Conquista y Colonización de La Isla Española
Conquista y Colonización de La Isla Española
Conquista y Colonización de La Isla Española
El conflicto había estallado entre ambas potencias. Los portugueses pretenden que el
paralelo de las Canarias sirva de límite a las conquistas de ambos reinos. Los Reyes Católicos
rechazan esta pretensión y tratan de conseguir que Juan II se quede con África y deje para los
castellanos las nuevas tierras descubiertas. Este intento por parte de los Reyes castellanos,
se concreta en la promulgación por el Papa Alejandro VI de tres bulas en 1493: la "I Inter
Caeteras" se establece que todas las tierras descubiertas por Colón y las que posteriormente
se descubran serán para Castilla; en la "II Inter Caeteras" se modifica el sentido de la primera
y se fija una línea a 100 leguas al oeste de las Azores y Cabo Verde que define el dominio
marítimo y terrestre de Castilla; en la tercera bula, "Eximiae devotiones" no se menciona para
nada la segunda y se ratifica lo señalado en la primera, ampliando los dominios asignados a
los castellanos.
La firmeza de Juan II al rechazar estas soluciones, así como el deseo sincero de ambos reinos
de no reiniciar una nueva guerra, unida a la incertidumbre de los Reyes Católicos ante los
secretos del Océano y la amenaza de Carlos VIII de Francia contra el Papa, motivaron una
larga serie de contactos y negociaciones que se materializaron en 1494 en Tordesillas.
La rebelión de Roldán
Las expectativas de obtener grandes riquezas en Las Indias habían sido altas para los que
había llegado y, al no verse satisfechas, creció el descontento. Roldán prometió a algunos
indios eximirles de pagar tributo, cosa que hacían con oro que recogían de los ríos, si le daban
su apoyo, consiguiendo así la ayuda de algunos nativos. Roldán cogió armas de La Isabela y
se retiró a Jaragua.
En 1497, Roldán se rebeló contra Bartolomé Colón y estableció un régimen rival en el Oeste
de La Española, reclutando en él a la mitad de los españoles en 1498, y todas las villas y
fortalezas se habían unido a él, menos La Vega y La Isabela.
Cuando Cristóbal Colón regresó a América en 1498 en su tercer viaje, inició un pacto con los
rebeldes, que se firmó en agosto de 1499, donde cedió el permitir el uso de los indígenas
como servicio personal, dio las pagas atrasadas de los dos últimos años incluso a aquellos que
no habían trabajado, repartió tierras, autorizó a los españoles a unirse con las taínas y a
regresar a España cuando lo desearan. También se volvió a colocar a Roldán como Alcalde
Mayor de La Isabela y, en marzo de 1500, el propio Roldán ayudó a aplacar otro
levantamiento contra Colón.
Roldán murió en 1502, en un huracán que tuvo lugar coincidiendo con la llegada de Colón a
América en su cuarto viaje a Las Indias. Ese huracán también mataría a Francisco de
Bobadilla, el juez pesquisidor que ordenara el arresto de Colón en agosto del año 1500.
Fin del gobierno colombino
El 21 de mayo de 1499, los Reyes Católicos de España lo nombraron juez con órdenes de
investigar los informes de La Española, a saber, numerosas quejas sobre la política de
Cristóbal Colón y sus hermanos que incluían acusaciones de que aceptaban sobornos,
esclavizaban a los nativos, pagaban mal. el quinto real por perlas y oro, manejó mal la rebelión
de Francisco Roldán, y que habían cometido traición.
Por orden de Bobadilla, Cristóbal Colón se presentó ante él en Santo Domingo en septiembre
de 1500. Colón fue luego encarcelado en la fortaleza allí junto con su otro hermano Bartolomé
Colón, quien había regresado a Santo Domingo después de una campaña contra los nativos
en Jaragua. A principios de octubre, la pareja fue enviada a España bajo la custodia del capitán
Alonso de Vallejo. Luego fueron entregados a Juan Rodríguez de Fonseca, quien se estaba
convirtiendo en el jefe informal de la administración colonial de Castilla y era un crítico
público de Cristóbal. A pesar de todo, los Reyes trataron cordialmente a Colón y ordenaron
su liberación, diciendo que las acusaciones en su contra eran insuficientes para justificar su
encarcelamiento. Sin embargo, no lo exoneraron.
