subsidios.

15 Eunomia. (2015). op. cit.

17
En lugar de proporcionar incentivos económicos para quemar residuos, se
deben desarrollar nuevas metodologías para contabilizar las emisiones y premiar
a aquellos que preserven mejor la energía existente en los materiales o productos
en sí mismos. Los premios por energía proveniente de la incineración de residuos
distorsionan los mercados. Por lo tanto, no deben considerarse a menos que haya
igualdad de condiciones con la conservación de la energía integrada, teniendo en
cuenta la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de
la prevención, la reutilización o el reciclaje en todas las comparaciones. Existe un
gran potencial para conservar la energía incorporada en los materiales y productos
y evitar de esa forma que se conviertan en desechos; mucho más de lo que se puede
generar quemándolos o tirándolos en un vertedero.

Desarrollo de las comunidades y las economías locales


Una economía circular exitosa de cero residuos también debe ser inclusiva y
equitativa, dando prioridad a la creación de empleos y al respeto de los derechos
de los trabajadores. Los sistemas inclusivos de cero residuos aseguran que los
programas de recuperación de recursos incluyan y respeten a la comunidad y a todos
los actores sociales involucrados en la conservación de recursos, especialmente
a los recicladores informales cuyos medios de vida dependen de los materiales
desechados.
En los países del Sur Global, el reciclaje proporciona un medio de vida a
aproximadamente 15 millones de personas en todo el mundo: el 1% de la población
urbana.16 Estos son trabajadores por cuenta propia, principalmente en la economía

Economía Circular de Cero Residuos Un Cambio de Reglas del Juego Sistémico Contra el Cambio Climático
informal, que recuperan artículos reutilizables y reciclables del ciclo de residuos.
Recolectan, clasifican, limpian y, en algunos casos, procesan los materiales
reciclables, devolviéndolos a la industria como una materia prima económica y
baja en carbono.17
Al hacerlo, los recolectores pueden ser recicladores increíblemente eficientes y,
por lo tanto, representan una gran oportunidad para reducir las emisiones de GEI
a través de mayores tasas de reciclaje, si se les otorga el reconocimiento y el apoyo
adecuados. En Delhi, el ahorro anual de emisiones de GEI que el sector informal
entrega a la ciudad se estima en 962,133 T CO2-eq18, que es más del triple que otros
proyectos de residuos anunciados para recibir créditos de carbono en la ciudad.19
Hoy en día, los recolectores se organizan cada vez más en todo el mundo. Una de
las victorias más emblemáticas fue la de Bogotá, donde el Tribunal Constitucional
ha solicitado la incorporación de los recicladores informales a los planes locales

16 WIEGO. (2012). Urban Informal Workers and the Green Economy. http://www.wiego.org/sites/wiego.
org/files/resources/files/WIEGO_Urban_Informal_Workers_Green_Economy.pdf
17 Para más información sobre recolectores de basura, véase Samson, M. (2009). Refusing to be Cast
Aside: Waste Pickers Organizing Around the World. Cambridge, Estados Unidos: Women in Informal
Employment: Globalizing and Organizing (WIEGO).
18 Chintan. (2009). Cooling Agents. An Analysis of Greenhouse Gas Mitigation by the Informal Recycling
Sector in India. http://www.indiaenvironmentportal.org.in/files/CoolingAgents-09.pdf
19 Vilella, M. (abril de 2012). The European Union’s Double Standards on Waste and Climate Policy.
Global Alliance for Incinerator Alternatives. http://www.no-burn.org/eu-double-standards-on-waste-
management-climate-policy/

18
de gestión de residuos después de una larga batalla legal.20 El Premio Goldman
otorgado en 2013 a Nohra Padilla, una de los líderes de la Asociación de Recicladores
de Bogotá, fue una gran victoria para este sector de trabajadores ya que les otorgó
reconocimiento y visibilidad mundial. En India, las cooperativas de recolectores en
Pune o Mumbai llevan a cabo servicios de recolección y gestión de residuos para la
ciudad con resultados sobresalientes.21
En resumen, los trabajadores que manejan los desechos deben, por lo tanto,
integrarse completamente en los procesos de diseño, implementación y monitoreo,
ya que, a fin de cuentas, sus habilidades y esfuerzos hacen que el sistema funcione.
Además, al dar prioridad a la creación de empleos en una economía circular de cero
residuos, las importantes inversiones necesarias para crear la infraestructura de
incineración pueden ser redirigidas al desarrollo de centros y redes de reutilización,
infraestructura de reciclaje y energía limpia y renovable, todo lo cual requiere
más empleos y de mejor calidad que la incineración y el vertimiento. En la UE, las
perspectivas de creación de empleos relacionadas con la implementación total de la
legislación vigente sobre residuos de la UE, se estiman en hasta 400,000 empleos.22
Finalmente, el enfoque de cero residuos está basado en una práctica democrática
y una fuerte acción comunitaria que determina la dirección de los programas
de manejo de residuos. Los ciudadanos deben ser parte del diseño mismo del
plan, donde un largo proceso de consulta inicial puede rendir sus frutos con un
mejor diseño y mayores tasas de participación. Los residentes deben participar
activamente en los programas, consumiendo de forma sustentable, minimizando el
desecho, separando los residuos y, siempre que sea posible, compostar en el hogar.
Se les debe dar la oportunidad de ser activos en el monitoreo de la implementación
de los programas en su comunidad.

