Cómo Desarrollar La Intuición
Cómo Desarrollar La Intuición
Cómo Desarrollar La Intuición
Contenidos de la página:
¿Qué es intuición?
¿Cómo desarrollar la intuición?
o 1. Piensa en positivo y calma tus emociones
o 2. Desarrolla los cinco sentidos
o 3. Mejora tu autoestima
o 4. Incluye la meditación en tu estilo de vida
o
¿Qué es intuición?
El famoso psicólogo Carl Jung incluyó la intuición entre las cuatro funciones que necesitamos las
personas para comprender la realidad y relacionarnos con el medio, las otras tres funciones son “el
sentimiento, el pensamiento y la sensación”.
De modo que la intuición es una función muy importante en la que te basas para guiar tu vida. Acudes a ella, la
mayoría de las veces sin darte cuenta, para tomar cada una de tus decisiones.
Aunque la intuición es una facultad innata (todos nacemos con ella), se puede desarrollar. Cuanto más
la ejercites y aprendas a escucharla, mejor acceso tendrás a ella. Esto te ayudará a tomar decisiones más
acertadas que te guiarán en la consecución de tus sueños y podrás disfrutar de una vida más plena y feliz.
Sobre todo cuando detectes en tu mente que tus pensamientos tienen un enfoque negativo, repite tus
afirmaciones positivas y comienza a pensar en cosas positivas. No dejes que tus pensamientos te dominen,
toma el control sobre ellos y dales energía positiva, así tus emociones cambiarán con ellos.
Puede que este ejercicio te cueste un poco al principio, pero cuanto más lo practiques más sencillo te resultará
realizarlo. Merece la pena. Verás cómo tu intuición aumenta y cada vez se te hace más fácil ir tomando las
mejores decisiones.
Tu capacidad intuitiva depende del adecuado manejo de los sentidos. El desarrollo de los 5 sentidos te
ayudará a desarrollar también el sexto, “la intuición”.
Realiza ejercicios para ser consciente del momento presente, del aquí y ahora, del mundo que te rodea, de la
vida que estás viviendo.
Relájate y enfoca tu atención en cada uno de tus sentidos, uno tras otro.
Vista: Analiza con detenimiento lo que ves, esos rayos de sol que entran por la ventana y forman luces y
sombras en los objetos de la habitación donde estás. Mira el cielo y centra tu atención en las formas de las
nubes al pasar… cualquier cosa que haya a tu alrededor, analiza con curiosidad el mundo que te rodea
utilizando para ello el sentido de la vista.
Oído: Ahora fíjate en cada sonido que te envuelve. ¿Oyes el canto de algún pájaro?centra tu atención en él. Si
estás escuchando música, puedes analizar cómo suena cada uno de los instrumentos por separado,
examinando primero en el sonido de un instrumento, luego de otro, y así…
Tacto: Cierra los ojos y analiza las sensaciones que llegan a tí a través de tu piel. La temperatura del ambiente,
el tacto de la ropa, lo duro o blando del asiento, etc.
Olfato: También con los ojos cerrados, entrena tu sentido del olfato, ¿a qué huele tu ropa? ¿y tu mano? No lo
hagas rápidamente, relájate, siente y analiza detenidamente el olor de diferentes cosas.
Gusto: Realiza este ejercicio cuando comas. En vez de masticar y tragar rápidamente, saborea con
detenimiento la comida. Intenta distinguir cada uno de los ingredientes, analiza y siente el sabor de lo que
comes. Piensa en qué sabores son los que más te están gustando y disfrútalos.
Todos tus sentidos son importantes, cada uno cumple una función distinta que te ayuda a encontrarte a ti
mismo, con tu ser interior, a desarrollar tu intuición y a vivir tu propia realidad.
Muchas veces vamos por la vida con un ritmo tan acelerado que nos olvidamos de que estamos vivos, nos
olvidamos de sentir la vida. Desarrolla tus cinco sentidos y aprende a disfrutar de la vida con plenitud.
3. Mejora tu autoestima
Márcate un objetivo en la vida, descubre qué te gustaría lograr, cómo te gustaría vivir y ponte en acción
(acciones en consonancia con objetivos).
Descubre tus fortalezas ¿para qué eres bueno?
