Bioluminiscencia

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Origen

De momento, el origen del fenómeno de la bioluminiscencia está sujeto a conjeturas.


William McElroy y Howard Seliger,4 de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos,
postulan la siguiente hipótesis sobre el origen de la luminiscencia bacteriana: durante los tres
primeros cuartos de la historia biológica terráquea las formas de vida dominantes eran
bacterias anaerobias. La llegada de las cianobacterias alteró el medio al generar estas, como
producto excretado por la acción de la fotosíntesis, cantidades masivas de oxígeno nocivo
para las bacterias. Con el fin de librarse de la toxicidad del gas, las bacterias podrían haber
sufrido con el tiempo adaptaciones metabólicas de entre los cuales los fenómenos de
bioluminiscencia de ciertas bacterias serían restos que se han mantenido hasta hoy.

Funciones[editar]

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Escarabajo Elateroidea

En algunas especies sirve como referencias sexuales y ayudas en el emparejamiento (en el


caso de las luciérnagas); en otras funcionan a modo de cebo (como en el caso de
algunos pejesapos) y en otras como defensas para confundir a los depredadores
(algunos cefalópodos y gusanos del género Phrixothrix). Resumiendo algunas posibles
funciones podemos citar:

 Camuflaje
En muchos animales de las profundidades marinas, entre ellas varias especies de calamar, la
bioluminiscencia bacteriana se utiliza para el camuflaje en el que el animal se confunde con la
luz ambiental. En estos animales los fotorreceptores controlan la iluminación según la
luminosidad del fondo del mar. Estos órganos luminosos están separados desde el tejido que
contiene las bacterias bioluminiscentes. Un ejemplo es la especie Euprymna scolopes en la
cual las bacterias mencionadas producen el fenómeno descrito.

 Atraer presas y defensa ante depredadores


La bioluminiscencia es utilizada como un señuelo para atraer presas por varios peces de
aguas profundas, como el rape. Estos poseen un apéndice colgante que se extiende desde la
cabeza del pez, atrayendo a los animales pequeños a corta distancia del depredador.
Ciertas especies de tiburones utilizan la bioluminiscencia para camuflar su parte inferior,
apareciendo una pequeña mancha cerca de sus aletas pectorales la cual permanece oscura.
Cuando los peces se acercan al señuelo, son capturados por el tiburón.
Los dinoflagelados pueden usar la bioluminiscencia para la defensa contra los depredadores.
Ellos brillan cuando detectan un depredador, posiblemente haciendo a este más vulnerable al
atraer la atención de los depredadores de los niveles tróficos superiores.
 Distracción. Ciertos calamares y pequeños crustáceos utilizan mezclas químicas
bioluminiscentes o suspensiones bacterianas de la misma forma en que algunos
calamares hacen uso de su propia tinta. Una nube de material luminiscente es expulsado,
con el propósito de distraer o repeler un posible depredador, mientras el animal escapa a
un lugar seguro.
 Comunicación. Esta función juega un papel relevante en la regulación de luminiscencia
en muchas especies de bacterias. Usando pequeñas moléculas secretadas
extracelularmente, se encienden los genes para la producción de luz solamente en altas
densidades de células.
 Iluminación. Mientras que la mayoría de bioluminiscencia marina es de color verde o
azul, el Dragonfish Negro produce un resplandor rojo. Esta adaptación permite a los peces
visualizar especies juveniles red-pigmentadas, que son normalmente invisibles en el fondo
de los océanos, donde la luz roja ha sido filtrada por la columna de agua.

Tipos de bioluminiscencia[editar]
Puede hablarse de tres tipos principales de bioluminiscencia: la intracelular, la extracelular y la
de bacterias simbióticas.

Bioluminiscencia intracelular[editar]
La bioluminiscencia intracelular es generada por células especializadas del propio cuerpo de
algunas especies pluricelulares o unicelulares (como dinoflagelados) y cuya luz se emite al
exterior a través de la piel o se intensifica mediante lentes y materiales reflectantes como
los cristales de urato de las luciérnagas o las placas de guanina de ciertos peces. Este tipo de
luminiscencia es propia de muchas especies de calamar y de dinoflagelados, en especial del
género Protoperidinium.