Eliminación gradual de la incineración de residuos y vertederos


Los basurales a cielo abierto, los vertederos e incineradores (incluidas las
denominadas instalaciones de conversión de residuos-en-energía) son parte de
una forma de pensar anticuada y cortoplacista, que considera que la eliminación de
desechos es barata solo porque no se toman en cuenta los costos reales. Convertir
residuos-en-energía a menudo se describe como una buena forma de extraer energía
Un Cambio de Reglas del Juego Sistémico Contra el Cambio Climático

de los recursos, pero en realidad va en contra de los principios de la economía


circular porque produce desechos tóxicos, contamina el aire y contribuye al cambio
climático. Es decir, no cumple lo que promete. Los costos de la contaminación,
el agotamiento de los recursos, el cambio climático, los problemas de salud y el
sufrimiento humano, perjudican el medio ambiente y a las personas, incluidas las
generaciones futuras.

20 Yler, M. (2015). Análisis de caso sobre Bogotá. En UNEP y ISWA (editores). Global Waste Management
Outlook. https://www.eawag.ch/fileadmin/Domain1/Abteilungen/sandec/E-Learning/Moocs/Solid_
Waste/W1/Global_Waste_Outlook_2015.pdf
21 Global Alliance for Incinerator Alternatives. (2012). On the Road to Zero Waste. Successes and Lessons
from Around the World. http://www.no-burn.org/on-the-road-to-zero-waste-successes-and-lessons-
from-around-the-world-2
22 Zero Waste Europe, et al. (18 de mayo de 2015). Walking the Circle: The 4 guiding pillars for a Circular
Economy. https://zerowasteeurope.eu/2015/05/walking-the-circle/#_ftn7

19
Más importante aún, es que la quema de residuos está lejos de ser neutral al
clima. Los incineradores en realidad emiten más CO2 (por megavatio-hora) que las
centrales termoeléctricas de carbón, de gas natural o incluso de petróleo. Dinamarca,
un país referente de la industria de incineración en Europa, recientemente
descubrió que sus incineradores liberaban el doble de CO2 de lo que originalmente
estimaban, lo que llevó al país al incumplimiento de sus objetivos de reducción de
gases de efecto invernadero del Protocolo de Kyoto.23
Además, los incineradores son el método más costoso para generar energía
y manejar los residuos, mientras que crean una carga económica importante
para las ciudades anfitrionas. La historia del famoso incinerador Amager Bakke
de Copenhague es solo un ejemplo.24 Hay muchos casos de municipios que han
terminado endeudados debido a sus incineradores, mientras que otros están
atrapados en contratos a largo plazo que los obligan a entregar una cantidad mínima
de residuos por periodos de 20 a 30 años para poder saldar los costos de inversión,
incluso se generan situaciones de exceso de capacidad de incineración como en
muchos países europeos.25 En el otro lado del Atlántico, la ciudad de Harrisburg
en Pensilvania, debido a los costos financieros de modernizar el incinerador de
la ciudad en 2011, se convirtió en la ciudad más grande de los Estados Unidos en
declararse en bancarrota.
Además, quemar estos materiales valiosos para generar electricidad juega en
contra de los esfuerzos para preservar los recursos e incentiva la generación de más
desechos. Es típico que los países que alientan la quema de residuos tengan bajos
índices de reciclaje, o una alta producción de desechos. Los datos sobre residuos
domésticos en Dinamarca muestran claramente esta tendencia, ya que las regiones
que tienen altas tasas de incineración producen las mayores cantidades de desechos

Economía Circular de Cero Residuos Un Cambio de Reglas del Juego Sistémico Contra el Cambio Climático
per cápita.
Finalmente, una economía circular de cero residuos aleja a las sociedades de
la eliminación de residuos, mediante el establecimiento de metas y fechas límite
para reducir los desechos que van a los vertederos, eliminando la incineración de
residuos, estableciendo o incrementando los costos de los vertederos, cambiando
los subsidios de la eliminación de desechos por los de la recuperación de residuos, la
prohibición de productos desechables, entre otras medidas. Todo lo anterior, ayuda
a establecer un nuevo rumbo cada vez más lejos de la eliminación de residuos.