Gobierno de Francisco Bobadilla
Bobadilla ocupó el cargo de gobernador de La Española el 23 de agosto 1500, poco tiempo
después de su llegada. Durante su gobierno, incentivó la explotación privada y estableció una
política según la cual los indígenas trabajarían fundamentalmente en la extracción de oro de
los yacimientos existentes en Haina y en el Cibao. Según el relato de Hernando Colón,
Bobadilla gastó rentas y tributos reales para conseguir el favor de la gente, alegando que los
Reyes Católicos solamente querían tener esa tierra a su nombre, y que lo demás no les
importaba.
Con este argumento, también se dedicó a vender en subastas las tierras que el Almirante
había conseguido para los Reyes Católicos, alegando que los monarcas no eran labradores ni
mercaderes y que esas tierras debían servir para el bien de los vasallos. Asimismo, dio indios
a las personas ricas y poderosas con el pacto de dividir con él las ganancias que les
proporcionaran esos indios. Para ganarse el afecto del pueblo, vendía las cosas a dos terceras
partes de lo que realmente valían. Para Hernando Colón, Bobadilla alentó todo tipo de
críticas, injurias y humillaciones contra Colón.
Enterado Cristóbal Colón de lo ocurrido, se dirigió a Bonao, donde un alcalde enviado por el
comendador Bobadilla le mostró copias de las provisiones. Como el genovés se resistía a
aceptar su autoridad, Bobadilla mandó a fray Juan de Trastierra y al tesorero Velázquez para
que le mostraran el nombramiento que lo destituía como gobernador. El virrey se mantuvo
firme diciéndole que los reyes no podían retirarle el cargo porque se lo habían concedido por
privilegio y el comendador lo hizo detener junto con Diego. Bobadilla pidió a Colón que
escribiese a su hermano Bartolomé, quien se hallaba en Jaragua, para que volviese a Santo
Domingo. A su llegada, el Adelantado también fue apresado.
En octubre de 1500, Colón y sus hermanos salieron para España cargados de cadenas como
criminales. A finales de noviembre llegaron a Cádiz. Cuando los reyes supieron que Colón
estaba preso, ordenaron que se le pusiese inmediatamente en libertad y le enviaron dinero
para que tanto él como sus hermanos fuesen a verlos. El 17 de diciembre, en presencia de
ellos, el Almirante se postró de rodillas y empezó a llorar, manifestando su entera fidelidad.
Los monarcas le devolvieron todos sus honores y privilegios, pero no le permitieron que
volviese a gobernar en las Indias ni a pisar la española.
Nicolas de Ovando
Nicolás de Ovando era hijo del capitán Diego Fernández de Cáceres y Ovando y de su primera
mujer Isabel Flores de las Varillas, Dama de la Reina Isabel I de Castilla.
Ingresó en la orden militar de Alcántara; de aquí su título de "frey". Llegó a ser comendador
de Lares y posteriormente comendador mayor.
Fundó los pueblos de Puerto Real, Cares, Santa Cruz de Aycayagua, Gotuy, Jaragua y Puerto
Plata. Trasladó y reconstruyó la ciudad de Santo Domingo, además de fundar conventos y
promover la agricultura.