Cumple lo que te propones, si no lo haces la confianza en ti mismo se verá resentida.
Aprende a aceptar las cosas que no salen como habías planeado.
Revive los logros que has tenido en la vida y tenlos presentes.
Celebra las nuevas victorias que vayas consiguiendo por pequeñas que sean.
La meditación es una herramienta muy valiosa. Además de ayudarte en tu salud física, mental y emocional,
también te ayuda a desarrollar la intuición.
Todo el conocimiento humano comienza con intuiciones, de ahí procede a conceptos y termina con ideas.
Immanuel Kant
La intuición es uno de los sentidos más importantes que tenemos; podría decirse que es aquel con el cual navegamos la
existencia y descubrimos el mundo, incluso en sus más ínfimos detalles.
Aunque sin intuición no habría manera de aprehender el mundo, en la actualidad es un sentido difícil de estimular y
más aún de utilizar. El ajetreo de la vida cotidiana, sus rutinas y sus dinámicas no suelen ser terreno fértil par desarrollar
las habilidades de la intuición, pues además vivimos dominados por una idea de superioridad de la razón, que ha delegado
a la intuición a las estepas del más básico instinto.
Por eso, poner en sintonía nuestros sentidos para despertar a nuestro yo intuitivo es algo que tenemos que
trabajar conscientemente. Esto requiere incluso de equilibrar cuerpo y mente, pues sin un diálogo entre ambos
–que suprima un poco el uso incesante de la razón– será imposible escuchar lo que nos dice nuestra intuición,
cuyo más portentoso beneficio es la vinculación cuerpo-mente.
Todo esto es más fácil de lo que parece. Lo que encontraremos al final es que la intuición siempre ha estado ahí,
y que sus habilidades están listas para ser reclamadas por nosotros y nuestros sentidos.
Despertando la intuición
Para saber qué tipo de intuición tienes, debes conocer las habilidades intuitivas que hay y lo que significan.
Éstas se encuentran ligadas a los sentidos: a la visión, a la escucha y a las funciones cognitivas.
Todos tenemos todas las habilidades intuitivas. Leyendo sobre sus características quizá te puedas dar cuenta
cuál va mejor contigo y cuál será la habilidad más fácil de despertar de su letargo, aunque en general es
bueno intentar despertar todas las habilidades, pues juntas se complementan.
Te dejamos también algunas prácticas y hacks para lograrlo, que se complementan a la perfección con las
técnicas de meditación que probablemente ya realizas (o que, en caso contrario, te recomendamos ampliamente
realizar, para desarrollar tus habilidades intuitivas).
Clarividencia
Es la forma de habilidad intuitiva que permite ver cosas dentro de la mente. Quien la tiene más desarrollada
suele saltar a conclusiones al dejarse llevar por lo que ve, pues su intuición es cinemática: repleta de
imágenes que le dicen cómo podría ser el futuro. Los clarividentes tienen una gran imaginación y son muy
observadores.
Prueba también hacer más cinemáticos los libros que leas. Vive las historias a partir de las imágenes
mentales que elabores, y luego piensa en cómo eran estas imágenes. O intenta recordar imágenes de
películas y lo que te hicieron sentir. La forma en la que recuerdes las imágenes también te dirá cosas sobre tu
intuición clarividente.
Clarisensación
Esta habilidad, literalmente, se siente en el cuerpo (sobre todo en la piel). La intuición clarisensacional permite
sentir físicamente la información en el cuerpo; por ejemplo, a través de los escalofríos. Quienes tienen esta
intuición suelen ser personas muy empáticas; son como pequeñas esponjas que absorben todo a su
alrededor. Esto puede ocasionar que se vean rebasados por todo aquello que perciben, como los sentimientos
negativos de los demás.
Intenta recordar lo que te transmiten los dolores que tienes. Quienes tienen esta habilidad más desarrollada
suelen expresar lo que los estimula de manera corporal, incluso en forma de dolores o u otras sensaciones.
Así que intenta saber qué trata de decirte tu cuerpo en cada situación.
Clariaudiencia
Esta intuición permite escuchar con claridad. Más que de manera cinematica, esta intuición nos lleva a
procesar la información y proyectarla a través de vibraciones. Es más un diálogo interno; más parecido al
razonamiento, con una voz que busca advertirnos del peligro o las posibilidades a través de los sentidos.
