Duplicidad de Partidas

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MARCO TEÓRICO

2.1.- CONCEPTO DE DUPLICIDAD DE PARTIDAS REGISTRALES


La duplicidad de partidas, desde un punto de vista jurídico – doctrinario es
aquella que se conoce también como doble inmatriculación, y se origina
cuando en un mismo bien mueble o inmueble, o una misma persona
jurídica o natural, o para el mismo elemento que determine la apertura de
una partida registral se origina más de una partida registral, donde cada
una de ellas es independiente con relación a la otra. En consecuencia, la
duplicidad de partidas genera una situación anómala, en virtud de la cual
con referencia a un mismo inmueble existen simultáneamente asientos de
dominio con distintos titulares. (Atilio, 1995. p.103).

Ahora bien, Roca Sastre refiere que la doble inmatriculación de finca


constituye un estado patológico o irregular que se produce a veces en el
Registro de Propiedad, y ello e consistente en que una misma finca, por
entero, o una misma finca y parte de ella, constan inmatriculadas dos (o
más) veces en hojas, folios o registros particulares diferentes dentro de
un mismo ayuntamiento o Sección del propio de Registro. (Roca R. y
Roca M., 1995. p.259).

Por otro lado, Díez Picazo señala que se denomina “doble inmatriculación
al hecho de que una misma finca se encuentre inmatriculada en dos folios
diferentes e independientes uno de otro. La inmatriculación puede ser
plural si se ha producido más de dos veces. Existe doble inmatriculación
cuando las dos fincas son absolutamente idénticas entre sí, aunque que
sus respectivas descripciones (linderos, etc.) estén hechas de una
manera distinta. Hay también doble inmatriculación si una de las fincas
coincide solo parcialmente o se encuentra superpuesta con respecto a
otra. (Diez y Gullón, 1997. p.303).

No obstante para tener un concepto claro y preciso respecto de la


duplicidad de partidas, el Tribunal Registral se ha pronunciado en un
marco conceptual respecto de ello, en los términos siguientes:

“La duplicidad de partidas es definida por el Art. 56 del Reglamento


General de los Registro Públicos, de la siguiente manera: “Existe
duplicidad de partidas cuando se ha abierto más de una partida
registral para el mismo bien mueble o inmueble, la misma persona
jurídica o natural, o para el mismo elemento que determine la
apertura de una partida registral conforme al tercer párrafo del
Artículo IV del título preliminar de este Reglamento.

Se considera también como duplicidad de partidas la existencia de


superposición total o parcial de áreas inscritas en partidas registrales
correspondientes a distintos predios”1.

2.1.1.- CARÁCTER NOCIVO DE LA DUPLICIDAD

Dentro de la esfera doctrinaria se llega a la conclusión en


considerar que la duplicidad de partidas, también denominada
“doble inmatriculación” (en materia inmobiliaria), cumple con un
carácter nocivo para el sistema registral, y atenta contra la
seguridad jurídica que busca brindar este sistema. En ese mismo
entendido, Diez (2007, p. 361) lo concibe como un “[…] grave y
frecuente defecto en nuestro ordenamiento jurídico inmobiliario”.
Asimismo, Alvares (2006, p.127) se trata de una grave deficiencia
del sistema registral. Por último, otros autores lo conciben como
un “situación anómala” o “patología registral” (Gordillo, 2010 p.
436).

El carácter perjudicial de la duplicidad se ve reflejada en la


información inexacta y hasta contradictoria que puede publicitar al
originarse dos o más partidas registrales, donde se inscriben acto
y contratos de manera paralela. Esto se opone a los fines del
Registro. De otro lado, es conveniente precisar que el sistema
registral fundamentalmente declarativa y, en el ámbito inmobiliario,
los altos costos de implementación del catastro impiden contar
con una base gráfica completa, esto determina que las
duplicidades se presenten de manera constante. (Gálvez 2014,
p.134).

En este entendido, la concurrencia de dos o más partidas


registrales con respecto de un mismo bien, o de una persona,
produce efectos nocivos dado que trasgrede la seguridad jurídica
que otorga el Registro, por ende también afecta gravemente los
principios registrales.

2.1.2.- REGISTROS QUE COMPRENDE

1
Resolución N° 285-2010-SUNARP-TR-A, f. j. 2.
El nacimiento de dos o más partidas registrales no solamente
debe referirse o entenderse en ámbito de los bienes inmuebles, si
bien es cierto que históricamente primero se creó el registro de
propiedad inmueble; no obstante posteriormente se crearon otros
registros, es por esa razón, que nuestra legislación se ve en la
obligación de regular también el tema de las “duplicidades” en
estos “nuevos” registros. (Gálvez 2014, p.135).

Entonces teniendo en cuenta lo antes indicado, podemos decir


que pueden existir duplicidades en Registro de Bienes Inmuebles,
Bienes Muebles, Personas Naturales y Jurídicas, por ejemplo con
respecto a un inmueble, puede ser el caso de una finca, de un
bien mueble, como el caso de un vehículo automotor. Ergo, en el
ámbito de las personas naturales podría darse, por ejemplo, el
supuesto de duplicidad de partidas para la sucesión intestada de
un causante, ambos inscritos en la misma oficina registral, en lo
que se refiere a las personas jurídicas, podría existir en caso de la
creación de dos partidas registrales para una misma sociedad,
siempre y cuando haya una concesión de todas las partes dentro
de este proceso particular, todo ello fin de no generar otro tipo de
conflictos.

