Capítulo 3

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

Yañez Rodríguez Ana Gabriela

Capítulo 5
Autodominio
Es una capacidad humana positiva y una característica del carácter que implica el
propio control de los impulsos y reacciones ante ciertos estímulos del mundo
social, manejando las emociones y comportamiento en la interacción con los
demás.

El autodominio es una disposición muy importante ya que nos ayudará a afrontar


con calma y serenidad los problemas y los contratiempos normales de la vida, es
decir, nos anima a cultivar la paciencia y a desarrollar mucha comprensión en las
relaciones interpersonales establecidas y por establecer, también en relación a
nuestro temperamento, si es que tenemos una tendencia de mal genio, saber
controlarse, esto ayuda a la persona a no estallar ante cualquier contratiempo que
pueda padecer.

La persona que puede controlarse interiormente tiene el privilegio de vivir una


alegría plena para su vida, pues jamás se deja llevar por los disgustos o
situaciones que le puedan ocurrir.

Si contamos con el valor de auto dominarnos y no hacer lo primero que se nos


cruza, entonces, seguramente, no nos equivocaremos en la acción que
emprendamos, porque nos tomaremos nuestro tiempo en pensar y no actuar de
modo impulsivo, esto nos ayuda a tener excelentes relaciones personales,
principalmente por la cordialidad y delicadeza que tiene de sacar un buen
autodominio.

Este es uno de los valores más difíciles de practicar. Más que el dolor físico y el


miedo, no hay nada que pueda provocar tanto a una persona como todo el ajetreo
que pueden ocasionar los impulsos de su cuerpo y de su mente.

Por ejemplo: el dolor de un brazo fracturado puede durar por meses, pero el dolor
emocional que causa un ser querido puede durar años. Así, pues, en el momento
en que las emociones son más intensas y agitadas, toma una gran fuerza de
voluntad decidir no reaccionar según nuestra naturaleza. Ignorar los sentimientos
Yañez Rodríguez Ana Gabriela

no ayudan a un buen autodominio, ya que las emociones reprimidas se


manifiestan en el cuerpo como tensión o dolores, y tratar de razonar
adecuadamente no es productivo si no se sabe cómo controlar una emoción.

Una buena práctica del autodominio conlleva un desarrollo de la claridad mental y


el autoconocimiento: con sólo escuchar nuestras emociones, dejándolas palpitar,
sin corregirlas ni criticarlas, poco a poco irá entrando la calma y la claridad para
reaccionar adecuadamente a una situación. Así un individuo puede mantenerse
sereno y centrado para actuar de la manera más razonable posible. Lo malo que
se impide, es bien nuevo desarrollándose.

Ejemplo: En un momento de cólera evitar decir cosas que ni siquiera sentimos.

Las personas con inteligencia emocional no dejarán que la opinión de alguna


persona les quite la felicidad por ningún motivo. Es muy complicado apartarse de
lo que otras piensan o dicen. Al no darle tanta importancia a lo que otras personas
opinan, son más proclives a no compararse con otros. perdonarán fácilmente, pero
no olvidarán con la misma soltura. Perdonar implica soltar para poder avanzar,
pero no implica darle otra oportunidad al que les hizo mal. Las personas
emocionalmente inteligentes no están dispuestas a quedar atascadas
innecesariamente por los errores de los demás, por lo que las dejan ir rápidamente
y son asertivas para protegerse de futuros daños. Las personas que pueden
manejar sus emociones con inteligencia pueden evitar desbordar sus emociones
en una discusión o disputa, evitando así salir de la batalla dañado. Con la ayuda
de la inteligencia emocional es posible elegir las batallas en las que se pueden
defender cuando llega el momento adecuado ya que saben que lo importante es
vivir para luchar otro día.

Cuando alguien establece la perfección como una meta, el fracaso siempre deja
una sensación y se puede perder el tiempo lamentando en lugar de disfrutar el
logro. Hay que recordar que todos los seres humanos, por naturaleza, son falibles.

También podría gustarte