Estos “diálogos” pueden hacer de la persona alguien que está más en contacto consigo mismo y sus
emociones (y también, es más sensible a la música y sus significados).
Trata de hacer pequeñas sesiones donde puedas activar esa habilidad de la que te proveen los oídos. Ve a un
parque o plaza y cierra los ojos para poder captar lo que escuchas e interpretarlo. Piensa en lo que ocasiona
en tus sentidos aquello que escuchas. Cuando tengas los ojos abiertos, trata de guiarte más por los sonidos
de manera consiente.
Asimismo, puedes intentar escribir tus memorias musicales: por ejemplo, cómo sonaba la música con la que
bailaste por primera vez, o la que estaba en alguno de tus cumpleaños. Intenta también escuchar música en
tu cabeza: ¿puedes imitarla?
Clariconciencia
Esta habilidad es quizá la más poderosa. Quien la tiene más desarrollada podrá percibir más rápidamente lo que es mejor,
y procesar óptimamente la información a través de las áreas de cognición del cerebro. Este tipo de intuición estimula los
órganos, especialmente los de la cabeza y el corazón, y hace a quienes la tienen grandes consejeros, permitiéndoles
desarrollar mucha sabiduría y grandes ideas.
Conocer estas habilidades intuitivas es un camino que nos lleva a mejorar nuestra vida en general. Entre otras cosas, la
intuición consciente nos ayuda a manejar mejor el estrés, pues comenzamos a entender que no todo está en nuestras
manos (o en manos de la razón). En ese sentido también es un viaje introspectivo, pues podemos ponernos en contacto
con lo más profundo de nuestras emociones, e incluso con esa parte instintiva que todos tenemos dentro.
Estimula tu intuición, pues después de todo ella es la llave a la experiencia del mundo. Te sorprenderán los lugares a los
que puede llevarte en tu vida diaria.
Será mejor que pongas a ejercitar tus sentidos para agudizarlos tanto que tu
intuición se active de forma espontánea. Deja de lado las verdades que
presenta la burbuja social, política y científica. Todo lo que necesitas ya está
dentro de ti, ahora sólo debes estimularla, y para eso te dejamos esta
¿Sientes confianza?
Una vez que identifiques tus emociones deberás determinar si te dan
confianza o no, ¿qué te hace creer que es real o falsa cualquiera de ellas?
Siempre pregúntate por qué crees o no en lo que te rodea o escuchas.
Desarrolla la confianza con tu intuición. Los pequeños pensamientos también
cuentan.
La curiosidad te da respuestas…
Jamás se llega al auge de la intuición sin una curiosidad que la alimente. Ve
más allá de la primera impresión o del primer sentimiento. Hazte preguntas
constantemente e intenta responderlas para ir ampliando tu visión.
podemos hacer las cosas más mundanas (como caminar o abrir una
Despierta tu intuición
Hacerte más intuitivo es difícil con las dinámicas actuales. Por ejemplo, la
productividad que nos exigen en nuestros trabajos suele mermar nuestra
intuición, porque nos demanda fríos cálculos y nos coloca bajo presión. No
obstante, es posible ejercitar el cerebro y las emociones para ser más
intuitivo.
Lo único que tienes que hacer es ponerte en sintonía con tus sentidos. De lo
que se trata es de aguzarlos todos para poder utilizarlos de manera inconsciente,
para lo cual tendrás que acostumbrarte a realizar sesiones de meditación
cotidianas, y entablar diálogos con tu yo interno más seguido. Si quieres
saber más de cómo despertar a tu yo intuitivo, puedes ver nuestra guía aquí.
Porque somos fans de la intuición. Y creemos que si se convierte en una
fuerza colectiva, podremos evolucionar como civilización.
Hallar la verdad ha sido un trabajo al que las más brillantes mentes se han
abocado; ya sea que se trate de la verdad en torno al movimiento de los
astros, o de llanas cuestiones terrenales, la búsqueda de lo veraz impregna
cada acción que ejecutamos.