El 13 de febrero de 1502 partió de España con 32 embarcaciones, siendo la flota de
embarcaciones más grande con destino hacia el continente americano. Se embarcaron en
total unos 1500 colonizadores, y a diferencia de Cristóbal Colón, este grupo de colonizadores
fue elegido al azar para representar a la sociedad española en el Nuevo Mundo. Fue la
primera gran armada colonizadora, financiada fundamentalmente con capital privado,
aunque también la Corona participó, sobre todo en tareas organizativas. El plan de Ovando,
trazado por los Reyes Católicos, era desarrollar tanto la economía básica de La Española como
establecer las estructuras políticas, sociales, religiosas y administrativas de la colonia.
Cuando Nicolás de Ovando llegó al Nuevo Mundo, se encontró con que la población nativa se
hallaba en estado de rebelión. Dicha rebelión fue sofocada a través de una serie de campañas
sangrientas. Así, en 1503 ordenó ahorcar a la cacica taína Anacaona. Una serie de epidemias
redujeron la población de la Hispaniola.
Ovando fundó de varias ciudades en La Española, entre ellas: Compostela de Azua, Santa
María de la Vera Paz, Bayajá (hoy Fuerte Libertad, en Haití), Salvatierra de la Sabana (hoy, Les
Cayes, en Haití), Salvaleón de Higüey, Cotuí, Puerto Plata, Santa Cruz de Hicayagua (hoy,
Santa Cruz del Seibo, en República Dominicana).
Igualmente desarrolló la industria minera. Introdujo el cultivo de la caña de azúcar, con
plantas importadas de las Islas Canarias.
Nicolás de Ovando importó por primera vez esclavos africanos en La Hispaniola, a partir de
1502, porque ya según las leyes de entonces los indígenas americanos no podían ser tratados
como esclavos, La mayoría de estos esclavos fueron enviados para trabajar en los campos de
caña de azúcar.
En sus primeros años como gobernador, Ovando había disfrutado de plenos poderes y una
autonomía casi total respecto de la metrópoli. Sin embargo, en 1507, al tomar el
rey Fernando de Aragón de nuevo el control de Castilla, el poder de Ovando empezó a decaer.
El 9 de julio de 1509 llegó a Santo Domingo un nuevo gobernador, Diego Colón. Ovando fue
sometido a juicio de residencia y tras ello embarcó de vuelta a España. A su regreso fue
nombrado comendador mayor de la Orden de Alcántara. Murió el 29 de
mayo de 1511 durante una reunión de la Orden en Sevilla.
Las encomiendas
La encomienda fue una institución socioeconómica mediante la cual un grupo de individuos
eran obligados a retribuir a otro en trabajo, especie o por otro medio, para supuestamente
disfrutar de un bien o una prestación que hubiesen recibido. La institución de
la clientela estaba establecida en la Europa romana desde el bajo Imperio hasta principios de
la Edad Moderna. Así, existía una relación de dependencia por la que el más fuerte daba
protección al más débil a cambio de comprometerse a guardar fidelidad y entregarle
determinados servicios.
Cuando Colón llegó a La Española descubrió yacimientos auríferos. Para su extracción creó
un impuesto a la población nativa, según el cual todo indígena mayor de 14 años debía
entregarle cada tres meses un cascabel de Flandes lleno de oro; aquellos que no vivían cerca
de las minas, debían entregar una arroba de algodón. Según la obra Historia del Almirante,
escrita por su hijo Hernando Colón, Cristóbal Colón conquistaba siempre los territorios en
nombre de los Reyes Católicos, pero con la llegada del juez pesquisidor Francisco de
Bobadilla en el año 1500 Colón fue arrestado y Francisco explotaría las desavenencias de los
colonos contra Colón y les ofrecería indios en encomienda y tierras a cambio de su apoyo
contra el Almirante. Francisco de Bobadilla se nombraría gobernador y tomaría posesión del
palacio y propiedades de Colón en Santo Domingo. Posteriormente, Bobadilla sería relevado
por Nicolás de Ovando. Colón estableció una orden según la cual la mitad de todo el oro que
obtuvieran los colonos debía entregarse a la Corona, aunque nadie obedecía esa orden hasta
que Ovando bajó la cantidad a una quinta parte.