Bioluminiscencia extracelular[editar]
La bioluminiscencia extracelular se da a partir de la reacción entre la luciferina y
la luciferasa fuera del organismo. Una vez sintetizados, ambos componentes se almacenan
en glándulas diferentes en la piel o bajo esta. La expulsión y consecuente mezcla de ambos
reactivos en el exterior producen nubes luminosas. Este tipo de luminiscencia es común a
bastantes crustáceos y algunos cefalópodos abisales.

Simbiosis con bacterias luminiscentes[editar]


Este fenómeno se conoce solo en animales marinos tales como
los celentéreos, gusanos, moluscos, equinodermos y peces. Parece ser el fenómeno de
luminiscencia de origen biológico más extendido en el reino animal. En diversos lugares del
cuerpo los animales disponen de pequeñas vejigas, comúnmente llamadas fotóforos, donde
guardan bacterias luminiscentes. Algunas especies producen luz continua cuya intensidad
puede ser neutralizada o modulada mediante diversas estructuras especializadas.
Normalmente los órganos luminosos están conectados al sistema nervioso, lo que permite al
animal controlar la emisión lumínica a voluntad.
La relación entre la bacteria Vibrio fischeri y el calamar sepiólide Euprymna scolopes es un
sistema que sirve como modelo de simbiosis en el laboratorio. En su fase juvenil, el Euprymna
scolopes posee una serie de apéndices recubiertos de mucosidad alrededor de su órgano
luminoso con los que recoge bacterias Vibrio fischeri del entorno marino. Cuando la cantidad
es suficiente, los apéndices mueren al tiempo que el órgano luminoso madura en un proceso
fisiológico que se ha asociado con la aparición de la citotoxina traqueal.
Producción de la bioluminiscencia[editar]

Bacterias bioluminiscentes del Parque nacional de Yellowstone.

La luciferina cambia según el organismo, por lo que el color de la luz que se produce en la
bioluminiscencia será diferente según la especie. En todas las especies animales investigadas
hasta hace poco tiempo, los colores se encontraban en la sección visible del espectro y
siempre va del verde al azul. Cuando se observaban otros colores se debían a la alteración
del tono original mediante diversos órganos que actuaban como filtros o superficies
reflectantes distorsionadoras. Sin embargo, recientemente se han descubierto especies como
en la medusa abisal Periphylla periphylla que puede producir tonalidades rojizas.
La radiación bioluminiscente se compone habitualmente de entre un 69% y un 90% de luz
fría y entre un 10% y un 20% de emisión de calor, aunque hay ciertos estudios que hacen
estimaciones cercanas al 100% de luz fría.
La bioluminiscencia no es lo mismo que fluorescencia, siendo la diferencia fundamental la
fuente de donde se obtiene la energía. Mientras que en la bioluminiscencia la fuente de
energía son las reacciones químicas, en la fluorescencia -como la de la proteína verde
fluorescente la energía se obtiene de una fuente de luz previa, que posteriormente es re-
emitida como otro fotón.

La bioquímica del proceso[editar]

Fórmula estructural de la D-luciferina de la luciérnaga Photinus pyraliLuciferasa y luciferinas. Se le


acorta como LH2

Las primeras investigaciones sobre los fundamentos químicos de la bioluminiscencia se


atribuyen al farmacólogo francés Raphaël Dubois. Entre 1885 y 1892, trabajó con dos
especies de animales bioluminiscentes (las luciérnagas tropicales del género Pyrophorus y el
molusco bivalvo Pholas dactylus), refutó la teoría del fósforo, vigente hasta entonces, y
demostró que el fenómeno de la emisión biológica de luz no era más que un proceso de
oxidación enzimática en el que intervenían dos sustancias: una de ellas, termorresistente, se
consumía en presencia de la otra, que actuaba como catalizador termolábil. El propio Dubois
llamó luciferina a la primera de ellas, y luciferasa a la segunda. 5
En comparación con los procesos quimioluminiscentes, los procesos bioluminiscentes se
caracterizan por un alto rendimiento de los procesos quimioluminiscentes, mientras que el
rendimiento de los procesos bioluminiscentes, la enzima es quien desarrolla el papel
importante. En este proceso se llevan a cabo reacciones luciferina-luciferasa, en las que una
sustancia proteica luminiscente (luciferina) es oxidada por la acción catalizadora de una
enzima (luciferasa). La reacción sucede de la siguiente manera: el oxígeno oxida el sustrato
(una proteína llamada luciferina); la luciferasa acelera la reacción, y el ATP proporciona la
energía para la reacción, produciéndose agua y luz.1 La reacción es muy rápida y perdura
mientras el organismo esté siendo iluminado.

