El Hueso de Un Análisis (Jacques-Alain Miller) - Cropped

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-

,n .
Jacques-Alain Miller

El hueso
de un analisis
Traduccion del frances y establecimiento
del texto de Marcela Antelo

Prologo de Florencia Dassen

TRES HACHES

EDITORIALTRES HACHES
Diseno: J.S.P.
Ilustraci6 n de tapa: Otdvio Filho

la. edition, 1998

© Jacques-Alain Miller
© de esta edicion en casrellano , Editorial Tres Haches, Junin 558, piso 9°, of.
905, ( 1026) Buenos Aires, Argentina .

I .S.B. N. 987-9318-00- 5

Queda hecho el depdsito que marca la ley 11.723.


Impreso en Argentina - Printed in Argentina

La reproducci 6 n total o parcial de este libro, por cualquier metodo, identica o


modificada, no autorizada por los editores, viola derechos reservados.

Matriz de diseno: Adriano Oliveira. Revision: Alicia Calderon de la Barca y Jorge


Banos Orellana. Escablecimiento de la edicion portuguesa; Sonia Vicente
EL HUESO DE UN ANALISIS 5

Prologo

1. Del hueso a los huesos

En el camino mismo que es un psicoanalisis bay obstaculos.


Un psicoanalisis es un hueso dura de roer. tiara usar la elocuencia
de la expresion que ofrece el castellano, y su dureza es mayor desde
que no es un hueso sino mas bien un roer que encuentra huesos en
su tarea. Un analisis opera con el hueso con el fin de modificar su
uso, asi Millerpuede decir en algun momento de este libro que lo
que estd intentando es “disecar el hueso de una cura”. Por otro lado
El hueso de un analisis, el titulo de este Seminario establecido a
partir de la tres intervenciones ofrecidas por Jacques-Alain Miller
en abril de 1998 durante el VIII Encuentro Brasilero del Campo
Freudiano, estd expresado en singular, pero el camino que el mis-
mo Miller va haciendo al andar impone el plural: los huesos de un
psicoanalisis, terming diciendo, son varios. El hueso es el obieto a ,
el hueso es lo imaginario, el hueso es el piano de las identi ficacio-
nes, el hueso es el fantasma, el hueso por ultimo es el slntoma como
partenaire degoce del parletre
P
^. 2 Del cuerpo mortificado al cuerpo sexuado

El tono de este Seminario estd marcado por lo que Miller


anuncia, no sinprecaucion, como “una conversion de laperspecti-
va”, que refiere a dos efectos del simi fieante en el cuerpo: el de la
mortificacion, y el de ser causa de goce, del plus de gozar; de ellos el
6 JACQUES - ALAIN MILLER

que merece la maxima relevancia para elpsicoandlisis es elsegun-


do, es decir, no el que hace al fantasma, sino el que conduce al
sintoma. En caso de que uno se quede solo con el Lacan que en
algun momento hizo del fin de andlisis la asuncion de la muerte
como forma de la asuncion de la barra que divide al sujeto, y se
crea que Freud, al hacer de la muerte un Trieb, solo dice que la
verdad del goce es la muerte, en ese caso, dice Miller, el psicoand-
lisis no tendria nada que decir que no haya dicho la religion. La
religion estd mas cerca de la muerte, el psicoandlisis esta mds cerca
de lo real del sexo. En esto Miller sigue a Freud: "Freud dice que
en el fin del camino hay una piedra, hay una roca y para el la roca
tiene que ver con la asuncion del sexo v no de la muerte.”

3. De la tragedia a la comedia

A la pregunta de por donde se entra a un andlisis una res-


puesta posible es por el cuerpo mortificado. El neurotico es el que es
victimadesi mismo en su propia mortificacion, en tanto solo puede
-
fhacer saber sobrt> cu cmre al Giro sacrificandose a el, y este exceso
Kr siempre es mortificante. Si hay una peaueha travediadAneurotf
co es que aun no piiedehaperdeju xCESiLun modo de ?
^ _
< ozar, ni
_
$ hacer del Otro un medio de su goce, tan solo lo hac£ Qim gnzador,
y lesoes el fantasma mismo. Miller en cierta ocasion, al decir que hay
un modo por el cual el pose nos concieme a todos, usd la figura de
un sol negro, a la luz del cual, en perspectiva, se debla avanzar en
la transmisidn del psicoandlisis. Ese sol negro del pase atraviesa
toda la Idgica de este Seminario. Conforme a ella la produccion de
Miller se inscribe del modo mds responsable con el ultimo Lacan y
con el pase, por cuyos resultados se deja ensenar para continuar
despejando lo que es un fin de andlisis. Elay una insistencia por
parte de el en resituar la teoria del pase ya no por el fantasma,
como lo penso Lacan en su Proposition, sino por el sintoma. Esa
EL HUESO DE UN ANALISIS 7

insistencia misma habla de un obstdculo, una piedra dura que es


lapiedra del dogma, la mas antianalltica, la que no deja reinventar
el pose, lo cual es un modo de no poder reinventar el psicoandlisis,
tarea continua a la que, dijo Lacan, los analistas estamos forza-
dos... Miller en su ensenanza lucha contra este hueso. Si Lacan
penso el pose por el atravesamiento del fantasma, Miller se aven-
tura a decirnos que esta es unaperspectiva frdgil, y que su apuesta
es avanzar. Estd decidido a continuar en el camino que el mismo
Lacan dejd abierto, en sus ultimos Seminarios, los posteriores a
Encore: la via del slntoma. El fantasma es solidario de la mortifi-
cacidn, no inscribe de que modo el cuerpo como sustancia gozante e ,

el modo singular por el que el parletre quedo afectado tor el len-


guaje. El fantasma solo goza de un cuerpo , renepando de la marca
\
simificante sobre el; si se quiere es un 70 ce sin amor. Solo dice sobre
como un resto de goce, el objeto a, viene a taponar la falta, el
menos fi. El fantasma siempre estd del lado de la lozica edipica,
del todo y del Uno, de la falta y sus tapones. No en vano Lacan
hablo en su Proposicion del duelo como afecto queprima en elfin
de andlisis, cuando el objeto deja de velar la falta. El riesgo es
hacer de esa falta el rasgo del desconsuelo, y no advertir como nos
advierte Miller: "...para que haya ese a minusculo es necesario que
haya vida, es necesario que haya lo vivo, es preciso que haya cuer-
po.” El slntoma es el anudamiento mismo de ese cjcerpp vivo, de
un modo degozar mdsfiUa del Ekifo, mas alld ae la pequena
'

tragedia que hace a La falta misma, con su matiz nostalgico. Ha-


cerse a un modo de gozar en el fin de andlisis estd del lado de la
comedia, no de la tragedia. Dejar de cargar la piedra es hacerse a

^ ^ ocTfha-
^
esa iedrajque cada uno ejdtranspoTTrr como cauJaME
^
cexlaJxt inwL^
Si eljrdnqueam iento
^ ^
d todafJas £ mAspiedraI~de
'

un psicoandlisis senaladaspor Miller consiste en una desinvestidura,


/ la ultima piedra de este camino es una investidura, ‘yosoy como yo
ffizp” esjlmodocn que Midler escribefaidentificacj&n a slntoma.
8 JACQUES - ALAIN MILLER
4. Unas palabras sobre el estilo

Leer la letra de Miller en estas intervenciones es asistir a la


combinacion misma de las operaciones con las que el expone la
estructura logica en la que se sostiene un psicoandlisis. El nos habla
de la amplificacion significante y de la reduccion. La ultima se
desbroza a su vez en tres operaciones, la repeticidn, la convergencia
y la evitacion, esta considerada por Miller una reduccion a lo real,
alll esta el hueso..., mientras las otras dos serian operaciones de
reduccion a lo simbolico. Miller comienza habldndonos de un poe -
ma, dejdndose tomar por el encanto de la palabra poetica, y alii
vemos su modo de gozar de esa amplificacion significante en el
despliegue de la belleza de su decir como lector de poesia. Luego
entra en el desencanto de la logica que le permitird poner al des-
nudo la estructura misma de la reduccion que supone lo mds pro -
pio de un psicoandlisis, y se adentra en lo matematizable de dicha
experiencia, en la logica del nudo borromeo, aunque no lo mencio-
ne ni una vez. Y esto con la combinacion al modo mds cldsico de
ejemplos clinicos de la histeria, la obsesion y la paranoia. Final -
mente el goce de lo comico de la palabra, la de la comedia de los
hombres y de las mujeres, aquello de lo que le toca hablar a un
psicoanalista.
Si el estilo es el Otro al que uno se dirige, cabepreguntarse a
quien se dirige Miller. El mismo dice algo: se dirige a los analistas
mineralizados por los slogans lacanianos, aquellos que quedaron
petrificados por la palabra de Lacan. Las intervenciones que com-
ponen este libro son una muestra de un estilo singular, del refina-
miento con el que Miller se impuso desenredar los cliches con los
que se leey se sostiene una prdctica lacaniana. Alii situa su lucha,
que es su estilo mismo. Un fin de analisis espoder alcanzar el estilo
encarnado que cada uno es. Al darse vueltapara echar una ultima
mirada a este libro lo que se deja sentir como resto de un deseo de
EL HUESO DE UN ANALISIS 9

transmision es una invitation a abandonar el rostro de muerte que


puede tomar la pulsion, esto es, a desprenderse de la cara de pie-
dra... yprestarse a la intrusion de un estilo nuevo...

5. De mujeres y de hombres

El rostro de la piedra es el que toca al lado masculino, tanto


para los de un genero como para los de otro. Miller habla de “lo
bruto de los hombres”, no analizados, que solo se prestan a la condi-
tion fetiche delgoce, ese goce localizado en el Otro, en una mujer,
pero no se dejan tocar por la condition erotomaniaca, por lo ilimi-
tado de la demanda de amor que hay en cada una. Y para las
mujeres de hoy, que solo piensan como sujetos de derecho, en sime-
trla con la position de los hombres, Miller inventa un neologismo
que condensa mdscara y masculino "la mdscara-ulina de la mu-
jer_ “Laparadoja es que cuanto mas la mujer existe desde elpun-
to de vista del sujeto de derecho, tanto mas desaparece bajo la
mdscara masculina.” A Miller, lector de lo contempordneo, se lo
puede parafrasear asi: “mujeres, obtengan sus derechos, pero no
pierdan su encanto, el de ese rapto que las hace a ustedes mujeres,
y a nosotros hombres.” Esto mismo es indice de algo que se propone,
deshacer uno de los tantos slogans del lacanismo, el del estrago.
Del lado de lo femenino el Todo no hace Uno, y eso hace que una
de las consecuencias a pensar de la incidencia del Otro barrado sea
elpunto de infinito del que esta afectado siempre el medio de goce,
la pareja-sintoma del lado femenino. Acudiendo a la etimologia
de ravage, que viene de ravir, incluyendo tanto la idea del rapto,
como la de la transportation a la mas absoluta felicidad, y ravager,
devastar, concluye que un hombrepuede ser entonces tanto la de-
vastation para una mujer, como aquello que la transporta...
Miller sabe que no esposible por medio del derecho alcanzar
la neutralization de la diferencia de los sexos, lo cual no impide
10 JACQUES - ALAIN MILLER

que los analistas no esten dormidos, incluso deprimidos. No per-


derse en lo contempordneo es la posibilidad misma de leer sus sig-
nos, de aprender de ellos. Proust comparo al contempordneo con el
sujeto celoso, diciendo que ambos estan demasiado cerca, que no
saben nada...
El llamado de Miller es triple: a los hombres los convoca:
analicense, van a des-embrutecerse; a las muieres: analicense, para
ser femeninas, y aunque el no lo diga yo agrego: para no ser locas
del todo...; y a los analistas, mds que un llamado, les hace una
invitacidn a una lectura del ultimo Lacan y a resituar el lugar de
i .. efectuacion del vase. En cuanto al bueso final de u nalisis es el
1
ii slntoma, o mejor, el partenairz^ -sintoma
' , esa es la via de acceso al
~
Otro sexuado, la ven uinarutd foacia eCsaber pamquienes pueden
" ~
gozar a e u n cuerpo. Reinventar el pose es estar as cerca del psi-
coanausis .
Florencia Dassen
Junio, 1998.
EL HUESO DE UN ANALISIS 11

Uno

DECIMOS EN frances: “ hay un hueso” para decir hay un obstacu -


lo, una dificultad. Se puede decir por ejemplo: “yo pensaba que
esro iba a funcionar solo pero he aquf que hay un hueso”. Creo
que esta expresion “ hay un hueso” no se usa con este sentido en
el Brasil. El hueso en portugu s no esta dotado de este valor
^
semantico suplementario como en frances, que en ciertos con-
textos, puede hacer de el el significante del obstaculo. Busque-
mos un equivalente brasileno, podrfa ser: “ hay una piedra” . Jor-
ge Forbes aporto la referenda del poeta Carlos Drummond de
Andrade, el poema “ No meio do caminho” en la coetanea Ten-
tativa de exploragao e de interpretagao do estar no mundo '.
El poema comienza por los siguientes cuatro versos:

“ No meio do caminho tinha uma pedra


tinha uma pedra no meio do caminho

1
Andrade, Carlos Drummond de: Antologia PoJtica. Rio de Janeiro, Editora Re-
cord , 36° edi ao, p. 196 , 1997.
^
12 JACQUES - ALAIN MILLER

tinha uma pedra


no meio do caminho tinha uma pedra . . .” 2

Desde que escuche y lei este poema , o mas precisamente


algunos versos, me da vueltas en la cabeza. Hay una especie de
encantamiento que me detiene en estos versos, me captura una
cierta satisfaccion . Pense que podri'a liberarme, comentandolos,
para introducir este seminario. Es una alegorfa exacta del hueso
de una cura.
^
° —
Este poema dice bien lo que dice, lo que quiere decir, y lo
logra repitiendo el “ habia una piedra” cuatro veces, una por cada
uno de los versos que les recorde. Esta repeticion insistente, sen -
sible al obstaculo que la piedra representa, tiende a repetirse en el
aparato psfquico. La insistencia repetitiva de esa frase actualiza ,
en la sintaxis, la presencia misma de la piedra , de la piedra inelu-
dible atravesada en medio del camino. Si el lenguaje sirviese solo
para expresar una signification bastaria decirlo solamente una
vez. Serfa una constatacion, un enunciado denotativo, como suele
decirse de una manera un poco pedante. Enunciado que afirma
la existencia de una piedra en medio del camino.
La repeticion significante cuatro veces con variaciones de
position sintacticas, enriquece y vuelve mas pesada la significa-
cion ; leda el pesode una piedra y eleva esa piedra al lugar del
obstaculo fundamental, del obstaculo que me impide recorrer
el camino que decidf recorrer. El obstaculo que traba mi inten -
2
Poema completo: “ No meio do caminho tinha uma pedra / tinha uma pedra no meio
do caminho I tinha uma pedra / no meio do caminho tinha uma pedra. // Nunca me
esquecerei desse acontecimento / na vida de minhas retinas fatigadas. / Nunca me esquecerei
que no meio do caminho / tinha uma pedra / tinha uma pedra no meio do caminho /
no meio do caminho tinha uma pedra."
EL H U E S O D E U N ANAUS IS 13

cion , bloquea mi movimiento y me obliga a repetir el enuncia-


do de la evidencia. Evidencia que se me impone de tal forma
que quedo sujetado a salmodiar mi desgracia, la desgracia frente
a lo que encuentro en mi camino.
Para hacerme entender acabo de decir “yo” y “mi” camino,
sin embargo , si prestamos atencion advertimos que el primer
verso no dice “yo” , no dice “mi” camino, no hay yo. Por el con-
trario, esos primeros versos enuncian de una manera impersonal
el hecho de que hay una piedra en medio del camino. Pero es la
repeticion significante lo que llama al lector, al recitador, para
que se ponga en aquel lugar del camino como si fuese “su” cami-
no. Es ella la que lo convoca para que sea afectado por la piedra
obstaculo infranqueable, obligando al sujeto de la enunciacion a
repetir inconsolablemente: “ habi'a una piedra” , a repetir la evi-
dencia de esa presencia contra la cual nada puede hacer.
Pasemos ahora a la piedra que hay en medio del camino de
un analisis, obligando a quien lo camina a una repeticion incon-
solable. Cual es el obstaculo? Es la piedra que el analisis trans-
^
pone? Como hacerlo ?
^
^
Introduzcamos un poco de dialectica entre el obstaculo y
el camino. Inicialmente es la existencia de un obstaculo que hace
existir la repeticion , pero es porque hay repeticion que se percibe
y afsla el obstaculo. Existe una piedra en el camino, todo el
mundo lo sabe, pero es obstaculo porque me puse a caminar.
Por eso el poeta dice que ella esta en medio del camino; ella esta
en su lugar, en el lugar que ocupa, el lugar es suyo porque lo

ocupa, ocupandolo sin intencion la piedra no tiene ninguna
intencion de incomodarme en mi camino. La piedra de Carlos
Drummond de Andrade es como la rosa de Angelus Silesius:
14 JACQUES - ALAIN MILLER

existe sin por que. No esta alii para incomodarme, eso pasa por -
que yo voy por el medio del camino; porque yo instaure el
mundo en el cual se encuentra la piedra, un camino que encuen-
tra la piedra que me detiene. No la cree, ella existe. Habfa una
— —
piedra me repito , ya estaba allf antes de reencontrarla. De -
pendio de ml, fue por mi causa que una piedra que existe en el
mundo se vuelva la piedra que encuentro en medio de mi cami-
no. El camino, sin embargo , no existe en el mundo de la misma
manera que existe la piedra. El camino existe solo porque me
puse a caminar, existe por mi causa; la piedra no existe por mi
causa.
El secreto de estos versos sublimes y misteriosos es que el
camino crea la piedra que se encuentra en su lugar. Ese medio no
es la mitad geometrica, la mi tad de un segmento que iria d e A a
B. El “estar en medio” , del poema , no es este estar en el medio
geometrico. “ Medio” quiere decir que la piedra se encuentra en
el camino.
El poema dice de la conexion entre el camino y la piedra.
No hay obstaculo si no hay camino, pero no hay camino sin
piedra, si no hubiese una piedra que me detenga, y a la que este
obligado a ver, y me obligue a repetir lo que veo con mis ojos
cansados. ,:Sera que sabrfa que estoy en camino ?
El poema nos evoca la piedra como un bloque de materia,
soliday pesada , ustedes conocen las piedras. Es algo mas que un
guijarro que se aparta del camino con un puntapie, pero tam-
bien es menos que una montana, la masa de una montana aplas-
tarfa el camino, o tambien , sobre una montana puede trazarse
un camino. No es un guijarro , no es una montana , es una pie-
dra. Un pedazo de tierra, un pedazo del propio suelo que reco-
EL HUESO DE UN ANALISIS 15