Pero, quizás, este afán intelectual por encontrar “verdades absolutas” es la
equivocación más notable. No sólo hemos hecho preguntas incorrectas, sino
que hemos buscado responderlas con un arsenal de instrumentos y lógicas
que tienden a colocarse por encima de los instintos básicos humanos, e incluso
se transforman en afirmaciones que rayan en la locura de la sociedad de
época.
Porque si bien es cierto esto, la intuición es una suerte de sexto sentido del que
nos hemos olvidado. No obstante, quizá se hallén ahí las más infalibles
respuestas de la existencia.
¿Por qué la intuición?
Gracias a que nos ayuda a ser escépticos y a poder discernir, la intuición (que
es como el detective oculto de la conciencia) es nuestro mejor aliado para
sobrevivir en estas épocas posmodernas de verdades a medias y de bombardeos
mediáticos que buscan confundirnos y alejarnos de lo realmente importante.
Y es que, si la verdad es relativa, como a grosso modo planteó el filósofo
polaco Adam Schaff (quien definía la verdad como un proceso, y no sólo como
un fin), quiere decir que las “verdades parciales” que poco a poco va captando
nuestra intuición son las que terminan por moldear la realidad. El proceso de la
verdad es, así, algo casi infinito.
Esto significa que siempre necesitamos de nuestra intuición, pues no existen
verdades absolutas de las cuales fiarse. Así que, cuando no sepas en quien
confiar, o si dudas sobre si algo es verdad o no, siempre puedes remitirte a
las herramientas cognitivas más básicas con las que hemos sido dotados, y
dejarte guiar por tu intuición.
La intuición es una de esas habilidades que todos tenemos, pero en la cual no todo
mundo cree. Y es que se trata de un tipo de percepción sensible, más que racional.
No obstante, y aunque parezca increíble, la intuición no es un instinto neuronal o un
simple rezago de nuestra animalidad, sino una habilidad clave para conducirnos
por el mundo.
De hecho, la intuición es un mecanismo refinado.
Gracias a él podemos saber cuando alguien nos mira.
¿Alguna vez te habías preguntado por qué podemos sentir una mirada, aunque estemos
de espaldas? Sucede por un mecanismo neuronal ligado a la intuición. El
psicólogo Edward Titchener le llamó “escopaestesia”, habilidad que permite detectar
de forma extrasensorial si alguien nos está mirando.
Lo curioso es que, aunque todos lo hemos sentido, los experimentos tanto de Titchner
como del biólogo Rupert Sheldrake –realizados 1 siglo después, en el año 2000– han
negado la existencia de esta habilidad extrasensorial. Sheldrake hizo un experimento
en el cual sólo la mitad de las personas estudiadas parecían saber cuando se les estaba
mirando, porcentaje que le pareció insuficiente. Y aun así, este biólogo ha planteado
que en la naturaleza existe un principio de memoria llamado la “resonancia
mórfica”: un campo de información que tiene influencia sobre todas las formas de
vida y sobre cada generación.
Si para Sheldrake todos estamos conectados más allá del espacio-tiempo gracias a
los “campos mórficos”, ¿sería alocado pensar que ese mismo tipo de conexiones nos
hacen poder presentir al otro de manera extrasensorial?
Intuición
La intuición (del latín intuitio,1 «mirar hacia dentro» o «contemplar») es un concepto de la Teoría del
conocimiento aplicado también en la epistemología que describe el que es directo e inmediato, sin intervención de
la deducción o la razón (o razonamiento), siendo considerado como evidente.2
Se cree que la percepción sensible ofrece un conocimiento intuitivo de la realidad. De la misma forma,
el entendimiento tenía una "intuición intelectual" capaz de conocer la esencia de las cosas y sus diversas formas
mediante los conceptos.3
En la Edad Moderna ha sido estudiado por los racionalistas, los empiristas, Kant y el criticismo y la fenomenología.
No obstante lo anterior, poco a poco el problema de la intuición ha ido derivando desde el campo de la
especulación filosófica al campo de la ciencia positiva, siendo considerado más bien un tema de
investigación psicológica y neurológica.
Según algunas teorías psicológicas, se le llama intuición al conocimiento que no sigue un camino racional para su
construcción y formulación, y por lo tanto no puede explicarse o, incluso, verbalizarse. El individuo puede relacionar
ese conocimiento o información con experiencias previas, pero por lo general es incapaz de explicar por qué llega a
una determinada conclusión o decisión.4 Las intuiciones suelen presentarse más frecuentemente como reacciones
emotivas repentinas a determinados sucesos, percepciones o sensaciones que como pensamientos abstractos
elaborados y muy relacionados con las creencias e ideologías.