La luciferina (L) se modifica mediante utilización de oxígeno por las luciferasas, ahí se forma un
intermediario I y por último en un sustrato activo eléctricamente P*. Después de un corto tiempo de vida
se emiten fotones y el sustrato base P se alcanza.
La luciferasa es una enzima que cataliza la oxidación de la luciferina, una proteína que emite
luz.6 En la estructura química de la Luciferina el grupo carboxílico de la luciferina reacciona
con el grupo fosfato de ATP, así se forma el luciferaldenilato. El producto final de la reacción
enzimática de oxidación de luciferina es su cetoderivado, que es la oxiluciferina. La
temperatura óptima de la reacción de la luciferasa es de 25 °C, ya que a temperaturas
mayores la enzima se inactiva, y a temperaturas menores la velocidad de reacción disminuye. 1

Organismos bioluminiscentes[editar]
El fenómeno de la bioluminiscencia lo podemos observar en organismos como en luciérnagas,
en algunos hongos y bacterias, pero principalmente, en especies marinas. Existen peces que
usan la luz emitida para atraer a la hembra o a su presa, iluminándola para facilitar el ataque,
o como mecanismo de defensa para confundir al depredador y escapar. 7

Insectos[editar]
El insecto bioluminiscente más conocido es la luciérnaga. Estas se iluminan gracias a que se
encuentra en sus abdómenes un compuesto orgánico llamado luciferina. A medida que el aire
entra como una ráfaga al abdomen de las luciérnagas, el aire reacciona con la luciferina,
produciendo el familiar brillo verdoso amarillento siendo esta una forma es muy eficiente para
comunicarse en la noche. En la reacción bioluminiscente catalizada por la enzima luciferasa
de las luciérnagas además de las moléculas de luciferina y oxígeno participa la molécula
de adenosín trifosfato (ATP). La enzima luciferasa de las diferentes especies de luciérnagas
varía un poco en la estructura primaria, en la dependencia al pH del proceso catalítico y en
algunos parámetros cinéticos. Sin embargo, el esquema de la reacción y la estructura de la
luciferina son semejantes para diversas luciferasas. La reacción catalizada por la enzima de
luciérnagas se describe con el siguiente esquema estequiométrico. En donde E es la
luciferasa; LH2 es la luciferina; PPi es pirofosfato inorgánico y P es el producto de la reacción
(oxiluciferina). La estequiometría de la reacción es la siguiente: por cada molécula de
luciferina se gasta una molécula de oxígeno y se forma una molécula de dióxido de carbono.
Se propone que la luciferina, los iones de Mg2+ y el ATP tienen sitios de unión independientes
en la enzima. Durante la reacción de la luciferina se transforma en un acromóforo. Se han
reportado tres isómeros de este cromóforo depende del pH y polaridad del medio. 1
Reacción catalizada por las enzimas de las luciérnagas.

Otro coleóptero bioluminiscente es el Pyrophorus (cocuyo) que produce luz de tipo


crioluminiscencia, es decir que para producir luz casi no emiten calor extra.

Bioluminiscencia de Arachnocampa luminosa en una cueva de Nueva Zelanda.

Otra especie conocida por el proceso bioluminiscente que realiza es Arachnocampa


luminosa de Nueva Zelanda, un mosquito micetofílido que en estado larvario segrega hilos
como las arañas para atrapar a otros insectos dentro de las cuevas donde habita. Además,
para atraer a sus presas. Las sedas pueden medir 30 cm y están cubiertas a intervalos
regulares de gotitas pegajosas en las que quedan atrapadas sus víctimas. 8

Organismos marinos[editar]
La bioluminiscencia se observa en una amplia variedad de organismos marinos. Los cuales
incluyen bacterias, dinoflagelados, radiolarios, hongos, ctenóforos, cnidarios, anélidos,
moluscos, artrópodos, equinodermos, tunicados y peces. Estos organismos utilizan la
bioluminiscencia para funciones esenciales que van desde la defensa a la reproducción. La
capacidad de producir luz siempre implica la reacción quimioluminiscente ya mencionada, en
donde el sustrato emisor de luz (una luciferina) es oxidada por una enzima específica (una
luciferasa). Luciferinas y luciferasas son altamente variables en su estructura química y
secuencia de proteínas. Por esta razón, se piensa que la bioluminiscencia surgió
independientemente muchas veces durante la evolución. La coelenterazina es la luciferina
predominante observada en el medio ambiente oceánico y es el tipo específico de luciferina
utilizado en la bioluminiscencia de medusas (Phylum Cnidaria) y gelatinas de peine, o
ctenophores (Phylum Ctenophora).9

Bacterias[editar]

Cultivo de bacterias bioluminiscentes.