rro , pedazo distinguido de la tierra que se elevo en mi direccion


para decirme no.
Voy a continuar aun alrededor de este asunto, es la alegori'a
de nuestro tema. La piedra y el camino suponen la tierra, sin em-
bargo el camino es la tierra que dice si, es la tierra que acepta ser
recorrida mientras que la piedra es la tierra que dice no. En ambos,
camino y piedra. es la rierra que habla.
Si aquf hay un poema no es porque un sujeto habla, un
sujeto que dim lo que quiere; es porque la propia tierra habla.
Es porque el poeta le presta su voz y canta: “en medio del cami-
no habfa una piedra” . Si la tierra habla, si dice si cuando camino
y no cuando encuentro la piedra, siella habla es porque en me-
dio de la tierra hay un ser hablante que se pone a caminar y
encuentra una piedra. No habria camino ni piedra sin seres
hablantes. Si no hubiese ser hablante para quien hablarfa la tie-
^
rra ? ,:Cual es el camino del ser hablante ?
El ser hablante tiene muchos caminos, va y viene, no para
en el lugar, o si lo hace es por poco tiempo. Esta en casa , va al
trabajo, vuelve, visita a sus amigos , viaja por vacaciones, va a un
congreso , muchos, innumerables caminos. Todo ser hablante
tiene un camino mas esencial , unico, que recorre mientras con-
tinua siendo hablante, es el camino de su palabra. Pero el camino
que le permanece invisible, inaudible, desconocido, es tambien
la piedra de su camino de palabra. Es solo en aquello que se
llama cura analitica que percibe estar en el camino de su palabra
y que en ese camino hay una piedra. La cura anah'tica es la expe-
rience de aquello que significa estar en la palabra. Carlos
Drummond de Andrade situa su obra poetica bajo el titulo:
“ fentativa de explora ao e de interpreta ao de estar no mundo” y
^ ^
16 JACQUES - ALAIN MILLER
digamos que el psicoanalisis es una tentativa de exploracion e in-
terpretacion de estar en la palabra.
Para nosotros el camino del que se trata es el camino de la
palabra y la piedra es tambi n la piedra de la palabra. Senalemos
^
que cuando el significante se introduce en el mundo , la piedra.
la dificultad , el obstaculo, se introduce al mismo tiempo . Es la
piedra de Zenon, aquello que impide a cualquier ser que se mueve
llegar a su objetivo y hasta dejar su punto de partida. Hago alu-
sion simplemente al razonamiento de Zenon de Elea:

A M M’ B” B

Sea el segmento A -* B y un punto en el medio. Un movil



lo recorre pero una vez llegando al medio deA *» B es preciso

aun que llegue al medio del segmento M * B y despu s serd
necesario llegar al medio del segmento M’ -* B, y despues al
^
medio del segmento B” -> B, de tal manera que siempre estara
separado de su punto de llegada por una mitad inextinguible,
una mitad definitiva que podra volverse imperceptible ,
infinitesimal, pero que siempre le impedira llegar a B.
Podemos pensarlo inversamente como la imposibilidad de
partir. Para llegar a. Mes necesario hacer la mitad del camino y
para llegar a M’ es preciso, primero, hacer la mitad del camino.

A M’ M 6

La piedra de Zenon esta siempre en medio del camino y es



-I
— 1

.. rnJmpor la superposicion
introducida *-
del significante
ifl
sobre el espa
*»«* . -
«»* *
EL HUESO DE UN ANALISIS 17

cio. Ustedes saben que este problema suscitd la atencidn de filo-


sofos y matematicos durante muchos siglos y todas las solucio-
nes son deslizamientos del problema. La piedra de Zen 6 n esta
siempre en el medio del camino.
Por que no decir que el significante vuelve imposible el
^
movimiento , que el tambien opera en un mundo muerto ? El
movimiento, la vida, solo es concebible si agregamos un ele-
mento suplementario y hablando con propiedad , impensable,
la mitad indivisible, por lo tanto no comparable a los elementos
divisibles por el significante. Esta piedra es ese elemento suple-
mentario , digamos que es lo que Lacan llama objeto a suple-
mentario en relacion al orden regulado por el significante.
El pequeno a es la piedra que hay en todo camino de la
_
galabra. En fiances estej^ecjueno g es eljiuesg. El hueso es una
especiede piedraquejiayen el cuerpo. Desde ese hueso pode-
^

mos pasar al esqueleto todo, literalmente. El cuerpo, la piel , la


^

carne, envuelven la piedra osea; desde el origen de los tiempos


cuando el cuerpo deviene un resto, una mortaja, lo colocamos
bajo una piedra. Como solemos decir: “ Hacia alii va toda la
came” [' Del barro somosy al barro volvemos”], ese es el camino de
la carne, dsta va en direccion al hueso, a la piedra.
< Sera la muerte
; el hueso de una cura analftica ? Pensemos en
la maravillosa serie de ilustraciones de Hans Holbein en la que la
muerte es representada bajo la forma de un esqueleto que viene
a apresar de la manga a los vivos, ocupados en sus menesteres,
para llamarlos, para recordarles que la verdad ultima es la muer-
te, y que todos los objetos de sus intereses, sus ocupaciones , sus
— —
investiduras para usar un termino de Freud todo lo que les
apasiona, que moviliza su libido, s6lo es ilusidn en relacidn a la
18 JACQUES - ALAIN MILLER

muerte, todo sirve apenas para velar la realidad ultima que es la


muerte. En esta serie de Holbein, como en muchas obras del
renacimiento y de la epoca clasica, la muerte aparece como fun-
cion de la verdad. En medio del camino esta la muerte.
Hay una piedra que es aquella que te sepulta. Precisamente
porque la muerte no puede ser mirada de frente, su represen ta-
ci6 n frecuente seduce a los artistas bajo la forma de un hueso.
Recordemos Los Embajadores, cuadro del propio Holbein don-
de la muerte es representada como un craneo deformado por la
anamorfosis y parece un hueso seco —la forma del craneo en el
cuadro aparece con la forma de este hueso.
En este cuadro estan reunidos todos los prestigios del saber
como algo de vanidad en relacion a la muerte. El hueso hace
intrusion como si estuviese deformado porque viene de otra
dimensidn . Hice de este cuadro el emblema propio del pase;
notamos que el craneo solo aparece con su forma cuando al
dejar el aposento nos damos vuelta para dar una ultima mirada
hacia atras. El pase es esta ultima mirada sobre el propio analisis.
La muerte es aquf encarnacion de la verdad. Esta seri'a lo que hay
por debajo de las imagenes, por debajo del prestigio, de la fasci-
nacion. Verdad dura e inmovil bajo el movimiento de las ilusio-
nes como si pudiesemos decir: yo, la verdad, soy la muerte.
Lacan dijo alguna vez cosas mas o menos ash que el hueso
de una cura es la muerte, que hay que prepararse para la muerte,
que el fin del analisis
1 , ,
Ifr
es la asuncion de" la muerte
, jijjima ,, ,
,
||
|
v que el analisis
^ ^ .
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permitirla la anticipacion de la muerte abriendo la via de otra


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fl iOiinn-ri* rTinn - n i # inw i » m imi i JH *

manera de vivir la vida.


Para ello es necesario franquear el piano imaginario , piano
ordenado por el yo y sus conflictos con sus dobles, en direccion
E L H U E S O D E U N ANALISIS 19

a lo que llama S, a fin de realizarse como sujeto del significance,


ya muerto por el hecho de estar sujeto al significance.
Es habitual que al referirme al primer Lacan , haya dicho
que el hueso de una cura es la asuncion de la muerte y sin embar-
go, nocreoqueseaesalaverdad _ultima de aquello de lo que se
trata en un analisis. No lo creo y por las mejores razones, porque
el propio Jacques Lacan muestra otra via. ,;Acaso la leccion de
un analisis es que todo lo que hace tu placer sea apenas nada ?
_
,:AcasoJajeccionde un analisis esladesvalorizacion del placery
del goce ?
Hay un gran genero clasico que desaparecio como genero
literario, la oracion funebre. El cardenal Bossuet 3 pronunciaba
oraciones funebres frente a Luis XIV y fue muy brillante en ese
estilo. Es de los mas bellos fragmentos de la literatura francesa.
Asistimos allf a un discurso en el que el significance es
movilizado por la muerte. La muerte se aleja con un movimien-
to de la palabra , la muerte se celebra como un momento esen -
cial de la vida, como verdad del goce. \ *
Puede parecer que cuando Freud invento el paradojal
Todstrieb, la pulsion de muerte, dijo esto como si el secreto de la
pulsion fuese la muerte, como si la verdad del goce fuese la muer-
te. Pero si eso fuese lo que Freud deci'a , el psicoanalisis no tendria
nada que decir que no fuese religion, y ademas lo compartina con
la sabidurfa. Las sabidurfas manifiestan el caracter ilusorio de la
vida y de las investiduras de la libido, su direccion es destacar una
verdad esencial en el mas alia.
Es verdad que hay en el psicoanalisis como en la religion y


Bossuet: Oraisons funibres Panegyriqucs. fidition de Bernard Velat et d’Yvonne
Champailler, Collection Bibiiotheque de la Pldiade, Gallimard, 1936.
20 JACQUES - ALAIN MILLER

en las sabidurias, una dinamica de desnudamiento del ser. Y esta


dinamica de desnudamiento del ser es comun al psicoanalisis, a
la religion y a las sabidurias pero alii hay que hacer la diferencia.
I En el analisis esta dinamica comporta un doble franqueamiento.
Primer franqueamiento: De lo imaginario a lo simbolico
fft el nombre de este franqueamiento en Lacan , es la asuncionde la
rTjuejte.
£
^
• Segundo franqueamiento: De lo simbolico a lo real , su

[ nombre es atravesam
bi iento del fantasma.
Comenzare ahora el examen detallado de la estructura de
^
ese franqueamiento: se produce en el movimiento en direccion
a algo central y es en ese movimiento que se encuentra el hueso,
la piedra , que saben que el mismo Freud llamaba: la roca. Es el
termino que usa hacia el final At Analisis terminable e intermi-
nable para calificar el obstaculo ultimo de la cura analftica. Freud
dice: hacia el final del camino hay una piedra. una roca que para
el tiene que ver con la asuncion del sexo v no de la muerte. En el
camino analftico de la palabra hay una piedra que tiene que ver
con el sexo. Lacan agrega que es posible que esa piedra sea pre-
ciosa, un diamante, algo que en griego llamo agalma. Al final
del camino hay una piedra preciosa.
Cuando alguien llega a un analisis lo acogemos sin prejui-
cios, sin saber, sin memoria, y lo acogemos en el comienzo de su
camino de palabra con nosotros.
Sin embargo, vino porque tropezo, porque existe para el un 1M

hueso , una piedra en el camino. Lo invitamos a hablar y lo que


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nos gui'a en la escucha es que existe en el camino de su palabra un
hueso y anticipamos —tal vez la unica anticipacion que podemos
^ a r m i f i r n A C-—
/ nal ra cnrara e n rnrnn de ese hueso. en
n i l P CM .
EL H U E S O D E U N ANAU SIS 21

espiral, circunscribiendolo mas y mas cerca hasta esculpir, si asi


puedo decir, ese hueso. Es la metafora que se lee en los textos de
Lacan cuando se trata de circunscribir, de cercar.
Hay que pasar de la alegoria a la logica. Digamos que hay en'
el analisisuniLO eraci njr uccwn , porcierto bienconocidaen lo J<,
^ ^
^
EE.UU. donde a los analistas se los llama reductores de cabezas,
los shrinks. Fenomenal percepcion de que hay una reduccion pre-
sente en un analisis, de esa reduccion al hueso. Que es
esa reduc-
^
cion ? jComo procede?
^
Cuales son sus mecanismos? Que obtiene como resulta-
do ? ^ ^
Para aprender de lo que se trata en esta reduccion como

operacidn analitica pens<£ oponerla es mi manera habitual de

reflexionar a la amplificacion significante.
En el lenguaje hay un poder esencial de proliferation, por
eso opongo amplification y reduccion. Tenemos de la amplifi-
cacion un ejemplo paradigmatico en el poema
• /
de Carlos
Drummond de Andrade. Asistimos alii a la multiplication de
sintagmas identicos, al incansable decir sin variation . Yo mismo
al comienzo practiqu la amplificacion significante.
^
Lo escrito esta siempre prenado de esas posibilidades, tam-
bien el habla. Proliferan como malas hierbas. Tambien puede
observarse la amplificacion en el registro del sentido, en el soni-
do y tambien en la referenda.
Amplificacion errdj hmojiel sentido: todo lo que se dice
"
^
puec(e ser interrogado sobre lo que eso quiere decir de modo tal
que el habla que se explica esta obligada a proseguir sin fin , a
complicarse, a enroscarse en si misma. La palabra bebe el senti-
do, se deleita en el , como la tierra que, demasiado seca, nunca
22 JACQUES - ALAIN MILLER

esta saciada.
Cuando el sonido comanda la danza macabra, la palabra se
desenvuelve al sabor de las asonancias, de las homofomas y el
sentido la sigue como puede, por ejemplo, en la fuga de ideas
caracteristica de la mania.
La palabra referencial esta tambien siempre sujeta a la

amplificacion tanto la palabra que describe como la que cuen-
ta — animada de un movimiento virtualmente infinito y parece
estar siempre en retraso frente a lo que hay que decir.
Los analistas saben bien de eso. de como el habla prolifera,
como se amplifica. Hay, por ejemplo, en analisis, aquellos que
se acuerdan de todo, es que en ellos la palabra esta al servicio de
la memoria, y con frecuencia hay una hipermnesia; tal sujeto se
acuerda con lujo de detalles del efecto que le produjo a la edad
de dos anos que su madre haya perdido su chupete v para contar
los pensamientos que tuvo en la ocasion , una sesion es muy
poco. Se acuerda muy bien de todo acerca de su vida y nunca
tendra tiempo de contarlo aun para un analista de la IPA. Es la
Madame Funes 4 si queremos hacer una referenda al personaje
de Borges.
Estan los padentes que quieren contar todo lo que pasa, la
palabra al servicio del acontecimiento; los cuatro suefiosaeTa
nocKe precedente, lo que les dijeron en el trabajo, lo que respon-
dieron, el accidente de coche en el camino y el tiempo de una
sesion no basta. Existen losj u esto
-
*»*4 rnTyrt*’*
^ ^^
es la palabra al servicio de la razon o de la racionalizacion , pala
bra que busca el por que y da la respuesta para restituir el tejido
4 Borges, Jorge Luis: Funes , el memorioso , en Ficciones , Emece Editora, Buenos

Aires, 1990.
EL HUESO DE UN ANALISIS 23

de la causalidad. Aquellos para los cuales la propia palabra es su


propia opacidad, es la palabra al servicio del misterio, la propia
palabra como oraculo dicho por el Otro donde intentan leer sus
verdades al descomponerlo.
Memoria, acontecimiento, razon , misterio son los vectores
de la ampUficacion significame en danalisis.
No quiero hacer la tipologfa de los analizantes, serfa de mal
antes de
gusto y no serfa de manera alguna exacto. Se tratarfa
enunciaciones, de modos de enunciacion que nutren la amplifi-
cacion significante.
No quiero impedirme decir que la amplificacion es bien
conocida por la retorica clasica . Alii es explorada con el fin del
bien decir, aquello que se llamaba precisamente la copia. Palabra
latina que dio el sentido con el que utilizamos la copia hoy cuya
rafz es copis que reenvfa a ops, abundancia; habfa una diosa que se
llama asf , “ Ops”, la Diosa de la Abundancia .

La copia es una virtud retorica, es la copia discendi la

abundancia en el decir , el discurso elocuente que es siempre
un discurso abundante en los clasicos.
Hay tambien una corriente minoritaria que dice que debe-
mos ser breves; es el estilo de Seneca, Tacito. Elocuencia es sino-
nimo de abundancia, decir abundante que es propio de la maes-
tri'a del orador, con capacidad de dar muchas palabras y encon -

trar en el significante el recurso al significante.