Ahora bien, teniendo en cuenta el Art. 56 del RGRP, acogiendo la


existencia de otros registros donde no se utiliza como base un
bien o una persona, utiliza la frase “el mismo elemento”, para
referirse, por ejemplo, al registro de garantías mobiliarias, en el
que se inscriben contratos. En este entendido la duplicidad de
partidas puede surgir de la creación de dos partidas registrales
para un mismo contrato. (Gálvez 2014, p.136).

2.1.3.- CAUSAS POR LO QUE SE GENERAN LAS DUPLICIDADES

Cuando se creó a la Superintendencia Nacional de los Registros


Públicos (en adelante, Sunarp), se tenía un sistema registral
incipiente, atendiendo a la poca experiencia en la materia dado a
la nueva implementación de un modelo registral puesto que no se
tenía experiencias anteriores que podían ayudar a solucionar
conflictos, esto se complicó aun ms ya que en ese entonces no se
contaba con un tribunal registral propiamente dicha, por todo ello
es que se generó muchos problemas que hasta la fecha aquejan a
los usuarios, unos de estos es la duplicidad de partidas.

En ese mismo contexto, en el año 1888, el registro se crea con la


finalidad de acoger las inscripciones referidas a los inmuebles;
esta inscripción, de actos y contratos, era de un número reducido;
de manera tal, que podía manejarse la información de una forma
ordenada. Este hecho tenía que ver con la escasa población de
nuestra ciudad. Sin embargo, este número reducido de
inscripciones contaba con un elemento en contra, que era el poco
avance de la tecnología, que no permitía utilizar mecanismo de
medición con que podemos contar actualmente, como por
ejemplo el sistema georreferenciado de ubicación de los
predios (también denominado GPS), que mediante un sistema
satelital permite calcular de manera exacta las medidas de un
predio. (Gálvez, 2014 p.137-138).

Teniendo en cuenta todo ello, podemos decir que en aquellos


primeros años la descripción de un predio utilizando diferentes
medidas de superficies; así tenemos, por ejemplo: Yugadas,
topos, fanegadas, tongos, yuntadas, etc. Inclusive, en algunos
casos, no se encuentran medidas sino, características de la
geografía, por ejemplo: “[…] por el fondo colinda con unos árboles
frutales”. Este ejemplo de diferentes medidas o frases que tienen
como base la geografía, hacen imposible establecer una medida
exacta de los predios; esto se graba por el hecho de que en esa
época no era requisito adjuntar planos.

Aunado a ello, que los primeros años de la creación de registro se


utilizaron índices manuales de contratantes y las inscripciones de
anotaban en “tomos”, sin la utilización de base de datos
computarizada, por cuanto no existían las computadoras, además
no existía la oficina de catastro y con una descripción deficiente de
predios, era usual generar duplicidades.

Es así que el gran porcentaje de las inmatriculaciones en el


Registro de la Propiedad inmueble de nuestro país se han hecho
teniendo como mérito el documento notarial, en donde se señalan
el área, medidas perimétricas, linderos y demás especificaciones
que individualizan al inmueble, datos que proporciona el mismo
interesado o son extraídos de documentos anteriores, los que no
siempre reflejan la realidad física del predio, en tanto el notario no
verifica in situ este acontecimiento; de modo que lo ingresado al
Registro es fiel reflejo al documento notarial, mas no
necesariamente a la realidad física del predio. Este hecho, así
como también los originados en determinados procesos de título
supletorio o prescripción adquisitiva de dominio, seguidos sin tener
el antecedente registral (y si lo tienen no guarda congruencia con
la realidad física), ha generado superposición o duplicidad de
inscripciones o partidas que al independizarse por lotización sobra
o le falta área a la partida matriz; circunstancia anómala que el
Registro no logra controlar por sí solo, el catastro puede
detectarlas y evitar la anomalía. (Sánchez, 2016.p.8).

Por otro lado, El autor Rimascca (2015, p.222), nos llama a


reflexión al considerar que las causas por las cuales se puede
generar el fenómeno de la duplicidad de partidas son muy
variados. No obstante, la doctrina ha atribuido a la falta de un
buen catastro la posibilidad de esta duplicidad de partidas, ya que
el acceso de la finca al Registro de basa en simple declaraciones
de los interesados hechas por documentos auténticos.

Por otra vertiente, teniendo en cuenta el derecho comparado,


entre las causales de este anomalía, en la doctrina española, se
sostiene que “tiene su origen en el hecho de que los medios de
inmatriculación sean bastante sencillos, de que carezcan de un
sólido soporte catastral y no se lleve a cabo un riguroso control de
la existencia y de las características de las fincas cuya inscripción
se solicita […] puede tener su origen en una documentación falsa,
producida con específicos fines dolosos o de fraude, pero cabe
también que se produzca por la existencia de una doble titulación
cuyos orígenes son muchas veces muy difíciles de establecer, o
que obedezca a errores en anteriores descripciones, en especial
en los casos de segregación o división de una finca en diferentes
parcelas” (Diez, 1995. p.361-362).

En consecuencia, los que suscriben pueden notar los


motivos que generan este problema complejo de duplicidad son
diversos y sobre todo el porcentaje es mayor que en caso de otros
registros; que demás pueden surgir por error en la calificación del
Registrador Público por defectos de Registro (por ejemplo si no
cuenta con un índice actualizado, fallas en el sistemas, ect.) o por
una actitud dolosa por parte de algún persona interesada. Para
contrarrestar estas anomalías es que se creó un tribunal registral
que ayude a aclarar ciertos conflictos que se susciten, a fin de no
vulnerar ningún derecho que le asiste a las partes al momento de
registrarse aplicando todos los principios registrales.

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