La casa de contratación de Sevilla
Casa de Contratación de Sevilla. Creada por los Reyes Católicos en 1503, para administrar y
controlar todo el tráfico con las Indias al declararlas mercado reservado de Castilla. Nadie
podía ir a América ni fletar ninguna mercancía para las Indias sin pasar por la Casa de
Contratación de Sevilla; y toda mercancía procedente de las Indias debía pasar por el control
de esa institución y pagar allí el impuesto del 20 % a la Corona.
Desde el segundo viaje de Colón en 1493 todos los asuntos concernientes al Nuevo Mundo
habían estado en manos de Juan Rodríguez Fonseca, arcediano de la catedral de Sevilla,
capellán y hombre de confianza de Isabel la Católica. Este clérigo más tarde sería promovido
a las sedes episcopales de Badajoz, Palencia y Burgos. Sin embargo, diez años después se
hacía patente que no podían estar en manos de una sola persona todos estos asuntos, por lo
que se decide crear una institución colegiada que es la Casa de Contratación. Aunque Fonseca
perdería ese poder unipersonal como superintendente se mantendría en la corte con un
cargo equivalente al de ministro de las colonias, como dice el historiador Clarence H. Haring,
hasta que se crea el Consejo de Indias en 1524.
en 1539 y 1552 se volvieron a reunir todas las leyes y disposiciones existentes en relación con
la casa de contratación para ser publicadas, además de estos cargos la casa de la contratación
fue aumentando el número de sus funcionarios a medida que fue incrementándose también
la importancia del tráfico americano.
Situación de los Indígenas
Los conquistadores introdujeron aquí un sistema nuevo, en el cual los indígenas fueron
emplazados en una escala inferior dentro de la nueva jerarquía social y estuvieron obligados
a respetar las pautas impuestas por los europeos. La evangelización, la explotación y la
desculturización fueron algunos de los procesos que caracterizaron la historia de los
aborígenes en los 300 años que duró el período colonial. Como consecuencia de los abusos y
la violencia cometidos por los peninsulares contra los pueblos indígenas, desde los primeros
tiempos del virreinato surgieron numerosas rebeliones a lo largo del territorio de la Nueva
España.
Una vez consumada la Conquista, los españoles comenzaron a eliminar las antiguas creencias
prehispánicas y convertir a los indígenas a la religión católica. Para ello, llegaron grupos de
sacerdotes católicos que pertenecían a órdenes religiosas de misioneros, como la
Franciscana, la dominicana o la de San Agustín, entre otras.
Con estos grandes cambios institucionales, las autoridades llevaron a cabo un rápido proceso
de desculturización hacia la población indígena. Junto a la cristianización, los españoles
empezaron a enseñar e imponer el castellano a los pueblos nativos. Para ello construyeron
escuelas, controladas por la Iglesia, que educaban y enseñaban a los aborígenes la doctrina
cristiana y las costumbres españolas.
Gobierno de Diego Colon
Diego Colón y Perestrelo (Porto Santo o Lisboa, 1479 o 1480 - La Puebla de Montalbán, 1526)
fue el II almirante de la Mar Océana, II virrey de las Indias y II gobernador de las Indias. Hijo y
sucesor de Cristóbal Colón en el almirantazgo, virreinato y gobierno de las Indias, con asiento
en Santo Domingo, capital de la actual República Dominicana.
El fallecimiento de su padre Cristóbal, en mayo de 1506, convirtió a Diego Colón en heredero
de sus privilegios en América. Sin embargo, el rey Fernando el Católico se negó en un primer
momento a traspasar todos los derechos del almirante, aunque le nombró gobernador de la
isla La Española en 1508. Por estas fechas, Colón dejó embarazada a una dama vizcaína,
Isabel de Gamboa, que dio a luz a un hijo varón en octubre de 1508.
Diego Colón partió desde Cádiz para la isla La Española, donde llegó en julio de 1509,
sustituyendo en el cargo a Nicolás de Ovando.