Miren el poema de Carlos Drummond de Andrade, el hizo
este poema con su piedra y su camino, es decir con casi nada , sin
embargo, es de una soberbia amplificacion significante, y debo
decir, minimalista. Una vez enunciada, la piedra se torna el propio
recurso del poema, el cuerno de la abundancia, su cornucopia, el
24 JACQUES - ALAIN MILLER

recurso de su abundancia. Alii Erasmo se disdngue por ser el autor


del Manual de la doble abundancia depalabrasy copias 5, manual
destinado a ensenar a escribir en latfn de manera abundante.
Hay mucho que decir sobre la abundancia. Me remito a
un libro muy util de un erudito ingles , Terence Cave, autor de
The Cornucopian Text 6 , Oxford , 1979, quien hizo su estudio
sobre la literatura francesa.
La copia remite a la explotacion de recursos acumulados en
el lugar del significante. Uno de los sentidos particulares de copia
es el Thesaurus, de manera tal que la copia para nosotros, remite
al gran A, que acabo de introducir como contraste con la reduc-
cion.
iiJ La redujcmnfeeao opgr cion ^analftica se diiige a la ver-
I ^
^
don jjecpieno rf /mbien decir analitico apunta a la reduccion , lo
inverso de la copia. El psicoanalisis realiza una operacion de re-
^ duccion .
Me gustarfa estudiar esto como tema, el procedimiento,
los resultados, son ellos el hueso de una cura, su kern, su nucleo,
lo que hace su dificultad, lo que es preciso resolver y que tal vez
sea concebido por los analistas de maneras diversas.
Entonces comencemos tomando la palabra reduccion , pa-
labra usada por Freud a proposito del Witz. Es la operacion que
consiste en explicitar, en descomponer y enumerar los compo-
nentes que entran en la produccion del efecto propio del chiste.
En el chiste paradojalmente, la operacion reduccion se produce
a partir de un texto mas largo que el chiste y que en si mismo no

5 Erasmo de Rotterdam . De duplici copia verborum ac rerum .


6
Cave, Terence . The Cornucopian Text: Problems in Writing in the French Renaissance .
ckor 1 O Q nvfnrd T T n i v^r c i n r
FV
^
EL H U E S O D E U N ANALISIS 25

es un chiste, es un texto piano en el cual esos elementos conden-


sados por los mecanismos del chiste se afslan unos de otros. En
la cura la operacion reduccion no es esa, podemos incluso decir
que es una operacion inversa.
El sujeto analizante, de hecho, trae a la cura los elementos
de su historia , los vuelca, los enumera, puede hasta contarlos,
pero la operacion de reduccion solo se produce si a partir de los
elementos de esa piografi'a surge alguna cosa que se parezca al
Witz.
Cuando Freud habla del chiste, aquello que llama reduccion
'

es la descomposicion de los elementos del mismo y eso, por su-


puesto, dara un texto mas largo que el chiste; serfa entonces nece-
sario , para explicar el chiste, explicar las palabras que estan even-
tualmente condensadas. A veces es preciso explicar el contexto
historico y social del chiste y los mecanismos que lo formaron;
eso es lo que Freud llamaba reduccion.
La operacion que digo de reduccion en el analisis es lo con-
trario. El material que el analizante trae son lo ntos de su C0
biografia, uno a uno, los acontecimientos, los pensamientos y,
la operacion de reduccion es la condensacion de todo eso en un
bien
,„ , ,
j | |
decir como el del
in HI "
chiste.
WMXWIUHI. If

Lacan compara el pase con el Witz , identifica la estructura


del pase con la del chiste.
Aplicada tambien en la logica matematica, la reduccion sir-
ve para designar la operacion que permite reducir la extension de
las formulas para calcular mas rapidamente su valor de verdad.
El empleo logico de la palabra reduccion esta sin duda lleno de
resonancias para aquello de lo que se trata en la operacion de
reduccion propia al tratamiento anah'tico. ,;Sobre que incide la
26 JACQUES - ALAIN MILLER

operacion reduccion en una cura analitica ?


el S, es la reduccio n subjetiva que se coloca en
Incide sobre
~ ' " -
. . . “

un piano mas alia de la rectificacion subjetiva. El sujeto del que



te. El poeta es el ser hablante en su estatuto eminente. El sujeto
es antes poema que poeta, Lacan lo indica asf , el suieto es un ser
hablado.
Sobrejd pomiajmj^ jetiyo eljjsicoanalisis realiza un tipo de
jmalisi jgxtual. tiene por efecto extraer el elemento patetico a
^
fin de destacar el elemento logico.
Mi intencion es entrar en el detalle de la operacion reduc-
cion y para ello practicar distinciones sutiles, situar los diferentes
mecanismos en juego y los resultados obtenidos y colocarlos en
su lugar. Es la primera vez que intento hacerlo asf , espero que se
sostenga.
yjfd Entre los mecanismos en juego en la operacion reduccion,
el primer mecanismo es la repeticion. La libertad dada al anali-
^
zante de decir todo lo que quiere, la exhortacion que lo afecta
por la regia analitica de no disimular lo que viene a su pensa-
miento, es tanto mas manifiesta cuando el sujeto es conducido a
re-decir, a repetir lo mismo. Le damos
L „ — toda
,
|


— la libertad de hablar
- - r » wiw
| m

y constatamos la repeticion deJfljnismQ - No es ficcion , es un


IT n" nil -»M
ri|| t m - rnii
WUIHW

hecho , es aquello de lo cual esta hecha la experiencia en el divan


y aquello que asistimos desde el sillon. En el fondo es un saber
de los analizantes y de los analistas, que es asf que eso ocurre, que
lo mismo pueda surgir a partir de la produccion de lo diverso.
Esto sirve para retomar el tema de esta manana sobre lo

Multiple y lo Uno hago referencia al Congreso de miembros
de la Escola Brasileira de Psicandlise hoy por la manana.
EL HUESO DE UN ANALISIS 27

Tomemos un ejemplo; un hombre que se llama Hector


cuenta su amor por Maria, cuenta su amor por Ana y que
dejo a
Maria por Ana, y luego cuenta su amor por Esther. Si bien cada
historia es diferente, lo que aparece es que las tres presentan el
mismo rasgo, que las tres son superponibles , y que los aconteci-
mientos obedecen en definitiva a la misma estructura. Podemos
decir que la repeticion conduce a una operacion reduccion que
es una formalizacion .
Las tres son mujeres de las que nunca esta seguro de su
fidelidad y esa duda es determinante de la condicion de la elec-
cion de objeto , de la condicion de amor.
Por mas diversas que elks sean , presentan el mismo rasgo y
ocupan para el sujeto el mismo lugar. Un mismo lugar ocupado
por personajes diferentes es el substratum de la experiencia anali-
tica, puesto fijo en el inconsciente que se puede escribir con la
pn 1
formula de la funcion proposicional fix ) en la cu i e £ liigo
r

x se suceden diferentes personajes , como variables 1


funcion .
Podemos decir que esta es , en esencia, la operacion de re-
duccion que procede de la repeticion . En el fondo es la reduc-
cion proposicional; podemos decir que forma parte de la for-
macion del analista saber operar esa reduccion proposicional,
saber reducirla a una constante, es decir, captar la funcion en
relacion a la cual existen las variables. Podemos decir que esa
reduccion a la constan te es la esencia de la construccion en *el
Mattox
-

analisis. Un paso mas consistiria en encontrar el prototipo su-


puesto de las variables, el personaje supuestamente original del
cual derivan los otros personajes , variables. En el caso de Hector
esta claro que el personaje prototipico es la madre. Baste pensar
28 JACQUES - ALAIN MILLER

en los analisis de Freud sobre la vida amorosa, pues precisamen -


te lo que el resalta es el punto en comun entre la madre y la
prostituta a los ojos del nino. Ella se ocupa de otro hombre y no
de el. En el fondo la condicion de amor de Hector lleva esa
marca edfpica y agrego, sin comentarlo, que decir simplemente:
“es un celoso” , no resuelve nada.

^
f\P El segundo mecanismo despues de la repeticion es la con
vergencia. La cura hace aparecer que los enunciados del sujeto
convergen en un enunciado esencial. Decir uno es una simplifi-
cacion pues puede haber varios enunciados esenciales en un ana-
lisis. Aqui pueden presentarse dos casos. Puede suceder que este
enunciado esencial se destaque en el propio discurso del analizante
y que se hable de alguna cosa que nunca se olvido, algo que fue
dicho y que se inscribio para siempre. Que siempre determino
todos los percances de la existencia, alguna cosa dicha que pudo
tomar valor de oraculo, ya sea que se haya dedicado a verificarlo
o precipitado a desmentirlo.
Es claro como para el sujeto tiene relacion con la expectati-
va de sus padres respecto de su sexo. Si el sujeto fue deseado
como varon y nace nina, eso tiene consecuencias que marcan; si
no fue deseado , este enunciado es la marca mas dolorosa que
existe. Con certeza eso no se puede generalizar, pero en un anali-
sis vemos los efectos sorprendentes, impresionantes, de la ins-
cripcion de alguna palabra dicha en la historia del sujeto.
El analizante, a veces, conoce este enunciado prevaleciente
desde su entrada en analisis y, poco a poco descubre hasta que
punto ese es el enunciado mas verdadero que puede saber. Trae
’-
warn** *

la marca de este enunciado y descubre, entonces , que los avatares


de su vida son reductibles al efecto de este decir. Puede ser un
EL HUESO DE UN ANALISIS 29

enunciado de los personajes que encarnaron el gran Otro para el,


sea bajo la forma de un imperativo, “ ;Tu debes!” , sea bajo la
forma de una afirmacion eternizada “Tu serds siempre eso” y
otras veces una palabra anodina que tomo resonancias excepcio-
nales. A veces, puede tambien ser por un equivoco, por una
homofoma ofrecida por la lengua.
Hay otra variante sobre esa rubrica. El caso en el que elenun-
ciado sobre el que el discurso converge no es producido por el
analizante. Es el analista quien debe producirlo como interpreta-
cion y se inscribe en el mismo lugar que el enunciado primordial.
E!S el caso de una interpretation inolvidable, a veces unica, y que
el analizante conserva de su cura analftica.
Por tanto el segundo mecanismo que ai'slo de la operacion
reduccion es ese enunciado de convergencia que es el significante
amo del destino del sujeto.
Manana continuare con otros mecanismos de la operacion
reduccion.


CARLOS EDUARDO LEAL (EBP-Rio de Janeiro): Querta inicial-
mente agradecer esta bellisima exposition, printipalmente sobre el
poema de Carlos Drummond de Andrade y enseguida preguntar
sipodriamos colocar alpase como siendo aquello que contierne al
unicopunto de resolution de laparadoja entre lapiedray el cami-
no, entre el yo y el ser; si el pase es el consentimiento delyo y al
mismo tiempo la continuation delcamino, o aun...

La cuestion del pase es claramente dsta: como dejar de ir a


30 JACQUES - ALAIN MILLER

ver al analista de la buena manera. Precisar esa buena manera


exige tener una idea mas compleja, mas refinada del hueso de
una cura. Lacan presento varias formas , varias concepciones de
este hueso. Manana voy a ver una manera de ordenarlas, no so-
lamente para poder colocarlas de modo diacronico o sincronico,
sino para tratar de captar bien la logica de lo que se trata. Pienso
haberlo encontrado precisamente con la formula de la conver-
gencia y esas distintas maneras de concebir el obstaculo y el
franqueamiento del obstaculo. Esto es lo que tratare de presen-
tar manana.

ANGELINA HARARI (EBP-San Pablo): —^


Podriamospensar en des-
doblar igualmente los mecanismos de reduction en relation al
maternal

Me parece que manana podremos examinar y resituar al-


gunos matemas de Lacan que dan testimonio de la operacion
reduccion. No debemos olvidar por ejemplo, la extrema com-
plejidad que tiene en Melanie Klein la nocion de fantasia que a
veces parece terrorifica, extremadamente compleja y que Lacan
trato de presentar en una formula unica y muy simplificada des-
tacando sus dos elementos fundamentales. Ciertamente esto tes-
timonia bien el tema de la reduccion , porque el matema es una
formalizacion reductiva. Sin embargo, no se trata de ir mas alia
de los matemas sino mas bien de entender la motivacion logica
que los sustenta. Lacan preciso de mucho tiempo para la realiza-
cion de este trabajo y en el que creo haber dado un pequeno
paso mas.
EL HUESO DE UN ANALISIS 31


DOMINIQUE FINGERMAN (EBP-San Pablo): En una nota de
Lacan en elseminario “El acto analltico” hay una frase que dice
— —
y pienso que el tiene razon "el analisis, eso hace alguna cosa”
y un poco mds tarde, el dice “la poesla, eso hace alguna cosa”. Mi
cuestion es aproposito de ese “eso hace alguna cosa”, de la diferen-
cia entre ellos que usted subrayo hoy. fierd quepodemos decir que
en el analisis ese “eso hace alguna cosa” es del orden del acto, de lo
performativo en el sentido de Austin, cuando decir es hacer; y del
lado de la poesla es del orden del hacer es decir? Para retomar su
alegorla, pera que podemos decir que la poesla es hacer un camino
a partir de unapiedray el analisis hacer una piedra a partir de un
camino?

Hay en su propia pregunta una distincion interesante que


se podria pensar. Lo cierto es que el analista s la cuestion de

su acto y de su hacer no se mueve. Hace algo muy importan -
te, e pie ificil dado
que el ser hablante no es normalmente una piedra, al contrario,
se mueve por todas partes. Entonces la escuela de psicoanalisis
serfa una escuela de piedras , de como hacer bien de piedras.
Mineralizacion del analista: tratamos de hacer algo distinto en el
Campo freudiano.
Las cosas que se mueven son las cosas que caminan y ya es
muy dificil estar en su lugar y eso trae alg unos efectos patologi-
cos en los analistas despues de quedarse horas haciendo de pie
dras. A veces necesitan moverse un poco si no pierden la cos-
tumbre y la capacidad de hacer y eso es peligroso. Lo que me
parece mucho mas grave es la peligrosidad del analisis para el
analista y tambien , tratare de decirlo, para el analizante, porque
32 JACQUES - ALAIN MILLER

con toda esa operacion de reduccidn llegar hasta su propia pie-


dra y no conseguir franquearla, vivir con su piedra es algo pesa-
do para el y tambien para los demas. Quiere decir que para hacer
eleccion de piedras hay que hacer una distincion despuls del
pase, y eso, finalmenre, se parece para algunos a la enrrada de los
jesuitas, a lo que le conviene a cada uno.
ANIBAL LESERRE (EOL-Argentina):— Si he seguido su desarrollo,
podemospensar el camino del analizante, como el camino hacia el
pase, y en el pase mismo nos encontrariamos con una reduccion del
tiempo. Una conexion entre tiempo y real, ya que no se trata de
una dimension de duration lineal como la descripta entre naci-
miento y muerte, ni tampoco un tiempo de etemo retomo, ni un
tiempo de retroaction. Tampoco se trata del tiempo de “Funes el
memorioso”, que usted citaha, a quien describir un dia le llevaba
un dia entero, en tanto no hay olvido. Es decir que la reduccion
del tiempo tendria el valor de constante, en el sentido que la re-
duction del tiempo de sesion implica la posibilidad de que la se-
cuencia del desciframiento del inconsciente llegue a un punto de
detention, ya que todo desciframiento es un ciframiento. Se trata-
ria del manejo del tiempo por parte del analista, como conexion
entre el circuito delsignificantey el circuitopulsional.

MANOEL DA MOTTA (EBP- RIO): Retomando la pregunta de


Dominique, de la referenda de Lacan diciendo que lapoesia hace
alguna cosa, mi pregunta dice respecto al efecto que produce la
poesia sobre el sujeto que escribe. Esto es, tomando el ejemplo de
Lacan al respecto de Sade: Il netaitpas dupe de son fantasme”, la
<
(

pregunta es la siguiente: si existen efectos de atravesamiento en el


eserito literario, Vrincipalmente en el escrito poetico, que pueden
EL H U E S O D E U N ANAL ISIS 33

ser colocados en correlation con el andlisisy que no vanarenas


en la
direction de la redundancia, de la amplification. Si lapoeslapue -
de caminar tambien en un atravesamiento que signifique reduc-
cidn, si esposiblepensar en algo de ese genero, si la obra poetica que
es una obra literaria, como Lacan dijo de Joyce, produce un efiecto
equivalente alfinal de un analisis, si eso puede significar una poe-
sia mds alld del caso Joyce.

Ciertamente toda la literatura tiene esa amplificacidn y en


este poema habi'a un efecto de amplificacion , o mejor la ampli-
,
fkacidn es un mecanismo, un procedimiento de la retorica, muy
distinto de la retorica de convencer al otro que es muy distinto
de la literatura como tal. Ciertamente la literatura moviliza otros
mecanismos ademas de la amplificacion . Por otro lado, estoy de
acuerdo con lo que usted dice.
EL H U E S O D E U N ANAUSIS 35

Dos

Si VUELVO sobre mis pasos de ayer a la noche veo esto: parece que
introduje, aquf en Salvador, un nuevo angulo, ni mas ni menos,
un nuevo angulo respecto de los fundamentos de la practica
analftica. Intento considerar su metodo y su resuitado en una
perspectiva inedita. Es una perspectiva que se presenta como
una cierta generalizacion. No estoy hablando del final del anali-

sis o al menos no estoy haciendolo explfcitamente. No ha-
blo, pues tenemos soluciones prontas; eso es exactamente lo que
me gustarfa cuestionar: nuestras formulas, los slogans, que nos
gui'an , ademas en la practica del analisis y en la practica del pase.
No querria desvalorizarlos completamente, tampoco, pero me
gustaria volver a pensarlos, repensar la logica que nos conduce y,
por eso, cree un concepto bien general , que someto a prueba: la
operacion de reduccion. Me pregunto cuales son sus procedi-
mientos y sus resultados.
Me parece que este concepto general me permite reagrupar
36 JACQUES - ALAIN MILLER

conceptos y datos bien conocidos y revelarlos bajo una nueva


I luz como soluciones al probiema que formule.
f
No voy a explicar, otra vez, lo que dije anoche sobre la
repeticion y la convergencia. Yoy a tomar el tercer mecanismo
de la operacion reduccion que aquf llamo: evitacion. De hecho,
es un concepto que viene en oposicion a la repeticion y a la
convergencia y, al mismo tiempo, son ellas mismas, la repeti-
cion y la convergencia, las que hacen posible este mecanismo de
evitacion. Un ejemplo bien simple y conocido que extraigo de
— —
los Escritos de Lacan felizmente traducidos integralmente de
ahora en adelante en el Brasil , me refiero a la introduccidn del
“Seminario de La Carta Robada” , y particularmente la red de
Lacan articulada por los a yS. Es un esquema que pone en evi-
^
dencia la repeticion. Tal vez no sea inutil que retome su cons-
truccidn , simplificandola. La aparicion de los significantes en la
asociacion libre puede representarse por una serie aleatoria de
simbolos (+) y simbolos (-) . Piensen , por ejemplo, en el juego
de la moneda que cae cara o cruz. En este nivel el (+ ) y el (-)
aparecen , en cada caso, al azar. Si arrojo una moneda ignoro de
que lado va a caer. Aun sabiendo el resultado de la jugada prece-
dente la jugada siguiente es imprevisible. Existe la probabilidad
que nos ensena, gracias a la matematica tan to como a una expe-
riencia obstinada , que cuanto mas aumenta el numero de juga-
das, la proporcion entre (+ ) y (-) tendera a aproximarse a la
mitad . Por otro lado, no es justamente equivalente a la emer-
gencia de una sintaxis que se produce desde que se reagrupan los
simbolos (+) y (-). Entonces supongan que arrojo una moneda
que cae de un lado o del otro al azar y marco un lado (+) y un
lado (-) . Puedo obtener al azar la sucesion siguiente:
EL HUESO DE UN ANALJSIS 37

+ + - +

Enseguida viene la operacion de ciframiento. Simplifico


mucho el razonamiento de Lacan . Puedo llamar a a la sucesion
(+ + ), puedo llamar (3 a la sucesidn (+ -) , a la sucesidn (- +)

llamarla y , y a la sucesion ( ) la llamo 6.