Las bacterias marinas, también son organismos abundantes luminiscentes; las hay de vida
libre o simbióticas, que viven en la superficie de otros organismos marinos o dentro de sus
cavidades, por ejemplo dentro de su tracto digestivo. Los invertebrados, como por ejemplo
ctenóforos, crustáceos, cefalópodos, salpas, así como algunos vertebrados marinos (peces de
profundidad) producen bioluminiscencia. Aunque en todos estos grupos el mecanismo de la
bioluminiscencia es similar, el mecanismo por el que cada organismo produce luz, varía en la
complejidad molecular de la luciferina y luciferasa, lo que da el color a la luz emitida. 10 Las
especies de bacterias marinas mayormente estudiadas son Vibrio harveyi y Vibrio fischeri . Se
sabe que V. harveyi puede estar asociado al intestino de algunos animales marinos o
encontrarse como un microorganismo de vida libre en el océano; mientras que V.
fischeri además de encontrarse en estos hábitats también vive en cultivo puro como simbionte
de los órganos productores de luz en varios peces y calamares. 11 Está bien establecido que
las bacterias bioluminiscentes emiten luz solo cuando existe alta densidad celular; una sola
célula bacteriana de vida libre en el océano no se espera que emita luz. El entendimiento del
mecanismo de esta regulación provee los principios básicos de la emisión de luz por parte de
las bacterias marinas y a su vez, auxilia en el entendimiento de los mecanismos de
comunicación celular, mejor conocida como quorum sensing. 12 Se propuso como hipótesis que
la bioluminiscencia en estos microorganismos, estaba regulada por moléculas mensajeras que
viajaban entre las células. Se llamó a estos mensajeros, “autoinductores”. 1314

Medusas[editar]

Medusa Aequorea victoria, organismo bioluminiscente.

Un claro ejemplo de bioluminiscencia en organismos marinos son las medusas, las cuales
utilizan fotoproteínas (proteínas del dominio de unión al calcio EF relacionadas con la
calmodulina, la troponina C, la miosina, la espectrina y la proteína de unión sarcoplásmica)
como la aequorina, de la medusa hydromedusas Aequorea victoria, y la mnemiopsina, del
ctenóforo Mnemiopsis leidyi. Casi todos los ctenophores son capaces de tener
bioluminiscencia, produciendo destellos de luz en las células productoras de luz (fotocitos) tras
la estimulación en condiciones de oscuridad.9

Proteína verde fluorescente (GFP)


Aequorea victoria tiene un anillo marginal de bioluminiscencia verde, que aparece en ciertas
condiciones; esta peculiaridad, descrita por primera vez en 1955, protagonizó el Premio Nobel
de Química en 2008. En el origen, un solo “agente”: la proteína verde fluorescente (GFP por
sus siglas en inglés). Osamu Shimomura descubrió la acuorina, proteína de medusa que brilla
en presencia de calcio. La acuorina emite luz azul, mientras que la medusa brilla en verde,
debido a que la GFP absorbe la emisión de la acuorina, ocurre una reacción y, como resultado
final, el brillo es verde.
GFP no necesita enzimas específicas para adoptar su plegamiento “brillante”; es un proceso
espontáneo. La reacción química del fluoróforo para el brillo solo requería oxígeno, disponible
en la mayoría de las células vivas. Al conocer cómo se formaba el fluoróforo de la GFP, se
procedió a su manipulación. Intercambiando aminoácidos diferentes en distintas partes de la
cadena obtuvo nuevas versiones de GFP más brillantes, que absorbían luz a diferentes
longitudes de onda, y emitían en colores diversos: cian, azul y amarillo. Tsien y col.
trasladaron estos conocimientos sobre GFP a una proteína fluorescente de color rojo en coral,
otro marcador biológico potencial.15
Una característica importante de la GFP es que no necesita aditivos para brillar, en contraste
con otras proteínas bioluminiscentes; es suficiente irradiarla con luz UV o azul para que emita
fluorescencia.16