Rápidamente cambió a la cúpula administrativa y militar de Ovando y entabló un largo pleito
conocido como los "Pleitos Colombinos" contra la corona, que fue resuelto mediante
sentencia en la que se le reconocían derechos como virrey, pero con jurisdicción limitada para
aquellos territorios que hubieran sido descubiertos oficialmente por su padre.
. La actitud de Colón provocó graves enfrentamientos entre españoles, en las islas
descubiertas y aportó muy poco en la exploración de Tierra Firme, aunque sí logró que se
descubriera el Mar del Sur u Océano Pacífico por Núñez de Balboa, y de ese modo abrió la
posibilidad de expansión hacia el enorme sur. Vista la tensión existente, el rey Fernando le
llamó a España a finales de 1514 y le sustituyó.
El título de virrey de Diego Colón fue meramente honorífico, pues la Corona solo le hizo
efectivo el de gobernador. Su viuda, la enérgica y tenaz virreina María de Toledo (fallecida en
el año 1549), asesorada por su cuñado Fernando Colón, prosiguió los pleitos hasta el arbitraje
de 1536.
Real Audiencia
La Real Audiencia de Santo Domingo fue el primer tribunal de la Corona española en América,
creada en 1511 por una real cédula de Fernando V de Castilla, pero debido a divergencias
entre el gobernador Diego Colón y la Corona española sería suprimida.
Se reiniciaron sus funciones por real cédula del rey Carlos I de España, el 14 de
septiembre de 1526, nombrándose como su primer presidente al obispo Sebastián Ramírez
de Fuenleal quien ocupó el cargo hasta mediados de la primera mitad de 1527, también
asumió funciones que jefaturaban a gobernador de La Española, cabe señalarse que al
establecerse el Virreinato de la Nueva España en 1535, quedó como parte de su jurisdicción,
aunque como una entidad autónoma llamada Capitanía General de Santo Domingo.
La real cédula del 23 de mayo de 1539, separó a la provincia de Nicaragua de la jurisdicción
de la Audiencia de Santo Domingo, y la agregó a la jurisdicción de la Real Audiencia de
Panamá.
Debido al Tratado de Basilea de 1795, España cedió la isla La Española a Francia que pasó a
llamarla Saint-Domingue, por esa razón, la real audiencia fue trasladada provisionalmente
a Santiago de Cuba en 1799, por real decreto del 17 de marzo del mismo año.
el sermón de adviento
En diciembre de 1511, el cuarto domingo de Adviento, subía al púlpito de la iglesia de los
dominicos en La Española (Santo Domingo) fray Antón Montesino para pronunciar un
memorable sermón, que se convertiría en una de las primeras y más radicales denuncias de
los abusos de la conquista española en Abya-Yala y en un antecedente del pensamiento
latinoamericano liberador.
El sermón fue preparado por todos los miembros de la comunidad de Santo Domingo,
quienes lo firmaron de su puño y letra para dejar constancia de la autoría colectiva y de la
relevancia de tan decisiva pieza oratoria. Los dominicos lo habían preparado a conciencia a
partir de sus propias averiguaciones sobre el "crudelísimo y aspérrimo cautiverio" al que los
encomenderos españoles sometían a los indios en las minas de oro y otras granjerías, y tras
escuchar numerosos testimonios sobre la "tiránica injusticia" y las "execrables crueldades"
contra los nativos, tratados como animales "sin compasión ni blandura", y "sin piedad ni
misericordia", según la descripción de Las Casas. Tras tan concienzudo análisis de la realidad
acordaron denunciar desde el púlpito el régimen de la encomienda por considerarlo contrario
"a la ley divina, natural y humana".