(+ +) a
( + -) P
(- + ) Y
(- -) 5

Entonces, sustituyo una combinacion de dos si'mbolos por


un solo sfmbolo que, de alguna manera, es su nombre.
Bien , si parto de la secuencia aleatoria que escribi en el pi-
zarron, para (+ +) escribo a, para (+ -) escribo p, para (- +)
escribo y , para (+ -) escribo p y para ( ) escribo 6. —
y 5

+ + - +
P P

Entonces de alguna manera sustituf una primera serie


aleatoria por una segunda que la nombra; la segunda depende de
la primera. Si la cafda de la moneda es diferente debo escribir,
diferentemente, la segunda serie. La serie B, depende de la serie
A que es la obtenida puramente al azar.
38 JACQUES - ALAIN MILLER

SERIE A SERIE B'


+ + “ a p y p 5
A pesar de que la serie B depende de la serie A la serie B
.era no obedecea ley algnna

independientejipja tiene. La ley sintactica a la cual obedece la


segunda serie es muy simple de escribirse: partiendo del punto a
que tiene (+ +) la serie puede continuarse en (+ ) de tal manera
que escribo un vector que se cierra; esta serie de ( + ) se puede
romper por un (-) , quiere decir que puedo ir de a a (3. p no
puede repetirse a si mismo ya que si despues de un (-) tenemos
otro (-) eso nos conduce a 8 y si despues del (-) tenemos un (+)
esto nos conduce a y. Si continuamos examinando los lazos de
aPy8 podremos completar este grafico de la siguiente manera:

Q
P Y

u
Este es el grafico que determina todas las escrituras posibles
de la serie a (3y5 y que determina, por ejemplo, que podamos
tener una larga serie de a que podri'a continuar infinitamente,
pero si acaso se detuviese, solo podrfa detenerse en un (3, porque
no hay otro vector que partiendo de a no vaya a (3 (aaa|3); pero
no puede haber dos p .
Despues de p no se puede tener sino y o 8. Entonces obte-
E L H U E S O D E U N ANALISIS 39

nemos una verdadera sin taxis que determina una escritura mien-
tras que en el punto de partida tenfamos una serie en la cual el
(+) y el (-) podfan estar en cualquier orden. Basta este razona-
miento para poner de relieve que existen escrituras imposibles;
por ejemplo que despues de un a no se encontrard nunca direc-
tamente un 6. El camino mas corto entre a y 6 pasa necesaria-
mente por (3.
Entonces podemos escribir el grafico inverso que es el grd-
fico de lo imposible de la sucesion: voy a escribirlo conservando
los mismos nombres en las diferentes posiciones; el grafico in -
verso muda el sentido de todos los vectores e igualmente son los
otros puntos los que permiten una reflexion; esa alternancia aquf
es vertical mientras que en el primer grafico era horizontal.
a

CP 11 o
5

Lacan quiso demostrar con un razonamiento de este tipo,


perfectamente elemental , la emergencia de lo imposible a partir
del azar. Por ejemplo, ustedes nunca van a tener a5 o 6a; no
pueden pasar de a a 6 sin la condicion de que aparezca al menos
un (3 entre los dos terminos. Vale la pena reflexionar un poco
sobre este tipo de fenomeno.
Por ejemplo, si por convencion se representa la relacion
sexual por la sucesion de a e 6 estamos obligados a concluir que
un elemento significante debe interponerse entre los dos para
que la relacion sea posible (a (36) . En un otro momento de su
ensenanza, Lacan determina ese significante con el falo (d> ) al
40 JACQUES - ALAIN MILLER

que podemos darle un valor diferente segun se trate de la rela-


cidn del hombre a la mujer (a//6) o de la relacion de la mujer al
hombre (6//a) y en ese caso es un y que se interpone { bya ) . Por
lo tanto es otra definicion del falo la que entra en cuestion en
este momento en la construccion de la ensenanza de Lacan.

a // 6
b // a
ap6
Sya

Solo estoy presentando esta construccion a tftulo de ejem-


plo de la evitacion . Existen sucesiones que no pueden aparecer,
como si la maquina significante las contornease. Eso es exacta-
mente lo que Lacan , en los Escritos, llama “kaput mortem” del
significante, su cabeza de muerto, su calavera , el hueso de esa
maquina significante, el residuo imposible del funcionamiento
de la repeticion. Es como si el grafico inverso escribiese aquello
que siempre evita la repeticion , como si lo mas importante a
repetirse fuese la evitacion.
El grafico tal como lo escribi representa la repeticion bajo
la forma de un saber; Lacan llama saber a alguna cosa del orden
de ese grafico. Podemos tambien decir que ese grafico representa
la convergencia. Y, podemos hacer de ese grafico el significante
amo de un sujeto, el que prescribe lo que £ste puede o no decir.
Este grafico representa la repeticion , la manifestacion de los ele-
mentos que se repiten; representa la convergencia. El propio gra-
fico es ese elemento unico que da la ley y el principio que deter-
minan lo que Lacan llama: una frase que modula la eleccion de
EL HUESO DE UN ANALISIS 41

un sujeto sin que el lo sepa y a largo plazo. En tercer lugar,


representa la evitacion , esto es, que en todos los casos hay ele-
mentos que no aparecen , elementos cuya evitacion se repite.
De la misma manera, en una analisis , esto aparece bajo la
forma de la asociacion libre.
No hay que fascinarse simplemente con la repeticion y la
convergencia, con la constante de la presencia, pues existe tam-
bien la repeticion de la ausencia, de la evitacion, de aquel con-
torno que se constituye para el sujeto como una piedra donde
tropieza. Situando la evitacion del lado de la repeticion y de la
convergencia comenzamos a entrever otra dimension de la cues-
tion. Repeticion y convergencia designan en la experiencia ariali-
tica la reduccidn a lo simbolico: la reduccidn del discurso del
paciente, aleatorio, confuso y abundante, a formas simbolicas
elementales. Pero hay algo mas, esa evitacion que no esta en la
presencia pero que introduce otra reduccion que aqui llamare:
reduccidn alo real .
Abordamos otro piano de la reduccidn psicoanah'tica mas
alia de la reduccidn simbolica, mas alia de la evidencia de for-
mulas comprimidas, de la emergencia de esos oraculos particu-
lares a cada uno, que la experiencia anal idea permite hacer surgir.
Es verdad que cada uno esta marcado por una formula simboli-
ca, pero hay mas. Tal vez podamos abordar este piano del mas
alia formulando la siguiente pregunta: por que tal palabra del
^
Otro , tal palabra del padre, de la madre, de algun otro, tomd un
valor determinante para el sujeto ? Por que tal malentendido,
^
tal homofonfa en la lengua? Por que eso acertd en el bianco
^
para un sujeto ? Esta cuestion se ubica en otro piano, en uno bien
diferente a aquel de nuestras maquinas. Hasta este momento
42 JACQUES - ALAIN MILLER

estabamos en el piano de la articulacion significante, podi'amos


formalizar los tdrminos que se repiten, los terminos que conver-
gen , los que son evitados, tachados, sustrai'dos. En todos los
casos se trata de la misma cosa. Aquf , ademas, el imposible apa-
rece exactamente como el iev6 s de la mdquina repetitiva y con-
vergente. En todos los casos se trata de una reduccidn a lo nece-
sario s decir que estamos en presencia de terminos que no
cesan de escribirse, que es la version que ha dado Lacan de la
— —
necesidad v a lo imposible, correlativamente es decir a lo
que no cesa de no escribirse y es lo que nos da en particular el
grafico inverso. El primer grafico nos da lo que no cesa de escri-
birse mientras que el segundo nos da lo que no se puede escribir.
Sea del lado de lo necesario o del lado de lo imposible estamos
en la misma dimension logica y deductible. Si Romildo , por
ejemplo, escribe en este papel, al azar, a... (3... puedo colocar
esta lfnea en la maquina y la maquina me dira si puedo o no
escribirlo, si es legftimo o no. La mdquina puede responder;
justamente, en el analisis, la maquina no puede responder.
Cuando nos pregun tamos por que tal tdrmino x, tal signi-
ficante, tal expresion , tal palabra gana tanto valor para el sujeto
se trata de otra cosa. De ninguna manera llegamos a lo necesario
y a lo imposible. Por que para tal sujeto su nombre propio
^
tiene un valor fundamental en su existencia y para otro no tiene
ninguna importancia? Cuando nos preguntamos por que tal ter -
mino tiene tal valor en el psiquismo de un sujeto, siempre nos
remitimos a la contingencia, a la contingencia de una historia
particular, justamente a alguna cosa que, en los terminos de La-
can, cesa de no escribirse. Desde que nos preguntamos por qu <£
para tal sujeto tal significante tiene un valor fundamental, nada
EL HUESO DE UN ANALISIS 43

podemos deducir pues estamos delante de una contingencia, al-


guna cosa que fue encontrada y aunque podria haber sido de
otra manera, en ese nivel solo pudo ser asf .
jAtencion! Porque todo lo que concierne al analisis —el
goce, el modo de gozar, la emergencia de un modo particular de
goce para un sujeto— todo eso dice respecto de la contingencia
y no, justamente, de lo necesario ni de lo imposible. ;Llega a ser
increi'ble hasta qu £ punto en el ser humano todo lo que se rela-
ciona con su goce esta verdaderamente abierto al encuentro!
Hasta que punto eso no esta programado ? Hay, verdaderamen-
^
te, una falla de programacion a nivel de su goce. Es cierto que el
ser humano esta programado para desenvolverse de cierta mane-
ra en el piano ffsico, por ejemplo, esta programado para usar, a
cierta edad, el lenguaje; a tal punto que Chomsky considera que
el lenguaje es un verdadero organo que, en un momento dado,
brota en el cuerpo. Pero, en lo que tiene que ver con el goce , no
hay programacion . Existen cosas que parecen programadas, po-
demos hablar del despertar sexual en la adolescencia , pero en lo
que hace verdaderamente al goce particular de cada uno, se trata
de la dimension de la contingencia. Podemos decir que esto se
ubica con gran relieve especialmente en la perversion , en la que
el sujeto de buen grado alega un mal encuentro primordial. De
la misma manera en el neurotico, en la formacion de los rasgos
de perversion, se ve la presencia de la funcion del encuentro con-
tingente.
Me parece esencial aprender a distinguir esos dos registros,
el registro de lo necesario y de lo imposible, en los que se ai'sla la
formula simbolica y el registro de la contingencia en el cual se
situa la experiencia de goce. Esto no era ignorado por Freud de
44 JACQUES - ALAIN MILLER
ninguna manera, sino que era, justamente, lo que el llamaba el
factor cuantitativo ( Das QuantitativMoment ) , El factor cuanti-
tativo , segun Freud, designa exactamente la investidura libidinal
que la estructura neurotica es capaz de captar cuando se trata de
la neurosis. En el fondo, Freud distinguia la estructura, la for-
macidn significante inconsciente y la libido que esas formacio-
nes significantes eran capaces de captar; es lo que llama: investi-
dura ( Besetzung ) .
Podemos formular, puesto que es asf como ocurre en la
experiencia analftica, o por lo menos, es asf como llegamos a
conceptualizar esa experiencia, que entre la articulacion y la in-
vestidura, que entre la articulacion significante s decir el sa-

ber tal como lo representamos hace poco y la investidura libi-
dinal, existe un hiato, una falla, una ruptura de la causalidad.
Una articulacion es una construccidn formal, jamas puede
por sf misma indicarnos el valor de goce que el sujeto le otorga.
Me arriesgo a decir que no podemos deducir, de una articula-
cion significante, la cantidad de investidura libidinal que capta
hacia si.
Vale la pena detenerse un poco en este principio, ya que es
justamente con el significante que hacemos calculos. Podemos,
siguiendo a Lacan , intentar calcular a partir del significante los
efectos del significado; es lo que Lacan presento como metafora
y metonimia. Metafora y metonimia son dos modos del signi-
ficado que dependen de dos tipos distintos de articulacion signi-
ficante. Esto llego a parecer la esencia del lacanismo: que se pu-
diese situar el significado como una funcion del significante;
segun tengamos una combinacion o una sustitucion , tendre-
• r*
E L H U E S O D E U N A N AL I S I S 45

do. Fue eso lo que Lacan explico como metaforay metonimia.


Lacan tenia la idea de que, en funcion de la articulacion signifi-
cante, podrfa calculate el lugar del sujeto que se deduc
e de allf :

AS ) -* s
El principio que formulo, a partir de la experiencia y apo-
yado en Freud, es que no hay calculo de la libido. Flay calculo
del significado, hay calculo del sujeto pero no hay calculo de la
libido. Seguramente en Freud hay una disyuncion ; por ejemplo
,

cuando el habla de la histeria, observa que los fantasmas deriva-


dos de las pulsiones reprimidas pueden ser tolerados, durante
,
mucho tiempo, junto alavidapsfquica normal y sin perturbarla
o sea , sin efectos patogenicos , hasta el momento en que
estos

fantasmas reciban una sobreinvestidura ( UberBesetzung) causa-


da por lo que el llama una revolucion de la econorma libidinal
(Unschwung ). Esta es una palabra muy graciosa para comentar.
Entonces, puede muy bien haber articulacion significante
del fantasma en la histeria, durante mucho tiempo, y eso no
impide vivir muy bien , no provoca ningun disturbio; en un
momento determinado, se percibe que esos fantasmas son acti-
vados, investidos, y empiezan a perturbar la existencia del suje-
to. Si Freud habla de revolucion , es para decir que no hay una
relacion de causalidad evidente sino que, precisamente, entra alii
una contingencia. No es como la pequena maquina que gira con
sus significantes, es de otro orden, de otro nivel, de otra perti-
nencia que el caracter invariable de la repeticion y la convergen-
ce.
nnp pern r n m n renda norau e introd uce una nue-
46 JACQUES - ALAIN MILLER

va problematica. Vimos, sin mucha dificultad , lo que puede ser


-
la reduccion simbolica, pero que decir de la reduccion del fac
^
tor cuantitativo en el analisis ? :Que se puede decir de la
<

desinvestidura de las articulaciones significances patogenicas? Esta


es una cuestion verdaderamente dificil que, con certeza, no per-
tenece al mismo orden de la reduccion significance.
En primer lugar existe una reduccion a la contingencia y no
a la necesidad , una reduccion al encuentro y hasta al traumatis-
mo, que es el modo normal de la intrusion del goce en el ser
humano. En segundo lugar, la reduccion de esa contingencia, la
reduccion cuantitativa propiamente dicha, no es nunca sino del
orden de lo posible, es decir que en un momento dado cesa de
escribirse.
Me parece que allf se inscribe el acto analftico y se juega su
destino. Exactamente, en el margen, entre la reduccion signifi-
cance y la reduccion cuantitativa. All!se inscribe el pase a tftulo
de posibilidad.

Tomemos, por ejemplo, la obsesion . El sujeto es retenido


por determinadas formulas y la cuestion no es tanto aislarlas,
sino saber como Ilega el a ceder el goce que estas formulas apor-
tan. Como dice Lacan , es necesario que acabe por ceder, pero no
podemos deducir esa cesion . Se introduce aquf , un tiempo que
no es calculable, es lo que se constata tambien en los relatos de
pase. Existen sujetos que elucidaron su repeticion , que cineron
el significance de su destino , pero a pesar de eso su analisis no
estara terminado en la medida en que ellos no cedan el goce que
permanece fijado a esa repeticion y a ese significante.
Aquf hay algo a pensar teoricamente. Hay que pensar la
EL HUESO DE UN ANALISIS 47

acraccion de la libido por la articulacion significance. Hay que


pensar el significance mas la libido, esco es, la invescidura libidi-
nal del significance y, cambidn , la separacion del significance y la
libido, el significance menos la libido , lo que Freud denomina-
ba desinvescidura. Por lo canco , lo que debe ser pensado es la
conexion encre el significance y el goce.
,;Cdmo la penso Lacan ? Espero que el angulo que abro per-
mica reordenar los dacos bien conocidos de su ensenanza.
Primeramence, Lacan penso que era suficienre poscular que
era la imagen la que acrafa libido y no el significance. Exacca-
mence, esco es lo que el primer Lacan se maca crabajando para
explicar. Claro que es muy ucil disringuir, en la praccica analfci-
ca, lo imaginario y lo simbdlico. Pero, desde el punco de visra en
que aquf abordamos la praccica , podemos decir que la libido
sacura al significance, que la libido imaginaria bloquea por su
inercia el buen funcionamienro de la maquina significance. Por
lo que es una solucion rudimencaria, y nada conforme a la expe-
riencia. Por eso Lacan la abandono.
En segundo lugar: ,;cdmo abordo Lacan la conexion del
significance y del goce, que aquf enconcramos como el proble-
ma mayor de la operacion reduccion ? En el fondo , busco la
solucion por medio de la idencificacion . La idenrificacion , es
como un craje mal corrado, pues de un lado esca la imagen y del
orro el significance. Lacan penso que podia resolver el problema
que formulamos imaginando que aquello que capra la libido es
una imagen significancizada, lo que llamo en alguna oporcuni -
dad un significance imaginario, eso que arrae y fija al sujeco en
funcion del goce que le permice. Es lo que denomino: idencifi-
cacion falica . Es una bella solucion , hay que decirlo. Consisce en
48 JACQUES - ALAIN MILLER

responder, al problema freudiano, diciendo que existe un signi-


ficance especial, que en lo simbolico, atrae la investidura libidi-
nal. Lo dijo a partir del deseo, ser el falo tiene el valor de ser
deseado por la madre.
Despues denomino al falo como significance del goce. Pero
lo que imporca es que hizo del falo el significance invescido , el
significance eminence mas el faccor cuancicacivo que acrae la libido
y conduce por eso mismo al sujeco a colocarse bajo su primacfa.
Hay una cercera solucion y debo decir que hasca ahora es la
mas popular, la solucion clasica, aquella con la cual funcionamos
nosorros mismos. Es la solucion por el fancasma. El fancasma es
el lugar por excelencia donde se junran el significance y el goce. Es
una buena solucion porque en el se juncan lo imaginario, lo sim-
bolico y lo real. El fancasma es en sf mismo una represencacion,
una escena del orden imaginario, es una arriculacion significance
donde esca presence el sujeco del significance y es, aun , complecada

por un monro libidinal marcado por el pequeno a escribo para
aquellos que aun no escucharon hablar de esco, la formula del
fancasma: (S () a) , el sujeco rachado en su relacion con el monco
libidinal lacaniano , que se escribe pequeno ay que es, de alguna
manera, la represencacion del faccor cuancicacivo freudiano. Pode-
mos decir que esca escricura, en sf misma , pone de relieve el carac-
ter hecerogeneo de dos rerminos que cienen dos fuences discincas,
de un lado, el significance y, del ocro, el faccor goce.
Enconces, enumerando esos cres momencos en Lacan , ima-
ginario, idenrificacion y fancasma, doy los cres escacucos, las cres
formas del hueso de una cura que nos dejo Lacan y, al mismo
ciempo, las formas de desinvesridura que el arciculo. Inicialmenre,
la reduccion de lo imaginario bajo la forma de un franqueamienco
EL HUESO DE UN ANALISIS 49

del piano imaginario, la reduccidn de las identificaciones, espe-


cialmente de la identificacion falica concebida como una cai'da,
y en tercer lugar, la reduccidn del fantasma concebida como un
atravesamiento.
Dice esto como puede el sujeto desprenderse del goce que
^
lo retiene en lo imaginario, que lo retiene en la identificacion
falica o que lo retiene en el fantasma ? Por el simple hecho de
construir esta serie a partir de mi pregunta, percibimos que es
necesario generalizarla y que es preciso tomar estas soluciones
bajo un nuevo angulo.
Esto me lleva a decir que hay alguna cosa, una x que se
presenta bajo la forma de un imaginario a franquear, bajo la
forma de una identificacion que debe caer, y bajo la forma del
fantasma que debe ser atravesado . Son tentativas diferentes de
cenir esax. Esaxtiene un nombre, un nombre que Lacan le dio,
uno que frecuentemente subraye, puntud , pero sin llegar a po-
nerlo exactamente en su lugar. Esta x es el sentido gozado (Jouis-
sens ) y viene de una consideracion muy simple. Lo que tal vez
sabemos mejor es que el significante tiene un efecto semantico.

