Ética en La Administración
Ética en La Administración
Ética en La Administración
Ética en la administración
Fundamentos de auditoria
De acuerdo a los principios de la ética dentro del plano de la administración es todo aquello que
trata de conductas morales, de los que es permitido y lo que no.
Es de gran importancia saber de qué manera podría una persona regirse por conductas morales
dentro de su entorno laboral a la hora de administrar. Muy a menudo el ser humano se prepara
para tener una profesión con el fin de poderse sustentar y valerse por sí solo, le apasiona la idea
de suministrar y adquirir. Cuando tenemos la responsabilidad de administrar debemos tomar en
cuenta que factores harán que nuestro desempeño como administradores sea uno de provecho y
a la misma vez eficiente.
En las empresas existen ciertas normas que de cierto modo van de la mano con lo ético, lo
importante no es que existan estas normas sino sabernos dejar regir por ellas. Como por ejemplo
un propietario tiene la responsabilidad de llevar un registro de todo lo que pasa dentro de su
negocio y registrar los ingresos a aquellas agencias encargadas de auditar, seria ético que la
persona reporte toda la actividad económica que ha ocurrido durante ese periodo dentro de su
negocio y no sería adecuado que solo reporte parte de la misma. Llevar una conducta ética en la
administración no solo contribuye a que el negocio siempre va a fluir de manera eficaz, esto hace
que tenga un atractivo puesto que cuando se administra bajo todos los requisitos pertinentes y a
su vez son plenamente cumplidos se goza de beneficios a la hora de hablar de estado creditito,
otro factor que influye fuertemente a la de ser considerados por otras instituciones o ayudas.
La ética es relevante para todo individuo y sin duda alguna, se encuentra inmersa en el ámbito
empresarial. En cada decisión siempre deberá tomarse en cuenta la ética, ya sea que el tema sean
negociaciones con nuestros proveedores, con nuestros colaboradores o con nuestros
competidores
Debe ser la persona más ética de la empresa, ya que solo siendo ético podría manejar con
integridad todas las transacciones, situaciones y decisiones que conllevan consigo el puesto de
gerente y que define al final del camino el destino de una empresa.
Según Ferrell y Fraedrich: "Una cuestión ética es un problema, una situación u oportunidad que
exige que un individuo o una organización elija entre varios actos que han de ser evaluados como
buenos o malos, éticos o faltos de ética".
Los estudios indican que los gerentes pueden tener problemas éticos con persona que tiene un
vínculo económico directo con la empresa como lo son: clientes, proveedores, empleados,
competidores, autoridades reguladoras y gubernamentales, superiores, mayoristas y minoristas.
Esto crea problemas específicos que pueden ser situaciones como:
Los problemas éticos que tienen los gerentes, tienen en común la característica que pueden verse
como un conflicto de intereses, ya que siempre surgen entre el gerente y los empleados, grupos o
terceros a la empresa.
Administración Inmoral
La administración inmoral es un estilo que no sólo carece de principios o preceptos éticos, sino
que también se observa en ella una oposición decidida y activa a lo que es ético. La administración
inmoral contraviene abiertamente todos los principios éticos. Este punto de vista sostiene que los
motivos de la gerencia son egoístas y que a ésta sólo le importa su propio beneficio o el de su
organización. Si la actividad de la administración se opone activamente a lo que se considera ético,
significa que la gerencia es capaz de distinguir entre el bien y el mal y, no obstante, elige actuar
mal.
Administración Moral
La administración moral se esfuerza por ser ética en función de su interés y aplicación de las
normas éticas y los principios profesionales de conducta, motivos, objetivos, orientación hacia la
legalidad y estrategia general de funcionamiento. En cuanto a esta manera de administrar
podemos de manera específica expresar que quienes tienen la responsabilidad en las
organizaciones de tomar decisiones tanto gerentes como trabajadores se guían por los aspectos
formales , legales que caracterizan la cultura estricta y rigurosa de su empresa y del país donde
estas actúan ;por ello, tanto en lo interno como en el ámbito externo se preocupan por hacer
cumplir las normas éticas, los estándares de conducta profesionales, las reglas y leyes vigentes
para mantener una imagen positiva en el mundo de los negocios.
Las decisiones que toma la alta gerencia tienen un gran impacto en la estabilidad de una empresa,
por lo que es conveniente que se establezcan dentro de un marco ético. Esto ayudará a que las
decisiones sean justas y enfocadas en beneficiar a todo el personal.
Los líderes empresariales encaran diversos desafíos a diario y uno de los retos medulares es la
toma de decisiones. Mediante este procedimiento, los directivos escogen la solución más acertada
para asegurar el crecimiento de la compañía, contratar un nuevo personal, erradicar un conflicto,
etc. Por este motivo, la toma de decisiones es un aspecto crucial, ya que, en ocasiones, puede
determinar el futuro de la organización.
En esta toma de decisiones, la ética adquiere gran envergadura, ya que les permite a los líderes
discernir entre las acciones correctas e incorrectas. Con criterios éticos, serán capaces de tomar
decisiones justas, honestas y orientadas al mejoramiento de las condiciones de la empresa y de
quienes son parte de ella. Asimismo, la forma en la que decidan moldeará la imagen con la que
serán observados e imitados por los empleados. Por lo tanto, este proceso requiere de sumo
cuidado y de un análisis y reflexión profundos.
Las decisiones no éticas con especial énfasis en buscar un mayor beneficio económico pueden
ocasionar problemas dentro del personal, principalmente si algunos colaboradores están en
desacuerdo con su aplicación. Y si la falta de ética se manifiesta externamente, las consecuencias
pueden ser aún más graves. Los efectos negativos al medio ambiente o a la comunidad por parte
de una compañía son problemas serios y que generan consecuencias difíciles de reparar, como el
desprestigio de la organización.
Para evitar esta clase de problemas, lo conveniente es establecer un marco ético dentro de la
empresa. Este deberá fijar los principios morales bajo los que operarán los integrantes de la
compañía, marcando las pautas sobre las que actuar para solucionar conflictos éticos que
aparezcan durante la gestión.
Las empresas no solo deben ver a la ética como un instrumento valioso para la toma de
decisiones, sino también como un elemento que les permitirá sobrevivir a largo plazo. Las
organizaciones más exitosas y con una mejor imagen en la sociedad son aquellas que trabajan bajo
criterios éticos bien definidos.