23 Plastic surgery for Copenhagen’s recycling policy. (15 de abril de 2011). Plastics Infomart. http://www.
plasticsinfomart.com/plastic-surgery-for-copenhagens-recycling-policy/
24 Nicastro, C. (13 de noviembre de 2017). Copenhagen goes all in on incineration, and it’s a costly mistake.
Zero Waste Europe. https://zerowasteeurope.eu/2017/10/copenhagen-goes-all-in-on-incineration-
and-its-a-costly-mistake
25 Muznik, S. (31 de octubre de 2017). “Deliver or pay”, or how waste incineration causes recycling to
slow down. Zero Waste Europe. https://zerowasteeurope.eu/2017/10/deliver-pay-waste-incineration-
causes-recycling-slow/

20
Análisis cuantitativo del ahorro de
emisiones de GEI

La investigación realizada por Eunomia para países europeos, concluyó que a


pesar de que se han hecho avances en materia de reducción de las emisiones del
cambio climático generadas por desechos, “se podrían lograr ahorros adicionales
del orden de 100-200 millones de toneladas de CO2 equivalente simplemente a
través de enfoques tradicionales de gestión de desechos: las medidas tradicionales
de prevención de residuos podrían ofrecer reducciones más sustanciales, mientras
que las medidas diseñadas para lograr una economía circular podrían mejorar aún
más la reducción de emisiones mediante la reutilización, reparación y refabricación.
El nivel de estos ahorros se compara con el nivel reportado de emisiones de
desechos de alrededor de 143 millones de toneladas en 2012 en la UE, según los datos
del capítulo sobre residuos del inventario de GEI del IPCC. De este total, alrededor de
100 millones de toneladas están relacionadas con la gestión de residuos sólidos (la
mayor parte del saldo se debe al tratamiento de aguas residuales). En consecuencia,
parece que el potencial de reducción de emisiones en la prevención y la gestión de
residuos probablemente será dos veces mayor que el nivel de emisiones reportado
en el inventario de residuos”.26
Un nuevo análisis realizado a nivel global afirma que se podrían ahorrar
900 millones de toneladas de CO2 eq. de emisiones de GEI si se implementaran
enfoques de gestión de residuos tradicionales similares en todos los países del
mundo, especialmente si se aumentara el reciclaje de materiales como papel,
plásticos y metales, junto con la recolección y tratamiento de residuos orgánicos
(incluidos los alimentos). Para realizar esta estimación se utilizaron datos del Banco
Mundial sobre generación global de desechos para el 2025. Además, se supone que
los países de ingresos más bajos logran una tasa de reciclaje del 65% y los países
de ingresos altos del 70%.27 Al igual que con las estimaciones anteriores para los
países europeos, sería posible un mayor ahorro mediante la aplicación de medidas
de prevención de residuos, así como medidas adicionales diseñadas para lograr una
economía circular (a través de la reutilización, la reparación y la refabricación).
Si bien los datos sobre la reparación y la refabricación son relativamente
limitados, la contribución potencial de las actividades de prevención de residuos
Análisis cuantitativo del ahorro de emisiones de GEI

puede considerarse en relación a los datos que se muestran en la Figura 3 de este


informe. Esta muestra que las emisiones asociadas con la producción de alimentos
que se desperdician son alrededor de 4 toneladas de CO2 eq., alrededor de 80 veces
más que el tratamiento de residuos orgánicos. Los datos del Banco Mundial indican
que habrán más de 950 millones de toneladas de residuos orgánicos en 2025,
muchos de los cuales serán residuos de alimentos. Por lo tanto, una reducción del

26 Eunomia. (2015). op. cit.


27 Banco Mundial. (2012). What a Waste: A Global Review of Solid Waste Management, Final Report.
https://openknowledge.worldbank.org/handle/10986/17388

21
10% en la cantidad de los residuos orgánicos producidos daría lugar a reducciones
de emisiones similares a las obtenidas al mejorar las técnicas convencionales
de gestión de residuos, en ausencia de otras actividades como la reparación y
refabricación. Una reducción del 10% en cada uno de los desechos de plásticos y
desechos de textiles, podría ahorrar otros 150 millones de toneladas de CO2 eq.
Según los datos del inventario de GEI del IPCC, las emisiones globales de
residuos son de alrededor de 700 millones de toneladas de CO2 equivalente,
excluyendo los impactos del tratamiento de aguas residuales. Sin embargo, solo se
registran en el capítulo de residuos del inventario, las emisiones provenientes de
la eliminación de desechos, principalmente las relacionadas con el vertimiento de
desechos y la eliminación de residuos en incineradores sin recuperación de energía.
Por lo tanto, existe un potencial adicional enorme a escala global que nos permitiría
reducir las emisiones del sector de residuos, siempre y cuando se implemente el
enfoque anteriormente descrito.