^ —
Es lo que escribbj S) * s.
Entonces la hipotesis para responder a la cuestidn freudia-

na a la observacion de Freud acerca de la que hice una pregun-
ta, la ruptura de la causalidad entre la articulacion significante y


el goce es que la libido viene a investir el efecto semantico del
significante, viene a asociarse a este efecto; esto es lo que Lacan
llamo sentido gozado, es la investidura de la significacidn. Lo
que es valido tanto para lo imaginario como para la identifica-
cion falica y el fantasma.
Entonces, ,;c6mo pensar la investidura libidinal de la signi-
50 JACQUES - ALAIN MILLER

ficacion ? Porque algunas significaciones tienen un valor excep-


tional y decerminante para un sujeto. Voy a dar un ejemplo.
Tomemos el mas comun, esta significacion deliciosa, exquisita:
“ ser excluido”. Es verdaderamente la significacion mas comun;
no podemos decir que se trata de una investidura particular pues
es un universal, y es por eso mismo que la tomo como ejemplo
ya que dice algo para todos. La exclusidn es el estatuto original

del sujeto es lo que el matema de Lacan $ escribe. El sujeto se
produce como (-1) y la libido inviste de manera electiva ese (-
1) . Es evidente que es en la histeria donde constatamos el goce
de no estar nunca en su lugar. El goce es eventualmente doloro-
so y es claro, es el goce de no tener lugar. Aun cuando lo tiene no
se lo dieron de la buena manera. Es el goce de ser no clasificable.
Vemos al sujeto en lo simbdlico esforzarse en verificar de todos
los modos posibles que el es rechazado, que lo separan de su
lugar. Esta exclusion, ese (-1) , puede encarnarse en el cuerpo
como vertigo o en la pdrdida de sentido.
El (-1) no esta menos investido en la obsesion . All!toma la
forma de la retraccion voluntaria del sujeto, su retraccion en
relacion a todos los otros, su autoclausura, en un lugar que se
construye como una fortaleza que lo protege de la intrusion del
otro, al precio de aprisionarse a si mismo. En esa fortaleza , pue-
de gozar solo de su soledad bajo una forma que puede compor-
tar el goce masturbatorio.
Por lo tanto, presento aqui la histeria y la obsesion como
dos modos de investidura del (-1) , el primero bajo el modo del
desvanecimiento y el segundo mas facilmente bajo el modo de
la densidad del ser. De un lado, el acento en la falta en ser y del
otro , el enfasis en el suplemento de ser. Y si fuese nuestro tema
EL H U E S O DE U N ANALISIS 51

podriamos deducir dos conductas esenciales, en la histeria y en


la obsesion , por un lado, la intriga que esta en todo lugar y, por
el otro , la obstinacion malevola. Podemos incluir aqui, la psico-
sis paranoica, en la cual la significacion de (-1) se inviste como
ser aparte, ser excepcional, debatidndose contra la hostilidad
universal pero, a pesar de eso, prometido a un destino incompa-
rable. Estos son ejemplos de investidura libidinal de una signifi-
cacion.
Cual es la idea de Lacan sobre esto ? Pensar la significacion
^
libidinalmente invesdda bajo el modelo del calculo de significa-
do.
Partiendo de nuestra formula [/(S) s] , producimos el
significado, el efecto de significacion, bajo un modo calculable.
Esto nos lleva a admitir que el efecto de significado se deduce de
una articulacion significante. Esta es la esencia de lo que Lacan
distinguio como metafora y metonimia, como ya lo he dicho,
indicando que hay dos modos posibles del significado, uno
marcado por un (+) y otro por un (-) , segun que la significacion
emerja en la metafora o quede debajo en el caso de la metoni-
mia.

(+)
As) s
(-)
-
En cierto modo, Lacan distinguio otros dos efectos de sig-
nificado , ya no en referencia a la retorica. Entonces propongo:
Lacan distinguio un efecto neutro del significado, un efecto no
investido libidinalmente, efecto este que nos permite hacer fun-
cionar nuestro pequeno esquema: a (3yb libremente, sin ocupar-
52 JACQUES - ALAIN MILLER

nos de la libido. Ese efecto neutro del significado es lo que escri-


bimos como funcidn del significante que conduce al sujeto ta-
chado:

AS ) -* $
De hecho , el sujeto tachado es concebido por Lacan como
el efecto no libidinal del significante y, por la mejor razon del
mundo, se trata de un sujeto muerto; el sujeto que esta presente
en el grafico de af 3y & es un sujeto radicalmente separado de todo
goce. Por esta razon , Lacan estuvo obligado a colocar, al contra-
rio, un efecto investido del significado, que es precisamente lo
que llamo objeto pequeno a .

AS) - a

Esto ya no es metafora y metonimia, sino efecto neutro y


efecto investido del significante. Son dos efectos que estan re-
unidos en el matema del discurso del Amo, donde de hecho
encontramos la articulacion significante (Si -* S2) y en la lfnea
inferior los dos efectos antinomicos del significante, el efecto
muerte, el efecto de mortificacion significante (S) y del otro
lado , el efecto goce ( a ) , que supone la vida .

Si —> S2

Es tambi n , lo que permite percibir la necesidad de la for-


^
mula del fantasma que conjuga los dos efectos (S ( ) a ) .
Por eso, Lacan nos explico que es justamente en el fantas-
EL HUE SO DE U N ANAUSIS 53

ma que la libido sc articula al efecto de significance. El fantasma


es el lugar por excelencia de la investidura, ese es el hueso de una
cura, la piedra del camino anah'tico de la palabra. Es allf , nos
explico, que se desarrolla en el analisis el destino de la
desinvestidura del cual depende el final del analisis como mo-
mento de pase. Esa desinvestidura es lo que Lacan llamo:
atravesamiento del fantasma.
Prometo ahora examinar lo que esa solucion tiene de fra-
gil, de insatisfactoria. Voy hacerlo con mucha prudencia porque
el pase fue inicialmente formulado por Lacan a partir del fantas-
ma. El pase designa el momento de desinvestidura, en la medida
en que el fantasma es el lugar de su efectuacion .
Voy con precaucion en direccidn a la nocidn de que hay
que cambiar el lugar de efectuacion del pase. Ese lugar no es por
excelencia el fantasma y el propio termino “atravesamiento” tal
vez no es el mas adecuado. Aclaro que me aventuro en esa direc-
cion apenas porque lo lei en la propia elaboracion de Lacan.
Como no voy a poder continuar mucho mas tiempo esta noche
voy a darles el punto de llegada que voy a explicitar manana.
En el fondo los invito a una conversion de la perspectiva,
que consiste en postular que el significance no tiene un efecto de

mortificacion sobre el cuerpo es lo que supone la teori'a del

fantasma sino que lo esencial es que el significance es causa del
goce y, por lo tanto, que el significance no capta la libido sino que
la produce bajo la forma del plus de gozar.
El significance tiene fundamentalmente una incidencia de
goce sobre el cuerpo y es lo que Lacan llama si'ntoma. En este
sentido , el smtorna va mas alia del fantasma, porque el fantasma
supone el cuerpo mortificado por el significance, mientras que
54 JACQUES - ALAIN MILLER

el sintoma, se refiere al cuerpo vivificado.


Si nos ocupamos hoy del sintoma es porque Lacan nos
demostro que el significante se refiere al cuerpo bajo la modali -
dad del sintoma. Eso quiere decir algo muy simple que percibi
la semana pasada; el lugar teorico del sintoma , en Lacan , es exac-
tamente el lugar donde Freud escribe la pulsion, el concepto que
permite pensar la relacion de la articulacion significante al cuer-
po.
Quiere decir que en Freud la pulsion es la interface entre lo
psiquico y lo somatico , mientras que en Lacan el sintoma es la
conexion entre el significante y el cuerpo. La diferencia esencial
es que, en Freud, la pulsion es un mito, mientras que Lacan nos
muestra en que sentido el sintoma es real . Entonces, no haga-
mos de lo real del sintoma un slogan, sin ver que eso responde
exactamente al caracter mi'tico de la pulsion en Freud .

REINALDO PAMPONET (EBP-Bahfa):— Su instigante conferencia


me hizo formular algo, no se si dire una pavada. Cuando en la
<
de la Seccion Cllnica” Lacan habla de la razon en Freud
f

Apertura
dice que la restituye a partir de la escritura de la Carta 52. Para
Lacan es la escritura primitiva del significante; es justamente des-
pues del rasgo depercepcion y de la representacion depalabra que
se inscribe el rasgo significanteprimario. Mipregunta es sipodemos
hacer una equivalencia entre esa escritura de la Carta 52 y esa
segunda escritura de lo contingente. Si podemos hacer equivaler el
(3 al rasgo primario de perversion .
EL HUESO DE UN ANALISIS 55

Si. Lacan busco durante mucho tiempo en Freud todo lo


que apoyase su concepcion del significante. De hecho, el uso la
Carta 52 como apoyo a su concepcion . Es lo que Freud llamaba
dimension economica , aquella que dice respecto de las
investiduras y a la contingencia de las mismas. £l penso que
podria dar cuenta de esto por un ejercicio de escritura. Por ejem-
plo su escritura (-cp) que, de alguna manera, vino a marcar la
investidura de diferentes terminos. Pero digamos que eso no
satura las propiedades de la investidura libidinal. Por una razon
de fondo, esa investidura no es calculable, y todo lo que tiende a
conducirla a una funcion calculable no da cuenta de lo que pasa
en la experiencia analitica.


ANTONIO CARLOS CAIRES ARAOJO (EBP-Bahia): Pediria una
aclaracion sobre su punto de llegada, el ultimo, que el significante
no tiene efecto de mortificacion sobre el cuerpo, que el significante
es causa de goce. Este primer punto tambien lo podriamos enten-
der como Lacan dice en “Una cuestionpreliminary ” que elsujeto
entra en esta vida como muerto, pero es como vivo que el tiene que
jugar. Pero, por otro lado, cuando usted dice que el fantasma supo-
ne un cuerpo mortificado, como entenderiamos lo que dice Lacan
^
en “Kant con Sade”: que es el fantasma el que concede placer al
goce?

Para darles un punto de llegada, fue necesario que suprimie-


se varias paginas de mi exposicion de manana. Es por eso que
estan delante de un pequeno hiato pues ya explique mucho el
efecto de mortificacion del significante sobre el cuerpo, conti-
nuando las explicaciones de Lacan . Es un simple deslizamiento de
56 JACQUES - ALAIN MILLER

perspectiva.
Escribf hace casi diez anos atras la formula siguiente, que
coloque en el pizarron en Buenos Aires , una semana despues
que lo pronunci en Paris, y que decfa que el efecto del signifi-
^
cante — —
del Otro como lugar del significante sobre el cuerpo
era la anulacibn del goce:

A
I
En el fondo dste es el matema de la mortificacion del cuer-
po. Freud estudiando las migraciones de la libido, marca bien
que en el ser hablante el goce esta, de una cierta manera, vaciado.
Pero el preserva allf ciertas zonas, ciertos lugares del objeto que
son como restos de goce que Lacan llamb de objeto a, zonas
erogenas, objeto oral, anal, etc.

/
A
-( ) a

La conversion de perspectiva es la siguiente: si nos ocupa-


mos del lado izquierdo de la formula colocamos la mortifica-
cion significante del cuerpo, pero si nos ocupamos del lado de-
recho, al contrario , se puede tomar el punto de vista de que el
significante es la causa del goce y esto es precisamente lo que
Lacan introduce a partir de su seminario Aun ; que el cuerpo del
ser hablante es, por lo contrario, vivificado de goce por el signi-
ficante, de plus de gozar. Lacan senala que el goce tiene en el
hombre mucho mas valor que en el animal. Es preciso desorga-
nizar un poco al animal para que este acepte sacrificar su vida
EL HUESO DE UN ANALISIS 57

por el goce. Hace tiempo use el ejemplo de un raton al que le


colocan electrodos en el cerebro que activaban el centro de pla-
cer, y descubre que podia gozar simplemente apretando una pa-
lanca con su pata, y entonces aprieta esa palanca hasta morir.
No es lo que los ratones hacen habitualmente; esto vuelve
humanizado al raton, el encarna la pulsion de muerte, y es en ese
sentido que el significante es causa de goce. Quiero decir que a
traves de un electrodo se introdujo el plus de gozar en el raton y
que del plus de gozar, nunca se tiene lo suficiente. Esa es la con-
version de perspectiva.

FERNANDO GROSSI (EBP-Minas Gerais):


^ Ustedpodrta comen -
tar la logica de su exposicion a partir del discurso del capitalismo
que Lacan formalizo como el modo depensar la relacion problemd-
tica delsujeto con el goce? Pienso en la nocion de contingencia sobre
la que usted resalto, si entendi bien, su importancia tanto para el
fantasma como para el sintoma, como modo de relacion del sujeto
con el goce. ± Como pensar a partir del discurso del capitalismo esa
relacion del sujeto con el goce?

Debo decir que eso esta bien lejos de mi pensamiento ac-


tual. Estoy intentando disecar el hueso de una cura y, de hecho,
no pienso ni siquiera un poco , actualmente, en el capitalismo.
Lo que voy a hacer manana, es demostrar como esta conversion
de perspectiva nos obliga a cambiar muchos terminos que nos
son familiares. Eso es lo que el propio Lacan introdujo. Estoy
intentando pensar en el capitalismo, pero no veo nada nuevo
que pueda agregar.
58 JACQUES - ALAIN MILLER


SfiRGlO LAIA (EBP-Minas Gerais) : Ya que usted retomo la ex-
presidn freudiana: factor cuantitativo de la libido, me gustaria
saber si habria, dentro de esta perspectiva que usted trae, alguna
elaboracion sabre cuando Freud en “Elproblema economico del
masoquismo” redimensiona toda laproblematica de la pulsion a
partir de la mencion delfactor cualitativo.

Que es el factor cualitativo?


^

SfiRGIO LAIA: Freud usa esa expresion. Va a decir que de acuer-
do con elfactor cualitativo el alivio de la tension estd siempre liga-
do alplacerpero ese factor cualitativo permite pensar el aumento
de la tension como productor de satisfaccion.

Esta me parece una referencia muy buena. Es cierto que lo


que Lacan llama de plus de gozar esta siempre mas del lado de la
tension y no del lado de la rutina del esquema significante y, al
mismo tiempo, es en ese sentido que podemos decir que el signi-
ficante es causa de goce, de plus de gozar. El significante no solo
mortifica sino que desorganiza y, en el fondo, es lo que aprende-
mos con la experiencia analftica, hasta que pun to es la propia pala-
bra la que esta implicada en el goce.
Intentare considerar esto manana. Por ejemplo , para que
una mujer pueda gozar es preciso que el hombre hable, no exac-
tamente en el acto pero es necesario que haya palabras y, even -
tualmente, puede ser que solo haya palabras. Pero , por ejemplo,
para el hombre es muy diferente, y llevado hasta el lfmite, puede
hasta ser sin palabras. Esto no es anecdotico, son datos de estruc-
tura. Voy a presentar esto manana , en la via del sfntoma , porque
E L H U E S O D E U N ANALISIS 59

eso hace a dos tipos bastante diferentes de pareja-si'ntoma. Hay


algo del significante sobre el que decir mortificar es demasiado
simple, porque el significante se introduce en el ciclo del goce,
para mejor y para peor, y al introducirse all!, desorganiza el ciclo
del goce. Al mismo tiempo, sin duda, en la especie humana, hay
un goce mas intenso que en las otras especies animales donde el
goce es mucho mas parte del ciclo del placer, del principio del
placer.

SONIA ALBERTI (EBP-RIO de Janeiro):— Ustedjustified mientras


hablaba, y ahora nuevamente, alsujeto como lugar de la mortifi -
cacion. Me gustaria una aclaracion sobre el otro lado, el objeto en
el lugar del goce que supone la vida. Hago este pedido de aclara-
cion porque lo encuentro muy enriquecedor en relacion a cuestiones
aun un poco confusas para ml. Con relacion a las cuestiones que
Sergio Laia tambien toco, sobre la cuestion del principio del placer
y del mas alia del principio llevando en consideracion la cuestion
de la desimbricacion pulsional en Freud que estd relacionada con
la pulsion de muerte, para ml, el objeto a siempre tenia tambien
alguna relacion con la desimbricacion pulsional.