Terminada la misa, Diego de Colón y los oficiales reales se dirigieron al convento de los
dominicos para reprender al predicador por el escándalo sembrado en la ciudad, acusarlo de
"deservicio" al Rey y exigirle que se retractase en público el domingo siguiente. Siete días
después, fray Antón Montesino volvió a subir al púlpito y, lejos de desdecirse, se ratificó en
las denuncias y afirmó que los encomenderos no podían salvarse si no dejaban libres a los
indios y que irían todos al infierno si persistían en su actitud explotadora.
Fray Antón Montesino fue enviado a España para dar cuenta y razón de su sermón al rey. Tras
muchos impedimentos, logró entrevistarse con el anciano monarca, a quien expuso un largo
memorial de los agravios de los conquistadores contra los indios: hacer la guerra a gente
pacífica y mansa, entrar en sus casas y tomar a sus mujeres, hijas, hijos y haciendas, cortarles
por medio, hacer apuestas sobre quién les cortaba la cabeza de un tajo, quemarlos vivos,
imponerles trabajos forzados en las minas, etcétera.
Las leyes de burgos
Las leyes de Burgos fueron las primeras leyes que la Monarquía Hispánica dictó para su
aplicación en las Indias o el Nuevo Mundo o América en las que abolió la esclavitud indígena
y organizó su conquista, que fueron firmadas por el Rey Católico Fernando II, el 27 de
diciembre de 1512, en la ciudad de Burgos, para el gobierno de
los naturales, indios o indígenas y que fueron el resultado de la
primera junta de teólogos y juristas, en donde se discutió y se concluyó continuándose la
tradición medieval que priorizó la evangelización del indio y que ese bien superior justificaba
otros posibles males.
Las leyes que fueron dictaminadas en Burgos fueron pensadas y adoptadas por un grupo de
teólogos y juristas. Este mismo grupo de personas que se reunieron en la junta de Burgos
también se había juntado en el famoso sermón de Montesinos en el año 1511 y esta reunión
tuvo como fin una serie de principios:
❖ Los indígenas tienen absoluta libertad con respecto a sus vidas.
❖ Los Reyes Católicos son el mayor exponente católico que tienen los indios por su
compromiso evangelizador
❖ Existía la posibilidad de obligar a los indios a trabajar con las premisas de que el trabajo
fuese tolerable y que el salario fuese acorde a las horas trabajadas. El mismo tenía que
ser justo, pero existía la posibilidad de pagar en especies y no en dinero.
❖ Se justificaba la guerra a los indios si los mismos se negaban a ser cristianizados y para
el mismo fin se creó una institución llamada El Requerimiento. La conquista sólo se
justificaba si los indios se negaban a ser evangelizados.
El gobierno de los Jerónimos
Tras la muerte de Fernando el Católico en 1516 subió al poder en calidad de Regente el
franciscano Francisco Ximénez de Cisneros, cardenal arzobispo de Toledo. Dicho franciscano
estaba muy informado de todo lo que ocurría en el Nuevo Mundo. Habí-a accedido a la lectura
de un informe entregado en Sevilla en 1515 por los dominicos Montesinos y Bartolomé de las
Casas, en el que se detallaban los abusos cometidos por los encomenderos sobre la población
nativa, la cual estaba reduciéndose a pasos agigantados.
A la vista de esos informes, Cisneros decidió realizar una profunda reforma en la manera de
gestionar las Indias, empezando por la creación de un nuevo sistema polí-tico y económico
en la isla. El 17 de septiembre de 1516 nombró a tres padres jerónimos como gobernadores
de la española
Arriba a Santo Domingo el licenciado Alonso de Zuazo, nombrado juez de residencia para
enjuiciar la conducta de los oficiales y demás autoridades de la isla.
Los Padres Jerónimos procedieron a dar cumplimiento a las instrucciones del cardenal a pesar
de la oposición de los encomenderos. El proyecto consistía en construir 25 o 26 pueblos de
400 a 500 indios cada uno con sus correspondientes caciques, religiosos y administradores.