En el lenguaje popular suele significar con frecuencia presentimiento.5
Índice
1Enfoques racionales de la intuición
3Aspectos cognitivos
4Esoterismo
5Referencias
6Bibliografía
7Véase también
8Enlaces externos
Aspectos cognitivos[editar]
Desde una perspectiva cognitiva,15 se considera que el cerebro trabaja con una mente de dos vías, las cuales
interactúan. Según Daniel Kahneman, hay:
una mente oculta e intuitiva que es rápida, automática, que no requiere esfuerzo y que es asociativa e
implícita, y a la que no es posible acceder por introspección. Sobre ella, influirían dos elementos: 1) una serie
de atajos mentales, heurísticos, desarrollados a lo largo de la evolución, que son los que capacitan a los seres
humanos para los juicios rápidos y frugales (y que, en ocasiones, generan indicios perceptivos que pueden
generar ilusiones o falsas percepciones); 2) las asociaciones aprendidas a lo largo de una historia vital, que se
constituyen en sentimientos que guían nuestros juicios.
por otro, está la mente consciente o explícita, discursiva, secuencial, racional, y que requiere un esfuerzo
para que funcione.
Esoterismo[editar]
Las mayoría de doctrinas esotéricas dan una gran estima a la intuición, entendiéndola como una facultad
complementaria o alternativa a la razón.
Referencias[editar]
1. ↑ Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2014). «intuición». Diccionario
de la lengua española (23.ª edición). Madrid: Espasa. ISBN 978-84-670-4189-7. Consultado el 26 de mayo de 2017.
2. ↑ Ferrater Mora op. cit. entrada "intuición"
3. ↑ Sobre todo la tradición platónico-aristotélica y su incorporación a la filosofía cristiana.
4. ↑ El Pais.com. Jenny Moix (14-11-2010): “¿Podemos fiarnos de la intuición?”. Consultado: 14-05-2-011
5. ↑ drae: intuición
6. ↑ http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiamedievalymoderna/Descartes/Descartes-
Intuicion.htm Intuición en Descartes.
7. ↑ http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiamedievalymoderna/Kant/Kant-Intuicion.htm Int
uición en Kant
8. ↑ Alice Bailey. Espejismo, un problema mundial. Argentina. Fundación Lucis, 1950
9. ↑ Carl Gustav Jung, Tipos psicológicos, Ed. Sudamericana, pág. 539.
10. ↑ C. G. Jung- R. Wilhelm. El secreto de la Flor de Oro. Buenos Aires:editorial paidós, 1961
11. ↑ Howard Gardner. Estructuras de la mente. Santafé de Bogotá: Fondo de Cultura económica, 1993
12. ↑ «El cerebro de Darwin: Intuiciones y toma de decisiones». Consultado el 2009.
13. ↑ «Cerebro: La Intuición En La Toma De Decisiones - Ciencia Y Sociedad Xii. Por Qué Somos Como Somos».
Archivado desde el original el 27 de noviembre de 2012. Consultado el 2009.
14. ↑ Bach, Kent (1981), “An Analysis of Self-Deception”, Philosophy and Phenomenological Research, vol. 41,
nº.3, pp. 351-370.
15. ↑ Cf. David G. Myers, «El poder y los peligros de la intuición», Mente y Cerebro, 33, 2008, págs. 22-29.
Bibliografía[editar]
Fradet, Pierre-Alexandre, Derrida-Bergson. Sur l'immédiateté, Hermann, Paris, coll. "Hermann Philosophie",
2014. ISBN 9782705688318
Ferrater Mora, J. (1984). Diccionario de Filosofía (4 tomos). Barcelona. Alianza Diccionarios. ISBN 84-206-5299-
7.
Véase también[editar]
Hemisferio cerebral
Creatividad
Instinto
Intelecto
Prejuicio cognitivo
Sentido común
Intuición empírica
Intuición intelectual
Intuición femenina
Intuición sensible
Pensamiento intuitivo
Sexto sentido
Paradoja del cuervo