Va a ser difi'cil responder a todo lo que usted acaba de pe-


dir. La dificultad principal es que, dado su punto de partida, el
campo del lenguaje, la funcion de la palabra , Lacan nos hablo
del sujeto y del sujeto tachado y de su gran Otro al cual esta
enlazado porque habla. Precisa del Otro porque el codigo esta
en el Otro , porque el lenguaje esta en el Otro y al final de cuen -
tas, el sujeto solo puede hablar a partir del Otro. Eso es un par,
una pareja. Pero el correlato del sujeto tachado es el cuerpo
60 JACQUES - ALAIN MILLER
mortificado y el sujeto tachado de Lacan es hasta un sujeto sin
cuerpo. Por eso estuvo obligado a buscar su famoso comple-
mento, a minuscula, para que ese sujeto sienta alguna cosa, para
que haya vida y no apenas funcionamiento significante. El uni-
co problema es que, para que haya ese a minuscula, es necesario
que haya vida, que haya viviente, es preciso que haya cuerpo.
Lacan introdujo el cuerpo paso a paso en su ensenanza , como si
hubiese allf el monoblock del gran Otro que agarra un trozo de
cuerpo y otro mas, y otro mas, y cada vez que el mortifica una
parte, hay simplemente algo que escupe de vuelta y continua
palpitando vida y goce. Fue por eso que Lacan enfatizo mucho
la pulsion de muerte, la relacion profunda entre el goce y la
muerte. Pero lo que muda de perspectiva es simplemente resti -
tuir la funcion de la vida , aun si mortifica; esto es impensable
sino colocamos en su lugar aquello que denominamos sustancia
gozante. Esto destruye muchas cosas de la ensenanza de Lacan ,
mejor decir, esto obliga a resituar muchas cosas de la ensenanza
de Lacan y, particularmente, no podemos mas hablar simple-
mente del sujeto , debemos resituarlo como un efecto produci-
do en el interior de lo que Lacan denomina ser hablante, de
parletre , alguna cosa que va mas alia del sujeto tachado , que lo
desborda porque incluye el cuerpo. El concepto de parletre in -
cluye el cuerpo. Que dijo Lacan entonces ? Dijo que necesaria-
^
mente debe cambiarse la definicion del sujeto y debe necesaria-
mente cambiarse la definicion del gran Otro y es eso lo que
llamo pareja-si'ntoma, es el correlato del parletre.
Use la expresion pareja-si'ntoma sirviendome de terminos
que estaban en Lacan y me parece que la dupla del parletre y de
la pareja-si'ntoma es aquello que precisamos para pensar el final
EL H U E S O D E U N ANALISIS 61

del analisis en otros terminos, en terminos mas realistas.


Ademas, Lacan dijo que su pase era un fracaso . El pase, tal
como el lo definio inicialmente por el atravesamiento del fan-
tasma es un fracaso , y ademas es lo que observamos en los pases
efectivos. En un pase efectivo, observamos alguna cosa mas com-
pleja que un atravesamiento y es eso lo que me gustaria indicar
para que en el gran trabajo colectivo de las escuelas y de la AMP
estemos mas cerca de aqueilo que hacemos efectivamente y que,
sin duda, es mas modesto que un atravesamiento, pero mncho
mas efectivo. Me aleje un poco a partir de su cuestion . Le pido
disculpas.
EL HUESO DE UN ANAUSIS 63

Tres

LES AGRADEZCO haberme acompanado dos veces por este cami-


no en el que no hay una, sino varias piedras. Si, es un camino
pedregoso. Hoy intentare hacerlo un poco mas fdcil, pero no
puedo prometer nada de antemano.
En nuestra exploracidn surge una primera observacion: el
goce no es posible sin referirlo al cuerpo. Este es un principio de
Lacan, es preciso que haya un cuerpo para gozar, solamente un
cuerpo puede gozar. Esa observacion cobra relieve a partir de la
formulacion siguiente, la articulacion significante como tal, es .
independiente de cualquier referenda al cuerpo. Como observd
ayer, la articulacion del mas y del menos no precisa para soste-
nerse de ninguna referencia al cuerpo , y si, evidentemente, a la
letra escrita. Es un funcionamiento de logica significante pura.
Segunda observacion: Lacan , o mejor “el primer Lacan” ,
creyo, en cierto sentido, poder pasar de la referencia al cuerpo.
Mas precisamente penso poder dejar el cuerpo fuera de lo sim-
64 JACQUES - A L A I N STILLER
bolico, exterior a la articulacion significante. Ese es el sentido
profundo , que aqui se revela, de su clasica distincion entre ima-
ginario y simbolico. Empezo situando el cuerpo en el orden
-
imaginario, como cuerpo especular del estadio del espejo , y a la
libido circulando entre a y a como libido del yo. En el incons-
ciente no hacfa intervenir lo corporal sino como simbolizado.
Esa construccion, que se torno clasica, es tan operatoria y se
volvid tan facil de ser ensenada, que todos estamos marcados
por ella; es un esfuerzo llegar a desprenderse de estos supuestos.
Tercera observacion: la construccion que reposa en la opo-
sicion entre lo simbolico y lo imaginario no podia dejar de si-
tuar una satisfaccion interna para lo simbolico. Lacan deja la
libido y el cuerpo en lo imaginario, pero su construccidn no
puede sostenerse sin que, en lo simbolico, haya una satisfaccidn
que apunte al sujeto. Es una satisfaccion puramente significante,
precisamente, un goce sin cuerpo. Es lo que el llamaba en tdrmi -
nos hegelianos: el reconocimiento.
El reconocimiento ocurrfa en una dial ctica que supom'a
^
que el sujeto debfa reconocer al Otro para poder ser, a su vez,
reconocido por el Otro. Y, en el fondo, era dsa la satisfaccion
que el encontraba en lo simbolico de manera distinta a la encon-
trada en el cuerpo.
En este cuadro, el smtoma mismo podia ser definido como
falta de reconocimiento, una falta de la satisfaccion significante
del reconocimiento. Hoy, el reconocimiento me aparece como
una satisfaccion subjetiva de orden puramente significante. Es la
satisfaccion del sujeto, como falta en ser, que le viene del Otro de
la palabra como lugar del significante.
En el avance que hacemos estos dfas aquf , toda esa cons-
EL H U E S O D E U N ANAUSIS 65

truccion resulta un verdadero obstaculo epistemoldgico que


impide concebir el sfntoma del parletre. Serla preciso desarro-
llarlo aqul, pero no lo hare.
Por qu£ se situa la cuestidn de una manera diferente en
^
Freud? Porque el cree en el aparato pslquico y lo define como
capaz de Lust, capaz de goce. Es un funcionamiento donde hay
gastos, donde se hacen economfas, y cuando ese aparato hace
economfa existe una ganancia de goce, el famoso Lustgewinn.

^ Por que progresivamente se introduce el cuerpo en la en -


senanza de Lacan ? Por una necesidad, la necesidad que la libido
exige de la referenda al cuerpo. En Freud, lo que responde a esa
exigencia es el concepto de pulsion, que dice respecto de las zo-
nas particulares del cuerpo y de los objetos que pierde: el objeto
oral, el objeto anal. El mismo concepto de castracion exige una
referencia al cuerpo. En Lacan, el cuerpo sdlo se introduce con la
condicion de ser simbolizado, de ser significantizado y, como
subraye la ultima vez, simbolizado quiere decir mortificado.
No voy a hacer aquf la trayectoria detallada de la introduc-
ci6 n progresiva del cuerpo en la ensenanza de Lacan. Me con-
tento con decir que el cuerpo es eminentemente introducido
como falo, esto es, en tanto partes significantizadas del cuerpo y
por eso mismo mortificadas, es lo que escribe el famoso si'mbo-
lo (-qp).
Siguiendo a Freud, Lacan introduce al cuerpo como pul-
sion, aunque solo puede hacerlo tornandolo equivalente a la
demanda. Fue siempre asf que explique el matema de Lacan con
el cual se transcribe la pulsidn freudiana (S ( ) D) y donde, a su
vez, se escribe la pulsion como relacion del sujeto a la demanda.
Lo que quiere decir, entonces, que reduce la pulsidn a una arti-
66 JACQUES - ALAIN MILLER

culacion a la cadena significante. Como explique hace tiempo,


en el Grafo de Lacan, en la segunda Ifnea, la superior, se transcribe
la pulsidn como articulacion significante, es decir mortificando-
la.

El cuerpo tambien aparece como estos objetos parciales que


Lacan inicialmente presenta como objetos significantes de la
demanda. Cuando, debido a las dificultades mismas de esta cons-
truccidn , debe situar este goce que no puede ser mortificado,
que no puede ser anulado, 1 lo escribe con el si'mbolo (<i> ) .
^
Finalmente el cuerpo entra en la ensenanza de Lacan
como objeto a. Es preciso decir que permanecemos ahi, en ese
piano. Quedamos con la idea de que el cuerpo mortificado por
el significante deja lugar para excepciones, restos suplementarios
que escapan a la mortificacion y que son los objetos a. Digamos
que la punta extrema de la ensenanza de Lacan, en esa direccion,
termina colocando la equivalencia del A y el cuerpo (A = cuer-
po) . Pero es el cuerpo como corpse en el sentido ingles, quiere
decir el cuerpo como cadaver, el cuerpo mortificado. Reenvfo a
“ Radiofonia , al comentario de Lacan que tuve la oportunidad
de comentar. Entonces, en relacion a esta equivalencia llame la
atencidn formulando:
EL HUESO DE UN ANALISIS 67

J
Lo expuse hace diez anos y, ademis, resume la formula del
fantasma.
El objeto a viene a completar al sujeto del cuerpo mortifi-
cado porque el sustrato del fantasma es (-cp).

V o a)
(-9)

Para ir mis de prisa y sobre todo para aquellos que no estan


familiarizados con esta escolastica, dirfa que la ensenanza de La-
can se desenvuelve en partida doble.
Dibujo una lfnea, encima coloco el A, el Otro de la palabra,
el Otro del significante; el concepto que le corresponde es La Cosa.
El deseo viene del Otro y el goce del lado de La Cosa. Escribo
encima el S y abajo el a. Encima de la lfnea escribo el cuerpo
mortificado y abajo el plus de goce ( a ) . Encima aun el objeto
perdido y abajo la felicidad de la pulsion donde no existe falta.
Aun sobre la lfnea escribo (-cp) y en la lfnea inferior falo simbolico
($) sin negativizar. Podemos decir que esa doble dimension que
continua en toda la ensenanza de Lacan converge en un punto
fundamental que es precisamente el lugar del fantasma (S ( ) a ) .
Es preciso una conversion de la perspectiva , ya que para
que haya goce, aun si es el goce residual del plus de goce, es
necesario el cuerpo, el cuerpo vivo. Como subraye ayer, existen
dos efectos del significante en el cuerpo, uno que es la mortifica-
68 JACQUES - ALAIN MILLER

ci6 n y el otro que es la produccion de plus de goce. Si el signifi-


cante mata el goce, al mismo tiempo, lo produce. Es por eso
que, de una cierta manera, se produce a lo largo de la ensenanza
de Lacan una puesta en continuidad entre esos dos lados. Si los
tomamos como el derecho y el reves, podemos decir, que se
establece entre ese reves y ese derecho una relacion moebiana,
conforme a la Banda de Moebius, en la que el reves esta en
continuidad con el derecho. Yoy a indicarlo con estas dos fle-
chas en direccion contraria y que podemos representar del si-
guiente modo: de un lado el objeto a y la causa del deseo que
establece la relacion entre la h'nea superior y la h'nea inferior y
por otro lado , el significante como causa del objeto a en la di-
reccion contraria. Vemos en la ensenanza de Lacan que el pasa
rapidamente de un punto al otro:

Otro deseo $ cuerpo mortificado objeto perdido


Cosa goce a plusdegozar felicidad de la pulsion 3>

Entonces, la inversion de perspectiva que necesitamos en-


frentar es que lo esencial no es que el significante tenga un efecto
de mortificacibn sobre el cuerpo, sino que, el significante es cau-
sa de goce, que tiene una incidencia de goce sobre el cuerpo. Eso
es lo que Lacan llama el smtoma. De cierta manera eso viene al
mismo lugar de lo que dl llama fantasma, excepto que este su -
pone la distincion radical entre el orden del significante y el or-
den del goce.

SIGNIFICANTE GOCE
(S 0 a)
E L H U E S O D E U N ANALISIS 69

El fantasma aparece como una mediaci6 n entre esos dos


ordenes, en tanto que el sfntoma, inscribe una relacidn mucho
mas directa entre el significante y el goce. Esto supone que no se
puede ni siquiera definir el significante sin el goce y tampoco
definir el goce sin el significante y es esta la nueva definicion del
significante lacaniano, que el significante como tal se refiere al
cuerpo y esa referencia se hace sobre la modalidad del sfntoma.
Es por eso que pude decir ayer, y confirmo boy, que allf
donde en Freud existe la pulsion, en Lacan esta el sfntoma. Pero,
mientras Freud no presenta la pulsion sino como un mito, no-
sotros podemos pensar al sfntoma como un real y este es real-
mente el desplazamiento que permite medir el paso de Freud a
Lacan.

FREUD LACAN
Pulsion I
Mito Real

Es otra conception del poder del significante. No es la que


mortifica el cuerpo, no que apenas lo recorta, no solo que libera
de el el plus de gozar sino que determina el rdgimen de goce del
ser hablante. Es el significante en particular el que sostiene el
principio del placer. El principio del placer en elparletre no es lo
mismo que en el animal. El Lustprinzip tiene necesidad del sig-
nificante, precisa de la palabra. El goce del que se trata, por eso
mismo, no es solamente el goce del cuerpo , es tambien el goce
del lenguaje en la medida que el sujeto tiene un cuerpo. El goce
del cuerpo es el goce de un cuerpo habitado por un sujeto del
significante, es decir, no es un goce en bruto, no es un goce
70 JACQUES - ALAIN MILLER

anterior al significante. En elparletre el goce del cuerpo se vin-


cula al significante y aparece como su consecuencia.
Es preciso leer el fantasma de “ Pegan a un nino" ; ese fantas-
ma no es la anulacion del goce en la direccion del sujeto tachado
S o de (-cp). Se trata de la produccion de goce por el significante,
pues el goce del cuerpo en el parletre se supone marcado por el
significante. En la especie del parletre, gozar de un cuerpo pasa
siempre, por golpear al cuerpo, arruinarlo de alguna manera,
chocarse con el, y aun destruirlo. Esto es lo que el fantasma
“ pegan a un nino ' revela, este es el sadismo del significante. Co-
rrelativamente, hay el goce del lenguaje o mejor de lalengua, en
la medida en que el sujeto tiene un cuerpo. Es por eso que Lacan
hace entrar el cuerpo en el psicoanalisis al mismo tiempo en que
hace entrar el goce de la palabra. El parletre goza cuando habla.
La simbolizacion no solamente no anula el goce sino que lo
sostiene. No es solamente sobre el cuerpo propio que la palabra
tiene efectos de goce; tambidn los tiene sobre el cuerpo del Otro.
Y, para completar, agrego el goce de la escritura, que Lacan tam-
bien trata al mismo tiempo. Dejare esto por hoy.
Esta perspectiva comporta un cuestionamiento del termi-
no sujeto, porque el sujeto es un elemento siempre mortificado
que, ademas, Lacan definid como falta en ser: es en ese
cuestionamiento que hace entrar el cuerpo vivo en el psicoanali-
sis. Sustituyendo el termino sujeto por el de parletre , que es lo
contrario de falta en ser. El parletre es el sujeto mas el cuerpo, es
el sujeto mas la sustancia gozante. Pero de esta forma el concep-
to de gran Otro tambi n resulta cuestionado. No fue sino para
^
fijar las ideas que introduje, en nuestro vocabulario, el termino
pareja-sintoma como simetrico al de parletre.
EL H U E S O D E U N ANALISIS 71

Resumamos esto escribiendo en el pizarron la relacion del


sujeto al Otro en la lfnea superior y en la inferior la relacion del
parletre y de la pareja-sfntoma:

9 0 Otro
parletre 0 pX

El Otro del que se trata en la pareja-sfntoma no es mas un


cuerpo mortificado, vaciado de su goce, sino que es un cuerpo
vivo. El Otro es representado por un cuerpo vivo y eso nos
obliga a percibir que este cuerpo es sexuado. Correlativamente,
el parletre tiene tambien un cuerpo sexuado y es por eso que,
necesariamente, se ubica la cuestion de la relacion sexual, cues-
tion que estaba apagada en la perspectiva de la relacion del sujeto
al Otro. En esa direccion avanzamos ahora, con la cuestion de la
pareja-sfntoma, es un cambio de perspectiva en la relacibn del
sujeto al Otro.
En el nivel de la palabra hay una relacion entre el sujeto y el
Otro. Por ejemplo, el Otro que tiene el codigo es el que puede
dar respuestas; luego, el sujeto esta en una relacion necesaria con
el. En el fondo, nosotros adoramos explicar esto, esta logica
implacable, rigurosa, necesaria, de la relacion significante del
sujeto al Otro. Pero, en el nivel sexual, no hay relacion signifi-
cante necesaria entre el Uno y el Otro.