Fallece Cisneros y la corona pasó a manos del monarca Carlos III, lo que produjo la alarma de
los Padres Jerónimos, pues los cortesanos de Fernando el Católico beneficiados con
encomiendas habían ganado el favor del nuevo rey. Los encomenderos de La Española se
apresuraron a denunciar a la corte las gestiones de los frailes.
Industria azucarera del siglo XVI
La Industria Azucarera inicio con la traída, de la caña de azúcar a la isla en el segundo viaje de
Colón (1493). Cuando la explotación minera mermó los colonizadores necesitaban buscar
otra actividad que fuera tan rentable como lo fue la minería. Surge la idea de las plantaciones
de caña y producción de azúcar, instalándose los primeros ingenios en el país. De ahí en lo
delante la industria azucarera recibió grandes procesos de modernización hasta convertirse
en la espina dorsal de nuestra economía durante más de cuatro siglos.
La Corona española acordó toda suerte de facilidades a la producción azucarera en la isla,
específicamente a esto contribuyó cierto espíritu burgués del Emperador Carlos I, quien dictó
leyes protectoras de la producción azucarera y de los señores esclavistas. La más importante
fue la Cédula de 1529, por medio de la cual se determinaba que los ingenios eran bienes no
embargables por deudas o hipotecas, tanto sus instalaciones como los negros que laboraban
en ellos.
Rebelión de enriquillo
surgieron varias rebeliones indígenas entre las que se destaca la de Enriquillo, Según la
historia, Enriquillo se quitó la camisa, que representaba su vida en el mundo de los españoles
y llevándose a su esposa Mencia y a otros, huyó a la sierra de Bahoruco y pudieron continuar
con la rebelión gracias a su conocimiento de la región. Derrotaban a todas las expediciones
enviadas por los españoles. Esta notica no tardó en circular por todas partes y muchos taínos
se les unieron en la Sierra de Bahoruco, Les favorecía que la isla ya no era un punto clave de
la colonización, pues los españoles estaban enfocados en la conquista de los pueblos Azteca
e Inca. La rebelión resulto imposible de dominar por los españoles durante un periodo de 13
a 16 años, Ya que los españoles no podían controlar la rebelión, y la colonia era presa del
pánico, se firmó un tratado dando a los taínos, entre otras concesiones, el derecho a la
libertad y propiedad, fue firmado por el emperador Carlos I en 1533.
los negros en la isla española
No sabemos de ninguna otra evidencia directa después de los comienzos de la década de
1490 sobre la llegada de otros negros a La Española, pero hay indicios documentales
indirectos de 1497 de que los españoles llegados a la isla posiblemente ya estaban pensando
en llevar negros esclavizados para trabajar en esa colonia en plantaciones azucareras.
próxima noticia sobre la presencia de una persona negra en La Española nos la da,
curiosamente, una tradición oral local de los residentes de Santo Domingo todavía viva a fines
del siglo XVII, y documentada en esa época. Dicha tradición se refiere a una mujer negra que
residía en la ciudad antes de la llegada de la expedición colonizadora de 1502 encabezada por
el gobernador Nicolás de Ovando y que era recordada por su práctica de curación de
enfermos pobres hecha en su propio bohío en esa temprana fecha.
Nicolás de Ovando importó por primera vez esclavos africanos en La Hispaniola, a partir de
1502, porque ya según las leyes de entonces los indígenas americanos no podían ser tratados
como esclavos, La mayoría de estos esclavos fueron enviados para trabajar en los campos de
caña de azúcar.
La cimarronada
Los cimarrones eran los esclavos rebeldes, algunos de ellos fugitivos, que llevaban una vida
de libertad en rincones apartado (de las ciudades o en el campo) denominados palenques o
quilombos. Un palenque mayormente tenía una fuente de agua, un pedazo de tierra para cultivo, un
almacén subterráneo y una pequeña cantidad indispensable de lanzas y hachas, Para su defensa, en
algunos palenques se habían construido fuertes. Estaban hechos de empalizadas, en el punto más
alto de su temporal albergue. Tenían como únicas armas las espadas, cuchillos y otras armas blancas.