Economía Circular de Cero Residuos Un Cambio de Reglas del Juego Sistémico Contra el Cambio Climático

22
CONCLUSIÓN

Como se explica en este capítulo, la implementación de una economía circular


de cero residuos puede significar un real cambio de reglas del juego en la lucha
por mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 1,5 ºC, donde
la experiencia demuestra que este futuro visionario es mucho más posible de
los que pensamos si miramos más allá de los escenarios típicos y de las políticas
conservadoras de clima y energía. Desafortunadamente, algunas de las principales
políticas climáticas están efectivamente desactualizadas y nos estamos perdiendo
la oportunidad de realizar mayores ahorros de emisiones de gases de efecto
invernadero en el sector de gestión de recursos y residuos. Los principios de la
economía circular de cero residuos (ZW) se están implementando cada vez más
en todo el mundo, pero es necesario que las políticas climáticas se actualicen y se
ajusten a estos principios, en lugar de seguir con el doble estándar.
En el Norte global, los países desarrollados están dejando de lado la incineración
y están adoptando caminos a favor del Cero Residuo. En Europa, a pesar de tener las
instalaciones más avanzadas para la combustión de residuos, se ha dado un primer
paso para eliminar los incineradores en el marco del Plan de Acción de la UE para
la Economía Circular. En los EE. UU., no se han construido nuevos incineradores
desde 1997 debido a la resistencia de la gente, por los riesgos para la salud y los altos
costos. Además, cientos de municipios en toda Europa se han puesto como objetivo
implementar medidas de cero residuos. Las ciudades de Parma y Besançon han sido
las precursoras en la implementación de las iniciativas y políticas de cero residuos.
Otras ciudades, incluso sin adoptar un compromiso formal de cero residuos, están
implementando exitosamente las medidas como parte de una estrategia más
amplia de cero residuos. En Milán, por ejemplo, se está impulsando la recolección
y separación de restos de comida en las veredas de las áreas metropolitanas.
Barcelona, París y Copenhague también han implementado algunos prometedores
proyectos piloto que van en la misma dirección.
En los países del Sur global, muchas ciudades innovadoras y visionarias también
se están comprometiendo con el camino de cero residuos, gracias al apoyo de las
cooperativas de recicladores y la sociedad civil.28 Este es el caso de San Fernando,
en Filipinas, una ciudad de 305.000 habitantes, que destaca por lograr una tasa
de desviación del 78% de los desechos de vertederos, lo que ayuda a revitalizar
la economía del reciclaje local a través de una cooperativa de recicladores. Es
importante que las personas responsables de las finanzas climáticas internacionales
aprendan de estas historias de éxito y eviten que las inversiones fluyan en la
dirección contraria.29

28 Global Alliance for Incinerator Alternatives. (2012). op. cit.


29 Vilella, M. (2017). Climate Finance for the Waste Management Sector – Guidance for Policy-Makers and
Conclusión

Project Developers. Zero Waste Europe. https://zerowasteeurope.eu/downloads/climate-finance-for-


the-waste-management-sector

23
Por último, una economía circular de cero residuos necesita la ayuda de
políticas que hagan legal y económicamente viables la venta de servicios en lugar
de bienes, que los bienes sean duraderos y reparables, reutilizables y actualizables,
que promuevan la propiedad compartida o arrendada, y apoyen los programas de
depósito y devolución.
En resumen, se debe desalentar el consumo de recursos y alentar los servicios
en torno a los productos, como su mantenimiento y reparación, donde a su vez
debiesen ser más económicos. Esto significará que los impuestos pasen de aplicarse
de los trabajadores a los recursos, especialmente los recursos vírgenes. Además,
esto ayudará a aumentar el empleo y disminuir el uso de recursos mientras que se
incentiva a las empresas a adoptar patrones circulares de producción y consumo.

Economía Circular de Cero Residuos Un Cambio de Reglas del Juego Sistémico Contra el Cambio Climático

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