Ahora lo que vamos a explicar y antes de explicar es ne-

cesario que nosotros mismos lo entendamos son precisamen-
te las relaciones establecidas en la contingencia; hablaremos de
su relacion y no de proporcidn , porque la proporcion es el t r-
mino matematico que implica la necesidad. Vamos a hablar de
^
72 JACQUES - ALAIN MILLER

relacion a nivel sexual. Reservaremos el termino proporcion para


el nivel significante y tomaremos el de relacidn para lo que se
establece a nivel sexual . Y a nivel sexual la relacion pasa por el
goce, por el goce del cuerpo y por el goce de lalengua , pasa por
el smtorna.
Es as!que ingresaremos en la dimension de la pareja-sinto-
ma tomindola como el hueso, la medula misma de la cura. A
esta pareja no podemos fundarla sobre la proporcion significan-
te en el nivel sexual , la pareja se funda sobre la relacion al nivel
del goce.
Que significa, entonces, el termino pareja-sfntoma? En la
^
definicion que propongo hoy significa lo siguiente: la relacion
de la pareja supone que el Otro se torna el slntoma delparletre,
esto es, se torna un medio de goce.
Si retomamos la pregunta acerca del hueso de la cura va-
mos a recordar primeramente lo imaginario, luego la identifica-
cion falica, el fantasma y hasta llegar a la ultima respuesta que
puedo dar hoy: el hueso de una cura es el slntoma y mas precisa-
mente la pareja-slntoma. Lo que quiere decir un modo de gozar,
un modo de gozar primeramente del inconsciente, del saber in-
consciente, de la articulacion significante, de la investidura libi-
dinal del significante y del significado y por eso mismo en se-
gundo lugar, es un modo de gozar del cuerpo del Otro. Pero, el
cuerpo del Otro es tanto el propio cuerpo como el cuerpo de
cualquier otro.
Entonces, si el hueso de una cura es lo imaginario , el final
del analisis consiste en superar el piano de lo imaginario ; si el
hueso de una cura es la identificacion falica, el final del analisis es
dejar caer las identificaciones; y, si el hueso de una cura es el
EL H U E S O D E U N ANALISIS 73

faxitasma, el final del analisis sera su atravesamiento. Ahora bien,


si el hueso de la cura es el slntoma, cuai sera el final del analisis?
^
Sobre esto no hay una respuesta unfvoca de Lacan; dl hablo
solamente una vez de identificarse alsintoma. ,;Que quiere decir
esto ? Quiere decir, en todo caso, que el smtoma no se franquea
a diferencia del piano de lo imaginario. Quiere decir que, a dife-
rencia de las identificaciones, al sfntoma no lo hacemos caer; y
que, a diferencia del fantasma, el smtoma no se atraviesa. Quiere
decir que con el smtoma tenemos que vivir, que debemos —

como se dice en frances faire-avec (hacer con ) . Quiere decir
que debemos vernosla con el: llegar a identificarse con el slnto-
ma significa que yo soy tal como gozo. Eso quiere decir aun
muchas cosas mas, que no estan totalmente pensadas, que no
estan totalmente escritas sino vislumbradas, indicadas por La-
can. Esto quiere decir, ademas, algo esencial y es que el pase no
es un simple caso de desinvestidura libidinal. A veces hicimos en
el Campo freudiano un slogan tecnico del hecho de ir contra el
goce.
Esto ultimo quiere decir que concebfamos el trabajo analf -
tico como la progresion de la desinvestidura libidinal de tal suerte
que el avance del analisis se medina por la mortificacion . En este
sentido, el atravesamiento del fantasma era concebido como la
desinvestidura del fantasma; pero esto no resuelve nada precisa-
mente porque la libido de Freud es una cantidad constante. Por
lo tanto, si ella se retira del fantasma, donde va a investirse? Esta
^
es la verdadera cuestion del pase. Suponiendo que la libido sea
mal investida, y suponiendo que ella pueda desinvestirse del mal
lugar, :, ad6 nde volverfa a investirse? Ninguna desinvestidura puede
impedir que permanezca el modo de gozar, que permanezca el
74 JACQUES - ALAIN MILLER

srntoma como modo de gozar.

Entonces, tomemos la cuestion de lapareja-smtoma, que


es una nueva definicion del gran Otro, es el gran Otro definido
como medio de goce. Esto concierne al gran Otro de dos for-
mas: primero, el Otro se revela asi como representado por el
cuerpo y, en segundo lugar, como lugar del significante, ya que
la promocidn del cuerpo en Lacan no anula absolutamente al
Otro como lugar del significante, sino que simplemente destaca
que el significante mismo es un medio de goce. De ahi toma su
sentido la formula: no hay relacidn sexual. Puesto que quiere
decir que elparletre como ser sexuado no hace pareja a nivel del
significante puro, sino a nivel del goce, y que esa relacion es
siempre sintomatica.
Pasemos ahora a examinar la relacidn del goce con la pareja-
sfntoma. ;Como y en que condiciones el Otro se torna medio de
mi goce ? Cdmo es que el parletre se sirve del Otro para gozar ?
^
Como es que el parletre hace entrar al Otro en su circuito de goce
^
obedeciendo al Lustprinzipl Es necesario ser aquf muy precisos.
Comencemos por reunir los terminos con esta formula: el goce se
produce en el cuerpo del Uno a traves del cuerpo del Otro. Esto
viene a decir que, en un cierto sentido, ese goce es siempre
autoerotico, siempre autfstico como ya dije, pero, al mismo tiem-
po, siempre aloerotico, porque siempre incluye al Otro y es preci-
so mantener siempre esos dos aspectos juntos para no perderse
por este camino.
Entonces, tomemos el modelo del goce autoerotico, la
masturbacion masculina en la que el organo en cuestion es iden-
tificable. Podemos decir que es autoerotica, pero debemos agre-
EL HUESO DE UN ANALISIS 75

gar que se produce con un sentimiento de exterioridad con res-


pecto a1 cuerpo, como lo subrayo Lacan, y es ahl que el cuerpo
propio se revela como cuerpo del Otro, en el momento del
goce.
Voy a representarlo de un modo muy simple, voy a arries-
garme a representar el cuerpo propio con un cfrculo, como Uno
y como Todo, o sea correspondiendo a la formula del Para Todo
x. ( No voy a usar aquf el si'mbolo logico ordinario, voy a usar
simplemente una A).

Ax
Cuerpo Uno •O
i Todo /

El goce falico, como autoerotico, se produce fuera del cuer-


po , o sea en el punto de excepcion .
Me inclino por representar la localizacion distinta del goce
femenino en funcion del No- Todo. En este caso, el lugar del goce
no esta fuera del cuerpo, se produce en el cuerpo; sin embargo,
ese cuerpo no hace unTodo, no tiene unidad, de lo que se deriva
que el cuerpo femenino sea el goce otrificado . Es lo que Lacan
explica diciendo que la mujer es Otra para ella misma.

Ax
;Cuerpo
i Otroj ( •)
\
\
-
No Todo /
v
76 JACQUES - ALAIN MILLER

Indico entre parentesis la ausencia de puntos fuera del cuer-


po, en la medida en que el cuerpo se volvio Otro para elparletre.
No faltan testimonies femeninos sobre la extraneza de un
goce habitando un cuerpo con los efectos de ilimitacion que
son , en el fbndo, prescriptos por el No-Todo. Tenemos aquf las
estructuras significantes del cuerpo del lado masculino y del lado
femenino. Evidentemente la inclusion entre los hombres o las

mujeres es, para el psicoanalisis si seguimos a Lacan una —
cuestion de eleccion, puesto que no sigue necesariamente al sexo
biologico. Esas estructuras significantes del cuerpo determinan
la pareja-smtoma como medio de goce. Y llegarfa a decir que la
estructura del Todo x determina necesariamente la pareja-smto-
ma del hombre a partir del pequeno a , mientras que la estructu-
ra significante del No-Todo determina la pareja-smtoma del lado
femenino como gran Otro tachado. Es eso lo que voy a intentar
explicar y justificar.

Ax
Ax
-
*
pZ = ( a )
p£ = K

El pequeno a es una unidad de goce, es una unidad discreta


de goce, separable, contabilizable. Lo que Lacan acentua en el
no es del orden del significante, sin embargo el objeto a conser-
va la forma del significante, por eso podemos decir que hay un
objeto a, podemos localizarlo , enumerarlo, referirlo en la exis-
tencia; el propio Lacan hace girar a esos objetos a en los discur-
sos con terminos significantes. Por el contrario, del otro lado, la
pareja es forzada a tomar la forma del No-Todo.
EL H U E S O D E U N ANAUSIS 77

Siento que serfa preciso que a esto le de una encarnacion


para ustedes, que les permita representar las cosas. Es un punto
bastante sugestivo y tanto mas si usamos una indicacion de La-
can: la pareja-sintoma del hombre tiene la forma del fetiche,
mientras que la pareja-sintoma del parletre femenino tiene la
forma erotomaniaca. Esto se ve en el pase: al comienzo los hom-
bres tienen que resolver la cuestidn del fantasma, la forma feti-
che que sus fantasias imponen a la pareja, mientras que, en sus
comienzos, el parletre femenino en analisis tiene que resolver la
cuestidn del amor, esto es, la erotomania. Y de la misma manera
que la Biblia dice: “ ...el hombre tendrd Sodomay la mujer ten-
drd Gomorra”, podriamos creer que hay una maldicion que dim
que: el hombre tendrd el fetichey la mujer la erotomania.
Como dije al pasar ayer, el modo de gozar de la mujer
exige que su pareja le hable y la ame. Para ella el amor esta tejido
en el goce y es preciso fundamentalmente que la pareja sea Jk,
que el sea aquel al que le falta alguna cosa, y que esa falta lo haga
hablar. Sin duda, existe un cambio de epoca, la mujer tiene hoy
mas libertad de la que tenia antes, pero nada cambid en la es-
tructura por ello. Para el hombre, su modo de gozar exige que
su pareja responda a un modelo y eso puede ir hasta la exigencia
de un pequeno detalle, de un detalle pequeno a. Me acuerdo de
un analizante que persegufa la meta de encontrar en una mujer
un cierto pliegue entre la base de la nariz y la boca. Otro que
exigi'a de su pareja-sintoma una precisa forma de trasero que
solo podia descubrir despues de ir a la cama, si esta condicion no
esta, no le pasa nada, no consigue nada. El goce masculino pue-
de ser sostenido por el silencio, ya lo dije ayer. Es lo que se
encuentra realizado con toda claridad en la homosexualidad
78 JACQUES - ALAIN MILLER

masculina, en la que la pareja-sxntoma puede ser localizada y


seducida sin palabras. Esto se realiza tambidn en la relacion con
la prostituta y tambien en la masturbacidn, que ocupa en el
hombre un lugar mucho mas importance. Para el hombre, el
goce siempre tiene algo de limitado, de circunscripto, de locali-
zado y de contabilizable. Existen buenas indicaciones de eso en
el relato de la EBP para Barcelona, lo que agrego es que esa
estructura circunscripta , limitada y contabilizable del goce se
reencuentra impuesta a la pareja-sfntoma.
Del lado femenino , elparletre impone a la pareja una for-
ma distinta en funcion de lo ilimitado del goce. Para entenderlo
pensemos en el papel central de la demanda de amor en la sexua-
lidad femenina. La demanda de amor desempena en la sexuali-
dad femenina un papel incomparable con el masculino. La de-
manda de amor comporta en si misma un caracter absoluto y
una tendencia hacia el infinito que es manifiesta en el hecho de
que el Todo no esta formado, el Todo no hace Uno y eso se abre
hacia el infinito, mas alia de todo lo que pueda ofrecersele como
prueba. Es una demanda que incide sobre el ser de la pareja y
que deja al desnudo su forma erotomaniaca, la de que el otro la
ame.
Lacan empleo una vez ese termino, erotomania femenina .
Lacan fue alumno del psiquiatra Clerambault , que aislo el sin -
toma de la erotomania psicotica. No es casualidad que Lacan
hable de erotomania, estaba tambien presente en el caso del Pre-
sidente Schreber, para quien era Dios quien lo amaba, quien lo
perseguia con su amor y es exactamente por ahi que Schreber es
empujado a la posicion femenina, es lo que produce el efecto de
empuje a la mujer. Por eso Lacan puede correlativamente decir
EL HUESO DE UN ANAUSIS 79

que todas las mujeres son locas. Todas la mujeres son locas por-

que ellas tienen como pareja el A voy a ser mal visto despues
de esto si subrayo demasiado que todas la mujeres son locas.
Lacan corrigid inmediatamente esto mismo diciendo que ellas
no son locas del todo, que no son para nada locas [aquf tenemos
un juego de palabras , pas de tout\ . Yo voy a corregirlo de otra
forma: todas las mujeres son locas, sin duda, porque la pareja es
ese Aque esta por detras de ellas, pero todos los hombres son
brutos, embrutecidos por el detalle de su fantasma. Todos los
hombres estan embrutecidos excepto los hombres analizados.
(Risas)
Entonces, para la pareja delparLetre femenino hay dos axio-
mas que debemos guardar en el espiritu si no queremos ser em-
brutecidos. Primero, para amar es preciso hablar, el amor es in-
concebible sin la palabra, justamente porque amar es dar lo que
no se tiene y no se puede dar lo que no se tiene a no ser hablan-
do , porque es hablando que damos nuestra falta en ser. Tan to
mejor cuando hablamos de amor, pero no es de manera alguna
necesario, ya que hay mujeres que se satisfacen muy bien si la
pareja las critica, con tal de que el hable. El verdadero problema
del lado femenino es forzar el bombre a hablar, en lugar de mi-
rar television , leer el diario, o ir al partido de futbol. Las mas.
inteligentes van con ellos al futbol . Ademas para el hombre es
mejor hablar, porque si el no habla va a ser ella quien lo haga y
para reclamarle que hable. Segundo axioma, para gozar es preci-
so amar. Esta es verdaderamente una exigencia del lado femeni-
no y podrfa escribir la secuencia: hablar, amar, gozar. Del lado
femenino, no se puede gozar sino del habla, con preferencia del
habla de amor. He aquf un matrimonio moderno del cual me
80 JACQUES - ALAIN MILLER

hablaron recientemente. Es un matrimonio que dura desde hace


veinte anos, se puede decir que fue duradero, la unica particula-
ridad es que el marido vive en una ciudad y la mujer en otra. Se
ven cada seis meses. ;Como se mantiene el matrimonio? Porque
el marido la llama todos los dfas. Otro ejemplo, una mujer que
se queja de que su marido hace poco el amor con ella. Ella se
queja de eso, pero despues de veinte anos el lazo se mantiene;
seran solamente los ninos los que sustentan ese lazo ? Despues
^de mucho tiempo escuchandola en analisis no me parece, para
mi eso se esclarecio el dfa en que ella me hizo saber que su mari
-
do habla siempre bien de ella y, es por eso que se sostiene.
El bombre a su turno, puede gozar sin palabras y sin amor,
pero es en fin, una pequena cuota de goce. El resultado es que el
hombre es siempre un monstruo y la mujer es siempre una “pe-
sada” : en todo caso son estas la recriminaciones que cada sexo
hace al otro. En fin la erotomana pesada es aquella que no puede
impedirse hacer la pregunta: ;me amas...?, escrutando el amor
del otro, porque ella goza por amor. Puede ser tambien que
acontezca que la pareja hable mal de ella o que la insulte; expuse
un caso en mi curso, pero lo que cuenta es que el le hable. Lo-
gramos percibir, escuchando mujeres en analisis, hasta qud pun-
to ellas estan apasionadamente ocupadas de lo que se dice de
ellas y especialmente de lo que dice de ellas el hombre que las
ama y es asi que, un tal analisis, sigue el ritmo de las palabras de
la pareja, que nunca son aquellas que a ellas les gustana oi'r.
Entonces la demanda de amor en su caracter potencialmente
infinito retorna alparletre femenino. Voy a escribir esto apenas
para fijar las ideas :
EL H U E S O D E U N ANAHSIS 81

demanda de amor
Ax -*
devastation
- K

Escribo: el hablante femenino como el No-Todo que se


dirige a la pareja y se dirige entonces por la demanda de amor, de
la que dije que es potencialmente infinita y que le retorna preci-
samente bajo la forma del estrago.
En efecto, podemos decir que en funcidn de la estructura
del No-Todo, la pareja-sfntoma de la mujer se torna la pareja-
estrago. El estrago es la otra cara del amor, es el retorno de la
demanda de amor, esto quiere decir, que es como el sfntoma,
excepto que tiene un fndice infinito. El sfntoma tiene algo de
localizado, algo de elemental, algo de la estructura del lado mas-
culino y es por eso , ademds , que podemos hablar de
sintomatologfa: porque a los sfntomas podemos identificarlos,
podemos cenirlos, reducirlos a uno, contarlos, clasificarlos, po-
demos hacer un cuadro de los sfntomas, mientras que el sfnto-
ma del lado femenino es marcado por el infinito de la estructura
del No-Todo. Es por eso que de este lado toma la forma del
estrago (tuve tiempo de explicarlo en Paris hace quince dfas).
:, Qud implica el estrago, es decir, ser devastado ?
Hablamos de devastacion cuando hay un saqueo que se
extiende a todo, que no termina, que no conoce lfmites y es en
funcidn de esa estructura que un hombre puede ser la pareja-
estrago de una mujer, para lo mejor y para lo peor, porque en la
palabra ravage (estrago, devastacion) hay ravie (deslumbrar) y es
la palabra ravissement (deslumbramiento) la que da tftulo a la
novela de Marguerite Duras El deslumbramiento del Lol V. Stein
(traducida al Castellano como “ El arrebato...”). Entonces un horn-
82 JACQUES - ALAIN MILLER
bre puede ser una devastacion para una mujer, pero puede tam-
bien ser el modo por el que acontece su deslumbramiento. En
Paris pude comen tar el sentido clasico de la palabra deslumbra-
miento, que quiere decir conducir a un estado de felicidad extre-
ma, es una transportacion, que es tambien un tdrmino mlstico.
Eso significa que somos atraldos, que somos raptados por una
fuerza. Es ademas, en funcion de esto, que en el teatro clasico no
se cansan de raptar a las mujeres. No le recomiendo a nadie
raptar mujeres aun si esta en la estructura. Yo como ustedes soy
contempordneo.
Entonces examinemos un poco la pareja contemporanea,
porque podrlamos decir que esa oposicidn es de otra epoca y es
verdad que ocurrieron mutaciones extraordinarias en los ulti-
mos veinte anos en la relacion entre los sexos. Digamos que nos
estamos dirigiendo al agotamiento del double standard. Este
doble padron fue sobre todo llevado adelante en Occidente, pero
esta presente en todas partes. < Qud es lo que propone? Que serla
mejor que la nina llegase virgen al casamiento y que fuese fiel
como esposa, y en cuanto al joven, al contrario, que serla mejor
que hiciese conquistas antes del casamiento, para luego despre-
ciarlas y casarse con la buena doncella.
Vale decir que la infidelidad masculina sin ser tomada como
valor, era sin embargo aceptada. Podemos decir, que hoy vivi-
mos ya en otro mundo en el cual la virginidad femenina perdio
valor, la infidelidad masculina, el machismo, es menos soporta-
da por el Otro sexo que ahora se prepara para vengarse del hom-
bre. O sea hay una mutacion que va en el sentido de una igual-
dad, una igualdad en nombre del significante en la medida en
que, tanto el hombre como la mujer, son sujetos de derecho, lo
EL H U E S O D E U N ANALISIS 83

que quierc decir que en la relacion entre los sexos viene a inter-

ponerse el discurso juridico la historia del presidente Clinton
es el ejemplo universal. Ahora bien , el discurso del derecho es el
discurso del reparto del goce y en el fondo eso implica, del lado
femenino, un cierto abandono del infinito; esto implica la adop-
cion del modelo masculino pero bajo la forma del semblante.
Se puede decir que es una mascara; en frances diria que es le
masque-lin de la femme, en espanol habn'a que dar con el neolo-
gismo que condense mascara y masculina, propongo: la mascara
-ulina de la mujer.
Es claro; la mujer moderna tiende a hacer del hombre un
pequeno a , ella le dice “eres apenas un medio de goce” y eso va
junto con una desvalorizacion del amor, pero no es verdad, es
puro teatro.
No tengo tiempo ahora de citar, con cierto numero de de-
talles, un estudio sociologico muy preciso que se hizo sobre los
adolescentes, muestra que las chicas estan siempre ocupadas con
el amor; ellas le cuentan sus suenos, sus devaneos y fantasias
amorosas al encuestador, exactamente en la misma proporcidn
en que los chicos contabilizan las chicas que tuvieron. Es verdad
que ellas van a la cama mas facilmente, es verdad que la propor-
cion de las que llegan virgenes al matrimonio cay6 de manera
sensacional , pero es preciso destacar aqui por qu van ellas a la
^
cama antes del casamiento; ellas van a la cama por amor y cuan-
do juegan a separar la actividad sexual del amor para hacer como
los chicos, eso se les torna problematico, tanto para ellas mismas
como para los chicos.
Esto me lleva a decir que, del lado hombre, la relacion pa-
reja-sintoma se escribe ( a 8) mientras que del lado mujer eso
84 JACQUES - ALAIN MILLER

se escribe (A-> a).