Calamares[editar]
El Vampyroteuthis Infernalis, comúnmente nombrado 'calamar vampiro' está emparentado con
pulpos y calamares pero en realidad se trata de una reliquia filogenética, el único
representante vivo del orden Vampyromorphida. 17 Este tiene características diferentes, por
ejemplo, el color negro que lo distingue. Sus largos tentáculos forman una capa negra que es
similar a la de los vampiros. Tienen formas parecidas a retoños que son difíciles de ver a

Algunos calamares hacen uso de bioluminiscencia para atraer a sus presas.

menos que se les mire de cerca.18 Utiliza grandes ojos de 2,5 centímetros para detectar el más
mínimo destello de movimiento, y despliega bioluminiscencia azul oscuro para encubrir su
gelatinoso cuerpo por debajo de los depredadores cuando se desplaza a mayores
profundidades.19 Otro aspecto interesante es que al igual que muchos cefalópodos de aguas
profundas, el calamar vampiro carece de depósitos de tinta, en caso de amenaza desde la
punta de sus brazos expulsa una pegajosa nube de moco bioluminiscente. Esta cortina
luminosa, que puede permanecer casi 10 minutos, sirve para confundir a los posibles
depredadores y le permite escurrirse entre las sombras, sin necesidad de nadar muy lejos.
Este recurso sólo se usará si el animal se ve acorralado, ya que regenerar el moco
bioluminiscente es algo muy costoso desde el punto de vista metabólico.El propio animal está
cubierto enteramente de órganos productores de luz llamados fotóforos sobre los que tiene un
gran control, y es capaz de producir flashes de luz que desorienten a los predadores desde
fracciones de segundo a varios minutos de duración. La intensidad y tamaño de los fotóforos
también puede ser modulada. Esto es de gran importancia ya que en la zona menos profunda
de las profundidades donde vive el calamar vampiro, la vista desde abajo es como el cielo
durante el crepúsculo: los extremadamente sensibles ojos de los habitantes de las
profundidades son capaces de distinguir las siluetas de otros animales nadando por encima.
Para contrarrestar eso, el calamar vampiro genera su propia luz azulada (bioluminiscencia) en
una estrategia denominada "contrailuminación": la luz difumina la silueta del animal,
enmascarando de forma efectiva a los ojos vigilantes de debajo. 17

Bioluminiscencia causada por protozoarios dinoflagelados. Toma en la cercanía de A Carlsbad


(California, Estados Unidos)

Algunos dinoflagelados, como por ejemplo Pyrodinium bahamense, tienen la capacidad de


producir luz cuando las condiciones ambientales han sido muy favorables y su población ha
sufrido un crecimiento exponencial una reacción luminosa. 20
La luminiscencia de un dinoflagelado es visible en la oscuridad para el ojo humano debido a
que emiten cerca de 6 e9 fotones en 0.1 segundo. Algunas medusas emiten cerca de
2e11 fotones por 10 segundos.21

Regulación génica[editar]

Disposición de los marcos abierto de lectura para el operón luxCDABE en bacterias marinas
luminiscentes.22

La regulación génica del proceso de bioluminiscencia en organismos como bacterias, está


controlado mediante el operón luxCDABE, en donde es regulado a partir de cinco genes
estructurales requeridos para la emisión de luz: los genes luxC, luxD y luxE son los
encargados de codificar para el complejo reductasa de los ácidos grasos necesarios para
reciclar el sustrato aldehído, mientras que los genes luxA y luxB, codifican para las
subunidades α y β de la enzima oxidativa luciferasa. 142223
La expresión del operón lux es regulado a nivel de traducción y transcripción. El gen luxR
codifica para una proteína reguladora, mientras que el gen luxI es responsable de la síntesis
de un autoinductor. A mayor densidad celular, un aumento en la concentración de la proteína
luxR, obligado por el autoinductor, conduce a la activación del operón luxICDABE, que
conlleva a la producción de luz. Posteriormente, la concentración de la proteína reguladora por
medio del gen luxR se vuelve limitante, ya que el complejo proteína-autoinductor del gen luxR,
va a inhibir la traducción del transcrito gen luxR. 142425

Expresión del operón lux a partir de diferentes tipos de genes que codifican una función regulatoria de
algunas bacterias marinas.26