Nunca poseyeron armas de fuego.
Sus lugares favoritos para poder vivir protegidos eran San Nicolás; Ocoa y Rancho Arriba, en la
cordillera Central; Punta de Samaná; el Cabo de Higüey, y Sierra de Bahoruco.Entre los más famosos
líderes Cimarrones que comandaron las revueltas y fugas de esclavos se pueden mencionar:
• Juan Vaquero. Se alzó con un grupo en 1537. Andaban por las sierras del sur y atacaban a los colonos
de las zonas aledañas.
• Diego del Campo. Se había mantenido alzado por los alrededores de La Vega por cerca de 10 años.
Al final se entregó a los españoles y, a cambio de su vida, les ayudo en persecución de sus antiguos
compañeros.
• Lemba. Quince años había durado alzado en armas en Higüey, junto con otras 150 personas que le
seguían. Se le atrapó y quitó la vida en 1548.
Contrabando y piratería
Contrabando El contrabando consiste en el comercio y tráfico ilegal de cualquier bien o
producto, este se desarrolla en América a partir del siglo XVI. Los productos provenientes de
España eran de alto costo debido a los precios del traslado y los intermediarios, la escasez de
los bienes y la falta de competencia. El contrabando se volvió común en el siglo XVII, las que
en ese momento eran potencias europeas empezaron a introducir mercadería ilegalmente a
precios más bajos, esto ocurría en el Caribe y el Rio de la Plata.
A fines el siglo XVII, una colonia portuguesa llamada Sacramento utilizaba como punto de
ingreso del contrabando el Rio de la Plata. Con el correr del tiempo este comercio fue
expandiéndose por prácticamente toda la América española, alcanzando en el siglo XVIII su
mayor esplendor. Los contrabandistas provenían de Inglaterra, Dinamarca, EEUU y gran parte
de Europa. La mercadería se transportaba en barco a Buenos Aires y se distribuían por tierra,
también, algunos llegaban al mercado de Potosí.
Invasión de Drake
Sabiendo que la guerra se avecinaba, Isabel I autorizó a un exdiscípulo de John
Hawkins, Francis Drake, a comandar una expedición armada con instrucciones de azotar las
posesiones del imperio español en América, atacando las ciudades de Santo
domingo, Cartagena de Indias y San Agustín en la Florida. Los moradores de la ciudad de
Santo Domingo, que en estos momentos contaba con alrededor de 3,5000
habitantes, instituciones como la Audiencia, el Arzobispado, Universidad, Catedral, y otra
serie de edificaciones importantes, se encontraron totalmente indefensos frente a la
imponente flota enemiga de 30 navíos que unos pescadores divisaron el viernes 10 de enero
de 1586 en los alrededores de Punta Caucedo.
Esa noche Drake desembarcó gran parte de sus hombres en Haina, quienes al amanecer
iniciaron su marcha hacia la ciudad ayudados por los negros cimarrones del área que pronto
se hicieron cómplices del invasor. El 11 de enero la flota inglesa se presentaba frente al puerto
de Santo Domingo. Los habitantes de la ciudad intentaron hacerle frente con las pocas y viejas
piezas de artillería con que contaban. Este duro golpe marcaría el inicio de la decadencia
económica en que quedaría sumido el Santo Domingo Español hasta fines del período colonial
o principios del siglo XIX.
el contrabando representó un problema de índole religioso para la Corona, ya que los
contrabandistas, herejes provenientes de las naciones enemigas de España, repartían Biblias
protestantes a sus compradores caribeños, quienes con el tiempo empezaron a compartir
ciertas ideas políticas y religiosas con sus nuevos amigos ingleses y holandeses. Esta situación
llevaría a la Corona en 1606 a ordenar las devastaciones de las ciudades del noroeste del
territorio, medida que alteraría totalmente el desarrollo histórico de la isla de Santo
Domingo.