Es por lo menos el esqueleto de la relacion de pareja.
La mujer es llevada a hacerse fetichizar en la relacion de
pareja , es llevada a sintomatizarse, se ve forzada a velarse, a en-
mascararse y a acentuar su semblante. Mientras que ella hace de
su pareja un A comporta igualmente que de su goce ella nada
sepa. Aquiere decir tambien eso, que ella no sabe qu decir de su
^
goce, mientras que el hombre, por su lado, fetichiza a la mujer
al precio de eclipsarse en su fantasma . Un hombre sabe mucho
mas de su goce que una mujer, el sabe mucho mas sobre los
detalles que condicionan su goce pero evidentemente eso es
mucho menos interesante.
Estos pequenos esquemas, si se desarrollan , permitiri'an
mostrar en que el masoquismo femenino no es mas que una
apariencia. Como se sabe, el secreto del masoquismo femenino
es la erotomania, porque no es que el le pegue lo que cuenta, es
que ella sea su objeto , que ella sea su pareja-sfntoma, y tanto
mejor si eso la devasta.
Voy a parar por aqui y voy a decides lo que me interesarfa
mas: los testimonies mas que las preguntas. Me deslumbrarfa si
hubiese testimonios en vez de preguntas.
EL HUESO DE UN ANALISIS 85

SIL£A FISCHER (EBP-Minas Gerais): — Voy a tener que contra-


riar su gusto, porque me quede con esta pregunta desde ayer. Hoy
usted afirmd que el final de analisis es el atravesamiento del fan-
tasma en la neurosis. Me gustaria preguntar, y eso estd en mi tra-
bajo, { cdmo se concluye el analisis con psicdticos, si es que acaso
concluye?

ANGELINA HARARI (EBP-San Pablo): — Anote unapregunta antes


onios, quedara mi pre-
de que Jacques-Alain Miller pidiese testim
gunta para otro momentoy dejari lapalabrapara los testimonios
.
La pregunta es, en rigor, del lado del parletre femenmo, cdmo
podriamospostular la identificacidn con elsintoma, ya que lapare-
ja devastation implica pensar que no hay un resto sintoma.

Ahi usted esta echandome una carnada. Vemos, a veces,


que en el final de analisis femenino, el parletre femenino se iden-
tifier. a la devastacion . Hay en la historia del psicoanalisis gran-
des devastadoras; pensemos en Melanie Klein, por ejemplo. No
hay duda que ella se presento como una tempestad , ella real-
mente no tenia miedo de nada y por lo tanto , puede ser una
salida posible, puede ser una gran devastadora pero, de cualquier
manera eso no esta al alcance de cualquier uno. Otra salida posi-
ble es ser una gran devastada. Esperemos que haya otras solucio-
nes, obviamente.
En relacion al final de analisis del psicotico: ,; que intenta-
mos hacer con un psicotico ? Intentamos fabricar un sintoma, o
sea, reducir el desborde de su libido para traerla a proporciones
vivibles; lo convidamos a desinvestir el A que esta tras el y si eso
se sostiene mas o menos bien , consideramos que esta bien asi
,
86 JACQUES - ALAIN MILLER
pero a veces, es necesario que el continue yendo a ver a su analis-
ta toda su vida, por toda la vida del paciente o por toda la vida
del analista. Eso se cruza.

MARIO NASCIMENTO (EBP-Bahfa): —Me gustaria hacerle dos


preguntas, La primera respecto a algo suyo que lei, donde habla de
que en la ensehanza de Lacan no hay lugar para arrepentimien-
tos; yo agregaria que en la ensenanza suya tampoco. Usted nos trae
una nueva vision, una nueva perspectiva mas alia del fantasma
pero eso no implica que el fantasma deje de ser fundamental. Aho-
ra, la segunda pregunta, para ser rapido: el hombre sabe mucho
mds sobre su goce pero el de la mujer es mas interesante. }No es
posible entender esta frase, en su primera parte, el hombre sabe
mds sobre su goce, como pretension masculina y , en su segunda
parte, pero el goce de la mujer es mds interesante, no podriamos
entenderlo como envidia masculina?

Ciertamente, en Lacan ese es un tema totalmente clasico


— —
desde siempre, desde Tiresias Lacan lo cita se asegura que,
proporcionalmente, el hombre tiene una parte de goce y la mu-
jer tiene nueve. Pero Tiresias, por muy mujer que el haya sido,
en verdad no tiene razon , porque el cuenta, y contar el goce es
masculino. Esto no impide que nos enganemos sobre lo que
Lacan habla con respecto a la sexualidad femenina, porque La-
can hablo de un goce suplementario y habitualmente , hasta en
el Campo freudiano, se comprendio que eso era un goce mayor,
lo que es falso desde un punto de vista de lo contabilizable , ya
que es un goce del tipo objeto a suplementario. No se percibio
en absoluto lo que Lacan queria decir; lo que el queria decir era
EL H U E S O D E U N A N A U S I S 87

, , la
que el goce femenino esta fijado al gran A tachado esto
es

erotomania de estructura, que tiene al Acom lugar


o de la pala-
bra y tambi&i como lugar del cuerpo como no Uno. A partir de
lo que dije hoy, y ultimamente en Paris, espero que, para Barce-
lona, se acomoden las cosas en su eje, en el de Lacan, sin lo cual
los trabajos de Barcelona estarlan fuera de eje.


ELISA ALVARENGA (EBP-Minas Gerais): Yo queria hacer dos
de
preguntas, una de ellas sobre un tema discutido en el Coloquio
L’Envers de Pans, sobre la mujer contempordnea. Las personas es-
taban divididas entre decir que la mujer contempordnea existe y
no existe. A partir de su ultimo desarrollo me gustaria saber si
su

tesis es que la mujer contempordnea no existe. La otra pregunta es


un pedido, elpedido para que se extienda un poquito mds acerca
de las ultimas dos formulas.

La mujer contemporanea, :, sera que acaso no existe? Es cierto


que ella intenta existir, intenta existir como sujeto de derecho, al
menos si observamos lo que nos llega de los Estados Unidos.
Hay una confrontacion entre la relacion sexual y el discurso ju-
rldico y, en el fondo, es para intentar hacer existir la relacion
sexual en el nivel del significante en el sentido de proporcion ,
que se sirve del discurso jurldico , como si el derecho pudiese
ensenar lo que el hombre debe hacer con relacion a una mujer y
lo que una mujer debe hacer con relacion a un hombre. Por
ahora, lo que el hombre debe hacer en relacion a una mujer es—
impresionante es recurrir al derecho para hacer existir la rela-

cion . Entonces, esto supone un todos iguales, todos iguales de-
lante de la ley. Por un lado esto es legitimo, se trata de un gran
88 J A C Q U E S - A L A I N MILLER

progreso; pero por otro lado, la logica que Lacan nos enseno nos
muestra que eso se inclina mas hacia el lado masculino. Enton-
ces, la paradoja es que cuanto mas la mujer existe desde el punto
de vista del sujeto de derecho, tanto mas desaparece bajo la mas-
cara masculina. Esta es la paradoja que me parece que se dibuja,
y es una dificultad que se ubica a nivel de la estructura o, como
decimos, a nivel de lo real. Evidentemente no hay buena solu-
cion y es claro que somos progresistas, defendemos el derecho
de la mujer pero, como tambien somos analistas, sabemos que
eso tiene consecuencias a nivel del goce aunque no podamos ir a
quejarnos por ello a un tribunal, por ahora.

DOMINIQUE FINGERMANN (EBP-San Pablo):


tribuciones teoricas estan
— En efecto -
sus con
verdaderamente articuladas La clinica
a
y por eso voy a dar un testimonio. Pienso en el caso de una joven
que vino a verme a causa del susto sufrido despues de haber sido
violada por varios hombres; y su susto es verdaderamente debido a
su participacidn en el goce; y ese susto se renovd recientemente en
unapelea con el novio donde ella le echo en cara que “los violado-
res me trataron mejor”. Creo que esto levanta algunas cuestiones
respecto del derecho de la mujer.

JAIRO GERBASE (EBP-Bahi'a) : — Creo que segui bien su hipotesis


de que el significante vivifica el cuerpo. Querta saber sipodemos
entender ese significante o identificarlo a partir del termino que
Lacan uso en unapalabra sola, lalengua. Elproblema es, para mi,
saber como el significante vivifica el cuerpo. Debo recordar que
hace veinte anos usted dijo a Changeux que una emocion no es del
orden de una serial quimica.
EL H U E S O D E U N ANALISIS 89

De que forma el significante vivifica el cuerpo... Bien, voy


a tomar el caso de una nina, es un clasico de la literatura
psicoanah'tica francesa del lado de la IPA que comente reciente-
mente en presencia de uno de nuestros colegas de la IPA, porque
frecuento un poco ese lado, aunque no demasiado. El momen-
to crucial del analisis de esa nina de tres anos y medio es el mo-
mento en que ella suena con unos lobos que la devoran. Ella
habla mucho de la cola del lobo que ella misma asocia con las
palmaditas en la cola que su padre le daba para incitarla a irse a la
cama. Pues bien , las palmaditas en la cola es una de las maneras
como el significante vivifica el cuerpo. Tal vez cuando ella sea
grande va a querer ser golpeada, pero en el fondo esas palmaditas
bastan.

JAIRO GERBASE: — ;En que sentido una palmadita en la cola es


una articulacion significante?

(jEn que sentido? Voy a decide por que es un significante.


Porque si hacemos esto [JAM empuja a su traductor] no es un
significante, es un empujon pero, si hacemos esto [JAM empu-
ja nuevamente a su traductor] ya es un significante porque hubo
una articulacion . Mire, tengo mucho que ver con Jairo por que
el es muy conocedor, es un gran erudito, y ademas el me mostro
esta manana que habfa anticipado mi termino “generalizacion”
diciendo que el atravesamiento del fantasma es apenas un caso
particular de una funcion mucho mas general. Como conozco a
Jairo, creo que no podre convencerlo con un hecho sacado de la
experiencia.
90 JACQUES - ALAIN MILLER

Entonces, voy a intentar convencerlo con un ejemplo saca-


do de Lacan. Usted se acuerda ciertamente del pasaje de Televi-
sion donde Lacan evoca el encuentro entre Dante y Beatriz. fil
dice que ella cierra los parpados y que en ese abrir y cerrar los
parpados hay algo como un objeto a que cae para Dante, un
desecho extrano, delicioso, que remite Dante a Dios. Pues bien,
ahf hay una articulacidn significante, que es el parpadeo de los
ojos, es el parpadeo de ojos que produce para Dante el objeto a
plus de gozar. Esto va a permitirme responder a la segunda pre-
gunta de Elisa. El pequeno a cae para Dante a partir del parpa-
deo de ojos y ese pequeno a reenvi'a a Dante al gran A que esta
detras; es a traves de ese pequeno a que el es remitido al mismo
tiempo al Otro divino; pero en tanto identificado al goce No-
Todo de Beatriz. Considero que ese ejemplo de Lacan muestra
que, al menos en ese contexto, el acepta un simple parpadeo de

ojos pero no consigo imitar el parpadeo de Beatriz— lo ad-
mite como una articulacion significante y, en determinadas con-
diciones, las palmaditas en la cola son tambien una articulacion
significante y la prueba es que ellas producen goce y es en ese
punto que se debe hacer el cambio de perspectiva . No se debe
exigir todo un grafo para reconocerse una articulacion signifi-
cante; pero cuando hay goce que se inscribe en el cuerpo, en ese
momento se debe buscar el significante que lo produjo. Y el
cuerpo, el movimiento del cuerpo , las escanciones del cuerpo ,
pueden en efecto inscribirse en una articulacion significante (a


PAULO GABRIELLI ( EBP- Bahi'a) : A lo largo del desarrollo que
usted iba haciendo iba quedando cada vez mds clara la diferencia
E L H U E S O D E U N ANALISIS 91

que ustedformula entre los dos generos, el masculino y elfemem-


no, y los dos modos de goce, el modo de goce masculinoy el femeni-
no. En algun lugar Freud dice estar habituado apensar que cuan-
do el genero masculino y el femenino estdn en la cama teniendo
relacion sexualsepuedepensar quepor lo minimo existen alii cua-
tro. Comprendo que eso significa que en las formulas de la sexuacion,
el lado masculino y el lado femenino puede ser fanqueado. El
parletre de genero masculino puede estar del lado masculino o del
lado femenino y viceversa. Cuando Lacan introduce la cuestion
del goce mistico me parece que es para hacerjustamente la diferen-
ciacion, que el genero cuenta poco en relacion algocey que el pro-
blema pasa a ser tanto para el genero masculino como para el fe-
menino. El goce de la mujer es problemdtico tanto para el genero
femenino como para el masculino. Eero si no tenemos el genero
masculino y el femenino, no sabemos decir que es el goce de la
mujer y viceversa, si no tenemos el goce de la mujer no sabemos que
es el genero masculino y el femenino. Me gustaria un comentario
respecto de esta observacion.

Es cierto y voy a hacer una obervacion. Es cierto que cuan-


do hay dos juntos hay tambien toda una multitud , es lo que
Freud indicaba, que hay toda una multitud fantasiosa, hay toda
una multitud de nudos borromeos a los que hacfa aiusion Nestor
Rozemberg y por eso es muy dificil desprenderse de eso. Nor-
malmente en un analisis se deberfa conseguir que el analizante
pueda verselas mejor en la relacion con su pareja. Esto entra
seguramente en la determinacion del final de analisis. <; C6 mo
consiguio el sujeto regular la cuestion de la pareja-sintoma? Aca-
^
so regulo a traves de la resignacion , de la revuelta , de la separa-
92 JACQUES - ALAIN MILLER
cion ? Me parece que es algo siempre posible de observar.


LLA LAGE (EBP-San Pablo) : Sipensamos en los restos de real
.

que quedan fuera de la simbolizacion permanecen , y si pensamos


en lo real sin ley que Lacan coloca en la articulacion significante,
gocey ley; jpodriamos luego pensar que la cuestion de colocar la ley
a ese resto de real que queda, permitiria a la mujer salir de ese
lugar de devastacion y al hombre salir de ese lugar de fetichizacion?
Aplicando la ley en ese real.

La devastacion es un limite de cualquier modo, o tal vez es


un mas alia del limite , es una indicacion. Designa, de alguna
forma, el campo mas alia del si'ntoraa donde no tenemos mas el
caracter aislado y circunscripto del sfntoma; por otra parte no
podemos hacer una “devastologfa” como hacemos una
sintomatologi'a. Creo que no, eso es algo que es particular a cada
uno, eso no cubre todo y serfa interesante decir, que una mujer
tiene siempre un punto de devastacion , y que no hay relacion
con la ley que pueda ahorrarle eso, en el mismo sentido en que
Lacan decla, que una verdadera mujer siempre tiene algo de ex-
traviada ( egare) ; el no podria decir eso actualmente en los Esta-
dos Unidos.

JESUS SANTIAGO (EBP-Minas Gerais): — Mipregunta essobre el


cambio de la relacion de los sexos. Usted hablo de que por su lado
la' mujerpondrla la mdscara de lo masculino , yyopreguntaria que
pasa del lado del hombre. Sabemos que Lacan indico en Televi-
sion que el celibe es un sujeto que goza con el Uno del macho, con
el objeto a, como usted bien mostro hoy. jSerd eso es suficiente?{ No
E L H U E S O D E U N ANALISIS 93

deberiamos colocar como consecuencia, como efecto, una cierta im-


potencia del lado del amor en su esquema ahl en elpizarron, en
ese matema del lado masculino que estd del lado del sujeto y el
lado femenino que estd en el campo del A? jTal cosa permitiria
decir que una mujersabe mds lo que quiere que un hombrey que
el hombre sabe decir de una mujer?

Me parece muy bien. No tuve tiempo para desarrollar por


que invierto aparentemente la divisibn, en relacibn al modo como
Lacan lo situa en “ La signification delfalo" , no pude tampoco
indicar por que me servi de terminos de los cuales todos nos
servimos, pero, para ser coherente con lo que dije anteriormen-
te, es preciso agregar la sigma del smtoma del lado izquierdo de
las formulas.

*2 a $
>2 A a

O sea indicar que esos terminos son tornados como me-


dios de goce. Lo que me parece muy justo es que hay una difi-
cultad contemporanea en relacibn al amor; por su movimiento
natural , la conquista de los derechos de la mujer se traduce por
una dificultad del lado del amor. Se torna menos situable como
valor y correlativamente, lo que asciende al cenit de nuestra so-
ciedad, es el fantasma. Hay una industria extraordinaria del fan -
tasma por los medio masivos. Hay un mercado de goce especu-
lar, del goce auditivo, hay un mercado del goce fantasmatico
que alcanza proporciones nunca vistas. Entonces, la desvaloriza-
cion del amor, la promocion del fantasma y esos fenomenos
94 JACQUES - ALAIN MILLER

estan principalmente situados del lado masculino. Entonces, se-


ria necesario que las mujeres despertasen, despertasen de la bue-
na manera, que no serfa la misma manera que la de los hombres.

FIN DE EL HUESO DE UN ANAUSIS


Indice

Prologo, por Florencia Dassen 5

El hueso de un anilisis
Uno 11
Dos 35
Tres 63

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