Los operones lux también son regulados por coacción catabólica, porque sus promotores
contienen sitios de unión a cAMP (adenosin monofosfato cíclico).14 Las enzimas inducibles
presentan funcionalidad bajo ciertas condiciones; para muchos autores, la inducción de estas
enzimas está mediada por nutrientes específicos, para los que no se producen
constantemente las enzimas. Por otra parte, la inducción en la síntesis de algunas enzimas,
es frecuentemente reprimidas por la glucosa, incluso en presencia del inductor, la cual puede
ser superada por medio del cAMP exógeno; la represión de la glucosa y la inversión por cAMP
es a lo que se le llama represión catabólica.1427

Aplicaciones biotecnológicas[editar]
Los organismos bioluminiscentes son un objetivo para muchas áreas de investigación.
Los sistemas de luciferasa son ampliamente utilizados en el campo de la ingeniería
genética como genes indicadores. También se han aprovechado para la investigación
biomédica utilizando imágenes de bioluminiscencia. La Vibrio simbiosis con
numerosos invertebrados marinos y peces, por ejemplo, la hawaiana Squid Bobtail (scolopes
Euprymna), son modelos experimentales clave para la bioluminiscencia.
Las estructuras de los fotóforos, los órganos productores de luz en los organismos
bioluminiscentes, están siendo investigados por los diseñadores industriales.
El gen responsable del resplandor y luminiscencia de la luciérnaga ha sido añadido a las
plantas de mostaza a través de ingeniería genética.
Las proteínas bioluminiscentes son herramientas bioquímicas invaluables con aplicaciones en
una amplia variedad de campos incluyendo los análisis de expresión de genes,
descubrimiento de medicamentos, estudio de la dinámica de las proteínas y mapeo de las vías
de traducción de señales. Las proteínas mayormente reportadas son luciferasas, que permiten
una detección de alta sensibilidad y poseen características peculiares como un alto
rendimiento cuántico y ausencia de toxicidad cuando se expresadas en células o en
organismos diferenciados. Se han llevado a cabo extensos estudios para alterar las
propiedades de las proteínas fluorescentes, dejando como resultado proteínas mutantes con
diferentes ondas de emisión. Las proteínas bioluminiscentes son una alternativa al uso de
proteínas fluorescentes debido a su alta sensibilidad en los análisis de detección en muestras
biológicas.142829
Algunas de las aplicaciones biotecnológicas han incluido: La GFP que es producida por la
medusa Aequorea victoria. El gen que codifica esta proteína, que ya ha sido clonado, se utiliza
como marcador en biología molecular. Una característica importante de la GFP es que no
necesita aditivos para brillar, en contraste con otras proteínas bioluminiscentes; es suficiente
irradiarla con luz UV o azul para que emita fluorescencia permitiendo ver procesos
previamente invisibles, como el desarrollo de neuronas, cómo se diseminan las células
cancerosas, el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, el crecimiento de bacterias
patogénicas, la proliferación del virus del sida, entre otros. Otra de las técnicas aplicadas fue
el arcoíris cerebral o brainbow. En 2007, un grupo de investigadores de la Universidad de
Harvard desarrolló un mapa para representar el sistema nervioso, el cual, mediante la
combinación de proteínas fluorescentes, muestra las neuronas y otras células cerebrales en
colores diferentes, permitiendo analizar el sistema nervioso y clasificar los procesos
neuronales.
Algunos ratones fueron modificados genéticamente para producir determinadas cantidades de
proteínas con colores amarillo, cian y rojo, en células nerviosas individuales del cerebro. El
resultado fue un cerebro que brilla con noventa tonalidades diferentes. Los investigadores
podían así seguir las fibras nerviosas de células individuales dentro de una densa red en el
cerebro.16
Dentro de aplicaciones se han logrado crías de mamíferos con tejidos bioluminiscentes, y se
habla de experimentar con plantas que tienen distintos propósitos como:

 Árboles luminosos, que podrían disponerse en espacios públicos, o alinearse en


autopistas, para aumentar la seguridad y reducir la factura eléctrica pública.
 Árboles de Navidad que no requerirían iluminación artificial.
 Plantas con luz biológica que se iluminarían cuando necesitaran agua.
 Métodos para detectar la contaminación bacteriana de alimentos, por ejemplo:
productos contaminados con E. coli, los cuales serían detectados al instante, debido a su
luz biológica activada en presencia de la bacteria.
 Identificadores biológicos que podrían ser aplicados en todo tipo de organismos para
su control y trazabilidad (incluidos los humanos).
 Detectores luminosos de determinadas especies bacterianas en entornos concretos.

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